Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES Mutaciones de resistencia de virus de la inmunodeficiencia humana tipo 1 en pacientes no tratados de los centros penitenciarios de la Comunidad Valenciana. Estudio REPRICOVA 41.550 Julio García-Guerreroa, Agustín Herreroa, Enrique Veraa, José M. Almenarab, Rosa Araújob, Vicente Sauríb, Juan C. Castellanoc, Luis Fernández-Clementec, Miguel Bediad, María I. Llorented y Francisco González-Moráne a Centro Penitenciario de Castellón. bCentro Penitenciario de Valencia-Cumplimiento. Centro Penitenciario de Valencia-Preventivos. dCentro Penitenciario de Alicante-Cumplimiento. e Sección de Epidemiología. Dirección General de Salud Pública. Conselleria de Sanitat i Consum. Generalitat Valenciana. Castellón. c FUNDAMENTO: Determinar la prevalencia de mutaciones de resistencia a inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa (INTI) y a inhibidores de proteasas (IP) en el genoma del virus de la inmunodeficiencia humana tipo 1 de infectados no tratados de las prisiones de la Comunidad Valenciana. PACIENTES Y MÉTODO: Estudio multicéntrico, descriptivo, transversal de prevalencia en un día. Muestreo aleatorio, sistemático estratificado por centros. Se recogen variables demográficas, clínicas, virológicas e inmunológicas. Se estudia el gen de la proteasa y de la transcriptasa del VIH en muestras plasmáticas de sangre periférica mediante doble amplificación por reacción en cadena de la polimerasa y subsiguiente secuenciación automática. Secuencia de referencia: cepa salvaje HXB2. RESULTADOS: Se obtiene plasma de 133 individuos (119 varones y 14 mujeres). Se secuencian 117 muestras, ya que las restantes no tienen suficiente número de copias para ser transcritos. Respecto a INTI, 7 muestras (el 5,2% del total) presentaba alguna mutación de resistencia: M41L, D67N, L210W y K219Q, todas secundarias y asociadas a resistencia a zidovudina, abacavir y multirresistencia del grupo B. Respecto a IP, sólo una muestra expresa la primaria M46I asociada a resistencia a indinavir; otras 41 muestras expresan alguna mutación secundaria. CONCLUSIONES: En la serie analizada, hay un escaso número de mutaciones primarias de resistencia. Estos resultados permiten excluir la utilización sistemática de las pruebas de resistencia previas a la terapia antirretroviral de inicio. Palabras clave: Mutaciones de resistencia. VIH. Prisión. Mutations of resistance of HIV-1 in previously untreated patients at penitentiary centers of the Autonomous Community of Valencia, Spain. REPRICOVA study BACKGROUND: Our purpose was to determine the prevalence of mutations of resistance to nucleoside inhibitors of reverse transcriptase (NIRT) and protease inhibitors (PI) in the HIV-1 genotype of naïve infected subjects in the prisons of the Autonomous Community of Valencia, Spain. PATIENTS AND METHOD: Multicentric, descriptive, cross-sectional study of prevalence including a systematic stratified and randomised sampling by centres. Demographic, clinical, virological and immunological data were collected. The HIV gene of protease and transcriptase was studied in peripheral blood plasma samples by means of double PCR amplification and subsequent automatic sequence. Reference: wild strain HXB2. RESULTS: Plasma was obtained from 133 individuals (119 men and 14 women). 117 samples were selected and the rest did not have enough copies for transciption. With regard to NIRT, 7 samples (5.2% of total) showed some mutation of resistance: M41L, D67N, L210W and K219Q, all them secondary to and associated with resistance to zidovudine, abacavir as well as group B multinucleoside-resistance. With regard to PI, only one sample showed a primary mutation, M46I, which was associated with resistance to indinavir. Moreover, a further 41 samples were found to express some secondary mutation. CONCLUSIONS: In our series, there was a low number of primary mutations of resistance. These results allow us to exclude the systematic use of resistance tests before an initiation antiretroviral therapy. Key words: Mutations of resistance. HIV. Prison. La generalización de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) ha traído como consecuencia la emergencia de cepas del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) resistentes a los diferentes fármacos antirretrovirales (FARV)1. Asimismo, la transmisión de cepas virales resistentes está bien documentada por cualquier vía de las posibles: parenteral2, sexual2-4 o de madre a hijo5. En las prisiones parecen darse las condiciones necesarias para que se produzca dicho fenómeno de transmisión de cepas resistentes: existe una estrecha relación entre la condición de usuario de drogas intravenosas (UDI) y el VIH/sida6,7, hay transmisión documentada del VIH8-10, se ha generalizado la terapia antirretroviral (TARV) dentro de las prisiones11 y se ha documentado de forma reciente un mayor número de mutaciones de resistencia en pacientes pretratados presos que en la población general12. Esto puede hacer pensar que la prevalencia de genotipos mutantes del VIH entre seropositivos nunca tratados es superior en nuestros centros que fuera de ellos, pero no hemos encontrado estudios que lo determinen de forma fehaciente. Por otra parte, Friedman et al13 afirman que «los médicos tienen la obligación de conocer la presencia de cepas resistentes entre sus pacientes y la magnitud de su transmisión a otros». Con el fin de determinar la presencia de mutaciones de resistencia en pacientes nunca tratados de nuestro entorno, realizamos un estudio de corte transversal en muestras plasmáticas de 133 reclusos seropositivos vírgenes de tratamiento de varios centros penitenciarios de la Comunidad Valenciana. Pacientes y método Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo económico prestado por las compañías Roche Farma y Glaxo-Wellcome. Correspondencia: J. García-Guerrero. Centro Penitenciario de Castellón. Ctra. de Alcora, km 10. 12071 Castellón. Recibido el 26-6-2001; aceptado para su publicación el 15-11-2001. Pacientes Hemos realizado un estudio multicéntrico, descriptivo, transversal, de prevalencia, en un corte de un día, de mutaciones asociadas a resistencia a FARV de los grupos de inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa (INTI) e inhibidores de proteasa (IP) Med Clin (Barc) 2002;118(7):247-50 247 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. GARCÍA-GUERRERO J, ET AL. MUTACIONES DE RESISTENCIA DEL VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANA TIPO 1 EN PACIENTES NO TRATADOS DE LOS CENTROS PENITENCIARIOS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA. ESTUDIO REPRICOVA entre reclusos infectados por el VIH no tratados, de las prisiones de Castellón, Valencia y Alicante. La fecha de corte fue el 25 de noviembre de 1999. La selección de la muestra se llevó a cabo por muestreo aleatorio sistemático estratificado, en el que cada prisión participante era un estrato. De todos los pacientes se recogieron datos demográficos, de comportamiento de riesgo, clínicos, inmunológicos y virológicos. Todos los pacientes recibieron información individualizada sobre el estudio y firmaron su consentimiento para la obtención de las muestras sanguíneas; el proyecto fue revisado y obtuvo la autorización para su realización de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Método El estudio de resistencia genotípica de todas las muestras se llevó a cabo en un laboratorio de referencia (Instituto Valenciano de Microbiología, Bétera, Valencia). El plasma para la separación del ARN del VIH se obtuvo no más de 3 h después de la extracción sanguínea, de todas las muestras con más de 1.000 copias de carga viral (PCR-TI; ARN VIH, copias/ml). El ARN viral se obtuvo tras concentración de los viriones a 24.000 g y resuspensión del sedimento en agua libre de nucleasas (Sigma, Madrid). Posteriormente fue purificado por el método de columna QIAamp viral ARN (Qiagen, Izasa, Barcelona). La transcripción reversa para obtener el ADNc se hizo utilizando 4 µl de ARN extraído y una mezcla de reacción en un volumen de 20 µl, que contenía 1 m/mol de deoxinucleótidos trifosfatos (dNTP), 20 U de RNAsina, 10 m/mol de DTT, 10 m/mol de MgCl2, 1 µmol de cebador antisense y 1 U de transcriptasa reversa AMV (Promega), en su correspondiente tampón (Promega, Innogenetics, Barcelona). Para la amplificación doble (seminested) del gen de la proteasa se utilizaron cebadores correspondientes a los nucleótidos de las posiciones de la secuencia de la cepa HXB2 2078 a 2019 y 2703 a 2734 (sense y antisense para la primera amplificación) y 2136 a 2163 (sense para la segunda amplificación), obteniéndose un fragmento de 599 pares de bases. Para la amplificación doble (nested) del gen de la transcriptasa se utilizaron los cebadores correspondientes a los nucleótidos 2377 a 2406 y 3508 a 3538 (sense y antisense para la primera amplificación) y 2454 a 2474 y 3440 a 3461 (sense y antisense para la segunda amplificación), obteniéndose un fragmento de 1.008 pares de bases. En la primera se utilizaron 10 µl de ADNc, y en la segunda amplificación, 5 µl de la primera. En ambas reacciones se incluyeron los correspondientes cebadores sense y antisense 0,5 µ/mol, dNTP 0,25 m/mol, MgCl2 2,5 m/mol y AmpliTaq polimerasa (Promega, Innogenetics, Barcelona) 2,5 U en un volumen final de 50 µl. El ADN así amplificado se purificó con el procedimiento Qiaquick-PCR (Qiagen, Izasa, Barcelona). La reacción de secuenciación se efectuó con nucleótidos marcados con Big-Dyes (Applied Biosystems, Madrid) siguiendo las instrucciones del fabricante y la lectura de la secuenciación se realizó con un equipo de electroforesis capilar ABI Prism 310 (Applied Biosystems, Madrid). Las secuencias obtenidas se compararon con las de la cepa de referencia HXB2 del VIH-1 y se consideraron sólo los cambios de nucleótidos que implicaban un cambio de aminoácido en la secuencia del gen de la proteasa o de la transcriptasa inversa, respectivamente. Se describen todas las mutaciones encontradas, tanto primarias –que por sí mismas provocan una importante pérdida de sensibilidad a fármacos–, como secundarias –de poca importancia en cuanto a la magnitud de resistencia inducida por sí mismas, pero que ayudan a incrementar ésta en presencia de otras mutaciones–, siempre que este cambio estuviera descrito como asociado a resistencia a algún FARV perteneciente a los grupos de INTI o de IP en el último documento de consenso de la International AIDS Society14. Análisis estadístico Se efectuó un estudio descriptivo básico de las variables recogidas mediante el programa EpiInfo 6.0. Las mutaciones encontradas se expresan en porcentajes sobre el total de la muestra. 248 Med Clin (Barc) 2002;118(7):247-50 Resultados TABLA 1 De un total de 3.435 internos presentes en las prisiones participantes en la fecha de corte elegida, 772 (21,01%) estaban infectados por el VIH y, de ellos, 255 nunca habían recibido tratamiento antirretroviral. Se seleccionan 133 pacientes, 119 varones y 14 mujeres, todos de raza blanca, y de edad media ligeramente superior a los 32 años. Las demás características de la muestra se describen en la tabla 1. Se obtuvieron 117 secuencias válidas. Las 16 restantes no tenían suficiente material genético para una correcta amplificación. Un total de 45 muestras (33,82%) presentó alguna mutación de resistencia a alguno de los grupos de fármacos estudiados. Se detectó alguna mutación asociada a resistencia a INTI en siete de las muestras estudiadas (5,26%). El cambio K219Q estaba presente en las siete muestras con alguna mutación, D67N aparecía en dos muestras, L210W en una muestra y M41L en una muestra. En cuatro muestras plasmáticas aparecía una mutación solamente, la K219Q; dos muestras presentaban dos mutaciones, D67N-K219Q y una muestra presentaba tres mutaciones, M41L-D67N-K219Q. Todas son mutaciones secundarias y asociadas con resistencia a zidovudina, abacavir y multirresistencia a nucleósidos del grupo B. Respecto a IP, 42 muestras (el 31,50% del total) expresan alguna mutación de resistencia a estos fármacos, pero sólo en una de ellas se detecta una mutación primaria, la M46I –asociada a resistencia a indinavir–; ocho muestras expresaron dos o más mutaciones. Las mutaciones secundarias más frecuentes fueron V77I –asociada a resistencia a indinavir, ritonavir, saquinavir y nelfinavir– y M36I –asociada a resistencia a indinavir, ritonavir y nelfinavir– (tabla 2). Características basales de los pacientes incluidos Discusión En negrita las mutaciones primarias (JAMA 2000;283:2417-26). A: alanina; C: citocina; D: ácido aspártico; E: ácido glutámico; F: fenilalanina; G: glicina; H: histidina; I: isoleucina; K: lisina; L: leucina; M: metionina; N: asparragina; P: prolina; Q: glutamina; R: arginina; S: serina; T: treonina; V: valina; W: triptófano. Se ha analizado la prevalencia de mutaciones asociadas a resistencia a INTI e IP en un amplio grupo de reclusos nunca tratados de las prisiones de la Comunidad Valenciana. Consideramos que el interés del trabajo radica en que aporta información sobre un colectivo del que existen muy pocos datos a este respecto. En efecto, en una exhaustiva búsqueda en la base de datos MEDLINE no hemos encontrado trabajos publicados sobre este particular. Sólo una de las prisiones participantes en este estudio había comunicado datos con anterioridad15, además de la reciente comunicación oral de este trabajo16. Las prisiones se han reconocido clásicamente como lugares de alta incidencia y prevalencia de enfermedades infectocon- Sexo (varón/mujer) 119/14 Edad (años), media (límites) 32,2 (20-50) Estancia en prisión (meses) media/mediana (límites) 76/68 (2-264) Prácticas de riesgo para el VIH* Vía parenteral UDI 115 Tatuajes 28 Transfusiones (antes de 1986) 23 Vía sexual Heterosexual 100 Varones bisexuales 3 Varones homosexuales 0 Prácticas de riesgo en prisión* 55 Antigüedad infección VIH (meses) media/mediana (límites) 64,8/62,3 (1-195) Linfocitos CD4+ (× 106/l) media/mediana (límites) 599/574 (107-1.585) Carga viral (Copias/ml) mediana 50.152 Estadio clínico (CDC, 1993) A1 59 A2 24 A3 1 B1 9 B2 19 B3 4 C1 2 C2 6 C3 1 No documentados 8 *Referidas por los pacientes. UDI: usuarios de drogas intravenosas. TABLA 2 Mutaciones de resistencia a inhibidores de la proteasa detectadas Muestras (n = 42) 1 2 2 1 1 1 19 12 2 1 Mutaciones V32I-M46I-V77I L10I-V77I A71T-V77I L10I-A71V K20R-M36I M36I-V77I V77I M36I L10V L33F tagiosas. A esta situación no ha sido ajena la infección por el VIH, y se ha calculado que en los peores años de la epidemia la seroprevalencia global del VIH llegaba hasta el 40% de los reclusos17. Esta seroprevalencia se eleva hasta el 60% en el grupo de UDI17. En el grupo de población estudiado hay abundantes infectados que reciben o han recibido en algún momento tratamiento antirretroviral, y entre los 133 reclusos que forman la muestra, un importante número de ellos reconoce tener prácticas de riesgo en prisión. Estas dos premisas pueden hacer pensar en la existencia de una im- Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. GARCÍA-GUERRERO J, ET AL. MUTACIONES DE RESISTENCIA DEL VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANA TIPO 1 EN PACIENTES NO TRATADOS DE LOS CENTROS PENITENCIARIOS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA. ESTUDIO REPRICOVA portante transmisión de cepas resistentes y de un elevado nivel de resistencias primarias en nuestro medio. Sin embargo, nuestros resultados ponen de manifiesto una muy baja prevalencia de mutaciones primarias de resistencia a IP y ausencia total de ellas a INTI. Las mutaciones secundarias son más numerosas, pero su importancia en cuanto a la magnitud de resistencia inducida es menor. Ello nos permite afirmar que la presencia de resistencias primarias del VIH a los FARV es muy baja en nuestros pacientes infectados crónicos, y que podemos iniciar tratamientos antirretrovirales sin tener que recurrir a la práctica previa de un test de resistencias, lo que concuerda con las recomendaciones internacionales14 y nacionales18 sobre este grupo de pacientes. Las principales limitaciones del estudio que pueden contribuir al hallazgo de este escaso número de mutaciones son haber analizado exclusivamente secuencias de ARN viral plasmático (que da idea de la variante que está replicando en ese momento, pero no excluye la presencia de otras en otros compartimientos del organismo infectado, o incluso en el mismo plasma sanguíneo, ya que es bien conocido que los métodos actuales de detección de mutaciones sólo son efectivos si las variantes virales representan más del 10-20% de la población viral total). Además, nuestros pacientes son infectados crónicos con un período de infección conocida superior a 5 años. Devereux et al19 dejaron establecido que pocas semanas o meses después de cesar la presión de los FARV, la cepa salvaje pasa a ser mayoritaria por una mejor capacidad. Un trabajo multicéntrico de ámbito europeo también encuentra una relación contraria entre el número de genotipos resistentes hallados y el tiempo de infección de los pacientes20. Podríamos deducir de lo anterior que no hay transmisión de virus resistentes dentro de las prisiones, aunque no podemos afirmarlo, ya que un estudio transversal no permite extraer esta conclusión; sería necesario hacer un seguimiento prospectivo de varios años de infecciones recientes dentro de las prisiones, con determinación de mutaciones. Las limitaciones descritas no pueden esconder el contraste de nuestros resultados con los comunicados por otros grupos, tanto en el conjunto de España21,22 como limitados al territorio de alguna comunidad autónoma23,24, que también están realizados en pacientes con infección crónica. Se han publicado prevalencias de mutaciones primarias del 13% en 1993 y del 12% en 1997 sólo para INTI21; del 17% para INTI y el 6% para IP22; del 11% para INTI y el 5% para IP23, y del 11,4% sólo para INTI24. Importantes grupos recomiendan la práctica de estudios de prevalencia de resistencias primarias que optimicen la instauración de terapias de inicio14,18. A la vista de nuestros resultados, parece obvia la necesidad de seguir realizando estudios de este tipo de forma prospectiva entre nuestros pacientes, con el fin de detectar de forma temprana cambios de tendencia si los hubiere. Una posible explicación a nuestros resultados podría encontrarse en que nuestro grupo de presos nunca tratados son pacientes con una larga estancia en prisión y una infección por VIH crónica de adquisición muy antigua. Por ello, probablemente se infectaron con una cepa salvaje del virus, ya que cuando la infección ocurrió, los tratamientos antirretrovirales no estaban extendidos y, en todo caso, estaban circunscritos a dos o tres INTI solamente. Otra posible explicación vendría dada por la conservación de la función inmunitaria que se observa en el grupo estudiado; ello apunta a la selección de un grupo de infectados del tipo «progresores lentos», que se han ido acumulando a lo largo del tiempo y constituyen actualmente buena parte de los infectados nunca tratados que hay en las prisiones. También ocurre que nuestro estudio se hizo utilizando la secuenciación como método de detección de mutaciones. Aunque la secuenciación es actualmente el método más utilizado y detecta cualquier mutación en la secuencia estudiada, LiPA parece ser más sensible y en los codones para los que está diseñado puede detectar cambios que para la secuenciación pasen desapercibidos, sobre todo en variantes minoritarias14,25. Tres de los estudios referenciados fueron hechos con LiPA21,22,24, lo que puede contribuir a explicar la diferencia hallada. Además, no hay que olvidar que todavía hay importantes problemas de control de calidad de los laboratorios que realizan los tests y que puede haber una gran variabilidad de los resultados que obtienen diferentes laboratorios para una misma muestra26. Los tres trabajos publicados de forma más reciente sobre prevalencia de resistencias primarias (en infectados crónicos vírgenes en la población general española) evidencian resultados contradictorios. Dos de ellos encuentran un bajo nivel de mutaciones de resistencia a los tres grupos de fármacos27,28 y no consideran necesario practicar tests de resistencias antes de iniciar una nueva terapia; el tercero encuentra un número de mutaciones más elevado, por lo que recomienda la práctica de estos tests de resistencias antes de iniciar un tratamiento29. Esto refuerza la idea, ya apuntada anteriormente, de que son necesarios más estudios de este tipo entre nuestro grupo de pacientes; sus resultados nos ayudarán a diseñar terapias más eficaces que contribuyan a mejorar su calidad de vida. Agradecimiento Al Dr. D. Santiago Moreno Guillén por sus inestimables sugerencias a la hora de elaborar el texto final. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Waimberg MA, Friedland G. Public health implications of antiretroviral therapy and HIV drug resistance. JAMA 1998;279:1977-83. 2. Sönnerborg A, Johanson B, Ayehunie S, Julander I. Transmission of zidovudine resistant HIV1. AIDS 1993;7:1684-5. 3. Erice A, Mayers DL, Strike DG, Saunnerund KJ, McCutuchan FE, Balfour HH. Primary infection with zidovudine-resistant human inmunodeficency virus type 1. N Engl J Med 1993;382: 1163-5. 4. Angaranno G, Monno L, Appice A, Giannelli A, Romanelli C, Fico C, et al. Transmission of zidovudine resistant HIV-1 trough heterosexual contacts. AIDS 1994;8:1013-4. 5. 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Se graduó con el número uno de su clase en 1941 y trabajó en el Hospital Hammersmith de Londres, donde aprendió la técnica de la biopsia hepática y comenzó a interesarse por las enfermedades del hígado, según ella mismo dijo, “porque nadie hasta entonces lo hacía”. En 1947 obtuvo una beca Rockefeller, que le permitió perfeccionar sus conocimientos de fisiopatología hepática en la universidad de Yale. A su regreso de Estados Unidos, a los 30 años de edad, fue nombrada Honorary Consultant Physician, cargo similar al de Jefe de Servicio, y creó la primera unidad hepática del mundo. 250 Med Clin (Barc) 2002;118(7):247-50 En 1950, con su gran amigo Hans Popper, creó la Asociación Americana para estudio del hígado y años más tarde fue también fundadora de las Asociaciones Internacional y Europea. En 1959 consiguió la jefatura del Departamento de Medicina de la escuela de medicina del Royal Free. Fue la primera mujer en Gran Bretaña que alcanzó un puesto semejante. Su extraordinario empuje consiguió convertir aquella institución en un centro de enorme prestigio en todo el mundo. Situado en un viejo caserón en el centro de Londres, su departamento se encontraba en un pabellón prefabricado situado en una terraza del hospital y la unidad de hospitalización, en la que ingresaban enfermos de todo tipo, estaba formada por grandes salas con numerosos pacientes de estilo semejante a las nuestras en aquella época. Pasando visita mostraba sus grandes dotes de comunicación con el enfermo y su incisiva forma de enseñar a residentes y estudiantes que la acompañaban admirados y con cierto pánico de ser interrogados en cualquier momento. Sus diarias presentaciones clínicas eran admirables por su capacidad de síntesis y de “ir siempre al grano”; allí también todos la escuchaban con el ánimo sobrecogido, pendientes de ser requeridos para contestar a cualquier pregunta. Las sesiones de biopsia hepática, que celebraba con el gran patólogo Peter Scheuer, mostraban también su asombrosa y clara capacidad didáctica. En 1974 su Departamento se trasladó al nuevo Hospital Royal Free en Hampstead, donde por fin pudo disponer de unas instalaciones hospitalarias y de laboratorios de investigación adecuados. En ambos centros acogió como posgraduados a médicos de todo el mundo, entre ellos a varios españoles, a partir de los cuales se fue extendiendo la creación de unidades de hepatología con las que la investigación y la asistencia han ido alcanzando un gran nivel. En 1983 se jubiló por alcanzar la edad máxima que su puesto de Jefe del Departamento de Medicina permitía, pero no por ello dejó su actividad profesional e investigadora en su puesto de Profesora emérita adscrita al Departamento de Cirugía del Royal Free. Allí siguió recibiendo pacientes de todas partes del mundo e impartiendo su docencia. Su huella en aquella institución ha sido tan profunda que la escuela de posgrado y una cátedra llevan su nombre; en la escuela figura un retrato suyo y en la biblioteca del centro un busto. Sus aportaciones científicas han sido muy numerosas. Entre otras muchas, hay que destacar sus estudios sobre el metabolismo de la bilirrubina con Barbara Billing, sobre la eficacia del tratamiento con prednisona en la hepatitis autoinmune, sus descubrimientos sobre el mecanismo inmunológico de la cirrosis biliar primaria con Debora Doniach, y el papel del virus de la hepatitis B en la patogenia de la cirrosis y del hepatocar- cinoma. Toda esta tarea se reúne en más de seiscientas publicaciones en revistas de prestigio. Fue también editora de la revista Gut y fundadora y editora del Journal of Hepatology. De todas formas, sin duda su obra más trascendente es el libro Diseases of the liver and the biliary system, publicado en 1955 y cuya 11.ª edición acababa de aparecer pocos días antes de su muerte. Se trata de un libro clásico muy claro, siempre actualizado, imprescindible para cualquier interesado en la patología hepática. En los congresos y reuniones científicas su palabra era siempre esperada con expectación. Su gran capacidad didáctica, la forma de hacer sencillo lo complicado y la visión clínica siempre presente, la convertían en la estrella indiscutible. Sentada siempre en primera fila sus intervenciones eran a la vez temidas por el que acababa de presentar, pero esperadas y seguidas con un silencio sobrecogedor por toda la audiencia. En su honor la International Association for study of the liver creó el premio a la mejor investigación de carácter clínico. Sus relaciones con la medicina española han sido constantes. No sólo por los posgraduados que se formaron en su Departamento, sino por su frecuente presencia como profesora invitada en cursos y congresos. Recibió numerosas distinciones por todo el mundo; en España fue, en 1991, Doctora Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Barcelona y primera medalla de oro de su Facultad de Medicina en 1988, y también se le otorgaron los doctorados honoríficos de Valladolid y de Oviedo. En 1992 dictó también la conferencia magistral conmemorativa del XL aniversario de la Sociedad Española de Medicina Interna. Recibió igualmente el diploma de homenaje de la Unidad de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona en 1998. Fue dama del Imperio Británico, y el año pasado fue elegida Fellow of the Royal Society, distinción de la que se sentía especialmente orgullosa. Su interés no se limitaba al ámbito médico, era aficionada a la literatura, al teatro y a la ópera; era igualmente una apasionada del deporte, en especial del tenis, del cricket y del fútbol, y forofa de su club favorito, el Arsenal. Con la desaparición de la Profª. Sheila Sherlock, la medicina clínica pierde a una de las figuras más relevantes del siglo xx. Al igual que su familia, su esposo el Dr. Geraint James, gran experto en sarcoidosis, sus hijas Mandy y Auriole y sus dos nietas, todos los que la tratamos mantendremos su recuerdo muy vivo en la memoria. J. Guardia y R. Esteban Hospital Universitari Vall d’Hebron. Universitat Autònoma de Barcelona.