ENTONACIÓN Y PUNTUACIÓN ( )

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Breve manual de entonación y
puntuación ( )
1
CUALIDADES DEL SONIDO
(2)
Hemos visto ya que la palabra no es —necesariamente— una división
real del lenguaje hablado. Si analizamos la masa sonora de un
discurso, veremos que está formada de emisiones continuas de sonidos
(de sílabas, es decir, de impulsos espiratorios) que conforman
grupos.
(…)
Tono.— Se llama tono a la altura musical de un sonido. Si pulsamos un
instrumento advertimos que da distintas notas, notas que se organizan
en una escala que puede subir o bajar. Las notas más altas son las
más agudas; las más bajas de la escala, las más graves. Como al
hablar se varían las alturas de la voz, la entonación puede ser
ascendente o descendente.
Intensidad.— Dentro de un mismo tono, los sonidos pueden ser más o
menos fuertes. Según su intensidad, los sonidos son, pues, fuertes o
débiles.
Cantidad.— La duración de los sonidos se llama cantidad. Por su
cantidad, los sonidos son largos o breves.
(…)
Agrupaciones silábicas
(…)
TE
1.
2.
3.
4.
MIRA MUCHO MAS QUE AYER
TEMIRA—MUCHOMAS—QUEAYER
TEMIRA—MUCHO/MAS—QUEAYER
TE/MIRA/MUCHOMAS—QUEAYER
TE/MIRA/MUCHO/MAS—QUEAYER
Te mira mucho más que ayer.
Te mira mucho; más que ayer.
Té, mira; mucho más que ayer.
Té, mira; mucho, más que ayer.
(…)
Grupo de intensidad (GI) (...) Estos grupos de intensidad son las
unidades fonéticas inmediatamente superiores a las sílabas, pues,
según hemos visto, las palabras como tales no cuentan.
1
Abelardo Oquendo. Breve manual de puntuación y acentuación. Mosca Azul, 3ª
Ed., Lima, 1979.
2
Ob. cit. pp. 10 a 19.
1
(…)
Grupo fónico (GF)
(…)
La porción de discurso comprendida entre dos pausas
sucesivas de la articulación se denomina grupo fónico. (3)
o
cesuras
(…)
Los tonemas
Se ha dicho que los grupos fónicos están separados por pausas. Sin
embargo no siempre existe entre grupo y grupo un instante de silencio
claramente perceptible o una interrupción nítida en la articulación
de los sonidos del lenguaje. La transición de un grupo fónico a otro
puede estar fundamentalmente marcada por una alteración brusca de la
intensidad del tono y/o de la cantidad (en casos, del tempo, o
velocidad con que se habla). Como quiera que sea, la inflexión final
del grupo es la que señala su límite, haya o no pausa. Esa inflexión
final (atendiendo a las modificaciones de tono, que son las
principales en la delimitación del grupo) se denomina tonema. En
español se distinguen cinco tonemas:
1. Cadencia, nombre que se le da al descenso de la voz hasta un tono
grave;
2. Anticadencia, o ascenso de la voz hasta un tono agudo;
3. Semicadencia, o descenso hasta un tono menos grave que en la
cadencia, es decir, semigrave;
4. Semianticadencia, o ascenso hasta un tono menos agudo que en la
anticadencia, o sea semiagudo;
5. Suspensión, o terminación del grupo fónico sin ascenso ni descenso
sensible de la voz, la que se mantiene en el tono promedio del
hablante (tono medio) en relación al cual se aprecian los agudos y
los graves.
(…)
ENTONACIÓN Y PUNTUACIÓN
(4)
3
Es necesario precisar que el grupo fónico (GF) está determinado, básicamente,
por el tono, mientras que el grupo de intensidad (GI) lo está por la intensidad
y la cantidad. Es así que en el caso 1 encontramos tres GGI dentro de un GF; en
el 2, cuatro GGI en dos GGFF; en el 3, cuatro GGI en tres GGFF; y en el 4, cinco
GGI en cuatro GGFF.
2
Sólo disponemos de un pequeño número de signos, los llamados signos
de puntuación, para representar en la escritura los tonemas y las
pausas esenciales del lenguaje. La puntuación es, así, esquemática,
pues sólo ofrece indicaciones generales, las más características, de
la entonación.
No todas las pausas ni todos los tonemas de la lengua oral se señalan
en la puntuación ortográfica. Lo esencial en ella es evitar la
ambigüedad, procurar que el texto traduzca con fidelidad la intención
del emisor del mensaje, cerrar las posibilidades a una mala
interpretación.
Uso del punto
(...) señala el fin de una oración y corresponde a un tonema de
cadencia seguido de pausa. (...) El punto se utiliza, además, al
final de una abreviatura: Ud., Sr., etc. Toda palabra escrita después
de un punto se inicia siempre con mayúscula salvo en el caso de las
abreviaturas que no concluyen oración. (5)
(...) El punto y aparte, que divide en párrafos el texto escrito, no
tiene existencia plenamente verificable en la lengua oral. Es decir,
no corresponde a ningún tonema exclusivo. Suele decirse que tras cada
párrafo debe hacerse una pausa larga; pero la cantidad de la pausa es
relativa siempre e imprecisable. En cuanto al tonema, el de fin de
párrafo no es otro que el de cadencia. En realidad, el punto y aparte
determina un fraccionamiento del texto escrito, fraccionamiento que
obedece a la conveniencia de proporcionar un descanso, un respiro al
lector. El espacio en blanco a que da lugar suele situarse ahí donde
el vínculo que une a un conjunto de oraciones se debilita. (6)
Puede decirse entonces que se escriben seguidas las oraciones lógica
o subjetivamente relacionadas entre sí de modo estrecho, y que se
cierra un párrafo para abrir otro cuando un distinto enfoque, un
nuevo matiz o una actitud diversa se hacen presentes en el discurrir.
4
Ob. cit. pp. 34 a 66.
5
Entre el punto aparte y el punto y seguido no hay diferencia tonal, pues en
ambos casos representan siempre un tono grave, ni su uso obliga a una pausa
mayor o menor.
6
Como se sabe, la oración es independiente desde la perspectiva sintáctica,
pero conceptualmente se vale de aquellas oraciones que la preceden y suceden en
el discurso. Es ese vínculo de interdependencia el que define si un conjunto de
oraciones merece o no constituirse en párrafo. Obviamente, si una oración tiene
un vínculo estrecho con otras, será parte del párrafo; si ese vínculo se
adelgaza, se rompe. Las oraciones son como los eslabones de una cadena.
3
Uso de la coma
(7)
Como los demás SSP, la coma aparece al final de un grupo fónico, pero
sólo cuando éste lo requiere para precisar su papel dentro de la
oración. Esto ocurre en los casos siguientes:
1º Enumeración. Existe enumeración cuando se mencionan, uno a
continuación del otro, los distintos miembros integrantes de un
conjunto.
(...)
Los miembros de una enumeración se separan mediante coma, salvo que
estén enlazados por una conjunción.
2º Expresiones incidentales. Muchas veces, para precisar mejor una
parte de la oración, se recurre a una frase o una palabra que amplía,
concreta o explica lo que se dice. (...) Su característica
entonacional
es
conformar
un
GF
intercalado
dentro
de
una
construcción verbal que, si se retira la expresión incidental,
aparece como unitaria. Por ejemplo: "Juan, que no se calla nada, me
lo contó". Si se suprime la expresión subrayada, el contenido básico
de la oración permanece intacto: "Juan me lo contó". En cambio, si se
dice "El Juan que yo conozco no es bizco sino tuerto", la expresión
"que yo conozco" no es incidental sino esencial para el contenido de
la oración, y por ello está dentro del mismo GF que la palabra
"Juan".
(…)
La entonación es el medio de distinguir si se trata o no de una
expresión incidental. En este caso, por ejemplo, que admite dos
versiones:
a) Las chicas que eran demasiado tímidas(*) se quedaron sin bailar.
b) Las chicas, que eran demasiado tímidas, se quedaron sin bailar. (8)
(…)
Dentro de las expresiones incidentales están los vocativos, esa forma
verbal con que nombramos a la persona o a las personas a quienes les
dirigimos la palabra.
(…)
7
Como ya sabemos, la coma representa un tono semiagudo o un tono medio.
8
En la versión a) de esta oración se hace referencia a que solo algunas chicas
—las que eran demasiado tímidas— se quedaron sin bailar, mientras que en la
versión b) se afirma que todas las chicas se quedaron sin bailar porque eran
demasiado tímidas.
4
No, señor, no es así. Acuérdate, Hermelinda, acuérdate de mí.
Escucha, amada mía, la voz de mis cantares. Mira, pedazo de animal,
lo que has hecho.
También son incidentales expresiones como pues, sin embargo, claro,
es verdad, en usos del tipo que se ejemplifica a continuación: Haz,
pues, lo que te digo. Tú, sin embargo, mientes. Mi hermana, claro, es
muy seria. Le dije, es verdad, un par de lisuras. Tu madre,
seguramente, no quiere verme más.
La expresión incidental puede estar en tres posiciones: inicial,
intermedia y final. (...) Si está en posición final, llevará una coma
antes de ella; si está en inicial, una coma después de ella, excepto
si se trata de vocativo, pues el vocativo inicial se separa del resto
de la escritura mediante dos puntos. (9)
Ejemplos: Mira, amor, lo que te traigo. Mira lo que te traigo, amor.
Amor: Mira lo que te traigo.
Luisa, pálida, se apoyó en la mesa. Pálida, Luisa se apoyó en la
mesa. Luisa se apoyó en la mesa, pálida.
3º Inserción de un bloque significativo en otro. (10)
(…)
Los maestros, para poder llegar a la plaza, lucharon con la policía.
Los maestros lucharon con la policía para poder llegar a la plaza.
Juan, en vez de ir a clase, se fue al cine.
Juan se fue al cine en vez de ir a clase.
No puede, sin antes obtener pasaporte, salir del país.
No puede salir del país sin antes obtener pasaporte.
Así pues, cuando un bloque significativo interrumpe la continuidad de
otro insertándose en su interior, va entre comas.
4º Desplazamientos y signos de relieve.
(…)
Como se sabe, en español el orden de las palabras es muy flexible.
Esa flexibilidad favorece tanto a las palabras propiamente dichas
cuanto a los grupos fónicos. (...) Por ejemplo, se dice que cuando la
oración se inicia por un complemento circunstancial, este se separa
9
Y, obviamente, si la expresión incidental está en medio de la oración, irá
entre comas.
10
El caso de un bloque significativo es muy diferente al de las expresiones
incidentales, ya que aquel no puede omitirse. Si se omite, la expresión pierde
concreción.
5
del resto de la oración mediante coma. (11) Se dan ejemplos como
estos:
a) Después del paseo, todos quedaron rendidos.
b) Con mucho esfuerzo, Juan terminó su trabajo.
c) Por lo general, lo bueno dura poco.
(…)
A semejanza de los desplazamientos de palabras o frases dentro de la
oración, las entonaciones que representan las comas se usan para
poner de relieve matices significativos. (...) Este uso está
determinado por la intencionalidad del emisor del mensaje.
Compárese las siguientes expresiones:
a) La muchacha linda le sonreía siempre.
b) La muchacha, linda, le sonreía siempre.
(…)
En el ejemplo anterior la entonación es el único signo de relieve. En
el siguiente concurren dos signos de relieve: el desplazamiento y la
entonación.
a) Luisa llegó toda despeinada, tardísimo.
b) Luisa, toda despeinada, llegó tardísimo.
(…)
5º Ausencia de verbo. En ocasiones formulamos expresiones sin verbo.
Unas veces para no repetirlo, pues resulta innecesario: "En
matemáticas tuve 15; en química, 6". Aquí, la coma después de
"química" remite al verbo omitido ya mencionado en la misma oración.
Pero otras veces no hay verbo al cual referirse. Si alguien está
asignando puestos y dice: "Tú, a la carpa verde", sencillamente no
alude a ningún verbo. (12)
6º Condiciones, oposiciones y otros enfrentamientos. Cuando se
enuncian
grupos
fónicos
o
conjuntos
de
GGFF
que
encierran
significados que de alguna manera se enfrentan entre sí (...), la
11
Aclaramos que esto es recomendable solo cuando resulta indispensable poner la
coma para dar relieve al circunstancial, de manera que este asuma un rol
diferente al que normalmente tiene, que es el de un modificador que se puede
excluir sin alterar la esencia de la oración.
12
Con este uso de la coma se puede sustituir incluso el complemento directo
debido al poderoso papel que cumple el contexto en las expresiones. Obsérvese:
“Humberto toma café todas las mañanas; Fernando, a todas horas.” En este caso,
la coma no solo permite suplir al verbo, toma, sino también a su complemento
directo, café.
6
entonación suele diferenciarlos en dos bloques separados por tonema y
pausa, y que, por tanto, llevan coma en la escritura.
(…)
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
Si dice que no, me enfurezco.
Si dices que no me enfurezco, te equivocas.
Ruégale, si tanto la quieres.
Está muy cansado, pero vendrá.
Vendrá, aunque se rompa la pierna.
La quiere, sin embargo le pega.
A pesar de que le pega, la quiere.
Más la quiere, más le pega. (13)
Hay otros enfrentamientos conceptuales que proponen una síntesis de
la que surge el mensaje de la oración (...). Por ejemplo, en
refranes:
Quien mal anda, mal acaba.
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.
Rosa que muchos huelen, su fragancia pierde.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
A palabras necias, oídos sordos.
(…)
7º Reiteración. Por fin, hay ciertas expresiones que se dicen unas a
continuación de otras y que no constituyen enumeración, pues no se
refieren a distintos elementos de una serie, sino que repiten el
mismo concepto con el propósito de aclararlo, reforzarlo o, a veces,
de agregarle un nuevo matiz.
(…)
Le digo que no, no y no.
Le dijo que no, que de ninguna manera, que nunca.
Estaba fea, horrible.
Debes obedecerlo, hacer lo que él diga que debes hacer.
Le guste o no le guste, quiéralo o no, deberá marcharse.
(…)
Uso del punto y coma
(14)
Sus usos más frecuentes y constantes se dan en los siguientes casos:
13
a), b) y c) son oraciones condicionales; d), e), f) y g) presentan bloques
cuyo enfrentamiento subraya una situación irregular, y cuentan para ello con
"pero", "aunque", "sin embargo" y "a pesar de"; finalmente, en h) la relación de
enfrentamiento se establece por la entonación.
14
Corresponde al tonema de semigrave, al igual que los dos puntos.
7
1º Enumeración distributiva. Hay enumeraciones cuyos miembros tienen
dos GGFF, separados por comas. Para evitar confusiones, la entonación
se hace más grave al final de cada miembro de la enumeración,
llegando hasta la semicadencia, tonema que se distingue así del de
suspensión que corresponde a la coma que divide al mismo miembro.
Compárese estas dos enumeraciones:
a) Tiene un auto verde, un terno azul, una novia blanca y una suerte
negra.
b) Tiene un auto verde, siempre abollado; un terno azul, bastante
viejo; una novia blanca, más bien fea, y una suerte negra.
(…)
Este otro ejemplo de enumeración distributiva permite apreciar la
necesidad del uso de coma dentro de cada miembro:
"La revista trae un artículo sobre la Reforma Agraria, de Fidel
Castro; otro sobre la economía liberal, de López Bárcena, y un
tercero acerca de la política industrial peruana, de José Núñez." De
no entonarse (o escribirse) debidamente; es decir, si se suprimen las
comas, se estaría hablando, por ejemplo, no de un artículo escrito
por Castro acerca de la Reforma Agraria, sino sobre la reforma
agraria hecha por Castro. La distribución de elementos mediante comas
y puntos y comas evita, pues, cualquier posible ambigüedad.
Basta que un solo miembro de la enumeración lleve coma interna para
que sea aconsejable que todos los miembros de la misma se separen con
punto y coma. Ejemplo: La casa estaba con las ventanas rotas,
posiblemente a pedradas; con la puerta forzada; con los muebles
destrozados y el hilo telefónico cortado.
2º Proposiciones con coma interior. Se denomina proposición a toda
expresión que lleva un verbo en forma personal. Por ejemplo, en las
siguientes oraciones hay dos proposiciones en cada una:
a) Juan, que es mi amigo, me lo advirtió.
1
2
1
b) Juan me lo advirtió porque es mi amigo.
1
2
c) Me lo iba a dar, pero se arrepintió.
1
2
La proposición se caracteriza por estar siempre incluida dentro de
una oración. No es independiente como ésta, sino que forma parte de
ella.
(…)
Se ha visto, al tratar la coma, que hay proposiciones que suelen
separarse con ese signo:
a) Está muy enfermo, pero vendrá.
b) Entró en la habitación, saludó a todos, se sentó y se quedó
profundamente dormido.
8
Si estas proposiciones contienen elementos separados por comas, la
separación entre tales proposiciones no se hará ya con coma, sino con
punto y coma:
a) Está muy enfermo, tiene fiebre y se siente muy débil; pero vendrá.
b) Entró en la habitación, que estaba llena de gente; saludó a todos,
uno por uno; se sentó y se quedó profundamente dormido.
Semejante a estos casos es el de las series de proposiciones con
verbo ausente, en las que, como se vio, el verbo omitido se señala
mediante coma. Los miembros de tales series se separan entre sí con
punto y coma:
Juan tiene tres hermanas; Luis, siete; Pedro, dos.
3º Matices de significación. Hay veces que dos enunciados verbales
que pueden formar cada uno oración se reúnen en una sola unidad
oracional. En las páginas 41 y 42 hemos visto que es posible decir:
a) Quiso venir, pero no pudo; tal vez venga más tarde.
b) Quiso venir, pero no pudo. Tal vez venga más tarde.
(…)
Pues bien, cuando se establece una íntima interconexión entre dos
enunciados verbales capaces de formar oraciones independientes, el
tonema que los divide es un tonema de semicadencia, y no de cadencia.
Se les funde así dentro de la misma oración, lo cual da lugar a
cambios de matiz en su significado.
La necesidad de establecer esa fusión debe ser muy nítida. (...) Si
esa necesidad no está muy clara, es mejor prescindir del punto y coma
y usar el punto.
a) Entré en
Entré en
Entré en
b) No puede
No puede
la casa y no encontré a nadie.
la casa; no encontré a nadie.
la casa. No encontré a nadie.
demorarse; pronto lo veremos llegar.
demorarse. Pronto lo veremos llegar.
Este uso del punto y coma es uno de los que mayor experiencia
requieren en todo el conjunto de la puntuación. Pero, en cierto modo,
es prescindible para la escritura habitual. Conviene por ello, en
caso de duda, recurrir al punto, que siempre estará bien.
Uso de los dos puntos
El tonema que representan los dos puntos (:) es, como el
representando por el punto y coma, un tonema de semicadencia. Dos son
los usos de este signo:
9
1º Anuncio. Cuando un enunciado verbal anuncia a otro enunciado
verbal, entre el anuncio y lo anunciado se produce un tonema de
semicadencia y una pausa, que en la escritura corresponde a dos
puntos.
a)
b)
c)
d)
e)
f)
Los países del Pacto Andino son: Perú, Colombia, Ecuador, Chile y Bolivia.
Sarmiento dijo: "Las ideas no se matan".
Eso es lo que eres: un cretino.
Ese actor hace de todo: de cómico, de trágico, de lo que sea.
Le dio lo que se merecía: una bofetada.
Querido amigo: Te escribo para...
2º Relación causal. (15)
(…)
a)
b)
c)
d)
La casa está vacía: se han mudado.
Se han mudado: la casa esta vacía.
Está jalado: lo sorprendieron copiando.
La reunión fue muy desagradable: estaba allí Jacinto.
Uso de rayas y paréntesis
Dentro de la oración se incluyen muchas veces anotaciones o
comentarios marginales a lo que en ella se dice o a parte de lo que
en ella se dice. Esas anotaciones o comentarios no están mayormente
vinculados a la estructura de la oración, no son parte integrante de
su construcción, sino un elemento incrustado en ella. Tienen un
parentesco con las expresiones incidentales, pero estas, aunque son
prescindibles, forman parte de la oración, son complemento de alguna
de sus partes. (...) Obsérvense las diferencias de entonación con que
se dicen las expresiones subrayadas:
a) Juan
b) Juan
c) Juan
d) Juan
(…)
y
y
y
y
Ana, la pareja que te presenté, se van a casar.
Ana —no es un secreto— se van a casar.
Ana (¡tan tonta que es ella!) se van a casar.
Ana (lo guardan en secreto) se van a casar.
La mayor gravedad de tono aísla la expresión correspondiente del
resto de la oración dentro de la cual se encuentra. A tal entonación
corresponden las rayas (—) o los paréntesis, según se puede ver en
los ejemplos dados.
(...)
15
Identificamos este uso con un ejercicio muy fácil: reemplazar los dos puntos
por la palabra "porque"; esto se debe a que entre ambos elementos existe una
relación de causa-efecto. En algunos casos —como lo demuestran a) y b)—, la
causa y el efecto se pueden intercambiar.
10
Hemos dicho que entre rayas y paréntesis sólo existe una diferencia
de grado; eso, en cuanto a la relación de la frase que encierran con
respecto a la oración que la alberga. Hay otra diferencia más: la
raya es un signo que funciona sólo dentro de la oración, mientras que
los paréntesis pueden encerrar parte de una oración, toda una oración
y aun varias oraciones en conjunto. (16)
(…)
a) Dos y dos, mi querido amigo, son cuatro.
Dos y dos, mi querido amigo —todos lo saben—, son cuatro.
b) Si confiesa, lo entregas a la policía.
Si
confiesa
(y
aunque
no
confiese),
lo
entregas
policía.
a
la
Uso de los puntos suspensivos
Como su nombre lo indica, los puntos suspensivos (que son tres y
solamente tres) indican que una expresión se suspende, se interrumpe.
En ocasiones representa la entonación característica de una pausa
larga, generalmente acompañada de una prolongación de la sílaba
precedente a la suspensión del discurso: "Eran alrededor de... las
siete de la tarde", caso en el que representa una vacilación. En
otras ocasiones significa no una interrupción momentánea sino
definitiva; por ejemplo, cuando se considera innecesario, por ser
algo consabido, lo que viene después: "Más vale pájaro en mano..."
(se omite la continuación del refrán: "que ciento volando").
Al final de una enumeración los puntos suspensivos reemplazan al
etc., e indican como él que la serie es más amplia que lo enunciado:
"Son países de América Latina: Perú, Argentina, México, Brasil,
Panamá, Chile...".
También se indica con suspensivos la supresión de parte del texto que
se está citando. (17)
Otros signos
Los signos más obviamente entonacionales son los de interrogación
(¿?) y los de exclamación (¡!).
(…)
16
También se utiliza paréntesis para dar información complementaria: la fecha
de un suceso, los años de nacimiento y muerte de una persona, una mención
recordatoria, etcétera.
17
En este caso lo recomendable es que los puntos suspensivos vayan entre
paréntesis, tal como —con abundancia— se ha utilizado a lo largo de esta
separata.
11
La interrogación. (18)
(...)
Las oraciones interrogativas terminan en anticadencia. (...) El signo
entonacional es aquí semejante al que indica que la oración no ha
concluido. Semejante, porque su esquema es el de un grupo de
inflexión ascendente (no final de oración). Esta semejanza se funda
en que la interrogación es un acto comunicativo que solicita otro
acto comunicativo, y concluye con inflexión ascendente porque la
actitud del hablante queda como colgada, en vilo, pendiente de la
respuesta que demanda. Pero no hay posibilidad de que se confunda con
una frase, o con parte de una oración inconclusa, porque su
entonación se instala, habitualmente, en un nivel más agudo que el
promedio del discurso no interrogativo, característica que se
acompaña de otras que afectan matices de la cantidad y la intensidad
silábicas relativas. Compárese:
Juan enamora a María.
¿Juan enamora a María?
Hay idiomas que tienen una modalidad sintáctica especial para
preguntar; es decir, que las palabras o su orden tienen que variar
para la interrogación; el inglés por ejemplo. Como en español es
posible usar las mismas palabras en el mismo orden para afirmar o
interrogar, la entonación adquiere un valor diferencial muy marcado.
De allí sus modalidades entonacionales, y la necesidad de que el
signo de interrogación aparezca tanto al principio (¿) como al
final(?) de la pregunta escrita.
(…)
Habría que agregar que, en ciertas oportunidades, aparece el signo
interrogativo de cierre colocado entre paréntesis (?). Con ello se
indica que la palabra o la oración que precede a ese signo es
incomprensible o dudosa para quien escribe. Ejemplo: "Entonces afirmó
que había dado muerte a dos diplodomecus (?)." (19)
La exclamación.
Los signos de exclamación —mal llamados de admiración— señalan un
énfasis especial, una intensidad no habitual en el habla. La
entonación exclamativa puede envolver a toda la oración, o solo a una
parte de ella. Las más diversas motivaciones pueden determinar una
expresión exclamativa; no sólo la admiración sino la sorpresa, el
dolor, la ira, la desesperación, el desagrado, el placer; en fin, la
vasta variedad de los estados de ánimo. Y no únicamente ellos, sino
18
Ob. cit. pp. 25 y 26. Este cambio del orden de los temas con respecto a la
obra de A. Oquendo responde exclusivamente a las necesidades didácticas de esta
exposición.
19
Ob. cit. p. 65.
12
también la voluntad suele afirmar su decisión mediante énfasis
entonacionales, según puede notarse en las expresiones imperativas.
(...)
¡Caramba!, me equivoqué.
¡Vete al demonio!
Iba muy tranquila, cuando de pronto, ¡zas!, le arrancharon
cartera.
Cuando la vi —¡ay, Dios!— se me cayó el alma al suelo.
¡Lárgate!
la
Entre paréntesis, el signo exclamativo de cierre (!) indica
extrañeza, muchas veces ante lo disparatado: "Dice que el Espíritu
Santo, en forma de paloma, la visita todas las tardes (!)". Como en
el caso similar de la interrogación, hay aquí una especie de guiño
hecho por quien escribe, un sustituto del gesto que haría al hablar.
13
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