El burlador de Sevilla y convidado de piedra, Acto I

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El burlador de Sevilla y convidado de piedra,
Acto I
TIRSO DE MOLINA
Antes de leer
El Rey Alfonso XI de España Rey de España;
incapaz de impedir los perjuicios que resultan de
múltiples acciones de Don Juan.
Don Gonzalo de Ulloa Comendador mayor de
Calatrava y embajador de España en Lisboa, acaba de
llegar a Sevilla con su hija, Doña Ana de Ulloa;
muerto por Don Juan, es el convidado de piedra.
Don Diego Tenorio Padre de Don Juan, y hermano
de Don Pedro; camarero mayor del Rey Alfonso.
Tisbea Pescadora de Tarragona; la segunda mujer
burlada por Don Juan en el transcurso de la obra;
soberbia y cruel con los pescadores que la pretenden.
Catalinón Criado de Don Juan; acompaña a su amo y
hace el papel de gracioso, y el de la conciencia que le
falta a Don Juan.
Anfriso Pescador de Tarragona; pretendiente de la
mano de Tisbea.
El Marqués de la Mota Noble de Sevilla; amigo de
Don Juan, primo de Doña Ana, de quien está
enamorado; susceptible a los engaños del burlador.
Doña Ana Hija de Don Gonzalo, recién llegada a
Sevilla; prima de Mota, de quien está enamorada; la
tercera mujer burlada por Don Juan en el transcurso
de la obra; no se asoma jamás al escenario.
Aminta Villana de Dos Hermanas, desposada con
Batricio; la cuarta mujer burlada por Don Juan en el
transcurso de la obra; crédula, algo cómica y
susceptible a las mentiras de Don Juan.
Batricio Villano de Dos Hermanas, desposado con
Aminta; celoso e inseguro de sí mismo y susceptible a
los engaños de Don Juan.
Gaseno Villano de Dos Hermanas, padre de Aminta;
crédulo y susceptible a las falsas promesas de Don
Juan.
Personajes de menor desarrollo e importancia son:
Coridón, amigo de Anfriso, en Tarragona; Belisa,
amiga de Aminta, en Dos Hermanas; pastores
(Músicos); Fabio, criado que acompaña a Isabela de
Esta ejemplar obra del florecimiento del teatro
español en el Siglo de Oro ha sido fuente de
inacabable placer estético a través de los siglos en
múltiples culturas.
La acción del acto primero empieza de noche, en el
aposento de la Duquesa Isabela dentro del palacio del
Rey de Nápoles, en Italia. Pasa luego a Tarragona, en
la costa oriental de España. Entre escenas de acción
principal, en las que participa directamente el
protagonista, se intercalan ciertas escenas que tienen
lugar en Sevilla, sede de las cortes del Rey de
Castilla, adonde no llega Don Juan Tenorio sino hasta
el inicio del acto segundo.
El gran Burlador, figura mítica ya universal,
encabeza un elenco de personajes impresionantes por
su diversidad y su realidad humana. Son, en orden de
su aparición en el escenario:
La Duquesa Isabela Mujer noble burlada por Don
Juan al inicio del Primer Acto.
Don Juan Tenorio Joven caballero, de unos 20 años
de edad, el gran Burlador de España; lo ha enviado su
padre a Nápoles por haber burlado a una mujer noble
en España.
El Rey de Nápoles Rey cuyo palacio es profanado
por el acto ilícito de Isabela, al admitir en su aposento
a quien cree ser su prometido; es incapaz de impedir
los perjuicios que resultan de la burla de Don Juan a
la Duquesa.
Don Pedro Tenorio Tío de Don Juan, y hermano de
Don Diego Tenorio; embajador de España en
Nápoles; por no querer comprometerse en un
escándalo, actúa infamemente.
El Duque Octavio Noble enamorado de la Duquesa
Isabela; dócil y mudable, es un blandengue.
Ripio Criado del Duque Octavio; gracioso.
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Nápoles a Tarragona; y criados de la casa de Don
Juan.
madrugar—levantarse temprano.
majadero—necio y obstinado.
malograr—frustrar; llevar a infeliz término.
mancebo—joven.
mocedad—juventud.
muralla—muro; especialmente de un palacio o fortaleza.
nave (f.)—barco.
navío—nave; barco.
notorio—bien sabido.
nuevas—noticias.
obelisco—pilar alto y delgado, que muchas veces sirve
de monumento.
olmo—árbol; el olmo da buena sombra.
opulento—rico de sobra.
orbe (m.)—tierra; globo.
osar—atreverse.
patente—manifiesto; claro;evidente.
pecho—corazón; los sentimientos.
poniente (m.)—oeste; donde se pone el sol.
preso—prisionero.
proceder (m.)—modo de actuar.
remendar—reparar; coser.
reparar—fijarse; detenerse.
ronda—andar vigilando o espiando.
rumbo—ruta; dirección.
soberbia—orgullo; arrogancia.
sorber—tragar; chupar.
sosiego—calma; tranquilidad.
su alteza—el rey.
velar—estar despierto.
veleta—pieza de metal que, impulsada por el viento, gira
sobre un eje, indicando así la dirección del viento;
Octavio aplica el término a Isabela, aludiendo a su
supuesta inconstancia.
yegua—hembra del caballo.
zaguán (m.)—entrada; vestíbulo.
Vocabulario
aborrecer—odiar.
acudir—responder; venir.
agonizar—morir.
airado—enojado; iracundo.
al punto—inmediatamente.
alzarse—levantarse.
apearse—bajarse de su caballo; desmontar.
apetecer—desear.
armiño—mamífero cuya piel se vuelve blanca en invierno;
es muy preciada.
aun—hasta.
beata—mujer religiosa, devota, pero no monja.
brío—espíritu; ánimo;pujanza.
bullir—moverse agitadamente.
cercar—rodear; sitiar.
choza—casa humilde y pobre.
cigarra—insecto alado, que produce un ruido estridente.
comadreja—mamífero nocturno, que come ratones y
otros animales pequeños; también come los huevos
de las aves y les mata las crías; el origen de la
superstición referida es Las metamorfosis de Ovidio.
congoja—aflicción; pena profunda.
consagrar—hacer sagrada; dedicar o destinar a un fin
superior.
cortijo—terreno en el campo, con casa.
cuerdo—racional; que está en su juicio.
cuerdo—racional; que está en su juicio.
desatino—disparate; locura.
desdichado—infeliz.
desdicha—infortunio; mala suerte.
desgracia—infortunio; mala suerte.
desvarío—locura; sinrazón.
dicha—buena ventura; buena fortuna; felicidad.
dorar—cubrir de oro; aquí, mitigar; atenuar.
encubierto—escondido.
enjuto—seco.
enmendar—corregir; subsanar.
escarbar—remover.
escollo—piedra grande sumergida en el mar, que llega
casi a la superficie.
esmerarse—poner mucho cuidado.
esquife (m.)—barco pequeño.
fiereza—ferocidad.
fingir—aparentar; simular.
fraguarse—forjarse; adquirir forma o realidad.
honestidad—castidad; virginidad; honra.
lisonja—elogio; alabanza.
llaga—herida
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Al leer
Consúltese la Guía de estudio como herramienta
para comprender mejor esta obra.
Después de leer
Conviene saber que en el acto primero se cruza el
Mediterráneo de este a oeste, describiéndose una línea
horizontal casi recta en el viaje desde Nápoles—en la
costa occidental de Italia—a Tarragona, en la costa
oriental de España. Tarragona está en Cataluña, no
muy lejos de la ciudad de Barcelona. En tiempos de
Tirso, para llegar de Tarragona a Sevilla se bajaba
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Bibliografía
hasta Valencia, y de allí se seguía hacia el oeste. Esta
trayectoria, en el acto tercero, es la de Tisbea e
Isabela cuando emprenden el camino a Sevilla para
pedirle justicia al Rey Alfonso. La distancia según
Tirso no corresponde a la realidad, pues está mucho
más distante Tarragona de Valencia que «de aquí a
poco espacio», como dice el criado de Isabela.
Conviene saber que Sevilla era, en tiempos del
Rey Alfonso XI, la sede del reino de Castilla, y que el
Alfonso XI histórico murió en 1350. Hay un
anacronismo perceptible en la obra: Don Gonzalo se
refiere a Lisboa como la «mayor ciudad de España»,
cuando Lisboa no estuvo bajo el dominio español sino
entre los años 1580 y 1640, tiempos éstos en que
escribía Tirso.
Conviene saber que existe diversidad de opinión
sobre la fecha de composición de El burlador de
Sevilla y convidado de piedra. Téngase en cuenta que
en el siglo XVII se demoraba la publicación de las
obras de teatro, a pesar de ser éstas representadas,
muchas veces en lugares tan distantes como las
Américas. Una opinión lúcida, elaborada por el
mercedario Luis Vázquez, data la redacción de la obra
hacia 1613, a base de semejanzas y referencias
textuales en otros textos, tanto de Tirso como de
autores insignes como Luis de Góngora y Lope de
Vega. Cervantes dedicó, en su Viaje del Parnaso
(1614), el siguiente terceto a Don Juan de España, y
por eso la obra de Tirso le sería conocida:
Francisco Márquez Villanueva. Orígenes y
elaboración de «El burlador de Sevilla». (1996)
R. Menéndez Pidal. «Sobre los orígenes de El
convidado de piedra» en Estudios literarios.
(1938)
Pedro M. Piñero y Virtudes Atero. Romancero de la
tradición moderna. (1987)
Luis Vázquez. Tirso de Molina: El burlador de
Sevilla y convidado de piedra. (1989)
Karl Vossler. Lecciones sobre Tirso de Molina.
(1965)
Don Juan de España, que es más digno
de alabanzas divinas que de humanas,
pues en todos sus versos es divino.1
1
Luis Vázquez, Tirso de Molina: El burlador de Sevilla y
convidado de piedra, Edición crítica, introducción y notas.
Estudios, Madrid, 1989, pág. 83.
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