11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc AUD.PROVINCIAL SECCION N. 3 ZARAGOZA SENTENCIA: 00036/2011 AUD.PROVINCIAL SECCION N. 3 ZARAGOZA CALLE COSO Nº 1 Tfno.: 976208376-7-9 Fax: 976208383 . N.I.G: 50297 39 2 2011 0301803 Rollo: TRIBUNAL DEL JURADO 0000001 /2011 Órgano Procedencia: JDO. INSTRUCCION N. 2 de ZARAGOZA Proc. Origen: TRIBUNAL DEL JURADO 0000001 /2011 Acusación: Procurador/a: Letrado/a: C Contra: TAMARA B. B. Procurador/a: ANA MARIA SANZ FOIX Letrado/a: FRANCISCO JAVIER OSES ZAPATA SENTENCIA NUM. 36/11 EN NOMBRE DE S.M. EL REY En la Ciudad de Zaragoza, a treinta y uno de Octubre de dos mil once. El Tribunal del Jurado de esta Audiencia Provincial, presidido por el Iltmo. Sr. Magistrado-Presidente D. Miguel Ángel López y López de Hierro ha visto en juicio oral y público la presente causa nº 1 de 2011 procedimiento de Jurado, Rollo nº 1 de 2011, procedente del Juzgado de Instrucción nº 2 de Zaragoza por delito de Asesinato contra la acusada TAMARA B. B. nacida Zaragoza el día 4 de Julio de 1988 domiciliada en San Juan de Mozarrifar (Zaragoza), de estado soltera y de profesión peluquera, sin antecedentes penales y en prisión provisional por esta causa desde el día 5 de Abril de 2010 1 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc representada por la Procuradora de los Tribunales Sra. Sanz Foix y defendida por el Letrado Sr. Osés Zapata siendo parte acusadora el Ministerio Fiscal y Ponente el Iltmo. Sr. Magistrado D. Miguel Ángel López y López de Hierro que expresa el parecer del Jurado. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- En virtud de atestado policial se incoaron por el Juzgado de Instrucción Número Dos de Zaragoza la presente causa, en el que fue acusada TAMARA B. B. contra la que se abrió el juicio oral y evacuado el trámite de calificación por todas las partes, previa elevación de los autos a esta Audiencia, se señaló la vista oral, que comenzó el día 24 de Octubre de 2011 y concluyó el 27 de Octubre de 2011. SEGUNDO.- El Ministerio Fiscal, en sus conclusiones definitivas ha calificado los hechos de autos como constitutivos de un delito de asesinato (Art.139.1º del Código Penal del que es responsable en concepto de autor la acusada. Concurre la circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal, agravante de parentesco del artículo 23 del Código Penal. Procede imponer a la acusada la pena de 18 años de prisión con igual tiempo de inhabilitación absoluta. La acusada deberá indemnizar a José Ignacio A. A. en 60.000 € por el fallecimiento de su hijo recién nacido más los intereses legales. 2 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc TERCERO.- La defensa de la acusada, en igual trámite solicitó la libre absolución de la acusada o, alternativamente, que se consideren los hechos como constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia tipificado en el artículo 142.1 del Código Penal concurriendo la circunstancia eximente de trastorno mental transitorio, la eximente de de miedo insuperable y la atenuante de arrebato u obcecación y si no se considerase que concurriesen estas circunstancias solicitó se le impusiese la pena de un año de prisión. CUARTO.- Siendo el veredicto de culpabilidad se concedió la palabra al Fiscal y demás partes personadas, para que, por su orden, informaran sobre la pena o medidas que deben imponerse al declarado culpable y sobre la responsabilidad civil. El Ministerio Fiscal solicitó la de 13 años y seis meses de prisión ratificándose en el resto de sus conclusiones provisionales elevadas a definitivas en el acto del juicio oral. La defensa se ratificó en sus conclusiones elevadas a definitivas en el acto del juicio oral. HECHOS PROBADOS Según veredicto del Jurado formado para el enjuiciamiento de los hechos: PRIMERO.- La acusada TAMARA B. B., mayor de edad y sin antecedentes penales quedó embarazada en el año 2009 de su pareja sentimental José Ignacio A. A. ocultando durante todo el embarazo esta situación tanto a su 3 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc pareja como a sus padres con los que convivía en el domicilio paterno sito en la localidad de San Juan de Mozarrifar (Zaragoza). Tamara B., durante todo el tiempo del embarazo, sólo comunicó su estado cuando ya estaba muy avanzado, a una amiga llamada María G. P. a la que manifestó que no quería abortar y que pensaba dar a la criatura en adopción. Así las cosas, Tamara dio a luz el día 3 de abril de 2010 en el cuarto de baño del domicilio de sus padres, a un niño vivo y en ningún momento del parto les pidió ayuda. Inmediatamente después de dar a luz al niño vivo le introdujo, con intención de acabar con su vida, en la boca una gasa haciendo con ella una pelota y la empujo con los dedos hasta introducírsela en la laringe causándole la muerte por asfixia y, a continuación, envolvió el cadáver del niño en un albornoz y lo depositó en la repisa de una ventana que da a una terraza interior de la casa. El padre de Tamara, al ver que la luz del cuarto de baño permanecía encendida durante mucho tiempo, alertó a su esposa Blanca María B. dirigiéndose entonces los dos al baño donde se encontraron a Tamara en medio de un gran charco de sangre manifestándoles ésta que se trataba de miomas que habían reventado ocultando, de estas manera, el parto. 4 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc Seguidamente Tamara, acompañada de su madre se dirigió al Servicio de Urgencias del Hospital Miguel Servet donde fue atendida por los facultativos que le sacaron los restos de placenta que aún quedaban en su interior. Aún así Tamara siguió negando el parto y solo reconoció tal hecho después de descubrirse el cadáver. Finalmente fue el padre de Tamara quien descubrió el cadáver, tras recibir una llamada telefónica avisándole de lo ocurrido, buscando en el cuarto de baño y encontrando el albornoz que envolvía al niño en la repisa de la ventana. Tamara, en el momento de cometer los hechos, tenía sus facultades cognoscitivas y volitivas muy disminuidas. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- Los hechos que han sido declarados probados por el Jurado en uso de sus facultades exclusivas y excluyentes de enjuiciar, son constitutivos de un delito de Asesinato tipificado en el artículo 139.1 del CP al concurrir en la conducta de la acusada todos los requisitos exigidos en el tipo cuales son la acción de agresión violenta contra el sujeto pasivo con ánimo de matar y resultado de muerte y la circunstancia de alevosía. El ánimo de matar, como elemento interno, es, quizás, lo mas difícil de acreditar mediante prueba directa. 5 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc La intención de las personas, como tantas veces se ha dicho, pertenece al arcano de su conciencia, de tal modo que, salvo los casos de confesión sincera y veraz del propio acusado, el Juzgador ha de rastrearla, partiendo de datos objetivos -debidamente acreditados- que permitan inferirla razonablemente (art. 386.1 LEC). De ahí que, tratándose de la muerte de una persona, la jurisprudencia ha declarado reiteradamente que, para indagar la voluntad con la que el sujeto ha obrado, es preciso tener en cuenta cuantas circunstancias relevantes y con suficiente entidad puedan conocerse, tales como: a) las relaciones que pudiera haber entre agresor y víctima; b) las personalidades del agresor y del agredido; c) las actitudes o incidencias habidas en los momentos anteriores al hecho; d) las manifestaciones de los intervinientes durante la contienda; e) las características del arma empleada y su idoneidad para matar o lesionar; f) la zona del cuerpo humano alcanzada; g) la intensidad de los golpes; h) la insistencia o reiteración de los mismos; i) la conducta posterior; etc. (v. SS de 6 Oct. 1993, 21 Dic. 1996, 11 Mar. 1997, 22 Mar. 2000 y 14 Mar. 2001, entre otras muchas). En el presente caso es claro y palpable que el hecho de introducir a un recién nacido una gasa en forma de pelota por la boca empujándola con los dedos hasta la laringe (zona profunda de la garganta) refleja claramente el “animus necandi” de la acusada y así lo ha entendido el Jurado por unanimidad fundándose para ello en los informes de los forenses que declararon en el acto del juicio. 6 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc Es digno de resaltar ahora la brillantísima intervención del equipo del Instituto de Medicina Legal de Zaragoza en el acto del juicio oral formada por dos médicos forenses, dos psicólogas y una trabajadora social los cuales contestaron a las preguntas que, tanto el Ministerio Fiscal como la defensa, les formularon con gran precisión, claridad y rigor científico poniendo de manifiesto que el niño nació vivo y mostrando unas imágenes de la víctima y de la autopsia practicada en su cuerpo donde se pudo ver perfectamente cómo la gasa en forma de pelota había sido introducida hasta la laringe siendo necesario, para llegar hasta ese punto, ejercitar presión con los dedos empujando con los mismos la gasa encajada de manera que no es posible que el niño, por azar, aspirase dicha gasa. SEGUNDO.- Así mismo el Jurado consideró, conforme al criterio del Ministerio Fiscal y en contra del criterio de la defensa, que la conducta de TAMARA B. B. se ve impregnada de la circunstancia de alevosía prevista en el nº 1 del artículo 139 del Código Penal que cualifica la acción homicida transformándola en asesinato. En efecto la alevosía, cuya concurrencia transfigura el homicidio en asesinato, prevé dos aspectos complementarios que patentizan su carácter mixto, pues su vertiente objetiva consistente en un modus operandi que asegura el resultado y elimina la posible defensa de la víctima y en consecuencia evita riesgo al agente, mientras que en su faceta subjetiva importa un comportamiento teleológico que se traduce en que el dolo del agente ha de proyectarse tanto sobre la acción en sí como sobre la indefensión de la víctima (sentencia del Tribunal Supremo de 27 de mayo de 1991) bien 7 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc entendido que la situación no precisa ser buscada de propósito porque basta su aprovechamiento en definitiva su fundamento esta en un plus de antijuricidad y de culpabilidad (STS de 19 de enero de 1991, 4 de junio de 1992). La doctrina y la Jurisprudencia del Tribunal Supremo viene distinguiendo tres modalidades de alevosía: 1º.- La proditoria, caracterizada por la trampa la emboscada, la celada, la asechanza. 2º.- La súbita o inopinada, cuando el agente desencadena el ataque de improviso estando totalmente desprevenido el ofendido. 3º.- El aprovechamiento por parte del culpable de cualquier situación de desvalimiento por parte de la víctima como cuando el ofendido es un niño o un anciano privado de razón o gravemente enfermo o durmiendo o en estado de embriaguez. En el supuesto en cuestión es claro que la acusada, amparándose en que la víctima era un recién nacido y se encontraba, por tanto, en una situación de total desvalimiento, le introdujo la gasa en forma de pelota en la boca empujando con los dedos hasta introducírsela en la laringe (zona profunda de la garganta) sin que el niño recién nacido, que además era su propio hijo, tuviese la mas mínima posibilidad de defensa. Pocas veces hemos tenido la oportunidad de contemplar un caso más claro de conducta aleve que la presente. 8 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc TERCERO.- Concurre en la persona de la acusada la circunstancia agravante de parentesco del artículo 23 del Código Penal al ser la víctima su hijo. Esta circunstancia es mixta y tanto puede jugar como agravante como atenuante. La doctrina y jurisprudencia tradicionalmente ha considerado que en los delitos que tienen un contenido marcadamente personal opera como agravante y en los que predomina la significación patrimonial o similar lo hace como atenuante (STS 27/12/91 y 6/7/92 entre otras) En el caso que nos ocupa, al tratarse de un delito de asesinato, la circunstancia juega un claro papel de agravante dado que, como hemos dicho, la víctima era hijo de la acusada. CUARTO.- Concurren también en la conducta de la acusada, y así lo ha considerado probado el Jurado al contestar a la pregunta 4ª del apartado B por mayoría y al contestar a la pregunta 5ª el apartado B por unanimidad, la circunstancia atenuante de arrebato u obcecación contemplada en el apartado 3º del artículo 21 del Código Penal y, la circunstancia eximente incompleta de trastorno mental transitorio contemplada en el artículo 20.1 párrafo segundo del Código Penal. Ambas circunstancias modificativas de responsabilidad criminal tienen una naturaleza análoga. No necesitan origen patológico soliendo ser éste de carácter exógeno y se refieren a aquellos estados emocionales alterados en 9 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc mayor o menor medida con carácter temporal que pasan, en la mayoría de los casos, sin dejar secuelas y que suponen una merma de las facultades intelectivas y volitivas aunque en ningún caso las anulan. El Jurado se ha fundado para apreciar la existencia de estas circunstancias en los informes periciales psiquiátricos practicados a instancia de la defensa y ratificados en el acto del juicio oral y que indican que la acusada tiende a reaccionar con descontrol neurótico en las situaciones de tensión. En este caso dichas situaciones se refieren al contexto familiar existente y en el que Tamara se encontraba como la situación de paro del padre y de la propia Tamara así como la de su pareja sentimental, los escasos ingresos que aportaba la madre de Tamara a la casa trabajando como limpiadora y también las circunstancias en las que se desarrolló el parto. QUINTO.- En cuanto a la penalidad, el artículo 66 del Código Penal establece que en la aplicación de la pena, los Jueces o Tribunales observaran, según haya o no circunstancias atenuantes o agravantes, las siguientes reglas: 7º ………” Cuando concurran atenuantes y agravantes, las valorarán y compensarán racionalmente para la individualización de la pena. En el caso de persistir un fundamento cualificado de atenuación aplicarán la pena inferior en grado. Si se mantiene un fundamento cualificado de agravación, aplicarán la pena en su mitad superior…..” Descendiendo al caso que nos ocupa, conforme a lo estipulado en dicho precepto y compensando la atenuante ordinaria de arrebato del apartado 3º del 10 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc artículo 21 del Código Penal con la agravante de ordinaria de parentesco del artículo 23 del Código Penal nos queda aún el elemento atenuador cualificado del trastorno mental transitorio con lo cual es preciso rebajar la pena a imponer, que en el caso que nos ocupa (Artículo 139 del Código Penal) sería de 15 a 20 años, en un grado. La pena así rebajada iría de siete años y seis meses de prisión a 15 años menos un día y en el presente supuesto aunque el elemento atenuatorio es importante también es preciso tener en cuenta la gravedad de los hechos enjuiciados y la repulsa social que conllevan y la conducta de la acusada que, además de segar una vida recién iniciada, siendo además su propio hijo, ha ocasionado con la misma graves trastornos emocionales a sus padres los cuales, a pesar del tiempo transcurrido, continúan seriamente impactados por lo ocurrido como el Jurado pudo comprobar en el acto del juicio oral al prestar declaración. Por todo ello se estima que la pena a imponer en el presente caso debe ser la de 9 años de prisión con la accesoria de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena. SEXTO.- En cuanto a la responsabilidad civil la acusada deberá indemnizar a José Ignacio A. A., padre de la criatura muerta, en la cantidad solicitada por el Ministerio Fiscal de SESENTA MIL EUROS (60.000 €) más los intereses legales. SEPTIMO.- Los responsables de todo delito deben abonar las costas causadas. 11 11.11.11 ST APZ III (36-11) OCTAVO.- Asesinato .doc Finalmente el Jurado, al contestar a la pregunta última del apartado C Y D del veredicto sobre si se mostraba partidario de solicitar el indulto para la acusada TAMARA B. B. o, en su caso si procediese, la remisión condicional manifestó por mayoría que sí. La remisión condicional no es posible a la vista de la pena a imponer. Respecto del la solicitud de indulto y en cumplimiento de la voluntad del jurado, tan pronto como la presente resolución adquiera firmeza, se elevará escrito dirigido al Gobierno de la Nación solicitando el indulto de la acusada Tamara B. B. VISTAS las disposiciones legales aplicables, El Magistrado-Presidente del Jurado, por la autoridad que le confiere la Ley, emite el siguiente: FALLO CONDENO a TAMARA B. B., mayor de edad y sin antecedentes penales, como autora responsable de un delito de asesinato tipificado en el artículo 139.1 del Código Penal concurriendo la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de arrebato u obcecación así como la eximente 12 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc incompleta de trastorno mental transitorio, a la pena de 9 años de prisión con la accesoria de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena con los efectos del artículo 41 del Código Penal siéndole de abono el tiempo que llEve privado de libertad. En concepto de responsabilidad civil deberá indemnizar a José Ignacio A. A. en la cantidad de SESENTA MIL EUROS (60.000 €). Así mismo se le condena al pago de las costas. Tan pronto como la presente resolución adquiera firmeza, se elevará escrito dirigido al Gobierno de la Nación solicitando el indulto de la acusada Tamara B. B. Así por esta Sentencia, contra la que puede interponerse recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón en el plazo de diez días, y de la que se unirá certificación al rollo, lo pronuncio, mando y firmo. 13 11.11.11 ST APZ III (36-11) Asesinato .doc PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior Sentencia dictada por el Ilmo. D. Miguel Ángel López y López de Hierro en el día de su fecha hallándose el Tribunal celebrando Audiencia Pública. Doy fe.- 14