Sitio web: www.historialiceonp.weebly.com FICHA 2: ABSOLUTISMO HISTORIA - 5TO HUMANÍSTICO PROF. MARCELA PÉREZ “Dios hace reinar a los reyes sobre la tierra, para que los reyes católicos hagan reinar a Dios con las leyes y la fuerza” Bossuet, obispo de Meaux. LA FRANCIA DE Le Grand Siècle: Características de la vida de Luis XIV y Aspectos económicos de su gobierno. “Los franceses llaman al siglo XVII, el siglo de Luis XIV o Le Grand Siècle, porque señala el apogeo de la Francia borbónica y absolutista. El reinado de Luis XIV es el más largo que registra la historia de Francia. Duró setenta y dos años.(...) Hijo de Luis XIII y Ana de Austria, reina a la que su marido no confiaba más que para explicarle los disgustos que le daban sus amantes francesas. Un día Luis XIII fue a París a visitar a una de ellas, ya retirada en un convento, se vio obligado por una tempestad a refugiarse en el Louvre, donde vivía la reina. Aquella inopinada visita a su esposa fue causa de que naciera el heredero del trono, el prototipo de todo un régimen: Luis XIV.” Éste es le Roi Solei, el que según los franceses, caracteriza todo un siglo. Luis XIV era fuerte, sano, de bella presencia, convencido de que su misión de gobernar a un gran pueblo no permitía injerencias de nadie, a veces escuchaba la opinión de los demás, pero siempre quería resolver él los asuntos. La administración de Mazarino (1643-1661) Al morir Luis XIII en 1643, fue sucedido por su hijo también de nombre Luis, entonces con cinco años de edad, circunstancia por la que se repitió el esquema del reinado anterior, depositándose el poder real en una Regencia también ocupada por la madre del niño mientras que éste llegaba a la mayoría de edad. La Regente Ana de Austria, estuvo auxiliada por el cardenal Mazarino, quien había llegado a la Corte bajo la protección de Richelieu, y quien como Ministro de Francia, habría de desempeñar un papel similar al de su antecesor. Durante la administración de Mazarino, los sucesos más destacados en la situación interna del país fueron dos movimientos rebeldes ocurridos entre 1648 y 1652, conocidos como Frondas, cuyas causas principales fueron: el absolutismo fiscal de Mazarino, las restricciones a los privilegios de los nobles y del Parlamento de París, la antipatía del pueblo francés hacia los extranjeros –Ana de Austria la reina (dinastía Habsburgo) y Mazarino (origen siciliano)- y el descontento por el alza continua en el precio de los alimentos. En política internacional, el suceso más importante de la administración de Mazarino fue la firma del tratado de Westfalia que en 1648 puso fin a la Guerra de los Treinta Años, consagrando la derrota de la hegemonía Habsburgo en Alemania y los éxitos de Francia que, como resultado de la guerra, no solo aumentó su territorio sino su poder hegemónico en Europa. Gobierno absolutista de Luis XIV (1661-1715) El reinado de Luis XIV posterior a la muerte de Mazarino fue el ejemplo más destacado de monarquía absoluta europea. Esto no solo se debió a los propios méritos de este rey, sino al proceso de concentración de poder iniciado por Enrique IV y continuado por Richelieu, Luis XIII y Mazarino, para imponer, no sin grandes dificultades, los mecanismo de control –políticos y financieros- que sometieron definitivamente a la nobleza. En 1661, tras la muerte de Mazarino, Luis XIV anunció su intención de gobernar solo, oponiéndose a que los consejeros ocuparan cargos elevados o tomaran decisiones por su cuenta sobre el destino de Francia. Pero lo más significativo para su política absolutista fue que Luis XIV no permitió la participación de los Estados Generales (asambleas estamentales) y nunca los convocó, a pesar de que a lo largo de los reinados anteriores estas asambleas habían intervenido frecuentemente y habían sido reivindicadas durante los años de las Frondas. A partir de 1682 la corte fue instalada en el Palacio de Versalles, que, convertido en sede del gobierno, fue también el escenario de un aparatoso ceremonial cortesano, intencionalmente establecido por el monarca con el propósito de apartar a la nobleza de sus tareas como autoridades locales para tenerla enteramente a su merced. La administración de las provincias quedó en manos de los intendentes de origen burgués que controlaban la justicia, se ocupaban de las cuestiones municipales y recaudaban impuestos. Con respecto a las cuestiones religiosas, la monarquía absolutista francesa consiguió imponerse sobre el Clero. El absolutismo de Luis XIV se manifestó también en el terreno de la intolerancia religiosa y las principales víctimas en este sentido fueron los hugonotes, que sumaban menos del diez por ciento de la población francesa. En 1685 revocó el edicto de Nantes, privando a los protestantes del derecho legal a practicar su religión. Tuvo un ministro, Colbert, que sabía agenciar sus recursos, en tanto que el propio rey sabía gastarlos (...) en aventuras de política exterior. Colbert era plebeyo, hijo de un mercader que no creyó necesario darle educación literaria. A los cincuenta años, siendo ya ministro del “rey cristianísimo”, trataba de aprender latín (...). Colbert asciende de grado en grado hasta alcanzar la alta posición de intendente (ministro) de Hacienda (...) la que encontró sumida en un embrollo de deudas, garantías, pagarés y bonos entregados a prestamistas. Colbert, sin llegar nunca a la liquidación de un presupuesto, consiguió al meno satisfacer las grandes necesidades de la costosísima corte de Luis XIV y sus todavía más costosos ejércitos. El plan de Colbert era transformar a Francia, de un país agrícola, como había sido hasta entonces, en un país esencialmente industrial y mercantil, el centro de la economía europea. Favoreció toda clase de nuevas industrias, desde la fábrica de tapices de los Gobelinos hasta las plantaciones de moreras para gusanos de seda; envió instrucciones a los fabricantes de tejidos de lana, exponiendo los colores y calidad que debían tener las telas para competir con las de otros mercados, y a estas iniciativas y direcciones del gobierno siguió el nombramiento de inspectores autorizados para castigar a quienes fabricaran mercancías de inferior calidad (...). Colbert hizo esfuerzos desesperados para acabar de una vez para siempre con las aduanas regionales y otras trabas y gabelas que hacían en extremo difícil el comercio interior. Trazó una red de caminos que llegaran por doquier, habilitó puertos y empezó canales que durante años abarataron los transportes en Francia. El primer canal de Languedoc, que puso en comunicación el Atlántico con el Mediterráneo, fue inaugurado por Colbert en 1681 (...). También el ministro consideró herencia prodigiosa los territorios franceses ultramarinos (...) estableció y protegió la formación de compañías francesas para el comercio con las Antillas, el Extremo Oriente, y empresas locales como la explotación de los bosques del Pirineo y las pesquerías del mar del Norte. Convencido además de que la superioridad de los franceses dependía de su buen gusto y temperamento estético, pensó contribuir a la prosperidad de Francia con la creación de la Academia de Bellas Artes en Roma y la Academia de Ciencias y de la Música en París (...). Luis XIV trabajaba al menos nueve horas diarias; pero no podía abarcar los múltiples servicios del estado. La organización era defectuosa; los altos oficiales, que habían comprado sus cargos, no se consideraban parte de un engranaje administrativo y no cooperaban mutuamente. La falta de articulación se notaba sobre todo en tiempo de guerra. (...)Así se gobernaba a Francia, el país más importante de Europa en el siglo XVI, con cuatro ministros intendentes, un ministro femenino y un primer ministro que era el propio rey, quien además, de elegir a sus generales y embajadores, les daba instrucciones directas de puño y letra o respaldaba con notas aclaratorias los despachos que redactaban sus ministros.(...) Otro entretenimiento de los cortesanos de Luis XIV fue la lucha de la Iglesia de Francia con la curia romana. (...) El rey pretendía nombrarlos obispos, pero el Papa reclamaba el derecho de aprobación. Luis XIV quería ser absoluto en Francia y no quería que el Papa lo fuera en Roma. Al principio se creyó que los galantes desórdenes del rey acabarían por apartarle de los asuntos políticos; pero, por lo visto, la vitalidad de Luis XIV le permitió distinguirse en los dos campos. A Luis XIV, en su juventud por lo menos, le gustaba la variación en estas intimidades femeninas. Las Memorias de Saint-Simon descubren la existencia de amantes regias sin categoría oficial. Por orden cronológico, las amantes titulares de Luis XIV se sucedieron como sigue: su primer amor fue María Manzini, sobrina del cardenal Mazarino, italiana. La segunda fue mademoiselle de la Vallière, que dio al rey tres hijos: dos varones que murieron niños y una niña (...). el amor del rey por La Vallière duró hasta 1670, pero ya antes había empezado a manifestar interés por una dama de la reina, casada con cierto Montespan. Hubo un período en que Saint-Simon dice que las gentes de Versalles se regocijaban viendo a las tres reinas: la esposa legítima, María Teresa de Austria, la Vallière y la Montespan. Pronto triunfó esta última, y el marido fue enviado primero a la Bastilla, después a sus tierras de Guyena. Saint-Simon dice: “los partos de madame Montespan eran públicos (...)” tuvo del rey ocho hijos (...). la necesidad de Luis XIV de tener a su lado a una mujer inteligente, capaz de aconsejarle, determinó su casamiento (en secreto) con la última favorita, la llamada madame de Maintenon. Durante los últimos treinta años de Luis XIV, Madame de Maintenon fue su fidelísima colaboradora y consejera. Textos:Delgado, Gloria, El mundo moderno y contemporáneo, tomo I, Pág 185, Ed Pearson, Quinta edición, México, 2005 Extraído de: Historia Univeral, Tomo 15, Los cambios de la Edad Moderna, Ed. Salvat, Madrid, 2004. 301-317. Realiza: 1) Una lista de elementos nombrados propios de una monarquía absoluta citándolos a través del modelo de Luis XIV 1 Sitio web: www.historialiceonp.weebly.com FICHA 2: ABSOLUTISMO HISTORIA - 5TO HUMANÍSTICO PROF. MARCELA PÉREZ TRABAJO CON FUENTES HISTÓRICAS: TEORÍAS ABSOLUTISTAS THOMAS HOBBES pensador inglés (1588-1679) ( de su obra “Leviatán” 1651) Hobbes tuvo la genial idea de ejemplificar al Estado como un monumental monstruo bíblico —formado por todos los seres humanos, y que además nace de la razón humana—. Concepto de la Ley Natural La Ley de la Naturaleza, es un precepto o norma general establecida por la razón, en virtud de la cual se prohíbe a un hombre hacer lo que pueda destruir su vida o privarle de los medios de conservarla. La condición del hombre es una condición de guerra de todos contra todos, en la cual cada uno está gobernado por su propia razón, no existiendo nada de lo que pueda hacer uso, que no le sirva de instrumento para proteger su vida contra sus enemigos. De aquí se sigue que en semejante condición, cada hombre tiene derecho a hacer cualquier cosa. Y por consiguiente, mientras persiste ese derecho natural, no puede haber seguridad para nadie (por fuerte o sabio que sea) La Naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en las facultades del cuerpo y del espíritu que, si bien un hombre es, a veces, evidentemente, más fuerte de cuerpo o más sagaz de entendimiento que otro, cuando se considera en conjunto, la diferencia entre hombre y hombre no es tan importante que uno pueda reclamar, a base de ella, para sí mismo, un beneficio cualquiera al que otro no pueda aspirar como él. En efecto, por lo que respecta a la fuerza corporal, el más débil tiene bastante fuerza para matar al más fuerte, ya sea mediante secretas maquinaciones o confederándose con otro que se halle en el mismo peligro que él se encuentra. Por consiguiente, todo aquello que es consustancial a un tiempo de guerra, durante el cual cada hombre es enemigo de los demás, es natural también en el tiempo en que los hombres viven sin otra seguridad que la que su propia fuerza y su propia invención pueden proporcionarles. En una situación semejante no existe oportunidad para la industria, ya que su fruto es incierto; por consiguiente no hay cultivo de la tierra ni navegación, ni uso de los artículos que pueden ser importados por mar, ni construcciones confortables, ni instrumentos para mover y remover las cosas que requieren mucha fuerza, ni conocimiento de la faz de la tierra, ni cómputo del tiempo, ni artes, ni letras, ni sociedad; y lo que es peor de todo, existe continuo temor y peligro de muerte violenta; y la vida del hombre es solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve. De aquí resulta un precepto o regla general en virtud de la cual cada hombre debe esforzarse por la paz, mientras tiene la esperanza de lograrla; y cuando no pueda obtenerla, debe buscar y utilizar todas las ayudas y vencer las de la guerra. La primera fase de esta regla contiene la ley primera y fundamental de la naturaleza: buscar la paz y seguridad; la segunda, defendernos a nosotros mismos, por todos los medios posibles. El Pacto Social (concepto) “La causa final o designio de los hombres (que naturalmente aman la libertad y el dominio sobre los demás) es el cuidado de su propia conservación, y por añadidura, el logro de una vida más armónica: es decir, abandonar esa miserable condición de guerra, que tal como hemos manifestado, es consecuencia necesaria de las pasiones naturales de los hombres. El único camino para elegir semejante poder común, capaz de defendernos, es conferir todo su poder o fortaleza, a un hombre, o una asamblea de hombres, todos los cuales puedan reducir sus voluntades a una voluntad... elegir un hombre o una asamblea de hombres que represente su personalidad... Además sometan sus voluntades cada uno a la voluntad de aquél, y sus juicios a su juicio. Esto es algo más que consentimiento: es una unidad real de todo, instituida por pacto de cada hombre con los demás, en forma tal, como si cada uno dijera a todos: autorizo y transfiero a este hombre mi derecho de gobernarme a mi mismo, con la condición de que vosotros transferiréis todos sus actos de la misma naturaleza. Hecho esto, la multitud así unida en una persona se denomina Estado. Porque en virtud de esa autoridad que se le confiere pro cada hombre particular, el Estado posee y utiliza tanto poder y fortaleza, que por el terror que inspira, es capaz de conformar la unidad de todos ellos para la paz en su propio país, y para la mutua ayuda para sus enemigos en el extranjero... el Estado es: una persona de cuyos actos, una gran multitud, por pactos mutuos realizados entre su, ha sido instituida por cada uno como autor, al objeto de que pueda utilizar la fortaleza y medios de todos como lo juzgue oportuno, para asegurar la paz y defensa común. El título de esta persona se denomina soberano. No puede existir quebrantamiento del pacto por parte del soberano, y en consecuencia, ninguno de sus súbditos, fundándose en una infracción, puede ser liberado de su misión.” La misión del soberano (sea un monarca o una asamblea), consiste en el fin para el cual fue investido con el soberano poder, que no es otro sino el de procurar la seguridad del pueblo; a ello está obligado por la ley de naturaleza, así como a rendir cuenta a Dios, autor de esta ley, y a nadie sino a Él. Pero por seguridad no se entiende aquí una simple conservación de la vida, sino también todas las excelencias que el hombre puede adquirir para sí mismo por medio de una actividad legal, sin peligro ni daño para el Estado. Y esto se entiende que debe ser hecho no ya atendiendo a los individuos más allá de lo que significa protegerlos contra las injurias, cuando se querellan, sino por una providencia general contenida en pública instrucción de doctrina y de ejemplo; y en la promulgación y ejecución de buenas leyes, que las personas individuales puedan aplicar a sus propios casos. Mas como, suprimidos los derechos esenciales de la soberanía (...), el Estado queda destruido, y cada hombre retorna a la calamitosa situación de guerra contra todos los demás hombres (que es el mayor mal que puede ocurrir en su vida), la misión del soberano consiste en mantener enteramente esos derechos (...) 2 Sitio web: www.historialiceonp.weebly.com FICHA 2: ABSOLUTISMO HISTORIA - 5TO HUMANÍSTICO PROF. MARCELA PÉREZ JACQUES-BÉNIGNE BOSSUET (1627 –1704) OBISPO FRANCÉS El Origen Divino de la Monarquía Artículo II. La autoridad real es sagrada Proposición I: Dios establece los Reyes, como ministros suyos y reina por medio de ellos sobre los pueblos. Ya hemos visto que toda potestad procede de Dios. El Príncipe, añade San Pablo, es ministro de Dios para el bien. Si obráis mal temblad, porque no en vano empuña la espada, y es ministro de Dios, vengador de las malas acciones. Los Príncipes, pues, obran como Ministros de Dios y sus lugartenientes en la tierra. “por medio de ellos ejerce su imperio. ¿Pensáis poder resistir al reino de Dios, que lo posee por medio de los hijos de David?” Por eso hemos visto que el trono real no es el trono del hombre, sino es trono del mismo Dios. “Dios ha elegido a su hijo Salomón para colocarle en el trono, en que reina el Señor sobre Israel.” Y también: “Salomón se sentó sobre el trono del Señor.” “El Señor, pues, gobierna todos los pueblos, y a todos asigna sus reyes...” Proposición II: La persona delos Reyes es sagrada. Por todo lo expresado ya se manifiesta que la persona de los Reyes es sagrada, y que el cometer atentados contra ellos es sacrilegio. Dios los hace ungir por sus profetas con unción sagrada, así como hace ungir a sus pontífices y consagrar los altares. Pero aún sin la aplicación exterior de esta unción son sagrados por su cargo, como los que representan la Majestad Divina, diputados por su providencia a la ejecución de sus designios. Así el mismo Dios llama a Ciro “mi ungido, a quien yo tomé por la mano para sujetarle a todos los pueblos.” El título de Cristo es dado a los Reyes, y en todas partes se les ve denominados Cristos, o los ungidos del Señor. Debajo de este venerable nombre los mismos profetas los reverencian y consideran como asociados al soberano imperio de Dios, cuya autoridad ejercen sobre el pueblo (...) Conviene, pues respetar a los Reyes como cosas sagradas, y cualquiera que desprecia guardarles y respetarlas, es digno de muerte (...) Proposición III: Se debe obedecer al Príncipe por principio de Religión y en conciencia. San Pablo, después de haber dicho que el Príncipe es Ministro de Dios, concluye así: “Es pues necesario que les estéis sujetos, no sólo por temor de su ira, sino también por obligación de vuestra conciencia. Por lo cual conviene servirle no exteriormente ni sólo a la vista, como para agradar a los hombres, sino es con buena voluntad, con temor, respeto y sinceridad de corazón como a Jesucristo.” Proposición IV: Los Reyes deben respetar a su propia potestad y emplearla solamente en el bien público. Viniendo su potestad del cielo, como se ha dicho, no deben persuadir, no son señores ni dueños de ella para usarla a su capricho y antojo; sino es que deben usar y valerse de la potestad con temor y circunspección, como de cosa que les viene de Dios, y de la cual les pedirá cuenta (...). Los Reyes, pueden, deben temblar en el usar de la potestad que Dios les concede, y de considerar cuán horrible es el sacrilegio de emplear en el mal una potestad que viene de Dios. Hemos visto a los Reyes sentados en el trono del Señor empuñar la espada que Él mismo ha puesto en la mano ¡Qué profanación y qué audacia sería la de los Reyes injustos, que se sentaron en el trono de Dios para pronunciar sentencias contra sus leyes, y emplear la espada, que les pone en la mano en cometer violencias y degollar a sus hijos! Respeten, pues, su potestad, porque no es poder suyo, sino es potestad de Dios de la cual se debe usar religiosa y sensatamente (...) (J.B. BOSSUET, Política deducida de las propias palabras de la Sagrada Escritura, trad. Española, Madrid, 1743, Vol. I, pp. 289 a 303) 2: TRABAJO SOBRE TEORÍAS ABSOLUTISTAS.Luego de leer cada texto, ten en cuenta de dónde son los autores y que autoridad tiene su palabra. Luego responde de acuerdo a cada texto: a.- Hobbes: La teoría del autor se basa en un Estado de naturaleza original, la sociedad sin normas, sin orden, ¿Cómo vivían? Según la teoría “contractualista” de Hobbes, ¿cómo se fundamenta el contrato entre los hombres y el rey? El título de la obra es Leviatán, ¿qué analogía hace entre éste y el Rey? En síntesis, ¿con qué argumentos defiende Hobbes a la monarquía absoluta? b.- Bossuet: ¿Observa en qué fuentes se basa Bossuet para realizar su teoría justificadora del absolutismo? Encuentra y señala algunas frases en dónde se demuestre el por qué para este obispo el Rey Absoluto es la única forma de gobierno válida. C.- Para finalizar, cuál es tu opinión con respecto a esta forma de gobierno y a los dos teóricos que presentaron sus argumentos a favor de la misma. 3 Sitio web: www.historialiceonp.weebly.com FICHA 2: ABSOLUTISMO HISTORIA - 5TO HUMANÍSTICO PROF. MARCELA PÉREZ El mercantilismo: el ejemplo francés Cómo práctica económica, el mercantilismo se basaba en la acumulación de metales preciosos por parte de los estados. Es decir, la riqueza de un país se medía en la función de las reservas de oro y plata de que disponía el erario nacional. Pero entonces, ¿Cómo cuadrar satisfactoriamente la contabilidad, si las transacciones internacionales se pagaban con oro y plata? Para cumplir con esta nueva doctrina, el estado se vio en la obligación de aplicar políticas que aportasen metales preciosos a sus arcas y evitar que esos metales se “fugaran” de la hacienda estatal. La clave pasaba por aplicar una política económica que reuniera en el país y en las colonias dependientes los principales recursos agrícolas e industriales. Se trataba, en suma, de producir dentro de las fronteras todo lo necesario para el desarrollo económico y evitar así la importación de productos pagaderos en divisas. Con el mercantilismo aparece por primera vez el concepto de balanza comercial, que en esta etapa siempre se saldaba con superávit: exportar el máximo de productos pagaderos en oro y plata, y reducir al mínimo las importaciones que significaran el pago en esas monedas. Fue el primer ejemplo de autarquía que se dio en la historia moderna. El intervencionismo estatal La pretensión de las monarquías absolutistas por ser autosuficientes hizo que el estado se convirtiera en el máximo órgano rector de la economía. Para estimular el modelo autárquico prescrito por el mercantilismo, el gobierno reguló la producción industrial y el comercio a base de leyes y reglamentos. Las nuevas actividades fueron protegidas de la competencia de otras naciones por medidas aduaneras muy rígidas –las tarifas-, para evitar tanto la introducción de productos no nacionales como la exportación de materias primas básicas para la gran industria (lana, lino, hierro, cobre y madera). En algunos casos se restringió la navegación extranjera (Acta de navegación de Oliverio Cromwell), y siempre se primó el comercio nacional a partir de la creación de monopolios que beneficiaron a las grandes compañías comerciales. La industria fue objeto de severas regulaciones en materia de calidad, y se acentuaron los controles para evitar competencias ilícitas. Francia, con su ministro Jean Baptiste Colbert a la cabeza, fue uno de los paradigmas del mercantilismo europeo. Es corriente asociar mercantilismo y colbertismo, pero mientras que aquél era un fenómeno general, éste fue una manifestación genuina de Francia. (…) favoreció el desarrollo de la agricultura, estimulando el trabajo agrícola mediante una política de exenciones fiscales a los terratenientes, introdujo nuevas técnicas en la cría de ganado lanar y caballar, estimuló la plantación de especies nuevas (lino, tabaco y cáñamo) e impulsó a partir de la ordenanza de 1669, la buena administración de aguas y bosques. A través de esta política de mejoras agrarias, el ministro de Luis XIV quería galvanizar el comercio y la industria franceses, ya fuera por la circulación económica general, ya fuera por la obtención de materias primas. Colbert desarrolló un minucioso marco legal para potenciar la economía de su país. Reglamentó el desarrollo del comercio y de la industria con el objetivo de obtener productos nacionales de buena calidad para combatir a la competencia extranjera. A tal fin, se dictaron normas en las que el Estado, con el concurso del denso aparato burocrático, controlaba la calidad de la producción. Colbert incentivó las grandes manufacturas otorgándoles privilegios y subvenciones. Para proteger a la industria nacional de la competencia extranjera, dictó una rígida política aduanera, con aranceles muy gravosos, lo que originó frecuentes conflictos con otras potencias económicas. El ministro que también impulsó la creación de las compañías comerciales para garantizar los monopolios, buscó nuevos mercados. Su gobierno fue la etapa culminante de la colonización francesa en la India y en América del Norte. Jean-Baptiste Colbert Tapiz alusivo al descubrimiento del continente africano, bordado con colores rojos, azules y dorados ¿¿Cu 3: Responde: a.- ¿Cuáles son los principios básicos del Mercantilismo? b.- ¿Qué función cumplía el Estado en materia económica? Tomado de: Ricart, Joan, coord. Historia Universal Tomo 11, El mundo bajo el signo del absolutismo, editorial sol 90, Barcelona, 2006, págs. 28-29 4