Dentro del juicio laboral que sigue Christian Iván Esparza Ortiz

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JUICIO LABORAL Nº 1114-2011 QUE SIGUE CHRISTIAN IVÁN ESPARZA ORTIZ
CONTRA EDUARDO GIOVANNI VILLAMAR ORTIZ.
PONENCIA DRA. ROCÍO SALGADO CARPIO
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- SALA DE LO LABORAL.Quito, 22
de abril de 2013, las 10h15
VISTOS.- Dentro del juicio laboral que sigue Christian Iván Esparza Ortiz, en contra de
Eduardo Giovanni Villamar Ortiz, por sus propios derechos y como propietario del
negocio denominado EGVO Ajustes e Inspecciones de Siniestros, el demandado
interpone recurso de casación de la sentencia pronunciada por la Segunda Sala de lo
Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial
de Justicia de Pichincha.
ANTECEDENTES.- Comparece Christian Iván Esparza Ortiz, indicando que, en
calidad de Inspector
de Siniestros ha prestado sus servicios en favor de Eduardo
Giovanni Villamar Ortiz, por sus propios derechos y como propietario del negocio
denominado EGVO Ajustes e Inspecciones de Siniestros, desde el 2 de abril 2001,
hasta el 26 de agosto del 2008, fecha en el que fue despedido intempestivamente por lo
que demanda las indemnizaciones contempladas en el Art. 188 del Código del Trabajo,
así como el pago por todo el tiempo de labores de las décima tercera y cuarta
remuneraciones, vacaciones, utilidades que haya generado el negocio, de conformidad
con los balances del período 2001-2008, el pago de los 26 días del mes de agosto del
2008, con el triple de recargo e intereses de acuerdo al Art. 611 Ibidim. Manifiesta que
su empleador no le afilió al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. El Juez de
primera instancia declara sin lugar la demanda; con la inconformidad del actor quien
interpone el recurso de apelación, radicándose la competencia en virtud del sorteo, en la
Primera Sala de lo Laboral La Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia
de Pichincha, Tribunal que dicta sentencia, el 19 de agosto del 2011, aceptando
parcialmente el recurso, revoca la
sentencia subida en grado y declara con lugar
parcialmente la demanda, fallo del que interpone recurso de casación la demandada, el
mismo que es aceptado por la Sala de Conjueces de lo Laboral en auto de 4 de diciembre
del 2012; las 09h25. 1.- COMPETENCIA.- Corresponde el conocimiento de esta causa,
al Tribunal que suscribe, constituido por juez y juezas nacionales, nombrado/as y
posesionado/as por el Consejo Nacional de la Judicatura, mediante resolución número
004-2012 de 25 de enero de 2012; y designadas por el pleno para actuar en esta Sala de
lo Laboral, por resolución de 30 de enero de 2012 y en este proceso en mérito al sorteo
realizado de conformidad a lo dispuesto en el penúltimo inciso del Art. 183 del Código
Orgánico de la Función Judicial. Su competencia para conocer el recurso de casación
interpuesto se fundamenta en lo dispuesto en los Arts. 184.1 de la Constitución de la
República del Ecuador, 191.1 del Código Orgánico de la Función Judicial, 1 de la Ley
de Casación y 613 del Código del Trabajo. 2.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO.Las normas de derecho que el casacionista considera han sido infringidas, son: artículos
10, 1478, 1697, 1698, 1699 del Código Civil; artículos 195, 122, 123, 142, 191, 192,
193, 194, 195 y 196 del Código de Procedimiento Civil; artículo 8 del Código del
Trabajo; artículo 6 y 8 de la Ley General de Seguros; y, artículos 33, 34, 35, 38 y 39 del
Capítulo II, Titulo IX, Libro II, de la codificación de Resoluciones de la
Superintendencia de Bancos y Seguros y de la Junta Bancaria. Sustenta su recurso en la
causal tercera del Art. 3 de la Ley de Casación. 3.- CONSIDERACIONES SOBRE LA
CASACIÓN.- Recurso extraordinario que implica la posibilidad de extinguir
trascendentes actos jurisdiccionales como lo son las sentencias, provenientes por lo
general, de un tribunal superior, las cuales están protegidas por presunciones de acierto y
legalidad, el ejercicio de la casación está, de un lado, restringido, pues no todas las
sentencias son susceptibles del mismo, y, de otro, sometido a estrictas previsiones y
requisitos legales y jurisprudenciales. En desarrollo de tal marco, una vez más debe la
Sala reiterar que la demanda de casación debe avenirse al rigor técnico que su
planteamiento y demostración exigen, acatando las reglas legales y desarrollos
jurisprudenciales fijados para su procedencia, pues un acto procesal de esta naturaleza y
categoría está sometido en su formulación a una técnica lógico-jurídica especial y
rigurosa, que, al incumplirse, conduce a que el recurso extraordinario resulte inestimable,
imposibilitando el estudio de fondo de los cargos o dando al traste con los mismos. Ha
de insistirse también en que éste medio extraordinario de impugnación no constituye una
tercera instancia, y por ende, no le otorga competencia a la Corte para juzgar el pleito
con el objeto de resolver a cuál de los litigantes le asiste la razón, puesto que la labor de
la Corte Nacional, siempre que el recurrente sepa plantear la acusación, se limita a
enjuiciar la sentencia con el objeto de establecer si el juez de apelaciones, al proferirla,
vulneró o no la ley sustancial de alcance nacional que estaba obligado a aplicar para
rectamente dirimir el conflicto. Actividad jurisdiccional confiada al más alto Tribunal de
la Justicia Ordinaria, que en el ejercicio del control de constitucionalidad y legalidad, lo
que busca es garantizar la defensa del derecho objetivo, en aras de la seguridad jurídica,
principio fundamental del Estado Constitucional de derechos y justicia; la igualdad de
los ciudadanos y ciudadanas ante la ley, así como la unificación de la jurisprudencia a
través del desarrollo de precedentes jurisprudenciales fundamentados en fallos de triple
reiteración.
4.-
ANALISIS
DEL
CASO
EN
RELACION
A
LAS
IMPUGNACIONES PRESENTADAS: CAUSAL TERCERA: La causal tercera,
alegada, tiene que ver con la interpretación y aplicación de las normas reguladoras de la
prueba en la apreciación de los hechos, a fin de que prevalezca la que debe hacerse de
acuerdo a derecho y no a la que con criterio subjetivo e incontrolable, pudiera hacer el
juez/a o tribunal. La causal procede, cuando el juez o tribunal ha dado por establecidos
los hechos violando las disposiciones legales que regulan su valoración, en la certeza que
éstos deben ser comprobados con arreglo a la ley. Debiendo, para que se configure la
causal tercera, ser necesaria la concurrencia de los siguientes requisitos: a) identificación
del medio de prueba que a criterio del recurrente ha sido erróneamente valorado en la
sentencia, b) determinación de la norma procesal sobre valoración de la prueba que a su
criterio ha sido infringida, c) demostración, lógica jurídica del modo en que se produjo el
quebranto; y, d) identificación de la norma sustantiva que se ha aplicado erróneamente, o
no se ha aplicado, como resultado del yerro en el que se ha incurrido al realizar la
valoración de la prueba. Para viabilizar el recurso por esta causal, se exige la existencia
de dos infracciones sucesivas: 1) la demostración de la forma en que se ha violado las
normas de valoración de la prueba o la sana crítica y 2) la identificación de la norma
sustantiva o material que ha sido erróneamente aplicada, o no ha sido aplicada, como
consecuencia del error cometido al realizar la valoración de la prueba. La valoración de
la prueba implica, por una parte, examinar si aquellas son rendidas con sujeción a las
solemnidades que el legislador ha establecido; y, por otra parte, la actividad interna o
juicio de aceptabilidad que realiza el juez para determinar si encuentra razones para dar
por verdaderas ciertas afirmaciones, en atención a la sana critica; esta es una actividad
exclusiva de los jueces y tribunales de instancia y no le está permitido al Tribunal de
Casación el revocarla, salvo el caso de que la valoración sea arbitraria; la Primera Sala
de lo Civil y Mercantil ha dicho “A los jueces de primera y segunda instancia les
corresponde el examinar la prueba practicada y darles el valor que consideren, de acuerdo con
las reglas de ha sana crítica, que si bien no están escritas en ningún cuerpo legal no son sino la
aplicación, al examen de los asuntos de hecho de alma causa, de las reglas de la lógica, la
experiencia y la psicología. Primera Sala de lo Civil y Mercantil R.O 282. 12 de marzo 2001.
Ha de advertirse que la Corte Suprema de Justicia no puede alterar la valoración de la prueba,
ni cambiar los hechos establecidos por el Juez de instancia, así como tampoco modificar su
grado persuasivo, sino que debe limitarse a verificar si existe una violación directa de una
norma jurídica que impele a valorar la prueba de los hechos de una forma distinta a la que ha
efectuado el Juez. Por tanto; debe haber expresa legislación positiva sobre el valor de
determinada prueba para que la causal proceda; o debe acreditarse que la valoración es
absurda o arbitraria, por atentar contra las reglas de la lógica, de la psicología y de la
experiencia. Este es el verdadero alcance de la causal tercera como ya lo ha resuelto esta Sala
en numerosas resoluciones, como la No. 222-99, publicada en el Registro Oficial 214 del 17 de
junio de 1999, la No. 552 del Registro Oficial 348 del 28 de diciembre de 1999 y la No. 572,
publicada en el Registro Oficial 349 del 29 de diciembre de 1999”.1 4.1.- En la especie, el
recurrente con fundamento en la causal tercera del Art. 3 de la Ley de Casación, acusa
errónea interpretación de las normas relativas a la confesión judicial “…lo que se tiene
por prueba confesional no es la contestación del confesante Christian Iván Esparza Ortiz sino
la pregunta del que le interroga; arribando, por medio de tal pregunta, a la conclusión de que
entre el actor y el demandado existió vínculo laboral.
Al arribar a tal conclusión o
“evidencia” del modo en que lo ha hecho, se violan artículos 122, 123 y 142 del Código del
Procedimiento Civil”2; por cuanto las normas aplicables a la valoración de la Confesión
judicial como prueba en el proceso, determinan que ésta es indivisible y hace fe contra sí
mismo(sic). Así planteadas las cosas, este Tribunal, recuerda que
existe errónea
interpretación cuando el Juez reconociendo la existencia de una norma apropiada al
caso, eligiéndole acertadamente, equivoca la interpretación en su alcance general y
abstracto, es decir,
no le
da el verdadero
sentido, haciéndole derivar de ella
consecuencias que no concuerdan con su contenido; es entonces en estos dos momentos
que debe plantearse el yerro de errónea interpretación, dentro de la técnica jurídica;
indicando el acierto y la subsiguiente equivocación del razonamiento por parte del juez.
Analizados los recaudos procesales se advierte que las confesiones, cuya valoración se
impugna, han sido rendidas ante juez competente con las solemnidades exigidas, el
Tribunal Ad quem, justifica y razona que el demandado al responder a la décima sexta
1
2
Primera Sala de lo Civil y Mercantil R.O. Nro. 282 12-mar-2001.
CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL :Art. 122.- Confesión judicial es la declaración o reconocimiento que hace una persona, contra sí misma, de
la verdad de un hecho o de la existencia de un derecho. La parte que solicite confesión presentará el correspondiente pliego de Posiciones, al que
contestará el confesante.
Art. 123.- Para que la confesión constituya prueba es necesario que sea rendida ante el juez competente, que se haga de una manera explícita y que
contenga la contestación pura y llana del hecho o hechos preguntados.
Art. 142.- La confesión prestada en un acto en los juicios civiles, es indivisible; debe hacerse uso de toda la declaración o de ninguna de sus partes,
excepto cuando haya graves presunciones u otra prueba contra la parte favorable al confesante.
pregunta formulada por el actor acepta la existencia de los informes; y, sobre estos
mismos documentos, que el demandado admitiera como suyos, al interrogar al actor
sobre la firma y rubrica se desprende que los informes le fueron presentados como
parte del trabajo, proporcionándole los elementos suficientes para tener la certeza de
la existencia de la relación laboral, es decir, sus respuestas y preguntas hacen fe contra
si mismo, por lo tanto este Tribunal encuentra que la valoración de las confesiones
judiciales realizada por el Juez plural es íntegra, lógica y razonada.- 4.2.- De otro lado
el impugnante acusa falta de aplicación
de las normas
procesales relativas a la
valoración de la prueba instrumental en razón de que “… pese a que los “ajustes” no están
firmados por el actor, sino solamente tienen su nombre, la sentencia da a estos “ajustes” el
valor probatorio que los Arts. 191, 192, 193, 194, 195 y 196 del Código de Procedimiento
Civil no lo prevé, por que son documentos sin firma.”3; sostiene el recurrente que a la prueba
instrumental, esto es, a los documentos aparejados a la confesión judicial y que el
demandado denomina “ajustes”, el Juez ad quem les ha dado valor como si fueran
instrumentos privados, calidad que no la tienen pues no han sido firmados, cosa que,
dice, lo ha llevado a una “equivocada aplicación (sic) y no aplicación de normas de derecho
a partir de las infracciones a los preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la prueba”
por cuanto “...los vicios e fracciones que incurre la sentencia respecto de los preceptos de la
prueba confesional e instrumental conducen a que se haya aplicado equivocadamente(sic) el
Art. 8 del Código del Trabajo y suponer la existencia de vinculo laboral”. En este orden de
ideas, cabe recalcar que el Juez ad-quem no califica los documentos presentados como
instrumentos privados, son las confesiones judiciales las valoradas, los instrumentos, a
los que se refiere el casacionista, permitieron evidenciar la relación laboral, pues, no han
3
CÒDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL:
Art. 191.- Instrumento privado es el escrito hecho por personas particulares, sin intervención de notario ni de otra persona legalmente autorizada, o
por personas públicas en actos que no son de su oficio.
Art. 192.- Se pueden extender en escritura privada los actos o contratos en que no es necesaria la solemnidad del instrumento público.
Art. 193.- Son instrumentos privados:1. Los vales simples y las cartas;2. Las partidas de entrada y las de gasto diario;3. Los libros administrativos y los
de caja;4. Las cuentas extrajudiciales; 5. Los inventarios, tasaciones, presupuestos extrajudiciales y asientos privados; y,6. Los documentos a que se
refieren los Arts. 192 y 194.
Art. 194.- El instrumento privado en que una persona se obliga a dar, hacer o no hacer alguna cosa, o en que confiesa haberla recibido o estar
satisfecha de alguna obligación, hace tanta fe como un instrumento público en los casos siguientes, siempre que la ley no prevenga la solemnidad del
instrumento público:1. Si el que lo hizo o mandó hacer lo reconoce como suyo ante cualquier juez civil, notario público o en escritura pública;2. Si el
autor del documento se niega a reconocerlo, sin embargo de orden judicial;3. Si habiendo muerto el autor, o negado ser suyo, o estando ausente de
la República, dos testigos conformes y sin tacha declaran en el juicio haber visto otorgar el documento a su autor, o a otra persona por orden de
éste; a no ser que el asunto sobre que verse el instrumento exija para su prueba mayor número de testigos; y,4. Si la parte contra quien se presenta
el documento no lo redarguye de falso ni objeta su legitimidad, dentro de tres días contados desde que se le citó y notificó la presentación aunque
no lo reconozca expresamente ni se pruebe por testigos. Art. 195.- El reconocimiento de los documentos privados debe hacerse expresando que la
firma y rúbrica son del que los reconoce, sin que sea necesario que se declare ser verdadera la obligación, o cierto el contenido del documento. En
caso de que hubiere firmado otro por la persona obligada, bastará que ésta confiese que el documento fue firmado con su consentimiento.
Art. 196.- Para los efectos del número 2 del Art. 194 pedido el reconocimiento, el juez hará comparecer, por medio de los agentes de justicia, al que
deba realizarlo; y si, compareciendo éste, se negare a expresar si reconoce o no el documento, o eludiere esta expresión con palabras ambiguas o de
cualquier otro modo, el juez declarará reconocido el documento; sin perjuicio de que, a petición de parte, se exija aquella expresión por los medios
establecidos en el Art. 132.-El documento así reconocido constituirá título ejecutivo.
sido considerados por si mismo, como prueba (instrumentos privados ), sino en el
contexto de las absoluciones de posiciones,
la existencia material de éstos y el
reconocimiento del demandado como suyos, hace que el Juez les confiera valor. En el
fallo consta que es el demandado el que al formular la pregunta décima, da a estos
“ajustes”
la calidad de informes, dejando claro, que estos documentos, le fueron
presentados sobre la base de su obligación de hacerlo por existir la relación laboral,
“…no de otro modo se explica que “en su oportunidad” emita informes relacionados con la
actividad del demandado…”. Probada la relación laboral, bien hace el Juez Plural en dar
por hecho la existencia del contrato individual de trabajo (Art. 8 del Código del Trabajo).
4.-2 El casacionista alega que se “dejaron de aplicar los preceptos contenidos en los
artículos 6 y 8 de la Ley General de Seguros”, normas en las que se establece que para ser
inspector de siniestros, se deben cumplir requisitos, que no los cumple el actor, por lo
tanto, se ha aplicado indebidamente el Art. 8 del Código de Trabajo por cuanto “… sus
servicios jamás pudieron haber sido lícitos y así, en sentencia, se dejaron de aplicar los
artículos 1478, 10, 1697, 1698 y 1699 del Código Civil, en virtud de los cuales se debió
declarar, aun de oficio, la nulidad del supuesto nexo laboral por objeto de ilícito (sic)”. La
Constitución de la República del Ecuador en el artículo 66 numeral 17, establece que
no hay trabajo gratuito; por lo que, establecida la relación laboral, el empleador está
obligado a cumplir con el pago de las labores ejecutadas. De otro lado, el Art. 1478 del
Código Civil dispone que “Hay objeto ilícito en todo lo que contraviene al Derecho Público
Ecuatoriano”, por lo tanto, el casacionista al permitir al actor realizar las tareas de
inspector de siniestros, actividad lícita permitida por la Ley, haber proporcionado los
documentos que le avalaban para ejecutar esta actividad de cuyo resultado se expresaba
en los informes que obran de autos, a sabiendas que el actor no tenía esta calidad, no
puede pretender que el Tribunal reconozca la existencia de objeto ilícito en esta
relación, pues nadie puede beneficiarse de su propio dolo, ni culpa, así lo ha expresado la
Corte Suprema en un caso similar: "La ley ha querido impedir que el que conociendo o no
pudiendo menos de haber conocido la existencia del vicio y que ejecuta el acto o celebra el
contrato a despecho de la prohibición de la ley o de la disposición de orden público que impone
especiales requisitos para la ejecución del acto o la celebración del contrato, se aproveche de
su procedimiento indebido e incorrecto". 4
Para este Tribunal, los razonamientos del Juez plural son acertados, pues, se
4
Compendio de Setenta Años de Jurisprudencia de la Corte Suprema, Dr. Galo Espinosa, Vol. IV, p. 679.
corresponden con las normas legales atinentes a la valoración de la prueba, en esta razón,
declina el cargo. En mérito a lo expuesto, la Sala, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN
NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD
DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS
LEYES DE LA REPUBLICA,
no casa la
sentencia. De conformidad con el Art. 12 de la Ley de Casación, entréguese a la parte
actora el valor total de la caución rendida. Notifíquese y devuélvase.- Fdo.) Drs. Rocío
Salgado Carpio.- Jorge Blum Carcelén.- María del Carmen Espinoza Valdiviezo.- JUECES
NACIONALES. Fdo) Dr. Oswaldo Almeida Bermeo.- SECRETARIO RELATOR.
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