Ejemplos de experimentos para el parcial

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Epistemología – Ejemplos para el parcial
A. Proponga una hipótesis que responda a alguno de los siguientes interrogantes, deduzca de ella alguna
consecuencia observacional y diseñe esquemáticamente un procedimiento de contrastación.
a) ¿Por qué las familias más pobres tienen también más hijos?
b) ¿Por qué las lenguas locales indígenas tienden a desaparecer?
c) ¿Por qué ciertas personas se engañan a sí mismas?
B. En cada uno de los siguientes ejemplos:
a) Identifique la situación problemática que origina la investigación.
b) Formule la hipótesis de investigación.
c) Señale las implicaciones contrastadoras que se siguen de la hipótesis.
d) Indique los procedimientos que se utilizaron a fin de contrastarla.
e) La hipótesis ¿fue corroborada o refutada?. Justifique la respuesta explicitando su forma lógica.
f) Formule al menos una hipótesis auxiliar presupuesta en el texto.
1. En 1967, Robert Moyer y Thomas Landauer, de la Universidad de Stanford, hicieron ver que el tiempo de
comparación de dos números es tanto mayor cuanto más cercanos se encuentren: tardamos menos en
comparar 8 y 2 que 5 y 6. Con Emmanuel Dupoux y Jacques Mehler, del Laboratorio de Ciencias Cognitivas y
Psicolingüísticas del CNRS, he observado el mismo “efecto de distancia” en la comparación de números de
dos dígitos. En uno de nuestros experimentos, hemos estudiado la comparación con el número 65, que sirvió
de referencia fija. La aparición de un número de dos cifras sobre la pantalla de un ordenador ponía en marcha
un cronómetro, cuya detención se producía cuando el sujeto experimental respondía “mayor” o “menor”
pulsando un botón. Los resultados ofrecen una regularidad llamativa. A medida que el número a comparar se
aproxima a 65, el tiempo de respuesta aumenta; los errores siguen una curva similar. (Stanilslas Dehaene,
“¿Cómo calcula nuestro cerebro?”, Investigación y Ciencia, octubre 1997)
2. 108 soldados fueron sometidos a la siguiente prueba, unos, una hora después de haber comido, otros, cuatro
horas después, y un tercer grupo, dieciséis horas después. Cada sujeto veía proyectados sobre una pantalla
estímulos muy ambiguos. Se les preguntaba qué estaban haciendo las personas de la fotografía sentadas
alrededor de una mesa donde había tres objetos. La pantalla estaba confusamente iluminada, oscurecida. En
realidad no se mostraba ninguna fotografía. Pero bajo la disposición general a ver objetos, los sujetos más
hambrientos veían mayor número de ellos relacionados con la comida que los menos hambrientos.
3. Las diferencias estadísticas fueron significativas. Los sujetos también dieron estimaciones de tamaño. Se les
hicieron preguntas tales como: “Aquí hay un cenicero y una hamburguesa, ¿cuál es mayor?” Realmente, de
nuevo, no se mostraba ninguna fotografía. Bajo estas circunstancias los sujetos más hambrientos decían con
más frecuencia que eran mayores los objetos relacionados con el alimento.
4. Un conjunto de cubos como los del tetris tridimensional se presenta al sujeto y se pregunta si el objeto vecino
se deduce o no del primero por rotación. Se mide el tiempo empleado por el individuo en dicha reflexión. El
tiempo de reacción es breve cuando el ángulo de rotación entre los dos objetos es escaso, es largo cuando el
ángulo es grande. El tiempo aumenta en proporción directa al ángulo de rotación. Se puede describir la
determinación de la identidad de las formas como una suerte de rotación mental en el espacio de tres
dimensiones que se efectúa con una rapidez de alrededor de 60° por segundo. (Shepard y Metzler (1971) y
Shepard y Judo (1976))
5. Comenzaremos nuestra consideración de este material con un examen bastante detallado de uno de los más
sorprendentes estudios realizados, el de Heilig y Hoff. Se refiere a la inducción de ampollas herpéticas (herpes
labial) mediante alucinaciones por sugestión. Se tomaron como sujetos tres mujeres enfermas mentales. El
procedimiento experimental típico fue el siguiente: el experimentador recordó al sujeto, en estado hipnótico
profundo, una experiencia emocional sumamente desagradable vinculada con su neurosis particular. El
paciente mostraba entonces signos de gran exitación: se sonrojaba, se agitaba y gemía temerosamente. En
ese momento, el psiquiatra daba un golpecito al paciente en el labio inferior y le sugería una sensación de
picazón como la que el paciente había experimentado a menudo cuando comenzaba a formarse un herpes
labial. Se le hacían luego sugestiones tranquilizadoras, después de lo cual se deshipnotizaba al paciente.
Durante las 24 horas siguientes, poco más o menos, el paciente manifestaba sentir una picazón en el labio
inferior, y al cabo de ese tiempo, aparecía una pequeña hichazón en dicho labio. Al término de 48 horas
aparecían muchas pequeñas ampollas herpéticas, que gradualmente se unían para formar una gran ampolla.
Después de algunos días, ésta se secaba y formaba una costra, hasta que finalmente se curaba. La sustancia
de la ampolla fresca cuando se transmitía a la córnea de un conejo, provocaba en éste un herpes al tercer día,
con lo cual se probaba el carácter técnico genuino del herpes. Este cuadro, con variaciones sin importancia,
se manifestó en las tres pacientes.
Epistemología – Ejemplos para el parcial
6. Sabemos, de manera intuitiva, que tendemos a ser más generosos cuando la gente nos está mirando. Bien,
parece que no es sólo una decisión racional. En el experimento, los 96 participantes debían dar un donativo,
usando un ordenador. La mitad de ellos lo hacían sin nada alrededor, mientras que la otra mitad tenían al lado
la foto de un robot vagamente antropomórfico. Bien, los que eran "observados" por una simple foto donaban,
de media, hasta un 30% más. Parece que hay algo de instintivo en el mecanismo humano del altruismo. Es
racional cooperar cuando nos vigilan, y estamos condicionados de manera inconsciente a hacerlo. Los
investigadores Burnham y Hare, creen que los sujetos advertían inconscientemente que eran observados, y
que ser más generosos aumentaba sus oportunidades de recibir recompensas en el futuro y que dismunuía
las de recibir castigo. (Burnham, T. y Hare, B. (2005) “Engineering Human Cooperation: Does Involuntary
Neural Activation Increase Public Goods Contributions?”, Human Nature, Hum Nat (2007) 18:88–108)
7. Se pide al sujeto que dibuje el mapa de una isla, p. ej., la Isla del Tesoro, con su playa, su choza, sus rocas,
cocoteros, tesoro, etc., colocados en puntos determinados de la isla. Luego se les quita el mapa y les pide que
efectúen en su imaginación una exploración de éste. Primero se encuentran en la playa. El experimentador
enuncia la palabra "cocotero". El individuo busca mentalmente en el mapa el lugar donde se hallan los
cocoteros y presiona un botón cuando lo ha encontrado. El tiempo que separa la emisión de la palabra
"cocotero" de la respuesta "tocado" se mide. Luego se repite el experimento con la cabaña, el tesoro, y a
modo de control, con emplazamientos que no se encontraban en el mapa original. Es un hecho notable que la
duración de la exploración mental varía de modo directamente proporcional a las distancias reales de los
puntos marcados por el individuo en el mapa. El mapa mental contiene, pues, la misma información sobre las
distancias que el mapa real. (Kosslyn, 1980)
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