algunos aspectos de la prevencion de los delitos no convencionales

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ALGUNOS ASPECTOS DE LA PREVENCION DE
LOS DELITOS NO CONVENCIONALES
Prof. Cannen Antony
Sub-Directora del Instituto de Criminología de la Universidad de Panamá. Conferencia presentada en el curso Internacional de Criminología. La Habana. Cuba. Julio
1987.
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INTRODUCCION
Es evidente la importancia que reviste la prevención del delito. Si
esta prevención es efectiva, las sociedades no se verán obligadas a castigar. Por ello la prevención debe constituir el pilar fundamental de las estrategias en la lucha contra la delincuencia, en otras palabras buscar el
eliminar sus causas.
Como primera obsetvación, anotamos que las estrategias de prevención del delito y lucha contra la delincuencia, cualesquiera que sean
sus manifestaciones, deben fonnar parte integrante del Plan de Desarrollo Nacional de los países. Y esto porque a su vez el género de desarrollo
de los países o regiones es el marco estructural condicionante de las formas que presenta la criminalidad, así como de su volumen, y es en base a este modelo de desarrollo, precisamente, donde se deben fijar las
pautas de la política de prevención.
Se hace importante también el fomentar la colaboración internacional y regional tanto en la detección de la criminalidad como en las
estrategias de prevención, especialmente el intercambiar las experiencias
e infonnación de todos los países, según lo han manifestado en un sinnúmero de documentos, el Comité de Expertos del Consejo Económico
y Social de Naciones Unidas.
Seguidamente anotamos que los medios que deben ser utilizados
en la prevención no pueden establecerse sin que previamente exista una
política de criminalización, la que debe contar con un sistema penal respetuoso de los Derechos Humanos, y al mismo tiempo expedito, imparcial e igualitario.
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En este sentido no puede llevarse a cabo ninguna política de prevención sin evaluar previamente el sistema penal imperante y conocer la
extensión y fonnas del fenómeno de la criminalidad en todas sus manifestaciones. Para ello se necesita utilizar todas las instituciones gubernamentales y no gubernamentales que se ocupan de la llamada cuestión
criminal, pero esta utilización debe ser racional, y sobre todo coordinada, para evitar duplicación de esfuerzos, costos y sobre todo para no
malgastar el tiempo utilizado. Anotamos esto porque en Latinoamérica
específicamente cada institución, dirección, depto., etc., trabaja aisladamente repitiendo tareas y esfuerzos, y recopilando datos que fmalmente
reposan en fonna indefmida en las gavetas de cada oficina sin prestar
utilidad alguna.
Pero más grave aún es que las llamadas eufemísticamente políticas
de prevención de nuestros países, han estado dirigidas solamente a la
criminalidad y al delincuente comunes. Así programas, investigaciones,
planes de rehabilitación, reformas legales, ense:ftanza criminológica, etc.,
sólo se encaminan hacia estos tipos de criminalidad y criminales, dejando por fuera la cometida bajo la cobertura de los propios gobiernos, instituciones, grupos dominantes, generalmente abusando del poder político y económico.
Sin embargo, y debido al aumento de ciertos. actos como torturas,
trato cruel, inhumano o degradante, desaparecimiento de personas, y
toda la gama de violaciones delictivas de los derechos humanos, por una
parte, y por la otra de los llamados delitos por abuso de poder, sea éste
económico, social, ideológico o político, han obligado a Naciones Unidas a ocuparse de estas formas de criminalidad, llamada no convencional, y a dar pautas y políticas de prevención sobre estos delitos.
El presente trJbajo tratará específicamente sobre esto, pero se me
hace un deber advertir que, dada la magnitud de las formas y modalidades de ella, sólo hemos podido dar una visión general de las políticas de
prevención a seguir en algunas de sus conductas; aún más no nos hemos·
ocupado de otros delitos no convencionales como los relacionados con
el tráfico de drogas, los que por su naturaleza y connotación económica polftica y social, ameritan un trabajo aparte.
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CRIMINALIDAD CONVENCIONAL Y NO CONVENCIONAL
A.
CONCEPTOS GENERALES SOBRE CRIMINALIDAD CONVENCIONAL Y NO CONVENCIONAL.
En lo que respecta a la criminalidad convencional, encontramos
unanimidad en los autores, en los documentos internacionales, en los informes de organismos no gubernamentales, Ministerios de Justicia, Direcciones de Prevención, etc., respecto a que las políticas de prevención
sobre este tipo de delincuencia, deberían ir dirigidas a mejorar las condiciones de vida buscando proporcionar empleo, acceso a una vivienda
digna, a la educación gratuita, a erradicar la extrema pobreza, a abolir
la explotación y el abuso de las grandes mayorías, en una palabra a evitar las injusticias sociales.
Pero más difícil se hace elaborar estrategias de prevención en conductas ilícitas tan disímiles como son el monopolio en la venta y distribución de los productos por parte de las transnacionales, y en otros crímenes como el genocidio, el apartheid, o el terrorismo por mencionar
sólo algunas de las múltiples formas que conforman la llamada criminalidad no convencional.
Antes de entrar a tratar las políticas de prevención de cada una de
las formas que adopta la criminalidad, se hace necesario defmir algunos
conceptos sobre ella y sobre la clasificación que para estos efectos nos
interesa; nos referimos a la convencional y a la no convencional.
Para los efectos de este trabajo defmimos como criminalidad el
conjunto de acciones cometidas en tiempo y lugar determinado, hayan
sido o no percibidas, siempre que causen un daño individual o social.
No es fácil determinar la extensión, características o tendencias que presenta, dado que existe una interrelación estrecha con el sistema de desarrollo, el régimen político imperante, el poder real y el propio sistema
penal vigente por mencionar sólo las condiciones más importantes.
La criminalidad convencional es la común y corriente, la tradicionalmente tipificada y sancionada en los Códigos Penales dirigida mayormente contra las personas, la propiedad, la fe pública, las buenas costumbres, la familia y la administración.
A su vez la criminalidad no convencional según concepto de López
Rey, es aquella cometida bajo la cobertura de posiciones oficiales o se45
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mi-oficiales, contra la ley internacional y sus usos; como secuela de
acciones patrióticas, políticas, ideológicas, revolucionarias e incluso fanáticas religiosas; por "seiVicios de inteligencia", fraudes económicos y
fmancieros; corrupción criminal en altos niveles; tráfico ilícito y explotación de mano de obra emigrante; prácticas discriminatorias, genocidio, falsa representación de productos, contaminación y tráfico ilícito
de personas y drogas.
Esta acepción de criminalidad no convencional es restringida, hoy
abarca además una amplia gama de violaciones a los Derechos Hurr anos
como desapariciones, torturas, persecución política, racial, castigo cruel
e inhumano, denegación de justicia, terrorismo de Estado, etc.
La criminalidad no convencional es más extensa y grave. Va
aumentando según la centralización de la tecnología, del conocimiento
científico, y' del avance industrial. Sus características de creciente violencia pueden ocultarse o disimularse pero es un hecho que existen.
López Rey concede gran importancia a esta clasificación de la criminalidad convencional y no convencional, por las siguientes razones:
a) por constituir una distinción que abarca todas las posibles motivaciones, fmes y actitudes de la criminalidad como fenómeno y como
acto individual;
b) por corresponder a la evolución de la criminalidad de nuestro
tiempo y del futuro inmediato; y
e) por su adaptabilidad criminológica, penal, procesal, y de política criminal.
La criminalidad no convencional presenta diversas. modalidades:
nacional, organizada y no organizada, oficial o semi-oficial, civil o militar, con o sin fmalidad económica, como violación de los Derechos Humanos como terrorismo de Estado o cometida por grupos políticos.
Las características de la criminalidad no convencional pueden resumirse en ~os siguientes aspectos:
a) La victimización es más extensa, afecta generalmente a un número plural de víctimas;
b) las diferentes motivaciones ideológicas, políticas, económicas,
industriales, etc., son de gran envergadura;
e) sus autores gozan de impunidad;
d) la esfera de acción de sus autores puede rebalsar las fronteras
nacionales;
e) uso de medios brutales o inhumanos;
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f) es sancionada generalmente en leyes especiales que no tienen
efectividad;
g) presentan alta cifra negra;
h) generalmente son omitidas en las estadísticas oficiales;
i) los delincuentes no convencionales pertenecen a grupos de edad
y clase social muy diferente de los delincuentes comunes.
En lo que se refiere a las áreas que deben ser estudiadas en relación
con la prevención de la criminalidad no convencional los autores
recogen las siguientes:
a) formas y dimensiones del abuso del poder;
b) la existencia de una legislación flexible y actualizada sobre las
diferentes formas que adopta la criminalidad no convencional.
e) eficacia de las leyes que existan sobre el particular.
d) formas y gravedad que adopta la corrupción administrativa en
todas las áreas administrativa y judicial.
e) modalidades y extensión de las violaciones a los Derechos Humanos tanto individuales como sociales.
f) significación de las Empresas Transnacionales en el país (vg. concentración económica, inftltración de ellas en las esferas oficiales, valoración de la legislación que las rige).
g) papel que juegan los medios de comunicación en la creación,
sustentación y mantenimiento de una sociedad de consumo.
B.
FORMAS DE LA DELINCUENCIA NO CONVENCIONAL, Y ESTRATEGIAS PARA SU PREVENCION.
B.J. Abuso de Poder
Los temas el abuso del poder y delincuentes más allá del alcance
de la ley, fueron ampliamente debatidas en el VI Congreso del Comité
de Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente del Consejo
Económico y Social de las Naciones Unidas, celebrado en Caracas en
1980. Precisamente se seleccionó el tema de la delincuencia que se genera por el abuso del poder, sea este público o económico, ya que existía en ese entonces una marcada preocupación por esta forma de criminalidad, traducida en estudios e investigaciones realizadas sobre delitos
de cuello blanco, violencia en todas sus manifestaciones, delitos ecológicos, enriquecimiento ilícito, delitos contra la salud, etc.
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Respecto a este tipo de delincuencia encontramos múltiples factores que la favorecen. En América Latina particularmente este tipo de
delincuencia se da con bastante frecuencia, ya que la existencia de clases dominantes y privilegiadas así lo propicia; por otra parte los países
que mantienen sistemas democráticos que consagren realmente la igualdad de oportunidades, la independencia de sus poderes, y el respeto a
los derechos humanos, constituyen una minoría. Pugnas partidistas,
fraudes electorales, golpes de estado, dictaduras fascistas, no permiten
precisamente la participación y consulta popular necesaria. Esta forma
de criminalidad no es solamente la derivada del exceso de poder, sino
del mero abuso que consiste en lograr el beneficio exclusivo del poder
mismo para el mantenimiento del régimen político o de una estructura
social o económica. Por ello, el carácter estructural de este tipo de delincuencia debe comprobarse vinculando la infraestructura económica,
la estructura política (ley y práctica de los tribunales) y la subestructura ideológica.
El abuso de poder puede ser de tipo económico, político, ideológico o científico, los que generalmente van mezclados y hacen muy difícil su separación.
Es sabido que quien detenta el poder dispone generalmente de los
mecanismos para ejercerlo, tales como: policía administración, partidos
políticos, y el propio gobierno.
B.2. Abuso del Poder Económico.
Los delitos por abuso de poder económico o delitos de negocios se
conocen con el nombre genérico de delitos económicos. Algunos autores lo identifican como delito de cuello blanco, el que según defmición
de Sutherland sería el cometido por personas respetables y de elevado
status social en el marco de su profesión.
Sin embargo, este último concepto se ha extendido hacia la totalidad de los delitos por abuso de poder económico y político, los que por
provenir de quienes detentan el poder, no se les aplica ninguna sanción.
Respecto a sus modalidades se seftala especialmente el abuso de la
confianza socialmente depositada en el tráfico económico. De esta forma se conceptúa que el delito económico no sólo puede lesionar los
intereses individuales, sino además los de la vida económica, en otras
palabras el orden de la economía instituida y dirigida por el Estado.
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De modo que el ámbito de estos delitos rebasa los ya tradicionales contemplados en los Códigos Penales, como son el soborno, la usura, la apropiación indebida, que tutelan los intereses individuales, sino
que busca proteger los llamados intereses patrimoniales supraindividuales como son los del Fisco, bancos, compaftías mercantiles, aseguradoras, etc., dicho de otro modo se busca proteger además el bien jurídico
colectivo y social.
En este orden de ideas se consideran como delincuencia económica los monopolios, la competencia desleal, los delitos ecológicos, el acaparamiento, los delitos contra la seguridad laboral, el soborno, cohecho
y la conupción, la importación y exportación ilegal de capital, el uso indebido de fondos públicos, la fabricación y comercialización de productos fannacéuticos que no cumplan con las prescripciones y regulaciones
y muchos otros.
Este tipo de criminalidad se caracteriza por los siguientes elementos, los que están presentes en toda o la mayor parte de ella:
a) se lleva a cabo fundamentalmente por afán de lucro e implica
cierta forma de comercio, transacción o industria;
b) conlleva una organización;
e) implica el uso y abuso de formas y técnicas legítimas del negocio, comercio e industria;
d) por regla general sus autores gozan de un status social elevado o
del poder político, generalmente relacionados.
Pero esta delincuencia se proyecta además fuera de las fronteras
nacionales, convirtiéndose en intemaci:...nal; así los delitos de negocio
que se extienden más allá de los límites de dos·~ más países, toma el
nombre de delito transnacional, p~rque las manipulaciones financieras
ilegales los afecta igualmente; o porque se gesten/ en uno para producir
sus efectos económicos o sociales eh otro. E~pecíficamente se le conoce
como delincuencia transnacional y es cometiqa p6r las llamadas empresas o compaftías transnacionales qlle se dedican ~la penetración económica, industrial, fabril, o farmacéutica.
Entre los delitos transnacionales más comunes enc~ntramos la contaminación de aguas y aire, venta de productos nocivos (incluyendo las
drogas), robo de objetos culturales, secuestro, delitos monetarios y evasión de impuestos, domping de productos farmacéuticos, ciertas operaciones fmancieras con capitales transnacionales efectuadas por Bancos,
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compa.fHas de seguro, fmanCieras, aseguradoras y reaseguradoras, comercio ilegal de annas, tráfico ilícito de personas.
B.3. Prevención del Delito por Abuso de Poder Económico.
¿Cómo controlar el abuso de poder económico? O mejor dicho ¿cómo prevenir este tipo de criminalidad?
En términos generales controlando su ejercicio, e impidiendo la
concentración del poder excesivo, institucionalizando las medidas que
puedan contrarrestar estas tendencias.
En países del llamado capitalismo periférico, de los cuales formamos parte, deben imponerse patrones mínimos de conducta, plasmadas
en los llamados Códigos de Conducta que establezcan preceptos fundamentales en materia económica.
El establecimiento de unidades especiales de represión e inspección, y la creación de un ombusman o funcionarios similares, también
puede ayudar al respecto. Pero, anterior a estas medidas, deben efectuarse investigaciones para identificar los comportamientos ilícitos que
constituyen los delitos económicos, investigaciones que deben ser empíricas y comparadas.
Concretamente en el caso de la delincuencia por abuso de poder de
tipo internacional se sugieren como medidas de prevención acciones tales como:
a) imponer a las Empresas Transnacionales más poderosas la obligación de probar que al fJjar los precios de los artículos materia de comercialización, se hayan tomado en cuenta los intereses de la otra parte
(consumidores), conforme al criterio de la equidad.
b) imponer a las Empresas Transnacionales la obligación de dar debida publicidad.
e) la incorporación dentro de las legislaciones nacionales del precepto contenido en la Carta de Derechos y Deberes Económicos de
los Estados (Res. 3821 de 1974 de la Asamblea General de las Naciones Unidas) en cuanto a la supervisión y adecuada reglamentación
de las actividades de las EmpresasTransnacionales para que en esto se
¡ijusten a las leyes nacionales y no intervengan en los asuntos internos
del Estado.
d) la elaboración de Códigos éticos de conducta para las Empresas
Transnacionales y de medidas para exigir su cumplimiento. La aplica-
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ción efectiva de la legislación existente o la dictación de leyes complementarias que llenen las lagunas legales que existan.
e) el control efectivo en materia impositiva (a través de reuniones
anuales, revisión periódica de balances, etc.).
f) vigilancia y acción por parte de los sindicatos, Comités de Empresas, y otras para que las Empresas Transnacionales tengan nonnas
equitativas de trabajo y obligarlas a reinvertir sus utilidades en el país
donde operan.
Otras acciones de prevención que deben tomarse en cuenta son:
a) la organización de comisiones o seiVicios encargados de controlar las
actividades que pueden dar lugar a la criminalidad económica. Una organización similar debería existir a nivel internacional.
b) Legislación nacional y transnacional que ponga ténnino a dichas
actividades.
e) mayor participación de los accionistas en los asuntos de las grandes empresas, corporaciones, etc., así como la de los trabajadores en las
empresas públicas.
d) publicidad sobre dicha criminalidad, particularmente mediante
juntas o comisiones de investigación, grupos de consumidores, uniones
de trabajadores, etc., a ftn de alertar a la opinión pública.
e) iniciación de estudios adecuados sobre corrupción, contrabando, etc., dado su peJjudicial efecto en la economía nacional, en particular en los países en desarrollo.
También se mencionan por algunos autores el establecimiento de
la llamada "acción popular" que busca la denuncia pública de delitos
de acaparamiento, contrabando y otros que pertenecen a la figUra penal
del enriquecimiento ilícito. Desgraciadamente la experiencia ha demostrado que estas campaftas de publicidad no sienten el efecto deseado comolo acota Torres Chávez; los mayoristas que ya son ricos quedan intocados, los que han dirigido la especulación a nivel de gobierno se enriquecen y los minoristas o se sujetan a los límites fijados a los precios, o
condicionan las ventas de un artículo a otro (ventas cazadhs).
C.
ABUSO DEL PODER PUBLICO Y VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS.
Los delitos por abuso del poder público, o también denominados
al amparo de una posición oficial, son conocidos por la comunidad pero
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no son denunciados. Algunos de ellos pueden ser cometidos contra las
personas como la muerte, las lesiones por torturas, las mutilaciones, los
secuestros, etc. Otros los constituyen los atentados contra la propiedad,
son el cohecho, la corrupción, la compra de conciencia, etc. No escapan
tampoco otras conductas como las prácticas discriminatorias, los abusos
policiales, la constitución de tribunales militares, la ·creación y protección de grupos paramilitares, los exilios, y una extensa gama de conductas que constituyen el llamado terrorismo de Estado, como el genocidio, el apartheid, la ocupación de territorios por fuerzas militares, los
sabotajes, etc. Es precisamente, en este campo donde cometen más violaciones a los Derechos Humanos.
La violación de los Derechos Humanos bajo una cobertura oficial
presenta una serie de modalidades que escapan a la extensión de este
trabajo, si partimos de la base de entender como tales aquellas necesidades reales fundamentales que son reprimidas y violadas, según acepción
de Baratta.
En este orden de ideas naturalmente que la única solución para evitar tales conductas sería un cambio social cuantitativo y cualitativo que
imponga una mayor justicia y un alto nivel de dignidad y de calidad de
la vida. En este sentido la labor de los intelectuales y profesionales que
tienen conocimiento y percepción de la realidad de las necesidades del
pueblo, es rn:uy importante. La organización y producción del conocimiento científico de esta realidad, al servicio de la liberación de los
pueblos, es contribución importante de ella.
La bandera de lucha debe levantarse buscando establecer un nuevo
Orden Económico Mundial que signifique las relaciones de intercambio
justas para todos los países del Tercer Mundo y el llamado mundo industrializado. Sólo de esta manera se logrará la superviviencia y el porvenir de los pueblos de América Latina, puesto que el advenimiento de
este nuevo Orden Económico podrá evitar o minimizar la cadena de delitos originados por el intercambio desigual, las medidas proteccionistas,
el dumping, las políticas monetarias lesivas y el injusto sistema de relaciones económicas y de explotación que sufren nuestros pueblos.
Pero en un sentido técnico riguroso las violaciones delictuales de
los derechos humanos son aquellas cometidas por funcionarios públicos
que obran como tales, abusando de sus cargos.
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Basándonos en esta última acepción centraremos la atención especial a la violación de los Derechos Humanos en el sistema penal, y a las
medidas preventivas especiales que pueden combatir tales conductas.
C. J.
Violaciones de los Derechos Humanos en la Administración
de Justicia Penal
Sabido es que los Derechos Humanos en esta materia se refieren a
aquéllos que deben ser reconocidos como tales, respecto de las personas
que entran en contacto en los sistemas de justicia penal, desde una triple perspectiva, es decir, en su fase policial, judicial y penitenciaria.
Múltiples son las formas que encontramos en los delitos de esta naturaleza; para poder ejemplarizarlos mejor distinguimos:
C. l. 2. Violación de los Derechos Humanos, en la fase judicial:
Retraso procesal, abuso de la detención preventiva, no cumplimiento de las garantías procesales, no aplicación de las medidas sustitutivas de la pena de prisión cuando procedan, no uso de la discrecionalidad judicial, discriminación en el juzgamiento y sentencia frente a las
clases desposeídas, no efectividad de los recursos jurisdiccionales que
tiendan a hacer realidad las garantías (ejem: el habeas corpus, el amparo, el mandato de seguridad), la prolongación innecesaria de la incomunicación, la carencia de asistencia legal, la delegación de las funciones
judiciales de la policía, el no investigar las denuncias por apremios ilegales y torturas...
C. J. 3. Violación de los Derechos Humanos en el ámbito policial:
Detenciones arbitrarias, discriminación por clase social o económica
al momento de detener, encierros en lugares no destinados a mantener
detenidos, torturas, malos tratos, no poner oportunamente a los detenidos ante la justicia ordinaria, interrogatorios amañados o violentos, impedir a los detenidos el acceso a su familia o asesores legales, abusos en
la incomunicación, irregularidades; excesos en los allanamientos, etc.
obtención ilícita de pruebas.
C 1.4.
Violación en los Derechos Humanos en materia penitenciaria:
Malos tratos, torturas, castigos de toda índole, malas condiciones
de los establecimientos penitenciarios, requisas, no separación entre
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condenados y procesados, mantener detenidos a menores de edad junto
a adultos, privación de la asistencia médica, alimentación precaria, no
regulación o privación de los deseos sexuales de los internos, regímenes
en que predomina la fuerza bruta y no la disciplina, impedimento a las
visitas familiares y a la asistencia legal, son las infracciones más frecuentes en su campo.
Sin perjuicio de lo anteriormente expuesto, existen además otras
violaciones del llamado sistema penal, es decir, de lo que Zaffaroni define como control social punitivo institucionalizado "dentro del cual
se deben comprender todos los espacios sociales que cumplan una función punitiva esté o no explícita {ejem: manicomios, reformatorios de
menores, escuelas militares, etc.). Nos referimos concretamente a la legislación penal. En este orden de ideas pueden conculcarse de muchas
maneras los Derechos Humanos. principalmente cuando no existe tutela o ésta es insuficiente respecto a los bienes fundamentales. La imposición de valores diferentes para los grupos hegemónicos respecto a
los sometidos por ejemplo, es otra forma que toma la violación de Derechos Humanos, ya que esto significa que el sistema penal se vuelva
contra unos, dejando fuera a los otros, lo que el citado Prof. Zaffaroni
califica como una desfiguración del Estado de Derecho. La dictación
de normas represivas (ora violentamente violatorias de los Derechos Humanos, ora que dejen resquicios para su violación), o las normas ineficaces que no protegen eficientemente estos derechos, son formas sutilmente encubiertas que deben ser calificadas como delictivas. Al respecto, cábenos citar a nuestros inolvidables amigos y colegas, Alfonso Reyes y Emiro Sandoval cuando se referían a la ley penal como un acto de
violencia estructural interclasista interna, porque emana de un consenso
coactivo manipulado por una minoría económica-política que detenta
el poder, golpeando frecuentemente a la mayoritaria clase dominada y
porque su ambiente de acción se limita al interior del Estado.
C.1.5. Prevención de los delitos de violación de los Derechos Humanos en los sistemas penales.
Concretamente en lo que se refiere a prevención en la conducta
violatoria de los Derechos Humanos en el sistema penal, los autores recogen un sin número de sugerencias entre las cuales señalamos:
54
1) Participación activa y verdadera de la comunidad (grupos cívicos, religiosos, juntas de vecinos, sindicatos, gremios, grupos étnicos,
agrupaciones estudiantiles y culturales, etc.) en la discusión y creación
de leyes.
2) Establecimiento de una carrera judicial que garantice la idoneidad, capacidad e independencia del Organo Judicial.
3) Creación y fortalecimiento del ombusman o defensor cívico o
del pueblo, visualizado como un órgano que reciba e instruya los recursos de gracia y que tenga acceso a los documentos inte111os de los servicios públicos.
4) aprobación del Proyecto sobre Convención sobre la tortura y el
de los principios para la protección de todas las personas sometidas a
cualquier forma de detención o prisión.
5) cumplimiento y aplicación de los instrumentos y convenios internacionales sobre estos tópicos como son las Reglas Mínimas para el
tratamiento de los reclusos, Convención sobre la protección de todas las
personas contra la tortura y las penas o tratos crueles, inhumanos y degradantes, Convención contra todas las formas de discriminación racial,
Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la
ley, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
6) Creación de instituciones de enseftanza judicial, policial y penitenciaria, programas educativos para la población mediante una adecuada utilización de los medios de comunicación de masas.
7) Establecimiento de una policía no dependiente del poder ejecutivo sino de un poder judicial independiente para evitar que siga siendo
un instrumento del poder político.
8) Cambio de rol represivo por el de policía guardián, defensor de
los Derechos Humanos. Para tal efecto debe trabajar conjuntamente con
la comunidad y mantenerse informado periódicamente de los diferentes
modos de prevenir el delito.
9) Creación de sistemas de control democrático de la policía, entendiendo esto mediante su descentralización por un lado, y por otro la
creación y establecimiento de organismos comunitarios que pueden recibir y denunciar los abusos (grupos de ciudadanos, ligas de derechos
del hombre, etc.), sin perjuicio de los propios controles internos que deban tener.
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10) Fortalecer el carácter de organismo profesional mediante la selección rigurosa de su personal (pruebas psicológicas, de aptitudes, sin
discriminación de sexo, raza o religión), formación especializada, plan
de carrera, Código de deontología, sueldos adecuados, como sus pilares
fundamentales.
11) Capacitación de los funcionarios de la administración de justicia mediante seminarios que den a conocer las disposiciones contenidas
en los instrumentos pertinentes de Naciones Unidas en materia de Derechos Humanos. Estos cursos o seminarios deben repetirse periódicamente y hacer la evaluación respectiva.
12) Visitas de intercambio internacional, regional y bilateral y la
colaboración en la capacitación en materia de Derechos Humanos y libertades fundamentales.
13) Instruir adecuadamente a los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley, que tienen el derecho y deber de desobediencia respecto
a cualquier oden, instrucción o mandamiento, que aunque sea legal en
apariencia, se halle en abierta contradicción con el derecho a no ser sometido a tortura a otro trato o pena cruel, inhumana o degradante;
14) Sobreguardia legal y de procedimiento de protección de datos
aplicables al almacenamiento, obtención y revelación de datos.
D.
DELITOS ECOLOG/COS
Queremos referirnos brevemente a una de las más graves violaciones de los Derechos Humanos, cual el deterioro del medio ambiente o la
violación del Derecho a vivir en un ámbito sano. (derecho de la Tercera
Generación).
La delincuencia ecológica, vinculada necesariamente con la criminalidad del poder y la economía, no ha sido suficientemente combatida,
aún cuando aparentemente en los últimos afios ha recibido atención de
organismos internacionales y grupos ecologistas de importancia. Existe
una carencia de tutela, no sólo penal sino jurídica, que ha permitido el
deterioro de la vida, de la salud, la muerte de los seres y especie, que,
de no ponerse coto, llevará a la extinción de la tierra y los seres que la
pueblan. Al respecto la educación y concientización de la comunidad
una vez más, es pilar fundamental para prevenir tales conductas. La sanción penal para atentados graves al medio natural y la aplicación de me56
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didas civiles y administrativas, son también medidas preventivas a tomar
en cuenta.
Finalmente, anotarnos que las medidas de prevención señaladas sea
en forma general, o específica en el presente trabajo, no constituyen
por si solas suficiente salvaguardia de la llamada criminalidad no convencional. Es necesario, perentorio e indispensable, cambiar las condiciones de vida que generan tales violaciones y estas condiciones de vida
radican esencialmente en el tipo de desarrollo que prevalece en nuestros
países, que al favorecer a ciertos grupos privilegiados en desmedro de las
grandes mayorías provocan situaciones de violencia dentro y fuera del
aparato del Estado. Así lo reconoce la Resolución 36/21 de 9 de nov.
de 1981 de la Asamblea General al advertir que la prevención del delito
en general y de la justicia penal en particular "se debe considerar en el
contexto del desarrollo económico, los sistemas políticos, sociales y culturales y los valores y cambios sociales, así como en el contexto de un
nuevo Orden Económico Internacional". El objetivo fmal del desarrollo
ha de ser el contínuo aumento de bienestar de toda la población sobre
la base de su plena participación en el proceso de desarrollo y una justa
distribución de los beneficios que derivan de él.
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