I 2016 CONCERTOS A Escola na Cidade Concertos Fin de Curso dos alumnos do CAEO MAIO-XUÑO 2016 Paraninfo da Universidade Facultade de Xeografía e Historia I Martes 7 de xuño 20.30 h CARMEN PAVÓN RODRÍGUEZ violín ISMAEL VIDAL RODRÍGUEZ trompa MACARENA HERRERO PÉREZ violín | Escola de Altos Estudos Musicais | CARMEN PAVÓN RODRÍGUEZ violín Concerto para violín nº 4 en Re maior, K. 218. Wolfgang Amadeus Mozart Allegro Andante cantabile Rondeau (Andante grazioso. Allegro ma non troppo) Piéce en forme de Habanera. Maurice Ravel Para un solista siempre supone un evento trascendental la interpretación de un concierto de Mozart o la de una obra del período clásico como tal. El Clasicismo reúne en sí una dificultad mayor que otros estilos musicales debido a la simplicidad en sus melodías, pero a la vez tan delicadas y cristalinas. Por tanto ¿se trata más bien de una exigencia absoluta en la interpretación de lo más natural y transparente que de una superación técnica con carácter virtuosístico?. Es por ello, que el lenguaje mozartiano, o clásico en sí, es el más respetado, polémico y temido por parte de los grandes artistas. Wolfgang Amadeus Mozart (Salzburgo, 1756 - Viena, 1791) era casi un adolescente de 19 años al servicio de la corte de Salzburgo cuando, en 1775, compuso sus cinco conciertos para violín y orquesta. Por aquella época, ocupaba una plaza de primer violín en la orquesta de la Corte de Colloredo, príncipe-arzobispo de su ciudad natal. Dicha circunstancia nos permite deducir que compuso estas obras para sí mismo, debido a sus excelentes dotes solísticas y animado por sus amistades profesionales, tal y como documentan las cartas intercambiadas con el también violinista inglés Thomas Lindley. De todas formas, era bastante probable que el joven Mozart quisiese hacerse con un repertorio concertístico, ya que entre sus proyectos próximos estaba una gira por las diferentes cortes de Alemania y Francia, ocupando los puestos de director de orquesta, maestro solista de violín y compositor de Corte, con el principal objetivo de liberarse de las limitaciones que en el Salzburgo de entonces ya encontraba. No podemos olvidar citar la fuerte influencia que supuso para Mozart, en la composición de estos conciertos, la amistad con el violinista italiano Antonio Brunetti, Hofmusikdirektor y Hofkonzertmeister en la corte salzburguesa. Mozart, sintiendo el gran interés que despertaban sus conciertos para el virtuoso y aclamado violinista italiano, se dejó aconsejar por los deseos del mismo, quién además interpretó estas obras. Por ello, sería interesante saber si la dificultad y brillantez que muestran sus últimos conciertos, K. 218 y K. 219, no está vinculada a la maestría técnica de Brunetti. La tonalidad escogida para este Concierto no es una mera casualidad. Re mayor, es la tonalidad preferida por muchos compositores para escribir obras de violín, ya que es dónde mejor resuena y luce el timbre de este instrumento. Mozart la tiene presente a lo largo de toda la obra. El primer movimiento es un Allegro encabezado por un tema con carácter de marcha militar presentado por un tutti y luego ejecutado por el solista a dos octavas superiores. Luego, tras un pasaje virtuosístico de semicorcheas, aparece un segundo tema pero con un aire cantabile y en un registro grave que contrasta a la perfección con el tema principal. Para dar paso a la reexposición utiliza un tema en arpegios con articulación de legato, previamente tocada en la exposición. El movimiento termina con una cadencia libre, que en esta ocasión será la conocida cadencia de J. Joachim. El segundo movimiento es un Andante cantabile, que a pesar de ser lento requiere unas exigencias técnicas por parte del solista. Comparándolo con el tema principal del Allegro, aquí la melodía tiene un carácter aterciopelado y cautivador. Tras el inicio a cargo de la orquesta, sigue el solista con una melodía cantabile, mayoritariamente ininterrumpida durante todo el movimiento. El violín solo repite el tema principal varias veces, pero siempre jugando con diferentes registros. Ya para finalizar la obra, Mozart da al tercer movimiento un carácter jocoso, eligiendo la forma ágil del Rondeau, en la que se alternan diferentes caracteres, entre Andante grazioso y Allegro ma non troppo, o un Allegretto alla breve. La admiración por España y su música ha estado presente a lo largo de la historia de toda la Gran Tradición europea. Ya Bizet plasmó melodías españolas en su ópera ambientada en España Carmen, o lo mismo Lalo con su Sinfonía Española, pasando después el testigo a compositores impresionistas como Debussy y el propio Maurice Ravel (Ciboure, Labort 1875 - París 1937). Pièce en forme de Habanera es una obra compuesta en 1907, originalmente para voz, que refleja este gusto por las tradiciones musicales españolas. El interés expresado por el compositor se debe también a una cuestión familiar ya que su madre era descendiente de familia vasca y crecida en Madrid. Parece ser que su propia madre le cantaba canciones populares de niño, naciendo así en el compositor un vínculo biográfico con la música hispana. En la obra que nos ocupa, el distintivo ritmo de habanera es mostrado constantemente por el piano en la mano izquierda, acompañado por variaciones en la mano derecha. Contra este acompañamiento, el violín se sumerge en una melodía cautivadora y seductora, que resalta la técnica interpretativa del solista. ISMAEL VIDAL RODRÍGUEZ trompa Concerto para trompa e orquestra (redución a piano) en Si b maior, op. 91. Reinhold Glieret Allegro Andante Moderato - Allegro vivace Reverie para trompa e piano, op. 24. Alexander Glazunov Como introdución a un concerto dedicado á música rusa nos inicios do s. XX e co recoñecemento de compositores da talla de F. Liszt e Rimsky-Korsakov, cómpre facer un oco a Alexander Glazunov, compositor, director de orquestra e influínte mestre de música, cuxas primeiras obras datan de finais do s. XIX, entre elas, Reverie, de 1890. No auxe deste compositor remontámonos ao contexto dunha Rusia en pleno desenvolvemento industrial e social: folgas, desorde agrario…; actividades que impulsan á burguesía a crear os seus propios partidos políticos, tanto conservadores como liberais. Máis adiante e despois de apropiarse das ideas dos vellos populistas e socialistas urbanos, fórmase o movemento radical máis grande en Rusia: o Partido Social-Revolucionario que desembocará na revolución. Reverie é unha peza que delata a súa inspiración romántica, contrastante con outras obras posteriores dun carácter máis stravinskiano. O son meloso da trompa, acompañado cos acordes despregados do piano, crean unha atmosfera de tranquilidade e esperanza. A pesar de ser unha obra de pouca duración, Glazunov consegue abrir e transmitir todo un abano de sentimentos e emocións en moi poucos minutos, sempre xogando coas dinámicas e explotando o amplo rexistro da trompa. Era tal o prestixio deste mestre que compositores posteriores lle dedicaron grandes obras. É o caso de Reinhold Gliere, que lle compón no ano 1910 a súa Sinfonía nº 3 en Si menor, op.42 “La Monumental”. Xustamente Gliere (1875-1956) é o autor da segunda obra deste recital: o Concerto para trompa e orquestra en Si b maior. Trátase dun dos concertos por excelencia para este instrumento, xa que reúne todo o necesario para explotar ao máximo tanto o son como o virtuosismo da trompa. Procedente dunha familia ben integrada no ámbito musical, Gliere destaca na súa primeira escola en Kiev e logo tamén no prestixioso conservatorio de Moscú, onde acabará impartindo clases el mesmo anos despois. A Guerra Civil Rusa e os inicios da Unión Soviética marcan directamente as súas andaduras no ámbito musical, xa que o seu grande interese pola música de vilas da Unión Soviética favoreceu enormemente o desenvolvemento da música rexional, así como tamén a escritura de obras nas cales bota man de diversos idiomas folclóricos. Este concerto para trompa, a pesar de estar composto en 1950 e das súas fortes influencias románticas, segue un estilo neoclásico con tres movementos. Cabe destacar a cadencia para o primeiro movemento, composta por Valery Polekh, trompista que impulsou a Gliere a que compuxera este concerto, sendo polo tanto parte importante da historia do mesmo. O virtuosismo e dificultade da peza, xunto coas tendencias románticas do compositor e o seu espírito nacionalista, crean unha obra digna de escoitar e de manterse no tempo, inmortalizada con versións como a da estrea, baixo a batuta do propio Gliere coa Orquestra Sinfónica da Radio de Leningrado e o mesmo Valery Polekh como solista. MACARENA HERRERO PÉREZ violín Concerto para violín nº 4 en Re maior, K. 218. Wolfgang Amadeus Mozart Allegro Concerto para violín en Re maior, op. 35. Piotr Ilich Tchaikovsky Allegro moderato El presente programa abarca más de un siglo de historia. En la primera obra nos adentraremos en la segunda mitad del siglo XVIII mientras que en la siguiente haremos un recorrido a través de la segunda mitad del siglo XIX. Dos estilos musicales a la vez diferentes y parecidos, gracias a los cuales el espectador podrá apreciar la evolución estilística y la concepción musical antagónica que se halla intrínseca en cada una de las obras presentadas. A pesar de las diferencias formales y de carácter que podamos apreciar entre dichas obras, hallamos también un lazo de unión, un fino hilo que relaciona el concierto de Tchaikovsky, tan venerado a lo largo de los siglos, con la obra de Mozart, de quien Tchaikovsky era un fiel admirador como podemos comprobar en diversas cartas y documentos conservados a lo largo del tiempo. Mozart (1756-1791) es considerado hoy día como uno de los más grandes genios de la música. Fue un excelente pianista, organista, violinista y director y destacaba por sus improvisaciones, que solía realizar en sus conciertos y recitales. La música de Mozart no fue siempre popular entre el público, al igual que la de Tchaikovsky, que se vio enfrentada a numerosas críticas y fue duramente juzgada por músicos y compositores. Aunque, con el paso de los siglos, la música de Tchaikovsky ha ido adquiriendo la fama que se merece, siendo hoy día uno de los compositores más aclamados y apreciados por el colectivo general, como lo fue ya antes el mismo Mozart. El programa seguirá un orden cronológico, como tradicionalmente suele hacerse en los programas, comenzando por el concierto nº 4 de Mozart, y seguido del concierto de Tchaikovsky. Ambos conciertos son grandes referencias del ámbito violinístico, interpretados en numerosas ocasiones. En 1773, tras numerosos viajes, Mozart y su padre se establecen en Salzburgo. Aquí comienza una etapa muy prolífica para Mozart, hijo predilecto de dicha ciudad. Fue durante este período cuando Mozart declaró su interés creciente por el violín componiendo una serie de cinco conciertos. El Concierto nº 4, que consta de tres movimientos: Allegro-forma de sonata, Andante cantabile y Rondó (Andante grazioso - Allegro ma non troppo) es un claro compendio de los elementos principales del período clásico, siendo éste uno de los motivos por el cual es considerado, junto con los conciertos nº 3 y nº 5, un imprescindible del repertorio violinístico. Melodías transparentes, pureza tímbrica y amplios contrastes dinámicos, son algunas de las características que lo hacen ser una referencia a nivel tanto formal como interpretativo de dicho período. El Romanticismo musical se desarrolló paralelamente al Romanticismo literario y artístico. Se caracterizó principalmente por nuevos avances en la melodía, expresión del yo individual y la emoción. Es quizá la época más brillante de la historia de la música: por primera vez este arte brilla por encima del resto de las artes; la música se considera el lenguaje del espíritu frente a la razón. Es el siglo del instrumentista virtuoso, la creación de las escuelas nacionales de violín y las grandes salas de conciertos, la aparición del público y los críticos musicales, las grandes orquestas, las obras sinfónicas… Después de Beethoven, los compositores prestaron mucha atención a la expresión de sentimientos intensos en su música. Esta expresión de la emoción fue el factor principal de todas las artes del movimiento “romántico”. En busca de inspiración, muchos compositores románticos recurrieron a la pintura, la poesía, el teatro y la literatura, incluso a la naturaleza misma. Ya sea en el imaginario de la naturaleza o la violencia apasionada que se encuentra en las pinturas de Friederich, Delacroix y Goya, Dos hombres contemplando la luna de Caspar David Friedrich, la literatura extraña y fantasiosa de Edgar Allan Poe, o la aventura y los mitos de las grandes colecciones de hadas, cuentos y la poesía popular. La representación en el arte de lo bello, lo extraño, lo sublime y lo morboso era el credo dominante de la época. Los compositores del siglo XIX usaron las formas clásicas de la sonata y la sinfonía como punto de partida, y comenzaron a centrarse más en los nuevos estilos melódicos, armonías más ricas, y cada vez más, en la disonancia, en la búsqueda de mover a su público, en lugar de a sí mismos en relación con la disciplina estructural de las formas clásicas. Como mencionamos anteriormente, compositores como Tchaikovsky tomaron como ejemplo y admiraban a los compositores y formas clásicas. Durante este apogeo musical, a finales del siglo XIX, Tchaikovsky (1840-1893) compone su concierto más representativo, imprescindible de la literatura violinística, su Concierto para violín en Re mayor, de 1878. Fue escrito en Suiza, donde Tchaikovsky se recuperaba de una depresión provocada por su desastroso matrimonio; Tchaikovsky era homosexual y se casó por presión social, lo que le llevó a cometer incluso un intento de suicidio. Fue aconsejado por su alumno de composición, el violinista Iósif Kotek, primeramente dedicado a Leopold Auer quien se negó a estrenarlo, y fue finalmente estrenado por Adolf Brodsky. Hubo críticos que cuestionaron dicho concierto, ya que lo consideraban demasiado simple y directo, movido en gran medida por la emoción en lugar de tener una clara estructura formal, en contraposición a los conciertos de Beethoven o Brahms, mucho más complejos en su estructura. Tchaikovsky se decantaba por un sonido de gran potencia, emoción directa y formas tradicionales. El primer movimiento, allegro moderato, tiene dimensiones y formas clásicas. Se inicia con una breve introducción, de carácter lírico y cadencial. A continuación, se suceden diversas melodías unidas en torno al hilo formal generado por los cambios de dirección anímica. El segundo movimiento se inicia con gestos un tanto severos. Aunque descrito como una Canzonetta, se asemeja más a un coral que a una canción ligera, por su escritura homofónica y movimiento pausado. Se inicia con un pasaje en acordes ejecutado por las maderas acompañadas por las trompas. Luego el solista entona una melodía de carácter tradicional ruso con un acompañamiento sencillo. Debido a su corta duración y su ambiente relativamente tranquilo, la Canzonetta sirve como puente entre el primer y el tercer movimiento, inspirado este último en temas rusos tradicionales que se prestan para ser desarrollados mediante variaciones múltiples en la orquestación, el ritmo y la melodía misma. El movimiento final cierra todo el concierto con broches de energía y brillo. Mércores 25 maio JAVIER SÁNCHEZ GONZÁLEZ fagot CARLA FONTÁN COSTAS violín RAQUEL MIGUÉLEZ IGLESIAS contrabaixo Carl Maria von Weber, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Giacomo Bottesini, Franz Schubert e Max Bruch CONCERTOS FIN DE CURSO* Paraninfo da Universidade Facultade de Xeografía e Historia 20.30 h Luns 23 maio LAIA ALBINYANA I VIRGILI frauta AIDA LÓPEZ BORREGO violín CÉSAR SÁNCHEZ MANTILLA violín Johann Sebastian Bach, Karg Elert, Frank Martin, Wolfgang Amadeus Mozart, Jean Sibelius, Felix Mendelssohn e Pablo de Sarasate Martes 24 maio JORGE GALÁN ADEGA violín NEHIR AKANSU viola CAROLINA RODRÍGUEZ CANOSA óboe Wolfgang Amadeus Mozart, Camille Saint-Saens, Paul Hindemith, Johann Sebastian Bach e Antal Dorati | Escola de Altos Estudos Musicais | Luns 6 xuño FRANCISCO JOSÉ SÁNCHEZ BRUNO percusión MIGUEL BLANCO PUENTE violoncello SERGIO MONTERO DEL POZO viola Andrew Thomas, Iannis Xenakis, Paul Hindemith, Ludwig van Beethoven e Johannes Brahms Martes 7 xuño CARMEN PAVÓN RODRÍGUEZ violín ISMAEL VIDAL RODRÍGUEZ trompa MACARENA HERRERO PÉREZ violín Wolfgang Amadeus Mozart, Maurice Ravel, Reinhold Gliere, Alexander Glazunov e Piotr Ilich Tchaikovsky Mércores 8 xuño JUAN ANTONIO CARRILLO RIVODIGO violoncello DIEGO ARAGÓN JIMÉNEZ trompeta Franz Joseph Haydn, Gaspar Cassadó e Arthur Honegger *Como colofón dos seus estudos, cada un dos alumnos do Curso Avanzado de Especialización Orquestral participa nestes concertos públicos realizando unha interpretación solista destacada. As notas ao programa que lles ofrecemos foron elaboradas polos propios intérpretes e na súa edición respectamos o idioma orixinal no que foron escritas. A entrada destes concertos é libre ata completar aforo. CONCERTO EXTRAORDINARIO** Auditorio Abanca de Santiago Rúa Preguntoiro, 23 Mércores 22 de xuño 21.00 h I LAIA ALBINYANA frauta ISMAEL VIDAL trompa DIEGO ARAGÓN trompeta JUAN ANTONIO CARRILLO violoncello MIGUEL BLANCO violoncello AIDA LÓPEZ violín JAVIER SÁNCHEZ fagot RAQUEL MIGUÉLEZ contrabaixo CÉSAR SÁNCHEZ violín Antonio Vivaldi, Christoph Förster, Georg Philipp Telemann, Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart, Carl Weber, Giovanni Bottesini e Pablo de Sarasate **Os alumnos do CAEO que alcanzan o nivel de excelencia interpretan como solistas un programa acompañados pola Real Filharmonía de Galicia. A entrada é gratuíta previa retirada de invitación na billeteira do Teatro Principal (18:00-21:00 h, de martes a sábado) ou no Auditorio Abanca de Santiago o día do concerto a partir das 20:00 h.