SOBRE LA TRANSFORMACIÓN EN CURSO DE LAS FUERZAS

Anuncio
SOBRE LA TRANSFORMACIÓN EN
CURSO DE LAS FUERZAS
MILITARES EN COLOMBIA. A raíz
del postconflicto
Carlos Eduardo Maldonado
Profesor Titular
Facultad de Ciencia Política y Gobierno
Universidad del Rosario
Se
están
produciendo
serias
transformaciones al interior de las
fuerzas armadas y de policía en
Colombia. Estos cambios tendrán una
profunda incidencia sobre el Estado
en general tanto como sobre la
sociedad.
Tres factores confluyen en un proceso
en curso al interior de las fuerzas
militares en Colombia. En primer
término, el inminente resultado
favorable –como esperan todos los
amigos de la paz-, de las
negociaciones en La Habana, que
señalan la formalización del inicio de
la paz, y con ello, el comienzo del
postconflicto. En segundo lugar, el
trabajo cada vez creciente en torno a
la importancia de la investigación y el
desarrollo (I&D) al interior de las
fuerzas militares y de policía, en la
que los factores más destacados son
el trabajo en torno a Invemar y
Cotecmar por parte de la Armada
Nacional, los desarrollos centrados
alrededor de Indumil, y el desarrollo
del sistema nacional de Escuelas, por
parte de la Policía Nacional. Sin
desconocer varios otros aspectos y
elementos.
Y
tercero,
la
transformación en curso dado el
hecho de que cada vez más
numerosos oficiales de distinto grado
adelantan estudios de Maestría y
Doctorado, lo cual está generando un
proceso
–incipiente
aúnde
transformación con respecto a las
formas tradicionales de mando,
ascenso y reconocimiento.
La transformación de las fuerzas
militares y de policía se inscribe en el
marco, más amplio, del ingreso cada
vez más fuerte del país a la sociedad
de la información y, más allá de ésta,
avistando desde ya al paso siguiente:
el tránsito a la sociedad del
conocimiento.
La
llegada
del
así
llamado
postconflicto significa un giro radical
de la vocación tradicional de las
fuerzas militares y de policía,
atávicamente dedicadas a la guerra, al
conflicto interno, al concepto de
“enemigo”. El buen decurso de las
conversaciones en La Habana
implicará por consiguiente un giro
importante con respecto a la
ciudadanía en general, en el que el
principal motivo puede no ser ya la
sospecha y el recelo, la persecución
por sorpresa y la cacería de brujas,
por ejemplo, sino la construcción de
confianza, y situar en el primer plano
la protección de la vida y los derechos
humanos.
De otro lado, de manera tradicional la
ciencia y la tecnología han sido, en la
historia de la modernidad hasta la
fecha, el objeto de intereses militares
y de seguridad. En los principales
países del mundo la industria militar
y de seguridad ha estado a la
vanguardia de otras innovaciones de
orden científico y tecnológico. Las
fuerzas militares y de policía
colombianas no solamente son el
objeto de consultas permanentes y de
aprendizaje por parte de numerosas
otras fuerzas similares de otros
países. Adicionalmente, desde ya
varios años se viene hablando de la
posibilidad de producir armamentos
y tecnología con calidad de
exportación internacional.
No nos llamemos a engaños: si el
Estado
en
Colombia
puede
convertirse en un dínamo de la I&D,
ello sucederá prima facie, y en muy
amplia medida, gracias al apoyo a la
I&D con fines y nutrientes militares.
Antes que, y por encima de, los
apoyos eventuales a la comunidad de
investigadores civiles. Notablemente,
a las universidades. Para no
mencionar el muy escaso apoyo,
comparativamente, que recibe la
comunidad
científica
en
las
universidades públicas. A través del
apoyo a la I&D militares y de
seguridad
el
Estado
estará
cumpliendo, por primera vez en la
historia, un papel destacado y activo
en el apoyo a la investigación
científica y tecnológica.
Asimismo, es notable el hecho de que
hay un creciente el número de
oficiales que definen su vida no ya
única y principalmente en términos
de la institucionalidad en el sentido
habitual de la palabra, sino, más bien,
incursionan, y en muchos casos con
éxito, en maestrías y en doctorados
(Ph.D.). Este proceso hace que las
relaciones de autoridad y de
antigüedad
se
permeen,
adicionalmente, con relaciones de
conocimiento y formación académica
y científica. Un fenómeno nuevo en el
país, pero que en los principales
ejércitos del mundo es ya un proceso
consolidado. La vieja guardia contra
la nueva guardia, por así decirlo.
Son cada vez más numerosos los
oficiales y suboficiales que entienden
la importancia de publicar artículos
en revistas indexadas, de conformar
redes de pares, en fin, de interactuar
con la comunidad académica y
científica del país y del exterior.
Pues tradicionalmente ha existido un
inmenso bache entre el ejército y la
policía, de un lado, y la comunidad
académica y científica, de otro. Los
primeros pasos, tímidos, ya han sido
emprendidos de manera decisiva, al
interior
del
marco
general
mencionado.
Será la nueva oficialidad, mejor
formada y mucho más calificada la
llamada a ocupar los lugares más
destacados al interior del ejército, la
armada, la aviación y la policía. Sin
que sea, en absoluto, un proceso
simple y expedito. Se trata y se
tratará de un proceso a mediano y
largo plazo, pero que ha empezado
ya. Un auténtico relevo generacional
que sitúa al conocimiento como uno
de los más elevados estándares en el
desarrollo personal, familiar y social.
Estas tres claves de la transformación
en proceso al interior de las fuerzas
de policía y militares tendrán, con
seguridad, repercusiones profundas y
de largo alcance, de manera fractal,
como el cambio mismo del Estado. Y
adicionalmente, dada la importancia
estratégica e histórica de estas
fuerzas,
también
como
una
transformación incluso de la vida
social y nacional en Colombia.
Un proceso de gran envergadura e
importancia, en el que la principal
alianza ya no será única y
principalmente hacia los círculos de
poder político y económico, sino
también hacia esa forma de sociedad
civil que es la comunidad educativa,
académica y científica del país. Con
una salvedad: las relaciones hacia el
poder político y económico es,
doctrinalmente, de subordinación. En
contraste, en el marco de la sociedad
de la información y el conocimiento,
puede plantearse por primera vez
una relación de mayor horizontalidad
con la sociedad civil en general.
Amanecerá y veremos.
Descargar