REUNION REGIONAL “Nuevos Enfoques sobre la Diversidad Cultural: Rol de las Comunidades”. La Habana del 7 al 10 de febrero de 2006 Documento Conceptual Taller 1 Estrategias para promover la participación comunitaria en los procesos de inventario para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial: Las experiencias de expertos y practicantes de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial en América Latina y el Caribe. Preparado por: Analeese Brizuela Quintanilla. Contenido: I Introducción y breve reseña histórica II La convención de 2003. Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Programas de Salvaguardia que anteceden la Convención. III Inventarios del patrimonio cultural inmaterial (PCI) en la región. Antecedentes IV Acciones estratégicas para impulsar la participación comunitaria en los procesos de inventarios del PCI. Aproximaciones a) Definiciones b) Resultados de inventarios. Beneficios esperados. c) Metodología propuesta V Conclusiones Anexos Bibliografía 1 I. Introducción. Breve reseña histórica. A partir de la aprobación en 1972 de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial y Natural, por la Conferencia General de la UNESCO, se comienza a apreciar cierto interés por la protección al Patrimonio Inmaterial. Fue en 1973 cuando el gobierno de Bolivia propuso al Director General de la UNESCO añadir a la Convención Universal sobre Derecho de Autor un protocolo relativo a la protección del folklore. De esta manera, la UNESCO y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual fueron fortaleciendo progresivamente su reflexión sobre la oportunidad y las modalidades de la salvaguardia del PCI en conformidad con su mandato respectivo, correspondiendo, en lo esencial, la salvaguardia general a la UNESCO. 1 Este conjunto de acciones fructifican en 1989, al adoptarse la Recomendación para la Salvaguardia de la Cultura Tradicional y Popular, que constituye un importante precedente a la Convención del 2003. La Recomendación de 1989, contenía un conjunto de aspectos relacionados con la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial,- denominado entonces con la expresión “Cultura Tradicional y Popular”- así como medidas a adoptar para su identificación, preservación, difusión y protección. Su contenido fundamental expresaba, “la cultura tradicional y popular, en cuanto expresión cultural, debe ser salvaguardada por y para el grupo (familiar, profesional, nacional, regional, religioso, étnico, etc) cuya identidad expresa”. 2 Esta recomendación incorpora dos elementos importantes, como el papel de los pueblos y sus comunidades en la creación y reproducción de sus manifestaciones culturales y el lugar fundamental de la cultura para la construcción de la identidad nacional. No obstante, presentaba algunas fallas que la limitaban. Éstas, - según análisis realizados en la Conferencia Internacional que tuvo lugar en Washington en 1999- eran de carácter legal, jurídico y terminológicas, aunque su principal debilidad estaba en la poca implicación de las comunidades en los procesos de salvaguardia; escaso reconocimiento a portadores y creadores; y la restricción respecto a la protección de conocimientos y valores de los procesos creativos. 3 Con el objetivo de impulsar la aplicación de la Recomendación de 1989, se realizaron una serie de acciones de preservación y promoción como cursos de formación, asistencia para la elaboración de inventarios, revitalización y difusión del patrimonio cultural inmaterial de minorías y grupos indígenas, festivales de culturas tradicionales, entre otras actividades. La década de 90 representa una etapa trascendental desde el punto de vista intelectual, político y jurídico para el tema del Patrimonio Cultural Inmaterial. Se acrecienta el interés por parte de las sociedades contemporáneas hacia temas como la identidad y la diversidad cultural, y se suceden una serie de hechos representativos entre los que se encuentran: “Reconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial”, documento preparado por Frédéric Vacheron y César Moreno, en representación de la Oficina Regional para intervención en reunión efectuada en Medellín, Colombia, Septiembre, 2005. 2 UNESCO. Recomendación sobre la salvaguardia de la cultura tradicional y popular. París, 1989. 3 http://unescodoc.unescoorg/images Conferencia Internacional Washington, 1999. 1 2 1990 - El inicio de proyectos vinculados al Patrimonio Cultural Inmaterial, “Los Tesoros Humanos Vivos” y “El Libro de las lenguas en Peligro” que posteriormente figurarían entre los 4 programas de Salvaguardia establecidos por la UNESCO. 4 1995 y 1999 – La realización de ocho (8) seminarios en diversas partes del mundo para evaluar la aplicación de la Recomendación de 1989. 1997- Definición del concepto de “Patrimonio Oral de la Humanidad”, en Consulta Internacional de Expertos sobre Preservación de Espacios Culturales Populares, efectuada en Marruecos. 1999 - Se crea la distinción internacional “Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, cuya primera proclamación se realizó en el 2001 y constituye también uno de los Programas de Salvaguardia establecido por la UNESCO. Este proyecto pretendió animar a gobiernos, instituciones privadas, comunidades, grupos e individuos, a preservar y promover su patrimonio cultural. 1999 – Conferencia Internacional de Washington, organizada de conjunto entre la UNESCO y la Smithsonian Institution, que confirmó la necesidad imperiosa de integrar la comunidad, grupos culturales e investigadores en el estudio del patrimonio cultural inmaterial, dar mayor relevancia a los portadores y precisar en un documento normativo nuevo o revisado, un conjunto de aspectos referentes a terminología, aspectos legales y jurídicos sobre la protección a la propiedad intelectual para este tipo de patrimonio.5 2001 – Como consecuencia de la reunión efectuada en Washington, y tomando en cuenta todas las acciones emprendidas desde 1989 hasta la fecha en el ámbito del patrimonio cultural inmaterial, se presenta en Turín, Italia, en la reunión internacional de expertos titulada “Patrimonio Cultural Inmaterial, definiciones operacionales”; un nuevo documento normativo, inspirado en el “Estudio preliminar sobre la conveniencia de reglamentar en un nuevo ámbito un instrumento para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, redactado por la Sra. Janet Blake, investigadora honoraria de la Universidad de Glasgow. Los aspectos más significativos que distinguen al nuevo documento normativo son el reconocimiento expresamente a los creadores y a las comunidades depositarias de todo el conocimiento del patrimonio cultural inmaterial, el respeto a los derechos y la dignidad de todos los creadores e intérpretes y contribuir entre todos en su salvaguardia y promoción. 6 2002 – Aparece el 1er. Anteproyecto de Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, en Brasil; y hacia finales de ese propio año, se convoca en Estambul, Turquía, la III Mesa Redonda de Ministros de Cultura del Mundo, que concluyó con el documento conocido como “Declaración de Estambul”, que expresa, entre otras cuestiones, posiciones comunes de respaldo y apoyo para favorecer políticas culturales tendentes a la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, a la iniciativa de la Anterior a estos programas está el de Músicas tradicionales del mundo”, que contribuye a preservar y difundir la riqueza musical de la humanidad, realizadas en la mayoría de los casos en su contexto. 5 Conferencia Internacional Washington, 1999. 6 UNESCO. Informe relativo al estudio preliminar sobre la conveniencia de reglamentar en el ámbito internacional la protección de la Cultura Tradicional y Popular, mediante un nuevo documento normativo. París, 2001: 6 4 3 Proclamación de las Obras Maestras, y a los debates y elaboración del Anteproyecto de Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. 7 Luego de un prolongado proceso, en Octubre del 2003, en la 32 Conferencia General de la UNESCO, fue aprobada por unanimidad la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, nuevo instrumento jurídico internacional que complementa la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, de 1972. II. La Convención del 2003. Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Programas de Salvaguardia que anteceden la Convención. Los principios fundamentales y objetivos de esta Convención centran su atención en aspectos como: El papel que deben desempeñar las comunidades en la creación, salvaguardia y sustentabilidad de su patrimonio cultural inmaterial. La sensibilización a nivel local, nacional e internacional acerca de la importancia de este tipo de patrimonio. El fortalecimiento en la cooperación y asistencia internacionales. Todo ello, queda convenientemente expresado en el Capítulo III de la Convención, referente a la Salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial en el plano nacional, Artículos 11, 12, 13,14 y 15. La Convención del Patrimonio Cultural Inmaterial, adoptó su propia definición de salvaguardia: “las medidas dirigidas a garantizar la viabilidad del PCI, incluidas la identificación, la documentación, la investigación, la preservación, la protección, la promoción, la valorización, la transmisión, esencialmente a través de la educación formal y no formal, así como la revitalización de los diferentes aspectos de este patrimonio”. 8 Estas medidas se expresan en dos niveles: uno a escala nacional y otro internacional. Los requerimientos principales de salvaguardia a escala nacional son: La elaboración de inventarios nacionales del patrimonio cultural inmaterial existente en el territorio de cada Estado parte (Art. 12). 9 La educación, sensibilización y fortalecimiento de capacidades y especialmente de gestión e investigación (Art. 14). 10 La participación de las comunidades, grupos e individuos que crean, mantienen y transmiten ese patrimonio en su identificación y gestión (Art.15)11 “Declaración de Estambul”, en Revista Oralidad, UNESCO Oficina Regional de Cultura. No 11, 2003. (páginas 10 y 11) 8 Revista Oralidad, UNESCO. Oficina Regional de Cultura, No. 12, 2003: 13 9 Ibidem: 16 10 Ibidem : 16 11 Ibidem : 17 7 4 En estrecho vínculo con el tema de los inventarios y la participación comunitaria, se encuentran los programas sobre la Proclamación de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, -creado por la UNESCO, en el año 1999- y la creación de los Sistemas de Tesoros Humanos Vivos, en 1993. Ambos programas resultan antecedentes importantes para la Convención. El programa sobre las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, (12) tiene entre sus principales proyecciones: movilizar voluntades a favor del reconocimiento del valor de este patrimonio, hacer hincapié en la necesidad de salvaguardarlo y revitalizarlo, establecer inventarios nacionales, crear comités nacionales de protección de dicho patrimonio, adoptar medidas legales y administrativas de protección, implicar a la comunidad en su identificación, registro y preservación. Por su parte, el programa de los Tesoros Humanos Vivos, propone a los Estados Miembros, la creación de sistemas nacionales con el propósito de “preservar los conocimientos y técnicas para la ejecución, representación y recreación de elementos del patrimonio cultural inmaterial de gran valor histórico, artístico o cultural”. 13 La participación en este programa implica a su vez, la adopción de una serie de recomendaciones preestablecidas, dentro de las cuales se encuentra, “identificar, por medio de inventario(s), los elementos del patrimonio cultural inmaterial que han de ser salvaguardados, así como sus depositarios.” 14 Además, forma parte de sus disposiciones legales, la recomendación de que todas las acciones proyectadas, “vayan acompañadas de una participación activa y consulta de las comunidades, grupos e individuos, para asegurar una buena puesta en marcha del sistema”.15 Aunque la región no cuenta con sistemas propiamente establecidos, este tema será abordado en el Taller No.2 como parte de los objetivos trazados para esta reunión; convocando al análisis y comentario de experiencias que permitan iniciar una estrategia al respecto. Representa un interés especial de este Taller, abordar como tema central “la participación comunitaria y su implicación con otros procesos de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial”, para lo cual sometemos a consideración una posible estrategia para la región de Latinoamérica y el Caribe. 12 Con la nueva proclamación en Noviembre del 2005, la región cuenta con 17 Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. 13 UNESCO. Directrices para la creación del Sistema de Tesoros Humanos Vivos. París, 14 15 ibidem ibidem 5 OBJETIVOS: Identificar la participación comunitaria como eje central de los diversos procesos de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Asumir el criterio de sustentabilidad como elemento esencial de la participación y los procesos de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Reflexionar sobre estrategias de participación comunitaria particularmente en el tema de inventarios del patrimonio cultural inmaterial. Intercambiar experiencias acerca de la repercusión e impacto que en el ámbito comunitario de la región, han causado las Proclamaciones de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. III. Inventarios del Patrimonio Cultural Inmaterial en la Región. Antecedentes. Si bien desde la Recomendación de 1989, se hablaba de crear o mejorar sistemas de registro, así como la creación de inventarios para las culturas tradicionales y populares; estos temas no resultan desconocidos para la región. Importantes experiencias surgen desde la década del 70, cuando se inician en Cuba las investigaciones que dieron lugar a dos importantes obras científicas: el Atlas Etnográfico y el Atlas de los Instrumentos de la Música Folclórico Popular. Estudios muy serios, sobre todo de carácter antropológico, también se llevaban a efecto en México sobre sus Culturas Populares. Hubo otros intentos, en países como Nicaragua (década del 80), y Puerto Rico (con el esfuerzo de instituciones privadas e investigadores que respondían a sectores progresistas), que realizaron trabajos similares a los de Cuba, aunque con pretensiones menos abarcadoras. A estas experiencias se suma Brasil que, en el año 2000, instituye el Registro de Bienes Culturales de naturaleza inmaterial que constituyen patrimonio cultural brasilero, y crea el Programa Nacional de Patrimonio Inmaterial. Luego de aprobada la Convención del 2003, se realizan diversos esfuerzos encaminados a su implementación tanto en el plano nacional, como internacional, con la organización de seminarios, reuniones, talleres, entre otros. Al respecto mencionaremos: 1. Seminario Regional sobre la Convención de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, en Paraty, Río de Janeiro, Brasil (Junio 2004). Contó con la participación de 10 países de la región y representantes de la sede. Los debates se centraron en: las políticas culturales respecto al tema; esclarecimiento de aspectos propios de la convención; y responsabilidades de los países y el proceso de análisis respecto a las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Entre los acuerdos más importantes se señalaron: como recomendaciones generales, la importancia de considerar la ratificación de la convención 2003 y mientras esto se considera, e independientemente de sus resultados, comenzar o continuar, la revisión de la legislación nacional para integrar la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial y emprender acciones de sensibilización; así como promover la creación de redes de intercambio de información sobre el tema. 6 Otros elementos resaltados fueron, la difusión en la región de algunos resultados representativos, en particular el modelo legal de Brasil; resultados de inventarios como el de Nicaragua y la labor de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) en Chile. 2. Conferencia sobre Patrimonio Cultural Inmaterial UNESCO, en Roseau, Dominica (Febrero 2005). Entre los principales temas propuestos en su agenda están: las definiciones y acciones de salvaguardia; el estado de protección del patrimonio cultural inmaterial de la región; los inventarios y el impacto del programa de Proclamación de Obras Maestras en las comunidades. 3. Seminario Taller Internacional sobre Patrimonio Inmaterial, en La Antigua, Guatemala (Abril 2005). Convocado para los países del área, gestores del patrimonio etnográfico, inmaterial, antropólogos y etnólogos. Entre sus principales objetivos estaban, facilitar el conocimiento del patrimonio inmaterial; su protección jurídica como posible gestión, contribuir a la formación de especialistas en el tema, promover la difusión de este tipo de patrimonio y favorecer la creación de redes de comunicación a profesionales del área iberoamericana. 4. 1er Encuentro Nacional sobre patrimonio inmaterial, efectuado en Medellín, Colombia. (Septiembre 2005). En esta ocasión se presentó un informe que contemplaba los principales pasos realizados hasta el momento respecto a la implementación de la Convención; y se reconocieron las acciones emprendidas por el país sede en este empeño, como por ejemplo, la campaña “Demuestra quién eres tú”, la cual se basa en demostrar a través de procesos tecnológicos de avanzada, paradigmas entre tradición y modernidad relacionados particularmente con el patrimonio cultural inmaterial de ese país. Como parte de los esfuerzos que vienen llevándose a cabo para la implementación de la Convención, debe mencionarse los pasos dados por los Ministerios de Cultura de Brasil, Cuba y Colombia, a partir de la creación de Comisiones o Comité Nacionales, amparados por documentos de protección legal para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Otra de las acciones importantes en este sentido, tuvo lugar en el año 2003, cuando la Oficina Regional de Cultura, realizó un llamado invitando a las Comisiones Nacionales de Cooperación con la UNESCO, a participar en los inventarios del Patrimonio Cultural Inmaterial del Caribe Latino y Centro América. Como consecuencia de este proceso, se recibieron informes de nueve (9) países: Aruba, Haití, República Dominicana, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá. Esta iniciativa, constituyó un paso decisivo para impulsar y estimular el interés por el tema en la región, y su impacto puede valorarse como satisfactorio. Para garantizar cierto equilibrio en la información solicitada, y con la perspectiva de formar una base de datos del patrimonio cultural inmaterial para la región, se decidió utilizar una ficha tipo diseñada por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba, basada en una experiencia desarrollada durante dos años. 7 El análisis de estos informes permitió lograr una visión general de los resultados alcanzados por el área, en particular en el tema de inventarios del Patrimonio Cultural Inmaterial, y posibilitó detectar un conjunto de problemáticas a resolver en próximas etapas. Entre las principales dificultades señaladas se encuentran: Problemas conceptuales y terminológicos. Poca coherencia, desde el punto de vista metodológico, en la jerarquización de métodos y acciones para encauzar las investigaciones. Escasa referencia al trabajo de campo como uno de los métodos fundamentales de investigación. No identificación de portadores, trasmisores o practicantes en las diversas manifestaciones o expresiones estudiadas. Poca concreción y objetividad en acciones propuestas relacionadas con la protección, difusión y promoción del patrimonio cultural inmaterial. Ninguna referencia a la participación comunitaria en estos procesos. IV. Acciones estratégicas para impulsar la participación comunitaria en los procesos de inventarios del patrimonio cultural inmaterial. Aproximaciones. a) Definiciones. Si bien el término de Patrimonio Cultural Inmaterial es aún objeto de análisis entre expertos y académicos de diversas regiones, su esencia fundamental, vista como el conocimiento de procesos y prácticas recreados permanentemente, y transmitidos generacionalmente por comunidades y grupos en función de su medio, la interacción con el entorno natural e historia, no resulta un fenómeno nuevo. Quizás lo novedoso esté en el reconocimiento y valorización del tema a escala internacional, logrando sensibilizar a los Estados en la adopción de políticas culturales necesarias, para promover desde la propia participación popular y comunitaria, la diversidad y la creatividad cultural, como aspectos fundamentales del desarrollo humano. Dentro de las principales acciones asociadas a la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, está la participación comunitaria y el tema de la creación o confección de inventarios. (Artículos 15 y 12 respectivamente). Si bien el inventario - más allá de su definición literal-, se convierte en un elemento clave, desde donde se interacciona sistemáticamente con diversos temas resultantes del propio proceso investigativo; la participación comunitaria por su parte, adquiere un carácter de eje central, al ser más integradora y vincularse estrechamente a todas y cada una de las diferentes acciones. Vistos desde este prisma, ambos aspectos constituyen un desafío social y cultural. La participación, no sólo es asistir a algo, sino tomar parte activa en el desarrollo de las actividades del colectivo. Implica el intercambio de criterios y la toma de decisiones con carácter democrático. Una verdadera participación comunitaria se logra en la medida en que la 8 población se sienta comprometida y responsable con la puesta en marcha y desarrollo del proceso desde sus inicios. Constituye un ingrediente vital para cualquier estrategia de desarrollo. Como eje central dentro del concepto de salvaguardia, la participación comunitaria no sólo se manifiesta e irradia hacia todas las acciones, sino que desempeña un rol específico en cada una de ellas. Entre sus atributos fundamentales sobresalen la equidad, accesibilidad a los procesos, creatividad, flexibilidad, dinamismo, descentralización y sustentabilidad. El Inventario no debe verse como un hecho aislado, amorfo, inerte, estático; sólo “como asiento de bienes y demás cosas pertenecientes a una persona o comunidad”, según manifiesta el Diccionario de la Lengua Española. El hecho de relacionarse con procesos y prácticas de manifestaciones culturales vivas, en pleno desarrollo, exige que se convierta, en un procedimiento capaz de captar y expresar el dinamismo y las constantes mutaciones e innovaciones. A ello contribuirá, en gran medida, la activa presencia de portadores, creadores, informantes y líderes de la comunidad, que participen en las diversas fases o etapas. b) Resultados y beneficios: Sus resultados deberán expresarse de manera coherente y de acuerdo a niveles de prioridades establecidos, en diversas acciones de salvaguardia como, la revitalización, preservación, promoción, protección y cartografía. Además, debe ser visto desde otras dimensiones, más allá de su valor cultural, en otras esferas como lo económico, político y social. Sus resultados pueden ayudar a: generar fuentes de empleo o de recursos que beneficien a las propias comunidades y al país; contribuir por medio del saber tradicional a la solución de conflictos entre etnias y la protección del medio ambiente; favorecer el diálogo cultural entre comunidades y regiones; generar un grupo de acciones que además de contribuir al desarrollo de la expresión inventariada en cuestión, propicie un desarrollo social y cultural cualitativamente superior. Cada país, de acuerdo a sus particularidades y posibilidades, confeccionará uno o varios inventarios nacionales o registros del patrimonio cultural inmaterial, según establece la propia convención en su artículo12; a ello ayudaría la elaboración de fichas creadas a tales efectos, que permitan acopiar la información colectada, de forma individualizada y precisa. Existen un conjunto de datos generales que permiten ubicar e identificar en cada una de las fichas, las expresiones o manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial;16 sin embargo, deben incluirse un grupo de detalles que requieren mayor precisión, sobre todo aquellos relacionados con la esencia misma de cada uno de los procesos creativos. Ello requerirá de un asesoramiento o revisión por parte de especialistas o conocedores del tema, los que sin adulterar la información dada por creadores, practicantes y agentes comunitarios, se encargarían de describir tales aspectos. 16 Ver anexo 2 9 A manera de ilustración, sometemos a consideración dos ejemplos sobre posibles acciones a realizar para favorecer la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, a partir de un supuesto resultado de inventario. Ejemplo 1: Expresión inventariada: Proceso de producción del tejido en fibras. Tipos de acciones: de revitalización: incorporación de artesanos tejedores de la localidad a ofrecer una demostración de su trabajo. de preservación: organización de talleres prácticos con población infantil o jóvenes sobre el conocimiento de esta técnica. de promoción: filmación de video a los talleres, entrevistas a sus ejecutores, publicación de reseña sobre su creación, invitación a participar en eventos, incorporación a programas educativos, reproducciones fotográficas o en otro formato de las piezas elaboradas con vistas a organizar exposición, etc. de protección: atención social, entrega de diplomas de reconocimiento en su comunidad, participación en eventos de carácter local, nacional e internacional, ayuda económica determinada, etc. de cartografía: ubicación cartográfica de los principales lugares de esa comunidad donde se localiza ese tipo de conocimiento con vistas a posibles nexos con otras zonas. Ejemplo 2: Expresión Inventariada: Fiesta Tradicional. Tipo de acciones: de revitalización: organización y realización de una fiesta tradicional con todos los detalles que le identifiquen. de preservación: desarrollo de un grupo de actividades que tradicionalmente se hayan efectuado en esa fiesta, como: desfiles, bailables populares, verbenas, ferias, ventas de golosinas, comidas, bebidas, etc. Incorporación que de otras actividades, a partir de las opiniones de la comunidad durante su estudio, pudiendo ser en dos sentidos: totalmente nuevas, o poco conocidas por determinado sector poblacional. Creación de talleres de confección de vestuarios, atrezos, artesanías, etc. de promoción: seguimiento informativo de las distintas fases de la fiesta, desde su etapa preparatoria, hasta su realización; filmaciones con carácter educativo y comercial; reportajes a sus principales organizadores; organización de muestras audiovisuales sobre la celebración; inserción en los planes de promoción para el turismo, de acuerdo al nivel de impacto social, realización de reproducciones o réplicas de instrumentos, vestuarios, estandartes, u otros objetos alusivos a la celebración, con el propósito de realizar una muestra expositiva. de protección: reconocimiento social por parte de instituciones de la comunidad y del país, a partir de la entrega de reconocimientos, diplomas, premios. Estimulación financiera o de recursos a los organizadores o instituciones encargadas con su apoyo. 10 de cartografía: ubicación geográfica de esta festividad y sus réplicas en áreas cercanas a esa comunidad o zona, incluyendo todas o algunas de las actividades que en ellas se realizan. Todas las acciones proyectadas debieran tener como principio para estos estudios, la anuencia o aprobación de sus creadores y protagonistas, respetando ante todo la autenticidad de su información, como parte del derecho de propiedad intelectual. Los inventarios, tal y como expresa el artículo 12 de la Convención, deberán ser actualizados sistemáticamente, y sus resultados serán objeto de seguimiento e información por los Estados Partes, al presentar su informe periódico al Comité de conformidad con el artículo 29. Éstos podrán también tributar a estudios temáticos e investigaciones científicas de carácter local, nacional e incluso internacional. c) Metodología propuesta: Fases o etapas que complementan la realización de Inventarios con participación comunitaria: (*) (el principio metodológico que sustenta esta propuesta es la investigación cualitativa, con la conjunción de técnicas de la investigación-acción participativa y de la propuesta cubana para la promoción de experiencias participativas en las comunidades). 1. Identificación de procesos y prácticas contando con la participación comunitaria. Conocimiento y sensibilización de la comunidad. -Para llevar a efecto este aspecto, se recomienda aplicar como técnica el autodiagnóstico comunitario. Consiste en una forma de diagnóstico activo y democrático que incorpora a representantes de la comunidad, aprovechando el saber y la experiencia acumulada. A partir de los resultados que se obtengan, se jerarquizarán los temas a tener en cuenta para la investigación e inventario. 2. Formación de grupo o equipo investigativo (con personal profesional y comunitario). -A partir de contactar con organizaciones de base, instituciones sociales y no gubernamentales, detectar líderes formales e informales, promotores y personas de interés en el saber comunitario, se formará el equipo de trabajo, estableciéndose responsabilidades y compromisos de colaboración y ayuda de carácter legal, administrativos y financieros, que permitan llevar a la práctica el proyecto de inventario. Posteriormente, se realizará un entrenamiento con la participación de todo el personal para definir objetivos y estrategias de trabajo. 3. Implementación del proceso investigativo para el inventario de expresiones del patrimonio cultural inmaterial. Propuesta metodológica. Definición de acciones. -Es importante tener en cuenta al acometer un inventario, realizar un trabajo previo que permita reunir toda la información existente sobre el tema (sea documental o no). Partiendo de ese conocimiento y con los criterios aportados por la comunidad, se definirán los aspectos de carácter general, válidos para inventariar cualquiera de las expresiones del patrimonio cultural inmaterial y la 11 metodología a utilizar, en la que resulta fundamental incorporar el necesario trabajo de campo con los principales portadores, practicantes e informantes. 17 El procesamiento de toda esta información será volcado en fichas creadas con estos propósitos, y permitirá definir, de conjunto con los representantes de la comunidad, un grupo de acciones referidas a su salvaguardia, en temas como revitalización, preservación, protección, promoción y registro documental (escrito, gráfico, sonoro, etc.) de esos procesos. En la medida en que se vaya acopiando información, podrá pensarse en crear una base de datos que permita una sistemática actualización. 4. Devolución sistémica. -Se trata de presentar a la comunidad los resultados de la expresión inventariada, a manera de validación. Este paso se corresponde con el conjunto de acciones definidas, vinculadas a su salvaguardia. Cualquiera de ellas, presupone una participación decisiva de la comunidad. Es muy importante tener presente en esta fase del trabajo, la aplicación del derecho y protección de propiedad intelectual a los contenidos de los inventarios. 5. Estudios de impacto. -Conocer en qué medida las diferentes acciones que se acometen tienen o no receptividad y acogida en la comunidad, y si favorecen o no el desarrollo de determinada expresión del patrimonio cultural inmaterial. Se trata de fortalecer la capacidad de análisis de la comunidad ante la realidad y efectividad de las acciones propuestas por ellos mismos a favor del proceso de salvaguardia. El seguimiento a dichas acciones favorecerá además, la identificación de buenas prácticas, que pueden a la postre, llegar a integrar la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de ese país. Como pudo apreciarse en el transcurso del documento, el tema de inventario y participación comunitaria es objeto de atención y prioridad en todas las acciones de Salvaguardia, incluyendo los dos programas anteriormente señalados como antecedentes de la Convención de 2003. Sin embargo, es conveniente resaltar, que la comunidad como unidad social, es una, por lo que se hace necesario al realizar cualquier intervención, lograr un proceso de integración y coordinación, que permita la armonización de políticas y estrategias para ganar la confianza de la población y aprovechar eficientemente los recursos humanos, materiales y financieros disponibles. Es por ello, sugerimos atender las siguientes reflexiones: 1- Mantener una coherente política en la proyección de acciones, estableciendo prioridades de acuerdo a las realidades socioculturales de cada localidad, los recursos disponibles para enfrentar el proyecto, y muy particularmente tomar en cuenta los intereses de las comunidades y el país. 2- Establecer coordinaciones entre investigadores, grupos, agentes comunitarios e instituciones gubernamentales y privadas vinculadas a estas acciones, clarificando el 17 Ver anexo 3 12 nivel de responsabilidad de cada quien en este proceso, así como las posibles áreas de intervención. 3- Facilitar el intercambio de información entre todos los participantes, lo cual puede incidir en lograr un mejor trabajo metodológico y perfeccionamiento de los inventarios o registro y crear redes sociales de interacción más amplias. 4- Desarrollar acciones dirigidas a la capacitación y al desarrollo de técnicas y habilidades a los facilitadores de estos procesos, incluyendo por supuesto, a los representantes de las comunidades. 5- Convenir sistemas de pilotaje en determinadas áreas, o para el estudio de procesos específicos, que por sus características no admitan otro tipo de intervención. V. Conclusiones. La participación comunitaria representa un elemento clave para definir estrategias, identificar procesos, provocar reflexiones, debates y análisis colectivos, desarrollar líderes comunitarios, potenciar valores, asumir responsabilidades, tomar conciencia de los problemas y buscarle posibles vías de solución. Todo ello, expresándose desde la pluralidad y el respeto a las diferencias. El inventario, como uno de los procesos de salvaguardia, expresa todo aquello que ha sido fruto de la toma de decisiones del colectivo, lo que le interesa a la comunidad reflejar, aquello con lo cual se identifica y decide forme parte de su patrimonio colectivo e individual. Es así que la participación deja de ser objeto para convertirse en sujeto. De sus resultados y la capacidad de generar acciones que realmente respondan, en primer lugar a las expectativas de sus creadores, así como a los intereses de la comunidad; dependerá en gran medida el consecuente desarrollo y sustentabilidad de la expresión del patrimonio cultural inmaterial que corresponda. Asumir por tanto, inventarios o registros del patrimonio cultural inmaterial desde esta perspectiva, representa un desafío para cualquier nación. El reto está en convertir el discurso en una práctica cotidiana y realizable. . Finalmente, la propuesta que analizamos constituye sólo un acercamiento al tema, en particular, para el área de Centro América y el Caribe. Sus pretensiones son despertar inquietudes, motivar reflexiones, convocarlos al debate. Ejes de Reflexión: 1. ¿Cómo favorecer la participación comunitaria en los procesos de salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, partiendo de principios como: equidad, dinamismo, creatividad y sostenibilidad? 2. ¿Qué desafíos particulares presenta la labor de identificación e inventario del patrimonio cultural inmaterial, considerando que lo característico de éste, es su dinamismo, por tratarse de una riqueza viva? 3. ¿Cómo validar la incidencia, repercusión e impacto de las comunidades en acciones vinculadas a los inventarios del patrimonio cultural inmaterial y a las Obras Maestras actualmente proclamadas en la región? 13 Anexo 1. Glosario de términos. En aras de una mejor interpretación del presente trabajo, se pone a consideración este glosario de términos que permitirá lograr mayor claridad en el tema. Algunos de ellos responden a conceptos establecidos por la Real Academia de la Lengua Española; otros por su adaptabilidad, son tomados y/o reelaborados de trabajos publicados a partir de experiencias concretas, otro grupo, responden particular y operativamente, a objetivos que queremos lograr alcanzar en este documento. Estrategia: “Proceso regulable. Conjunto de reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento.” (Diccionario de la lengua Española). Acciones encaminadas a lograr un determinado propósito. Metodología: Sucesión de pasos vinculados entre sí, con una secuencia lógica, que nos permite encauzar nuevos conocimientos. Principios: Aspectos fundamentales a tener en cuenta para definir y valorar determinado fenómeno. Etapas: “Avance en el desarrollo de una acción a otra” (Diccionario de la Lengua Española). Períodos de tiempo establecidos para alcanzar un objetivo. Inventario: Asiento de bienes pertenecientes a una persona o comunidad, hecho con orden y precisión. Papel o documento en que están escritas dichas cosas. (Diccionario de la Lengua Española). Para los propósitos de este trabajo, el inventario debe ir más allá del hecho de registrar datos. Se trata de conocimientos, procesos, prácticas, técnicas, saberes y experiencias de manifestaciones vivas, por lo que debe convertirse en algo dinámico que refleje a su vez, la constante evolución y desarrollo. Participación: Proceso eminentemente activo, desarrollado por distintos actores sociales (individuos, grupos, sociedad) y que transita por diversas fases: reflexión, diálogo, identificación y concientización de problemas y conflictos, toma de decisiones, responsabilidad y estrategias de solución. Su posibilidad de expresión y desarrollo dependerá de un conjunto de factores históricos, culturales, económicos y políticos que crearán un clima favorable o no para ello. Debe asumir la pluralidad y el respeto a la diferencia. (18) Comunidad: “agrupación organizada de personas que se perciben como unidad social, cuyos miembros participan de algún rasgo, interés, elemento, objeto o función común, con conciencia de pertenencia, situados en una determinada área geográfica en la cual la pluralidad de personas interaccionan más intensamente entre sí, que en otro contexto” ( 19) Concepto reelaborado tomando como fuente el texto, “La participación, ¿solución o problema?, de Cecilia linares, Sonia Correa y Pedro E. Moras. Editorial José Martí, Ciudad de LA Habana, Cuba, 1996. 19 Ander-Egg, Ezequiel. “Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad”. 18 14 “Individuos con un sentimiento de pertenencia a un mismo grupo, que pueden manifestarse por ejemplo en un sentimiento de identidad o un comportamiento común, así como por las actividades y un territorio. Los individuos pueden pertenecer a más de una comunidad.”20 Participación Comunitaria: Coordinación e integración de los diversos actores sociales y agentes comunitarios, (incluyendo a instituciones) que puedan estar involucrados en determinado proyecto sociocultural, desde su propia concepción y una perspectiva de horizontabilidad. Socialización de resultados: Introducción y promoción en la práctica social de los resultados obtenidos en investigaciones, con vistas a su validación. Actores sociales: Individuos, grupos, organizaciones e instituciones que actúan en un escenario concreto o fuera de éste, representando sus intereses. Cada uno de ellos jugará un rol determinado y ejercerá una influencia específica. Devolución sistémica: Presentación a la población o comunidad estudiada, de los resultados obtenidos en cada una de las acciones proyectadas, con vistas a enriquecerlos y garantizar su validación. Se hacen muy necesarios los juicios y criterios de la comunidad. Revitalización: Devolución a la práctica social y recreación de expresiones o manifestaciones investigadas que posean arraigo o interés en un grupo o población determinada. “Reactivación, reinvención, de prácticas sociales y de representación cada vez menos utilizadas o que han caído en desuso. (Esto si se aplica a las prácticas de la comunidad cultural)” 21 Preservación: Entendida como el cuidado a lo que está vigente, su desarrollo, fortalecimiento y transmisión continua. Protección: Todos los esfuerzos que en el orden local, nacional e institucional puedan hacerse a favor de su desarrollo y reconocimiento social. “Medidas encaminadas a asegurar que ciertas prácticas sociales y representaciones se mantengan sin sufrir perjuicio” (esta noción puede no ser aplicable a todos los aspectos del patrimonio9 cultural inmaterial, por consecuencia se avala el término de salvaguardia) 22 Promoción: No sólo entraña acciones relacionadas a la difusión a través de medios audiovisuales y periodísticos; su vinculación a sistemas de eventos existentes; al sistema de formación o superación; o al turismo; sino que implica también, todo aquel conjunto de actividades que a través de su cotidianidad realizan grupos, comunidades o individuos vinculados a expresiones del patrimonio cultural inmaterial. “Acción de sensibilización del público hacia aspectos del patrimonio cultural inmaterial” 23 Cartografía: Certera localización geográfica de áreas o espacios físicos donde se desarrollen cada una de las expresiones del patrimonio cultural inmaterial inventariadas, que permitan en un 20 Glosario sobre Patrimonio Cultural Inmaterial UNESCO. París, 2002. Ibidem 22 Ibidem 23 Ibidem 21 15 momento dado, hacer una posible regionalización cultural. trayectoria espacio-temporal y llegar a trabajos de Buenas prácticas: Se refiere a aquellos ejemplos que sean capaces de demostrar un adecuado y coherente estudio, que logre integrar aspectos esenciales y convertirlo en un ejemplo a seguir. Por su importancia puede trascender y hacerse extensivo a otras expresiones. Sustentabilidad: “Atención de las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de respuesta de las generaciones futuras.” 24 Practicante: “Miembro activo de una comunidad que reproduce, transmite, transforma, crea y forma una cultura en y para la comunidad por medio de la reproducción y mantenimiento de las prácticas sociales basado en el conocimiento y habilidades especializados”. 25 24 25 Ibidem Ibidem 16 Anexo 2. Propuesta de aspectos generales a ser considerados para la realización de Fichas de Inventarios del Patrimonio Cultural Inmaterial. 1. Denominación o nombre con que se conoce la manifestación o expresión a inventariar. 2. Carácter. (Consignar si se refiere a una manifestación Religiosa o Profana). 3. Detalles sobre ubicación geográfica o localización de la manifestación y posibles áreas de influencias. 4. Aspectos vinculados a su origen. (datos acerca de su surgimiento, fecha actual de realización, duración, si es considerada como una manifestación histórica, vigente o revitalizada, motivos que le dieron origen). 5. Descripción general de la manifestación. (descripción de todos los detalles de la expresión, orden en que se suceden las acciones, preparativos, temas, argumentos, otras expresiones o manifestaciones vinculadas y función que cumplen, ambiente cultural y social en que se desarrolla, lugares habituales en que se desarrolla). 6. Identificación de portadores e informantes. (relación de personas, grupos o individuos que practican, conocen y transmiten la expresión o manifestación inventariada, datos generales de estas personas, localización, formación). 7. Procesos de transformación o cambios. (en qué consisten los cambios ocurridos durante su desarrollo, etapa o momento particular en que se produjeron, motivos que lo ocasionaron). 8. Estado de preservación y protección. (evaluación de las condiciones en que se encontró al ser identificada, nivel de fragilidad, peligros o riesgos que tiene en la actualidad, nivel de protección necesaria, valor o importancia científica de la expresión o manifestación, respecto a la comunidad, localidad y para el país). 9. Proceso de transmisión. (cómo se transmiten los conocimientos, de qué manera, dónde y cuándo) 10. Vínculo comunitario. (grado de aceptación y significado de estas expresiones para la comunidad, su incidencia en determinados sectores o grupos poblacionales, apoyo que ofrece la comunidad para promover su práctica). 11. Ubicación cartográfica de la expresión inventariada, detallando todas las posibles áreas de expansión dentro de la misma localidad. 12. Materiales audiovisuales anexos a cada ficha. (cada ficha deberá ser complementada con una relación de materiales audiovisuales recopilados y realizados durante el transcurso de la investigación, como fotografías, entrevistas, grabaciones, videos o filmaciones, referencias bibliográficas, documentos de archivos, u otros. 17 Anexo 3. El siguiente ejemplo corresponde al informe sobre inventarios del patrimonio cultural inmaterial presentado por la consultora Cecilia Dobles Trejo como estudio para Costa rica, desarrollado en coordinación con la Comisión Nacional de Cooperación con la UNESCO en Costa Rica. El referido análisis ilustra la metodología empleada en la provincia de Cartago, para el estudio a partir de una misma temática “la leyenda de la Aparición de la Virgen María a una niña indígena”, de un conjunto de manifestaciones asociadas que entretejen un entramado simbólico para los habitantes de esa región, permitiéndoles reproducir y recrear no sólo la manifestación; sino rasgos de identidad. (26) 26 Proyecto: »Patrimonio Inmaterial »Inventario Nacional de Patrimonio Inmaterial en Costa Rica. Consultora Cecilia Dobles Trejo. Noviembre, 2003. 18 Anexo 4 SALVAGUARDIA Identificación Inventario PPA AR RT TIIC CIIPPA AC CIIÓ ÓN NC CO OM MU UN NIIT TA AR RIIA A Revitalización Preservación Promoción Protección 19 Documentos Consultados: Ander-Egg, Ezequiel: Metodología y práctica de la animación socio cultural. Publicaciones De la Caja de ahorro de Alicante y Murcia, España. 1983. ------------------------ Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad. Editorial Universitaria Europea. 10ma. Edición corregida y ampliada. Asia/Pacific Cultural Centre for UNESCO (ACCU) Brizuela, Analese: Workshop on Inventory-making for) Intangible Cultural Heritage Management, 2004. Final Report. Informes sobre Inventarios del patrimonio cultural inmaterial de Centro América y el Caribe. UNESCO. Oficina Regional. 2005 García Canclini, Nestor: Las políticas culturales en América Latina y el Caribe. México, Editorial Grijalbo, 1987. Linares Fleites, Cecilia, Sonia Correa y Pedro E. Moras: La participación: ¿solución o problema?. Edición Fondo de Desarrollo para la Cultura. Ciudad de La Habana. 1996. Selección de textos: Metodología de investigación cualitativa. Colección Educación Popular de Cuba. Editorial Caminos, La Habana. 1999 UNESCO Conferencia Internacional Washington, 1999. (Documento consultado por internet) UNESCO Revista Oralidad Números, 11 y 12. Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO. 2003 UNESCO Revista Cultura y Desarrollo No. 2 Enero/Junio. Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO. 2003 UNESCO Recomendación para la salvaguardia de la cultura tradicional y popular, París. 1989 . UNESCO Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural, París. 2001 UNESCO Glosario sobre Patrimonio Cultural Inmaterial. París, 2002 UNESCO Informe relativo al estudio preliminar sobre la conveniencia de reglamentar en el ámbito internacional la protección de la Cultura Tradicional y Popular, mediante un nuevo instrumento normativo. París, 2001. UNESCO Convención para la Salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, París. 2003. 20 UNESCO Sección de Patrimonio Inmaterial y de Normas Internacionales, División del Patrimonio Cultural: Carpeta de información para promover la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. 2005. UNESCO Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe: Informes y documentos de Reuniones regionales sobre patrimonio cultural inmaterial: Paraty-Brasil, 2004; Roseau-Dominica, 2005; Curso AECI La AntiguaGuatemala, 2005 y Medellín-Colombia, 2005. UNESCO Sección de Patrimonio Inmaterial “Directrices para la creación de Sistemas Nacionales de Tesoros Humanos Vivos.” 2005. Vázquez, Aurora y Roberto Dávalos: Habana, 1998. I Taller Participación social, desarrollo urbano y comunitario”. Facultad de Filosofía e Historia, Departamento de Sociología, Universidad de La 21