La secuela de Lucas: El libro de Hechos

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La secuela de Lucas: El libro de Hechos
Seguimos con el tema: „Cristianismo como un movimiento‟, buscando la
base bíblica correspondiente. Concentremos ahora nuestra atención en
Lucas: ¿Por qué Lucas escribió el libro de Hechos? ¿Por qué no lo hizo
Mateo, Marcos o Juan? Siendo judíos, ellos seguramente estaban más
calificados que Lucas, un gentil, para escribir la secuela de los
evangelios. Bueno, ¿que tal si examinamos estas preguntas? A
continuación ofrezco una perspectiva que quizás ustedes encontrarán un
tanto provocadora…
No es casualidad que fuera Lucas quien documentara „los hechos de los apóstoles‟ y de
la iglesia primitiva, y no alguno de los otros escritores de los evangelios. Siendo el
único gentil entre los escritores del Nuevo Testamento, Lucas estaba fuera de sí de
puro entusiasmo. Él estaba viendo en los „acontecimientos de sus días‟, el comienzo
del cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento, las cuales aseguraban que
un día la puerta de la fe y de la bendición de la salvación se abriría para todas las
naciones gentiles.
Habiendo sido excluidos del „pueblo de Dios‟ desde tiempos inmemoriales (Efesios
2:12), el gentil Lucas estaba decidido a continuar escribiendo “los hechos sucedidos
entre nosotros” (Lucas 1:1) para asegurarse que todos conocieran del asombroso
favor de Dios para todas las naciones, razas, pueblos y lenguas (Apocalipsis 7:9) ¡El
tiempo de los gentiles finalmente había llegado!
Veamos cuáles son algunas de esas “bendiciones de los gentiles” profetizadas y
prometidas en el Antiguo Testamento:
Todas las familias del mundo serán bendecidas (Génesis 12:3)
Todas las naciones de la tierra te conozcan y te honren (1 Reyes 8:41-43)
Todas las razas y naciones, gente de todos los rincones de la tierra, acuérdense del
Señor y vengan a Él. Arrodíllense delante de Él, porque el Señor es Rey y Él gobierna a
las naciones (Salmos 22:27-28).
Los hombres importantes de las naciones se unen al pueblo del Dios de Abraham
(Salmos 47:9)
Que todos los reyes se arrodillen ante Él, que todas las naciones le sirvan (Salmos
72:11)
La tierra será llena con la gente que conoce al Señor (Isaías 11:9 NLT)
Yo haré que seas luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes
más lejanas de la tierra (Isaías 49:6)
Con el advenimiento de Cristo, el tiempo de los gentiles llegó (Romanos 11:25). El
cumplimiento de las promesas y profecías se manifestaron de pronto en el escenario
de la historia humana. Con toda seguridad nosotros, como gentiles, no podemos
menos que compartir la emoción de Lucas. ¿O acaso hemos perdido el asombro por el
significado de esta era en la cual vivimos? Para Lucas, el „movimiento cristiano
mundial‟ tuvo prioridad sobre todo lo demás. Que todos nosotros, cristianos e iglesias
alrededor del mundo, captemos de nuevo el sentido de privilegio, de gratitud, de
asombro, por el hecho de que Dios en Su gran misericordia nos ha ofrecido salvación a
nosotros, que antes estábamos lejos (Efesios 2:13).
La puerta a las naciones gentiles, es decir, a nosotros, está ampliamente abierta, pero
no estará así por siempre. Cada generación de seguidores de Jesús debe aprovechar
el tiempo y trabajar hacia el avance del „movimiento de Jesús‟, llevando el evangelio a
las naciones no alcanzadas. ¿Cómo podemos pasar de esta generación sin haber
añadido valor a este „movimiento‟? Dios se asegura que cada uno de nosotros
tenga tanto oportunidades como recursos para hacerlo (Mt 25:24-28). !La apatía y la
indiferencia al evento mas grande sobre el planeta tierra es indecoroso para aquellos
que profesamos ser sus fieles seguidores!
Max Chismon
12 de Junio de 2011
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