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Los marineros de más allá
Una ONG coruñesa ayuda a un pueblo de Senegal a remozar el sector de la pesca
De madrugada, el pueblo baja a la playa de
Yoff para recoger el pescado (imagen del
medio), que después se vende y se sala. /
ecodesarrollo gaia
Muchos jóvenes del pueblo senegalés de
Yoff tomaron rumbo al norte y su parada fue
A Coruña. Aquí los recibió Ecodesarrollo
Gaia, que inició hace siete años un proyecto
para dotar a aquel pueblo, que vio partir a
sus mozos, de estructuras educativas,
sanitarias y económicas
ANA RODRÍGUEZ | A CORUÑA Senegal como Galicia. Como aquella aldea gallega cuyos habitantes
tomaban rumbo hacia la misma ciudad o el mismo país a los que sus vecinos habían emigrado antes, A
Coruña fue el destino de los jóvenes senegaleses de la pequeña localidad costera de Yoff. Muchos
llamaron a la puerta de la ONG coruñesa Ecodesarrollo Gaia, que inició hace siete años un proyecto en el
pueblo africano para generar infraestructuras educativas, económicas, sociales y sanitarias. En Yoff hay
una Escuela Coruña para niños y un Centre de Jeune Filles Coruña para la educación de mujeres
adolescentes. El mes pasado, el colectivo viajó de nuevo hacia Senegal para iniciar un nuevo proyecto,
destinado a remozar y desarrollar el sector de la pesca y salazón, de los que vive la localidad.
El objetivo es "ayudar a los actores a auto organizarse de mejor forma , también en cuanto a la
comercialización del producto y con sensibilidad respecto a la protección del medio ambiente", explica el
secretario de Ecodesarrollo Gaia, Guillermo Fernández-Obanza, uno de los voluntarios coruñeses que
viajaron en el mes de marzo a Yoff.
Uno de los problemas, además de la presión de la pesca industrial, es que el mar es el recurso, no solo de
los que se dedicaban tradicionalmente a ello, sino de gentes que proceden de otros sectores en crisis
como la agricultura. "Como cuando se esquilmaba la ría de O Burgo cuando lo otro iba mal", ejemplifica
Fernández Obanza, "el sector pesquero es el último recurso de la caída de las otras estructuras como la
agraria".
"Hay un problema muy importante en la agricultura por el cambio climático, la desertización ha avanzado
mucho al sur del río Senegal", relata el cooperante coruñés, que explica cómo la pesca es artesanal, con
redes, anzuelos y submarina, desde "canoas o cayucos muy antiguos y en pésimo estado de
conservación".
Con estas naves, los marineros se tienen que adentrar mucho más en el mar que años antes, cuando
había pescado más próximo a la costa. "Diariamente, cuarenta o cincuenta millas mar adentro", narra
Fernández-Obanza. También hay problemas de seguridad laboral que deben ser corregidos.
Ecodesarrollo Gaia desarrolla en estos momentos una labor sobre el terreno de investigación y de
contacto con los implicados, porque "la gente quiere ser parte de la solución". Por ello se reúnen con
cofradías de pescadores y también con cooperativas de salazón, formadas por mujeres saladoras de
pescado. La salazón es un sector fundamental para la seguridad alimentaria en el sur, según explica
Ecodesarrollo Gaia.
En el sur, parte del pescado se pudre en la playa, porque no hay comercialización, no hay red de frío...
Mucho se les cae a los propios cargadores que lo transportan a camiones. Niños y mujeres recogen esos
pescados no vendidos, que se salan y se secan, y aportan "una proteína necesaria, con capacidad de
conservación ilimitada, que llega como llegaba antes a Lugo o a Santiago desde la costa". Eso, Senegal
como Galicia.