Tema 12.3. Isabel II (1843-1868): el reinado

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12.3.- Reinado efectivo de Isabel II (1843-1868)
La pérdida del prestigio por parte de Espartero contra el cual se levantaron tanto moderados como progresistas, y su
exilio del país, generó una situación en la que, aunque los progresistas conservaron el poder, en principio, fue decantándose
rápidamente hacia los moderados máxime cuando la reina fue declarada mayor de edad en noviembre de ese año.
A partir de ese momento sólo los políticos moderados accedieron al poder y entre ellos siempre prefirió al ala más
reaccionaria. Los progresistas lograron gobernar a través de un pronunciamiento. El político fundamental fue el general
Narváez que ocupó la presidencia en numerosas ocasiones.
El régimen moderado elaboró una Constitución, la del 45 (13 títulos, 80 artículos). En ella no hay mención a la
soberanía nacional, el poder es compartido por las Cortes con el rey. Aunque muchos aspectos fueron tomados de la
Constitución del 37 en asuntos como los derechos individuales, ahora se dejaba explícito la existencia de una única religión y
los demás estuvieron sujetos a leyes muy restrictivas. La ley electoral estableció estableció distritos pequeños y altas
contribuciones para ser elector lo que dejaba el sistema en manos de un reducido número de personas, unos 100 mil.
La ley de Ayuntamientos fue claramente centralista, los alcaldes eran elegidos directamente por el gobierno en las
poblaciones de más de dos mil habitantes y por el gobernador civil en el caso de las menores.
El estado moderado configuró un sistema centralista, oligárquico y censitario de gran repercusión. El autoritarismo
fue propiciado por el rebrote de la guerra carlista y por el miedo a las repercusiones de las revoluciones del 48.
El orden interno se consideró prioritario y en 1844 fue creada la Guardia Civil, cuerpo armado con fines civiles y
organización militar. Especialmente importante si pensamos en la pervivencia del bandolerismo, consecuencia de años de
guerra interna
También en 1845 se abordó una reforma tributaria, obra de Mon que distribuyó los impuestos en dos conceptos:
Contribución territorial (directo) y los indirectos, llamados “consumos” que provocaron frecuentemente desórdenes.
El enfrentamiento con la Iglesia se solucionó a través del Concordato de 1851. La venta de bienes eclesiásticos había
sido suspendida desde la entrada de los moderados, el Estado se comprometía a mantener a la Iglesia y se permitía el
establecimiento de tres órdenes religiosas 8lo que supuso en la práctica el establecimiento de muchas más). La Iglesia podía
acumular otra vez bienes.
La situación política se complicó en 1854, progresistas, demócratas e incluso moderados (“puritanos”) se hicieron
eco del descontento creciente entre la población generado por un continuo alza de precios o entre la prensa perseguida por
sus denuncias contra la vida privada de la reina.
Se produjo un pronunciamiento en Vicálvaro a cargo del general O´Donell que en principio no pareció tener éxito,
pero el 7 de julio apareció publicado un manifiesto (manifiesto de manzanares) redactado por Cánovas del Castillo (puritano)
que logró atraer a amplios sectores en todo el país y se formaron Juntas.
La reina se vio obligada a llamar al general Espartero, con lo que se inicia el bienio progresista.
La constitución del 45 fue inmediatamente puesta en duda y se inició la redacción de una nueva que se conocerá
como la “non nata” porque nunca llegó a ser promulgada. Contenía referencia explícita a la soberanía nacional, con una
amplia declaración de derechos, se reconocía libertad de culto aunque se comprometía el Estado a mantener a la Iglesia.
El Senado era electivo, se establecían periodos de reunión para Cortes y se restauraba la Diputación permanente, la
Milicia Nacional y los juicios con jurado para los delitos de prensa. También se modificaba la organización municipal.
El proceso desamortizador se reanudó en 1855 (desamortización de Madoz), se la conoce como desamortización civil
porque afectó a las propiedades municipales y a los bienes de propios, pero también se vendieron bienes del clero
nacionalizados. El pago debía hacerse en metálico, lo que evitó las pérdidas de la anterior. Tampoco en este caso significó una
reforma agraria. En 1855 se dio la ley de ferrocarriles de gran importancia.
Los disturbios sociales, se convocó una huelga general en Barcelona, crearon grandes problemas al gobierno de
Espartero que será sustituido por O´Donell (creará la Unión Liberal). Este político hubiera preferido una reforma de la
constitución del 45 en base a muchos principios de la que todavía no había sido promulgada, pero lo cierto es que los
moderados volvieron al poder con Narváez en octubre del 56.
Con el gobierno de Narváez se inicia el último periodo del reinado de Isabel II en el que se repartirán el poder
moderados y unionistas.
Fue un periodo de cierta estabilidad interna al principio, que se rompió como consecuencia de una grave crisis
económica que afectó a Europa, provocando un descontento popular cada vez mayor lo que unido a la muerte de los dos
líderes políticos, O´Donell en 1867 y Narváez en 1868 dejó a la reina en una situación insostenible, sin apoyos y sin control
sobre el ejército.
El fin del reinado que culminó con la Revolución Gloriosa de 1868 tuvo dos momentos fundamentales en la noche de
san Daniel en 1865 y la sublevación del cuartel de San Gil en 1866. El descrédito era tan evidente que en 1866 todos los
partidos llegaron a un pacto firmado en la ciudad de Ostende para acabar con el reinado.
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