DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH DIARIO CONCURSAL Ú Úllttiim maass R Reessoollu ucciioon neess JJu ud diicciiaalleess,, IIn nffoorrm maacciióón n ssoob brree C Coon nccu urrssooss een n eell B BO OE E yy oottrraass een nttrraad daass p pu ub blliiccaad daass een nD Diiaarriioo C Coon nccu urrssaall P Prreem miiu um m.. 1 D DIIA AR RIIO OC CO ON NC CU UR RSSA ALL ............................................................................................... 1 Ú L T I M A S R E S O L U C I O N L T I M A S E S O L U C I O E S U D C A L E S N F O R M A C Ó N S O B R E O N C U R S O S E N ÚLTIMAS RESOLUCION NE ES SJJU UD DIIIC CIIIA AL LE ES S,,IIN NF FO OR RM MA AC CIIIÓ ÓN NS SO OB BR RE EC CO ON NC CU UR RS SO OS SE EN N E L B O E Y O T R A S E N T R A D A S P U B L I C A D A S E N D I A R I O C O N C U R S A L P R E M I U M . E L Y O T R A S E N T R A D A S P U B L I C A D A S E N I A R I O O N C U R S A L R E M I U M EL BOE Y OTRAS ENTRADAS PUBLICADAS EN DIARIO CONCURSAL PREMIUM. .. 1 ● Arts. 164 y ss LC. La relevancia del elemento intencional en la calificación del concurso como culpable y la carga de su acreditación y prueba en la vista oral. Causas de culpabilidad: Comisión de irregularidades contables relevantes; Retraso en la solicitud de concurso. Se desestiman. Concurso fortuito. .............................................. 3 1. Sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Las Palmas de 5 de noviembre de 2015 (D. Juan José Cobo Plana). ........................................................................................................ 3 ● Información del B.O.E. del día 14 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. .......................................................... 25 ● Información del B.O.E. del día 13 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. .......................................................... 26 ● Art. 146 bis LC. Autorización para la venta de la empresa o "unidad productiva" de la concursada. Exoneración o no al adquirente de la unidad productiva autónoma de la obligación de responder solidariamente de las obligaciones contraídas por el transmitente-concursado con la TGSS. ........................................................................ 27 2. Auto de la Audiencia Provincial de Murcia (s. 4ª) de 2 de julio de 2015 (D. RAFAEL FUENTES DEVESA). ................................................................................................................. 27 ● Arts. 164 y ss LC. Calificación del concurso de LUCENTUM BALONCESTO. Comisón de irregularidades relevantes. Retraso en la solicitud de concurso. No condición admistrador de hecho del Ayuntamiento de Alicante. Personas afectadas: no los son todos los miembros del consejo de administración sino solo los miembros de su Comisión Ejecutiva, a la que correspondía dirigir y gestionar la sociedad. ................. 34 3. Sentencia de la Audiencia Provincial de Alicante (s. 8ª) de 16 de octubre de 2015 (D. Francisco José Soriano Guzmán). ........................................................................................... 35 ● Información del B.O.E. del día 12 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. .......................................................... 49 ● Información del B.O.E. del día 11 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. .......................................................... 50 ● Art. 164.2.4º LC. Calificación del concurso. Concurso culpable. Alzamiento de bienes. Comisión de irregularidades contables relevantes. ..................................................... 51 4. Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza (s. 5ª) de 13 de octubre de 2015 (D. ANTONIO LUIS PASTOR OLIVER). ............................................................................................ 51 ● Arts. 164.2.1º y 6º y 165.1 LC. Calificación del concurso. Causas de culpabilidad. Comisión de irregularidad relevante en la contabilidad para comprender la situación financiera de la Sociedad. Simulación de una situación patrimonial ficticia. Retraso en la solicitud de concurso. ............................................................................................... 59 5. Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza (s. 5ª) de 8 de octubre de 2015 (D. ANTONIO LUIS PASTOR OLIVER). ............................................................................................ 59 ● Art. 164.2.1º LC. Calificación del concurso. Concurso culpable. Comisión de irregularidades contables relevantes. .......................................................................... 64 6. Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza (s. 5ª) de 23 de septiembre de 2015 (D. Alfonso María Martínez Areso). ........................................................................................ 64 2 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH ● Información del B.O.E. del día 10 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. .......................................................... 69 ● Arts. 82 y 83 LC. Alcance de la inclusión o exclusión de un bien o derecho de contenido patrimonial dentro del inventario y sus efectos respecto de un actual o posterior procedimiento en el que se reclame su satisfacción..................................... 70 7. Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza (s. 5ª) de 2 de septiembre de 2015 (D. Pedro Antonio Pérez García). ................................................................................................. 71 ● Arts. 164 y ss LC. La relevancia del elemento intencional en la calificación del concurso como culpable y la carga de su acreditación y prueba en la vista oral. Causas de culpabilidad: Comisión de irregularidades contables relevantes; Retraso en la solicitud de concurso. Se desestiman. Concurso fortuito. 1. Sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Las Palmas de 5 de noviembre de 2015 (D. Juan José Cobo Plana). SEGUNDO.- La relevancia del elemento intencional en la calificación del concurso como culpable y la carga de su acreditación y prueba en la vista oral. La calificación concursal presenta como finalidad la de analizar las causas de la insolvencia y, en particular, si el comportamiento del deudor, o de otros sujetos, directamente o por vía accesoria, ha contribuido en la generación o agravamiento de aquel estado, depurando a tal fin las correspondientes responsabilidades, a través del cuadro de sanciones que recoge el art. 172 LC. La declaración de culpabilidad supone, por tanto, un juicio de reproche dirigido contra el deudor y sus cómplices, exigente de la valoración de su conducta, no bastando la mera constatación de la situación de insolvencia patrimonial presupuesto para la declaración de concurso; la valoración de la conducta del deudor implica un acto de imputación subjetiva, por incumplimiento de específicos deberes como causa de insolvencia o como determinante de su agravación. 3 De ahí que el art. 164.1 LC establezca que "el concurso se calificará como culpable cuando en la generación o agravación del estado de insolvencia hubiera mediado dolo o culpa grave del deudor o, si los tuviere, de sus representantes legales y, en caso de persona jurídica, de sus administradores o liquidadores de derecho o de hecho". Este precepto incorpora el requisito básico que define la culpabilidad concursal. Los problemas de prueba han llevado al legislador a establecer unas presunciones absolutas para la calificación como culpable en el art. art. 164.2 LC, y unas presunciones relativas, que admiten prueba en contrario, no del concurso culpable sino de la existencia del dolo o culpa grave en la generación o agravación de la insolvencia (art. 165 LC). Pero al margen de esas presunciones, el criterio de atribución de la pertinente responsabilidad anudada a la calificación del concurso como culpable recae, no sobre la producción de un resultado que es el propio de la situación concursal, el estado de insolvencia, sino sobre la conducta del deudor. El criterio determinante de la calificación se hace radicar no en la situación de insolvencia en sí misma, sino en la valoración que ha de merecer la conducta seguida por el deudor común cuando aquélla se produce o en su producción misma. Es culpable el concurso en aquellos supuestos en que el origen o el empeoramiento de la insolvencia descansan en una conducta dolosa o con culpa grave por parte del deudor, lo que exige un elemento intencional o subjetivo en el proceder, conforme al cual ha infringido los deberes más elementales que sobre él recaen y que tienden a evitar la producción de un estado de insolvencia o su agravamiento. Y esta idea rectora impregna también el régimen de presunciones iuris tantum previsto en el art. 165 LC y, en menor medida dada su objetivación los supuestos enumerados en el art. 164.2 LC. Es verdad que el art. 164.2 LC dispone que "En todo caso, el concurso se calificará como culpable cuando concurra cualquiera de los siguientes supuestos:...", pero ello no obsta a que, a la hora de valorar la concurrencia de las conductas recogidas en los diferentes apartados, y, en particular del componente subjetivo exigido con mayor o menor fuerza, deba prestarse especial atención al elemento anímico o intencional, evitando 4 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH que la simple constatación externa del enunciado determine por sí sola y al margen de cualquier otra circunstancia la calificación del concurso como culpable. Y es en la vista del juicio verbal de la sección de calificación donde debe la Administración Concursal y, en su caso, el Ministerio Fiscal, acreditar sin ningún género de dudas la concurrencia en las personas afectadas por la calificación del concurso de ese elemento anímico e intencional consistente en una conducta dolosa o con culpa grave por parte del deudor, esto es, la infracción de los deberes más elementales que sobre él recaen y que tienden a evitar la producción de un estado de insolvencia o su agravamiento. Y para esa acreditación no basta que en la vista se den por reproducidos los documentos obrantes en los autos o se constaten, mediante la testifical de los administradores concursales expertos en auditoría o contabilidad, o de sus auxiliares, la simple existencia de las actuaciones, negligencias u omisiones expuestas en el informe de calificación, salvo que se trate de casos de extrema gravedad, en los que, por sí mismas, dichas actuaciones, negligencias u omisiones revelen y pongan de manifiesto el elemento intencional, la conducta dolosa o con culpa grave por parte del deudor. Pero en la generalidad de los casos no es admisible que una vista oral de la que puede derivarse una sentencia en la que se condene a los demandados como afectados por la declaración de concurso al pago de un déficit concursal de cientos de miles o, incluso, millones de euros, se ventile, como sucede habitualmente, con la simple declaración de los administradores concursales o sus auxiliares y el interrogatorio de los demandados. Interrogatorio de los afectados que, además, suele ir dirigido exclusivamente a constatar esas hipotéticas omisiones o negligencias, casi siempre de carácter contable o de transcurso del tiempo desde la insolvencia hasta la declaración del concurso. Nunca, o casi nunca, se hace hincapié por la Administración Concursal en el acto de la vista en los motivos reales que llevaron o pudieron llevar a la sociedad concursada a la situación de insolvencia (la crisis, el impago de los propios deudores de la sociedad, el retraso reiterado en el pago por parte de administraciones públicas, erróneas decisiones empresariales pero exentas de todo tipo de dolo o culpa grave -como inversiones no amortizadas o expansiones 5 del negocio no rentabilizadas-, excesos de costes laborales, el agotamiento de un negocio o que el mismo haya dejado de tener el atractivo de tiempos anteriores, la obsolescencia de las instalaciones y la imposibilidad de renovarlas, la competencia de otras empresas del sector, etc). En supuestos de culpabilidad como las irregularidades contables o el retraso en la solicitud de concurso (las más habituales) jamás se trae al acto de la vista por parte de la Administración Concursal a ningún acreedor para que ilustre al juez sobre la razón por la que esas irregularidades -que según las normas de contabilidad no reflejaban la imagen fiel-, o ese retraso de más de dos meses que hipotéticamente agravó la insolvencia-, le llevó a contratar con la empresa posteriormente declarada en concurso y sentirse luego engañado por una imagen de la misma que no se correspondía con la realidad, ni tampoco se llama a los acreedores para que explique qué actos u omisiones de los administradores de la sociedad ahora concursada les llevaron antes de esa declaración al error de pensar cuando contrataron con la misma que iban a poder cobrar sus servicios o prestaciones y que sin los mismos nunca habrían contratado. O para que el juzgador se ilustre del por qué para dichos acreedores habría sido mucho mejor para el cobro de sus créditos que la declaración de concurso se hubiera solicitado cuatro, seis y ocho menos antes, cuando la experiencia nos dice que el más del 95% de los concursos acaban en liquidación. A lo anterior hay que añadir que en muchas ocasiones la confección de la contabilidad, la presentación de las cuentas anuales, las preparación y presentación de las declaraciones fiscales, la asesoría jurídica y presentación de demandas judiciales, y otras muchas actividades a las que se refieren los supuestos de culpabilidad de los artículos 164 y 165 LC son llevadas a cabo por empresas o profesionales externos absolutamente ajenos a la sociedad concursada, que perciben sus honorarios por los servicios que prestan y en modo alguno están sujetos a ningún principio de dependencia. Y sin embargo, cuando en el informe de la Administración Concursal se hace referencia a omisiones, errores o negligencias cometidas por la sociedad en concurso con relación a ese tipo de actividades, no se llama en la vista de la sección de calificación a esos profesionales para que ilustren al juzgador sobre la realidad y, en su caso, los motivos de esas omisiones, errores o negligencias, así como el conocimiento que de las mismas pudieran tener los administradores de las 6 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH sociedades concursadas. Ni, lo que es aún más sorprendente, se solicita que esos profesionales sean declarados cómplices. Este juzgador entiende, como así sostiene abundante doctrina de las audiencias provinciales, que dada la imparcialidad que se exige legalmente de la Administración Concursal, los datos de sus informes gozan de una presunción de veracidad y certeza y que la misma debe ser destruida en numerosos casos por la parte demandada. Pero una cosa es que los datos expuestos en el informe de la Administración Concursal sean ciertos y otra muy distinta es que de los mismos haya de extraerse necesariamente el elemento intencional o subjetivo en el proceder de los administradores de la sociedad en concurso y personas afectadas por el mismo consistente en la infracción de los deberes más elementales que sobre ellos recaen y que tienden a evitar la producción de un estado de insolvencia o su agravamiento. La carga de la prueba de ese elemento intencional o subjetivo corresponde a la Administración Concursal o, en su caso, al MF cuando sostienen la culpabilidad del concurso. Y esa actividad probatoria debe desarrollarse en la calificación concursal del mismo modo y con la misma intensidad que en el proceso penal (ambos procesos presentan muchas analogías y puntos en común) cuando se exige a la acusación la prueba de la concurrencia en el acusado no solo de los elementos objetivos de los diferentes tipos penales sino también de los elementos subjetivos. 7 TERCERO.- Vistas las alegaciones efectuadas por la Administración Concursal, el Ministerio Fiscal y la representación procesal de PPP, SSS, HHH Y JJJ, AAA, MMM y MMM, examinada la prueba practicada en el acto de la vista, y aplicados los criterios expuestos en el Fundamento anterior sobre la finalidad y relevancia del elemento intencional en la calificación concursal y su prueba en la vista oral, este juzgador entiende que ninguna de las causas invocadas para justificar la declaración como culpable del presente concurso de PPP, SSS, se ha acreditado que tengan la entidad suficiente para determinar dicha culpabilidad ni, mucho menos, que el demandado afectado por la calificación de culpable haya infringido los deberes más elementales que sobre él recaen y que tienden a evitar la producción de un estado de insolvencia o su agravamiento. Los 485 folios del informe de calificación de la Administración Concursal pueden resumirse en la imputación a las entidades concursadas y sus administradores de dos conductas básicas y la connivencia y/o falta de constatación de dichas conductas por parte de AAA, MMM y GGG al auditar las cuentas de PPP en los años 1999 a 2003. Dice la Administración Concursal: “Las Cuentas Anuales aprobadas por el Auditor, no reflejaban la Imagen Fiel de PPP, porque la misma utilizaba empresas vinculadas, SSS, para enmascarar sus resultados económicos aumentando sus beneficios, para evitar lo que no podía evitarse y que no era otra cosa que la disolución de la sociedad por haber incurrido en una situación de Fondos Propios Negativos, situación que el Auditor utilizando su Lex Artis debería haber detectado y puesto de manifiesto en sus Informes de Auditoría, cosa que no hizo”. Parecen ser, por tanto, dos ser las conductas incardinadas en los artículos 164 y 165 LC como causas de culpabilidad las que invoca la Administración Concursal como fundamento de que el concurso se declare culpable, ambas enlazadas con la cláusula general del artículo 164.1 LC: 1. La comisión de irregularidades relevantes en las cuentas anuales, que enmascaraban la existencia de causa de disolución de PPP desde el año 1999 (art. 164.2.1º LC). 2. La consiguiente falta de solicitud de concurso de concurso hasta el año 2005 (art. 165.1 LC). 8 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH En estas dos conductas básicas, desarrolladas y reiteradas una y otra vez, se centran las imputaciones que la Administración Concursal hace sobre la actuación tanto de las concursadas como, muy especialmente, de los auditores de cuentas de las cuentas del año 1999 a 2003, AAA y los profesionales que firmaron las auditorías, MMM y GGG. En los siguientes fundamentos de derecho este juzgador va a tratar de fundamentar las razones por las que, desde un punto de vista de calificación del concurso (arts. 164 y 165 LC), ni se ha acreditado la existencia de irregularidades relevantes (art. 164.2.1º LC) ni se ha probado que PPP se hallara en los años 1999 a 2004 en una situación de insolvencia que le obligara a solicitar la declaración de concurso voluntario (art. 165.1 LC). CUARTO.- Antes de entrar con el análisis de la prueba practicada en autos, analicemos ambas causas de culpabilidad alegadas por la Administración Concursal, conectadas con la causa general del art. 164.1 LC, creación o agravación con dolo o culpa grave de la insolvencia: A). Comisión de irregularidades relevantes. El art. 164.2.1º LC recoge entre los supuestos que dan lugar a la calificación del concurso como culpable el que "el deudor legalmente obligado a la llevanza de contabilidad incumpliera sustancialmente esta obligación, llevara doble contabilidad o hubiera cometido irregularidad relevante para la comprensión de su situación patrimonial o financiera en la que llevara". Centrándonos en el último inciso, el precepto exige que concurra una irregularidad contable, que sea relevante y que dificulte o falsee la comprensión de la verdadera situación económica de la empresa en concurso. Sobre lo que debe entenderse como "irregularidad contable", la Resolución del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas de 15 de junio de 2000, por la que se publica la Norma Técnica de Auditoría sobre "Errores e Irregularidades" (BOE 3 de agosto de 2000), distingue entre "error" e "irregularidad" (apartado 1). El término " error " se refiere, " en el contexto de esta norma técnica, a actos u omisiones no intencionados cometidos por uno o más individuos, sean de los administradores, de la dirección, de los empleados de la entidad auditada, o de terceras personas ajenas a ésta, que alteran la información contenida en las cuentas anuales, tales como: Errores aritméticos o de transcripción en los 9 registros y datos contables. Inadvertencia o interpretación incorrecta de hechos. Aplicación incorrecta de principios y normas contables." (apartado 2). Y la expresión "irregularidad" alude, siempre en el contexto de esta norma técnica, " a los actos u omisiones intencionados, cometidos por uno o más individuos, sean de los administradores, de la dirección, de los empleados de la entidad auditada, o de terceras personas ajenas a ésta, que alteran la información contenida en las cuentas anuales ". La propia norma incluye como supuestos de irregularidad la manipulación, falsificación o alteración de registros o documentos; la apropiación indebida y utilización irregular de activos; la supresión u omisión de los efectos de transacciones en los registros o documentos; el registro de operaciones ficticias; y, finalmente, la aplicación indebida e intencionada de principios y normas contables (apartado 3). Es cierto que la propia Resolución recuerda que esta distinción lo es a los efectos de la propia norma técnica, pero teniendo en cuenta, de un lado, que el art. 164.2.1º LC utiliza el término "irregularidad", y, de otro lado, que la Ley Concursal no solo es una norma posterior sino una norma específica sobre la materia y que además tiene un carácter sancionador, no podemos prescindir del matiz. Así podemos decir que por "irregularidad contable" se entiende cualquier incumplimiento intencionado, por acción u omisión, de los principios y normas de contabilidad generalmente aceptados, siempre que sea de tal entidad o importancia que por su consecuencia se altere la imagen de la situación patrimonial o financiera de la sociedad que ofrece la contabilidad. Ahora bien, no basta con que se produzca una alteración de la imagen de la sociedad. Es necesario que sea relevante y que maquille la situación patrimonial o financiera de la entidad o dificulte su comprensión por terceros. En cuanto a la relevancia, la misma se asimila a la situación en la que cualquier operador económico que se aproximase a la mercantil deudora se vería impedido de hacerse una idea correcta de la situación patrimonial y financiera de la empresa, para lo cual también será importante ponderar los importes a los que afecte, pues si se trata de cantidades despreciables no pueden merecer el calificativo de relevante y que al exigirse por la Ley Concursal que merezca el calificativo de relevante se dispone un plus que supone alguna gravedad, 10 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH carente de justificación y que afecte directamente a las finalidades de claridad, rigor y precisión que derivan de las normas de contabilidad es decir, que la irregularidad, lo que supone grave o sustancial, con repercusión económica. Por último, la irregularidad no es meramente formal, sino que debe dificultar la comprensión de la situación económica, o, lo que es lo mismo, debe ser de tal naturaleza que entorpezca el análisis estructurado de la contabilidad y la posibilidad de que, de acuerdo con un modo diligente y ordenado de proceder, se detecte la realidad que subyace, llevando a error o confusión sobre el verdadero escenario cuya imagen fiel habría de ilustrar la contabilidad. En definitiva, la actuación que el art. 164.2.1º LC toma como presupuesto de la presunción iuris et de iure de culpabilidad no es la mera deficiencia o incorrección contable, sino la irregularidad contable (en el sentido de consciente) que dificulte o falsee la comprensión de la verdadera situación económica de la empresa en concurso. Los meros errores de transcripción o cálculo, las simples omisiones o fallos carentes de intencionalidad no resultan aptos para integrar la causa de culpabilidad, como tampoco aquellas actuaciones que, aunque intencionadas, sean intrascendentes cuantitativa o cualitativamente o, en cualquier caso, no alteren la información que se desprende del conjunto de las cuentas anuales. B). Agravación de la insolvencia motivada por la demora en la solicitud de concurso. Dentro de este parágrafo debe analizarse en primer lugar la existencia o no de una situación de insolvencia de la concursada, esto es, el cumplimiento o incumplimiento generalizado de obligaciones corrientes. B.1. Legislación aplicable y cuestiones generales Establece el Artículo 5 de la Ley Concursal que "el deudor deberá solicitar la declaración de concurso dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que hubiera conocido o debido conocer su estado de insolvencia. Salvo prueba en contrario, se presumirá que el deudor ha conocido su estado de insolvencia cuando haya acaecido alguno de los hechos que pueden servir de fundamento a una solicitud de concurso necesario conforme al apartado 4 del artículo 2 y, si se 11 trata de alguno de los previstos en su párrafo 4.º, haya transcurrido el plazo correspondiente". El anterior Artículo 5.3 de la Ley fue derogado por la Ley 38/2011, que creó el Artículo 5 bis, el cual regula la comunicación de negociaciones para evitar una declaración de concurso, lo cual no es aplicable al presente caso. Por lo tanto, conforme al referido Artículo 5 de la Ley Concursal, el deudor tiene un plazo de dos (2) meses desde que conoció o pudo conocer la situación de insolvencia para solicitar el concurso voluntario y, en caso de no hacerlo, incurre en un retraso que puede ser calificado como culpable conforme a la presunción iuris tantum del Artículo 165.1º de la misma Ley. Y ese conocimiento de la situación de insolvencia es una cuestión de responsabilidad de los administradores de la persona jurídica, ya que deben actuar con la necesaria diligencia para evitar no sólo la situación de insolvencia, sino un posible retraso culpable. Y para ello, dado que la Ley Concursal no establece parámetros de conocimiento de ese estado de insolvencia, que depende de la responsabilidad, administración leal y diligencia de los administradores, sí fija presunciones para determinar, en caso de incumplimiento de ese plazo perentorio, cuándo los administradores han podido conocer ese estado. Y esas presunciones son las que para el concurso necesario señala el Artículo 2.2.4º de la Ley Concursal. Así, el referido Artículo 2 de la Ley Concursal fija el llamado presupuesto objetivo del concurso, esto es, la situación de insolvencia y la define, así como establece esas presunciones a las que hacía referencia, previendo que "la declaración de concurso procederá en caso de insolvencia del deudor común. Se encuentra en estado de insolvencia el deudor que no puede cumplir regularmente sus obligaciones exigibles. Si la solicitud de declaración de concurso la presenta el deudor, deberá justificar su endeudamiento y su estado de insolvencia, que podrá ser actual o inminente. Se encuentra en estado de insolvencia inminente el deudor que prevea que no podrá cumplir regular y puntualmente sus obligaciones. Si la solicitud de declaración de concurso la presenta un acreedor, deberá fundarla en título por el cual se haya despachado ejecución o apremio sin que del embargo resultasen bienes libres bastantes para el pago, o en la existencia de alguno de los siguientes hechos: 1º El sobreseimiento general en el pago corriente de las obligaciones del deudor. 2º La existencia de embargos por ejecuciones pendientes que afecten de una 12 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH manera general al patrimonio del deudor. 3º El alzamiento o la liquidación apresurada o ruinosa de sus bienes por el deudor. 4º El incumplimiento generalizado de obligaciones de alguna de las clases siguientes: las de pago de obligaciones tributarias exigibles durante los tres meses anteriores a la solicitud de concurso; las de pago de cuotas de la Seguridad Social, y demás conceptos de recaudación conjunta durante el mismo período; las de pago de salarios e indemnizaciones y demás retribuciones derivadas de las relaciones de trabajo correspondientes a las tres últimas mensualidades". Por lo tanto, la insolvencia se define por la Ley Concursal como una situación en que el deudor no puede cumplir regularmente con sus obligaciones exigibles, esto es, es incapaz de afrontar de forma general el pago de las mismas. Y fija las presunciones de un posible concurso necesario, las cuales debemos relacionarlas con lo indicado para el Artículo 5 de la Ley, en el sobreseimiento general de obligaciones corrientes, la existencia de embargos que afecten de manera general al patrimonio del deudor, el alzamiento o liquidación apresurada de bienes o el incumplimiento de obligaciones tributarias, de Seguridad Social o laborales en los tres (3) meses anteriores a la declaración. De esta manera, debemos fijarnos en estas presunciones y analizar cuándo debe entenderse que existe situación de insolvencia para, a continuación, verificar si la concursada se encontraba en esta situación y, por último, en caso positivo, la fecha en la que se encontraba en dicha situación. C.1.2. Jurisprudencia interpretativa del concepto de insolvencia y criterios de fijación Es doctrina recogida en Sentencia del Tribunal Supremo, Sala 1ª, de 1.4.2014, que "... No puede confundirse la situación de insolvencia que define el artículo 2.2 de la Ley Concursal cuando afirma que «se encuentra en estado de insolvencia el deudor que no puede cumplir regularmente sus obligaciones exigibles», con la situación de pérdidas agravadas, incluso de fondos propios negativos, que determinan el deber de los administradores de realizar las actuaciones que las leyes societarias les imponen encaminadas a la disolución de la sociedad y, que, en caso de incumplimiento de tales deberes, dan lugar por esa sola razón a su responsabilidad con arreglo a la legislación societaria. En la Ley Concursal la insolvencia no se identifica con el desbalance o las pérdidas agravadas. Cabe que el patrimonio contable sea inferior a la mitad del capital 13 social, incluso que el activo sea inferior al pasivo y, sin embargo, el deudor pueda cumplir regularmente con sus obligaciones, pues obtenga financiación. Y, al contrario, el activo puede ser superior al pasivo pero que la deudora carezca de liquidez (por ejemplo, por ser el activo ser liquidable a muy largo plazo y no obtener financiación) lo que determinaría la imposibilidad de cumplimiento regular de las obligaciones en un determinado momento y, consecuentemente, la insolvencia actual. Por consiguiente, aunque con frecuencia se solapen, insolvencia y desbalance patrimonial no son equivalentes, y lo determinante para apreciar si ha concurrido el supuesto de hecho del art. 165.1 de la Ley Concursal es la insolvencia, no el desbalance o la concurrencia de la causa legal de disolución por pérdidas agravadas...". Añade la Sentencia del Tribunal Supremo, Sala 1ª, de 15.10.2013 [ROJ: STS 5186/2013 ] que "... No cabe confundir, como parece que hacen la demanda y la sentencia recurrida, entre estado de insolvencia y la situación de pérdidas que reducen el patrimonio neto de la sociedad por debajo de la mitad del capital social, que, como veremos a continuación, sí constituye causa de disolución. Aunque es frecuente que ambas situaciones se solapen, puede ocurrir que exista causa de disolución por pérdidas patrimoniales que reduzcan el patrimonio de la sociedad a menos de la mitad del capital social, y no por ello la sociedad esté incursa en causa de concurso. En estos supuestos opera con normalidad el deber de promover la disolución conforme a lo prescrito, antes en los arts. 262 TRLSA y 105 LSRL, y ahora en el art. 365 LSC. Y a la inversa, es posible que el estado de insolvencia acaezca sin que exista causa legal de disolución, lo que impone la obligación de instar el concurso, cuya apertura no supone por sí sola la disolución de la sociedad, sin perjuicio de que pueda ser declarada durante su tramitación por la junta de socios y siempre por efecto legal derivado de la apertura de la fase de liquidación (art. 145.3 LC). De ahí que la imprecisión apreciada por la sentencia de apelación debería haber conducido a confirmar la desestimación de la acción de responsabilidad por falta de justificación de los requisitos legales, y al no hacerlo, la audiencia infringió los preceptos mencionados»...". Añade la citada Resolución que "... tampoco es correcta la equiparación que hacen los recurrentes entre insolvencia y cesación de pagos..... El sobreseimiento general en el pago corriente de las obligaciones del deudor 14 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH constituye uno de los hechos reveladores de la insolvencia según el art. 2.4 de la Ley Concursal. Pero una solicitud de declaración de concurso necesario fundado en alguno de estos "hechos reveladores", entre ellos el sobreseimiento general en el pago corriente de las obligaciones, puede ser objeto de oposición por el deudor, no solo alegando que el hecho revelador alegado no existe, sino también manteniendo que aun existiendo el hecho revelador, no se encuentra en estado de insolvencia (art. 18.2 de la Ley Concursal). Y, al contrario, es posible que incluso no existiendo un sobreseimiento general en el pago corriente de las obligaciones exista una situación de insolvencia, porque el deudor haya acudido a mecanismos extraordinarios para obtener liquidez (por ejemplo, la venta apresurada de activos) al no poder cumplir regularmente sus obligaciones exigibles...". En definitiva, la existencia de unas pérdidas cualificadas que lleven a los fondos propios a presentar un resultado negativo es una señal indicativa de que la sociedad se encuentra incursa en causa de disolución, pero no necesariamente que se encuentre en situación de insolvencia, aún cuando dicho dato pueda constituir un indicio fundado de este estado. Y para la valoración de dicho indicio debe estarse a la real situación económico-patrimonial del deudor, resultando irrelevante que la contabilidad exprese correctamente u oculte [-mediante distintos artificios contables como los antes expresados y declarados probados-] las pérdidas acumuladas. QUINTO.- El informe de calificación de la Administración Concursal fue presentado en el juzgado el 20 de noviembre de 2012. En febrero de 2010, dos años y medio antes, la Administración Concursal había presentado el informe con los textos definitivos, ratificando lo ya expuesto en el informe provisional del artículo 75 LC, presentado en el año 2006. En dicho informe del año 2010, la Administración Concursal, cinco años (5) después de la declaración de concurso y, por tanto, con un absoluto conocimiento de todas las circunstancias previas y posteriores a la solicitud de declaración CONTRADICCIÓN CON LO del mismo, EXPRESADO decía, EN EL EN ABSOLUTA INFORME DE CALIFICACIÓN PRESENTADO SOLO DOS AÑOS Y MEDIO DESPUÉS (2012), lo siguiente: 15 “1. ANÁLISIS DE LOS DATOS Y CIRCUNSTANCIAS DEL DEUDOR... (...) 1.3. Causas estructurales de la situación económica actual. A juicio de esta Administración Concursal, debido a la fuerte competencia en el sector de la construcción y el ánimo de crecer, se licitaba con presupuestos de ejecución de obra ajustados, en un sector que no se caracterizaba precisamente por la alta rentabilidad. A juicio de esta Administración Concursal no ha habido un férreo control de los costes de producción, no llevándose una Contabilidad Analítica de Costes (CAE), que pudiera poner de manifiesto, rápida y sin cualquier género de dudas, las desviaciones que se producían entre el presupuesto en el contrato de ejecución de obra y el coste real de la construcción. A juicio de esta Administración Concursal no ha existido tampoco una política de gestión de riesgo de clientes adecuada, no llevándose a cabo las acciones judiciales al alcance de los deudores Concursados para intentar hacer efectivos sus créditos, provocando unas necesidades de financiación que, de haberse hecho efectivos dichos créditos no hubieran sido necesarias. A juicio de esta Administración Concursal no ha existido una estructura administrativa los suficientemente fuerte, ágil y motivada que haya podido diseñar e implementar los mecanismos de control interno, indispensables en un conjunto de sociedades de este tamaño, encaminadas a dar la voz de alarma ante una situación que comprometiera seriamente la viabilidad de la empresa. Estas cinco causas, unidas a las prácticas de pago que imperan en el sector de la construcción, que se dilatan en el tiempo de una forma draconiana, así como a las retenciones practicadas por las promotoras y propietarios de las obras, que alcanzan el 5% del volumen de las certificaciones, para asegurarse frente a posibles reclamaciones por defectos de ejecución de obra y que luego, en algunos casos no son pagadas a su vencimiento, constituyendo un cuasi “impuesto revolucionario”, han sido a nuestro entender las principales causantes de las pérdidas y, por ende, del estrangulamiento financiero que luego ha sobrevenido. 1.4. Razones que sustentan la necesidad de solicitar concurso voluntario. La falta de liquidez más absoluta para hacer frente a los pagos corrientes de la actividad, incluyendo: 16 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH - La Tesorería de la Seguridad Social en concepto de cuotas empresariales y cuotas atribuidas a trabajadores. - Hacienda Pública Canaria en concepto de cuotas debidas correspondientes al IGIC. - La Hacienda Pública Estatal en concepto de cuotas debidas correspondientes al IRPF. - La gran cantidad de procedimientos judiciales de reclamación de cantidad, de naturaleza tanto monitoria como cambiaria, de naturaleza laboral y de ejecución hipotecaria, así como los embargos y ejecuciones que comenzaron a atenazar el patrimonio de los Deudores Concursados provocados por el impago generalizado de sus obligaciones. (...) 1.8. Conclusiones. Llegados a este punto, esta Administración Concursal entiende que el único atisbo de viabilidad para los deudores concursados pasaba por la solicitud de declaración de concurso de acreedores a fin de poder tomar, bajo el amparo de la LC, todas aquellas medidas ineludibles, encaminadas a solventar y encauzar la situación de insolvencia, de la forma menos traumática posible para todos los grupos de interés que concurren. 2. ESTADO DE LA CONTABILIDAD DE LOS DEUDORES CONCURSADOS Y EN SU CASO, JUICIO SOBRE LAS CUENTAS, ESTADOS FINANCIEROS, INFORMES Y MEMORIA … (...) 2.2. Cuentas anuales, Informes de Gestión e Informes de Auditoría, referidos a los tres últimos ejercicios (2002, 2003 y 2004). (...) 2.2.5. Examen de las Cuentas Anuales, Informes de Gestión e Informes de Auditoría. Las Cuentas Anuales de los ejercicios 2002, 2003 y 2004, han sido elaboradas conforme a los Principios y Normas de Contabilidad Generalmente aceptados. Del examen de las mismas, realizado por esta Administración Concursal, hemos de destacar: 17 a) Los saldos de operaciones con las empresas del grupo, recogidas en el epígrafe 432.- Clientes Empresas del Grupo, suponen un activo no realizable al ser totalmente insolventes las empresas del grupo. b) En algunas de las empresas del grupo se observan epígrafes con saldos de muy difícil materialización, tales como las cuentas de “Obras en curso pendientes de certificar” en SSS 3. MEMORIA DE LAS PRINCIPALES DECISIONES Y ACTUACIONES DE LA ADMINISTRACIÓN CONCURSAL. Con fecha 12 de julio de 2005 se declara el concurso de las sociedades mercantiles siguientes: PPP, y SSS. (...) La situación de los deudores concursados era, en aquella fechas a principio de agosto, sumamente precaria, puesto que solo estaban realizando una obra para un cliente y en cartera no tenían ningún contrato firmado para el futuro inmediato. Dicho cliente único es la mercantil EEE, propietaria de la obra que se está ejecutando … con el nombre comercial de …. Dicha promoción consta de cinco fases y tres estaban en fase de ejecución.... (...) En Agosto, comienzan las renuniones entre la Administración Concursal, los deudores concursados y la mercantil EEE para intentar reconducir las deterioradas relaciones existentes,... (...) Durante el mes de septiembre se trabajó para formular una Propuesta Anticipada de Convenio y conseguir las adhesiones necesarias del 20% del pasivo... El objetivo de presentar la Propuesta Anticipada de Convenio es poder sobrepasar los límites establecidos por la LC en cuanto al tiempo de espera y límite de quita, ya que es necesario superar dichos límites para poder tener una futura viabilidad. La Propuesta Anticipada de Convenio se presentó el 3 de octubre de 2005 y fue admitida a trámite … mediante auto de fecha 8 de noviembre de 2005. 18 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH Inmediatamente, esta Administración Concursal emitió su informe de calificación, como es preceptivo, calificando dicha propuesta como favorable con reservas.” SEXTO.- Después de leer y analizar el informe sobre los textos definitivos presentados en el año 2010, este juzgador no sale de su asombro al comprobar que solo dos años y medio después la Administración Concursal presenta un informe de calificación de 485 páginas en las que no solo no se hace mención a ninguna de las circunstancias expuestas en el informe del año 2010 sobre los motivos que llevaron a PPP y las demás sociedades a solicitar el concurso voluntario sino que, de una forma absolutamente contradictoria, sostiene, como ya se dijo anteriormente, que dichas sociedades estaban en quiebra absoluta desde el año 1999 y que las auditorías efectuadas por AAA entre los años 1999 y 2003 enmascararon esa situación para que no fuera advertida por los acreedores y proveedores. Este juzgador se pregunta (y no obtiene respuesta) cómo se puede afirmar en el año 2012 que desde el año 1999 PPP estaba en quiebra y, sin embargo, solo dos años antes, en 2010, decir lo siguiente: - Que la causa de de la situación económica actual de PPP en el año 2005 era debida a la fuerte competencia en el sector de la construcción y el ánimo de crecer, se licitaba con presupuestos de ejecución de obra ajustados, en un sector que no se caracterizaba precisamente por la alta rentabilidad. - Que la causa de de la situación económica actual de PPP en el año 2005 era debida a que no ha habido un férreo control de los costes de producción. - Que la causa de de la situación económica actual de PPP en el año 2005 era debida a las prácticas de pago que imperan en el sector de la construcción, que se dilatan en el tiempo de una forma draconiana, así como a las retenciones practicadas por las promotoras y propietarios de las obras, que alcanzan el 5% del volumen de las certificaciones, para asegurarse frente a posibles reclamaciones por defectos de ejecución de obra y que luego, en algunos casos no son pagadas a su vencimiento, constituyendo un cuasi “impuesto revolucionario”, han sido a nuestro entender las principales causantes de las pérdidas y, por ende, del estrangulamiento financiero que luego ha sobrevenido. 19 - Que las razones que sustentan la necesidad de solicitar concurso voluntario la falta de liquidez más absoluta para hacer frente a los pagos corrientes de la Tesorería de la Seguridad Social, de la Hacienda Pública la gran cantidad de procedimientos judiciales de reclamación de cantidad, de naturaleza tanto monitoria como cambiaria, de naturaleza laboral y de ejecución hipotecaria, así como los embargos y ejecuciones que comenzaron a atenazar el patrimonio de los Deudores Concursados provocados por el impago generalizado de sus obligaciones, todo ello sucedido a finales del año 2004 y en el año 2005. - Que la Administración Concursal entiende que el único atisbo de viabilidad para los deudores concursados pasaba por la solicitud de declaración de concurso de acreedores a fin de poder tomar, bajo el amparo de la LC, todas aquellas medidas ineludibles, encaminadas a solventar y encauzar la situación de insolvencia, de la forma menos traumática posible para todos los grupos de interés que concurren. - Que las Cuentas Anuales de los ejercicios 2002, 2003 y 2004, han sido elaboradas conforme a los Principios y Normas de Contabilidad Generalmente aceptados. – Que la situación de los deudores concursados era principio de agosto de 2005, sumamente precaria, puesto que solo estaban realizando una obra para un cliente y en cartera no tenían ningún contrato firmado para el futuro inmediato. - Que durante el mes de septiembre se trabajó para formular una Propuesta Anticipada de Convenio cuyo objetivo es poder sobrepasar los límites establecidos por la LC en cuanto al tiempo de espera y límite de quita, ya que es necesario superar dichos límites para poder tener una futura viabilidad. - Que la Propuesta Anticipada de Convenio se presentó el 3 de octubre de 2005 y fue admitida a trámite … mediante auto de fecha 8 de noviembre de 2005 e inmediatamente, esta Administración Concursal emitió su informe de calificación, como es preceptivo, calificando dicha propuesta como favorable con reservas.” Cómo es posible afirmar todo lo anterior y sostener luego que desde el año 1999 PPP estaba en quiebra. 20 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH Lo cierto es que, si bien es posible que durante los años 1999 y siguientes PPP y luego SSS estuvieran en causa formal de disolución, ello en modo alguno supuso que se encontraran en situación de insolvencia según los criterios que se expusieron en un fundamento anterior. PPP y las demás empresas vinculadas estaban en funcionamiento, cada año afrontaban un mayor número de promociones y construcciones y tenían una mayor facturación, daban trabajo a cientos de trabajadores a los que se les pagó su salario de forma regular hasta el año 2004, los proveedores también cobraban sus servicios y materiales regularmente, y fue en el año 2004 cuando comenzaron a surgir los problemas de liquidez y ello por los motivos expuestos en los informes de la Administración Concursal tanto de 2006 como de 2010. Ningún sentido tiene que durante 485 folios la Administración Concursal se centre en el análisis de las cuentas de los años 1999 a 2003 cuando, según ella misma afirmó en su informe de 2010 la situación de insolvencia tuvo lugar a finales del año 2004 y cuando, además, se sostenía en dicho informe que en el año 2005 la viabilidad económica de las concursadas era difícil, muy difícil, pero posible, y que por ello se informó favorablemente la propuesta anticipada de convenio presentada en octubre de 2005. SÉPTIMO.- Además de la falta de insolvencia, entendida desde el punto de vista concursal, durante los años previos al 2004, de la declaración en el acto de la vista de las dos personas a las que AAA encargó la confección de las auditorías de PPP de los años 1999 a 2003, MMM y GGG, se desprende con total claridad y certeza que ninguna irregularidad contable RELEVANTE, se cometió por PPP en las cuentas anuales de los referidos años. No es cierto que, como afirma la Administración Concursal, “las Cuentas Anuales aprobadas por el Auditor, no reflejaran la Imagen Fiel de PPP, porque la misma utilizara empresas vinculadas, SSS, para enmascarar sus resultados económicos aumentando sus beneficios, para evitar la disolución de la sociedad por haber incurrido en una situación de Fondos Propios Negativos, situación que el Auditor utilizando su Lex Artis debería haber detectado y puesto de manifiesto en sus Informes de Auditoría, cosa que no hizo”. De las declaraciones de MMM y GGG en el acto de la vista, así como de la declaración conjunta de los autores del informe pericial de la entidad KPMG, Don … y Don …, todas ellas de una gran claridad, firmeza, contundencia, sumamente 21 ilustrativas e incluso didácticas y, finalmente, carentes de cualquier duda o contradicción, este juzgador extrae las siguientes conclusiones: La cuestión relativa a la contabilización de los anticipos a los que se refiere esencialmente el informe de la Administración Concursal se reconduce a una cuestión de mera imputación temporal de los gastos de PPP derivados de los trabajos que le prestaron estas sociedades. La propia Administración Concursal reconoce en su informe que esos saldos, que, según su tesis, debían haberse imputado en el ejercicio en que se produjeron los trabajos de los que traían causa, sí tenían reflejo en la contabilidad de PPP, que los contabilizaba en el ejercicio siguiente (con el consiguiente incremento del gasto en dicho ejercicio). No es un problema de falta de reflejo contable, sino de mera imputación temporal. La mejor prueba de que estos anticipos iban siendo recuperados por PPP de forma constante es que los anticipos acumulados en el periodo auditado por DELOITTE (ejercicios 1999 a 2003) ascendieron a más de veintiún millones de euros y, sin embargo, a 31 de diciembre de 2003, únicamente quedaba pendiente un importe de 3,7 millones de euros. Frente a la idea que trata de introducir la Administración Concursal en su informe, consistente en que los anticipos se irían incrementando a lo largo del tiempo sin contraprestación alguna, aumentando unas supuestas pérdidas de la sociedad, el dato antes apuntado constituye una evidencia clara de que se trataba de una práctica razonable en el ciclo económico de PPP, que sí recuperaba dichos saldos en sus operaciones constantes con sus sociedades proveedoras. Sobre la indebida contabilización de los anticipos con sociedades relacionadas, hay que decir lo siguiente: Para la realización de sus operaciones, PPP utilizaba proveedores que le prestaban servicios. Entre estos proveedores se encontraban sociedades en las que existía una relación familiar entre el administrador de PPP y los de esas sociedades proveedoras (que son el resto de las sociedades concursadas). Por una parte, PPP recibía los servicios prestados por esas sociedades proveedoras y facturaba a sus clientes los gastos que dichas sociedades le repercutían. Y, por otra, PPP anticipaba a esas sociedades proveedoras importes (a cuenta de los 22 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH servicios que éstas iban a prestarle) que, posteriormente, se compensaban con las facturas que éstas le remitían. Respecto de lo anterior, la Administración Concursal, en su informe, afirma que: “PPP ha concedido a SSS, tres sociedades de su ámbito familiar, que en realidad forman una única Unidad de Decisión, aunque no tengan legalmente la obligación de consolidar, y a su Administrador Único, la cantidad de 3.716.641,52 € durante un periodo de CINCO AÑOS y el Auditor no profundiza en el porqué de la existencia de esos anticipos obteniendo una evidencia clara y precisa de su naturaleza y objeto y, si lo hace, se lo calla” (pág. 301). En los apartados 2.5.2 a 2.5.8 del informe, la Administración Concursal se centra en ofrecer su visión sobre “¿por qué existen esos saldos? ¿A qué se deben? ¿Qué los justifica?” (pág. 300) para concluir que “el Auditor incurrió en negligencia y mala praxis profesional incumpliendo la “Lex Artis” de su profesión por la indebida aplicación de las Normas Técnicas de Auditoría” (pág. 320) “por aceptar el Auditor en su Informe de las Cuentas Anules del ejercicio 2003, la valoración de los Anticipos concedidos a SSS sin haber obtenido evidencia suficiente y adecuada al respecto, no sólo de la realidad de su existencia, sino de la viabilidad de su cobro” (págs. 331 y 332). Pues bien, este juzgador, tras la declaración de los auditores MMM y GGG en el acto de la vista, entiende que en la emisión de su informe de auditoría los auditores actuaron de forma diligente, aplicando adecuadamente las NTA. La planificación de la auditoría se centró, fundamentalmente, en la realización de pruebas sustantivas y en revisiones analíticas a través de las que obtener una evidencia suficiente y adecuada de la realidad de los saldos y transacciones con estas sociedades proveedoras. En su evaluación del riesgo de auditoría y del ambiente de control de la sociedad, los auditores pusieron de manifiesto que “la Sociedad tiene transacciones con empresas subcontratadas en las cuales los hijos de los socios son a su vez accionistas” y que “las transacciones se corresponden con la actividad normal de la empresa, subcontratación de servicios”. Los auditores llevaron a cabo las siguientes pruebas sustantivas para emitir su opinión respecto de dichos saldos en su informe: 1. En primer lugar, los auditores verificaron la existencia de los saldos deudores que constaban en las cuentas anuales y solicitaron a las tres sociedades 23 proveedoras incluidas en la Nota 9 de la Memoria como sociedades vinculadas (SSS) que confirmasen esos saldos deudores que, a 31 de diciembre de 2003, mantenían con PPP. Las tres sociedades confirmaron que sus saldos con PPP ascendían a los importes que, respecto de cada una de ellas, constan en la Nota 9 de la Memoria de las cuentas anuales de PPP. Además, estas sociedades no indicaban, en sus cartas, que hubiese servicios ya prestados a PPP todavía pendientes de facturar ni que disminuyeran los saldos confirmados por dichas sociedades. Es decir, estas sociedades validaron la existencia, realidad y exactitud de los saldos deudores y el derecho de cobro por PPP. 2. En segundo lugar, se circularizaron y se obtuvieron las confirmaciones oportunas de saldos como proveedores y de operaciones realizadas con YM, que confirmó que su saldo por estas operaciones ascendía a 3.455.469,42 euros, importe coincidente con el reflejado en la Nota 9 de la Memoria de las cuentas anuales. 3. En tercer lugar, los auditores analizaron la evolución de los saldos deudores y de las transacciones con las sociedades vinculadas identificadas en la Nota 9 de la Memoria de las cuentas anuales y el eventual riesgo de no recuperación de dichos saldos. Así: Compararon los saldos con estas sociedades resultantes del ejercicio 2003 con los existentes en el año 2002 y llegaron a la conclusión de que, pese a que el volumen de operaciones había aumentado significativamente de 2002 a 2003, los saldos existentes al final de cada ejercicio disminuyeron: Saldos a final del ejercicio: Miles de Euros 31-12-2002 31-12-2003 3.700 3.500 Volumen de transacciones a lo largo del ejercicio: Miles de Euros 2002 2003 6.800 9.000 Esta circunstancia (el que el importe de las operaciones durante el ejercicio fuera superior a los saldos al cierre del ejercicio) suponía una evidencia de que estos saldos se iban renovando anualmente, en el marco de las operaciones 24 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH económicas desarrolladas por PPP, y, por tanto, no se referían a saldos de ejercicios anteriores. Los auditores concluyeron que no existían evidencias que plantearan dudas sobre la recuperación de estos saldos pendientes a 31 de diciembre de 2003, y ello sobre la base de la evolución de los saldos de los años anteriores y de que existía una continuidad de operaciones con estas sociedades. 4. En cuarto lugar, los auditores revisaron los hechos posteriores al cierre del ejercicio para verificar la correcta evolución de las relaciones con las sociedades vinculadas. OCTAVO.- A la vista de todo lo expuesto, y entendiendo este juzgador que las demás causas de culpabilidad expuestas por la Administración Concursal en su informe de calificación carecen de la trascendencia necesaria para calificar el concurso como culpable, procede la declaración como fortuito del concurso de PPP, SSS, y, por tanto la desestimación de las pretensiones dirigidas contra HHH Y JJJ, por un lado, y contra AAA, MMM y GGG, por otro. NOVENO.- Sin declaración sobre costas. En la sección de calificación del concurso, y habiendo solicitado la Administración Concursal o el Ministerio Fiscal la declaración del concurso culpable, este juzgador entiende que actuando la Administración Concursal en protección de los intereses de los acreedores, no cabe la condena en costas en caso de declaración del concurso como fortuito, salvo que se aprecie mala fe o temeridad, cosa que aquí no ha sucedido. ● Información del B.O.E. del día 14 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. - DECLARACIÓN DE CONCURSOS: ALICANTE 2: 658/2015 GLOBAL CONVERTER, S.L. B53865713 (AC: Jaime Querol SanJuan, [email protected]) BARCELONA 10: 545/2015-D ALQUILER Y TRANSPORTES ORTEGA, S.L. B61039186 (AC: María Jesús Baigorri Puerto, [email protected]) BILBAO 2: 678/15 TECNAUTOMAT, S.A. A-48066815 (AC: Carlos Alonso de Linaje García [email protected]) 25 CIUDAD REAL: 091/2015 RESTAURACIONES ENCUMBRIA, S.L. B-13497516 (AC: Antonio Jesús Hernández Aragonés, [email protected]) CIUDAD REAL: 095/2015 DOLORES ACEÑA HERRERA 05671785P (AC: Abogados JEA, S.L.P. [email protected]) CÓRDOBA 1: 617/2015 TDT SOLUTINS AND MEDIA CONSULTING, S.L.U. B14716468 (AC: JESÚS AÑÓN AGUILERA, [email protected]) HUELVA: 382/2015 MANUEL CAMPÓN CRUZ (AC: Javier de Vega Domínguez, [email protected]) MADRID 3: 674/15 BB DATA PAPER, S.L. B-86661287 (AC: Ángel Díaz Redondo, [email protected]) MADRID 4: 643/2015 QUATRIPOLE INGENIERÍA, S.L. b84792159 (AC: Antonio López Mangudo, [email protected]) PONTEVEDRA 1: 250/15 TAELPO SUMINISTROS INDUSTRIALES, S.L. B36326072 (AC: Carlos Luis Pérez Saracho, [email protected]) ZAMORA: 756/2015 JOSÉ MARÍA ALONSO, S.L. B49162118 (AC: FIDEL ALDEA LEIRAS [email protected]) ZARAGOZA 1: 494/2015-G F.L.S. GLOBAL, S.L. B99399933 (AC: Abecón Soluciones Concursales, S.L.P. [email protected]) ● Información del B.O.E. del día 13 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. - DECLARACIÓN DE CONCURSOS: A CORUÑA 2: 428/15-N BENIGNO LEIS MANCEBO, S.L. B-15990864 (AC: Francisco Javier Sanz Fernández, [email protected]) BARCELONA 1: 828/2015A ELECAT-33 S.L.U. B61777421 (AC: CARLOS ZARCO PUENTE [email protected]) BILBAO 1: 675/2015 LAYNER BALMASEDA, S.L. B95635454 (AC: Ignacio Cabia Agustín, [email protected]) CÁCERES: 1250/2015 INGENIERÍA DEL CLIMA SANTIAGO ANDRADA, S.L. B-10188217 (AC: Sara Armas Redondo, [email protected]) CÓRDOBA 1: 718/2015 ARREPLEC, S.L. B98043490 (AC: SOLUCIONES CONCURSALES, S.L.P., [email protected]) 26 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH PALMA DE MALLORCA 2: 179/2015-L TOTAL O PARCIAL SERVICES, S.L. B57180390 (AC: María Cristina Pumar Atrio, [email protected]) SEVILLA 1: 1901/2015 HIERROS Y CUBIERTAS DEL SUR XXI, S.L. B96263 (AC: ALBERTO GÁLVEZ SÁEZ, [email protected]) VALENCIA 1: 824/2015 INDOMO DOMÓTICA TELECOMUNICACIONES Y SERVICIOS, S.L. B-97465033 (AC: Torrijos Abogados, S.L., [email protected]) VALENCIA 1: 1498/14 LUCIO DUEÑAS AGUADO 29007l (AC: Héctor Pardo Peiró, [email protected]) VALENCIA 1: 948/2015 JAVIER PI GARCÍA 19.495.442K (AC: Fernando Prado Díaz, [email protected]) ZARAGOZA 2: 430/2015-E EIVISSA FASHION EVENTS, S.L. B-99384513 (AC: Iberbrokers Asesores Concursales y Mercantiles, S.L.P. [email protected]) ● Art. 146 bis LC. Autorización para la venta de la empresa o "unidad productiva" de la concursada. Exoneración o no al adquirente de la unidad productiva autónoma de la obligación de responder solidariamente de las obligaciones contraídas por el transmitente-concursado con la TGSS. 2. Auto de la Audiencia Provincial de Murcia (s. 4ª) de 2 de julio de 2015 (D. RAFAEL FUENTES DEVESA). [Ver resolución completa en Tirant On Line Premium. http://www.tirantonline.com/tol] FUNDAMENTOS DE DERECHO: Primero - Planteamiento En la sección quinta del concurso de PRIETOPAPEL SA se dicta el 9 de febrero de 2015 auto por el que se aprueba el plan de liquidación en el que se acuerda en 27 primer lugar la venta de la unidad productiva, con las matizaciones contenidas en la parte dispositiva La apelante INVERSIONES MACLEAN IBERICA SL interesa su revocación, y que, en su lugar, se acuerde que no procede la venta conjunta de la explotación de la concursada, sino la venta directa por lotes de cada uno de los activos en la forma prevista en el Plan de liquidación aprobado, y subsidiariamente, que se acuerde que el precio mínimo de venta del conjunto de la explotación ha de ascender a la suma de 3.500.000 € y que en caso de venta del conjunto de la explotación no existirá sucesión de empresa a efectos de la Seguridad Social Vemos, pues, que el recurso versa en esencia sobre si es posible, la venta de la empresa de la concursada, y en caso afirmativo, en qué condiciones y con qué efectos No obstante, pendiente la tramitación, la apelante desiste de los motivos primero y segundo de su escrito de apelación, relativos a la procedencia de venta de la unidad productiva y precio mínimo, por lo que al ser consentidos, se limita el alcance del recurso a decidir si hay o no subrogación del adquirente en los créditos de Seguridad Social en los términos planteados De igual modo, la petición de suspensión de la tramitación decae al haber sido ya resuelto en sentido desestimatorio el recurso de queja interpuesto por la concursada contra el auto del Juzgado de lo Mercantil por el que inadmite el recurso de apelación contra el auto que aprueba el plan de liquidación Segundo. Los efectos de la trasmisión de unidades productivas en los créditos de Seguridad Social La controversia se limita, como se ha dicho, al tratamiento de los créditos de Seguridad Social de la concursada El apelante pretende que se declare que el adquirente no quede subrogado en los mismos por inexistencia de sucesión de empresa a efectos de Seguridad Social, al considerar que no es aplicable el art 149.2 LC en la redacción dada por el Real Decreto Ley 11/2014, de 5 de septiembre, publicado en el BOE del día 6 y con entrada en vigor el día siguiente a su publicación (ahora transformado en Ley 9/2015, de 25 de mayo, pero que no estaba en vigor cuando se dicta el auto impugnado) Según la redacción dada por el RDL 11/2014, el art 149.2 dice" Cuando, como consecuencia de la enajenación a que se refiere la regla 1 .ª del apartado 28 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH anterior, una entidad económica mantenga su identidad, entendida como un conjunto de medios organizados a fin de llevar a cabo una actividad económica esencial o accesoria, se considerará, a los efectos laborales y de Seguridad Social, que existe sucesión de empresa. En tal caso, el juez podrá acordar que el adquirente no se subrogue en la parte de la cuantía de los salarios o indemnizaciones pendientes de pago anteriores a la enajenación que sea asumida por el Fondo de Garantía Salarial de conformidad con el artículo 33 del Estatuto de los Trabajadores . Igualmente, para asegurar la viabilidad futura de la actividad y el mantenimiento del empleo, el cesionario y los representantes de los trabajadores podrán suscribir acuerdos para la modificación de las condiciones colectivas de trabajo", siendo el inciso remarcado el añadido introducido en la reforma de 2014 Con arreglo al apartado 1 de la Disposición transitoria Primera del citado RDL 11/2014, el art 149 LC " será de aplicación a los procedimientos concursales en tramitación en los que no se haya emitido el informe de la administración concursal " y en este proceso concursal, que se remonta a 2012, se presentó el informe de la administración concursal con anterioridad a septiembre de 2014. Por tanto, en principio (y a salvo lo que más adelante se dirá), el art 149 LC en esa redacción no es de aplicación En cambio, el auto da por sentada esa subrogación en el pasivo de Seguridad Social por la aplicación del art 146bis, que sí es de aplicación, ya que con arreglo al apartado 2 de la Disposición transitoria Primera del citado RDL 11/2014, el art 146 bis LC " será de aplicación a los procedimientos concursales en tramitación en los que no se haya iniciado la fase de liquidación ", y aquí la liquidación se apertura el 5 de noviembre de 2014 (antecedente primero del auto impugnado) Hay, pues, que partir de que el art 146 bis es de aplicación al concurso que nos ocupa, por lo que la cuestión estriba en determinar el alcance de esta norma Con el objeto de facilitar la venta del conjunto de los establecimientos y explotaciones del concursado o de cualesquiera otras unidades productivas, el RDL 11/2014, de 6 de septiembre, establece un régimen general en el art 146 bis rubricado " Especialidades de la trasmisión de unidades productivas " que aparece por primera vez en nuestro ordenamiento concursal, con la precisión de que este RDL 11/2014, publicado en el BOE del día 6 de septiembre, en vigor el 29 día siguiente, era la norma vigente cuando se aprueba el Plan por el auto aquí impugnado, normativa ahora sustituida por la Ley 9/2015, de 26 de mayo, que en este caso no altera la conclusión Este régimen que consagra el art 146 bis pivota sobre dos extremos: a) la subrogación ipso iure del adquirente en los contratos y licencias administrativas de que fuera titular el cedente afectas a la continuidad de las actividades empresariales o profesionales (artículo 146 bis 1,2 y 3) Esa subrogación no precisa consentimiento de la otra parte (exigido como regla general en el art 1.205CC), si bien en el caso de contratos administrativos la cesión se producirá de conformidad con lo dispuesto por el artículo 226 del texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público, aprobado por el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, que exige que el órgano de contratación autorice, de forma previa y expresa, la cesión, y b) la exención de responsabilidad por deudas previas (art 146 bis 4), como regla general, al decir que " La transmisión no llevará aparejada obligación de pago de los créditos no satisfechos por el concursado antes de la transmisión, ya sean concursales o contra la masa, salvo que el adquirente la hubiera asumido expresamente o existiese disposición legal en contrario y sin perjuicio de lo previsto en el art 149.2" (con el nuevo texto legal en vigor desde el 27 de mayo de 2015 la remisión es al art 149.4 por la nueva reordenación del art 149) Centrándonos en esto último, al ser lo relevante para resolver la apelación, la regla general que prevé el apartado 4 del art 146 bis en caso de transmisión de la unidad productiva es que la misma " no llevará aparejada obligación de pago de los créditos no satisfechos por el concursado antes de la transmisión, ya sean concursales o contra la masa" Consagra lo que era una doctrina jurisprudencial constante, según la cual en el proceso de liquidación concursal se adquieren activos, no pasivos. Por todas, la SAP de Barcelona e 29 noviembre 2007 dice "... la enajenación de la empresa o de la unidad productiva dentro de la liquidación se hace libre de deudas, esto es el adquirente no se subroga en las deudas del concursado, sin perjuicio de las garantías reales que puedan gravar alguno de los bienes muebles o inmuebles incorporados a la empresa o unidad productiva. A estos efectos, la venta de la empresa o de una unidad productiva tiene el mismo régimen que la realización individualizada o en lotes de los elementos que componen el activo.... La liquidación concursal va encaminada a la realización de la masa activa para con lo obtenido pagar a los acreedores, afectados por el principio de la par condicio creditorum, según las reglas de pago derivadas de la clasificación de créditos y 30 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH de la existencia de créditos contra la masa. En esta lógica, los acreedores cobran dentro del concurso y con lo obtenido de la realización del activo, por el orden derivado de la clasificación de sus créditos, sin que, salvo en el caso de quienes tengan garantizado el crédito con una garantía real, tengan derecho a hacerlo de los terceros que adquieran los bienes realizados o la empresa o unidad productiva, caso de optarse por tal forma de realización, pues de otro modo, se alteraría la par condicio creditorum" Pero esta regla no es absoluta, y tres son las excepciones previstas: a) asunción expresa por el adquirente; b) existencia de disposición legal en contrario "y sin perjuicio de lo dispuesto en el art 149.2", y c) ser los adquirentes de las unidades productivas personas especialmente relacionadas con el concursado La relevante aquí es la segunda, y como punto de partida hay que recordar que según el art 104 y 127 LGSS (RD Legislativo 1/1994, de 20 de junio), el adquirente de una industria, unidad productiva o negocio es responsable solidario respecto del pago de las deudas pendientes con la TGSS, que "... se extiende a la totalidad de las deudas generadas con anterioridad al hecho de la sucesión" Hasta la reforma de la LC de 2014, la mayoría de órganos mercantiles consideraba que esta responsabilidad no era aplicable en caso de venta de unidad productiva en sede concursal. Así, SAP Pontevedra 16 de julio de 2012 y la previa de 29 de junio de 2010, Cáceres de 27 de febrero de 2013, Alicante de 27 de septiembre de 2013, con cita obligada de la inicial de Barcelona, de 29 de noviembre de 2007, que por ser la pionera se reproduce: " Tiene razón la TGSS de que fuera del ámbito concursal la normativa legal propia, en concreto los arts. 104 y 127.2 TRLGSS, expresamente prevén que respecto de los créditos que tuviera por cotizaciones, cuando se produzca una transmisión de la empresa o de una unidad productiva, existirá sucesión de empresa y consiguientemente el adquirente es responsable solidario del pago de las deudas con la Seguridad Social generadas por la empresa o la unidad productiva que adquiere. Una previsión paralela a ésta podemos encontrarla en el actual art. 42 LGT, respecto de los créditos tributarios, y en el art. 44 ET, respecto de los créditos laborales. Este régimen general, que se regula por la normativa sectorial, queda afectado o alterado en caso de concurso de acreedores, en la medida que en ese caso la norma especial es la concursal, que regula y condiciona la sucesión de empresa en el caso de que la liquidación, realizada dentro de un plan de liquidación (art. 148 LC) o por aplicación de las reglas supletorias del art. 149 LC, se lleve a cabo 31 mediante la enajenación del conjunto de la empresa o de una unidad productiva...." y tras afirmar (como antes de ha dicho) que "...la Ley concursal parte de la premisa de que la enajenación de la empresa o de la unidad productiva dentro de la liquidación se hace libre de deudas, esto es el adquirente no se subroga en las deudas del concursado, sin perjuicio de las garantías reales que puedan gravar alguno de los bienes muebles o inmuebles incorporados a la empresa o unidad productiva " añade " Así se entiende que, bajo esta lógica del concurso, el art. 149.2 LC regule la única excepción a este principio general de que la transmisión de la empresa o de una unidad productiva no constituye propiamente una sucesión de empresa. Según este precepto tan sólo a efectos laborales se considerará que existe sucesión de empresa, y por ello el adquirente responderá durante tres años de las obligaciones laborales nacidas con anterioridad a la adquisición que no hubieren sido satisfechas (art. 44.3 ET), en este caso con la liquidación concursal . " ... En este contexto, el crédito de la Seguridad Social, como cualquier otro crédito que no sea propiamente laboral, no resulta exigible al adquirente de la unidad productiva, y ello sin necesidad de que se pronuncie expresamente en tal sentido la normativa sobre Seguridad Social. Podría haberlo hecho, como la Ley General Tributaria que expresamente lo prevé en el último párrafo de su art. 42.1, pero ello no es necesario, pues como ya hemos apuntado en caso de concurso la norma especial, que regula no sólo el procedimiento concursal sino también sus efectos, es la Ley Concursal, que expresamente ha sido promulgada bajo el principio de unidad legal, de que sea esta Ley la única que regule el concurso de acreedores y sus efectos", doctrina reiterada por la misma Audiencia, entre otras, en resolución de 16 de diciembre de 2009 Tras el nuevo régimen legal, la aplicación del art 146 bis impide seguir asumiendo esta línea jurisprudencial por las siguientes razones: i) la regla de exoneración de pasivos cede ante la existencia de disposición legal en contrario, de manera que ahora por la vía del art 146 bis.4 LC sí entra en juego el art 104 y 127 LGSS . Es precisamente la LC la que contempla que la exoneración de pasivo cede si existe previsión legal en contrario, sin que se precise que dicha ley diga expresamente que la responsabilidad del adquirente respecto de las deudas del transmitente se refiere a una transmisión de la unidad productiva en el seno del concurso de este último, pues de ser así resultaría superflua- por innecesaria- la previsión del art 146 bis4 LC, pues evidentemente bastaría para producir ese efecto (la responsabilidad solidaria en las ventas de unidades 32 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH productivas realizadas en el concurso) aquella disposición de rango legal Por otra parte, la expresión " y sin perjuicio de lo dispuesto en el art 149.2" (art 149.4 tras la reforma de 2015), que ciertamente no es paradigma de precisión legislativa, no impide esta conclusión, ya que parece que lo que viene es a remarcarlo en el caso de deudas laborales y de seguridad social ii) si bien el art 149 LC de manera aislada en principio no es aplicable, según se ha dicho, lo cierto es que su apartado 2 (4 tras la reforma de 2015) sí lo es por la remisión que efectúa el mismo el art 146 bis, que sí es aplicable. Dicho de otra manera, el art 149.2 viene a completar el régimen legal del art 146bis, y dado que éste es aplicable, aquél también lo es. Esa defectuosa - por confusa - técnica legislativa tal vez tenga su origen en desconocer que bajo el art 149 LC (en la redacción dada por el RDL 11/2014) se engloban normas de distinta naturaleza: si las del apartado 1 son normas procesales de naturaleza supletoria relativas a las formas de realización de activos, las del apartado 2 tienen naturaleza sustantiva, y determinan los efectos de la venta de la unidad productiva respecto de determinados créditos. Por ello su tratamiento unitario a efectos de aplicación intertemporal chirría En esa colisión interpretativa hay que entender, como se ha dicho, que el art 149.2 (actual 149.4 tras la reforma de 2015) es de aplicación aquí por la remisión del art 146 bis, pues es ésta la norma dedicada a regular los efectos de la venta de la unidad productiva, y el legislador ha querido que en todas las ventas de unidades productivas en concursos cuya fase de liquidación no se hubiera iniciado el 7 de septiembre de 2014 no haya exoneración de las deudas de Seguridad Social La voluntad legis expresada en la EM en su apartado IV lo corrobora cuando dice que para facilitar la trasmisión de la unidad productiva, además de la subrogación ipso iure en contratos y licencias, se arbitran "los mecanismos de exención de responsabilidad por deudas previas, salvo en determinados casos especiales que por su singularidad siguen mereciendo una especial tutela, como es el caso de las deudas frente a la Seguridad Social o a los trabajadores ", que es una llamada clara al nuevo art 149.2 (ahora ya 149.4 tras la reforma de 2015) Artículo 149.2 LC que al considerar la existencia de sucesión empresarial en caso de trasmisión de la unidad productiva no solo a los efectos laborales sino 33 también de Seguridad Social, viene a desmontar buena parte de la justificación de las sentencias anteriores que discriminaban la responsabilidad por deudas laborales y de Seguridad Social, atendiendo a que solo se hacía referencia en la redacción inicial de la LC a los "efectos laborales " Se podrá criticar que con ello se pueda frustrar la posibilidad real de venta del conjunto de los establecimientos y explotaciones del concursado o de cualesquiera otras unidades productivas, pero de ello debe ser consciente el legislador De igual manera, el que se diga que el resultado de ello es privilegiar de facto a un determinado acreedor (Tesorería General de la Seguridad Social) respecto de los demás, ya que el comprador descontará del precio de compra el importe de los créditos de Seguridad Social (y laborales) en los queda subrogado, no impide la aplicación de la norma. Una cosa es que pueda no gustar la decisión del legislador, y otra distinta es que por ello deje de aplicarse la norma, lo cual no es posible en un Estado de Derecho (art 1, 9 y 117 CE) Por ello, atendidos los términos en los que queda planteada la apelación, que delimitan el alcance del pronunciamiento judicial (art 218LEC), procede confirmar la resolución impugnada, con descarte de una lectura alternativa exonerante del pasivo de Seguridad Social (en todo o en parte), máxime atendiendo a las circunstancias específicas concurrentes consistentes en que la apelante (que según las actuaciones remitidas es la única que ha realizado una oferta de adquisición de la unidad productiva) ha sido en virtud de un "convenio de gestión y explotación" suscrito en enero de 2013 la encargada de la gestión de la empresa concursada, y por ende, no ajena a la generación de parte de ese pasivo, cuya exoneración ahora se pretende. ● Arts. 164 y ss LC. Calificación del concurso de LUCENTUM BALONCESTO. Comisón de irregularidades relevantes. Retraso en la solicitud de concurso. No condición admistrador de hecho del Ayuntamiento de Alicante. Personas afectadas: no los son todos los miembros del consejo de administración 34 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH sino solo los miembros de su Comisión Ejecutiva, a la que correspondía dirigir y gestionar la sociedad. 3. Sentencia de la Audiencia Provincial de Alicante (s. 8ª) de 16 de octubre de 2015 (D. Francisco José Soriano Guzmán). [Ver resolución completa en Tirant On Line Premium. http://www.tirantonline.com/tol] PRIMERO.Mediante los recursos de apelación que se han interpuesto, las partes recurrentes persiguen que se revoque la resolución dictada en primera instancia y que este Tribunal, procediendo a un nuevo examen de las actuaciones, dicte otra favorable a sus intereses. Ya se adelanta que la valoración que efectúa este Tribunal es coincidente con la del juzgador de instancia, sin que de lo alegado en el escrito de interposición del recurso se advierta motivo alguno que permita disentir de la decisión contenida en la resolución recurrida, la cual puede ser confirmada con solo dar por reproducidos, asumiéndolos, sus fundamentos. Con ello se daría cumplimiento a la obligación que el artículo 120 núm. 3 en relación con el artículo 24 núm. 1 de la Constitución Española impone a los Tribunales de motivar las resoluciones que dicten debidamente a fin de dar a conocer a las partes las razones de sus decisiones, y que permite, según ha señalado con reiteración la doctrina emanada del Tribunal Constitucional (sentencias 174/L987, 146/L980, 27/L99, 175/1191 autos del mismo Tribunal Constitucional 688/89 y 956/88) la motivación por remisión a una resolución anterior cuando la misma haya de ser confirmada, y precisamente porque en ella se exponen argumentos concretos y bastantes que sustentan cumplidamente la decisión en ella adoptada. Poco más se puede añadir a lo que, con correctísima valoración de la prueba practicada y con acertada aplicación de las normas jurídicas aplicables al caso, se contiene en la muy completa y razonada resolución apelada, que podría ser confirmada por sus propios fundamentos y que, estimando parcialmente las pretensiones deducidas por la administración concursal y el Ministerio Fiscal, ha declarado culpable el concurso de LUCENTUM BALONCESTO SAD, así como que los administradores, ahora apelantes, Valentín, Jesús, Octavio y Fausto tienen la 35 condición de personas afectadas por la calificación, condenándolos a dos años de inhabilitación para administrar bienes ajenos y la pérdida de derechos que pudieran ostentar como acreedores. La calificación del concurso como culpable descansa, resumidamente, en los siguientes razonamientos jurídicos: 1º. Causa de culpabilidad consistente en irregularidad contable relevante (art. 164.2.1º LC). La resolución considera que algunas de las aducidas por la administración concursal y Ministerio Fiscal no merecen tal consideración, estimando, sin embargo, acreditadas las siguientes irregularidades: a) en el ejercicio 2008/09: i- inclusión no justificada de subvenciones pendientes de cobro por importe de 334.000 € , al no constar soporte documental que permita verificar su concesión y devengo en ese ejercicio, sin que valga como justificación que existía un compromiso de concederlas por parte de distintos organismos públicos (Patronato Municipal y Agencia Valenciana de Turismo); iiausencia de provisión de 365.000 € para la cobertura de deudas tributarias en el pasivo. b) En el ejercicio 2009/10: i- inclusión en la cuenta de resultados de ingresos y explotación de 80.500 € , que no se acredita fueran concedidos por el Patronato Municipal; ii- ausencia de información en la Memoria de las circunstancia que originan dudas sobre la continuidad de las actividades de la sociedad ni sobre las circunstancias que pudieran contribuir a reducir dichas dudas, a la vista del resultado negativo (en poco más de dos millones y medio de euros) de dicho ejercicio, del patrimonio negativo de la sociedad (en más de millón y medio de euros) y del fondo de maniobra negativo en más de cuatro millones y medio de euros. 2º. De las irregularidades antedichas, la sentencia estima como relevantes únicamente las irregularidades observadas en el ejercicio 2008/2009 (inclusión en activo de subvenciones pendientes de cobro y omisión en pasivo de 365.000 € de deudas tributarias), pues se distorsionan la imagen mostrada hasta el punto de que, de haberse actuado correctamente, el patrimonio neto se habría reducido por debajo de la mitad del capital social, estando la sociedad incursa en causa legal de disolución. Carecen, sin embargo, de relevancia las irregularidades referidas del ejercicio 2009/2010. 3º. Causa de culpabilidad consistente en retraso en la solicitud de concurso (art. 165.1 en relación art. 164.1 LC), por no haberlo solicitado en el plazo de dos 36 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH meses desde que el deudor conoció, o debió conocer, su estado de insolvencia. Considera la resolución que, en el ejercicio 2008/09, ya existían deudas que revelaban un incumplimiento generalizado de obligaciones especialmente cualificadas (AEAT, TGSS), que se prolongó mucho más allá de los tres meses que el legislador considera como relevantes, a la vista del art. 2.4.4º LC; deudas que no revelan una situación impuntual de iliquidez sino un persistente y continuado impago y que engendran el tipo de culpabilidad ante el que nos encontramos, ya que la solicitud de concurso se presentó en noviembre del 2011 y, de otra parte, no se ha probado por la parte demandada que el retraso no implicara una agravación de la insolvencia. 4º. Personas afectadas por la calificación del concurso como culpable (art. 172.2 LC): la sentencia considera como tales a los anteriormente reseñados (excluyendo a otras dos personas, respecto de las que la administración concursal y el Ministerio Fiscal consideraban igualmente que merecían esa condición) y les imputa las dos causas de culpabilidad antes reseñadas, pues, como miembros del Consejo de Administración de LUCENTUM, formularon las cuentas anuales que contenían las irregularidades contables y omitieron el deber de solicitar la declaración de concurso en plazo legal. Frente a la sentencia, se alzan varios recursos (de los condenados como personas afectadas por la calificación, habiéndose aquietado con el fallo la propia concursada) cuyos alegatos, coincidentes en bastantes casos, se analizarán en los siguientes fundamentos, razón por la que se abordarán conjuntamente. SEGUNDO. Impugnación del fundamento de derecho segundo, "delimitación del objeto"En lo que interesa al ámbito de la apelación, en el fundamento de derecho segundo, el magistrado efectúa una serie de consideraciones previas, con el fin de delimitar el objeto procesal, a la vista de las alegaciones de las partes. Así, razona que no es posible enjuiciar la condición de administrador de hecho del Ayuntamiento de Alicante (socio mayoritario de LUCENTUM), tal y como se mantiene abiertamente, o insinúa según el caso, por los ahora apelantes, pues ni la administración concursal, ni el Ministerio Fiscal, han mantenido esa posición en la pieza de calificación (arts. 169 y 170) ni, en consecuencia, han deducido pretensión alguna al respecto. En el mismo sentido, también señala que 37 tampoco es posible analizar el comportamiento (a los efectos de la calificación del concurso) de miembros del Consejo de Administración frente a los cuales ninguna pretensión se ha deducido por administración concursal y Ministerio Fiscal. Los recursos critican dicho criterio afirmando, de un lado, que obviar cualquier razonamiento sobre el carácter de administrador de hecho del Ayuntamiento de Alicante supone infracción del art. 218 LEC, pues ha sido un tema reiteradamente planteado y la sentencia, aún cuando, y ciertamente, al no haber sido demandado, no pueda considerarlo como persona afectada por la calificación, sí que debería haber tenido en consideración ese carácter a fines exculpatorios pues, en definitiva, " su actuación dominaba por completo " la de los miembros del Consejo de Administración. Desde luego, no existe la infracción denunciada, pues la sentencia aborda, suficiente y correctamente, esta cuestión en sus apartados 6, 85 y 86. Lo que, en definitiva, plantean los ahora apelantes es que la condición de administrador de hecho del Ayuntamiento de Alicante (caso de haber sido probada -que no lo ha sido-, aspecto no abordado en la resolución recurrida por no haber sido demandado ni intervenido en el procedimiento) excluiría la responsabilidad de los miembros del consejo de administración, por tener aquél un dominio absoluto de la marcha y gestión de la sociedad. No debemos más que reiterarnos en los razonamientos del apartado 86 de la sentencia apelada, que ahora concretamos: a) en principio, es compatible que, al mismo tiempo, se considere como personas afectadas por la calificación a administradores de hecho y de derecho (art. 164.1 y 172.2.1º LC), pues la responsabilidad del administrador de hecho no excluye, per se, la del otro; b) de existir, la responsabilidad de ambos de ambos administradores sería solidaria, salvo que la concreta actuación fuera imputable a uno sólo de ellos, o a uno en mayor medida que el otro; c) la responsabilidad del administrador de derecho, que reconoce ser un mero "títere" del administrador de hecho, deriva también de esta misma circunstancia (reveladora, cuanto menos, de gran dejación y negligencia, pues supone de entrada la deliberada elusión de las obligaciones que impone el cargo de administrador), por cuanto favorece la actuación oculta de aquél, al permitirle, de modo consciente, activo y continuado, actuar como tal administrador de modo invisible a los ojos de terceros. 38 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH En el caso que nos ocupa, ni se ha probado que el Ayuntamiento de Alicante fuera el administrador de hecho de LUCENTUM ni, mucho menos, que su alegada actuación como tal anulara por completo la de los apelantes, cuya responsabilidad habría de darse también conforme a lo anteriormente dicho. En segundo término, se ha planteado que al dirigir la administración concursal y el Ministerio Fiscal su atención, en sus respectivos informes en sede de calificación, contra algunos de los integrantes del consejo de administración y no contra otros, supone que a éstos " les ha tocado la lotería ", constituyendo tal discriminación una " injusticia ". La sentencia da cumplida respuesta en su apartado 77: la administración concursal y el Ministerio Fiscal disponen de libertad para articular, del modo que tengan por conveniente, sus respectivos informes, determinando las personas que, por su actuación e intervención en los hechos relevantes, consideran merecedoras de la condición de afectadas por la calificación. Sin que, en cualquier caso, ello exima de responsabilidad al " elegido " (en dicción de la sentencia). TERCERO. Sobre las irregularidades contables relevantes.Los distintos recursos presentados discrepan de la valoración del juzgador a quo, negando, en primer término, que existan las irregularidades advertidas en la sentencia apelada y, en segundo lugar, que sean relevantes. Abordaremos, a continuación, las cuestiones que aquéllos plantean, efectuando, con carácter previo, unas breves disquisiciones sobre la causa de culpabilidad que nos ocupa. En nuestra Sentencia de 26 junio del 2014 (reiterando otras anteriores, como la Sentencia 20 diciembre 2012) ya razonábamos al respecto que la causa de calificación del concurso como culpable ante la que nos encontramos exige: a) Una irregularidad en la contabilidad; irregularidad que, en un sentido amplio, podría entenderse como una infracción de los principios y normas de contabilidad generalmente aceptados y, de modo más estricto, en una infracción legal sobre la forma de llevanza de dicha contabilidad. b) La relevancia de la irregularidad, que ha de ser valorada únicamente desde la perspectiva de que dificulte o impida la comprensión de la situación patrimonial o financiera de la sociedad. 39 Debemos precisar más aún el concepto de " irregularidad relevante ". A nuestro criterio, deben destacarse los siguientes elementos: a.-) material: una información o una falta de información derivada de la contabilidad del deudor que no se corresponde con la realidad de una operación económica; b) cuantitativo: esa discordancia entre la contabilidad y la realidad económica debe traducirse en unas diferencias económicas importantes, por lo que se excluirán las diferencias de escasa cuantía atendiendo al volumen del conjunto de operaciones del concursado; c) cualitativo: debe afectar a elementos determinantes para conocer la verdadera situación patrimonial y financiera del concursado, por lo que se excluirán las irregularidades que no alteran de forma determinante la información sobre la verdadera situación patrimonial y financiera. Este motivo de culpabilidad está huérfano de elemento subjetivo alguno (aún cuando generalmente vaya acompañado de intencionalidad) pues se hace depender, exclusivamente, de datos objetivos: irregularidad y relevancia para la comprensión de la situación patrimonial o financiera de la sociedad. También es ajeno a la causa que ello haya generado o agravado el estado de insolvencia de la sociedad. Por último, a la hora de valorar la información contable en relación a la causa de responsabilidad de que se trata, hemos de tener en cuenta que, como señaló la STS de 21 de mayo de 2012, la calificación de culpabilidad en el caso de los supuestos contemplados en el número dos del artículo 164 LC, no depende de la conducta dolosa o gravemente culposa del deudor o de sus representantes legales que hubiera producido como resultado la generación o la agravación de insolvencia del concursado pues en el caso del número dos del 164 LC "...la calificación es ajena a la producción de ese resultado y está condicionada a la ejecución por el sujeto agente de alguna de las conductas descritas en la propia norma ". Y añade la Sentencia que " contiene este segundo precepto el mandato de que el concurso se califique como culpable "en todo caso (...), cuando concurra cualquiera de los siguientes supuestos ", lo que constituye evidencia de que la ejecución de las conductas, positivas o negativas, que se describen en los seis ordinales del apartado 2 del artículo 164, basta para determinar aquella calificación por sí sola - esto es, aunque no hubieran generado o agravado el estado de insolvencia del concursado o concursada, a diferencia de lo que exige el apartado 1 del mismo artículo - ". 40 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH Las dos irregularidades contables relevantes que considera la sentencia recurrida son: a) La inclusión de subvenciones pendientes de cobro por importe de 334.000 € . En las cuentas del ejercicio 2008/2009, epígrafe " otros ingresos de explotación ", de la cuenta de pérdidas y ganancias abreviada, se incluyeron dos subvenciones pendientes de cobro, por un importe total de 334.000 € : una, de 240.000 € , concedida por la Agencia Valenciana de Turismo, y otra, de 94.000 € , del Patronato Municipal de Deportes. Se partía, pues, de que dichas subvenciones se habían concedido en dicho ejercicio, aún cuando no se hubieran todavía cobrado. La sentencia reprocha la ausencia de soporte documental que permita verificar su concesión y devengo en ese ejercicio, aún cuando el auditor haya expuesto que una de ellas (la de la Agencia Valenciana de Turismo) apareciera como cobrada al año siguiente y, la otra, que estaba embargada por la AEAT, pues ello no acredita que, en el ejercicio citado, las tuviera concedidas. Es posible, añade, que existiera un compromiso de concesión de esas subvenciones, pero no estaban concedidas, lo que vulnera el principio del devengo del art. 38 del Código de Comercio. Consideramos que la irregularidad existe por cuanto se computaron como ingresos unas cantidades, importantes, que no se habían recibido en ese ejercicio y sobre las que sólo se tenía una perspectiva, más o menos fundada, de que se concederían y pagarían en el futuro. Contabilizar ese ingreso inexistente supone, como mínimo, altera el principio de devengo del art. 38 del Código de Comercio y los principios generalmente aceptados en contabilidad (resolución ICAC de 20 de octubre del 2008), en el sentido de que, para contabilizar una subvención, es preciso que se haya seguido el procedimiento establecido a tal fin (solicitud, tramitación y concesión) y que exista, pues, el documento de resolución en que así conste. A mayor abundamiento, si la subvención no se había concedido a la fecha de cierre del ejercicio y se contabilizó como ingreso, se produce una alteración del principio contable del devengo establecido en la primera parte del PGC, RD 1514/2007 (" los efectos de las transacciones o hechos económicos se registrarán cuando ocurran, imputándose al ejercicio al que las cuentas anuales se refieran (...) con 41 independencia de la fecha de su pago o de su cobro "), pues no hubo hecho económico alguno que registrar. En el Informe de Auditoría de las cuentas anuales abreviadas del ejercicio social cerrado a 30 de junio del 2009 (elaborado por encargo de la ACB, Asociación de Clubs de Baloncesto, y firmado por el GABINETE TÉCNICO DE AUDITORÍA Y CONSULTORÍA, SA, en fecha 14 de enero del 2010) ya se hacía constar que no había documentación suficiente que permitiera verificar la concesión y devengo, en el ejercicio 2008-2009, de las subvenciones pendientes de cobro contabilizadas como otros ingresos de explotación. En definitiva, nos encontramos ante un dato contable que no se correspondía con la realidad, basado exclusivamente en la esperanza de que se cumplieran los compromisos asumidos por las entidades concedentes, en el sentido de que la subvención se concedería y pagaría. b) Ausencia de provisión de 365.000 € para la cobertura de deudas tributarias en el pasivo. La norma de registro y valoración 15ª, Provisiones y contingencias, del PGC, RD 1514/2007 establece, en su número 2 (Valoración) que " de acuerdo con la información disponible en cada momento, las provisiones se valorarán a la fecha de cierre del ejercicio por el valor actual de la mejor estimación posible del importe necesario para cancelar o transferir a un tercero la obligación... ". Se alega que los administradores hicieron " la mejor estimación posible " con la cantidad que efectivamente provisionaron y que aparece en tal concepto en las cuentas anuales, que fue la de 487.457 € En el informe de auditoría a que anteriormente se ha hecho referencia, se apreciaba el defecto de provisión por importe de 365.400 € . Desde luego, la importancia cuantitativa del "error" que se ha aducido (y que fue ya subsanado en las cuentas del ejercicio 2009- 2010) pone de manifiesto, a nuestro entender, la existencia de la irregularidad contable que nos ocupa. c) Sobre la relevancia.En el informe de auditoría a que venimos haciendo referencia, " excepto por las salvedades descritas en los párrafos 4 y 5 (...) las cuentas anuales abreviadas 42 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de LUCENTUM... ", con lo que queda también claro ello se consigue ignorando aquéllas salvedades, que son las relativas al tema de la subvención y de la falta de provisión para la cobertura de deudas tributarias. De otra parte, el mismo informe pone de manifiesto que, con las dos citadas salvedades, la sociedad se encontraría en causa de disolución prevista en el art. 260.1.4 TRLSA. La resolución recurrida, en un contundente punto 29, y con criterio compartido por el Tribunal, razona la relevancia de las dos irregularidades analizadas, no sólo por sus magnitudes cuantitativas, sino por impedir, tanto de modo conjunto como separado, una " comprensión cabal de la situación patrimonial y financiera de la sociedad", pues sólo corrigiendo el pasivo con los 365.000 € omitidos, el patrimonio neto se habría reducido por debajo de la mitad del capital social, con lo que la sociedad estaría en causa de disolución. Circunstancia que se agravaría si en el pasivo no se hubieran contabilizado las subvenciones que no se ha acreditado que estuvieran concedidas. Y, desde luego, que de las cuentas resultara claramente que la sociedad se encontraba incursa en causa de disolución, no es cuestión baladí, a los efectos del conocimiento, por parte de terceros, de la auténtica situación financiera y patrimonial de aquélla. CUARTO. Sobre el retraso en la solicitud de concurso.En el fundamento de derecho quinto de la sentencia apelada, el magistrado de instancia considera que se produjo un retraso en la presentación de la solicitud de concurso (arts. 165 en relación al art. 5 LC), efectuando los siguientes razonamientos de interés: a) La administración concursal ha mantenido que cuando se presentó la solicitud de concurso (noviembre del 2011), la sociedad ya estaba en situación de insolvencia, cuanto menos, desde el final de la temporada 2008-09 (junio 2009), lo que resulta de: i) la existencia de un fondo de maniobra negativo desde entonces, sin que el ascenso a la ACB supusiera una mejora de la situación, sino más bien al contrario, pues se produjo un mayor volumen de pérdidas, con agravamiento de la insolvencia; ii) deudas significativas con trabajadores, AEAT y TGSS; y iii) estar incursa en causa de disolución desde esas fechas. La demora en la presentación de la solicitud supuso un agravamiento de la insolvencia en más de seis millones de euros. 43 b) La respuesta de la sentencia a dichos argumentos ha sido: i) es un error equiparar el estado de insolvencia (definido en el art. 2.2 LC, como el estado del deudor que no puede cumplir regularmente las obligaciones exigibles, que se desprende, salvo prueba en contrario, con la acreditación de la concurrencia de un hecho revelador de insolvencia (art 18 LC) con el hecho de estar incursa la sociedad en causa de disolución; ii) la existencia de un fondo de maniobra negativo desde la finalización de la temporada 2008-2009 (que se mantuvo en las dos siguientes) no basta para afirmar y datar la insolvencia, pues aquél no es más que una de las magnitudes habitualmente empleadas por los economistas para " medir la distancia a la insolvencia que desemboca en la situación concursal ", pues evalúa la liquidez a corto plazo y la posibilidad de pagar a los acreedores en el mismo; habiendo podido la administración concursal, en tanto ha examinado con todo detalle la contabilidad de la sociedad, fijar, tomando como base dicho examen, la fecha en que se produjo la insolvencia; iii) con relación a las deudas más significativas, apuntadas por la administración concursal, ciertamente revelan un incumplimiento generalizado de obligaciones especialmente cualificadas, aún cuando con posterioridad, en el 2010, se concediera su aplazamiento. c) De lo anterior, el juzgador concluye que, al cierre del ejercicio 2008-2009 (junio 2009), la sociedad ya se encontraba en situación de insolvencia actual, lo que se ve corroborado por el mencionado fondo de maniobra negativo (de casi tres millones de euros) y por el reconocimiento de serios problemas de pago por ausencia de liquidez, reconocido por varios consejeros en el acto de la vista. d) Una vez que la demora en la presentación de la solicitud de concurso se ha considerado existente, no se ha conseguido la prueba (cuya carga correspondía a los demandados) de que aquélla no implicó una agravación de la insolvencia; más bien, al contrario, el retraso agravó esa situación. Los diferentes recursos presentados rebaten, desde distintas perspectivas, los extensos razonamientos vertidos en el citado fundamento de derecho de la sentencia apelada, haciendo hincapié en detalles o aspectos que, según se dice, habrían de conducir a considerar que la solicitud de declaración de concurso se produjo dentro del plazo legal, una vez constatada la situación de insolvencia de la sociedad. 44 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH Confirmaremos el criterio mantenido en la primera instancia, reiterándonos en los razonamientos anteriormente expuestos, destacando, de cualquier modo, algunos aspectos de especial interés. La fecha en que se data la situación de insolvencia es correcta y deriva de una pluralidad de circunstancias de entidad, que confluyen en señalar el cierre del ejercicio 2008-2009 (que tuvo lugar en junio del 2009) como el momento en que la sociedad ya no se encontraba en condiciones de atender el pago de las deudas exigibles, por más que la grave situación se intentara "parchear" con distintas medidas que no consiguieron evitar lo que se ya desde entonces se antojaba inevitable. Así, de un lado, el fondo de maniobra negativo del ejercicio 2008-2009 alcanzaba casi los tres millones de euros (en el ejercicio siguiente se incrementó a más de cuatro millones y medios, para descender a casi cuatro millones en el ejercicio 2010-2011). Ello revela que las medidas adoptadas fueron inanes, a la vista de la grave situación financiera de la sociedad). No se puede desconocer la gran importancia que ha de darse al parámetro del fondo de maniobra negativo; importancia que también le otorgó la propia sociedad cuando, en la solicitud de declaración de concurso, hacía referencia al fondo de maniobra negativo del último ejercicio para fundar su situación de insolvencia. El fondo de maniobra negativo suele definirse como el montante de recursos financieros permanentes que están invertidos en el activo circulante, es decir, los recursos permanentes que necesita una sociedad para desarrollar su ciclo de explotación. En términos generales, un fondo de maniobra negativo implica dificultades de liquidez, ya que para poder hacer frente a las obligaciones de pago a corto plazo, la empresa podría tener la necesidad de vender una parte de sus activos fijos. En el caso que nos ocupa, el fondo de maniobra negativo, como elemento ya de por sí harto significativo, se vio acompañado del impago de obligaciones especialmente relevantes, como fueron las cotizaciones a la Seguridad Social y obligaciones tributarias diversas. Y, por último, y también como aspecto a destacar, la situación de iliquidez y de imposibilidad de hacer frente a las obligaciones exigibles era conocida por los miembros del Consejo de Administración, como se pone de manifiesto en las distintas actas obrantes en el procedimiento, donde, a título de ejemplo: i) reunión de 30.6.08, Sra. Florinda "... resulta inviable cubrir gastos hasta el momento en que las aportaciones de 45 las Administraciones Públicas se hacen efectivas (...) serio problema para la gestión diaria de la sociedad... "; ii) reunión 20.10.08 "...el Presidente quiere hacer hincapié en los gravísimos problemas de tesorería por los que atraviesa la sociedad y que podrían resumirse (...) un problema inmediato de falta de liquidez motivado por un fallo en el planteamiento económico de la Comisión Ejecutiva (...) la Sra. Florinda sigue informando que el problema de liquidez actual es muy grave... "; iii) reunión de 24.2.09, "... El Sr. Presidente expone la urgencia de contar con la necesaria liquidez (...) la vicepresidenta Sra. Florinda informa que estima un déficit a final de temporada superior a los 700.000 € ... ". No constituyen óbice a las conclusiones alcanzadas que la sociedad, de modo sistemático (lo que, dicho sea de paso, es dato del que se colige la imposibilidad de pago al vencimiento, por falta de solvencia), solicitara el aplazamiento de las obligaciones que mantenía con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social, pues la solicitud de aplazamiento, sin resolución favorable al mismo (que tuvo lugar ya bien entrado el año 2010), no impide la exigibilidad de aquéllas. La técnica recurrente al aplazamiento revela, en unión de los hechos anteriormente reseñados, la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones tributarias y de la Seguridad Social a sus respectivos vencimientos, sin que sea dable considerar la mera solicitud de aplazamiento en una suerte de " escudo protector " que libere, y proteja, al deudor de la obligación de presentar en plazo legal la solicitud de declaración de concurso, cuando carece de medios para hacer frente a esas obligaciones, vencidas, líquidas y exigibles. También son irrelevantes las causas que motivaron la imposibilidad de pagar esas deudas cualificadas. Que, al final de la temporada 2008-2009, se consiguiera el ascenso a la ACB y existiera un lógico ambiente de euforia, en el que se preveía una salida a la importante crisis financiera, no es causa obstativa para el cumplimiento de las obligaciones legales, dándose los presupuestos para que éstas nazcan (art 5 LC). Por último, el agravamiento de la situación de insolvencia debido a la demora en la presentación de la solicitud resulta claramente de la contabilidad de la concursada y se ve confirmado por la circunstancia de que, final e inexorablemente, la situación empeoró y motivó la presentación de la solicitud de declaración de concurso. El informe elaborado por la administración concursal concluye que las continuas pérdidas generadas por el negocio (que se agravan 46 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH año tras año, sin una correlación con los ingresos ni con el patrimonio social), la sociedad estaba incursa en causa de disolución durante los últimos ejercicios anteriores a la solicitud de concurso, y que no tenía viabilidad alguna en el corto plazo. QUINTO. Sobre las personas afectadas por la calificación.La administración concursal y el Ministerio Fiscal han considerado, como personas afectadas por la calificación culpable, no a todos los miembros del consejo de administración del LUCENTUM sino solo a los miembros de su Comisión Ejecutiva, en el periodo comprendido entre el 29 de Noviembre de 2009 y la sesión de su consejo de administración de fecha 11 de Julio de 2011 (reunión en la que se acordó solicitar la declaración de concurso voluntario), al considerar que era dicha Comisión Ejecutiva a la que correspondía dirigir y gestionar la sociedad. La resolución recurrida ha excluido de tal condición a la Sra. Florinda y a la Sra. Montserrat en tanto eran meras representantes designadas por las mercantiles que ostentaban la condición de administradores (Propiedades Inmobiliarias Espacio, S.L. y Ciudad de la Luz, SAU. Ello no está incluido en el ámbito de la apelación. Entiende el juzgador de instancia que la demora en la presentación de la solicitud de concurso es imputable a la Comisión Ejecutiva, a la cual el Consejo de Administración había delegado todas las facultades -excepto las indelegables; de ahí que los considerados como afectados por la administración concursal sean responsables de los comportamientos que han generado la calificación culpable, pues, en primer lugar, formularon las cuentas que contenían las irregularidades contables y, en segundo término, incumplieron el deber de solicitar en plazo la declaración de concurso, siéndoles imputable la conducta pasiva del órgano colegiado del que formaban parte, pues ninguno de ellos adoptó actuación alguna tendente a que dicho órgano tomase la decisión de solicitarlo. En el año 2007, el Consejo de Administración del LUCENTUM acordó la formación de una Comisión Ejecutiva, que estaba compuesta por una parte de sus miembros, de modo que, en la práctica, era una suerte de "mini Consejo", al que se delegaron de manera permanente todas las facultades de aquél, excepto 47 las indelegables. De ese modo, los miembros de esta Comisión Ejecutiva eran también miembros del Consejo de Administración. Con ello, se facilitaba la marcha de la gestión social. Se ha probado (entre otros medios probatorios, las actas aportadas así lo revelan) que la Comisión Ejecutiva elaboraba los presupuestos del club, efectuaba los planteamientos económicos de la temporada, analizaba la situación económica y marcha financiera de la sociedad, trasladando sus criterios y propuestas al Consejo de Administración. Por tanto, y como bien dice la administración concursal en su escrito de oposición, los integrantes de esta Comisión asumieron, voluntariamente, un plus de responsabilidad respecto al resto de los miembros del Consejo. En la medida en que eran esos miembros los que proponían al resto de consejeros las cuentas anuales y no adoptaron iniciativa alguna en orden a la declaración tempestiva de concurso, dada la situación de insolvencia de la sociedad, conociéndola, como la conocían, está más que justificada su caracterización como personas afectadas por la calificación culpable En definitiva, ninguno de los argumentos vertidos en el escrito de interposición del recurso de apelación tiene entidad para que este Tribunal modifique el criterio y resolución adoptados por el juzgador de instancia, razón por la que, sin necesidad de mayores disquisiciones, y remitiéndonos en el resto a la mencionada resolución, se desestimarán los recursos interpuestos, con imposición de costas a los apelantes, al no apreciarse serias dudas de hecho o de derecho. SEXTO.De conformidad con el art. 208.4 LEC, toda resolución incluirá la mención de si es firme o cabe algún recurso contra ella, con expresión, en este caso, del recurso que proceda, del órgano ante el que deba interponerse y del plazo para recurrir. Así, de acuerdo con lo establecido en el art. 466 y Disposición Final 16ª LEC, contra las sentencias dictadas por las Audiencias Provinciales en la segunda instancia de cualquier tipo de proceso civil podrán las partes legitimadas interponer recurso de casación y/o extraordinario de infracción procesal, de los que conocerá, en su caso, el Tribunal Supremo, siempre que dicha sentencia sea recurrible en casación, por encontrarse en alguno de los casos previstos en el art. 477.2 LEC. Tales recursos deberán interponerse (téngase en cuenta que la 48 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH modificación introducida en la LEC por la Ley 37/2011, de 10 de octubre, de medidas de agilización procesal, publicada en el BOE del día 11 de octubre, suprime el trámite de preparación de todos los recursos devolutivos, que habrán, por tanto, de ser directamente interpuestos, en plazo y forma, de conformidad con la Disposición transitoria única, Procesos en trámite) ante el tribunal que haya dictado la resolución que se impugne dentro del plazo de veinte días contados desde el día siguiente a la notificación de aquélla, constituyéndose previamente depósito para recurrir por importe de 50 euros por cada recurso que se ingresará en la Cuenta de Consignaciones de esta Sección 8ª abierta en Banesto indicando en el campo "Concepto" del documento resguardo de ingreso, que es un "Recurso", sin cuya acreditación no será admitido (LO 1/2009, de 3 noviembre). ● Información del B.O.E. del día 12 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. - DECLARACIÓN DE CONCURSOS: BADAJOZ: 718/2015 ACEITUNERAS DEL GUADIANA, S.L. B06026942 (AC: María José Gallego Gallardo, [email protected]) BILBAO 2: LIMITADA 753/2015 HIRUVEST, B95548202 (AC: SOCIEDAD Martín DE Laucirica RESPONSABILIDAD Grupo Asesor, S.L., [email protected]) CÁDIZ 1: 1865/15 PLATOS PREPARADOS, S.L. B-11.732.310 (AC: Nuevos Proyectos de Financiación y Consultoría, SCP, [email protected]) CÁDIZ 1: 1865/15 PLATOS TERMINADOS, S.L. B-11.836.707 (AC: Nuevos Proyectos de Financiación y Consultoría SCP, [email protected]) CÁDIZ 1: 1865/15 M POLLO 2014, S.L. B-11.918.828 (AC: Nuevos Proyectos de Financiación y Consultoria scp, [email protected]) CÁDIZ 1: 1862/15 RESTAURACIONES TRISTÁN, S.L. B-11.865326 (AC: Nuevos Proyectos de Financiación y Consultoría, S.C.P., [email protected]) MADRID 2: 748/14 JUAN JOSÉ NIETO GODOY 51.686.688-F (AC: ANTONIO MUÑOZ PEREA, [email protected]) 49 MADRID 8: 716/15 INSTALADORA DE EQUIPOS SL B81486177 (AC: Carlos Romero Sanz de Madrid, [email protected]) MADRID 2: 541/2015 GERIÁTRICA NAVASOL, S.L. B-81100463 (AC: ABC ECONOMISTAS Y ABOGADOS CONCURSALISTAS, S.L.P.; Mario Moya de la Rubia, [email protected]) MADRID 11: 743/15 KV CONSULTORES DE INGENIERIA, PROYECTOS Y OBRAS, S.L. b-836 47 248 (AC: Gregorio de la Morena Sanz [email protected]) MADRID 11: 627/15 CLIMATIZACIÓN Y FONTANERIA AGEN, S.L. B84182377 (AC: ANTONIO CORTES BORGES, [email protected]) MÁLAGA 2: 1460/2015 LA REBANA, S.L.U. B-93163533 (AC: ANTONIO ENRIQUE UTREREA CONEJO electrónica [email protected]) PAMPLONA-IRUÑA 1: 405/2015 PANADERÍA HERRERÍAS, S.L. B31656176 (AC: JOSÉ LUIS VALERO CAPILLA [email protected]) PAMPLONA-IRUÑA 1: 337/2015 ARAIZ LOGÍSTICA Y DISTRIBUCIÓN, S.L. B31833684 (AC: Vicente Tabuenca Jiménez, [email protected]) TARRAGONA 1: 781/2015 3 INMOBILIARIA SAMSA, S.A. A-43008507 (AC: ABOGADOS, PSICÓLOGOS Y ECONOMISTAS, SLP, [email protected]) ZARAGOZA 1: 608/2015 – F HABITAT AUGUSTA, SOCIEDAD LIMITADA, SOCIEDAD UNIPERSONAL B50651058 (AC: Aliquota Abogados y Economistas, S.L.P., Enrique Ochoa Hita, [email protected]) ● Información del B.O.E. del día 11 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. - DECLARACIÓN DE CONCURSOS: ALMERÍA: 912/15 URBASUR ALCAZABA 2011, S.L. B-04727319 (AC: Elena Cira Barrera Sordo, [email protected]) BARCELONA 6: 656/2015-A ARALAN SERVICIOS Y PROYECTOS, S.L. B63420681 (AC: MUÑOZ DE GISPERT ESTUDIO LEGAL, S.L.P., [email protected]) BARCELONA 4: 623/2015j SALIR Y OCIO, S.L. B-64655004 (AC: Penta Legis, S.L.P. [email protected]) 50 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH BARCELONA 1: 771/2015A SIDONIE-ELYETTE DE LAPARRE DE SAINT SERNIN X00612131D (AC: Pedro Franco Corrons, [email protected]) CASTELLÓN 1: 372/2015 JOSÉ MARÍA MARTÍNEZ BENLLOCH Y AMPARO BADENES FERRERES 18918914B y 18925022R (AC: Jordi Mallol Escura, [email protected]) JAÉN: 1565/2015 EVIROIL, SLU B23556384 ADMINISTRADORES (AC: PÉREZ CAMACHO CONCURSALES, SLP, [email protected]) MÁLAGA 1: 1485/2015 O MAMMA MIA III, S.L., UNIPERSONAL B-29098837 (AC: Rosa Adela Vega Delgado, [email protected]) OVIEDO 2: 195/15 DAVIS RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ Y ALEJANDRA GARCÍA MONTES 11079363X, 11082147B (AC: José Antonio Martínez González, [email protected]) SEVILLA 1: 1893/2015 ALBERTO CEJAS CUEVAS 27.306.662-G (AC: ALBERTO GÁLVEZ SÁEZ, [email protected]) TOLEDO: 429/2015 ZAPARDIEL TENORIO, S.L. B45530839 (AC: CHAPTER 11 SERVICIOS CONCURSALES, S.L.P., Olga Forner Beltrán forner@marimon- abogados.com) VALENCIA 1: 1014/2015 PEDRO GÓMEZ ARÉVALO 73763847H (AC: Manuel Gutiérrez López, [email protected]) VALENCIA 2: 995/2015 TOP PHONE LEVANTE, S.L.U. B96634894 (AC: Irene Schuller Ramos [email protected]) VITORIA-GASTEIZ: 420/2015 PROMOCIONES GABAZARRA, SLU B01278787 (AC: Juan Carlos Izaga López de Arróyabe [email protected]) ● Art. 164.2.4º LC. Calificación del concurso. Concurso culpable. Alzamiento de bienes. Comisión de irregularidades contables relevantes. 4. Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza (s. 5ª) de 13 de octubre de 2015 (D. ANTONIO LUIS PASTOR OLIVER). [Ver esta resolución completa http://www.tirantonline.com/tol] 51 en Tirant On Line Premium. PRIMERO.- En el concurso de acreedores de "Panificadora Luisa S.L.", la acreedora "Dispropa S.L." interesó la calificación del mismo como culpable. Tanto la Administración Concursal (A.C.), como el Ministerio Fiscal realizaron tal petición. Las causas que esgrime la A.C. son todas las comprendidas en el art. 164-2 L.C., a excepción de la número 3, así como también todos los supuestos del art. 165. Los hechos y circunstancias que habrían de subsumirse en aquellas causas se podrían resumir en los siguientes datos. -Nunca aportó los documentos exigidos por el art. 6 L.C. -Se ocultó la contabilidad trasladándola a una nave de la que carecía acceso la A.C. -Es a partir de 2005, cuando "Panificadora Luisa" es adquirida por una tercera empresa cuya finalidad, incluso a través de otras terceras empresas, ha sido vaciar a la concursada. - Habla incluso de alzamiento de bienes. Y se refiere a tal situación con remisión expresa a las 7 acciones de reintegración concursal ejercitadas. Referidas fundamentalmente a activos principales de "Panificadora Luisa", como su nave y la maquinaria. Lo que hizo desaparecer el valor de la empresa como "unidad de producción" y el activo inmaterial constituido por la cartera de clientes. -La sociedad pierde en los últimos momentos de su existencia (2012-2013) su liquidez, apareciendo conceptos no justificados como el aumento paulatino de "otros gastos de explotación". -Relevante también el incremento palpable de las deudas de los socios y empresas del grupo para con "Panificadora Luisa". Concretamente D. Teofilo (administrador social) le adeuda 826.790,69 euros y la sociedad que la compró "Riveramila, S.L." 1,337.714,84 euros. -Sin embargo, un buen número de trabajadores de "Panificadora Luisa" se quedaron sin cobrar importantes sumas de sus derechos laborales. 52 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH -Hay un grupo de empresas, utilizadas para hacerse con el patrimonio de "Panificadora Luisa", sin que se posean datos contables que reflejen con precisión las operaciones vinculadas. Considera la A.C. que la declaración de culpabilidad afecta al administrador social, D. Teofilo y al administrador de hecho, D. Antonio. Y como cómplices D. Conrado y Dª Rosa. SEGUNDO.- Se opusieron a tal calificación D. Teofilo, D. Antonio, D. Conrado y Dª Rosa. El primero de ellos niega que las operaciones realizadas por "Panificadora Luisa" con otras sociedades fueran perjudiciales para la primera. De hecho se remite a las sentencias que examinan las acciones de reintegración, pues no todas eran firmes. Admite haber retirado fondos de "Panificadora Luisa", pero compensando lo que la sociedad le debía a él, la cuenta a favor de "Panificadora Luisa" no alcanzaba los 826.790,69 euros, sin 329.986,96 euros. Pero como "Panificadora Luisa" tenía créditos que no podía atender, lo hizo por ella "Panera Kreme S.A.", del grupo de empresas de la familia Teofilo, por un total de 330.070,04 euros. Por lo que nada adeuda el socio a la sociedad. Así consta en la contabilidad de 2013 que -dice- le ha sido remitida por correo electrónico a la A.C. Tampoco adeuda "Riveramila S.L." 1,337.714,84 euros a "Panificadora Luisa". A través de los avales que aquélla hizo a ésta se reduce tal cuantía. Asimismo, mediante la retirada de beneficios de "Panificadora Luisa" desde 2006 a 2012, que retiró D. Teofilo. Por tanto, la deuda de "Riveramila" sólo ascendería a 177.169,63 euros. D. Antonio niega los hechos que a él se le atribuyen pero, sobre todo, niega que dispusiera de capacidad decisoria respecto a las cuestiones financieras que se le atribuyen. En el mismo sentido las defensas de D. Conrado y Dª Rosa. TERCERO.- La sentencia de primera instancia ampara su declaración de culpabilidad en una serie de argumentos. Fundamentales son las decisiones en las diversas acciones de reintegración, cuyo contenido encuentra -a su vezamparo en los arts. 164 y 165 L.C.(además, por tanto, de en el art. 71 L.C.) 53 -Así, son firmes las sentencias que determinan que "Riveramilla SL" ha de devolver a "Panificadora Luisa" 1,337.714,84 euros retirados por aquélla de los fondos de ésta, sin que conste que tal operación hubiere beneficiado en nada a la condenada. -En idéntico sentido, D. Teofilo, por un total de 150.099,88 euros. -Asimismo, la transmisión de la nave de "Panificadora Luisa" a una tercera empresa, "Promociones El Pilar, S.L.", administrada por Dª Rosa, sin que en dicha operación la concursada obtuviera ningún beneficio, simplemente la pérdida de uno de sus principales activos (la nave donde fabricaba lo que vendía, lo que constituía su objeto social). Así lo ha ratificado este tribunal en su Sentencia 66/2015, de 6-2, que ha devenido firme. Razona así esta resolución:" SEXTO.- En cuanto al fondo de la cuestión existen dos circunstancias relevantes. Una primera, relativa al precio que "Promociones El Pilar" satisfizo para ampliar su capital social. Si concede a la transmitente de la nave en participaciones sociales el valor neto de la nave (valor de tasación menos deuda hipotecaria), no parece lógico, ni entra dentro del exigible equilibrio prestacional (ex. Art. 1274 C.c.) que, además, la aportante del inmueble (la concursada) se quede como deudora de la carga hipotecaria, cuyo valor ya se le había deducido al valorar su bien aportado. Con lo que el activo del concurso se ve minorado y, por ende, perjudicado. Antes de la operación discutida tenía en su patrimonio un valor de 118.500 euros (nave menos carga hipotecaria) y ahora tiene un valor de "-263009" euros (118.500 euros en participaciones sociales menos 381.509 euros de la carga hipotecaria). Amén de las dudas que puedan surgir respecto al valor real de las participaciones sociales de "Promociones El Pilar", sobre lo que -ciertamentenada se ha planteado. SEPTIMO.- En segundo lugar, el dinero de la venta de las participaciones sociales de la concursada no ha accedido al patrimonio de ésta. Reiterada la cuestión a lo largo del incidente, los interesados en acreditar que el precio de la venta de aquélla ha llegado a su destinataria no han realizado ningún esfuerzo en tal sentido. 54 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH Si bien es cierto que este segundo negocio jurídico no es el que pretende rescindirse, sino el que le precede. Ahora bien, no puede dejar de valorarse que Dª Rosa es administradora social de "Promociones El Pilar" (f. 19 y 112 de los autos) y a su vez, de "Daroca 3ZGZ" (de la que es titular real -f.243-). D. Teofilo es, a su vez, titular real de la concursada (f. 245). El lapso de tiempo entre la aportación de la nave industrial de "Panificadora Luisa" a "Promociones El Pilar" y la venta de esas participaciones a "Daroca 3ZGZ" es escaso (menos de tres meses). La consecuencia de esta rápida operación ha sido: 1.- Pérdida de la concursada de un activo trascendental bien para su funcionamiento, bien para su transmisión -en su caso- como unidad productiva. 2.- Sin contraprestación alguna. Pues el precio recibido, 118.500 participaciones sociales, no llegaron -tras su rápida venta- a contrarrestar ese desprendimiento de un activo inmobiliario. 3.- Perdido el bien sin contraprestación real, mantiene su condición de deudora del préstamo hipotecario. 4.- "Promociones El Pilar" obtiene una nave (si bien con la carga hipotecaria), a cambio de unas participaciones sociales que acaban en poder de "Daroca ZGZ" (de Dª Rosa), sin que conste real y efectivo pago del precio. Siendo la propia Dª Rosa administradora única de la beneficiaria de esta operación ("Promociones El Pilar"). -Idéntica realidad en cuanto al alquiler de la nave para producir el pan. La sentencia 101/2015 de 27-2 de esta sección 5 ª, firme al no haber sido recurrida, se expresa en los siguientes términos:" QUINTO.- El arrendamiento de la nave de la concursada puede analizarse desde un punto de vista aislado o a través de un enfoque general de un conjunto de operaciones llevada a cabo en el año 2013. La citada nave pertenecía a "Panificadora Luisa" desde 1980. En 2007 se obtiene un préstamo hipotecario que grava la citada nave. 55 Activo fundamental en el desarrollo del objeto social de aquélla (producción y elaboración de pan, bollería, etc). Estando aún sin satisfacer dicho préstamo a Bancantabria, se realizan los siguientes negocios juridicos: a)El 1-4-2013 se arrienda la nave a "Hornos 3000" (recientemente constituida, según admitió su administradora en el acto de la vista); b)El 4-4-2013(3 días después) la nave se aporta como capital social a "Promociones El Pilar", por un valor de 118.500 euros (118.500 participaciones sociales de 1 euro); c)El 1-7-2013 "Panificadora Luisa" vende sus participaciones a "Daroca ZGZ 2012 S.L.U., sin que ni las participaciones ni el precio de éstas hayan ingresado ni contable ni efectivamente en el patrimonio de la concursada; d)El 1-4-2013 se suscribió también un contrato de arrendamiento de la maquinaria que había en la nave con "Hornos 3000". Contrato de "maquila" lo calificó el representante de la concursada, Sr. Teofilo en el acto de la vista. Pues bien, la concursada se quedó sin la nave (pasó a "Promociones El Pilar"), se quedó sin la maquinaria y nunca cobró arriendo alguno, ni de la nave ni de la maquinaria. Y siguió apareciendo frente a la prestamista (Bancantabria) como deudora del préstamo". Y concluye: " SEXTO.- Las explicaciones que dieron en el acto de la vista los representantes legales de arrendadora, y arrendataria aún contribuyeron más a concluir que fueron contratos -entre ellos el locativo que ahora nos ocupa- sin ningún sentido. O con el de vaciar a la concursada de sus activos principales". -Similares razonamientos y consecuencias en cuanto al alquiler de la maquinaria (S. 83/15, de 17-2 de esta sección 5ª). Por todo ello, concluye la sentencia que ahora se apela, que se dan los supuestos del art. 164-2-4º, 1º-LC, así como el supuesto 2ª del art. 165 de la misma ley. Afectando a las consecuencias de dicha declaración de culpabilidad a D. Teofilo y a Dª Rosa, aunque en distinto grado. CUARTO.- Recurre D. Teofilo. Son dos los argumentos fundamentales que esgrime. En ningún momento hubo vaciamiento de la concursada, sino problemas comerciales al perder cuota de mercado y al no producir los efectos 56 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH deseados la delegación abierta en Madrid. Reconoce que sí retiró cantidades de las "Reservas Voluntarias", pero que él mismo satisfizo parte de las deudas que "Panificadora Luisa" iba acumulando al tener que acudir a financiación externa; en ocasiones eran sociedades del Sr. Teofilo las que realizaban pagos a las entidades crediticias. El segundo argumento, consiste en afirmar que las cuentas anuales se llevaron escrupulosamente. Sólo hubo retraso en las cuentas de 2013 al despedirse el personal de administración de "Panificadora Luisa". Pero que en febrero de 2014 se mandaron por correo electrónico las cuentas de 2013 a la A.C. QUINTO.- En cuanto al alzamiento de bienes de la concursada, las referidas sentencias dictadas con fines de reintegración dan buen cuenta del comportamiento de vaciamiento patrimonial de la sociedad. Baste remitirse a lo ya expuesto al efecto. Bienes de "Panificadora Luisa" que sin precio real pasan a formar parte del patrimonio de otras sociedades del Sr. Teofilo. Sin que exista explicación plausible al efecto. Es más, la prueba practicada en el acto de la vista abunda en este sentido. Las declaraciones de los empleados (ex-empleados de "Panificadora Luisa") son claros al respecto. Introducción de terceras empresas, ajenas hasta entonces a la concursada, que sin perder de forma anormal clientela, sí iba perdiendo liquidez y capacidad de maniobra financiera. Pero, según relatan los empleados de oficina, seguían las transferencias a "Riveramila" y al Sr. Teofilo. La cuenta de socios iba creciendo y dificultaba la financiación, afirmó el testigo, D. Ismael (proveedor de servicios financieros). Mientras dicho asesor actuó (hasta 2011) las cuentas de Zaragoza fueron positivas, unos beneficios entre 15.000 y 20.000 euros. Reiteró que el aumento de las cuentas de socios era cuestionada por los bancos y sí tenía relación con la descapitalización de la sociedad. Hasta que no se compró "Panificadora Luisa" por "Riveramila" en 2005, no necesitaba financiación externa. Contaba con una tesorería de 400.000 ó 500.000 euros, afirmó el asesor fiscal de la sociedad, Sr. Paulino, del que prescindieron en mayo de 2012, por discrepancias, ya que no le facilitaban datos contables del negocio de Madrid. 57 Tampoco el director comercial del centro de Madrid se explica por qué empezó a ir mal económicamente, cuando la facturación era suficiente para una marcha normal del negocio. Empezó a faltar liquidez. Valorado todo esto, ex art. 376 LEC, incide en la existencia de ese vaciamiento del patrimonio social. SEXTO.- Las irregularidades relevantes en la contabilidad (art. 164-2-1ª) exigen que dificulten el conocimiento de la imagen fiel del patrimonio social. Aquí es preciso partir de las afirmaciones del A.C., pues consisten básicamente en omisiones por parte de los responsables de "Panificadora Luisa". Es decir, no entregaron los documentos exigidos por el art. 6 L.C. No facilitaron la documentación contable que fue retirada de la oficina de "Panificadora Luisa". No se ha entregado documentación legalizada. La contabilidad de 2012 no estaba cerrada ni regularizada. La responsable de la contabilidad de "Panificadora Luisa", Dª Luz, ratificó esta situación. Cuando ella se fue en abril de 2013 las cuentas de 2012 no se habían cerrado. A los pocos días de irse de la empresa, una tal Salome de la sociedad "kilo de pan" se llevó la documentación contable a un local del Actur. Lo que parece coincidir con lo que expuso el antiguo asesor fiscal de la sociedad, Don. Paulino. En todo caso, el propio recurso de apelación recoge un comportamiento anómalo. Si el concurso se declaró en noviembre de 2013, sólo en febrero de 2014 -dice el recurso- se remitió por correo electrónico al A.C. la contabilidad de 2013. Lo que supone un periodo de más de tres meses sin que conste una aportación documental imprescindible. Correspondía, por tanto, a la concursada la prueba del comportamiento activo de colaboración (prueba del hecho positivo que contradice el negativo: art. 217 LEC). La documentación unida a la contestación del Sr. Antonio, recoge correos electrónicos en los que el A.C. reclama el 11-2-2014, el libro diario y los mayores y la documentación física que debiera de estar en "Panificadora Luisa". 58 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH Sin que conste que se haya cumplido tal requerimiento (C.D. unido a dicha contestación). SEPTIMO.- La ausencia de datos y documentos contables que impidan concretar y unificar la realidad de las cuentas formales se incardinan en el citado apartado 1º del art. 164-2 L.C. Constituyendo posesión iuris et de iure. La falta de colaboración también se infiere de dichos correos electrónicos, así como de las reiteradas comunicaciones que al respecto recoge la sentencia apelada en su página 13 in fine, el Auto de 2-1-2015, del juzgado. Extremos que no han merecido prueba de descargo de la parte ahora apelante. ● Arts. 164.2.1º y 6º y 165.1 LC. Calificación del concurso. Causas de culpabilidad. Comisión de irregularidad relevante en la contabilidad para comprender la situación financiera de la Sociedad. Simulación de una situación patrimonial ficticia. Retraso en la solicitud de concurso. 5. Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza (s. 5ª) de 8 de octubre de 2015 (D. ANTONIO LUIS PASTOR OLIVER). [Ver esta resolución completa en Tirant On Line Premium. http://www.tirantonline.com/tol] PRIMERO.- La Administración Concursal (A.C.) de la sociedad "Instalaciones Rigel S.L." (Rigel), instó la calificación del concurso como culpable en base a tres circunstancias: a) En las cuentas anuales de 2011 "Rigel" no depreció los créditos de dudoso cobro de varios de sus deudores, que estaban en concurso, lo cual hubiera modificado sustancialmente el resultado de dichas cuentas. b) En el mismo sentido, se hacen constar en tales cuentas unas existencias por un valor no comprobado y extrañamente alto, y 59 c) Retraso en la petición del concurso, pues desde el primer trimestre de 2012 ya hay ciertos impagos con la A.E.A.T. Desde septiembre del 2012 no se paga a la Seguridad Social (el perito de la concursada matizó que septiembre si se pagó, fue octubre el primer impago); y durante 2012 va creciendo la deuda con los clientes, sobre todo en el segundo y tercer trimestre de 2012. Y no solicitó el concurso voluntario sino en febrero de 2013. Por tanto, se ampara en los arts. 164-2-1 º; 164-2-6 º y 165 L.C. para instar la calificación como culpable del concurso. En el mismo sentido informó el Ministerio Fiscal. SEGUNDO.- Se opusieron la concursada y administradora. Respecto a la primera cuestión, la norma contable que cita la A.C. (Norma 8 P.G. para Pymes del R.D. 1515/2007) no establece una obligación de depreciación del 100% de créditos de dudoso cobro. El porcentaje es estimativo y prudencial. A 31-122011 los principales deudores de "Rigel" no estaban en concurso. Sí que dotó o provisionó el 14% de los créditos frente a "Codesport". El propio A.C. en su informe entendió viable la empresa y estimó un deterioro de los créditos de "Rigel" en 427.193,04 euros; pretendiendo ahora elevarlo al 100% de dichos créditos (1.247.978,43 euros). En cuanto a la segunda cuestión, las existencias, se debe a la forma de facturar este tipo de empresas pequeñas. Subcontratistas de obras. Lo hacen por unidades de obra y no por material, por lo que les resulta muy costoso hacer inventarios detallados. Sólo se hizo cuando se produjo el robo en sus instalaciones. Depreciándose a "0" por su escaso valor en el mercado. Cierto que no se ha podido examinar inventario detallado. Por fin, respecto al retraso en la petición de concurso, argumenta que durante 2012 se fueron pagando deudas, incluso se octuvo un préstamo de 150.000 euros que sirvió a tal fin y que modificó deudas a corto plazo en deudas a largo plazo, habiéndose reducido el pasivo corriente de 1.599.746,04 euros en 2011 a 1.421.386,71 euros en 2012. Aunque se aumenta el pasivo a largo plazo. En el cómputo de los dos pasivos (corriente y no corriente) se redujo en 2012 en 33.075,71 euros. Por lo que no se puede dar relevancia calificativa a que la petición del concurso hubiera sido en febrero de 2013. 60 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH TERCERO.- La sentencia de primera instancia estima la demanda, siguiendo la tesis del A.C. Recurre la administradora de la concursada a la que se declaró responsable del déficit concursal del 50%, reiterando lo expuesto en su oposición y amparándose en la prueba practicada. CUARTO.- Las causas que recoge la sentencia apelada suponen en los dos primeros supuestos una presunción iuris et de iure de culpabilidad. Es decir, si existió irregularidad relevante en la contabilidad para comprender la situación financiera de la Sociedad o si se simuló una situación patrimonial ficticia, el concurso habría de ser declarado culpable (art. 164-2-1 y 6 º) Pues bien, en el primer supuesto (falta de dotación o provisionamiento de deudas de dudoso cobro) el R.D. 1515/2007 de 16 de noviembre por el que se aprueba el "Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas empresas" recoge un principio que marca una pauta constante en la legislación contable, cual es el de la valoración lo más real posible de los activos. Es decir, conceptualmente se trata de las provisiones y cuentas de deterioro del valor. Recogen la pérdida de valor de un bien o derecho de cobro. Al igual que la amortización, la provisión es una cuenta de gasto que disminuye los beneficios o aumenta las perdida. Por ello los activos financieros en un principio pueden valorarse a precio de coste, hay que tener en cuenta el deterioro de su valor a fin de dar una imagen fiel de la situación patrimonial. Entre los supuestos clásicos de deterioro de valor de un activo están los creditos de dudoso cobro. Cierto que la legislación contable no exige un porcentaje concreto. Por ello resulta necesario aplicar el principio de prudencia, en relación con el concepto de valor razonable del activo deteriorado. "Rigel" únicamente deterioró el valor del crédito de "Codesport" en un 14 %. Pero no tuvo en cuenta los impagos de "Bruesa" y de "Al Sail", ciertamente menores que los de la primera Es preciso tener en cuenta que las deudas "Codesport" eran de 2010 y 2011 y alcanzaban cerca de 1.000.000 de euros. Cierto que a 31-12-2011 ninguna de esas empresas estaban en concurso de acreedores. Pero, tanto "Codesport" como "Instalaciones Industriales Codesport" 61 fueron declarados en concurso en febrero y marzo de 2012. Y, como declaró el asesor fiscal de "Rigel", D. Marcelino, "Codesport" daba pagarés a 200 días. Por tanto al elaborar las cuentas anuales "Rigel", antes del 31-3-2012 debió de haber valorado estas circunstancias. Por lo que este tribunal considera que el deterioro de valor recogido en los cuentas de 2001 fue escaso. Aún aceptando la minoración que dio en su informe el A.C. (427.193,04 euros según el perito de la demanada) y teniendo en cuenta que ya se deterioró ese activo en las cuentas en 137.761,14 euros), el deterioro a añadir en las cuentas sería de 289.431,9 euros, lo que -- evidentemente-disminuiría los benficios, que de ser 6.593,32 euros, pasarían a ser pérdidas. Con estos datos, los fondos propios de la empresa aún serían positivos, gracias al importante volumen de las reservas. No obstane lo cual, sí considera este tribunal que la irregularidad es relevante para conocer por las cuentas anuales de 2011 la verdadera situación patrimonial de la sociedad. QUINTO.- En cuanto a la existencias, ciertamente que no hay una explicación plasible de la cuantía recogida en las cuentas de 2011. Aceptando los 170.000 euros en que se valoran las mismas como consecuencia del robo sufrido por la empresa, no hay dato alguno que permita elevar esa cifra en más del doble. El robo tuvo lugar el 9 de marzo de 2011, por lo que no se explica que entre esa fecha y el 31-12 del mismo año se hubieran duplicado aquéllas. Y la prueba de ello le correspondía a la concursada, ex Art. 217 L.E.C. Por lo que también se da el supuesto de situación patrimonial ficticia. En este sentido la S. 36/2014 de 13-2- de esta secc. 5º de la A.P. de Zaragoza. SEXTO.- Por lo que atañe al retraso en la solicitud del concurso, el art.165 L.C. constituye un supuesto de presunción iuris tantun de culpabilidad, de tal manera que permite la prueba en contra de los hechos recogidos en el art. 165 como causa u Origen de la "culpabilidad", así como la inexistencia de dolo o culpa grave del administrador social, o la irrelevancia de la extemporaneidad en la agravación de la insolvencia. El Art, 5 L.C. exige presentar la solicitud del concurso dentro de los 2 meses posteriores a la fecha en que se hubiera podido conocer la insolvencia por parte 62 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH de la concursada. Y el art. 2 considera que hay insolvencia por el incumplimiento generalizado de obligaciones de pago corriente del deudor o el del impago durante tres meses anteriores a la solicitud de cuotas de la seguridad social, obligaciones tributarias exigibles y de retribuciones laborales. SEPTIMO.- Pues bien, esa presunción obliga al concursado a probar que los presupuestos de la culpabilidad no se dan. Ausencia de culpa o negligencia grave, irrelevancia del retraso en la creación o agravación de la insolvencia e inexistencia de los hechos que configuran los elementos objetivos del tipo (S.T.S. de 1-4-2014, SAP León, secc. 1ª, de 11-12-2013 y Secc. 5ª Zaragoza 174/14, de 29-5). Cierto que, según el A.c. desde el primer trimestre de 2012 existen impagos a acreedores (no constan más datos al respecto, pero también a la A.E.A.T. (sin mayores precisiones). Pero sí que consta que en octubre, noviembre y diciembre del 2012 no se pagaron las cuotas de la Seguridad Social. Este dato, unido al resto de datos genéricos sí se permiten hablar de insolvencia. La cuestión deriva ahora en determinar el día en que la sociedad pudo conocer que estaba en esa situación. Que no es la misma que la que provoca la disolución social. Pues bien, si a esto añadimos la realidad de los concurso de acreedores de quienes constituían el principal activo de la sociedad en el primer trimestre de 2012, sí se puede concluir que ya en aquella fecha las dificultades de pago de "Rigel" eran relevantes (en abril de 2012 se publicó la declaración de concurso de "Codesport"). Es verdad que con unas cuentas que no reflejaban la imagen fiel de la sociedad, se obtuvo un préstamo de 150.000 euros, lo que aumentó la liquidez, reduciendo deudas "a corto" y aumentando las "a largo plazo". Y que obtuvo liquidez (no cuantificada) al recuperar el IVA de sus deudores concursados (facturas rectificativas). Todo lo cual sí origina dudas sobre si la no solicitud de concurso en 2012 agravó la insolvencia. A tal fin sólo tenemos los datos que proporcionan el perito de la concursada, según el cual la insolvencia no se agravó sino que se redujo (pag. 63 10 del informe pericial) en unos 33.000 euros (teniendo en cuenta las deudas a largo y a corto plazo). Un fondo de maniobras negativo (admitido por el perito de la demandada, pág. 9), implica insolvencia, pues alude a la capacidad de una empresa para poder atender sus pagos a corto plazo. Ahora bien, habrá que comparar ese concepto con una realidad: la reducción de la deudas sociales. ¿Resulta esta conclusión suficiente para entender que el retardo en pedir la declaración del concurso no agravó la insolvencia, destruyendo así la presunción de culpabilidad?. OCTAVO.- Entiendo este tribunal que sí. Pues una cuestión es la relativa a la inexactitud de las cuentas (aun relevante) y otra que ello y sus derivaciones hayan agravado la insolvencia. En este sentido la reciente S.A.P. Barcelona, secc. 15; 116/15, de 13-5. ● Art. 164.2.1º LC. Calificación del concurso. Concurso culpable. Comisión de irregularidades contables relevantes. 6. Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza (s. 5ª) de 23 de septiembre de 2015 (D. Alfonso María Martínez Areso). [Ver esta resolución completa en Tirant On Line Premium. http://www.tirantonline.com/tol] SEGUNDO.- Causas de calificación examinadas Frente a la existencia de diversas causas de calificación, la resolución recurrida ha procedido al examen únicamente de las que han resultado acogidas, las del nº 2º del art. 164.2 de la LC y la del n º 2 del art. 165 de la misma norma. Las partes actoras se han aquietado a la sentencia recaída sin interesar el examen del resto de las pretensiones, por ello es de plena aplicación al caso la sentencia de 1 de abril de 2014 del TS que estableció que: 64 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH " 1.- El art. 172.1 de la Ley Concursal establece: «La sentencia declarará el concurso como fortuito o como culpable. Si lo calificara como culpable, expresará la causa o causas en que se fundamente la calificación». Se exige por tanto no solo que la sentencia declare el concurso culpable, sino también que exprese la causa o causas en que se fundamente la calificación. 2.- Esta exigencia supone que la sentencia ha de exponer con suficiente claridad los hechos relevantes para que el concurso pueda ser calificado como culpable, así como expresar cuáles son las causas en que se fundamente la calificación, pues respecto de cada una de ellas pueden derivarse pronunciamientos diferentes que afecten a distintas personas. Pero no supone una exigencia formal de que esa causa o causas hayan de estar expresadas en el fallo de la sentencia o que este contenga la cita de todos y cada uno de los preceptos en los que encuadrar las causas, siempre que se contengan en la fundamentación jurídica con suficiente claridad. La sentencia de primera instancia no abordó correctamente la expresión de las causas de que el concurso se calificara como culpable. A la vista de la exigencia contenida en el art. 172.1 de la Ley Concursal, no es acertado que deje de valorar la concurrencia de causas determinantes del carácter culpable del concurso porque baste la concurrencia de una causa para que el concurso sea calificado como culpable, ni que el fallo declare culpable el concurso «al concurrir al menos el supuesto del art. 165.1º LC » (énfasis añadido). Ha de considerarse que la pretensión formulada en el informe de la administración concursal o en el dictamen del Ministerio Fiscal no consiste solamente en que se declare culpable el concurso, sino en que se declare culpable por determinadas causas. Dependiendo de que el concurso se declare culpable por unas u otras causas, las personas afectadas por la calificación y los cómplices pueden variar, y también pueden ser diferentes las consecuencias de la calificación del concurso como culpable (duración de la inhabilitación, alcance de las condenas a la pérdida de derechos como acreedores concursales o de la masa, a la devolución de los bienes o derechos obtenidos indebidamente del patrimonio del deudor o recibidos de la masa activa, a indemnizar los daños y perjuicios causados o a la cobertura del déficit concursal) y afectar a distintas personas. Como explicaremos, tal cuestión tiene trascendencia a efectos de la apelación de la sentencia. 65 No obstante, ni la administración concursal ni el Ministerio Fiscal recurrió la falta de pronunciamiento de la sentencia sobre otras causas de calificación del concurso como culpable alegadas en sus respectivos informe y dictamen. ... 3.- La necesidad de que la sentencia que califique el concurso exprese no solo que el concurso se considera fortuito o culpable sino también, en este segundo caso, que exprese la causa o causas en que se fundamente tal calificación, supone que la sentencia de apelación no puede añadir causas determinantes del carácter culpable del concurso a las expresadas en la sentencia de primera instancia si así no lo pide la administración concursal o el Ministerio Fiscal mediante un recurso de apelación o una impugnación de la sentencia que haya sido recurrida de contrario". Por tanto, el debate en esta instancia queda limitado a la existencia o inexistencia de las causas fijadas en la resolución recurrida y a la sola vista del material probatorio existente en la causa. TERCERO.- Causas de la calificación Parece que fue asumida como causa de calificación en la sentencia de la instancia la de la art. 164.2.1º, esto es, la existencia de irregularidades contables relevantes en la contabilidad del concursado, así como la falta de colaboración con la Administración Concursal (AC en adelante). El examen de la prueba practicada muestra que de la misma resulta que el demandado Sr. Jorge fue requerido al efecto en varias ocasiones lo largo del concurso, según consta en la documentación acompañada por la AC con su demanda de calificación, desde su declaración -28 de mayo de 2013- hasta días antes de la emisión del informe de calificación por la AC; en ninguna de estas ocasiones aportó la información contable solicitada. De otra parte, el acta notarial de 6 de noviembre de 2014 acompañada por el recurrente no cumplió la función de aportar la documentación, pues se limita a hacer constar que en el domicilio social de la sociedad existe una ingente documentación de naturaleza contable, sin que esta afirmación de fedatario público sirva para mantener que el demandado cumplió con los diversos requerimientos solicitados a los efectos interesados, pues lo importante era la entrega de la documentación contable 66 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH exigida como de llevanza obligatoria por el art. 25 y ss. del Código de Comercio -Libro de Inventarios y Cuentas Anuales, con sus balances de comprobación trimestrales, y el inventario de cierre de cada ejercicio y el Libro Diario-. Ninguno de estos libros consta ni entregado a la AC, ni aportado a autos. A estos libros pudieran añadirse la justificación documental que se estimase conveniente, pero ni constan entregados, ni siquiera que existan en el presente supuesto tales documentos. Tampoco cumplen función sustitutiva alguna de los mismos las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil y que a lo largo de los correos cruzados entre las partes constan entregadas. Lo anterior supone la concurrencia de las dos causas de calificación por las que vino condenado el recurrente. De una parte, la inexistencia de contabilidad social, por más que se haya acumulado una ingente documentación contable y técnica por la sociedad, pero la reconstrucción de la evolución de la situación económica y contable y la expresión de su imagen fiel se realiza y plasma frente a terceros a través de la oportuna y preceptiva contabilidad exigida por el Código de Comercio y las leyes especiales que no consta exista en el presente supuesto. Vistos los requerimientos de la AC practicados en el presente supuesto a lo largo de la tramitación del concurso, y dado que la obligación de llevar la contabilidad viene englobada dentro del deber de diligencia de todo administrador, ha de reputarse que la carga de su llevanza corresponde al administrador social y su falta de aportación previa al juicio o incluso en la presente pieza determina la existencia de la causa de culpabilidad por la que vino imputado. De otra parte, la falta de colaboración del administrador social con la AC es una causa de calificación; en el presente caso existió cierto trabajo en común entre administrador y AC, en especial a la hora del pago de los créditos contra la masa, principalmente laborales, que se tornó en silencio y reticencias cuando se le interesó información contable, conforme a los requerimientos que muestran los documentos acompañados al informe de calificación de la AC, lo que determina claramente la concurrencia de la causa del art 165.2 de la LC -no facilitar la información necesaria y conveniente para el interés del concurso-, en este caso la aportación de la contabilidad o la declaración de que esta en los términos legales en que la hemos configurado no existía. Por tanto se dan las causas de calificación denunciadas. 67 Sentado lo anterior, la causalidad de la insolvencia deviene irrelevante, en cuando como ha declarado reiteradamente el TS, citado en nuestra sentencia de fecha 15 de abril de 2014 en los siguientes términos: "El TS se ha pronunciado al respecto, estimando con relación a los arts. 164.2 y 165 de la LC que la mera realización de los actos típicos descritos suponen la existencia de causa de culpabilidad con transcendencia sobre la insolvencia a título de dolo o culpa grave. Valga a estos efectos las declaraciones realizadas en la sentencia de fecha 21 de mayo de 2012 al declarar que: "En la sentencia 644/2011, precisamos que la Ley 22/2003 sigue dos criterios para describir la causa por la que un concurso debe ser calificado como culpable. Conforme a uno -el previsto en el apartado 1 de su artículo 164 -, la calificación depende de que la conducta, dolosa o gravemente culposa, del deudor o de sus representantes legales o, en caso de tratarse de una persona jurídica, de sus administradores o liquidadores, de hecho o de derecho, hubiera producido como resultado la generación o la agravación del estado de insolvencia del concursado. Según el otro -previsto en el apartado 2 del mismo artículo- la calificación es ajena a la producción de ese resultado y está condicionada a la ejecución por el sujeto agente de alguna de las conductas descritas en la propia norma. Contiene este segundo precepto el mandato de que el concurso se califique como culpable "en todo caso (...), cuando concurra cualquiera de los siguientes supuestos", lo que constituye evidencia de que la ejecución de las conductas, positivas o negativas, que se describen en los seis ordinales del apartado 2 del artículo 164, basta para determinar aquella calificación por sí sola -esto es, aunque no hubieran generado o agravado el estado de insolvencia del concursado o concursada, a diferencia de lo que exige el apartado 1 del mismo artículo-. En la sentencia 614/2011, de 17 de noviembre, señalamos que el artículo 165 no contiene un tercer criterio respecto de los dos del artículo 164, sino que se trata de "una norma complementaria de la del artículo 164, apartado 1", pues manda presumir "iuris tantum" la culposa o dolosa causación o agravación de la insolvencia, desplazando así el tema necesitado de prueba y las consecuencias de que ésta no convenza al Tribunal". 68 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH Lo cierto es que es irrelevante la no acreditación de la relación causal entre el hecho y el daño, pues, con independencia de que la causa invocada por la demandada existiese o no, lo cierto es que la irregularidad relevante determina una presunción iuris et de iure, sin necesidad de otros requisitos añadidos, entre ellos la posible relación de causalidad entre la acción culposa y la creación o la agravación de la insolvencia. Respecto a la falta de aportación de la información necesaria, la conclusión es la misma, en cuanto la falta de aportación de la documentación impidió reconstruir la historia económica de la empresa en los últimos ejercicios la existencia de insolvencia debió, cuanto menos, incrementarse por la falta de la información relevante no facilitada. En todo caso, conforme a lo razonado anteriormente, la sola falta de contabilidad constatada determina una presunción iuris et de iure que creación o aumento de la insolvencia que exime de prueba alguna de relación causal entre la acción y el resultado producido -creación o aumento de la insolvencia-. En el presente caso, dado que existe un solo administrador social, que fue requerido incluso personalmente para la aportación de la documentación necesaria para la tramitación del concurso y ni manifestó su inexistencia, ni la aportó, ha de estimarse que su contribución a la creación o aumento de la insolvencia fue determinante y lleva aparejada, como se ha acordado en la resolución recurrida, la condena a la cobertura del déficit concursal. En consecuencia, el recurso ha de ser íntegramente desestimado. ● Información del B.O.E. del día 10 de noviembre de 2015 sobre personas jurídicas y físicas declaradas en Concurso de Acreedores. - DECLARACIÓN DE CONCURSOS: BARCELONA 2: 761/2015 CENTRE CULTURAL CONDAL G58113457 (AC: PUJOL I PRATS ASSESSORS LEGALS I TRIBUTARIS, SLP, [email protected]) BURGOS: 905/2015 URETA ARRENDAMIENTOS, S.L.U. A09344771 Ramón Hermida Fernández-Avila, [email protected]) 69 (AC: MADRID 11: 648/15 AGROPECUARIA DEL NORTE S.A. A28183424 (AC: Rafael Ávila Mayo [email protected]) MADRID 7: 460/2015 ANTONIO QUESADA ROSELL (AC: Rafael Aguilera Montáñez [email protected]) MADRID 498/15 1: ALIANET, S.L B-82591694 (AC: ¿¿¿??? [email protected]) MADRID 3: 665/2015 QUERYDAY, SL B86594355 (AC: Juana Marina Galeano Melgar [email protected]) MADRID 4: 752/2014 ACCESORIOS FERROMAD, S.L. (AC: Lequid Abogados, S.L.P. [email protected]) MADRID 4: 687/2015 AUTO MADRID-NORTE, S.A. A81858862 (AC: Convenia Profesional, S.L.P., [email protected]) PALMA DE MALLORCA 1: 544/2015 G CAP DE BAÑOS SL B-57147464 (AC: Cristina Delgado Fernández de Heredia, [email protected]) PALMA DE MALLORCA 2: 865/2014-D GESTOBRA BALEAR SL B-57070534 (AC: Juan Carlos Espinosa Sastre [email protected]) PALMA DE MALLORCA 2: 510/2015-L CONSULTORIA DE PROYECTOS Y APLICACIONES, S.L. B57180390 (AC: Javier Massanet Fiol, [email protected]) PALMA DE MALLORCA 2: 596/2015-L ANTONIO GARCÍA FERRER 43101360G (AC: LAURA GENÉ CORT, [email protected]) VALENCIA 3: 922/2015 ALFREDO BURGUERA LÓPEZ E ISABEL CRISTINA HIDALGO BAY 19845492B y 29181336-V (AC: Jose Ramos Lafuente, [email protected]) VALENCIA 2: 825/15 CONSTRUCCIONES REX SLU B46004636 (AC: Audicontrol Financial Consulting SL, [email protected]) ● Arts. 82 y 83 LC. Alcance de la inclusión o exclusión de un bien o derecho de contenido patrimonial dentro del inventario y sus efectos respecto de un actual o posterior procedimiento en el que se reclame su satisfacción. 70 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH 7. Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza (s. 5ª) de 2 de septiembre de 2015 (D. Pedro Antonio Pérez García). [Ver esta resolución completa en Tirant On Line Premium. http://www.tirantonline.com/tol] TERCERO.- Se alega también por la parte apelante, ya como excepción de fondo, que en el inventario de los bienes de la demandante, realizado con ocasión de la declaración de su concurso y consiguientes trámites posteriores del juicio concursal, no se incluye el derecho de retención que se hace valer en el presente pleito, y por tanto, al no figurar como bien propio de la reclamante, no puede formularse petición alguna instando la devolución. El inventario concursal puede definirse como la relación de todos los elementos patrimoniales susceptibles de realización económica. Su elaboración es competencia de la administración concursal, aunque su fuente principal habrá de ser la relación de bienes que el propio deudor habrá ofrecido, y su finalidad es la de determinación de los bienes y derechos que, a la fecha de presentación del informe, integran el patrimonio del deudor, con cargo al cuál habrán de satisfacerse los acreedores. Así, el artículo 1130 de la Ley de Enjuiciamiento de 1881, respecto del procedimiento de quita y espera, señalaba la obligación del deudor no comerciante de instar el juicio acompañando a su solicitud relación circunstanciada y exacta de sus bienes con el valor en venta en que los estime. De semejante tenor era el artículo 1157, 2 respecto del concurso de acreedores. E igual el artículo 11 de la Ley de Suspensión de Pagos de 1922. El artículo 6 de la vigente Ley Concursal expresa que: "Solicitud del deudor. "La solicitud se acompañarán los documentos siguientes:... 3.º Un inventario de bienes y derechos, con expresión de su naturaleza, lugar en que se encuentren, datos de identificación registral en su caso, valor de adquisición, correcciones valorativas que procedan y estimación del valor real actual. Se indicarán también los gravámenes, trabas y cargas que afecten a estos bienes y derechos, con expresión de su naturaleza y los datos de identificación". El artículo 82 de la misma Ley prescribe que:" Formación del inventario. 1. La administración concursal elaborará a la mayor brevedad posible un inventario que contendrá la relación y el avalúo de los bienes y derechos del deudor integrados en la masa activa a la fecha de cierre, que será el día anterior al de emisión de su informe". El a rtículo 96 posterior señala que: "I mpugnación del inventario y de la lista de acreedores. 1. Las partes personadas podrán impugnar el inventario y la lista de 71 acreedores, dentro del plazo de diez días a contar desde la notificación a que se refiere el apartado 2 del artículo anterior, a cuyo fin podrá obtener copia a su costa. Para los demás interesados el plazo de diez días se computará desde la última publicación de las previstas en el artículo anterior". Es decir, el inventario se fundamenta en un principio en una simple manifestación del deudor sobre los bienes de que es titular, haciendo simple reseña de los mismos a efectos de constatación, más tarde en posterior trámite es verificada por la administración concursal, después de posible impugnación por la parte que se considera perjudicada. Resulta claro que la la función que debe ser propia de la administración concursal no puede limitarse a reproducir la información recibida sino que asume la obligación de depurarla, evitando emitir informaciones que resulten contrarias a la realidad, entendiendo en tal expresión tanto aquellas que resulten absurdas en sí mismas consideradas en el contexto de que se trate, como aquellas que carezcan, en el marco de referencia, del menor viso de verosimilitud y sin un sustento documental o material mínimo desde el que verificar un principio sobre la verdadera existencia de la misma, pero dicha comprobación no le otorga especial fehaciencia. D e este modo, la reciente Sentencia del Tribunal Supremo, Sala Primera, de lo Civil, número 430/2014, de 24 de julio de 2014, Recurso 1583/2012, expone que: "Su finalidad esencial (del inventario) es la de informar a los acreedores y demás personas que pudieran tener un interés legítimo, la composición de la masa activa a la fecha de la declaración del concurso, de acuerdo con el "principio de universalidad" que proclama el art. 76.1 LC, sin perjuicio de los que se reintegren o adquieran hasta la conclusión del concurso. Esta es la finalidad primordial. Por tanto, si el concursado, acreedores o personas que puedan tener un interés legítimo, saben y conocen de otros bienes, están legitimados para impugnar el inventario solicitando su inclusión, como sucede en el caso enjuiciado....". Insistiendo sobre esta cuestión, la Sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 28ª, de 17 de octubre de 2012, reitera que: "... El criterio que ha de regir la elaboración del inventario es recoger en él todos aquellos bienes que puedan servir a la finalidad de satisfacer al conjunto de acreedores del concursado. De esta manera, en principio, todos los bienes que se encuentren en poder del concursado habrán de figurar en el inventario, salvo aquellos que resulten con claridad no ser de su propiedad con arreglo a criterios de Derecho común. Dicho esto, debe matizarse inmediatamente a continuación que el inventario no se endereza a la fijación de titularidad dominical alguna, ni 72 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH tiene eficacia constitutiva, ni otorga ningún título oponible frente a tercero, por lo que la inclusión de un bien o derecho en él no obsta a que el interesado pueda hacer valer la realidad de las cosas frente a la situación reflejada en dicho documento. La impugnación del inventario puede responder perfectamente a esta finalidad (artículo 96.2 de la Ley Concursal). Ahora bien, para que un bien o derecho incluido en el inventario pueda salir del mismo resultará preciso que su titularidad pueda atribuirse de forma indubitada a alguien en concreto. De otro modo, operaría una suerte de presunción de pertenencia del bien a la masa activa, derivada de la disposición o posesión del bien o derecho por el concursado que determinó su inclusión en el inventario...". Quiere decirse con la anterior exposición que la exclusión de un bien del contenido del inventario -de los efectos señalados--, y lo mismo podría sostenerse en principio de su inclusión, no significa que no sea propiedad del concursado, y que en su caso no pueda reclamarlo en el procedimiento correspondiente, en el que, con la aportación de las debidas pruebas, se decidirá sobre su titularidad, y esta es la finalidad del incidente que se ha tramitado, y por lo mismo de la Sentencia del Juzgado que se discute, debiendo estarse por tanto a lo resuelto en la misma. Y en fin, hubiera correspondido a la parte justificar la inexistencia de esos bienes sobre los que se practicó la retención, aportando los documentos precisos que así lo explicaran, que deberían obrar en su poder y exhibir, y no lo ha hecho. Para acabar, a modo de resumen: la ausencia de un bien en el inventario no elimina la posible legitimación para reclamarlo, y así en definitiva se dijo por esta Sala en su Sentencia de 25 de marzo de 2014, Recurso 461/2013, que parcialmente se trascribe por la apelante (Por todos, folio 178) y que se da por reproducida en su parte necesaria. De este modo, la reciente Sentencia del Tribunal Supremo, Sala Primera, de lo Civil, número 430/2014, de 24 de julio de 2014, Recurso 1583/2012, expone que: "Su finalidad esencial (del inventario) es la de informar a los acreedores y demás personas que pudieran tener un interés legítimo, la composición de la masa activa a la fecha de la declaración del concurso, de acuerdo con el "principio de universalidad" que proclama el art. 76.1 LC, sin perjuicio de los que se reintegren o adquieran hasta la conclusión del concurso. Esta es la finalidad primordial. Por tanto, si el concursado, acreedores o personas que puedan tener un interés legítimo, saben y conocen de otros bienes, están legitimados para 73 impugnar el inventario solicitando su inclusión, como sucede en el caso enjuiciado....". Insistiendo sobre esta cuestión, la Sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 28ª, de 17 de octubre de 2012, reitera que: "... El criterio que ha de regir la elaboración del inventario es recoger en él todos aquellos bienes que puedan servir a la finalidad de satisfacer al conjunto de acreedores del concursado. De esta manera, en principio, todos los bienes que se encuentren en poder del concursado habrán de figurar en el inventario, salvo aquellos que resulten con claridad no ser de su propiedad con arreglo a criterios de Derecho común. Dicho esto, debe matizarse inmediatamente a continuación que el inventario no se endereza a la fijación de titularidad dominical alguna, ni tiene eficacia constitutiva, ni otorga ningún título oponible frente a tercero, por lo que la inclusión de un bien o derecho en él no obsta a que el interesado pueda hacer valer la realidad de las cosas frente a la situación reflejada en dicho documento. La impugnación del inventario puede responder perfectamente a esta finalidad (artículo 96.2 de la Ley Concursal). Ahora bien, para que un bien o derecho incluido en el inventario pueda salir del mismo resultará preciso que su titularidad pueda atribuirse de forma indubitada a alguien en concreto. De otro modo, operaría una suerte de presunción de pertenencia del bien a la masa activa, derivada de la disposición o posesión del bien o derecho por el concursado que determinó su inclusión en el inventario...". Quiere decirse con la anterior exposición que la exclusión de un bien del contenido del inventario -de los efectos señalados--, y lo mismo podría sostenerse en principio de su inclusión, no significa que no sea propiedad del concursado, y que en su caso no pueda reclamarlo en el procedimiento correspondiente, en el que, con la aportación de las debidas pruebas, se decidirá sobre su titularidad, y esta es la finalidad del incidente que se ha tramitado, y por lo mismo de la Sentencia del Juzgado que se discute, debiendo estarse por tanto a lo resuelto en la misma. Y en fin, hubiera correspondido a la parte justificar la inexistencia de esos bienes sobre los que se practicó la retención, aportando los documentos precisos que así lo explicaran, que deberían obrar en su poder y exhibir, y no lo ha hecho. Para acabar, a modo de resumen: la ausencia de un bien en el inventario no elimina la posible legitimación para reclamarlo, y así en definitiva se dijo por esta Sala en su Sentencia de 25 de marzo de 2014, Recurso 461/2013, que parcialmente se trascribe por la apelante (Por todos, folio 178) y que se da por reproducida en su parte necesaria. 74 DIARIO CONCURSAL PREMIUM Comercializado por EDITORIAL TIRANT LO BLANCH 75