Un descendiente de Cornelio Saavedra fue procesado por vender

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Edición Online | 29-03-2010 | 18:12
TAMBIÉN ESTÁ PROCESADO EL REMATADOR
Un descendiente de Cornelio Saavedra
fue procesado por vender un documento
histórico
El documento está firmado por Saavedra y Mariano Moreno y es una nota que estos enviaron al
gobernador de Córdoba, Juan Martín de Pueyrredón, del 22 de agosto de 1810.
Un descendiente de Cornelio Saavedra, figura clave de la Revolución de Mayo que presidió la Primera
Junta, fue procesado por haber vendido un documento histórico que formaba parte del "patrimonio
cultural del país".
El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi dictó el procesamiento contra Marcelo White Pueyrredón y
contra el rematador de objetos antiguos Enrique Bullrich, a raíz de la venta en 2007 de un documento
original que contenía las firmas de Saavedra y de Mariano Moreno.
El documento es una nota enviada por Saavedra y Moreno al gobernador de Córdoba, Juan Martín de
Pueyrredón, del 22 de agosto de 1810, disponiendo una "orden de embargo y para que se encajone
toda la Librería del Obispo Orellana y todos los libros de los demás reos".
En esa terminología se refirieron los dos integrantes del primer gobierno patrio a los fieles a la corona
española que se negaban a reconocer a la Primera Junta.
En una resolución de 16 páginas, el juez sostuvo que el descendiente del prócer y el rematador violaron
la normativa que prohíbe la venta de documentos "relacionados con asuntos públicos, expedidos por
autoridades civiles, militares o eclesiásticas y en general, todos los que hayan pertenecido a oficinas
públicas o auxiliares del Estado y tengan una antigüedad no menor de 30 años".
En diciembre de 2007, el subdirector del Archivo General de la Nación, Pedro Bevilacqua, denunció que
trascendidos periodísticos indicaban que el documento en cuestión había sido adquirido por esa
dependencia en unos 27 mil pesos.
El funcionario negó tal situación y advirtió que si hubiera existido esa transacción podría configurar un
delito, lo que provocó la investigación que llevó adelante el fiscal federal Carlos Rívolo.
Así, quedó probado -según el juez Martínez de Giorgi- que el descendiente de Saavedra "tenía en su
poder el manuscrito" y que esa posesión, si bien era legítima, no fue debidamente denunciada al
Archivo General de la Nación, quien tiene a su cargo la obligación de confeccionar el inventario de los
fondos documentales que se refieren a la historia de la República.
"Si bien la transacción del ejemplar en cuestión fue a primera vista legítima, se concretó sin la debida
autorización del Archivo General de la Nación", sostuvo el juez. "Son documentos históricos aquellos en
los que están expresados inequívocamente alguno de los contenidos humanos que merecen ser
destacados por la historia pública o privada del Estado y sus habitantes", justificó.
DYN
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