Manual práctico de construcción de líneas telegráficas y tel

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MANU AL PRACTICO
DE
CONSTRUCCIÓN DE LÍNEAS TELEGRÁFICAS Y TELEFÓNICAS
Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
MANUAL PRÁCTICO
DE CONSTRUCClON
DE LÍNEAS TELEGRÁFICAS Y TELEFÓNICAS
PARA USO DE LOS EMPLEADOS DEL RAMO, CONTRATISTAS. CONSTRU:TORES E INSPECTORES
ILUBTRADO CON 28 GRA.BADOS INTERCALAIIOS
EN EL TEXTO
POR
DIÓDORO SÁNCHEZ,
ES PROPIEDAD DEL AUTOR
BOGOTÁ.
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AL LECTOR
E:n 1~82 tuvill1o~ O~¡["íÔllde ocupamos en la construcción de
líneas eMctricas en la RepÚblica de Y-entzuela, y entonces nos
hicimo¡;; cargo cuánto había qllC cOl'l'cgil' .Y pl'eyenir en la red telegráfic[~ colombimw, 1Í causa (le lwbe¡' lle('ho caso omiso de la parte
científic,t l'elati\"a DI cstn.blecimiclIto de las 1íDeas. A nuestro regreso [ti país - aiÏo (le 1~8;\ --,- tratámo;, (le que en :Hlelante s('
tnvier!ll, en cneuta las rep:bs m¡l~ indiiipensables
sobre constl'Ucción, y al efecto publidlÜ(l~ algo pertinente, Cil Périódicos de Ro·
gotá,H/
Ingeniar) y La Lllz, lo cllal filé l'?pl'odllci(lo pOI' otro::!
órganos (le la capital y en lu general Lieu a'~ogid(l.
Ln. red telegráfica dl: este país COld a1m, ell el afIO pasado, 8 050
kilóm(~t.l'os de lineaR, (;Oll 229 ofkinas, rcsJ1tado obtenido en 25
años qU3 se completfll'Oll el día primero Ile r\o\'iembre Último.
Sumaf4 relntiyaml:llte (:1I0J'lI1\:,-; se hall empleado t~n el ramo;
para el bienio Üe ISa 1 Ü 18U2 los gastos ordinarios se estiman,
según (htos oficiales, ell ~ ~oo -i80, y el pl'oùucto del servicio res·
pectivo en 8 :no 000. (.Jne l1UeFitra rell tdegráfica requiere aÚn
gastos de cousidcrtlción ) gran labol pam completada,
lo recono·
cemos (.)(los, (~Olll(l\ludie ii'Hora LUlll)Ot;() b serie de defectos que
hay qU(~ c:orl'cgir para :-;ati'ifnœr al pÚhlico r para que desde el
punto de vista cconómieo no continÚe e"te ramo siendo indefini.
damento carga peb[lcln. pnm la X aciÓn,
YÚ ha llegado el tiempo l1e que las llucvafs lineas se e8table~.
ean de [~cuerdo cou hs reglas que ha sumi::J.istrac1o la ciencia y
confirmado la expcriencia ; (lue lus corresrondientek
pliegos de
cargos r~istren
también las condiciones (ln'~ requiere ln. construcción de tell~gl'afo8 en regiones especiales pOl' Sil natnraleza y topoerrafía; y que ell la enscÎianztl. que costefl, ('1 Gobierno para formal'
~mple!\dos de aptitudes para el ~el'\!icio dell'amo, se le preste la
debida atención it la parte de ('onst.ruceión (-~e líneas, para llenar
el vaci(l qne notámos en las ocasiones (1. ne hemm; desempeñado
c1
cargo dE' examinador de la J..,:.¡c/((;Za.VacÙilwZ'Je T'elegmf¿a.
La~ l'flzone:.; apuntadas no,; ban hecho creer que no estará
I-WI' demás ni será inoportuna
la publicación, en forma de jlfanual,
de estos elementos sobre cOIl:;tl'lIccióll de líneas eléctricas, que
hace po('<) tenniuámos <le llar ti luz en lo;.; .'1 nalt.'; de lnf/enÙ31'í.c(. y
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- .••-
~~~-~--~~~--~-~~--~-~--_.
¡
N(I
que intentamos sirvan de guía en la práctica.
hemos 01
las demostraciones que hemos creído necesarias; las insertadas
párrafos precedidos de un asterisco (*), sirven á las personas ver·
sadas en matemáticas;
10 demás está al alcance de todo lector,
porque las reglas que se deducen para la práctica sólo requieren
conocimientos elementales de Aritmética y Geometría; además,
no faltan los ejemplos que aclaran las cuestiones.
Habíamos preparaùo material para tratar otros asuntos que
nos han parecido siempre importantes y de inmediata aplicación,
como los relati\"os á las demostraciones y reglas para que los aparatos y la;;;baterías guarden la debida armonía con la resistencia
electrica de las líneas, 10 referente á unidades Ji mediciones eléctri,·
cas, lo relacionado con el tl'UZOde grandes rectas sobre el terreno,
según métodos expedit?s, algo sobre altitude~, pararrayos etc. etc;
pero para esto se necesItaban bastantes grabados, costosos en lo ge,
neral. Tal circunstancia nos ha resuelto á dejar reservado eso para
mejorarIo y darIo á luz tuu luégo como sea posible. Hoy no aspira·
mos sino á la recompensa £Ille puede proporcionamos la satisfacción
de saber que siquiera IIna persona ha obtenido algún provecho, por
pequeño que sea, con este trabajo; porque por evidente hemos teni·
do siempre que quien contribuye, en la medida de sus aptitudes, al
bien <;lesus semejantes, es heroico obrero de la más noble causa.
DIÓDORO SANCHEZ.
Bogotá, Enero de 1891.
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Íl'J"DICE
Para la fácil consulta Be ha formfLdo el lndice de modo
que :5US números correspondan á los que tienen los articulos en el texto;
así ¡mede servir también de Programa.
ADVERT1:NCIA.-
PRIMERA
MATEF;IALES
EMPLEADOS
E~
P AR'rE
L.\ CO~STRU(,CI6::\
LÍNEAS
III
I
• 1. Líneas telegráficas y telefónicas:
AisladonJ~.
Condiciones de los ai~llldores.
Aislador Brooks.
Aislador Siemens.
Aislador de vidrio.
Aislador colombiano.
Aisladores dobles.
'rensores.
Tensores de ángulo.
Importancia
de los tensores ..
Aisladores alemanes.
I 36. Aislador.~s diversos.
37. Ensavo de los aisladores.
38. Reglã general sobre la colocación de los aisladores.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
, 2.
3.
4.
5.
6.
7.
S.
9.
10.
Postes.
Dimensiones de los postes.
COIlsHvación de la madera.
Carb(lnización de los postes.
Barniz submarino.
Métoùo americano.
Procedimiento
de inyección.
Diversos sistemas.
Ob~:er\'aciones.
H. Preparación delsulfato de cobre:
II
12. Resistencia de los postes.
(i13. Cálcu.1o matemá.tico.
1)14. Aplicaciones.
(115. COIlsideraciones sobre postes
cónicos.
•• .l6. FOIma de los postes.
17. Tinntes.
.l8. Instalación
de los postes.
19. Postes pareados.
~W. Empalmadurn de los postes.
~n.Pararrayos.
~~2. PosteM metálicos.
~~3. Poste8 na.turales.
'24. Difinentes apoyos.
DE LAS
IV
I
¡ 39.
Hilos conductores .
40. Hilos de hierro.
I
41. Alambre no recocido y recocido .
42. Galvanización del alambre.
43. A1teracil1n del alambre.
44. Resisteneill. de los alambres de
hierro á la ruptura.
45. Alambre americano compuesto.
46. Hilos de bronce.
47. Alambres aisladoi!.
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VI
iNDICE
48: Empalmadura
de los alambres.
49. Métodos
para empalmar los
alambres.
50. Empalmaduras
con piezas de
hierro.
31. Importancia
de las empalmaduras soldada!! ..
: 63.
¡ 64.
: 65.
¡ 66.
:
:;;'67.
v
Influencia de la longitud.
Influencia de la elasticidad.
Influencia de la temperatura.
Puntos
de apoyo situados en
alturas diferentes.
Cálculo para determinar el pun·
to más bajo de la cadeneta,
cuando los apoyos tienen diferencia de nivel.
Distancia del punto inferior de
la cadeneta á los apoyos.
Tramas de longitudes diferentes.
Presión del alambre sobre lOll
postes.
Postes situados en los vértices
d<,Jas ángulos.
Fuerza resultante.
Intensidad de la fuerza.
Postes con variaI!! hilos.
Hilos con diferentes tensiones.
Hilos en diferentes direcciones.
'l'ensión distinta. en cada direc-
52. Tensión de los hilos y su acción: 68.
sobre los postes.
53. Curva que afectan los hilos.
69.
(154. La cadeneta.
55. Flecha de los hilos.
! 70.
56. Cuadro para conoce1' las flechas I
57. Tensión en los puntos de apoyo I 71.
~:;58. Tensión mínima en los puntos ¡
de apoyo.
'';;'72.
i;¡59. Distancia máxima de los pun- 73.
tos de apoyo.
74.
60. Deducciones del cálculo.
75.
6!. Distancia entre los postes.
76.
62. Longitud
del alambre suspen77.
dido.
i
ción.
PAUTE
SEGUNDA
PRI~CIPIOS
GENERALES
DE CO~STRt:CCIÚ:\'
VI
78. Estudios
previos.
79. Primera condición de un buen
trazo.
80. Procedimiento gráfico para hallar el punto mús bajo de un
conductor suspendido en postes muy distantes.
81. Segunda condición ùe un bucn
trazo.
;;;82. Distancia de los p08tes en las
curvas.
S3. 'fercem condición de un buen
trazo.
84. Cuarta condición de un buen
trazo.
85. Construcción de una línea, orden de los trabajos.
86. Orden en la colocación de los
hilos conductores.
i
87. Cruceros.
88. Construcción de las línells por
las vias férreas.
89. Instalación de las oficinas.
90. Precio ùe las líneas telegráficas aéreas.
VII
91. Cauea de daño en las lineas.
92. Clasificación <le los daños.
93. Reparación de los postes.
!J4. Reparación de los aisladores.
95. Heparación de los conductores.
96. Reparación para el aislamiento
97. DaÏlOs mixtos.
98. Observaciones.
99. U tiles de reparación.
100. Lineas colombianas y su cbnservación.
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
3
ocasiona grandes gastos. Valiéndose del barniz-submarino,
los postes q~ledan preservados de la cau¡,:amás activa de su destrucción, y su empleo es
más barato que el de cualquiera otro sistema." Con efecto, los buenos resultados que ha dado este barniz en las maderas empleadas en los trabajos
hidráulicos, en los ferrocarriles, en la marina, en los telégrafos, en la agricultu:ra &c., han extendido su uso considerablemente, y, por lo tanto, merece E!specialrecomendación.
l~l empleo tle este barniz 110 ofrece ninguna dificultad; se aplica como
cualquiera otra pintura y tiene la ventaja de secarse en el término de 24
horas. SegÚn se quiera preservar más ó menos la madera, se le dan una
ó varias manos; pero en general bastan dos, yes lo que se acostumbra.
Otra preparaci6n que merece anotarse también, es la que consiste en
una mezcla de aceite de linaza caliente con carbón mineml muy bien pulverizado; á esta mezcla se le da la consistencia de los barnices usados para
pintar las maderas. Se puede asegurar que dándoles á los postes de maderas
secas, dos ó tres manos de esta preparación, SE duración es muy notable.
7. Itlétodo americano - Las experiencias más recientes practicadas en
NortElAmérica, han hecho notar que, para cOlIservar la madera y librarla
de la acción de los inseetos, se puede hacer uso, con buen resultado, de una.
soluclón formada de sal marina y cal, en la proporción de 4 kilogramos de
la primera por 8 de la segunda, disueltos en 1000 litros de agua. La solución Hecalienta, y una vez que est.á hirviendo, se introduce en ella la madera y se deja allí hasta que se impregne bien. A las maderas que
deben quedar á la intemperie, como los postes, se les debe dar luégo
nna mano de pintura común. Varias piezas de madera preparadas según
este método, se sometieron á la aœión de las llamas después de haberlas
bañado con aceite de nafta, y apenas se carbonizaron sin arder.
Otro sistema muy en uso actualmente, por no comunicar mal olor á
las maderas ni alterar su color primitivo y ser además poco costoso, es el
siguiente:
Be sumCljen las maderas en una solueión de sulfato ferroso; luégo se
desecan y, en seguida, se introducen en un baño caliente de silicato de sosa.
El silicato forma con el óxido de fierro un compuesto del toùo insoluble y
que impregna muy bien las capas de la madera. Este silicato do fierro,
que se embebe en la masa de los palos, impide la putrefacción del leño y
determina su conservación por mucho tiempo. Dicho procedimiento se
emplea en Alemania desde bace algún tiempo, y ha dado buen resultado
en m.a fábrica de los alrededores de París.
8. Procedimiento de Inyección - Las primeras investigaciones importantes sobre la conservación de la madera, por medio de la inyección de
sustancias minerales, fueron hechas por el doctor Boucherie. Estos procedimie.ntos consisten en introducir en las maderas sustancias que reemplacen las materias albuminosas, ó que formen con ellas un compnesto insoluble é instable. Las sustancias que se han usado con este ohjeto son: en
Franeia, el sulfato de cobre; en Prusia, el cloruro de zinc; en Inglaterra y
otros países, la creosota ó brea; también se han servido en otras partes del
sulfato de fierro, del cloruro de mercurio &c.; pero de todas estas sustancias Ia que ha dado m~jores resultados es el sulfato de cobre, por lo que se
usa desde hace mucho tiempo; su empleo, según algunos, se debe también
al dontor Boucherie, quien lo estudió é indicó.
Conviene haœr conocer el siguiente experimento, á fin de darnos cuenta, dElnna manera clara, de los procedimientos de inyección. Si en la época
en qno se efectúa en los vegetales la ascensión ó subida de la savia, se corta
de un árbol una rama terminada en un ramillete de hojas y se coloca el
extremo que se acaba de cortar en un líquido que no ataque Ia madera, se
notará: 1~ qUI..el movimiento ascensional de la savia es continuo, en virtud
de laElleyes de la capilaridad y por la evaporación que se produce en l~
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4
TELÉGRAFOS
Y TELÉFONOS.
superficie de las hojas; y 2~ que como el líquido va constantemente, en sn
movimiento ascensional, empujando la savia, aJaba por reemplazarla poco'
á poco en el interior de los vasos de la maù<>ra y por Ilegal' á la cima de
la rama.
De este sencillo experimento se deduce que es posible asegurar la conservación de las maderas, reemplazando la su"ia del "egetal por un líquido
preservador; y si éste tiene la propiedad de defender las fibras leñosas de
la descomposición, claro está que la madera resistirá tanto mejor á las vicisitudes atmosféricas y {t la humeùad, cuanto más enérgica sea la potencia
del líquido empleado y mayor la cantidad in~Tectada.
9. Hay muchos sistemas para in~'cctar en las maderas las soluciones
antisépticas; pero sólo anotaremos los principales y más sencillos:
1.0 Este sistema consiste en hacer penetrar en la madera el líquido
antiséptico utilizando la fuerza aseensional de la savia. Para esto se principia por despojar de todas sus ramas el árbol que se desea inyectar; porque de lo contrario, éstas consumirían inÚtilmente una cantidad notable
de solución. Luégo se practica en el tronco del árbol y á poca llistancht
op.I suelo, teniendo el cuidado de estropea.r lo menos posible las fibras del
vegetal, una caviùad ó cámara capaz de contener la cantidad suficiente de
solución. En contorno de esta cavidad, y de manera que se envuelva tooa
la circunferencia del árbol, se adapta una ('specie de bolsa, ó m~jor dicho,
de manga circular, hecha de una. tela grucsa ":,'bastante fuerte para retClH'r
la. mezcla preservadora, la que se coloca en un barril y cerca del árbol para
pasarIa á la manga por medio de un tubo de caucho. El líquido preservador, llevado por el movimiento ascendente de la sa,-ia, suhe hasta el extremo superior del {trbol en un período corto de tiempo, que varía según
la edad y la clase del vegetal.
2.0 Este Sl:' funda en introducir en la madera la solución cobriza, por su
propio peso; se usa con ventaja cuando el nÚmero de postes no cs muy
considerable y son de las menores dimensiones (nÚmero 3.)
Inmediatamente después de. cortados los postes, se colocan paralelos
entre sí y con la extremidad lilás gruesa sobre un andamio, de manera que
formen un ángulo de 450 con la horizontal; antes se les pra<:tica en esa extremidad un hueco para adaptar á él un tubo de forma cónica, que sirve
para depositar la solución, y renovaria á medida que ,a penctrando en la
madera. Dcspués do algunas horas, se nota que la savia principia á salir
por la extremidad inferior de los postes, á causa de que ellíquioo preservador va reemplazándola,
en virtud ùe su propio }Jesoy por efccto de la
capilaridad. Los postes de cinco á siete metros de longitud, se inyectan en
5 días, término medio; pero á los de ma~'ores dimensiones no conviene aplicarles este sistema por lo lento.
3'! Estriba este en hacer penetrar por presión el sulfato de cobre que
ha de reemplazar la savia del árbol.
En este caso, hay que usar un aparato quo se compone de un receptáculo colocado sobre un andamio de sicte Ú ocho metros de altura; este
receptáculo se alimenta, por medio de una bomba, de unas pipas en que
se prepara la solución. Un tubo de cobre ó de plomo se desprende del receptáculo y viene á unirse á otro tubo, dispuesto horizontalmente y cuyo
largo se calcula segÚn el nÚmero de postes que se quieren inyectar en cada
operación; á este tubo horizontal van soldados otros pequeños de gutapercha, terminados en un cañoncito oe cobre por el cual se iutroduce el líquido
en el poste. Los postes que se desearen inyectar se dt.;jarán con su corteza,
se colocarán paralelos entre sí y en dirección perpendicular al tubo principal. La parte más gruesa del postc ó sea la base del árbol, se apoya sobre
un travesaño horizontal, colocado á un mctro de altura sobre el piso; y la
parte delgltda, en una canal puesta al uiveI del suelo, para que corra el
líquido después ùe atravesar el poste en el sentido de sus fibras.
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TELf:GRAFOS y TELÉFONOS.
5
Se facilita la introducción <leI líquido preservador, cortando al poste,
en la extremidad más gruesa, una sección do uno ó !los centímetros de esp,~sor, para destapar bien los poros de la madera:.¡ adaptarle allí una especie de manga para que el líquido obre sobre la mayor superficie posible;
SH comprende que la manga debe quedar perfectamente
asegurada al poste,
d,; lo contrario, el líquido se escaparía por la presión constante de la columna que forma de siete á ocho metl'OS. Los cañoneitos de cobre que qued:11len comunicación COll el tubo distrilmidol', por medio de los tubos de
g:.ltapercha, se illtroducirán ùien ajustados cn la manga correspondiente y
por el hueco que se les deja con este fin.
Una ,-ez que se ha;yan colocado los postes ell el aparato, como se ha
indicado, se establece la cOl1lunicn.ciÓnCOlie! receptáculo; J' entonces principia á llegar el líquido á la ùase <le cada poste, con la presión necesaria
pam penetrar con fuerza y desalojar la savia, que comienza á salir illmediatamente por la extremidad delgada.
La altura del receptÚculo, de donde baja la solución á los postes, se
gradÚa de acuerùo con la longituù de éstos: para postes de 8 á 10 metros
de largo, la altura .lehe ser de 9 á 10 metros; pues si se coloca más alto, da
ulla presión demasiado fuerte, y el líquido recorre el poste sin producir el
efecto que se desea; ~' si se deja á poca altura, la solución no penetra bien
ell todos los poros de la madera, ó requiere mucho tiempo para que obre
debidamente.
Para postes de ocho metros de longitud, la duración media de la inyecci6n es de 3 días, pero varía segúll la clase de madera. Cuanùo la longitud
de los postes es muy considerable, hay neecsidad de in~'ectarlos por sus
dos extremiùades.
Ila solución de sulfato de cobre 110debe ser ni demasiado concentrada
ni muy pobre de sal. La prá.ctica ha demostrado que, para obtener buen
resulta<lo, deben mezclarse 100 kilogramos de agna COll uno de sulfato de
ce·bre; esta mezcla marca Ull grado en el areómetro <leBeaumé, y basta
introducir cinco y medio kilogramos por metro cúbico de madera.
10. Observaciones-Elllos
países donde hay estaciones, se Mostumùra.
el'~gir ciertos meses del aîio para cortar la madera que se quiere inyectar,
á fin de hallar la savia en sn mayor estado de fluidez, para faeilitar la operación; tampoco dejan transcurrir mucho tiempo entre el corte y la inyccciÔn, porqne la savia principia ÍL eoagularse de las extremidades ha{JÜLel
centro del palo, más ó menos rápidamente, según la estación. En todo el
m es de MaJ'o inyectan las maderas cortadas ell Enero, Febrero y Marzo;
porque en los meses que preeedell :í ]a caída de las hojas, la savia adquiere
su mayor fluidez.
Debe tenerse en cuenta que los árboles jóvenes se prestan mQ.jorá la
inyección que los de cierta edad; y que si, de conformidad con los métodos
de,scritos, se tiene el cuidado de verificar la operación tan pronto como se
corten en la estación de la savia ascendente, los postes se preservarán,
durante muchos años, de su destrucción.
En fin, á los postes conviene
da,rIes por separado una capa de brea, la que, aislándolos completamente,
101~ abrigará
contra todas las influencias exteriores, hMiéndolos, por de·
cido así, impermeables y de duración indefinida.
Ya hace más de 40 años que se acostumbra en Europa la inyección,
pllJ'a la conservMión de los postes de los telégrafos y de las traviesas de
madera de las vías férreas; Úuieamente así es como han podido con serva,rse, y se conservan de la humedad y de su descomposición final, las
construcciones establecidas en terrenos flojos ó sometidas á la Mción incesallte de las aguas. Ha,)' otros muchos métodos para inyectar las maderas,
entre los cualcs se cucntan el debido al ingeniero señor Breant y el de los
seíiores Lege & Fleury-Peronnet.
Ambos procedimientos, aunque de uso
muy común en Europa, nos abstenemos de describirlos por lo costoso de
IOEIaparatos quo requier~n.
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6
TELÉGRAFOS
Y TELÉFONOS.
11. Preparacl6n de sulfato de cobre-Como la solución de sulfato de cobre es, por muchas razones, la preferida para la inyección de los postes, es
conveniente indicar los medios más económicos y sencillos para obtenerla.
Ray un procedimiento muy propio para. los mineros; si no es nuevo,
por lo menos tiene la ventaja de la economía y de poder utilizar los enormes 1;()rrcros que se forman con el tiempo al rededor de las minas; terreros
que las obstruyen, que las invaden poco á poco y que á veces acaban por
enterrarlas completamente.
La primera é indispensable condición para utilizar los 1;()rreros en la
preparación del sulfato de cobre, depende de que el soroque ó materia pétrea, separado del mineral propiamente dicho, contenga una cantidad suficiente de sulfuros de cobre; es decir, piritas, Ó sea lo que vulgarmente llaman bronces; porque son precisamente esas piritas de cobre las que, por
oxidación, dan lugar á la formacióu del sulfato de cobre. Si los terreros
llenan la condición, se puede proceder del modo siguiente:
se construye,
en seco, con los soroques del terreno, un muro en forma de terraplén, y de
altura. 'jT extensión proporcionadas á la superficie de terreno de que se puede disponer. El piso en que descanse este muro de piedras secas, ha de
inclinarse en pendiente suave hacia uno de sus extremos.
Al formar esta masa de piedras debe tenerse el cuidado de dispoueruna ó más galerías ó corredores, poco anchas y que atraviesen la construccióu en todo su largo; al suelo de las galerías se le dará forma de canales
y de modo que, siguieudo la pendiente natural del terreuo, vayan á terminar en un depó8ito común, poco profundo, pero de la mayor superficie posible para facilitar la evaporación del líquido que ha. de recoger.
Dispuesto así el muro, sucederá lo siguiente: por la acción permanente
del aire sobre las piritas, el sulfuro de cobre se transformará insensiblemente en sulfato de cobre; sal que, como se sabe, es muy soluble en el agua.
Si se tiene el cuidado de construir el muro en la estación seca, cuando llegue el invierno, las aguas pluviales, infiltrándose por los intersticios de las
piedras, atravesarán
sin dificultad la masa entera, la lavarán incesantemente, disolverán el sulfato de cobre que se llevarán consigo, siguiendo las
paredes del corrcdor ó galería para reunirse en las canales; de las cuales,
si~uiendo la pendiente natural del piso, iráu á parar al depósito oomún, en
forma de solución de sulfato de cobre.
Si en el fondo del depósito se disponen de distancia en distancia unas
faginas Ó ramajes de leña seca, se agruparán allí y se recogeráu fácilment~,
tanluégo como la evaporación natural del líquido sc ha,\-a,efcctuado, numerosos y magníficos cristales de sulfato de cobre.
Si se cree muy tardío el procedimiento anterior, pllede obtenerse rápidamente el sulfato de cobre de las piritas citadas, quemándolas al contacto del aire, á fin de que el oxígeno que absorben nurantc la calcinadón,
las transforme en sulfato de cobre. Terminada esta oxidación, ba-sta concentrar las aguas del lavado y d~jarlas cristalizar.
De los demás métodos para la. preparación de esta sal, indicaremos,
por último, el siguienb~, quo es muy expedito: tómense trozos viejos d('\ 00bre, calderos, candeleros, on una palabra, cualquier ohjeto ne cobre que
no sirva; en seguida, mójense y polvoreense con flor ne azufre. ]i]l cobre
preparado así, póngase en un horno de reverberación y caliéntese hasta el
rojo; al principio se producirá sulfllro de cobre; pero si se continÚa calentando, el ácido sulfuroso se transformar{L pronto, por la acción del oxígeno
del aireLen ácido sulfúrico, y éste dará lugar á la forma~i6n del sulfato de
cobre. ~l cobre calient~ aún, se sumerge con rapidez en una vasija llena
de agua, y el ¡mlfato de cobre se disolvcrá. Se puede repetir luégo la operación, hasta. que todo el metal haya pasado al estado de sulfato.
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TELÉGRAFOS
7
y TELÉFONOS.
II
ICESIS'.l'ENCIA
DE
LOS POSTES.
12. Desde el punto de vista de la. economía "J' solidez de una línea
telegráfica ó telefónica, es de suma. importancia saller el límite de la resistcneÏa de los postes, para determinar sus dimensiones en los diferentes
casos y colocarlos como puedan tl'a.bajar rn~jor.
Si ollservamos un poste colocado verticalmente, llien asegurado en el
sucIo y sometido á Ulm fuerza horizontal aplicada en su extremidad superior, notamos que se desvía en la dÍl'eeción en que obra la fuerza; que por
este desvío las fibras de la madera se dilatan de nu lado y se comprimen
del opuesto; y que termina por romperse, si el movimiento molecular de sus
fibras, producido por la fuerza, pasa. el {-imite de elasticidall de la madera.
Cuando la fuerza que obra solH'e el poste no prolluee movimiento molecula,r que pase este límite, uua vez que cese Sil influeucia, recobra aquél su
posición primitiva, cn \"Írtnd de la elasticidad, y no se nota ningún desgarramientD en las fillras. La fuerza ollra siempre con mayor energía en
la, sección del poste situada á flor de tiena, ó sea la de empotrmnientoj
porque con relación á ella es que su brazo de palanca tiene mayor valor; "J'
si hay ruptura, se produce allí cuando el poste tiene el mismo diámetro en
SlIS dos extremos ó, mejor dicho, cuando es de forma cilíndrica.
Si el diámetro de la sección inferior del poste es muy notable respecto á los de las
otras secciones, presenta mucha resisterwia; y la ruptura se efectúa, en
caso de hallerla, en otra sección que no es la de empotramiento y que puede
determinarse por medio del cálculo, sicmpre que se dé la forma del poste.
~ 13. (;áJculo matemático - Supongamos que tenemos una pieza MA',
de forma cualquiera (Fig.1 ~),empotrada en su extremidad AA' y sometida
á ulla fuerza HF, normal á su cje. Por la acción de esta fuerza, las fibras
de la madera se comprimen del lado que obra y se dilatan del lado opuesto,
salvo las que se hallan situadas en la línea que pasa por el centro de grayedad de cada sección trasversal de la pieza, las (males conservan su forma
primitiva y se denominan, por esta razón, fibras neutras ó invaria,bles.
M
K ¡¡:llL.
F
-7'
·1
, I
IT~
N
C
°h
•
.
~
.JiA~.~··1
~~·1
-
.
1
I: \
l ~.-
-
i:
l~
-
At
Fig. 11~
tamente
Ahora bien: una sección cualquiera DO
. soporta IlII esfuerzo ó momento F X L, llamando
F la. fuerza HF, y L su brazo de palanea, ósea
ht <iistanl'Ïa. BC de la sección al punto de aplicaciÓn Ile la f1wrza. Para qne la pieza no se
fracture ]lor la I.-lecciónconsiderada, es preciso
que ésta oponga al momento F X L una resistencia igual, producida por la cohesión de las
moléculas, la q ~le se denomina momento de elasticidad de la 8eceión.
La resistencia total de cada sección, es
igual á la suma de las resistencias parciales de
todas las moléculas que la componen; pero
COlllOtodas 110 puodell ollrar con igual energía,
porque Ias situadas á mayor distancia de Ias
I fibras invariab~es se dilatan ó se contraen más,
, á causa del mayor esfuerzo que soportan, debemos tener esto en cuenta, para deducir Correc-
la expresión
-.
~!,
que
n
nos da el momento de elasticidad
de toda
u~a sección, y en la cual H, representa la fuerza que produce el alargamlCntode las fibras más ùjanas ó sea Ia tl!n~ión; n la distancia de las fibras
neutras al punto más separado de ellas i IS I el momento de inercia de la
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8
TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
sección, tomado con relación á las fibras neutras. Este momento do inercia
equivale á la suma de los productos de los elementos w de la superficie
seccional, multiplicados por el cuadrado de su distancia v á la línea de las
fV
2
fibras invariables; por tanto, 1=
dw.
Así, pueR, para que la pieza
no se fracture por la sección DC, de que tratamos, es menester que su
momento de elasticidad RI, sea igual al momento de la fuerza F, tomado
n
con relación á la misma sección, y entonces llegamos á la ecuación de equilibrio FL = RI (1), de donde podemos deducir, ya la tensión R de las
n
moléculas sometidas á la mayor compresión ó tensión, ya la fuerza F, que
se puede aplicar á la pieza y á la distancia L, para que la tensión R no
supere el límite de seguridad.
Ouando la tensión R llega al límite de elasticidad de la materia que
forma la pieza, hay deformaeión ó ruptura; porque las moléculas se desorganizan, se desagregan, y aun cuando la fuerza F cese de obrar no restituyen su posición primitiva: jamás se debe llegar á ese límite en la práctica.
De la naturaleza de las sustancias depende la menor ó mayor resistencia de las fibras á la compresión ó á la extensión; y de la observación
se ha deducido que el valor de R no debe pasar, por metro cuadrado, de
600000 kilogramos para la madera, ni de 6000 000 para el hierro forjado.
Mientras no se supereu estos límites, las piezas de las sustancias indicadas
conservan toda su elasticidad; y la fleoha, es decir, la. distancia del puuto
de aplicación de la fuerza, después que ha obrado, á su posición primitiva,
es
f=
:~;: (2). En esta fórmula F, I y L tienen la misma significación que
en las otras; E representa el coeficiente de elasticidad de las sustancias, y
equivale á 1200000000 para la madera:,' á 20000 000 000 para el hierro.
Considerando diferentes secciones de la pieza y calculando para cada
una, por medio do la fórmula ( 1), el esfuerzo ó tensión, soportado por las
FLn
fibras extremas, R = -1- (3), se nota que no es constante y que hay una
para la cual es mayor. Por tal razón se la denomina seooión de. ruptura;
para ésta el valor de R no debe pasar en ningún caso el límite ya indicado.
También se puede calcular la forma que se le debe dar á la pieza, á fin
de que el valor de l{ sea el mismo para todas las secciones; así se obtiene
la forma más conveniente y racional: es decir, la que con determinada cantidad de materia presenta mayor resistencia.
• 14. ApIltadones-Estudiemos
la forma cilíndrica, quosuele ser la de
los postes. En este caso, cada sección es un círculo; si designamos por r el
radio, tenemos n=r, y el momento de inercia.
7Tr4
f v'dw
con relación al centro,
4FL
será: I = -4 • Sustituyendo en (3) este valor de I, tenemos: R = --, (4)
7Tr
Como r tiene el mismo valor en todas las secciones, por ser cilíndrico
el poste, la sección de ruptura será la que corresponda al ma;yor valor de
L, que no es otra sino la de empotramiento.
La mayor fuerza F que se puede aplicar entonces á la extremidad snperior del poste, la da la ecuación (4), reemplazando L por la altura del
poste, y R por el correspondiente valor dado ya atrás.
Cuando se conocen la fuerza F qne ha de aplicarse al poste y la altlll'a
L, se puede calcular, haciendo uso de la misma fórmula, el valor que debe
dársele á r.
• 15. ()onsl4eremos lIn poste ,t6nlto para completar este estudio. LIa·
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
meIllos H la distancia. A R (Fig. 1~)de la sección de empotramiento
al
punto de aplicación de la fuerza F i a" el radio de la sección E A de la
bas'3i b, el radio de la sección K Bi x, el radio de una sección cualquiera
CD; é y, la distancia e B. Ahora y representa á L, y para poder aplicar
la fórmula (4) es preciso hallar su valor en función de las cantidaH (x-h)
des H, a, b y x, y tenemos: y =
. h ( 5). Para hallar el e:sfuerzo
(t-
en (4) IJ por el
R, ~Ioportado por la sección cuyo radio es x, reemplazamos
valor encontrado para y, y r por x, y tenemos:
TI
l{-
4F
(
-
(X-b))
a-b
rrX 3
=
4FHjx~~L
rrx' (a-b)
.. _(G)
R varía de valor eu las diversas secciones, pero cuando x = ~b, llega fi su
maximum. Ahora, para saber á qué distancia queda del punto de aplicación de la fuerza 1<', la sección en la cual H, ob~iene su mayor valor, susti•
>
tUlDlOS
•
_
en (5) x por,- h,y tenemos.
•
_
y -
II ( ~ h-b)
a-b
Hb
= 2 (a-b)
(7)
Así queda determinada,
en un poste cónico, la. sección que sufre el mayor
esfuerzo, que es la que dista del punto de aplicación de la fuerza F, el valor
(7) de y, y la qne tiene uu radio igual á ~.b.
La tensión R, para esta sección de que tratamos, la podemos deducir
de la ecuación ( 6 ), poniendo en lugar de x su valor ~-b, y queda:
-
R
4FII ( ~-b-b)
rr(}b)'(a-b)
_
-
8 X 4 Fnb
2x~7rrb'(a-b)
1GFH
=2'77Tb2(a-by-
.. ·· (8)
De esta ecuación (8) podemos sacar el valor de F, y entonces sabremos
)l~
= 27rrb1Ga-b
li
... (9)
2
que la mayor fuerza que puede soportar
el poste es: F
(
Valiéndonos de la ecuación (9) podemos deducir la forma que cOllviene
darl.e al poste para que, bajo cierto yolull1en dado, se le pueda a.plicar la
mayor fuerza posible. Para obtener esto, suponemos que el radio a de la
basl~ es constante 'J' que el radio li del yértice es variable; entonces notamos
y b~~llamos con facilidad que el valor de b que hace en (!) maximum el de
F, es ~-a. Sustituyendo
este yalor de b en ( !) ), resulta:
F == 27rr(~-a)2(a-~(t)R
1GB
Finalmente,
obtenemos:
27rrx4 a'R
rra' R
9 x 3 x 1GtC; de donde F = -4n-
podemos sacar de ( 10) el valor
de R para
----(10)
este caso,
~
4FR
R = -'-3-. ----. (1l)
rra
En consecueneia, la forma más eonveniente para los postes, es aqnella
en que el radio de la sección correspondiente í\l punto de aplicación de la
fuerza, es igual á los dos tercios del radio de la base; entonces la sección de
rupwra
es exactamente
la de empotramiento,
y la fuerza que se puede
aplicar la ùa la ecnación ( 10 ).
Para hacer uso de la fórmula (9 ), es preciso que la base sea mayor que
i a; porque de lo contrario, la sección teórica de ruptura vendría á queùar
~itua.<la debajo de la de empotramiento.
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TELÉGRAFOS Y 1'ELÉFONOS.
Ouando d radio de la sección del vértice del poste es ma;yor que} a"
a fuerza :F >.10) no varía; pero si es menor disminuye :" la sección de ruptura vieno ,t <¡uedar situada á cierta altura sobre la de empotramiento.
16. ¡"orma de los postes-Del
cálculo matemático se deduee que á una
pieza do mllllera (nÚmero 12), bH:jo un volumen dado, tal como un poste
telegr:ítico, se le puede aplicar la mayor fuerza cuando el diámetro de la
sección corrl'spondiente
al punto de aplicación de la fuerza, es igual á los
dos tercios del diámetro de la de cmpotramicnto;
si ha:r riesgo de ruptura,
se prollucirú en su base. Cuando el diámctro de la sección del vértice del
poste aumcnt.a, cI de la basc tiene que disminuir para que se conserve constante el \'OllIlI1CUy la ruptura ocul'1'irá también cn su base, pero COllun
esfuerzo menor. Si 01 Iliámetro Ile la sección superior disminu:,'e, aumenta
el de la base por la l'lIzón iJl(licada, y en este tercer caso la ruptura no se
produce cn la sección de empotramiento,
sino á cierta altura sobre ella, y
siempre bajo un esfuerzo menor del que es preciso en el primer caso.
Cuando la fuerza 110 obra. en el vértice del poste, sino á cierta distancia de él, COIllO la N (Fig. 1~), por ~jemplo, su acción es necesariamente
menor; porque su brazo de palanca disminuye, y asi la pieza pnede resistir
una fuerza tanto ma.vor cuanto más bajo quede situado su punto de aplicación. En e~tas circunstancias,
la altura del poste queda representada
por
la distancia dc ese punto á la seeción de empotrallliento.
Es indispcnsahle
que los postes tengan en cI vértiee un diámetro igual
{t los ¡Jos t{'reios del de la hase, tanto porque a,.,í rcsisten más, según que¡J¡\
demostrado,
eomo porque los hilos telegráficos sc eolocan siempre en la
parte superior, en la clu.l, en una extensión de dos metros, varía muy
poco el diámetro. Todo csto cOlllpleta, del modo siguiente, las dimensiones
de los postes indicados antes (nÚllIero 3).
Altura
Diámetro
Diámetro
_
- - . - - - - .. 5, H, 7, 8, 9, 10 metros,
á 1m de la base
10, I:!, 16, 18, 20, 22 centímetros.
en el vértice .. _
7, 8, 1I, 12, 14, 15 id.
Si entre los árboles que se eligen para sacar los postes, hay algunos
que no alcanzan ó pasan las IlinlPn:siones anteriores,
se calculará fáeilmente la fuerza que plIeden resistir, a.plicallllo la fórmula 4, (nÚmero 14)
R7T1"3
F=-4L-
en esta forma:
Ejemplo. ~ Qué fuerza horizontal F podr{t aplicarse con seg-uridad en
el vértice de un poste cilíndrico de 14 eentímetros
de diámetro, 6m5 de
largo, y enterrado 1 metl'O hajo el suelo ~
'l\mernos: l{ = 600000 kilog"l'allloS (nÚnll'ro 13); 1"=om07; ;r = 3.14, Y
___
L=6
_ ~ ~
..5-1-.).D.
Cuando
'
101
..
tanto.
X
se COIlOCl'nla fuerza F y e1largo
minar su l'aCl,10
1",
:1
' _ (i(lO non x :3.1·1 x n _07
l' ------4---r:---"'----
u.o
_
-
<)
•
~tlkg
..H.
Il del poste, se }luelle deter-
'1 o uso II e Ia nll~nta
.
".
I a, aliI:
. r =v;J/( 4FL)
haelOnl
101'I11U
;rj{,-
Ejemplo. ~Qué rlulio r dehe tl'llI'r Ull poste de, (j'"fl ¡Je largo, y entcrrado 'I metro b~jo ci suelo, pam q Ile resista en el vértice perfectamente
una fuerza horizontal de 2tlkg,371
Aplicando
la fórmula anterior,
_
r -
,11
IV
r: 4 <)(\ ••.)-.>I xu_a
__ X_"
( 3.14x600 000
oùtcnemos:
)
__ 0'0000·3·4-3- =om07
- y •
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TELÉGRAFOS Y 'l\ELÉFONOS.
Las fuerzas que se pueden aplicar con seguridad
mcnsiones ya indicadas, son estas:
á los postes de las di
Altura de los postes.
_.... _... 5, 6,
7,
8,
9, 10 metros.
Enterrados á una profundidad de 1, 1.5, ] .5, 1.5, 2,
2 metros.
en el vértice .. 14, 22, 41, 50, 64,
75 ~
Fuerza aplicada
~l:del vér~ice 19, 2~, 50, 60, 75, 85 kg.
Hl_. 29, 30, 64, 73, 90, 100
~ a 2 del
Los postes delgados deben colocarse siempre en las líncas rectas y en
los l;ramos cortos, es decir, donde no tengan que soportar mucho esfuerzo.
17. Tjrantes-Los
casos que sc presentan de varios hilos conùuctores
colocados á diversas alturas sobre un poste, ó mejor dicho, de varias fuerzas aplicadas á él, se pueden reducir al de una sola fuerza igual á la resultante de todas, y que obra en el poste en UII punto fueil de determinar,
llamado punto de aplicaei6n de la resultante.
Si se trata, por ejemplo, de un poste de 9 metros de altura, que sostietm siete hilos de un mismo diámetro, separados entre sí Om.50 y el primero colocado en el vértice, se puede considerar, sin inconveniente, como
punto de aplicación de la resultante, el punto medio de los hilos extremos,
es decir, el situado á 1m.50 de su extremidad Huperior. Si el poste queda
estableciùo al principio de una recta del trazo, sin fuerza alguna que lo
equilibre, y cada nno de los siete ldlos tendido con una tensión de 13 kilogramos, BU resistencia debe ser suficiente para tolerar la resultante, que
en eBte caso t~ndrÍa un valor de 91 kilogramos (número 16). Ocurre también con frecuencia que sea preciso instalar el poste en una curva ó en un
ángu.1o del trazo de la línea, lo que necesariamente hace que los hilos
varÍElll de dirección, y entonces la resultante alcanza un valor relativamente
notable y tiende, en consecuencia, á desviar el poste hacia el lado de la.
curva, ó del ángulo.
Bn estos casos la resistencia de los postes comunes es poca, considerada de una manera permanente, y es el momento de ocurrir al uso de los
tirantes, para ayudar al poste y tlarle estabilidad á la línea. Consisten los
tirantes en uno, dos ó más alambres cntrehlzados que, partiendo en el
poste de la sección correspondiente al punto de aplicación de la resultante
y en sentido opuesto á ella, van á asegurarse al suelo y á distancia de 3 ó
más metros. Cuando en la dirección que debe llevar el tirante se encuentra
un árbol, un edificio ó cualquier otro objeto que permita asegurarlo sólidamente, so aprovechará, de lo contrario, veamos cómo se debe proceder:
á una, distancia de 3 ó más metros de la base del poste, según su altura, yen
la dirección quo se ha dicho, se abre UII agujero en el suelo de unos Om.50 {l
Om.80 de profundidad, luégo ulla de Ias extrem:dades
del tirante se ata ó
asegura al poste en la sección de la resultante, y la otra se amarra bien á
una piedra de regular tamaûo, teniendo clÜdado de igualar la longitud de
Jos alambres que lo forman, para que el csfuc::,zo quedo repartido entre
todos: en seguida se introduce la piedra en el agujero y si el tirante queda
flojo, ¡3e tesa torciendo sus hilos; finalmcnte, se acaba de rellenar el agujero
con cascajo y tierra muy bien pisoneados.
Ta.mbién se forman los tirantes de varillas de bierro galvanizado y con
tornillos que permiten graduar su longitud; la forma de éstos es variada y
colocación depende de ella, pero en lo general no ofrecen ùificultaù.
Olmo los tirantes ticnen por objeto combatir la acción que <'jorce sobre
ost;e la resultante de las fuerzas, se comprende que deben instalarse
es de que esté en acción dicha fuerza y porque así lo exige el orden de
rlLbajos.
'lIando se presenta el caso de que no sea, posible situar el tirante
-le d~ia explicado, conviene colocar dos de manera que la prolonga~ la. fuerza que se quiere comhatir, ven gil, á ser la bisectriz del ánEste libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
12
TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
guIo que formen, ó se aproxime á ella cnanto lo permitan las circunstancias locales.
La figura 2~ representa, ell proyección horizontal, el poste P, los tirantes PT y PT', los alamhres ó hilos conductores de la línea PL y PL',
:" PR resultante de las fuerzas qné oùrau en el poste.
La figura hace ver claramente que en la
dil'l'eeión marcada por la línea l'S, prolongación de UP, dehe eoloearse el tirante y que
cnall<lo l/Osea posihle haeerlo así, se instaleu
los timlltes p'r y PT' de manera que el ángu]o 'l'PT' que forman, qnede dividido por
la Iíllca l'S, ósea ht prolongación de la resultaI/te HP, en (los Anglllo.s iguales TpS y
SPT', flara qne quede bien repartido entre
arn bos el esfuerzo.
Fi~, 2,"
Con el sistema de tirautes los postes pueden resistir muchísimo, porque
entonces la fuerza que actÚa sohre ellos se trasmite por el tirante al punto
de apoyo fijado en el suelo, y el qne siempre se elige como para soportar
una fuerza mucho ma;yor.
Los postes pueden resistir hasta ellírnite superior, cuando la tensión
del tirante ó tirantes es igual, en intensidad, á la resultante de las fuerzas
qne obralI sobre ellos.
Claro está que en esws casos la seguridad de los postes y, por lo tanto,
la de la línea eutera, depende de la buena instalación de 10s tirantes; en
consecuencia, esta operación 110 se confiará sino á ohreros inteligentes y
adiestrados que sepan ~jeentarla con maestría.
18. Instalación de los Ilostes - Después de preparados los postes, de
acuerdo con el sistemall ue se crea mÚs del caso para asegurar sn conservación, se distribuyen en todo el trazo de la línea, d~jándolos en los puntos
marcados de antemano ó cerca de ellos para instalarlos.
Para instalar un
pasto, se practica en el piso un agujero de una profundidad y de un diámetro proporcionados {t su longitnd y grosor (nÚmero 16); luego y ya colocado on él el aislador ó aisladores y el par¡trra;yo, si es qne debe llevar, dos
6 má,s peones lo levantan {t brazo y, ayudados de un puntal de 3 Ó lIlás metros de longitud con uu arco de hierro en su extremidall snperior, lo introducen en el agl_~jt'I'OtratalHlo, por el moment{l, de dejarlo próximamente
vertieal; en seguida, se principia {t rellenar el resto del agujero con piedras
y tiel'fa, de manem de ir forma nllo capas de ,'einte centímetros de espesor,
mu,V bicn apretadas con nn pisÓn y teuien(lo el cuidado de que el poste
qllede perfectamente ít plomo tleS[llHís de pisolleada la Última capa, la que
debe de quedar á Ilna altura <le diez centímet.ros sobre el nivel del suelo,
para evitar que las aguas lhl,'ias se <lepositen en el contorno de la base
del poste. Siempre debe buscarse piellras para. rellenar el agnjero y cascajo menudo con tierra para llenar los huecos qne dejan las primeras.
Si el plinto destinado para instalar el poste queda situado eu uua roca,
se hacen saltar con dinamita las partes que estorben, y se cOlistru~rc uu
zócalo con hormigón ó malllpo~tel'ia al cllal se fi,ht. Estos casos sou excepcionales, pues en lo general se tratan de evitar por el mayor trabajo q
implican .Ylas deSVl'lltajas Ile que aùolecen.
En los terrellos poco sólidos ó removidos, es necesario consolidar n
viamente el pi¡;;oCOlimampostería ó enterrar á los 1a(10s del posto, hori'
talmente ;}-á regular profllIHlill:lll, pipzas de madent <Ill1m á 2m de J.
Tamhién suelen lisarse, para darle estaùilidad {t los postes, tornapu
puntales de madera con disposición pam cOlltraln~star la fuerza que
á desviarIos. En ocasiones hay necesidad de colocar los postes co
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONo"S.
13
muros,
entonces el agujero del suelo pnede dQjarse poco profundo, siempre que se aseguren al muro con anillos de hierro; y si deben ir colocados
á cierta altura del piso, porque así lo exija la línea, su parte inferior debe
reposar en un regatón de hierro hien ùispuesto y aùherido al muro.
En suma, los métodos para la colocación é instalación
de los postes,
deben llatisfacer constantemente
las condieiones de solidez y estabilidad,
y pued,en variar según las circunstancias,
dc suerte qne la prinCipal ~lIía,
para operar con acierto, depende de los conocimientos
qne suministnt
UDlLpráctica scguida y raciollal.
19" Postes pareados - Este nombre se les da á los formados con dos
postes comunes, unidos en sus vértices por medio dc abrazaderas de hierro
y sepamdos ell su parte inferior nna cantidad pro:¡>orcionada, á su longitud;
esta sqmración es ordinariamente
de Om.30 á 001.0;). Entre las dos piezas
se colocan dos ó más cufias de madera, bien aseguradas.
un poste de
csta clase, arreglado convenientemcnte,
resiste ll1ucho, porquc equivale á
uno dEl hel.3 dimensiones que marca el contorno de las dos piezas que lo forman.La
pieza situada ddlaùo
que obra la fucr;¡,a, se deja inclinada ell
sentido opuesto á ella, j" la otra perfectamente
vertical.
Los postes de esta clase, se destinan para los puntos de la línea que
tienen que sufrir esfuerzo eOllsiderable, pues instalados con las debidas
precauciones, toleran sin inconveniente
una fue,;-za horizoutal de 1000 kilogramos, trahajando á un metl'O de su Vt~rtice.
21), Empalmadura de los postes - Cuando
la lon~itud de los postes
comunes es insuficiente,
para darle á los hilos eondnctores de la línea la
altura que requieran para salvar obstÚcnlos, se empalmall dos que den el
largo necesario. Siempre debe ensam blal'se el poste más delgado sohre el
más grueso en una extensión do dos metros, por medio de abrazaderas
de
hierro y con una empalmaclura conveDient~.
Aunque se ponga muellO cnidado en la construcción de estos postes,
jamál~ quedan suficientemente
fuertes y cn atención á esto se usan lo menos posible, con su respectivo tirante ~' cu las partes rectas del t1'a7,O.
m. Pararrayos - IJas tcmpesta(les suelen ser frecuentes y muy fnertes en algunas comarcas, y para evitar los daños consiguientes en las líneas,
es indispensable
adaptarles pararrayos {L todos las postes ó á los que se
crean más expuestos.
:Estos pararrayos
constan de una, varilla de hierro gah-anizado, de
cuarenta á cincuenta centímetros de longitud, adhcrida ell su parte inferior
á una pieza, también de hierro galvani;¡,a(lo, de forma cónica y de diámotro ~uficientc para que, al mismo tiempo que sin"c dc seguridad á la varilla,
resgllarde la extremidad
superior del poste de las aguas lluvias.
De la
piez::!,cónica parte un alambre-conùuctor
á tierra, formado por lo gmleJ'al
con alambre de la misma clase que el de la línea; este eOJldndor (ldw
unirse dentro de la tierra {Luna plancha metálica, para q\le llé fÚeil enrso
Ú la tierra, á las descargas
eléctricas quc reciba cI pararrayo .
.
La instalación de los pararrayos es sencilla, lo que se l'l'quil'.'(· es indt'pendencia con los aisladores y los alambres conductores de la lÍlll'a, pam
evitar los puntos de contacto qne des\'Írtuarían
su objeto.
Después de instalados definitivamente
108 postes y tl'l'IIl;II:1I108por
completo todos los trabajos que ha~- que ejecutar so\)re ellos, se les (la \lna
Ó más manos de pintura
fuerte, la {lue además de darles Ull lmell aspeeto,
contribuye eficazmente á conservar la madera (nÚmero 4.)
22. Postes metálicos Se ha creído convCl1Ïcntc, cuundo la madera es
escasa, establecer
las líneas telegráficas aéreas con apoyos metálicos, los
qu{'/ ofrecen la ventl'.Ja de la maror duración.
Los postcs metálico.'! SOIl colnUlllas huecas de [¡jerro, de (3 á 8 metros de altura. La extremiùad
inferioe v'a empotrada ('Il un cimiento ó zócalo de mampostería,
y hl. superior
lleva. los aisladores, los que se coloean á fayur de ulla pieza de madem ó
de hierro
Este librodispuesta
fue DigitalizadoalPorcaso.
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~7
14
TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
Algullas ,cces les dau á estos postes la forma de doble te, ó sea de una
cruz á su 'lección tra.sversal; y si se colocan de manera que la resultante
de las fuerzas que soportan, obre segÚn uua de estas aristas, se obtiene su
mayor resistencia.
Diversidad de opiniones reinan en favor y en contra del uso de 108
postes metálicos, basadas, principalmente, en razoues de economía.y solidez, sin embargo, su empleo se hace necesario en ciertos casos, y por lo
tanto, deben estudiarse y no desecharse por completo.
.En Lima la Compañía coustructora de telégrafos, lIa empleado postes
metálicos del sistema Hamilton; llevan el ~tisladoren su vértice cuando la
línea consta de Ullsólo hilo conductor.
23. Postes naturales - Pueden llamarse así los árboles completamente desarrollados que se encuentran en el trazo de la línea cuando SOil
corpulentos, de bucnas maderas, bien situados para colocar cómodamente
el aislador.v que por ningún motivo están expuestos á derrumbarse. Además, el di{tmetrode su base BO debe ser menor ùe 0 .60 á 0 .70,Ysu altura
suficiente para poiler situar el aislador {L GOl sobro el nivel del suelo.
Los árboles ó palos vivos que llellan las condiciones expresadas puedell aprovecharse comopostes, teniendo el cuidado de arreglarlos autes de
colocar los aisladores; este arreglo consiste en despojarlos, con un machcte
ó con un serrucho, de las ramas que toquen ó que puedau tocar COllsu desarrollo los hilos conductores, pero de manera que el árbol no pierda con
tal modificación su equilibrio ó su vida, porque de lo contrario queda expuesto á caerse ó á destruiI'se pOI'su ba.seCOllfacilidad; cuaudo la vegetación se conserva, la madera permanecc' sana y el árbol bien fijo en el
snelo. Los árboles, como postes naturales, deben usarse lo menos posible,
únicamente cuando el constructor reconozca que satisfacen todas las COlldiciones precisas y que deban preferirse á los postes comunes, por circunstancias desfavorables á su buena instalación.
No estaI'á por demás advertir que en ningún caso se puede hacer uso
de un árbol sin previo permiso del dueño, pues además de no haber derecho para tal cosa, queda la línea sufriendo la. aversión de las gentes que
se creen perjudicadas y siempre tienen oportunidad de hacer algún daño.
Como se creyera conveniente la instalación de los hilos conductores
sobre palos vivos, se hicieron varios ensayos sembrando árboles de los más
á propósito ;r á buenas distancias; pero los resultados poco satisfactolios
que se obtuvieron, según lo observan personas conocedoras, hicieron prescindir de esta. idea; hasta hoy no se tiene noticia de Ulla línea. construida.
eu esas condiciones y que funcione bien.
24. Diferentes apoyos-A fin de que las líneas telegráficas no presenten en las ciudades el aspecto desagradable de que adolecen mucha!:!,y
con el propósito de aprovecbar, con ventaja, buenos puntos para colocar
sostenes, se emplea una gran variedad de apoyos metálicos, COllsus
correspondientes aisladores, propios para las poblaciones; en los paseos,
por ejemplo, se colocan postes de hierro muy elegantes que vienen á servir
de adorno, J' eu las cumbreras, los alares, las cornizas, los muros &~ de
los edificios, Keadaptan apoyos de formas convenientes, bonitas y variadas.
Con estos apoyos, al mismo tiempo que las líneas quedan en muy
hnenas condiciones de estabilidad J' solidez, nunca tienen la apariencia
fea que criticamos en las líneas montadas so1Jrepostes enteramente ordinarios, sin piutura, y que estorbau 6 quitan la vista á los balcones y
ventanas.
Conviene hacer presente aquí, que los postes destinados á llevar los
aparatos reguladorcs de las tensiones de los hilos c(,nductores, aparatos
de quc hablaremos más adelante, deben ser siempre de mayor altura y
más resistencia que los comunes, y para determinar con precisión sus
dimensiones, ¡;egún se explicó para los postes ordinarios (número 16), se
hallaráEstecon
cuidado el vt',lor~a fuerza á que van á qv.edar sometidos.
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01
01
TELÉGRAFOS
Y TELÉFONOS.
15
III
AISLADORES.
25. Entro do~ lugares que distan poco, se puede obtener una regular
comuni'::lacióll telegráfica ó telefónica colocanùo los hilos conductores directameDt<~ sobre los postes; pero en el inviel'llo, éstos se humedecen, se
hacen buenos eondnctores de la electricidad y, por lo tanto, ocasionan derivaciones en la corriente eléctrica q ne, por lo numerosas, la debilitan demasiado é interrumpen la comunieaci6n. Con el objeto de pre,cnir estas derivacioll€.s cuanto sea posible, para que la corriente eléctrica confiada alhilo
conductor conserve sieml'>re su mayor intensidad y obre en todo tiempo en
los respectivos aparatos COllla cnergía preeisa, se suSpell<lCll los conductores en los aisladores, piezas que se fabrican, para qne !leuen hien su ohjeto, d6 las sustancias qne tienen mellor poder conductor como el vidrio,
la porcelana, el caucho, la gutaperrha &~
Los aisladores tieneR, por lo general, la forma de una campana; .I'U
parh~ exterior es una cubierta metálica, destinaùa á proteger las susta,nClas
frágilell de que se forma la parte int~l'ior. I.Jacubierta externa, adeuHÎs .de
conservar bien lus materias aisladoras, evita que la humedad atmosférica
ó de llnvia moje su parte interna en cI pnnto doude va sostenido el alambre conductor, y que se establezca en cI poste, por la humedad, uua fuerte
derivaeióll que debilitaría notablemente la corriente eléctrica.
26. t:ondlclones de los aisladores-Los
aisladores deben satisfacer, por
lo meno.~, las siguientes condiciones relativas á Sil forma y colocación: P
Tendd,n siempre un espacio al abrigo de las lluvias y de toda humedad,
comprendido entre los puntos dcl aislador que se apoyan sobre el poste y
los puntos donde recibe el hilo conductor; ~a serán suficientemente sóli
dos para resistir el peso, la tensión y las vibraciones del condnctor j 3~ pequeñof", poco pesados y de fÚcil transporte;
4~ de sencilla instalacio~; Y jj~
de una construcción tal, que, annque snfran algÚn dauo, no 1lerulltan la
caída del alambre y que éste pueda, en todo caso, asegnrarse ó deslizarse
sobre ellos. También sería de desea,rse que pudiera reemplazarse COli~aciIidad, en los aisladorcs formados de varias piezas, la parte que sufrIera
daño.
Hasta hoy se ban empleado aisladores de diferentes forma y clases;
puede decirse que cada país y cada compañía ha adoptado un modelo especial; pero, según el objeto de este manual, creemos que solo debemos
tratar de los más usados, Ó mejor dicho, de los que ban ùado lll~jorcs resultados.
2~. Aislador Brooks-Rste
aislador Wig. :3) es sólido y de forma cilíndrica; de su centro sale \lIl gancho dtl hierro G, del cual se snspcllde cI hilo cOllllnetor
H; el g'ancho está petfectalllCllte a.segnl'a(lo, ell S11
extremidad
superior, }lor medio de un eilllento de
propiedades aisladoras mu,Y Ilotahles; cn seguida "iene Ulla pieza de yidrio soplado, cn forma de uua hotdla invertida, la cual rodea el gancho y desempeiía
funciones importantes; finahnl'nte, cnbre tOllo lo anterior el cascO e de hierro colado; éste HeYa en áugnlo
recto J' formando cuerpo con él, el tornillo T, suficiente
Fig. 3.
para asegurar perfectament~ el aislador al poste P.
El aislador Brooks, además de poseer las condiciones requeridas para
~l buen desempeño de sus funciones, tiene la imoensa ventaja de poderse
mst~l;tr en los post<;s co~ especial facilidad; e'l efedo, no exige más que
!ln sIDlpl,e taladro. blen ejecutado en el punto cÓ~lYeniente del poste. Para
mtroduClr el tormllo T, el casco O sirve de pa,lanca, 10 hace girar y Cll
pocos momentos queda el aislador bien instaladG'.
-r. Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
Suele decirse que estos aisladores son malos, porque, se aflQjan y se
desprenden de los postes; si estQ llega á ocurrir, no es por defectQ del aislador, sino porque RUillstalación Ó las operaciones previas se han verificado sin el debido métQdo, como hemos tenido oportunid:ld de observarIo;
el taladro, por ejemplo, debe ejecutarse CI~ el poste COLuna barrena de
menor diámetro qne el del tornillo, para qne éste haga rosca en la madera
y quede firme.
lIemos venido en conocimiento, por la experiencia adquirida en las líneas construidas con aisladores Brooks, que éstas gozan do varias ventajas
sobre las montadas COliaisladores de otra clase, pues los trabajos de reparación se facilitan mucho; exigen sí, limpiarlos con más frecuencia quo
cualesquiera ot.ros, porque el polvo que se 1m, adhiere con facilidad, los
modifica desfavorablemente.
28. Aislador Siemens - BI aislador
p
,
Siemens, representado cn la figura 4, _l:ie
compone de una especie de campana de
i
zinc C, cou nn apéu(lice TS quo sirve
T
,~-, ~'-I,'''I
para,fijarlo por medio de toruilloR al poste
I ,,'
I
P; la campana de zinc cubl'e uua seguuda
de porcelana; por el centro de ambas
sale el gancho G de hierro, asegurado
--="<i
;
T' -.~
COlicimento aislador.
Este aislador ha sido UIIOde los acep'S~--"-lr--u tados por el Gobierno colom biano en la
-~
construccUin de sus líneas telegráficas,
G '.
·'.H
seguramente porque su forma de doùle
campana, le da más abrigo al puntQ de
.
suspensión del alambre conductor Hj pero
Flg.4.
en cambio requiere el uso de varias herramientas
y cuidados que lo exponen á quedar mal colocado; por otra parte, tiene el inconveniente de
que se inutiliza, si la campana de zinc sufre algún daño; sería conveniente que esa parte pudiera reponerse fácilmente. Hacemos estas observaciones teniendo en cuenta Japoca atención con que se construyen y conservan nuestras líneas y no por desvirtuar la bondad de este aislador,
que siempre hemos considerado entre los que ocupan el primer puesro.
Para instalar el aislador Siemens se procede del modo siguiente: se
principia por igualar muy bien en el poste la parte donde debe asegurarse; luégo, en esa parte igualada, se marca con un lápiz el contorno del
apéndice del aislador que se apoya sobre la madera, y también los puntos
donde deben ejecutarse los taladros'
para practical' éstos se levanta el
aislador y se haœ uso de una broca de diámetro conveniente, para que los
tornillos queden firmes. Es indispensable que las superficies en contacto
coincidan perfectamente y que los tornillos queden igualmente ajustados,
para evitar que el aislador se desvie, se levante ó se desprenda del poste.
29. Aislador de vidrio - La figura 5 indica un aislador de vidrio A,
instalado en el poste P.
Propiamente,
el aislador no consta sino de la pieza de vidrio A, de
forma cóncava; hacia su parte media lleva una cintura destinada, como
se ve, á reciùir el hilo conductor, el cual se asegura en todo el contorno
por medio de otro alambre mas delgado para impedir que el primero se
deslice ó separe del aislador.
La forma cóncava de su interior evita los escapes ó derivaciones de
la corriente eléctrica, porque altera por completo la continuidad de los
chorros de agua que caen (bl aislador á la espiga y de ésta al poste.
La instalación del aislador de vidrio se principia asegurando muy
hien con tornillos la espiga de madera Ej estas espigas se llevan al trabajo preparadas, ùe las d~IOlensionesprecisas y en suficiente cantidad para
=.~c~n
Ii
11 .'
~i
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11
TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
evita!' demoras. En un todo depende la seguridad
del aislador del bnen arreglo y colocación de la espiga; por lo tanto, se pondrá RUIna atención en esas
operaciones.
Empatar luég-o el aislador, lo más ajustado po·
sible, Cil la espig'a, cs cllsa sencilla.
El ai~lador dl~ "illt'io es de los más usados en los
Estallas Unidos y tamhién de los más ùal'ato~; los
result,allos que dan ell la práetica flependen de la habilidad call que se lllan~jt'n. Tamhién se usa en América el aish1110rllalU<lllo lVa.de; en su forma y en el
modo de colocarlo, e~ semejante al anterior, diferen·
ciándose únicamente por una cuùim'ta de madera quc
lleva Call el-ol~jeto de proteger el villrio de los daiioS
provenientes de choqnes &" La cubierta de maùera,
barni:~ada con brea, recibe el hilo conductor, y se ase·
gura en ella del mismo modo que en el aislador ùe
Fig-. 5.
vidrio.
1]n algunos aisladores de vidrio, la espiga qU(\ los sostiene en vez de
ser recta, como manifiesta la figura 5, es de tornillo; entonces el aislador
lleva la rosca corre1:lpondiente. Esta dispo1:lición presenta más ventajas.
30. Aislador folombiano - Al seiior Camilo A. Canizosa, de Bogotá,
quien siempre ha prestado preferente atención á los trahajos sobre la.
electricidad, se debe la invención del aislaùor de la fig-ura 6, formado ùe
las siguientes partes:
P De una conRola
O, de hierro fundido, de estas
Largo de la plancba
__
__
AncllO de la plancha
Grueso de la plancha
'"
Diámetro de la parte sustentara S.
I,argo del perno
_
__
_
Di{lInetro del id
dimensiones:
_. 20 centímetros.
4.5
"
_.. '"
0.5
"
. _. _
4.5
"
4.5
"
1.
"
28 De un aislador de loza A, que lleva nllll ranura para sostener el alambre, llflhel'i(lo á la consola
con un adhesivo de la fórmula de "Siemens," que
le da fuerza suficicnte. Las dimcnsiones de csta pieza son:
I./argo en corona. _
. 4.5 centímetros.
Diámetro en la part{\ inferior
. 5.5
Diámetro en la parte superior .. 4.8
Diámetro del agujero del centro 1.8
"
"
"
.l<'lg. ô.
3~ De un capacete K de hierro fundido, independiente de la consola,
destinado á resguardar de la humedad el aislador A, y Call las siguientes
dimensiones:
/
r,argo en el centro
.Allcbo en el centro
Grnesoen los bordes
,
: __
"
-:. ','
'"
12 centímetros .
11
0.5
"
"
Para instalar este aislador en 108 postes •.la plancha de la consola llel'a
dos agujeros en sns extremidades, cn los cuàles caben tornillos ó clavos
de un c,~ntírnetro de diámetro. El aislador del s~ñor Carrizosa ya J¡a<siùo
fabricado y usado en el país.
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
31. Aisladores dobles - Estos, como
lo indica su nombre, se componen de dos
campanas de porcelana O, O' (Fig. 7), montadas sobre una armadura de hierro DE
que se fija al poste eon los tornillos T.
El alambre de la línea A, se as\.'gura
invariablemente
á las piezas O, O'; luégo, para que no se altere la continuidad
del circuito, se pouen en comunicación
los conductores A, A, con p} hilo metá·
lico H,remaehado perfectamente al alambre telegráfico, como se observa en ]a
figura.
Fig.7.
La instalación de estos aisladores no ofrece dificultad alguna; lo
esencial dept'lIde de qne ]a pieza DE querle en posición vertical, y que los
taladros para los tornillos se practiquen como se ha explicado ;ya respecto del aislador Siemens.
El empleo de los aisladores dobles es muy socorri<1o en las líneas;
mucha~ veces suele haber necesidad de establecer solución de continuidad en los hilos conductores, para hacer experiencias relati\-as á la localización de daiíos, ó se ofrece variar ó comhinar de distinto modo su comunicación; estas operaciones vienen á consistir entonces en retirar ó poner
el alambre H, segÚn connm~a. Por este moth'o, se comprende que deben
ocnpar lugares detcrmina(los en las líneas, cirCIl1l8tflncia que tendrá en
cuenta el constructor, para que }lresteu el Illl'jor servicio.
32. Tensores-Para
dejar los conductores en los diferentes tramos,
snspendidos con tension<,s propon:ionadas
á sus diámetros, se usau los
aparatos llamados tcnsore.ç, COlila disposición general que enseña la fignra S. A, es \Ill aislador de porcelana que se fija. al poste; tiene forma rectangular, lIen\ su cubierta y se asegura con los tornillos K, de cabeza
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
19
cuadrada y seis centímeh'os de rosca para la madera. R es una armadura
de bierro destinada. {t sostener los tornos T, sobre los cuales se envueh'e
el hilo conductor H. Los tornos, la armadura
&~ son de hierro 'galvanizado.
Para tender el conrlllctor con esta máqui::la, se principia por introducir la extremidad
H del hilo Cil el aglljerito que lleva cada torno, y se
hace, girar con la llave dc tracci6n P hasta que el alambre adquiera la tensión deseada;
la rueda catalina provista de su t1'inquete, qne se Ilota en
la figura, impide que el torllo retroceda al silfrir la acción desarrollada
por :ia tensión del alamùre H,
Para aflojar ó quitar el conductor se hace presión en el torno con la
llavEl P, para poder' levalltar COli la mano izquierda el trinquete,
y lnégo
se dt~ja girar lentamente
el tOl'110 basta que se desarrolle la cantidad de
alambre que sea precisa.
En las líneas que emplean estos aparatos, se colocan en postes mayores que los COIllUlles (níuuero 24) y {t distancias kilométricas;
Jlues con
una separación
mis fuerte se necesitè11'ía nna fuerza muy notable para
que el hilo tele~rático se deslizara sohre lo~ aisladores intermedios.
En 108 ten80res la. COmlllli(~acióll eléct,rica entre las dos extremidades
del eowluctor Hl[ queda establecida
por los tambores, 108 ejps de rotación &~, pero cOIlviplle aumeutarla
COll Ull alambro que puede remacharse á. la línea en los puntos H.
33. 1'eDsores de áDA'ulo-Cuando
el tensor debe colocarse cn cI vértice
de un {tngulo fOl'mado por el conductDr, es dpcir, cuando en dos tramos continuos el alambre de la línea uo está en elmislllo plano vertical, resppcto del
punto desde donde dehe templarse,
se emplean los tensores de charnela,
que permiten á cada tOl'110tomar la dirt'Cción del alamhre qne va á tellder,
En éstos, el aisladol' es nua campana grande de cuyo fondo sale una fnerte
varilla de hierro qne sirve para sostener los tOIIIOS por medio de clavijas;
COll esta disposición se COlH;ig\lè que gireu los tornos sobre la varilla r se
cololJuen siempre en el plano vertical de cada hilo. Tanto á los tensores
rectos como á los de ángulo, les dan diversas formas y mecanismos, pero
cuall~squicra que seall éstos, creemos que lo dicho basta para manejar
cualquiera. de ellos.
También se usan tellsores movibles, para colocarlos á regulares distancias, Cilla mitad de los tramos y entre ùos aisladores commit's. Estos tienenel inconvenieutc
de que se carga el conductor con un peso más ó menos eOllsiderable, y que por su situación no se :)UedCll manejar cou la misma facilidad qlle los Otl'OS.
El alambre. ùebe dar, después de tendido debidamente, doce 6 catorce
vuelta,,; sobre los tOl'llOS,lo que proporciona
un largo de tres Ó cuatro metros de hilo, l)ue sine para reparar el comluctor en caso de ruptura.
A1mque el hilo telegráfico se asegure á cada aislador por mellio de
remaches COIllO es costumbre, sobre todo, en el sistema alemán, el empleo de los teusores nos parece indispensable
en las olwracíolll's de construceión, para dejar bien tendidos los hilos; para estos usos, tienen formas que permiten retirarlos sin iuconvenicnte después ùe cada olwración .
.34. Los telMores, además de los servicios importantes que prestan en
la obra de construcción: son, como vemos, Ull grau recurso l'II las operaciones de reparaci6n de daí10s de los conductores.
Cuando hay rnptura en el
alambre, por ejemplo, se desarrolla el hilo de rèserva que se ha dl'jado en
el torno correspondiente;
esto permite acercar SIlS extremidades,
soldar:
las Call facilÍl!ad y darle en el acto la tensión necesaria; de otro Inollo, la
operación es siempre larga, y muchas veces se desperrlicia el alamùre en
cantirlad de significaeión.
:Por otra parte, cuando la Hnea consta de muchos conductores es preciso dejarlos templados de manera que conserveL siempre eutre sí la misEste libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
ma distancia; y esto requiere cierta tensión en los conductores, difícil de
conseguirIa con regularidad, SiDel auxilio de los tensorcs.
Hàsta la fecha en que trazamos estas líneas, no tenemos noticia de
que se hayan usado estos útiles instrumentos en la relI tclegrÚfica colombiana. Convendría,que el Gobierno exigiera á los contratistas su empleo y
la observancia de las reglas más indispensahles que llodemos anotar ell
esta publicación; una nz que el objeto principal que nos proponemos es
conseguir, aunque sea cn parte, la mejora. ùe 1lucstros telégrafos ¡.~como
consecuencia, un regular seryicio en este ramo, que ya ha absorvido enormes sumas, relativamente.
35. '\Isladores alemanes - La forma de los aisladores
alemanes es sencilla. ( Figura 9). Se componen de una campana de porcelana A, provista de una fuertt\ varilla de
hierro con tornillo destinado para colocarlo en la extremidad supcriol' del poste. Ell1ilo conductor se asegura al
botón B, remachándolo con un alambre. En cuanto á su
instalación, este aislador presenta las mismas ventajas que
el Brooks.
El uso de esta clase de aisladores viene de que en Alemania y otros países se ha creído conveniente remachar
el conductor en cada aislador:i suprimir el tensor después
de darIe la respectiva tensión, {t fin de que cuando haya
ruptura. en el hilo, no venga á tierra en una larga extensión,
sino únicamente en el espacio que separa. dos postes; sobre
todo cuando la línea consta de varios conductores, porque
entonces Se Cl'llZany se altera, casi siempre, la comunicación en todos ó en la mayor parte.
Fig. 9.
Cuando se establece una línea. de varios
hilos con los aisladores de la figura 9, hay necesidad de colocarlos sobre cruceros Ó usar los
de la figura 10 para poderIos instalar escalonados en los postl\S-:"á la distancia precisa. El
tornillo T sirve para impedir que el aislador
gire y afloje el tornillo ma-:,'or.
36. Usladores diversos - Dentro de las
oficinas 'Y ell otros lugares espeeiales, no se
pueden usar con ventaja los aislallores que dejamos descritos; en tales casos hay qne apelar
á los anillos poleas de porcelana (Figura 11).
Fig. 10.
Los anillos son cerrados como el O, ó abiertos como el A; ambos son muy
útiles cuando se saben emplear. Bstos, como los aisladores de loza, para.
las líneas telefónicas cortas, se pueden obtener del tamaño y forma que
se deseen.
~T
•
Fig. 11.
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
21
También se usan para dirigir los alambres de cobre aislados, poleas
de porcelana B (Figura 11) de difcrentes formas y tamaños; SOD los apoyos
propios en las casas :i oficinas, para los 11ilo8telefónicos y para los de los
timures eléctricos.
37. ";nsayo de los aisladores - El ensayo de los aisladores cóncavos
6 de forma de campana, consiste en examinar si entre el punto donde se
remacha ó sostiene el alamb¡'e cOIHluctor de la línea y !lUS otros puntos
exteriores, hay uuen aislamiento; es decir, que entre ellos no puede
esmuleeerse comunicación eléctrica, á menos que exista un cuerpo metálico extraîïo, ó hendiduras que dejen penetrar el agua; si ocurriere esto,
el aislador estará malo.
Para n~rificar el ellsayo se colocan los aisladores en una artesa con
sus eonca\'idades llcnas de agua acidulada y vucltas hacia arriba; se echa
en la artesa agua de la misma, pero sin que el líquido alcance á llegar á.
lOllbordes de las campanas; en esta posición se comunica el líquido contenido en la artesa, por medio de un alambre de cobre aislado, eon el polo
positivo de una pila eléctriea; el otro polo de la pila, ó sea al negativo, se
couexiona al :émbolo izquierdo de un galvanómetro común, para asegura:, en el derecho una lámina angosta de cobre colorado y de suficiente
laJ:go. Dispuestas las cosas así, se va sumergiendo la l{~mina de cobre en
el líquido contenido en cada aislador; si al ejecutar esta operación, la
aguja del galvanómetro permanece fija, los aisladores están buenos, pero
si t'n alguno ó algunos se desvía, ese ó esos estarán malos, pues esto depende de que se cierra el circuito formado por el aparato, á causa de algú.n defecto del aislador.
Ahora, si se trata de ayeriguar la resistencia relativa de diferentes
ainladores, ó sea la comparación del poder aislador de uno respecto de
otm Ú otros, se fijan en series de á doce, por lo menos, en postes que los
dQjen completamente expuestos á los agentes atmosféricos; en los aisladores de cada serie, se remacha un alambre contínuo de línea telegráfica,
al:l,lIlure que se conexiona con una batería eléctrica, el galvanómetro y la
tit:rra, si se hace de ella uso. La mayor ó menor desviación que se note en
la aguja. del galvanómetro, al cerrar el circuito en cada serie, indica la
m;:tyor Ó menor resistencia que poseen, para. evitar los escapes de la cornente eléctrica confiada al conduct~r. De esta operación, que conviene
hacer en tiempo húmedo, se deduce por comparacion la bondad de los
di ferentes aisladores.
Apesar del empleo de los aisladores, jamás se puede conseguir en las
líneas eléctricas aislamiento absoluto; la experiencia ha hecho ver que
en cada punto de apo.yo hay una pérdida de corriente eléctrica más ó
menos considerable, según el estado de la atmósfera y los cuerpos extraños que se depositen en el iuterior de los aisladores; por est~ deben Jimpbrse con frecuencia, prestándoles más atención á los situados cerca de
las chimeneas que levantan hollín, sustancia que los inutiliza rápidamente., Todo aislador que se note en mal estado, debe reemplazarse en el acto
con otro nuevo.
38. Uegla general sobre la «lolo«ladón de los alsladores-Además
de
lo que llevamos dicho sobre la instalación de los aisladores, debe tenerse
BÎl~mpreen cuenta: l° que en las lineas rect¡ts y de un solo hilo conductor, se colocan, según su clase, en el vértice de los post~s ó alternativaffii~nteá la derecha y á la izquierda de los m:smos; y 2':' que en los postes
donde cambia de dirección la linea, se sitúan al lado opuesto dela desviaciÚn; de lo contrario, el alambre trataría de desprender el aislador del
petste. Estas dos reglas son las primeras qne deben observarse al tiempo
de colocar un aislador J- casi puede decirse que Bon generales.
En suma,
debe procurarse que todo aislador quede instalado con la disposición natural que reclama su forma, disposición que no es difícil descubrU-.
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
IV
HILO!!! CONDUCTOR E!!!.
39. De los metales conocidos, el cobre y el hierro son los que han
elado mejores resnltados para la fabricación de los hilos telegráficos y
telefóuicol':! encargaclos ele comlncir las c(lITieutes (·léctricas. El cobre
pospe un poder (~onductor t~asi side Vecl'S mayor que el hierro, y se
prefirió anles en la construcción de todos 108 hilos l'léctl'icos, pero su
poca resistencia á la ruptura y la pérdida de sn elastieidad por la acción
de los ageutes atmosféricos, hasta el punto de bacerse quebradizo, limitarou su empleo y boy Úuicarnellte se nsa en las oticinas para establecer
las concxioltes con los corresflondientt·s
fl paratos.
En las Iíncas subterráneas, si se ba continuado usando, porque los incoJl\'enientes apuntados para las aéreas desaparecen en éstas, cuyas condiciones de equilibrio
son euterarnente
diferentes; en las sub-marinas tamùiéu se emplea el
(lobl'e, puo como alllla de los cables, rodeada por nna cubierta aisladora~
pro~jida con "arios hilos de hierro ó acero; t>1caule de Xueva York~alÚ, cuenta 18 de estos hilos, g'alyanizaclos J de 2 milímetros (.'1 -~TlIetro.
40. Hilos de hierro - Por las razones illdicaùas, los hilos ( e
rro se
acostumbran eu las Hucas aéreas; sus diámetros nlrÍau seg1Ín la importancia de las líneas y las dh'ersas circunstancias locales, porque si lw;y ,-entaja en aumentados
clcl:'de el puuto cIe yista de que la. resistencia ùe los
alam bres al paso de la corriente e1éctI'ica est{J t'n razón inversa de sus diámetros, se tropieza con el incon\'puiellte de dade lIIucho 1)l:'soal conductor;
esto haee dificil su instalación ~i,qne los puntos ùe a)lo~'o ~mfhlD una fuerza exagerada, relati nllllente,
POI' la práctica se ha visto qne el alambre de 4 milímetros de diámetro (número 8 (le la hilera inglesa), es el pl'opio pam las líneas aéreas de
longitud considerable.
Mucho se usa también el alambro de 3 milímetros ùe diiímetro (n1Ímero 9 de la hilera inglesa); el po()(>r conùuctor de
éste, es casi la mitad del anterior, pero tiene el alieipnte ele que su precio
es cerca cIe ulla tercera parte menol' qne el de 4 milímetros y de que da
buen resultado en las líneas de l'l'gular longitud cnando se constru;ren y
se atiendeu COliinterés. Par:t (:asos particulares (le construcción de líneas
telegráticas aéreas, se ban empleado cOllllul:Íores hasta de 6,r 6.5 milímetros de d¡árnetl'o, ya con el ol~ieto de aumentar notablemente ]a conductibiliclad del almnbl'e, ya con el de qne la línca. puella tolerar grandes tensiones y pesos.
Varios países le han elado la preferencia al hilo de 4 milímetros de
diámetro, y aun algunos han tomado por uniflad de resistencia, al paso
de la corriente eléctriea, la flue presl>nta. un kilómetro de alambre de esta
clase. Adelante 1I0S ocnparémos lie las nnidades~· meliidas eléctricas, pero
del:lde ahora harémos notar, qne la unidad lle que hablamos, es ell extremo
vaga, teniendo en cuenta que la conduetibilidad de los alambres depende
de su fabricación, de su estado molecular ~. de otras muchas circullstancias que J1t'cesariamente producen fUl'rtes '\'ariaciones en tal unidad.
41. Alambre no recocldo y recocldo-Tanto
el uno como el otro sirven
para construir las lílJ(~as; el recocido se maneja con más facilidad porque
es más flexible y dócil, pero el no fecoci(lo, fuerte por naturaleza,
debe
preferirse siempre que la. linea. exija tensiones notables en el a]ambre; sin
embargo, se ha observado que á la larga se igualan ell sus cualidades, por
motr\'o de las vibraciones, e1 paso de 1a cOl'1'iente eléctrica, los cambios
de temperatura &c.
42. Galvanlzacl6n del alambre-La
galmnización del alambre de hierro, consiste en cubrirlo con Ulla. capa de zinc para evitar su oxidación; el
zinc, al contacto del aire, adquiere Ulla cubierta delgada de óxido que no
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
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penetra. en el interior del metal que resguarda y lo libra de la oxidación.
El alambre sin galvanizar se destruye en poco tiempo y principia á perder
su poder conductor á medida qne la oxidación avanza. Cuando se nota
en ,el hierro una destrucción muy fuerte en corto tiempo, depende de qne
el metal, el óxido ~:a formado~' el agna que humedece esa parte, forman
nn elemento de pila ,'oItaica que produce indispensablcmente
una oxidación enérgica.
Para que la capa de zinc proteja eficazmente el alambre, es preciso
que tenga un (':;;pesor dctermilla(lo que debe saberse estimar por medio de
proœdimientos sencillos. Por lo fíwil y seguro, es muy aconsejado el método flue vamos á inùiear y que estriba en lo siguiente: si en ulla solución
de ~:ulfato de cobre, se sumerge Ulla IÚmina de hierro, illlnediatamellte se
cubre de una capa brillante de cobre; si se emplea una lámina de zinc,
entonces se depo:sita l:'.ohresn l:'.uperficie Ull po~vo npgro que se puede desprender de la lámilla con facilidad] para. qne rPllparezea d brillo de] zinc;
ab01:a bien, si se toma una pieza tie hierro gaJ\'ltnizado y se sumerge yarias "eees en una solución de sulfato de cobre, teniendo siempre el cnidado
de limpiar el depó:>ito negro que se forma, se reconocerá con exactitud que
ha ¡¡,cabado ùc disoln>rl:ie el zinc cnallllo no aparece más el depósito negro
y se ve inmediatamente el cohre r~jo depositarse sobre el bit'l'l'o. Esto en
cuenta, el grado de g-aIYanización del alambre se apn>cia así: se prepara
la cHlltidati necesaria de so\twión de sulfato de cobre, en la proporción de
doee. partes de agua por una de sulfato de cohre; en esta Rolución se. Silmerge el alambre repl·tidas veces, procurando que cada inmersión dure
diez segundos; el dppó:sito negro que produce cada inmersión se retira, ~'
Ia opel'aci0n se sllspende en el momento que aparece e] depó8ito de cobre
sobre el hielTo. El espesor de la capa gal"ánica se ca]eula por e] número
de inmersiones que Jlllcde soportar el alamhre antes de que aparezca el
cobr,e. Diez y l:'.eil:i
iuwersiones, término medio, debe resistir un alambre
bien gal\'anizado.
,1;3, ,'iteración del alambre-A
pesar de la galvanización, que en nada
al tera las propiedades físicas de los alambres y los conserva en buen estado por algÚn tiempo, suelen dafial'se, sobre todo, cuando cruzan ciudades, editicios de li'tbricas &c., dOllde se quema carbón mirlera], á causa
de que la eombustión de est<1 sustancia produce gases sulfllrosos (ácidO
sulfuroso), (]Uc se combinan éon el óxido de zinc, formado sobre los conductores, y dan sulfatos de zinc solubles en el agua de lluvia; esto inutiliza los a]ambrcs en tres afias, próximamente.
Bn las moutaîías de América y de las Indias, se lIa notado que la capa
galvánica de lOi;alamùrcs se destruye pronto y se atribuye esto á la cantidad de Úcido nítrico que contienen las aguas lluvias en los días tempestuosos.
OOll el propósito
de evitar la alteración y destrucción de la capa galváuica de los hilos eléctricos, se trató de cubrirlos con un barniz, pero
todavía uo sabemos que se huya podido conseguir uno que resista por
largo tiempo la humedad, el cambio de temperaturas y sobre todo, los
frotamientos tan fuertes que sufren los alambres al tiempo de instalarlos
y en los puntos de apoyo.
44. Uesistencia de los alambres de hierro á. la ruptnra-Si
sometemos
un alambre de hierro á una fuerza de tracción, aplicada á una de SIlS extremidades, se alarga en proporción de la fuerza aplicada, mientras ésta.
no pasa cierto límite, y yueh'e á tomar su posición primitiva, en e] acto
que 121 fuerza deja de ohrar, circunstancia que indica que el hilo metálico
ha cOllsernldo su elasticidad. Si la fuerza pasa el límite de la elasticidad
del alambre, se altera en su estado molecular, y]a ruptura tiene lugar
bajo una fuerza ó peso qne se llama carga de ruptura.
La, fuerza que se les puede aplicar á los alambres de una misma. clase
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
de fabricación, para. alargarlos nna cantidad dada ó para romperlos, e8
proporcional lÍ,las respectivas secciones, salvo cuando sus ùimellsiones
SOil enteramente
diferentes, porque los alambres de menor diámetro ofrecen, relativamente,
nna resistencia mayor que los de gran diámetro. Se
puede admitir qne el alargamiento l1asta el límite de la elasticidad, en los
alam lJres de hierro n>cocido, empleados en la construcción de líncas eléctricas, es de 1 "I, =0.0008 del largo del hilo y obtenido con una fuerza de
14." 75 por milímetro cuadrado de sección, lo que da 0.000054 de alargamiento por kilogramo.
La ruptura tiene lugar en estos alambrcs con 40 kilogramos por milímetro cuullrado de sección. Hay hilos de hierro qne resisten dos veces
más carga, pero no son para emplearlos en la construcción de las líneas
telegrMicas y telefonicas aéreas.
En los alambres de 3 rnilímetl'os de di:ímetro, cuya sección es de 7
milfmet.ros cuadrados, la. fuerza que corresponde al límite Ile elasticidad
es de 14."75x7=loa.25 kilogramos; la qne prodnce la ruptura es de
40x 7=280 kilogramos, J' el alargamiento por caùa kilogramo de tensión,
Q
es de
0.000054
7
-=0.0000076 del largo.
En los alambres de 4 milímetros de diámetro, cuya sección es de 12.5
milímetros cuadrados, la fuerza que corresponde al límite de elasticidad
es de 14.75x12.5=184 kilogramos; la que proùuce la ruptura es de
40x 12.5=500 kilogramos y el alargamiento por cada kilogramo de ten'6
SI
n es de
0.000054
1<) ~ -0.0000043
..•.n
del largo .
Para procurar que no se altere el estado molecular (le los alambres de
que hablamos, sometidos á una tensión constante, no se dejan sufriendo
la que corresponde al límite de elasticidad; generalmente se establecen
las lineas con una muy inferior.
Los alamhres de l~ierI'O ùestinados para la construcción de las líneas
eléctricas deben llenar los sigui(lutes requisitos: 10 resistirán, si son recodos, y de 4 milímetros de diámetro, un peso de 440 kilogramos aplicado
instantáneamente,
y nno de 250 kilogramos, 8i tienen 3 milímetros de
dinmetro j 2~ pOllrãn doblarse en ángulo recto, sill fracturarse, en un tor·
nillo cuatro wees seguidas y alternatiYlllnente en ambos sentidos; y 3~
se podrán en\'ol\-er perfectamente sobre un cilindro de diámetro igual al
ùe los bilos.
El alamhre (le 3 milímetros de diámetro pesa cerca de 56 kilogramos
por kilómetro; el (le 4 pesa 100.
En el eomercio lo yendeu en bnltos de forma de coronas de 65 centímetros ùe di¡lmetro y con 200 metros de alambre, poco más ó menos.
45. A tambre ameritlano tlOmpnesto-Con E'ste nombre se conoce en los
EAta(los Uniùos, hace algunos años, un magnifieo cOlllluct.ol' formallo de
un corazón ó centro de acero rodeado de mIa c¡¡pa de cobre pnro; todo va
cubierto con una liga. abnudante en estaño, para salvado de la oxidación.
La concluctibilidad de este alambre ps muy snperior á la de los de
l¡ierro y su fuerza re7ativa es un 50 por 100 mayor; cntelldiéndose Jlor
fuerza relativll, (lI cociente que se obtiene de di\'idir la fuerza ó tensión
que lo rompería, por sn peso por I{ilórnc>troó por milla.
Usanùo el alambre compuesto, pnelle dismmuirse mucllO e.l número
de postes, porque el corazón de acero 10 hace hOlllog-éneo y ne Ilifícil ruptura; las quebrarluras ó hendiduras á que están sujetos 108 hilos cOliunes,
DO·tiE'nen Ingar en éste.
El condlletor compue¡;to tiene, en suma, las siguientes ,en tajas sobre
los otros de hierro: 1~pesa meDos; 2&necesita menor número de puntos
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TELÉGRAFOS
Y TELÉFONOS.
25
de apoyo; 3& tiene mayor poder conductor; 4~ la capa de cobre lo hace
casi il1destructibl~; 5~ se maneja con más facilidad; y ü~su tmnsporte
cuesta, menos.
4(:. Hilos de bronce-Los
primeros trabf\jos relativos á estos hilos se
deben á lVI. Lazare Weiller.
El broncefo.~foro,~o es \lna mezcla de resisteneia mecánica considerable,
y S\lsc,",ptible de trasformarse en hilos de igual tenacÍllad que los de acero,
y de conductibilidad quizá mayor; con esta mezcla no se ha obtellido un
result:t(lo completamente satisfactorio, porque l:1 presencia del fósforo la
hace f.uebradisa.
o'Jntinuando sus esturlios M. Weiller, logró preparar una mezcla que
rlenominó bronce silicoso, illU.V propia para la fabricación de los hilos, porque no participa del defecto (le la primera. Esta se consigue preparando
antes la c()n()cida con el nombre de cobre silicoso.
A \'oluntall se pue(lon graduar la resistencia. mecánica y la conductibili«htll (le estos hilos, de manera que no ha sÏllo difieil estahlecer los cuatro tipos que corresponden ,í las diferentes necesidalles indnstriales;
los
<los primeros están destinados á. la telegrafía, por su gran conductibilidad
y se dp,signan hilos telegráficos; los otros dos, adecuados á la telefonía por
su notable resistencia á la ruptura, se clasifican hilos telef6nico,~.
I. Hilos telegráficos.
T'
.1 {(a)
IpO L ( b)
T'
B { (a)
¡PO
( b)
Conductibilidad: 97 á 99 por 100. (Tomando por tipo la plata).
Resistencia mecánica: 45 kil. por milímetro cuadrado.
Conductibilidad:
80 por 100, minimum.
Resistencia mecánica: 55 á 58 kil. por milímet.ro cuadrado.
II.
Hilos telefónicos.
(a) Conduetibilidad:
43 por 100.
Tipo C { ( b) Resistencia mecánica: 80 á 84 kiJ. por milímetro cuadrado.
(a)
Conductibilidad:
20 por 100.
Tipo D { (b) Resistencia mecánica: 110 á115kil. por milímetro cuadrado.
El alargamiento de estos hilos, hasta el límite de la elasticidad, es
menor del uno por ciento.
El hilo telegráfico ùe bronce silicoso, de 2 milímetros de diámetro
pesa 28 kilog-. por kilómetro, y el telefónico de 1.10 de diámetro, 8.45 kilog'.
El alambre de bronce es por naturaleza
de ditícil oxidación y las
líneas construidas con él, se mantienen siempre eu mejor estado que las
estableci(las con otros hilos.
De un simple estudio comparath'o de los hilos de bronce con los de
las okas clases, se deducen inmerliatamente
Jas diferentes ventajas que
l~s dan la superiorirht(l y que consiste principaloente
en la dnración, economía y solidez (le las líneas en que se elllplt'an.
4~r•. Uambres alslados-E!:'tos
son de cobre rojo, de pequeño ¡]hímeho
y cnhi(\¡,tos de alguna sustancia aisla(lora como la gntapercha &c. Se destinan para eonexionar los aparato!:' t~leA'ráfieos y tl'lpfónicos ; para la instalaeión de los timbrt's f\léct1'Ïcos de las oficinas públicas~' particnlat,ps;
y
para otras líneas eléctricas cortas y al abrigo de la intelllpprie. Los hay
dohle~, para usarlos cuando i>equiere fOI'llJar ciroltito eléotrico sin anxilio
(le la. liprra; elltonces van unidos ambo8 con nn tt'jido rie alg'()(lón de color
ver(le g'enera.lmente; á Sil tnrno, cada hilo va. ('n\"lwlto sobre sn cubierta
aishulm'a, con hebras de distinto COIOI',para distinguidos al tiempo de
arregl a.r las conexiones.
Se está usando para aislar los hilos eléctricos de to(las clasps, la
okonitlz, sm.;tancia que se arreg-Ia en forma de tiras para ellvolverlos con
jacilida,ùy dejarlos bien aislaùos. La fábrica en Nueva York, 13 Park
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Row, suministra gratis una guía completa para saber las propiedades eléctricas, diámetros y pesos de los alambres cubiertos COD okonita.
48. ":mpalmadura de los alambres-En
bultos con 200 ó más metros
continuos de alambre, se baIlan en el comercio los conductores eléctricos
y para construir las líneas es, pues, necesario empalmarlos;
esto tiene el
incollvenirute
de que aumenta su resistencia eléctrica )" para obviarlo en
parte, explicaremos cómo se debe proceder.
Uniendo dos metales en una.
extención qne les proporcione muchos punt<Js de buen contacto, la r('sistencia eléctrica que presentan entonces es casi insignificante,
pero ('sto no
se puede conseguir con 10!~ bilos eléctricos, porque su forma cilindrica DO
permite el contacto entre los dos alambres sino según una superficie muy
pequerra. Teniendo en Cllrnta tal circunstancia,
debe procurarse reducir
en las líneas el número de empalmaduras
al indispensable,
ejecutadas
como se va á indicar ~-conyenicntemente
soldadas; así, se evita su oxidación, su cambio de forma &c.; de otro modo no pueden resistir bien la tensión y ,-ibración del conductor.
49. ltlétodos para empalmar los alambres-Hay
varios sistemas para
unir los hilos; indicaremos los más usados.
1. Para ejecutar la union segÚn el modelo conocido con el nombre
U
Britannia (Figura 12), se aplica
cI alambre A sobre el li en una exttlllsión de nueve centímetros, más
Ó IUCllOS, de~pués
de baberlos limpiado COli soluciólI de cloruro de
zinc, y dado furma de gancho á sus
(l.'ig. l~.)
extremidades;
en .seguida se envuelven
Jos rIos alambres con otro más
delgado, Ile JIllJlleTll que .sus diferentes espirales queden bien unidas y
lo más apretadas
po:;ilJle; la operación
se conclu~'e soldando la empalmadura.
2.0 Se colocan los dos hilos como en el caso anterior;
se sujetan
con una,s entenallas que hay á propósito para estas operaciones ~-que
al trabajar en la empalmadura
de
(Fig. 13.)
que tratamos,
deben cojerse con la mano izquierda, para tomar ·con la
derecha Ia extremidad del alambre A (Figura 13), Y cruzarIo sobre el B;
Jllégo, COTI otras cl.ltenallas, se em'uelve en espirales muy iguales y ajustadas;
después se retiran las entenallas que sirvieron para sujetar los
hilos al priucipio de la operacióu y á su turno se envuelve la extremidad
del alam bre B sobre el A. Ocho 6 nueve espirales se forman de cada lado
y si sobra hilo se suprime COllun cortafrío.
Para que la empalmadura
tome en un todo la forma que indica el modelo, se somete á una tensión
moderada.
Usada sin soldar esta empalmadura,
presenta dos inconvenientes:
depende el primero de que si la tensión en el conductor es fuerte, suelen
deslizarse los alambres cuando no quedan muy bien cruzados en la mitad;
cOllsiste el segundo en el cOlltacto deficiente de los hilos porque entonces
no tiene lugar siuo en pocos puntos, (tonde se ejerce la presión del uno
contra el otro.
Este modelo 1m· sirlo de los más usados en los telégrafos colombianos
y como se ha descuidado el empleo de la soldadura,
no ha dado todo el
buen resultado que podía esperarse.
3.° Se 8uperponen los alambres en una. longitud de 16 á 20 centímeEste libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
TELÉGRAFOS
Y TELÉFONOS.
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tros, y se envuelven con las entenaIlas en sentidos contrarios. Así se ob·
tiene UDaempalmadura bastante sólida, pero para perfeccionarla es pre·
ciso sumergirla en un baño de soldadura. Con esta unión sufre el alambre
Ulla d€1 las operaciones de prueba que resistirá mal, si no es de buena
cali<hHl.
50. Empalmllduras con piezas de
blerro.-~rambién se empalman los
alamurrs con piezas cilíndricas de
hierro (Fig-Ul'a 14), doblando SIlS
extremidades <>nállg'ulo recto, des·
I
(Fig.14.)
pués de atrlwesar el cilindro, ó aplauándolas como se ye en la fig-ura; en
ambml casos es necesario remacharlas {t la pieza. Otras tiellen dos cuñas
COllrannras que entran en sentidos opuestos ell el cilhlllro ; cn las ranuras
quedan los alamhres, y CODla tensión se comprimen :" se establece buen
contaeto entre ellos.
Para que estas piezas satisfagan bien su ohjeto, ùeben l1e\'ar UDbueco
pequeño por donde se pueda introdudr la soldallura; pocal:;gotas de ésta
basta:l para. perfeccionar el contacto y aumental' la solidez.
La soldadura qne se prefiere generalmente, entre IllS dinrsas que se
nsan '~n la construcción de las líneas eléctricas, se compone de dos partl'g
de estaûo y nna de plomo !lIUY bicn mczcladas; se funde á los 2ï5 grados,
próximamente.
51. Importancia de las empalmaduras soldl'ldas.-De las (liferentes ope·
raciolll~s que requiere la construcción fie ulla línea eléctrICa, la Ile t'\Ilpal.
mar los hilos es de las más importantes; din'rsas experiencias han dClIlostrado perfectamente, que la mala comunicación :" hasta la llo1ución de
cont'Ïnwida.d en los circuitos, se dl'ben en lo general á la defeetnosa unióll
de lo:, conductores; soldarias, lo repetimos, cs nrcl'sario hacrrlo en las
IÍneall de g-ran longitud, en las cualcs illterrsa. mucho dÚl1nilluirla resistcll·
cia d,~.lcircuito para alImentar la conductibilidad.
J"OH bucnos efectos de la sollladura se han palpado en las líneas en
que 80 ba descuidado cste requisito ~'quc luégo ha sido preciso lIellllrlo,
uotándose eu cI acto un cambio muy favorable en la comullicaeión. :Muy
sencillo es el trabajo de soldar las empalmaduras, y todo lo qne :w nccesita es nll a.paratieo sumamente portatil y quc vale en Nueva York, COll
todoB sus útiles, $ 5, oro. También baremos notar qne sin la soldadura los
alamhres se oxidan en las uniones, porl]ne por el esfuerzo que sufren piel"
den (lasi siempre la. capa galvánica que los fanH'cce; la oxÎllación de una
empnlmadnra aumenta considerablcmente la resistencia eléctrica de las
IÍl)(>as,porque como es bien sabido, los óxidos metálicos son malos COll·
ductores Ile la electricidad; una sola. empalmaclura oxidada puede dificultar la.comunicación presentando Ulla resistencia. de 820 Oh1nil, resistencia
equiTalente á la de una.linea construida eon alam hre de hierro ele tres
milímetros de diámetro y de 80 kilómetros de longitud, término medio.
v
TENSION DE LOS HILOS Y SU ACCION SOBRE LOS POSTES.
52. Para la buena inteligencia de las reglas que deben seguirse en el
trazo sobre el terreno de las líneas eléctricas y en la determinación de sus
puntos de apoyo, es indispensable estudiar antes la tensión de los lIilos y
su acción sobre los postes.
53. Curva qne afectan los blJos.-Todo hilo material, flexible y horno·
gémlo, suspendido Jlor sus extremidades en dos puntos fijos, y abando·
nado ~ la acción de la pesantez, afecta la forma. de una. curva couociùa. en
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
a
mecánica con el nombre. de cadeneta. Si los punms de apoyo A y
(Fig.
15) e~tán Ú 1IÍ\'el, determinan
la cadeneta A B a, con la circunstancia
de
que su pllIltO mellio B, yicnc {t ser el más uajo de la cun'a. La magnitud
ZB, qlle e~ igual á la CR, dift\rellcia de altura entre el punto más uajo y
los de apo,Yo, se lIa/uajlee/ta.
Hien se cOlllprl'ude que en un hilo fijado con
las cOlHlicioncs i1lllicatlas, 8C desarrollall fucrzas iguales y contrarias que
tratall de rompel'lo y que cOllstituyolI Sil ten.~ión; si la resistencia del hilo
es mellor que esta tellsiólI, se produce la ruptura.
:Eu CU,U1tOal esfue¡'zo qlle soportan los puutos de apoyo A y
puede
determillarse
fácilmcnte
teuiendo CIl cuenta que es igual á la. tensión del
bila ell dichos pnntos; de Illalltmt que Plledt> COIIOCCl'liO
su valor, colocando
en e, por (·jemplo, nna polea para pasm' sohre ella el hilo y aplicario peso
en esa extreruid¡\(l hasta que la flecha tenga nlla longitud dada; el peso
que hUJ'a sido preciso para conseguir <,ste rC8tlltado, representa la tensión
ó esfuerzo qne se H\'crig'tla. t;i se continÍm después aumentando el peso,
la t~nsión sig'uc creciendo en la misma propOl'ción, la flecha se acorta cada
vez más y el hilo tiende, por consiguiente,
á aproximarse á la horizontal
AZe.
• 54. ta cadeneta. La ecuación de la cur"a de equilibrio de un bila, en
las cOlllliciones indicadas eu el IIÚmero anterior y referiùa á dos ejes rectangulares
O X Y O Z, es la siguicnte:
a,
Z=2pl'(eT +
px
e-
px )
(1).
T
En esta ecuación, T reprcsenta
la tensión del hilo en el punto más
bajo B de la curva (Fig'. 15);]J cI peso de la unidad á que se refiere el
largo del hilo, expresat10 cu 1I1litlades de la misma naturaleza
que la tensión T; e es la hu~e de los log-al'itlllos neperianos, igual {t 2.71828 .. - ..
Llamando h la distanci"t OB del ('je horizontal OX al vértice de la curva,
tenemos:
T
P
T=ph, de donde h=-,
(2)
porque se pueden disponer los pjes de modo que la tensión cn el pnnto más
bajo de la curva quede meùida por el peso de un largo de hilo igual á la
ordenada de esc punto.
Sustituyendo
en (1)
-.!
por
p
su "alar h (2
l, la ecuación se convierte en
esta:
Según esta eeuación, la cuna se puede construir por punms del modo
siguiente: soure el ~ie OZ (Fig. 15) se toma, partiendo del origen, OB=h,
y qlled¡~ determinado :su punto más bajo; para. hallar los otros puntos, se
x
construye la log-arítmica DBE' repr<,sentada por la ecuación Z'= helï que
viene á ser asímptota
á la }larte uegativa del eje X X'; luégo Be traza la.
x
logarítmica D' BE represenhH1a por la ecuación Z"= he-T, simétrica de Ia
primera COllrelación al eje OZ. Estas dos logarítmicas
se cortan en el
punto B, y la cUlleneta ,-iene á quedar marcada por el lugar geométrico
de los puntos llWI!iOS a, F, 111, .•. de los espaejos DE, ab, cd, e'd'. _.. comprendidos entre IllS dos logarítmicas
y correspondientes
á todas las ordenadas paralelas al eje OZ.
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TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
Fig. 15.
Piecha. Si se representa por a la distancia .1C de los puntos de apo~'O,
para la abcisa X= ~ la ordenada Z correspondiente será:
CQ =OZ, de
manera que haciendo la respectiva sustitución en la ecuación (3) se obtiene ésta :
J¿(~
Z 2
+ c-
C 2h
~)
.
(4).
2h
BI valor de la flecha ZB= ZO-BO= Z-h, será, representándola por f.
}¿ (
1=2
~
C2b
+ c- ~).J,
..
-l¿ (5)
]i>araque esta ecuación se preste cómodamente á los cálculos, se pue·
den reemplazar los términos
convergentes:
e
e7h",
~T
-~ = 1 - 2ah +T21 (a)2h
2~
c-7h",
2
por sns desarrollos en las series
1
- 1.2.3
(a)2h + .... ,
3
'feniendo en cuenta las propirdades de esta clase de serirs ~.la aproxima.ciónque se necesita para el valor def en la construcción de las líneas
eléctricas, basta al hacer la suma de las serie~, considerar los tres primeros términos:
• + c-2iï• = 2 + ( _
a
e2iï
2h
,
)2 +
.
ahora, haciendo la correspondiente sustitución en (5), se tiene:
1= ~ (2 +(2~)2 +.... )-h
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TELÉGRAFOS
y ejecutando
Y TELÉFONOS.
las operaciones:
f=
valor de
f
qne se puede
dad de hilo, poniendo
a'
8h'
tener en función de la. tensión y el peso de la nni-
en lugar dl3 h su valor
a'p
f=ST
!£,
y entonces:
p
(6),
Fórmula. que hace ver que la flecha está en ,'az6n inversa de la tensi6n
del hilo, y es proporcional al cuadrado de la distancia de l08 punto8 de apoyo y al pe,çode la unidad del hilo.
Tensi6n. Siendo, como se dijo, h=OB, la. tensión en el vértice de la
curva es, según la fórmula. (2),
T=ph.
Ahora, la tensión
tendrá por valor
T' en un punto cualquiera
T'=pz
denominando
z
la ordpnada
z=PN+NF=OB+NF=h+NF;
á que equivale, resulta:
F (Fig. 15) de la cnrva,
(c)
de dicho punto y cuyo valor es en este caso:
reemplazando
en (e) z por la expresión
T'=p (h+NF) (7).
precisa que: la ten,~ión del hilo en 'un punto cualquiera
de la curva, e.vigual á. la de 8Upunto má.s bajo (B J, aumentada del peso
de una longitud de hilo (NF) igual á la diferencia de altura que e:t:Ístaentre
dicho punto y el que se considere.
E~t.a. fórmula
( F)
Teniendo ell cuenta esta. ley general,
apoyo la determina el siguiente valor:
la tensión
Til
en los puntos
de
Las personas qne deseen conocer ,arias propiedades de la. cadeneta,
ó la parte histórica relativa á los estudios qne á propósito de ella verificaran primero Galileo, luego Jacques Bernoulli. quien trató la curva analiticamente con resultado
completamente
satisfactorio y le <lió el nombre
que ho;\' tiene, y después de él otros geómetras notables, pueden ver los
Problemas de mecánica racional, del P. 1\1. J uIlien. - Segunda edición
del año de 1~66,
55. Flecha de los hilos.-La
sección de los alambres de hierro es proporcional
á la resiHt.encia á la ruptura (nÚmero 44), por ego vemos en el
cuadro de flechas que se encuent.ra adelante,
que dos alambres tie esta
clase y de dh'el'sas secciones, pueden coloca.rse entre dos puutos de apoyo
COliflechas de igual longitud,
siu que ell el uno haya más probahilidad
de ruptura que en el otro: un hilo de 3 milímetros ne di(unetro y otro de
2, coloc;1(los en unos mismos postes, pueden tener flechas iguales siempre
que quedcll sometidos á tensiones proporeiollalcs á los cuadrados 9 y 4
de sus diámetros.
Por medio de la. fórmula (6) (número 54), dadas dos de las cantidades
a, f y '1', qne significan respectivamente
la distancia de los puntos de
apoyo, la flecha de los hilos y la teusióll de los mismos, podemos hallar la
otra, teniendo en cuenta que p representa en ella el peso de la unidad de
longitud (1m) é igual á:
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TELEGRAFOS -y TELÉFONOS.
31
0.k025, para el alambre de hierro de 0.m002 de diámetro.
0.056"
"
"
0.n03
"
0.10"
"
"
0.004
"
En :loshilos de bronce silicoso el valor de p es de:
0.k007, para el alambre de
O.mOOlde diámetro.
0.015"
"
"
0.0015
"
0.028"
"
"
0.002
"
0.043"
"
"
0.0025
"
0.063"
"
"
0.00:3
"
0.085"
"
"
0.0035
"
0.112"
"
"
0.004
"
Ejemplos. 1.0 Deseamos colocar un alambre ùo hierro de 4 milímetros
de diámetro sobre dos postes que distan HlO metro:-;,y s(\ quiere :weriguar
qué flecha sea preciso d,'ja.rle para que la tensión en el punto más l>:tjo
de la cU.n'a no pase de 80 kilogramos. Entonces tenemos, aplicando la.
fórmulaf=:~;
•
a=IOO metros; p=O.lO;
T=80 kilogramos.
Hustiturendo estos valores en la fórmula nos resulta:
x 0.10 =~()O
f= 100'
8 x 80
640
=lm-G
¡)
Asr, para que el hilo de que se trata en e~te cm;o,fluede con la tensión
de 80 kilogramos, requiere una flecha de lm56 de longitud.
2'? Bi ahora se nos diera la flecha y la distancia de lo~ puntos de
apoyo, para hallar la tensión corre¡,;pondienteal mismo ejemplo, aplicare,
•
lnos la misma fórmula, así: T= :;;
y sustituyendo en ella: a=lOO m, p=O.klO y f= lm56, el valor de la
tensión será:
T=100·x_O.l0 = 1.000 _ 80k
8xl.56
12.48-
Hemo'i obtenido pam el valor de la tensión SO kilogramos lo que com,
prucha el resuJt.adodel ejemplo precedente:
3.0 Por último, si conocemos la tensión y la flecha, podemos hallar la
distancia de los puntos de apoyo, aplicando la misma fórmula como sigue:
a'= 8;1, ó a=J(S:f)
Si !ll1ponemoslos mismos valores de antes ~endremos, reemplazándolos en la última expresión:
a=J(8
x 8~~01.56) =99.m92.
{lueno .¡lifierede 100 sino en O.mOS, aproximación ~ufl(~iellteen la práctica.
Ignales casos se pueden resolver COli relación {t los bilos de bronce
~ilicoso: teniendo en cncnta su resistencia á la ruptura, el peso p de la
unidad de largo y no olvillando qne, como en los de hieno, la tensión á
que se d~jen sometidos, debe ser UIl {- ó t de la, q:Ie corresponde á su res,
pect.ivacarga de ruptura.
56. Cuadro para CODocer las flechas.-Para facilitar la resolución de
.las cue¡¡,tionesindicadas, hemos calculado el siguiente cuadro ejecutando
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32
las operaciones, como se vió en los E'jemplos que qUE'dan explicadoR i es
iudispensable
/iU uso, eu la práetica
científica de la construcción de las
lineas eléctricas, como tendremos ocasión de hacE'rlo notar.
Dl4me- :
tra del.
hilo en:
'l'ensi6n en kilogramos para los hilos de hierro.
mH1-
metro9 ..
1
--42
1
2
il
8
18
4
32
3
12
27
48
---'".----
'--5-~--6
J 6 : 20
3:1 '4.S
U4 ,80
I
---.-
-11---7----8-:--9-:
24
28'
54
63
91> 1112
-------
-20-1-2;-' II
. -10-]-' --1~'-1-5-
32
7!
128
36
40.
48
90 1108
1r.0 192
¡lI
144
,I
60
135
2-i0
80 100
180 1 225
:no: -i00
1
------.-----
Sepa-
r.t;\(~~
:
puntos
I
d.
Plcclms cn metros corrcspondicntes á las tensioncs exprcsadas.
'
apOj"O. :
I
I
.
[
1
I
I
I
.
!
J~1)21 ~4~1 ~31
~25¡
~20¡
~lï
~151 ~13 ~121 ~101 ~081 ~061 ~()5
50~ 0.97 ' .. _ 6",
48 00 39, ... 32 00.27 ... 241... 21,
191... 16· ... 13
09' 00.07
60
1.40 ... 93
70
56 00.461 ... 40' oo.35' 00.31'
28 00.231 oo181 14!
11
1
701 1.91. 1.27 ,,,
9.5
76[ ... 63, 00.541 ... 471 ... 42loo. 38\00' 31i oo.251'oo' 191 15
75, 2.191 1.46
1.09
87, oo.
62j oo.54i 00.48 00.4:{ ... 36 ... 29 .oo21100.17
1
80' 2_50 1.66
1.25
100....
83 ... 711'" 62 '" 5.5!00.50[' 41, oo.33j
25 . oo.20
85' 2.82
1.88
1.41
1.12 ".941 00.80 ,,,
70[ ... 62 'oo56 ... 47 ".37
... 281 ... 22
90i 3.16
2.10
1,;,8
1.26
1.051 ... 90 00.79,' oo.70i 00.63 oo.5~ 00.42 oo.31!1'" 25
1
100. 3.91
2.601
1.9.'; 1.5611 1.301 1.111 ... 97 ... 86,.... 78100.6" .... 52
39
31
150i 8.78
.5.8.'; 4.39
3.51
2.92
2.511' 2.19 1.951 1.7" 1.461 1.17
87:
70
200 15.62 10.41 ! 7.81
6.25
5.20
4.46 3.901 ~.47 3.12 2.601 12.0~ 1.5611.0~
2501 24.41, 16.271 1220
9.76, 8.13/ 6.9716.10
.0.42 4.881 4.06 3.2., 2.44 1.9"
300, 3.S.1ri 23.4:{1' 17..'\7 14.06\' 11. 71 lO.40 8.78 7.81 1 7.03 5.851 4.68 :1.51, 2.81
350¡ 4,~.~51 31.90 23.9:, 1~.14 1;).95 13.6? 11.96110.63i 9.~71 7.97, 6.38 4.78! 3.82
4?0 6_..)0, ~~.6f\ 31.2" 2., ... 20.83¡ 1~.8.) 15.62! 13.88, I: ,,0 10.411 8.~~, 6251 5 oo.
4,,°1 79.1~ .';.771 39..58 ~1.66126.381 2_.61'119.79: 17.59,1".83 13.19
10'''''1 7.91, 6.33
500, 97.6"16,).1°1 48.82 39.06 32.55 27.9024.41121.7011953
16.27 13.02 9.76 7.81
550 I 18.1.~ 78.i? 59.08 ~7.2~ 39.31<\ 33.76 29.5~126.2? 23.6819.69'
15.7?! 11.81\ 9.4~
1
600 140.6_ 93.7.,: 70.31 ,,6.2"1 46.87, 40.17 35.1"131.2.),28.12,23.43
18.7"114.06 11.2"
1
1
650, 165.03 110.02 82.51 66,01 55.01 47.1.5\41.25 36.67 33 ... 27.50: 22 .oo'16.50. 13.20
1
1
7?01191.4?iI2?60
9.5.70 76.56. 63.80 54.68 ~7.85142 ..53 a8.28 31.90125.52\19.14\ 15.3111
7,,0 2~9.7'~114h.48 109.86 87.89;
73.24 62.78 "~~31~~.~2 ~3.94 36.62129.~~ ~!.97¡ 17.55
800.2,,000 : 166.661125
100 .. " 83,33 71.426_ ..'0 "".,,5; "O ... 141.66, 33..,3 ~., "'120 ...
1 ~2.71'156.~41~7.03 37.63,1 ~8.22 2:.57
8M! 282.22 188.),1. 1~1.111 112.89: 9~.07 8063¡ 70..'\5¡
9?0 3~6.~?1 2.1?93 1,-,8.2~,126.56 1o".46 90.4°179.1°1 .0.31 6~.:81 "2.7~, 42.18: 31.64, 2".311
9,,0: 3"2.,,,{. 23.>.02117~.26, 1~ 1.0~1117.51 100.72, 88.13¡ 78.34 7v."0 5~.7.) 47 ... 135.251~8.20
100° 390.62 260.41 19".3111,,6.2"1130.2°111 1.6°197.65186.80,78.12 6".1°152.08139.06131.25
1
1
m~ol
ni
Oo'
oo.
oO,
!
Oo,
En el cna(lro anterior, las cuatro primeras líneas horizontales representan en kilogramos las tensiones de los hilos en el punto más hlljO de
la cun-a. T"as flechas, expresadas en metros, se encuentran
á la den~cha
de la columna vt'rtical que contiene las cifras que indican la separaeión
de los puntos <le apo;yo, 'JT entre las líneas verticales que comprenden las
diferentes tensiones.
Para mejor inteligencia en el manejo del cuadro, vamos á resolver
con él, las tres cuestiones principales:
1n ¡, Qné f1pcha debelD~ d~jarle á un hilo de 3 milímetros de diámetro,
suspendil10 en postes con separacion\:'s de 75 metros, para que la tensión en
el punto más bajo de la curva sea de 63 kilogramos'
Buscamos la tensión
de 63 kilogramos en la línea horizontal correspondiente
al alambre de 3
milimetl'os de diámetro, t{)mamos la columna. veJ;tical donde se encuentre
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'l'F.T.f:GRA.FOS y 'l'F.L(.:FONOS.
lUcha. tensión, Inc~o la lín('n, horizontal dOlHle se rcgistra ]a distancia cntrc los :élostes dc 75 metros, ~-cn cllu~ar
donde l'le eortallla columna vertical CO]lla horizontal se lee (j~ centímctros, que es el valor de ]a flecha en
e] pres6nte caso. E~ta tleeha eorrespoDllc talllbÏl~Il, á un alambre de 2 milímctros dc diámetro instalado ClL 1m; mismos post.cs ~. con una t-ensión de
28 kilogramos i lo (JlW ¡mce notar la proporeionalidad
entre las secciones
y tcnsiOlles <le los hilm:;, (le (]ne hicimos mención.
2" !Qué tensiÔn corresponde
{t UIl hilo de 4 milímetros
de diá.metro,
con 78 c('ntímetros de flecha y montado sobre postes con Reparaciones dc
100 mctros ¥ TomamoR la línca horizontal correspondiente
á la separa'3ión de 100m de los plintos (le apoyo, hasta hallar la flecha de 78 centíme"Betros } (Ion de He corta la colulIIlla vertical qne la contieno con la línea.
11Orizontal correspondiellte
al alamhrc dc 4 milímetros,
leemos 160 kilogramos, .q IIC(~Hla tcnsi6n del caHO.
0~ ¡~A qué dist:\Ilcia delH'lIloH colocar los po~~,cs dc una línea telegráJica, pal'a. qlle un a.lamll¡'e de ~ milímetros de diámetro suspendido en ellos,
quede con una ten~ión de ~o kilogramos y nna flecha de lmetro t Vemos
la colnullIa nrtical
donde sc registran la tensión y ]a flecha. dadas, para
Pl alambro de 2 milímetros,
hH~gO se toma la línea horizontal correspondiente {j, la fleeha de 1 metro, la qne indica á ]a izquierda, 80 metros para
la separaeiÓlI de los postes que llenan las condiciones de h~ cuostión.
57. Tensi6n en los puntos de apoyo-El
cuadro explicado da la tensión
correspowliente
alllUuto inferior B de la curva, dc los hilos suspendidos,
es decir, al punto donde ticne menor valor, y desde e] cual principia li
creccr Ín'ogwsinuncllto
hasta los de apoyo A y
(Fig. lá) dondo llega á
~,n máximum, de lIIUIlOm que es allí donde ha;y más probabilidad
de que se
fra.cture el hilo; la tensiÓn en dichos puntos debe calcularse especialmente
cuando :la distancia cnÜ'e los vostes es de consideración, pues importa sahel' entonres si l~stos, el alambre y los aisladores pueden resistirIa.
rOl' medio de las fórmulas dedncidas de] cálculo (número 54), fácil es
l:~ekrmillar la tensión ell UII punto cualquiera do ]a curva, conociendo ]a
(:el m{ls bajo, que (la el cuacIro ya mencionado; la 7, por ejemplo, indica
cne la f,eusiúll cn 1111punto dado, es igual á la del inferior, aumentada
con el pe~o de un trozo «le alamùre del que forma la curva, y de longitud
i,~lIa] {t ]a dif(~reneia de altura de los puntos considerados.
La8 manifiesta
(Jue ]a t(lllHióII eu lo~ puutos de apoyo es igual á ]a do] punto más bajo,
lIlÚSel peso «le la. tleeha l'espectiya.
Así, si se toma. alambre de tres milímetros de diÚmetro, para formar la curva, el cual pesa Okg,056 por metro
(:.llÍmero r,¡¡), tendremos la tensión de los puntDS de apo.yo, agregando á ]a
del punto más h:~jo, cI producto de la tlecha correspondiente
porOkg.056.
Ejem}llo. Hupongamos que se trata de un hilo de hierro de tres milímetros ùe ùiíuBetro, para colocado eu postes distantes
200 metros, con
t.nnsión de ¡;,t ]Ülogralllos en el punto inferior, y á la que correspondo una
flecha de ;;llI.:!O; se desea sahel' ]a tenRión para este caRO en los puntos de
apoyo. '<:ntonces, multiplicamos la flecba de 5m.20 por 0.0,'56, operación que
nos da O.:!!I,que ag-reg'ados á los 54 k., tensión de la curva en su punto
más haja, rcsultan 54k.2U para la tensión eu los pnntos de apoyo.
J,a dif¡',rencia de tensiÚn de que nos ocupamo.." es l1lU,)"pequeña y se
l)lle(le despreciar cuando la (listaneia entre los postes no pasa de 500 metros; pe:~'osi es rna;yor, ó la tensión de] punto mÚ~ bajo es muy pequeña,
ha,y necesidall de tenerla en cuenta, porque entonces la flecha viene á te11031'una ]ungitud considerable.
Si se trata do dos postes distantes 800
metros, por ejemplo, cn los cuales se ha suspendido un hilo de hierro cIe
O'".OO;~ de diÚmetro con tensión de !l.kg en sn punto inferior, la flecha en
tHles eircunstancias
es de ,;00 met. de longitud; y tendremos que la tensión
eulos puntos de apo.yo, aplicando la regla conocida, será de
e
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3
34
TEJ,ÉGRil'OS
y 'l'ELÉFONOS.
9kg +500X Okg.056=9kg.+2Skg==37kg
ensión cuatro veces mayor que la del punt{) más bajo del hilo.
• 58. Tensión minima en los pontos de apoyo. - Según la. fórmula 8,
54), en la cual T" representa la tensión en los puntos
de apoyo; se ve que ésta depende, principalmente, de la tensión '1'del
punto más bajo del hilo y de su respectiva. flecha/o Ahora bien, si de la.
expresión 6 (número 54) sacamos el valor de la tensión T del punto infe-
,T"=T+p/ (número
rior de la. curva, tendremos:
a2p
·Sf .
T
Observando esta última expresión se nota que si la flecha / disminuye considerablemente
el valor de la tensión T crece cada vez más, y
por consiguiente, el de la tensión en los pnntos de apoyo TH. Si la flecha
j, en vez de disminuir, aumenta, el valor de T disminuye, y por lo tan·
to el de Til pero dentro -de ciertos límites, á causa de que este último
depende también del producto pI; por esta razón, la tensión en los
puntos de apoyo, después de haber disminuido hasta cierto límite principia á crecer. De estas consideraciones se deduce que existe evidentemente
para. el hilo suspendido, uua posición tal, que hace llegar la tensión en los
sostenes {~su mínimum, y vamos á buscar ese valor mínimum de T*.
Vimos que la tensión '1", de un punto cualquiera de la curva, la da la
fórmula ( (!) número 54. Como ahora nos referimos á los puntos de apoyo, el
valor que corresponde á z en la expresión de que lIOS ocupamos, es èl que
da la. fórmula 4 (nÚmero 54), y tendremos:
T." -"PTh(-=-e
2l1
+i --~)
2h
•
De esta expresión sacaremos el valor de h que hace mínimum el de Tf!,
Y para. esto debemos igualar á O la derivada de TH, operación que IlOS da:
~
e2h+eSi en esta exprosiónltacemos
u
o +e
-u
(li
~
a (~ 2h
-2h
e -o
2h
_B)
2h
=()
~1
=u, tendremos:
-u e -o
-U)
, 211
=0;0 e
(u+l)
=(l¡~l)
(Il)
El valor de u, que satisface Ia ecuación (n), es 1.199. - - . de manera
que sin inconveniente, se puede poner: u=1.20=-IDï; de donde h=2~0'
Sustituyendo el v-alor de h en la fórmula ( 4) Y ejecutando las operaciones tenemos:
z=l a, y entonces el de Tf! que buscamos, T"=i lJa (10); y el de T
será: T= ::
(11); reemplazando en la fórmula 6 (número 54), este valor
de T, hallamos que el de la flecha para el presente caso es :
f
..
~.(12)
E:xpresi6n que indica que la tensión de Un hilo en los puntos de apo]j()
BU 1)¡ínimu?n. cuando la flecha tiene 1tna longitud igual á la tercera
llega á
Wtti de ~ distancia que ws separa.
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TRLÉGRAFOS
35
y TELJ!:FONOS.
* rtf), Distancia máxima de los puntos de apoyo.
Con faciliùad se calcula la mn,yor distancia á que pueden situarse los
pnnWi4 Üe apoyo, ~i sp tiene en cllenta que la tensión en ellos, no debe pasar el límite de resistencia
del hilo, <mando se deje suspendido con una.
f1ecLa de 10ngitlHI igual á la tercera parte de dicha separación (fórmula
1~). Con efecto, yimos que cuando esto se yerit1ca se tiene:
TII=~pa.
Ahora bien, si denominados por R la mayor resistencia del hilo de que
se tratc, la tensión Tn, en los puntos de apoyo, á lo sumo será igual á R,
porque si fuese mayor se fracturaría
el hilo; tn atención á esto podemos
establecer la ecuación:
T11=R=;/ up, de donde a=-~-
(13)
:81 ,aloI' de R se puede reemplazar por ~'e.¡, siendo r la resistencia que
presenta el hilo por milímetro cuadrado sin fracturarse, según la sustancia (l'Ile lo forma, ~. e.¡ su sección expresada tamjién en milímetros cuadrados. Ri denominamos por d la densidad del metal.del hilo, podemos poner
la igualdad
de.¡
p= 1000
Elustitu'yel1<10 en (13) R y p por sus equivalentes
tenemos
Si recordamos <]ue para los hilos ùe hierro r=40 kilogramos y d=7.7,
podemo" determillar ell mctros ]0 mayor distancia a á qne pueclcn situarse
los p11l1tos de apo~'(), sUl:\tituyendo estos valorl~s en la Última expresión
(14), üsÍ:
a--~ O~Ox~
3x7.7
= 6 926m.4
Ouando cI hilo se snmel'g-e en cI agua, su densidad ba¡ja á 6.7 Y el valor de li lIeg-a hasta 7 960 metros. Como CD la construcción de las líneas, el
valor aHig-nado para ~.no debe pasar de 10 kilogramos por milímetro cua(Ir'aùo <lo secciólI, los valores prácticos de a vienen á ser:
para el hilo de hierro en el aire, a=l 731 metros
"
"
"
agua, a=l 990
"
fiO. DeI estudio anterior se deduce que, si ell dos postes sc suspende
un alambre con uua fuerte tellsión y luego se afloja por grados para que
la Hecha aumente contillll<1111cntc, la tensión en el punto más bajo de la
cnr,l1 va (lismiuuyeudo,
lo mismo que la de lvs puntos de apoyo, pero
hasta cierto lílllitp, límite (les(le el cual principia lnego á crecer notablerncrte en los Últimos, debido al propio peso del alambre.
El límite ùe
que se tmta, lo fija la longitud de la respectiva Hecha, porque cuaudo cs
igual il la tercem p((,rte de la distancia que hay entre 108 puntos de apoyo, la
tensiÓn CIl cllos I1pga á SILmCllor valor.
f~j~'mplo. Yeamos qué varÜlción se nota respecto de la tensión, cuando
cn dos postes separados 800 metros y con alambre ùe 3 milímetros de ùiálllCtro, se le ùa {t la 1iecha (lirerentes valores.
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36
Si
TELÉGRAFOS Y TELlboN6S.
seledejaunaflechade
l,atensiónen Sil puntomásbajoeo de
l,a
tensiónenlospllntOll
de
apoyo es de
125
metros
166.66
2õ(}
266.6
500
800
"
"
"
"
"
36
kilogramos.
27
18
16.8
"~,
9
1).6
"
"
"
43
36.33
32
31.7
37
1)0.4
ldlogramos.
"
"
,,'"
"
Observando
los nÚmeros anteriores, se ve que el alambre llega á tener
inenor tensiÓn (31kg.7) en los puntos de apoyo, Clu\lJ(lo la flecha es de 26H00 .(i,
ó sea de longitud igual á la tercera parte de la distancia de los postes. De
manera pues, que desde el punto de vista de la resistencia del hilo, no hay
inconveniente
en instalado en posœs distant{ls 800 metros, siempre que se
le pueda dejar flecha de IQngitud suficiente para que la tensión ell los
apo.yos, no Kea.snperior (l su respectiva resistencia.
, 61. La distancia entre los I_ostes, no puede, pUPS, atmlPntarse ÍlHlefi·
uidamente, ticne su límite segÍln la resistencÜt de 10:,\alambres y queda
demostrado,
por lus cousideraciOIH'8 del nÚmero 59, qne el límite práctico
para los hilos de hierro es de 1 7:n metros; esto se comprende sin esfuel'zo,
porque aun 8uponieudo postes de enorme resistencia y ademáR facilidades
para dejarle al hilo la flecha más conveniente, habría sin duda ruptura en
él, tan prontQ como su propio peso produjera \lna tensión superior allímit.e
de su elasticidad y al qne, repetimos, 110 debe jamás llegarRe en la práctica.
Un hilo telegráfico de hierro puede suspenderse en do:;¡ apoyos distantes 1 731 metros, siempre quo se le pueda dejar ulla flecha de 577 metros do
longitud, y en cuanto (t la tensión, puede asegurarse
que queda en t.an
buenas condiciones como otro de igual naturaleza
instalado en dos postes
separados 50 metros .r COli Orn.4S de flecha. Como ejemplos ùe líneas eléctricas aéreas mont.adas sobre postes á grandes tramos, se pueden citar: la
de Blidah á Medcah de 20 kilómetr'OS de longitud, instalada sobre 40· puntos de apoyo, .r tambiÚn algunas de las líneas que pasan por los Alpes,
salvando "alles &c., y sosteniéndose on los contrafuertes
de las montañas.
So dice también, que el señor Boune1li estableció en Cerdeîía hilos eléctricos aéreos cn apo~'os con distancias kilométricas ..
62. Longitud del alambre suspendido.-Como
se sabe, la distancia de
dos puntos se mide por la recta que los une, así la distancia del punto A
al punto O (Fig. 15) la da la longitud de la recta AZC; ahora bien, como
el alambre suspendido en los postcs describe 8iemprc la curva. ABC, más
6 menos abierta segÚn la tensión que se le dé, es evidente que la longitud
del hilo colocado sobre dos postes, es maxor que la distancia
que los
separa. También se ve claro, qne si se conserva invariable la distancia de
los apoyos, la longitud del hilo se hará, menor ii medida que se acorte la
flecha :" aumente por consig-uiente la tensión, y que en ningún caso puede
conseguirse que el largo tiel alambre suspendido sea igual á la distancia
de los apoyos, porque esto no se podría obtener sino cuando la flecha se
hiciera nula, es decir, igual (t cero, y en tal caso la tensión tendría un va·
lor infinitQ y el conductor se fracturaría
mucho antes de que so llegara á
ese límite.
*
Es sencillo deducir por lIIcllio (le las oorrespondientes
ecuaciones, la
verdadera longitnd del alambre sllspcndido con tensiones diferentes y so·
bre postes situados ii, din~rsas distancias, y cn seguida formar un cuadro;
pero como en la práctica este dato no tiene particular importancia, basta
darIo pará los casos más comunes y con referencia al alambre de hierro de
, 3 millmetros
de diámetro, con tensión de 4õ kilogramos en su punto más
,bajo •.
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TELf:üI~AFU::;
Pam nlla lliHt.unci<t de ;')0 metros entre los
alam ùr(, eH dl\
,
_. _.. _
_
Id.
ill.
\OH
ill.
Id,
ill.
~ou
ill.
](1.
id.
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ill.
J (L
id.
liOO
31
y TELj~l·'Ol.\Oi:;.
id.
po¡,;tes, la longitud del
50.006
itl
100.05
id
200.5
id
'. __ 404.1
id.
...
614.
C0ll10 las te\lHiOlll'S SOli Jll'olJorCÍollalcs {t )a.H secciOlles de los bilos,
(nún\E:ro .Ji») las 10ng"itIHles acabadas de indicar corresponden también Ú
los alalllhl'l~s de l,:! .Y .J milímetros (le lli{uudro, sllspen(li(lo¡;¡ ell postes con
las sf'p:lra(~iolleS expl'eslulas .Y1:011teusiones lIe ,j, ~O y HO kilogramos, respccti\"'Hllwnte, cn el ¡lIlIIt!) mÚs h:Uu,
hn lo g'clIcral, la flœha eHmuy }lequeila con relación á la distancia de
Jas po,,;tl'S, subre tOllo, (:1Ia11110lísta 110 pm;a de 100 mctros, entouces se
pue(le. eOllsilleral' la mitad «leI hilo, RO (Fig. Hi), como la hipotcllusa de
UIl triállgnlo rec:táng"nlo cn,)'os catetos SOli: la tlf'eha zn y la scmidistancia
Z O dl' los 1l\llltOi:jdl' apoyo.
¡¡;t Influencia d~ la IOJJ~itlld.-HegÍln
SIl ha d~jado <tnobulo, la longituel tlll 1\11alambre lll~:¡ Jllilímetros Ile (Ii{tllletro, instalaelo ell apoyos distantes ;.0 metros .r COli 4;j kilogramos Ile tellsiÚn l'n su punto inferior, es de
GOm.O<lli; Hi CHia 10llgitIHl del hilo se llismilln,YCl'a en Om.OOG, ycndría á ser
ignul fi la distaneia de los postN; .r eu el acto l]lW estll sc vel'ifieara, se fracturada si SI' eonsillera llesproyisto
(le clastieÏllad, porqne se anularía la
flcellü .r la tCUHiÓll sl'l'ía infinita (IIÚIIWI'O¡;~); ,.le IltalJl'.ra qnc yariaciones
de es':a daHe Cil la IOllgitud de un hilo colocado cn postes pOCOespadados,
producen SiCIllpl'l~ ea III¡¡ios IllIl,)"SInIsihIes cn la flrcha .r ell la tensión. No
ocurre lo propio l:\lal\(lo la distanda
entrn los apoyos cs (le cOllsideración,
porquc las "ariacioll('s dI' qIlI' hahlamos 110 til'IH\J: clltolwes la misma influencia sohre la flecha; i'>iloi'>poslei'> distan 100 Jlwtr~m, por ('.iüJlIplo,;r sostienen
nn alamhre con las TIIislllas cOIHlieiOIlC8 <¡Ill' ('l indica(lo, resulta que una
disminneión cn Sil 101lp:ittHl,d01lle de la alltl~\'ior: el';(lrcir, de Om.012, apenas
reducc cllul'go del hilo {t lOO"'.O;¡S ,r esto llO pl'OdneP. ell la fieelJ<t sino una
lijcra yariaeiÚn, Ca«la yc:r, «1111\Hlm IlIa,YoJ'la s(',paraciólI (le los apoyos, J08
eíeet.)s prodIlcillos pOl' ta Il'S Yfl.J'iaeiolws ell la 10ngitIld de los hilos, serÚn
menorcs, ~" desdo este llllllto (le yista ser:'t cOII\"CJlÍcntc dejar los sostenes
lo mÚ¡::eHpaei:Hios qllc sea posihl(', Sill deselliduJ' Jos ot.ros requisitos sobre
cOTlsb:ueeiÚn do las IÍJwas segÚn las circllT\stalH:ias I()(~ales.
(iL Influencia de la flasticidad.-Cnanllo
un 11Ïlo suspendido y fijo en
dos plintos, disminuye de IOllp;ittl(1 por llll :wmento Cll su tensión, no se
elcctÍla lIeereeilllil'lIto IItn,\"r:Îllido !'.n la tledw, porque (\li "irtud de su propia elastieidal} ;;e alarga ('II (~j!')'ta eantidad, siempre que la tensión no
pase ell'espeotiyo
limit!' .. \sí, Hi !'Il aJlo~'os dist.antes 5U met.ros se instala
uu hilo tclegrúfko (h, 0'''.00;: de (liÚmelro eOIl tem;iólI de 45 kilogramos,
yen seg-uilla se h:H'e el'!'I'('1' é:4a Ilasta qlw lleg',u' á. HU kilogramos, se alargará cu ;~r,
x ¡¡Ox U.000007 =O'''.OI:!, rpeOl'(lilllllo que ('1 alargamicnto
de
estm, hilos es }lor (~ada kilogl':\llIO d(~ 1I.001l00j dd largo. A Üwor, pues, de
laelast.ioidad
dl.' los hilos, se Jlodl'ía en!'1 oaso ilHlieado disminuir el largo
del alambre en OIll.lUl(í, sill J'iCHgOde que su tot:tllongj'tud
se igualara á la
disÜ¡,noia de JO:4sostf'l](>S ,Y Hill qtHI la tellsiÚlI al(~ammra IllI "alar enorme.
En g'Cncral, si ll!'sd!' llll apoyo y con 111111'11801'
(mímcl'o ~2), se disminuye
la lOïlgitud de 1111!tilo, n'slllta:
aumcllto de tClIsi(m, rlimiuueióu de la fieelm ;t" alargami!'lIlo J'datí\"o (I!'l hilo; la 1'1IptuJ';l,.;e Yl'riíica si la tensión
pasa el límite de la l'esisteueia (11'1eonl1l1etol'.
'[)¡), Influencia de la temperatnra.-Los
eo' ullldores elé(:trieos inllueneiado;; por las varia~ioJwl'; <lc t.emperatura
se dilatan 6 contraen,
esto da
por rl\Sultarlo qne ht tClIsióII ~' la fleclm con que ban sido suspendidos se
mo(lifiquen, do donde "it'nc (\llC cuando sc instaJa una línea eléctrica en
ngal'cs sujetos á fuertl's camhios de temperatura,
ISetengan éstos en cuen-.
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TELÉGRAFOS y TELÉFONOS.
ta. para que, á pesar de ellos, en todo caso permanezcan los eOlHlllctores en
. las m~jores condiciones posibles de estabilidad.
Como el coeficiente de dilatación del hierro es de ().O()0012~, es decir,
que por cada grado centígrado que anment~ Ó disminuya su tempN,ltura
se dilata ó se contrae 0.0000i22 de su largo; si en un lugar ùe cierta temperatura normal, instalamos un hilo de Om.003 de di<ímdro, con tcnsión
de 45 kilogramos y en postes distantes 50 metros, su lar¡!;o absoluto es Ile
5Om.OO6 (número 62); si en estas circunstancias la temperatura haja 25° el
hilo sufre una disminución en su largo de 50m.006 X 25 X O.()O()Ol~~=()m.Ol.'),
de suerte que su longitud se reùuce á 50m.006-0.015=4!lm.!.l91,
Ó tieu Om.OO!)
menos que la separación de los pOtites, si no se tU\'Îera Cil enclIla la elasticidad del hilo que evita la ruptura, pues puede considerarse que en t'ste
caso (número 64) el conductor pasa de 45 kilogramos de tfllsión á. 8;; ~. sometido á las dos \'al'Ía<liones indicadas de longitud, en detinitiva delle á
quedar con un largo igual á 50m.OOû_Om.015+0m.Ol:¿=.'íUm.00:3,
siempre
mayor que la distancia de los apoyos.
No obstante, deben eyitarse en los hilos las variaciones fuerÜ's CD su
longitud, para que se conserven mejor j' duren en consecuencia mayor
tiempo prestando buen servicio.
Los cambios de tensión, originados para la diminución de temperatura,
se hacen menos sensibles cada vez que los apoyos distan más; en los tramos de más de 300 metros son casi nulos.
La elevación de temperatura. produce dilatación ó sea alargamiento
en los alambres y por consiguiente, aumento en la fiecha, lo que dehe tratarse entonees es que no encuentren obstáculo y queden siempre libres del
contacto con árboles ú otros objetos cercanos.
Prestando
atención á las infiuencias anotadas, es sencillo instalar
siempre los conductores eléctricos de modo que en todo caso tomen posiciones de equilibrio compatibles con ellas; para conseguir este resultado
debemos repetir que nunca debe pasar la tensión en los hilos de hierro, de
10 kilog. por milímetro cuadrado de sección, esto es, de 70 kilog. para los
de tres milímetros de diámetro y de 1:¿0 kit para los de cuatro milímetros.
66. Puntos de apoyo situados en alturas diferentes. - Algunas veces,
por requerirlo la naturaleza del terreno, es preciso situar los postes en
lngares que tienen diferencia de nivel considerable. En est+>scasos, el hilo
conductor siempre forma la cadeneta, pero su punto más bajo ya no se
halla. en la mitad de la, distancia entre los postes, como ocurre cuando éstos se hallan á la misma altura (número 53 ).
En la figura 16, A y Orepresentan los puntos donde se apoya el alam bre
que con cierta tensión forma la cadenetaAD BO; ella. hace ver ahora. que el
punto inferior B de la curva no queda situado en la mitad de E O=X' X,
distancia entre los sostenes. La horizontal E O, trazada por el poste inferior O, corta la rama A B de la curva en el punto D y determina la cadeneta DBO, la cual representa la que formaría el alambre suspendido en O
y D, sin variación en la tensión; en el segundo caso, el pnnto inferior de
la curva es B, como se sabe, y además viene á corresponder también al
más bajo de cadeneta primitiva, así se ve con claridad, haciénùose palpable igualménte su menor distancia al poste O de inferior altura.
Suele ocurrir que el punto más bajo B de la CUl'Ya,qnede situado
precisamente en el apoyo inferior, lo que se verifica siempre que la
diferencia de altura entre los postes sea exactamente igual á la fleclla que
debe dársele al condnctor, para dejarIe la tensión conveniente. Si suponemos, por ejemplo, los pllutos A yB (l?jgura. 16) distantes 150 metros,
con una diferencia de nivel B Z=17m.57, y suspendemos cn ellos un alambre de 3 milímetros de diámetro cou uua tensión de 36 kilogramos en el
punto inferior de la curva, el apOj'o B viene ·á ser justament<l el .punto
;més bajo de la cadeneta, porque la diferencia de niyel17m.57 es exactaEste libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
y 1'ELÉl<'ONOS.
l'BLBGItAl<'Ol:l
39
mcnte igllal á la longitud (lc la fleclla (Ille corresponùe al. condl~ctor de
hicl'l'() do ;~milímetros (le di{llllctrü, instalado eu postes á mvel, dIstantes
300 lllet1'OSy con tensión (le 36 kilogramos (nÚmero 56).
Fig. 16.
la práctica, cuando se establecen laR líneas sobre postes á distancias de consideración y á diversas alturas, es importante saber la sitnación
de los puntos más bajos ùe las diferentes curvas. Conociendo la situación
de los apoyos y las tensiones, se puede determiuar fácilmente, para todos
los casos, el punto de que tratamos, ya por medio del cálculo ó ya gráficamente como veremos má,,:; adelante.
67. Cilenlo para determinar el pllOt6 más bajo de la eadeneta,
cuaudo los apoyos tienen diferencia de nivel.- Sean A y O dos puntos de
apo;¡"ocon Ulla difereneia de nivel NZ=b y distantes entre sí una cantidaù XX'=a. (Fig. 16.)
Si se tomalllas líneas OX y OZpor ~jes y se llaman: XIa distancia OX,
Z la altura ex, contada encima del eje OX s~tuado á una distancia h del
punto inferior B de la cadeneta (número 51); XI la magnitud OXI y ZI la.
altura,AX', se tendrán las sigüiclltes ecuaciones
gil
il<
Z
h('!"
="2 e b + (J _.!..)
b
;
X+X'=a.
Z'-Z= b;
Desarrollando los valores (le ZI y Z y no tomando de cada uno de ellos
más que los dos primeros términos, en atenciéll á. que esto basta en la prãctic:t para satisfacer las condiciones genera,le~ de la instalación de los hilos,
se tendrá:
XI>
X2
ZI=h+-2h,
Z=h+'.Ûï'
rentando estas dos expresiones miembro á miembro se tiene:
X"-X"
Z'-Z= --2l-¿- =b.
De esta Última igualdad se pueden deducir los valores de XI y X, ob.
13€lrvandoque X+XI=a, y se tiene
I
aO +2bJ¿
X -- ----------
-
2a
v-_
'
A..
a'-2bh
2a'
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TELÉGRAFOS
y. T.£LÉtiONOS.
Ahora, reemplazando en estas expresiones k por su valor _1'_ (número
. P
54), Y recordando, si se trata del alambre de 4 milímetros de diámet,ro que
p es igual á Ok.10 (número 55), se halla finalmente:
2a----
al+22aOTb (1)
X'-- ---
X_-a'-20Tb
(2).
68. Distancia ciel ponto Inferior cie la tadeneta ! los apoyos. - Por
medio de las fórmulas 1 y 2 acabadas de hallar, se puede determinbr con
mucha facilidad la distancia del punto más bajo de un alambre á los pos_tes colocados á distintas alturas, en que se halle suspendido con cierta
tensión.
Ejempw 1~ En los postes A y O (Fig. 16), distantes 300 metros y con
una diferencia de altura de 20 metros, se va á instalar nil hilo telegrá.fico
de 4 milimetros de diámetro, y se desea saber á qué distancia delll}l0Yo e
viene á quedar el punto más bajo del alambre, dándole IIna tensión de
112 kilogramos. Entonces se tiene: a=3oo
b=20
1'= 112k Y OX=Xj
aplicando la fórmula 2 se llega al resultado siguiente:
m
1n
,
_2
,
_
X= 300-20x1l2X20
2X3oo
_ 45200 ~7r,:m33=(íX
600 - [) .
?
Si en vez de la distancia OX, se desea conocer la OX', es decir, la distancia. horizontal del punto inferior de la curva al apo,yo más etevaào A,
èe aplica la fórmula 1 y se obtiene:
V,= .av,_
O.4:
-
_2
300+20x1l2x20
2X300
-.!.~~--2')4m
6 -
67
M
••
La suma de los valores X y XI. debe dar la distancia que separa log
po.stes, si las operaciones están bien hechas. Con efecto,
X+X'=a=75.33+224.ü7 =300 metros,
separaeión de los postes en el presente caso.
Ejernpw 2. Trátase ahora de resolver la misma cuestión pero COll relación al alambre de hierro de 3 milímetros de diámetro, y t~nicndo en
cnenta que la tensión proporcional á la sección del hilo en este caso, es de
62k.72. Entonces se aplican las siguientes fÓl'mulas--3 y 4,-qnc se obtienen del mismo modo que las 1 y 2, (núm. (7), pero 110 olvidando que para
este alambre de 3 milímetros de diámetro, p es igual á: Ok.056 (número 55.)
v'= 5&2 -I:"_2000bT_
(3)
112a
A
'
X- 56a2=-~~Ob! ('.)
112a
"
De manera qne se t~ndrá:
_2
O v,;...
VI_
-.4
56x300+2000~_~Ox62.72
1l2x300
_75488 -224m 67 r
- 336 .,
~
ox-x=56>53ob-:-?~X 20X62.72 _
-
~
¡~~ ..
112X300
25~]2 =75m.33
332
El haber llegado'.IDa· mismos resultados que on el ejemplo 1~, confirIt>que se dejó dicho,.~ decil', que oorioB Mw de diferentes diá,»wtr-~,
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RlIBJlI?lulÙ10o~
en 'unos mismos ]lllutos forli/an
~ll1'/'((S i[Julllcs, .~Íl·lIIpl'lJ que que-
d.~n COlt tcnsionespropm'cionafes
ri MIS 1'eo~pedi1'ao~
seccioJlf's.
Si en los dos ~jemplos considerados,
s(\ tOllla la flecha BN correspondiente al apoyo lllás bajo 0, el}uh-aldría (>,.;to Ú, slIponer suspendidos los
alambres, COlllas tem;iOlH's expresadas, l'll 1m, pOi-itCHá nivel DyO,
(Fig.
1G), diRtantes 150 metros; en ese caso la flecha tendría por valor 2m.51
(nÚmero 5G.)
69. Tramos de longitudes diferentes. Varios IlIoti\'os exigen en ocasion'~s situar los postes telegl'ÚlicoR glll\I'(lallÚo di,-ersas tlistuucias entre sí.
Cuando los apoyos so eoloeall cqnídi,,,UlIltc.- todas hs CUlTas qlle forma
el hilo suspendido, eon tem;Í(m llllif(lr!IlI', SOli idénticas,\'
así se conscrYèlll
á l'csar de los call1bios dl' 10llgittHlell ci cOllllnc1or lkbidos á yariaciones
d,~ temperatura,
porque de ignal lIl<llIN:Lse afl'etan todas y la. posición
general dcl alamln'e no se altera, Lo lIIiRl1l0no sc ycrifilllL en los tramos
desiguales lÍo cansa de que los (lcslizamientos de] !tilo no se rcalizan entonC(lS cou faeilidad, por la dif(,l'l'lIeia ('n 1011~itwI y 11('80de las cOl'l'eSpondientes cu!'\'as. En los tramos 'L' or 1" (Fig. 1 í) por ~jcmplo, Se ohserva
lo I'iguiente cuando ]a tempcratnI'a \aría.: si suhe, la ÍPnsiÚu del tramo menor ']" disminnye rclativatnentc
mÚs que en el Ü'alllo 1\Ia;.'oI' l' (nÚmcro 6:3)
y el alambre tendimtdo {Lequilibrarse se (lesliza hacia el trfllllO 1'; si baja la
tempCI~1tnra, el efcctD inycrso ticne Ingar, la tensiÓn no aumcnta tanto ell
el tramo 'L'COII\Oell el T' ;o.' hay deslizamicnto del hilo t'II dirección Be.
Si el alambre lIO ejerciera }JI'l'siÔn I'll los )ll1ntos dl' apoyo D,A,B, 0, sn
(lcslizamiellto se verificaria sill obst{wulo v Jas tensiolles se restablecerían
con facilidad en las cUI'yas, pero esto l11l~e Ycrifka sino cnamlo el cambio
de la fuerza de tensión es suficielltenllmt<l (:a:Ht¡f,pam YC!II:l'l'I'l frotamiento
en los puntos mencionados;
por otra partr, I'st.e peqneîío movimiento do
transl~ión
del hilo no encuentra igllal Lll:ili(hul cn los puntos D, .il, E,
porque el ángulo lJue forma ell ell08 con la :IOl'izolltal tit~ne (liferentes valores y es tanto menor eua¡lto menos (liMan 10H postes. e n llilo (le O.tnOO;~
dl~(1iÚmetro, por <:ielllplo, f01'lllUWloun tl'll\110 (le ríO metros y COlitensión de
4[i kilogramos, hace con la h0rizontaluIl
Úllgulo 1.0;~0' próximamcnte;
de
30 en uno de 100.m y de 170 l'Il 11110Ile ,JOO,'" Esto inlhl;.'e para que cuando
la temperatura
suha, cI hilo se l1e¡;]ico Imei Lel tramo lWL~'or T, '~¡
cualltlo
vuolva á bajar ésta, hasta ser la mii;Il1:I, el alambre enellentre
incollyeniente para tomar su posicilÍlI prilllitiva 0\' (pwdl', por ta] motivo, con tell,
sión superior ála allterior end Il':!JIIOIllÚS Jll'queÎÏo T.'
Ann haciendo ahstmeeiÚIl (le ]a irrl'gnlal'i(hHl f\]lltlltada, (khilla lÍ, lo;;
Ill~slÍímlllientos Ile! ltilo, sieUlpre éstos ,;011 1l(~I:judÍl:ia]e;;, 1l()\'fJIICafJu(~1se
desgasta con cI frotamiento en los ]Jlln10;; ti(~ apoyo y t¡l'lllle {t daîíal'se.
Para o\'Ïtar ]os inCOIlYl'uiplltps illdil';ldos, de 'lile ndoll'ocn lOiStramos
desiguales, sería cOItveniclltc q111'l'l 11l:1I!1
hl' SP fijara elt los aisladores eon
un remache, Ilespués de hahprlo (lad" COli 1111tellsor eu los diferelltes tra·
mos, la tensión que lo cOJl\·cn,ga.; no quiel'e decir esto que los tonsores se
retiren tan luego como haya qucllado I1l0ntada la línea, a] eontrario, debcll
(:onservarse en sus respectivos pucstos pOl'quP eO\11OlWl110s dicho antes,
(llúmero :34) siempre son Útiles ell 1m; tralmj:m (Il' reparal'iÚn cte.
e,
70. Presión del alambre sobre los Ilost('S.-l'Js r('g'la ;;ittllu' los postes ell
cn línea reeta; cuando esto :-:econsign(', !:IRcunas que afeda el eondllctor cn t.odos 108 tramos,
¡hut, Am /:, 1:11O, etc. qlwllall sÏtua(las en lin
mi¡':ll\o plano "crtical,
;r si ticncnla
cl•.hida tells¡Ún, los postes A, E,
(]:.. - -. et<l. (Fg-. 17) no tienen qnc Sopol'tar cntonees sino lin csfnerzo
producido
de arriba hacia ahajo, en dir'~e(:ilÍn ele la \,(~I'tical, por el
l)(lsO del alam ùre; esta presión ell (:atla }Joste eqlli,·alt· Ú un peso colOl:ado
en su vértice é igual al del a.lambre comprendido
cntre los puntos más
b~~osde las curvas adyacentes.
'
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TELÉGRA.lWS y 1·ELl~FONOS.
Ejemplo 1.0 Si suponemos un conductor de Om.003de diámetro, sus
pendido con una tensión \le 45 kilogramos en su punto inferior, en los
postes A y B, di!;tantes 400metros, ~.en los B y C, distantes 200m, tendremos
que el poste intermedio B (Fig.17) soportará el peso de una longitud de hilo
de302m30 (número (;2), es decir, 30:!.3 X Ok056= 161.:928,
representando, en
este caso, O.05Hel peso de la unidad del hilo (número 55).
Si el conductor obra sobre un solo lado del post~, como en D, tiende á
desviado hacia ese mismo lado con una fuerza cuya dirección es Dr y
cuya intensida\l es igual á la tensión que tenga el alambre. La fuerza Dr
podemos descomponerla en \los, una vertical D k Y otra horizontal Dh.
La componente vertical puede quedar representada en valor por el peso
del alambre comprendido entre e] punto D y el más bajo u de la curva;
para determinar el valor de ]a componente horizontal Dh tenemos:
(Dr)'= (rh)' + (Dh)', de donde (Dh)'=(Dr)'-(rh)',
es decir que el cuadra·
do de ]a componcnte horizontal, es igual al cuadrado de la tensión del hilo
menos el cuadrado de la componente vertical, cuyo valor conocemos.
Ejemplo 2. Supongamos la distancia de los puntos de apoyo D ~. il
de400 metros, y ycamos qué valor tiene la component~horizontal Dh ósea
Iafuerza que verdaderamente tiende á desviar el poste, si suspendemos en
dichos puntos un alambre de Om.004de diámetro con una tensión de 80kg,
entonces t{jndremos:
Dr=SOkg, Dk=202 X Okg.l0=20kg2, y Dh será igual aplicando la fórmula explicada.
(Dh)'=(80)'-(20.2)' =6.400-408.04 de donde
0
Dh= v'5991.96 =77kg.4 próximamente.
En los casos ordinarios el valor de la componente vertical es muy
pequeÎlO, principalmente en los tramos cortos, porque el ángulo hDr es
muy reducido, de lIJanera que la. componente horizontal es entonces casi
igual {~la tensión del alambre; en la práctica varía. su valor desde 20
hasta 100 kilogramos (número 16).
Cuando el conductor queda con diferente tensión respecto de un poste
intermedio, éste tiende necesariamenteá desviarse hacia donde la tensión
del hilo es mayor, impelido por la fuerza que resulta de la diferencia
entre las respee.tivas componentes horizontales ..
71. Postes situados en los vértices de lus lngolos.-Cuamlo no es posible
que la regla \le colo<:ar los postes cn línea recta se realicc, en atención á
la economía, de., se <::1111
hia la 111reeciólI
del trazo de la línea. telegráfica
formando ángulos. ~'{l {t la dcrccha ~·{t á, la izquierda del eje ó línea que
une puntos extl'CUlOS
principales Íl obliga\los.
Los postes que v;enen á ocupar los vértices de los ángulos, como el P
(~'ig. 18), permancccn sometidos á. ciertos esfuerzos que es preciso con.
Este
libroinstalarlos
fue DigitalizadoyPoraaegurarl~~
la Biblioteca Luis Ángelti;'~~le~.
Arango del Banco de(1l~~O.EJ~;-_
la República,Colombia
¡.~~ar
p~ra
<,
43
Fig.18.
El poste P instalado
en el vértice <l(ll ring-nIo APB, permanece sometido á las fucrzas Pl? y l'pt, que aetít:lll t'Il la 11irección de los hilos y
con intensillad
igual:'Í la l'espeetin¡, tensiÓn Ile (~¡;tos. Cuando la tensión
dol tramo PA es igual á 1:1 tellsiÓn Ilel PT>, el efecto que producen amùas
sobre el poste, equiyalc al de nna sola fuorza, ó sea al de la resultante PR,
qnt: trata de de¡;\\"íarlo en la dirección qlle toma ó sea la misma de la biscctriz del ángulo APB, formado ]lor ellJilo tl~l(\g-l':ífico; la intensidad
de
la fuerza I'R depende del yalor del iÍlIgnlo APB, pucs á medida que ést~
disminuye aquella alimenta.
• 72. La resultante PR Ile las fuerzas FF;¡- PF' es igual en magnitud y
dirección á la diagonal del paralelo~r~mf) F Pli'f R, COllstruido soùre las
líneas PF y PF' qne represcntan
las Ilos f<.·m:iOllCS ó fuerzas.
Si denominamos R la resultante PR, Ct pl (lngulo qne formau las dos
fuerzas iguales que llamaremos P, la signiellte eXJll'esiÓn indica el yulor
de hl, resultante para los diycrsos \'alo!'cl) th" ~ínglllo lX :
R
F¡ X
~-
. , sell
-
sell c: 1
-- ( )
sell ~(C
lX
R y la fuerza
l,a relaclOll -- .. - - ó sea la l}ne existI' cutre la resultallte
sen
~Gl.'
F, la da el siguiente
dl3 10 en 10 grados.
Angulos,
cuadro,
Relacibn
calcnlado
l'utre
la
pnm ÚUg'ulos que yan creciendo
An:~ulos.
re~u1tante )' la ruco~.a..
()O
10.
20.
30.
40.
50.
GO.
70.
SO.
90.
2.00
U)!)
I.UIi
l.U;)
un
1.81
¡:}:l.
.110.
j:W.
I :JO.
110.
i ;'0.
Ln
HlO.
I.Ha
170.
1.53
1S0.
BcIadÚn
entre
ia
resultante r la fucrza.
1.28
1.14
1.00
0.84
o.ns
O.in
11.:$4
0.17
0.00
IAl
Estas columuas allotan lJ.ue la l'clnciÚll tiene por \'alor 2, cuawlo el
[¡,ngulo es igual á O, Y 'lue tienc pOI' ya lo}' Il ctIlUl(lo el ángulo es de 1800,
lo cual se comprende perfectamente.
73. Por medio del cuadro se ]lnede halla!' la intl'llsiàad de la fuerza
qne tiende {~desviar el poste situado Cll el yértice de IUl ángulo, de valor
conocido.
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TELÉGRAFOS Y l'EL1;PONOS.
Ejemplo. Se desea sahel' cuál es el valor de la resultante ó fuerza, que
obra sobre uu poste, situado en el vértice de un ángulo de 700 y.que sostiene UIl conductor suspendido
con 50 kilogramos de tensión á uno y otro
,lado del apoyo.
Para resolver la cuestión, se busca en el cuadro qué relación existe
entre la resultante ~'la fuerza cuando el ángulo es de 700, para este caso
se ve que es de 1.63, y aplicando la fórmula. (1) que da el valor de R se
tiene:
.
•
R=50 x 1.63= 81kg5.
valor de la resultallÜ~ ó fuerza que obra en este caso según la bisectriz
del ángulo.
Si el valor del ángulo fuese de 30°, en "ez de 70°, se tendría:
R= 50 x 1.93= 96kg5.
Esto hace ver la influencia qne tiene la amplitud del ángulo sobre el
va.lor de la fu~rza, }llles una disminución de 400, en este ejemplo, aumentó
en 15kg el esfucrzo que queda soportando el poste.
Por las razones expuestas,
los postes más fuertes deben usarse de
preferencia en los vértices de los ángulos, como también los aisladores que
se crean más propios, instalando
los primeros siguiendo las reglas respec- .
tivas y si fuese preciso adaptades
tornapuntas,
tirantes, etc. no olvidar
que deben situarse en (lirección
opuesta li la resultante,
á fin de que
la contl'are8ten convenientemente.
74. Postes ton varios bIJos. Cuando la línea consta de varios hilos
conduct{)res, es muy notable el esfuerzo que quedan soportando los postes
situados cn los vértices de los [tug-nlos, y es preciso determinarIo
para en
vista de él, elegir los lilás capaces é instalados perfectamente.
Si bien es cierto que todol' los alambres que pasan sobre un poste DO
obran sobre él de ignal manera, por distar diferentes magnitudes de la
sección de empotramiento Ó sea la sección situada á flor de tierra, también
es de notarse que elltre I'Í estÚn IlIU,Y prÓximos relativamente,
y quo por
esta circullstaneia
Jlucden tIespreeiarse sus diferencias en altura y considerarlos como reemplazados
por 11110sólo, obrando en uu punto intermedio
con tensión igual :í la suma de las temlioues de los diversos alambres que
debe sostener el apoyo ..
Si los hilos se tieJldt'lI eOll regularidad
J separados entre sí una cantidad igual, ]}m'de cOll~itlerarse el punto intermedi6 de que hablamos, es
dMir, el punto de .sllsjwllsitíu para el alambre que suponemos reemplaza {t
los dúmás, situado en la mitad de la distancia que quede entre el alambre
más elevado j' elm:Îíi hajo. Si se han de fijar en los postes cinco alambres,
por ejemplo, tic Om.ooa tie diámetro, con ulla tensión de 50 kilogramos cada
uno, espaciados cnll'(o >iin. m;1;J, y distando el más elevado Om.06 de los repectivos vértices de lo,; postes, todos estos alambres
equivaldrían,
según lo
dicho, á uno t\olocado [t 0 .76 tic los vértices respectivos
y con tensión de
250k• Ahora bien, si alguno Úalgunos de los postes que han de sostener tales
conductores ViCllC {t !JUNIaI' instalado en un ángulo de 1000, la fuerza que
trataria de dcsviado en direcciÓn de la resultante
correspondicnte,
sería,
según lo visto, (nÚmero n), de 250 x 1.28=32Ok .f aplicada. á una distancia
de om. 76 de la. extremidad snperior del poste; si las dimensiones de éste no
fllesen suficientes para resistir esa fuerza permanentemente,
se apela á su
consolidaeiÚn por medio de los sistemas anotados (número 17).
Aun Cil el ea so de <]u(\ 10Jo> c01HIuctores sean de difcrentes diámetros,
colocados en los postes Ú·.Iifercntcs di.stancias unos de otros y con diversas
tensiones, s~ podría opt'ral" eomo allt.<~8~'fÚcíl sería determinar el punto
deap!icación
de la l"c8ultante, pero lo quo generalmente
se acostumbra.,
mayor seguridad, es suponer que todoo, ,lOS,hilOStien. en el diámetro
_~ más grueso y que distan entre sí unamagn1~media
.•.
111
,para,
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ni. IIHos con diferentes tensiolles.-Hi los hilnl'i 110 t ¡cncn ig'n1l1tcnsi6n á
uno -:"otro lado de los postes, tÍ :,;i l'in 1I1ÍlIlero ('S mayor Ile un lado que del
otro, la resultante de laí< fnerzas tOHm derla (lirt'cción que viene á s~r la
diagonal del paralelogrnmo
construido í<ohr<'las direcciones de los hIlos,
tomando sobre ellos larg-os propOl'l'ionall's Ú lr·R fncrzas que respectivamenU) obran en cada sl'ntÏtlo.
F.~emplo. SnponielHlo que l' l'ica un 1'0:-;(1', instalado cn el ,értice del
ángulo AFC (Fig. ln); qn(' sostjPjJ(' 7 hilos, "Oil igllal t"em,iÚIIHegÚn ladi-
R>~
"
--A
,
,,
• ...L-_'_
N
C
-;Jl-' ----~--~-.~,\",
/'(
','.
P'>'"
"V
l'ccción PA, Y 4 (Jon la mi~nu<LL{;w;ion de los <Llltel'lOl'CSpero cu dirección
PC, sé trata de averiguar el valor ~. direcei6n de hLrcspectin~ resultante.
EntonceR como todos los hilos tiencn igual tew;Ï(llI, podemos sllponerla dc
50 kUogramos para cada uno y tomar la magll:tud l'a COIllOunidad represent:ttiva, de esc ,-aloI'; colocaJl(lo dicha unitbHI 7 \'cees sobre r A y 4 sobre PC, partiendo en ambos casos del n~rtice P, se oùticllenlos
pUlltos il
y C por los cuales se trazan las paralelas AJ-l y CU (L las !fncas l'C -:" P il
respectivamente,
que determinan uu paralelogramo
cllya diagonal I'B representa en direcciór. y cn valor la rcsnltallt'~ dc lai; fuerzas, que en este
caso obran sobre el poste l'. AhonL, si por ll1c.Jio (lei areo R'K se traslada
la r£lsll1tante PB !;obre la línea PA, se ve Illte esta tieue por ,aloI' [) unidades y ~ do nnidad, es decir, qne vale ¡¡O)<:5+:!O=~7() kilogramos, eu
at{)nción al supuesto de que caùa unida(l l'(~I\}'l~SentaríO kilogrun:os.
Si se cre~yero eonveIliente adaptarle al poste Ull tirante, <lebe colQ(~arse
ocupando la dirección l'V para IJne l'l]uiliul'e hien la resultante;
pero sí
no fueTe posiblc lmcerlo así, se elllJllearÚ.ll 2 situa<los (L l1cr('cha é izquierda
de la, <lirccción marcada
por la linca Pl' y equidistantN¡
Ile ella (nú.
mel'O 17).
7G. Hilos en diferentes direcciolles.-Los postes sitlladm; en puntos
dondo los hilos telegrÚlicml se uifhrean, se c~'uzal! (J tOlllaH diferentes llireceioncs, quedan sOlllctidos :í. fuerzas que obran Cll <lÏl,;tillt.ossentidos y
que dan también una resultante
que (leue conocerse {l, favor lid sig'uiente
procedimiento
gráfico, l1n{tlogo al anterior.
Si l' es el poste al cual llegan ~ hilos en la llireeeióll nfl, (Fig. ~O);)hilos
en la direccióll CP, 4 hilos en la dirección 1JP Y 8 llilos Cll la direcciÓn Al',
tOdo8 con la misma tensióll, para hallar la direeciún ;\' llIagllitu<l de la r~·
!;Ublnte sc lleya sobre las líncas J'n, l'C7 1']) y l'.il ÍL partir (Id plinto P,
la ullidad qno representa la tensión cOlloei(la, tautas H'ces en calla <lireccióll cuantos hilos sŒ;ticncn el posto en ese lIlil'illlo sentido, porque todas
las tensiones se han supuesto de igual valor, Coll tal opcracióll
quedan
determinados
los puntos 2, 3, 4 Y S. En seguilla, ¡.;obre las Hnes 1'2 y 1-'3
se l~nstru.re el primer paralelogrmuo
_p'2b3, cu,ya "iagoual Pb representa.
la ¡;esulta.nte oolTespolldiente
á las dos fuerzas 1'2, l':~;. sobre esta. rea.I1I.'
~_.~_::-,
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"""46
TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS.
Fig.20.
tante Pb y la maguitl1(1 f'l, sc forma el seglludo pamlelogramo Pbr4 el
cual da la resultante .PI' de las fuerzas Pb y P4; finalmente, sobre la segunda resultante Pr y la magnitud PB, se construye el paralelogrl\mo Pr
R8, cuya diagonal l'il rcpresenta
la resultante general del sistema de
fuerzas consideradas, es decir, la fuerza por la cual podrían reemplazarse
todas cu;yo valor es ahora .de 9 unidades y ~ de unidad como se ve en
la figura. La línea .Pl' Üldiea, para. el caso ~n cuestión, la dirección en
que debe reforzarse el poste.
77. Si en cada dirección t~encn ten8i6n distinta los hilos, se procede como
acaba de verse, con la (hferencia de que sobre la línea que indica cada
hilo se aplica una unidad proporcional {t Sil correspondiente t~nsión.
Ejemplo. Si Se trata del poste P (Fig. 21) al que llegan cuatro alam-
fig. 21.
bres· en la dirección A r con tf\nsión de 30 kilogramos cada uno, y 2 en
dirección B.P con tensiÓn de 48 kilogramos respectivamente,
se elige una
unidad lineal que representa :30 kilogramos, y se lleva 4 veces sobre PA
para determinar cI punto 4; 11lt~go]lara saber la magnitud lineal que corresponda á 48 kilogramos .r que hay qne colocar sobrc PB, se establece
la proporción siguiente: si para;30 kilogramos corrcsponden tantos centímetros, decímetros ó metros, para 48 kilogramos ~cuántos corresponderán'
Como en la figura 21 se tonmron i) milímetros (Om005) para representar 30
kilogramos, la proporción del C~tsO será: 30kg: Om005:: 48kg : X=ûm008,
de mancra qne la unida(l correspondiente á 48 kilogramos, debe medir 8
milímetros y es la que se ha tom:ul0 para determinar el punto 2 de la
recta PB. Para conocer el valor ùe la resultante, la construcción se termina como anteriormente.
Toùas estas cuestiones se podrían resolver analíticamente, pero para
la práctica bastan los proccdimientos gráficos indicados, porque pueden
verificarse con facilidad y lllucl1as veces Bobteel mismoter~eno.
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MANUAL PRÁCTICO
I
DE CONSTRUCCION
DE LtNEAS TELEGRÁFICAS y TELEFÚNICAS Al!;REAS.
P:R..IMEJRA
F.AFt
TEl_
Materiales empleados en la construcción de las líneas.
1. Resuelto ventajosamente por medio del telégrafo y del teléfono eléctricos el importante problema de trasmitir el pensamiento á grandes dist~,neias con rapidez y economía, no hay país civilizado donde no se vean, á
lo largo de sus caminos, uno ó más hilos metálicos suspendidos en sostenes
verticales, formando lo que se llama una línea telégráfica ó una línea telefÓnica aérea, de cuya construcción vamos á tratar; pero antes de emprendel' esos estudios, es necesario conocer los l:'lateria.lesde que se hace uSllll
Cn tales líneas, para. determinar sus condiciones y los mmlios de obtene"
en la práctica, el mejor resultado posible.
I
POSTES.
2. Se llaman postes los apoyos en que Eesuspenden los hilos conductoras de las líneas telegráficas y telefónicas; pueden ser de dos clases:
met.álicos ó de madera. Los Últimos son los nsados generalmente, elegidos
dll los mejores palos, de la parte principal de los árboles bien desarrollados
y sometiéndolos, según su bondad y su loca1idad, á convenientes preparaciones previas, con el objeto de aumentar su duración.
3. Dimensiones de los postes - En casi todas nuestras líneas se han
u!lado los postes de 5 á 6 metros de longitud y de Om15 á Om18 de diámetro,
dimensiones inconvenientes en muchos casos, como se verá adelante. Las
dimensiones más usadas para los postes, en varios países, son las siguientes:
.Altura
5, 6, 7, 8, 9,lOmetros;
Diámetro á 1m do la base
10, 12, 16, 18, 20 22 centímetros.
Los precios á que pueden obtenerse entre nosotros los postes de estas
dimensiones, son muy variables, ya por la situación de las montafias, ya
por la naturaleza de los caminos; pues unas veces se hallan donde mismo
se necesitan, y otras suelen valer exagerada mente, á causa de los inconvenientes que presenta su transporte.
4. Conservad6n de la madera - Se puede ohtener para las maderas
ulla larga duración empleando los métodos que vamos á indicar, propues·
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tos para contrarestal' las diversas causas que las destruyen; con ellos, los
europeos les aseguran á las suyas, de inferior calidad y expuestas en
muchos casos á las más dC8favorables circunstancias, una duración muy
notable, con la cual consiguen grandes economías en la conservación y
repBración de las diferentes construcciones en que es indispensable sn
empleo.
LB destrucción de la madera proviene principalmente de la fermentación de las sustancias albuminosas, producida por la influencia del calor y
Ia humedad; los insectos que se alimentan de esas sustancias, también la
destruyen, porque cortan las fibras á medida que ¡;e van internando. Debe,
pues, procurarse en primer lugar, y particularmente en la zona tórrida,
que las maderas sean cortadas ell la época de la menguante; porque la
experiencia ha demostrado qne en enal/{uiera otra, la savia que alimenta
á los árboles no reside en su parte inferior, COIllO
sucede entonces, sino que
los invade en toda su extensión; esta savia en nn árbol sin vida, es la que
por su descomposición, destru~'c la madera rápidamente.
lla precauciÓn
de derribar los árboles en la menguante, es de particular importancia Ilonde no se conocen' ó no se practican los procedimicntos de cxtracción ó
combinación de la savia con sustancias antisépticas, que impiden su descomposición.
5. (;arbonlzaclón de los postes-Donde
lIay maderas de buena calidad,
se puede obtener una notable duraeión para los pOHtes carbonizándolos,
siempre que se hayan cortado en tiempo conveniente; porque la carboni_zación tiene por objeto único modificar los poros de la madera
destruir
lOBgérmenes de los inHcctos.
La operación de carbonizar los postes es sencilla: consiste en exponerlos al fuego durante nn corto rato, después de haberlos descortezado;
y tener el cuidado de retirarIos de la llama inmediatamente que se note
negreCida
su superficie. IJu carbonización debe¿ser enteramente superfiI, de uno ó dos milímetros de espesor, á lo má!ol,para evitar que se queen las fibras de la madera y se debiliten los postes. Pam ejecutar esta
~operación se usan lámparas sopletes, las qne dirigen la llama con regularidad en toda la superficie de los postes; J' conviene, para lograr el mejor
resultado, que la llama carbonizadora sea alimentada por sustancias como
la brea, el petróleo &c.
La parte del poste que va cntre la tierra, annqne se carbonice, no da
mucha garantía; debe dársele nna mano de brea, agente antiséptico pode1'080 y muy barato, que proviene de la destilación del gas del alumhrado.
Al resto del poste, después de limpiar ligeramente la capa carbonizada,
«e ~ aplica Ulla pintura fuerte; la extremÏllad superior se talla en forina cónica y se cubre con hQja de lata, á fin de evitar Jas infiltraeiones
~ lfts aguas lluvias en la madera.. Si se hace uso para sacar los postes ele
maderas de huena caliùad y Reùescehan las que no estén secas, las rajadas,
188 torcidas y las de poca densidad, se puede asegurar para los postes, siguiendo el método anterior, Ilna duración de 8 á 10 años; duración muy
notable y conseguida con mucha economía, pu('s que el mayor gasto es el
de la obra de mano.
Cuando haya necesidad de emplear palos encon-ados, ell uno ó diver80s sentidos,
es prudente qne la snma de las flechas no exceda de om08,
refiriendo las curvaturas á partir de 1'" de la base del poste.
6. Barniz submarino - Con este nombre se conoce un barniz inven~
por M. Guibert, el cual goza de gran fama como notable preservativo
para la madera, en todas aquellas obras qne IJlIellan expuestas á la hume.
dsd. Entre las muchas recomendaciones que hemos visto de esta prepa-o
ración,hll,llamos la siguient<l, de persona Î(lÓnca:
" El número de ]Jostes de los telégrafos eléctricos aumenta cada día
~p @ldesarrollo dado á la telegrafía.
La colocación :,T reemplazo de ellos
~T
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l'ELEURAl"O:S
,go. Procedimiento
gráfito
y TEL.lU"L'.NU:S.
para hallar
el punto más bajo de un .:onYá se ha anotado atrás que los
post~s se colocan en ocasiones muy distantes y al mismo tiempo á diferencias do altura muy Ilotables ; pam semejantes casos se usa ventajosamente
el procedimiento gráfico que vamos {1 indicar para, hallar la verdadera posición del puuto m:is bajo de la cadeneta., dato que tiene particular importancia cuando :lIlemÚs de quedar ell esas condiciones los postes, el conductor debe salvar edificios, arboledas, ríos (tc. y es, por lo tanto, indispensahle cerciorarsc de quc SIl curva, con la flecha que le corresponde,
segC,n la teusión que debe lle,ar, queda suficientemente elevada sobre
todos los oqjetos .Y asegurado su aislamiento.
En cI caso de que el trazo
atraviese un río, ten~an Ó nó sus riberas diferencias de nivel, es también
indi,spensable saber si el alambre no queda expuesto á las corrientes de
las aguas superiores, y si es navegable debe permitir el paso de las cmhar(:aciones sin el menor illcoll\'eniente en los ticmpos de más aguas.
l'rc"iendo
esto Último, y por la insuficiencia, en altura de los postes, se
mnll]l~an algnnas veces cables snbfluyialcs, los cuales se establecen por
el f(ll1(lode los ríos y 111(~g-0
se enlazan COll los condnctores aéreos por
medio de empalru:uluras soldadas. Y ~yÚ'lne se trata de conductores de
esta naturaleza, aÜ\"('Ttiremo~, ann cuando sea de paso, que cuando los hilos telegráficos que llegan {luna poblaciÓn se han multiplicado demasiado,
con','iellc lle,ados :í la- olieina ceutral, después de hallerlos hecho afluir á
uu punto determinallo y conyellientemente elegido, llor medio de un cable
sub';('!'l'{meo de los qne se construyen ad hoc J con tantos hilos cuantos
conductores debe pI"olongar; así se oln'Í<lJI en primer lugar los inconvenientes diyersos de los postes;.' cOlHlllctores dentro de las cÍlulades:r multiplicados hoy en BogotÚ, con los Ilestinados al alumbra(lo por medio de la
luz eléctrica, y en segundo lugar, la fuerte indncción de las corrientes tele·
gr{deas sobre los hilos telefónicos, pues como los Últimos son generalmente
llln~, numerosos J' poco espaeiados, las influcncias se marcan demasiado.
rnútilnos parece adYl'rtir que euamlo haya puente sobre nn río de
allchtll'a cOllsideralJle, ese sit.io serÚ p11nto obligarlo para el trazo, para pasar ]lor aquél .r sobre :lpo.yos adecn:ulos el eorductor .
.El procedimiento ycntajoso de que hl:'lllm, Lecho mcnción consiste en
lo siguiente: se dibuja cn UIl papel el perfil del terrcno comprell(litlo entre lw~dos puntos de apoyo (IUllos, tomando para las dista.ncias verticales
(cotas), una escala por lo menos dohle (le la que se emplee para las horizontales, {t fin de hacer más sensiule á la vista las desigualdades del piso;
si ell el perfil queda cOlllpreDllido un río, se tendrá cuidado de a.notar el
niy¡~l do las u.g-uas superiores. Dibujado el perfil, se marcan en él la posi,
ción .f magnitud de los apo~'os, edificios cte. cn las respectivas escalas;
en lsegnida, si el conductor que se ,a á suspender es de cuatro milímetros
de di:imetro, por ejemplo, y ha de quedar con una tensión de oehcnta ki·
logramos en su punto inferior, con estos datos se determina por medio del
cá\eulo (nÚmero 54) J se construye eon puntos y en las mismas escalas del
perfil, la curva que afecte el alambre snspendido; conviene dibujar la
cun-a ell un papel separado, marearle su eje y recortarIa COllunas tijeras
para usaria con mÚs comodidad. Finalmente, dicha curva se aplica sobre
el pcrfil moviélldola "basta que su eje quede siempre perpendicular á la
horizontal trazada por el punto de apoyo más bajo; pocos tanteos son
precisos para conseguir que la cun'a pase por los dos apoyos, conservando
su eje como queda dicho,~' entollces yá se pucde marcar el punto más
bqjo, trazar toda la curva, y examinar si I]lleda Ó nó suficientemente
elevada. Si resultare que el alambre puede qucdar muy bajo, se le da
ma~'or tensión para disminuir la flecha, si lo permite, ó si no, hay necesi(l::1dde variar el trazo convenientemente.
Ejemplo. Sean los puntos A :i B (Fi~. 22), distanto~ 500 metros y con
4:
dutt.l)r suspendido en postes muy distantes.
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ov
cierta diferencia ùe uiyel los elegidos para colocar los apoyos de un conductor de om.003 de diám~tl'o y con uua tensión de :36 kilogramos.
(Fig. 2~.)
EntoIlct:S se prucedel'Ú Ú nivelar, si no lo estÚ, el espacio comprendido
entre los dos sostenes A y B; COlllos datos recogidos se dibuja el perfil,
que para este caso lo hemos hecho en nna escala de 5 metros 1101' Om.OOl
(-ro'õ-õ) para las distancias horizontales, y de 2m.[iO por 0"'.001 (, /0'-) pam
las verticales;
en este perfil quedan anotados las casas, Úrboles, etc.
situados en él, como también los postes para trazar por la extremidad superior del A, la horizontal AC, que corta la vertical B O, en el punto C, y
determina la B C que indica una diferencia de nivel, entre los postes de 50
metros; esta diferencia será la misma que da la cartera de apuntes si las
operaciones están bien heclIas. En segnilla, si no se lIa construido con anticipación la cadeneta ó CUl'YU correspondiente para el alambre ùe que se
trata, se construirá como queda dicho; la de este caso es la marcada con el
número 1 de la figura 23, que se pasará con cuidado á llIl papel marcálldole
su eje E F, para llentrla luégo sobre el perfil dibujado, deS]llHís de recortada, y aplicarIa haciendo que pase por los puntos A y B, conservando la
condición de la perpendicularidad
de sn eje con relaÓón Ú la línea A Cj
en esta posición s(\ traza con nn l{lpiz Ile punta fina ~' sig-Úiendo el contorno de la curva dibujada, la línea APHB, que indica el puuto iuferior F
del alambre, distante 187 metros del poste A, y que todos los (lemás están
con suficiente elevación sobre los ol~jetos situados en el plano del hilo. Si
se tratara de un río, la operación sería la misma, sah-o que se tendría en
cuenta el nivel superior de las aguas y la magnitll(llle las cm barcaciones
que lo frecuentaron.
•
La apl~oximacióIl que da este procedimiento es tanto más grande
cuanto mayores sean las escalas empleadas en el dibujo del perfil; con
escalas de om.()o~ por 1m• (i .-'oó) Y UII om.oO] por 1m• (I il> ,,), respectivamente, la aproximación es bastante.
Las curvas números 1 y 2 de la figura 23 se dan como modelos; están dibujadas en las escalas del perfil que acaba de considerarse y corresponden á las descritas por los alambres suspendidos CQn64 y 80 kilogra.
UlOS de tensión su punto inferi~ •.
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JI'ELEGRAFOS
y 'fEJ,El<'ONOS.
--ijl
Oonviene recordar (FIe (~OIllO las eurn\s descritas por hilos do difl?rentes secciones SOil iguales, siempre que soporÜm tensiones proporCIOnales á SllS respectiyas secciones, (nÚmero û:'), las curvas 1 y 2 pueden
nsar~¡e aun enan(lo la sección del alambre yaríe; con el propósito de hacer más notable esto, l'né que se tomó, pari), el ejemplo anterior, la
curv:), número 1 con 6,1 kilooTamos de tensión y propia para el alambro
de om.004 de lliámetro, pat;' aplicaria al alamùl'e do O"'OO,'l con tensión
proporcional de 36 kilogramos. Si el hilo afeetare, tra.sladado al papel,
una ':lurva comprendida cntre las 1 y 2 de hl figura 2:~,su tensión estará
dentro de los límites de 64 JT SO kilogramos, como es fácil comprenderlo •
. :Siempre que se emprendan traùajos de co:)sideracióll y se fije determma.da tensión para determinado
hilo, se recortarán las curvas corresponè.ientcs cn h~ia de lat.a, dibujadas en las escalas que se tomen para
Jos parfiles, no olvidando nunC's; marcarles bien sus respectivos ejes •
.
!iNCa DE:
•._. ArangoL!i
R¡::-CI,,,_
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Luis Ángel
del Banco
de la República,Colombia
TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS;
81. Segunda eondldón de UB buen lfjJZO. Esta eondición se refiere á la
mejor solidez con que pueda establecerse hL línea. Para satisfacer este requisito débeejecutarse el trazo en armoníaeon el número de hilos que ha
'de llevar la linea, coulá resistencia- de los postes qne se usen y previe,ndo
que si fuese preciso aumentar el U1ímerode conduct.ores, la .línea no exija
modificaciones costosas. Oon tal propósito es necesario que el trazo tenga
las mayores.rectas posibles y por consiguiente es neceBario abandonar'1,as
sinuosidades ó desarrollos (]llepresentan los caminos, sobre todo aquellos
qne eon determinada pendiente están destinados Ú vencer grandes al,toras; cu semejantes casos,' en ve~ de segnir esas vías, se ejecuta el
trazo lo mÚs recto posible, cortando el zigzag Ú las curvas del camino,
~omo se ve 'ell la ti'gura 24; con esto se obtiene }lorresnlt:ufo: que los ~os-
(Fig. ~4.)
tes trabajen mejor, que su nÚmero sea lIlu.r pe1lueilo relatinunente y que
para sitnarlos se }luellan aprovechar puntos qne separan ,allecitos que
a.lgunas ycces son ycrùaderos ,alles (uÍlmero (il); por supuesto que en el
último caso los conductDres deben de quedar arreglados cuidadosamente.
La necesi~ad cn ciertos casos de yuriar la direcciÚn del trazo, origina
los ángulos de que hemos l.I(lblado,pero sus defectos se lllleden minorar
mucho, sobre todo cuando SOli lIluy cerrados, reemplazándolos por curvas
del mayor radio posible. Si el trazo llevara la dirccción ~1.B (Fig. 25) Y
luégo debiera tomar la dirección B C, se reemplazaría el ángulo TB D por
la. curva TN]), lo que permitiría repartir el gran esfuerzo que quedaría
soportando el poste situado en B, entro ntrios colocados sobre la curva
T N D, los cualesr auncuaudo siempre permaJH'ctm en ángulos, éstos yá
no tienen el mismo valor ùe antes, y por lo visto (númcro 73) la fuerza
qUé tiende á desdarlos disminuye llotablemente. Después de marcar en el
terreno la eur,a que cOTlyenga.
al caso, se hallan las distancias que deben
de guardar ~bre ella los postes, para. que resistan perfectamente la tensión de los hilos, por medio d~l si¡uicllte procedimiento, el coal queda.
aclarado con el ejemplo respectivo. '..
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'"' -='2. J,istandas
distancia
.A R eula
Ile los postc:> cu las Cllrva~,. fli lie l'Cpre.sellt~ por (l la'
];.1 (' (Fig. :!Ii). por /', fill r:uljo 0:1, ]lor Ji' la fuer-
('lIn':¡'
(Fig. :!¡¡.)
za que obra :sobrc ci po,;le cu calla llircL;l:if)lI, ~, finalmente, sea. R la fuerza
quc pucdcu resistir los postes (11ulos, snponi(.[Jdola aplicada en el mismo
punto qlie la resu\(nntc tl(~ todas las fUl'n:as que actÍlan sobre cada uno,
se puede determinar 1<1ftÍl'lnula que da la di~tancia de los apoyos en las
cUr\'as, así: ha. fjucll:ulo dplIlostrado (níul1cro 7!)) qne la fncrza que obra
segúll la dirccción .Ji O, sllpollkndo los tralllo;;; iguales, con la misma tellsión y (lrnominarulo a el ¡¡ngnlo n/I (J, ticne por valor;
ó lo
qUfI eil
lo mislUo
']Q
donù.
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TELÉSoRA.POS y TELÉPONOS.
Ahora, si se observa que el triángulo
ABD es rectángulo,
BA =AIJ cos BAD, y sustitu~:endo
respectivos,
d= 2r cos
~tY."
reemplazando
2 cos2u, por su valor
R
d=-lP
R
7,"
se obtiene:
los valores
en esta expresión
resulta:
xr,
fórmula que se buscaba, porque da. la distancia d que deben guardar entro
sí los postes en las diferent{)s curvas y que para mayor claridad se aplica
al ejemplo siguiente:
Ejemplo, Se trata de averiguar la di¡;¡tancia á que deben quedar unos
poste8 de 7 btetros de longitud en una curva de 1 000 metros de radio, te·
niendo en cùenta que sostienen 6 hilos con 100 kilogramos de tensión cada
uno, y qûe el primero qebe ir colocado en los vértices de los apoyos y los demás guardando entre sí una distancia de 0 .40.
En c~enta las anteriores condiciones, cI punto de aplicación dc la re'.sJlltapte quedará situado á un metro del vértice de cada poste (número
74), R será igual Íl 50 kilogramos (númcro 16), F=6xl00 y r=l()()() metros ~ de manera que el valor dc d será:
10
'''33
d'
83 me t ros 33
d = 50xl000
tix iOo-='"><' 3, es eClr, que
.
centímetros es el valor de la distancia que dcbe haber e:tltre los postes en
el presente caso.
Para el efecto de tra~al' las curvas de que nos venimos ocupando, sobre el terreno) hay métodos expeditos y seguros J' también tablas caMuladas con este tin, comb las insertadas en los Anales de Ingeniería de Bogotá,
trabajadas por el ingeniero civil de Chile D. Xicolás Tanco, volumen 2.°,
pág. 150. También pu('de consllltarse con provecbo el "Tratado práctico
80bre trazo de arcos dc cÍ/'culo de g¡'an radio," publicaõo en español por
Th Venancio.de la 'rejera.
83. Terc:era tondidón de un boen trazo. La tercera condición de un
buen trazo es referente á la fácil inspección y reparación dû"Ia línea. Para
que ésta pueda inspecçionarse fácilmente, el tra~o debe pasar por los catninos ó tan cerca de ellos como sea compatible con la.s anteriores condi·
ciones, pues evidentemente merece la prefertlncia una línea sólida y bien
aislada, que SUfl'Í\'{Lmenos y no necesitará. de reparaciones
frecuentes
como ocurre con las construidas al acaso, las cuales a~undan en interrupciones y gastos.
Si la buena instalación ùe ]a línea ha requeriùo atravesar trechos
.m<>titañosos,la trocha qne es preciso abrir en ese caso, se practicará teniendo en cuenta la corpulencia do los árboles Jlara darIe anchura sufi·
ciente: además, debe dejarse bien limpia y conservarse así para que en
todo tiempo permita el paso á los inspectores y obreros encargados de
vigilarIa.
Ahora bien, para que ]a línea pueda repararse con el menor trabajo
posible, es prudente evitar la instalación de los apoyos en puntos dema·
siado separados, salvo que circunstancia
importante
lo exija así, principa.lmente en las regiones que con frecuencia se cuhn'n de arbustos ó las
inundan las aguas en la estación de las lluvias, porqne si se deja de observar esta regla, al t'jecutar las reparaciones es preciso abrir trochas, dar
grândes rodeos, etc. para llegar á los puntos de apoyo, lo que cansa demora. en la reparación y qne por consiguiente continúa la respectiva inte·
rrupción telegráfica ..
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. TELÉGRAFOS
Y TELÉFONOS.
84. Cuarta condición de un bllcn trazo. Bnt.re las cOlllliciones importautes que ,-enilllm; tratumlo, é~t;t puede eom;iderarse como la Última, y se
refiere Ú la economía lÍ menor costo de lalinca .
. Es evidente r¡lle elltre dos Ó mÚs lugares (lue se deseen unir ~on uu?línea eIédriea de tlet.erminada
elast', existe para su illstalacióll merta dlrecc,iÓn flue es snperioL' It to(lns las demÚs que se presentan, ;¡' que e~ á 1:\
que debe llegar, ó aproximarse eU:lnto sea posilJle,el com;tructor, Yahénd~se de las reglas anot:ulas.
Claro está que ulla línea de demasiada long!tUtt, de rcsistelleia exagerada en ejertos puntos, olJtellida con grandes ga~tos, y ell otros COll b lIeeeSari,L Ó mellos ete., no solamente ser{t a~t¡;
eco::u)lllica sino t:uul>Ü;n il'l'aeional, porque ne<:CHul'i.1Ulentese interrUmp¡rl,L
con jh~cl1enci:l, quizÚs en momeuto~ IIrgt'nteH en la COilllluicacióll, Y hara
penler la coufLallza.
Ell reSlllllell, laH ella tI'O eOlHliciolles Íllllkatlas
guardan entre sí complel;¡t armonía, tIe manem lJIW el tlescllitlo du 1I11a15eria pm:jutlicial ~ las
otraH. Eu eHte pais es ]ll'ceisa la, rip:lll'OHa olJ~ernl1lr,ia de 10HprincipIOS ~'
regla . , conoeiùas pam la COlJsÜ'lIceión de las líneas eléctricas, porque además tic KUeSllecial topog-rafía, (le sns malas vías de comunicaeión
etc.
existen otras eirelLllstaJwias quc le ¡;Oll(le¡;;fa,orables y qlle sin duda tleben
atrihuirse al poco 1Iá.l,ito qlle t'xiste aÚu paru respetar las líneas y pa.ra
peŒuaùirse qne son !lHO de 1m; factores mÚs importantes
eu el comercIO,
la j\l(lustria etc.; siendo esto así, to(los debíalllm; l'star intere¡;ados cu su
bUlma consCl'vaciÚH ,\' t~I\II\-l'llic1l1('(ll'sal'1'ollo.
Ri). fonstrucci¡}n de una linea, orden del los trabajos. Anotada yÚ,
como 1I:L(IUc(lmlo, la manera COIIIOdelJen l'lII)llearse los materiales respecti\'os para qllc 1)\'('st('JI ('I lIIt',jor sl'lTieiu posihle, nos oellparemos ahora?cl
orl10n que nOf; parece mÍts raeÍonal pum I',¡etlltar ('on ,entaja los trabajOS
relat h'os (Lla eonstL'lle<:ióJI Ile las línea!';.
Uua n'z e¡;;twlindo f'l tI'!L>!:O,t1etl'l'Ii1ill;ulo~ ell el tencno
con cstacas
nlllllé'l'a«luH y dl'lII,'tS :l !lOt:wiolle;; <¡ne He el'l~an !ll'ee~arias para. evitar 1'1'1'0reg, los lllllltos dOî!lle drlwll illstalal'~e los postes, y lll:ll'eiHlo¡;; cn 10H
ár',)olrs ó postrH natlll'ak,:; (IlÍllllcro ~;)) los ~;jti()sdOlllll' tll~l)en eolocarse
lOB aisladores,
1111olll'l~ro l'cdhil':i eOllta,lO:l IOHprillwl'os :y hará verifica,r
la c(tn\'\~nÍl'lI[(J di,.;trilJllciÚ/l do ellos l'or lodo el trazo y lo IIIÚScerca }lOS!'
lJllllle las t'stacas; el rllcargado de tal (lis[rilJnciólI SI: fijarÚ, COlicuidado
l'II llejar 10HmÚs J'nCI'U's 110nde llcben i'illfrir IlIa,yor esfuerzo, eolUo en las
cUlTa~, en los g'l'LI/ldcs trcellOs, .Y]lara ('olocar los telliiorps (nÚmero ~~).
l)p,lJer:'t eorl'espollller :1llllii'illlo operario ci eargo de distl'ilJuir también
todos los (lell1;ís matl'rialeil nœesal'ios, como 1'1alambre, los aisla,dol'cs etc.
Pon lns lugares mÚf; (t prllpÚsito para ('yiLlr dl'1l1OraS Ú los trabajadores
que
viellen ell seguida, il qllielles no (le¡'l~ l'altarles nllllca ningÍlll elemento.
])c recolloeÍtb
hOJ/l'IH1ezllebe ser el (listl'ibu :dol' l11enciollado, pues además
de los materiales
t:1111hj(~lIt.ie1le siellllll'(':i su ('argo el llinero suficiente
p.:l,m los tl'llsporte,:;,
Inmediatalllcllte
desl'ué:s Ile lo,; llrillll'l'4Js, Si¡.!,'lIl'!1
dos peoll('" con las
h~l'l'IUllieI1taH Ilceê:-l:lr¡a~ para practical' 1m,ho,YOSIle h1 profundidad que se
:tnotarÚ l'Il calla cstaea, y de moùo que lllla \'CZ illstalado el poste, quede
al aùrigo de las :lg'llllS Il (le otl'a circr nstaue1a que pueda deteriorarIo pOI' Ia hasp.
DilO Ú dos (lías tlt'spués ùe la salida de los ¡.;egulldos peones sigue una
SI~CeiÓIlde tres ó (~natro obreros, dirigida. pOI' UI1 t.rabajador
inteligente,
con el objeto Ile eolocar los ai::;ladorcs l'II los }Jllntos más propios de cada
poste y antes de euterrarlo, y turn bién el pumrrayo, si delJe Be\-arlo, ~. finalmeute iustalar{l deliniti\-amentelos
apoyos, teuiendo en cuenta las reglas
G,ue corresponden
á cada caso (número 18).' Como se comprende, la soliùez
tle la línea depende de la correcta ejecución de las operaciones indicadas,
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10cual motiva que la persona encargada de dirigirIas sea entendida en la
materia y conozca bien el trazo.
Sigue luégo el trabajo relativo á la suspensión ó colocación del hilo
conducror á cargo de otra sección de cinco ó seis peones con su director.
Dos peones se ocupan en desenvolver en la dirección del trazo el primer
bulro de alambre que hallan, y otro va registrando el coriduct{)r,á medida
que lo desenvuelven, para no dejar pasar daño alguno, como punt{)s oxida.dos ó que indiquen ruptura próxima, pqrque esto se¡:ía motivo de una
mala comunicación eléctrica ó de inmediata interrupción; así, si se nota.
algún daño, se corta el conductor por el punro defectuoso y se vuelve á
unir por medio de una empalmadura soldada (número 4.9); después Re
acaba de desenrollar y se une con el bulto siguiente de la misma manera,
según queda dicho en la rcparación de los daños. Al dcsenrollar el.alam··
bre pueden formarse nudos en él y para evitar ésto; y también el que sufra
un frotamienro mUj-fuerte, suele usarse, cuando el terreno lo permit~, un
cilindro de madera en el cual se suspenden los rollos permiticndo uua rotación sobre un eje horizontal, al cual van unidas dos ruedas laterales que
sirven para. trasportarlo; si es preciso tener cst{3 instrumento fijo en nu
lugar, cada vez que se use se le dará. la forma de un romo portátil y dispuesro cómodamente. A proporción que avanza el trabajo anterior se va
suspendiendo el conduct{)r de los aisladores, y para facilitar esro el peón
más diestro va subiendo en cada poste, provisto de polainas de cuero
con puntas de hierro, como también de un cinturón fuerte, todo lo
eual le permite subir sin mayor esfuerzo y asegurarse para trabajar sin mucha incomodidad; mientras tanro otro peón amarra bien
con una cuerda fuerte el conductor, para que el que está en el poste
lo reciba y pueda subirlo. Si conviene que el alambre quede remachado en
cada aislador (número :15), inmediatamente se le da la tensión respectiva
y se procede así: á nna distancia de diez ó más metros· del poste y siempre en dirección del hilo suspendido, toman el conductor dos peones y lo
halan hasta darIe alguna tensión, en seguida, á ùna distancia del poste
igual ó poco diferente de la ant{3rior,sise cree conveniente, se vuelve á
cojer el alambre y, antes de que los peones lo aflojen, se asegnran bien á
él unas entenalIas, ell las cuales se introduce en un hueco que tiene al
propósito, el gancho superior de un motón, habiendo \tsegurado antes el
mferior y sólidamente en un punto del suelo, pared etc. bien situado;
arreglado así el motón, uno ó dos peones toman la extremidad libre de
lazo ó cuerda que comunica á las Iloleas de éste, y se principia á halar
suavemente, lo que permite que sus poleas se vayan aproximando y que, por
consiguiente, el conductor vaya quedando cada vez COll mayor tensión.
Para saber cuándo tiene la necesaria, ó lo que es lo mismo, cuándo tiene
la flecha que le corresponde para remacharlo en el acto al aislador, se va
midiendo con un decámetro ó con una cinta de acero, Riel terreno es horizontal, las alturas que va tomando el punt{) más bajo de la curva que
afecta el alambre, y cuando la diferencia entre la altura de dicho punto y
la del respectivo aislador cs igual á la flecha (número 56), se rema.cha.
También se puede determinar la flecha.valiéndose de un nível de mano, el
cual debe man~jar el obrcro que esté subido en el post{3,.pues este instrumento debe apoyarse sobre el poste á una distancia vertical del aislador
igual á la flecha del caso, para tirar una visual horizontal hacia el otro
poste; se comprende perfectamente que cuando esta visual sea tangente
Ó pase rosando la curva en su punto más bajo, el alambre tiene la debida
tensión. Por ejemplo, si CQ (Fig, 15, número M) representa el poste,
ABC la. curva del hilo en apoyos á nivel, y CR la distancia que se toma·
sobre el poste, á partir del punto del aislador donde ~e suspende el hilo,
RB representará la visual trazada con el nivel, pues que Z13, flecha reapectiva, queda igual á. CR.
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Sill. duda, estos sistemas de determinar las tlecbas 110 SaIl <leI todo
expeditos y preferible serÚ usar dina1ll611lctros apropiados;
con ellos
se pued.e hallar en toùos los casos las tensiones Call la aproximación necesaria, Este iustrumento se nsa colocándolo entre el alambre y cI motón;
así trahaja más directamente y se pnede suspender
la fuerza en acción
inmediatamente que el instrumento
illllillue que el hilo tipnc la tensión
necesaria.
Si ,[\1 conductor no ha de ir remachado eu cad::¡,aililador, hay Ileeesidad
de usar los tOllsores; en este caso se le dará en cI momento de snspenderla
una tensión moderada y menor que la precisa, pu'~s lu{go dehe n~niT indispensablcmente un obrero regularizando
la tcnsiÓn de la línea, ,-aliéudose
de los Lensores situados á distancias liilométrieas;
si este ubrera, que llamaremos el regularizador. es inteligente, pronto adquiere p'au destreza y
sabe pElrfectalllente, por et esfuerzo qne haee sobrn el mango l' (Fig. 8) de
la llaV(~,con qué tensión d('j~l cI alambre CIl cada trecho.
'ralllbién hay para cstns operacioIlcs tCIlsures de otras forlllas, que
permit·¡m colo(:arlos corno las entcnallas, y eon los cuah's aÜq uiercII igualmente los trabajadon:s mucha lmíet.ica.
r~"ra mayor faeilillad cn la apreeiación lIe la;; Üm:,ioncs, podría. adaptÚrseles :tIos tensorcs un dinamóllletro pequeiïo ó un resorte que al obral'
sobre (ilIa lla,-e marcara la tellsióll; así habría ;~Tan cC:Ollomia(le ticmpo
v más exactitnd .
•
A medida que se ha hablado de las ùifcTCntefl secciolles de construcciÓn, han quedado anotados los Útiles y herramicntas qne les correspouden; sólo falta haccr !lotar qne, para el IllPjOl'resultado tinal, conviene
que desde el principio de los trabajos calla obrero ejecute :->ielllpreolmis·
mo, para conseguir qnc cada cual se ponga pronto prÍlctico en sn respectiva ocupación y la olJra (}uode bucna, tanto ell sns detalles como en su
conjunto; el encargado de sol(lar las cmpalmaùl1rns de los hilos, por ~jemplo, no hará otra cosa en toda la línea y bajo Sil responsalJilida(L cstarán
los útiles corrcspollllicntes.
Tanto al principiar COIllOal concluir las líncas, se procurará qne 108 hilos entren con faciliùad y seguridad á las oficinas I'l:specti val'1,para estahlecer
bien las conexiones y evitar qne los daíi('n.
Si la linea en construcción consta de vilrios ùilos, Ó han de construirse
ùos ó ::nÙS paralelas y cn }lostes independient.cR, naturalmente habrá necesidaù 'Ile aUllle!lt.ar, en proporciólI, el personal ele obrcros, COIllOtambiénloR
instrument.os.
No hay que olvidar que un re.glamellto es necl;sario }lara el buen orden;
éste lo dictará el Ingeniero encargado Ile los tmhajos; llarÚ á eadajcfe de
secció::l Ô cuadrilla, por lo menos, instrucciones p"euerales, 1:011I0 la hora de
principiar y ù~jar las tareas, los lugares cn que deben pel'lJoctar etc.
Cuando los trabajos se alejan de los poblados cOII,'iene que calla cuadrilla.
lleve un toldo y víveres suficientes, para evitar pérdidas de tiempo cn la
consecneión de estas elementos.
813. Ordenen la colocacl6n de los hilos conductores. COllveniente sería
para la solidez de las \incas que constan de varios alambres Ile diferentes
diámetros, colocar cnla ]laIte superior de los pOfites los de diámetro menor
y en lEtinferior los mûs gruesos, esto en atenci.Jn á que la acción de los
hilos diHpuestos así, sería la menor pOHible; pero casi nunca se observa
éste sistema porque los de mayor diámetro, cailla el'1natnral, se destinan
para las IIneas eléctricas que unen los lugares mfts distant.es, lo que motiva. que al colocar éstos se trate de dcjarlos lo mÚs exentos que sea posible
de los accidentes que causa.n las interrupciones.
Cou efecto, los bilos de
menor altura no solamente están expuestos á. sus propias interrupciones,
sino <;;ue ademá-s sufren contactos y cru7.amient{)s cuando caen los hil06
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lJ8
TELÉGRAll'OS
y '1'ELÉFONOS.
superiores cte.; además, empleando los de mcnorcs diámetros para los lugares más próximos, se consiguo con esta disposición, cuando el alambre
se daña, concretar el defecto, es decir, saber inmediatamente
entre qué
lugares está, 10 contrario exigiría hacer ciertas experiencias delicadas que
no están al alcance de todos y que implicarían demoras.
Por otra parte, 10 dieho facilita las funciones de los Inspectores etc.,
pues siguiendo la regla de colocar los hilos de mayor longitud encima.de
los de menor, hasta que el más corto ocupe el Jugar inferior, se hace más
fácil la. inspección de las líneas. Para el efecto de las dimensiones de los
postes, es prudente que el cOllstl'llctor considere todos los hilos COll un
diámetro igual al qne lo tenga ma~·or.
87. (:rQccros. Cuando las líneas constan de "arios hilos y los postes
son bien capaces, pueden colocarse los aisladores
á derecha é izquierda
de éstos y alternados como se ve en la figura 27, salvo en los sostenes situados en un ángulo de la línea, en cU,yo caso se coJocan todos del lado
opuesto á la dcs\"iadón (número 38); pucs en caso de que se destruya nD
aislador, al colocados así, puede ocurrir que el poste sostenga el hilo. La
distancia vertical de nn aislador á otro no 'lehe ser jamás inferior de 30
centímetros.
(Fig.27.)
(Fig. 28.)
Esta disposición de los aisladores tiene el inconveniente
de que raras
veces se pueden dejar los hilos suficientemente
espaciados, á no :ser que se
le den á los postes dimensiones que pueden llegar á ser exageradas;
fuera
de esto, el contacto entre Jos hilos es más frecuente;
para esto sólo basta
que un hilo pierda su t~nsión. En vista de estas dificultades
se emplean
travesaños de madera formando cruces con los postes (Fig. 28), Y asegurados con tornillos en cajas practicadas
en estos "j- reforzados cuando se
cree necesario, con tOl'llapuntas A y R. Si un aislador cae y se daña: el hilo
queda sostenido por el travesaño correspondiente
y la comunicación no se
interrumpe, porque también se tendrá cuidado de situar los aisladores de
modo que los hilos quedcn en distintos planos vcrticalcs.
Con todo, somos de opinión que una línea compuesta de más de seis
hilos, debe dividirse en dos, con postes independientes,
porque naturalmente así sc cOllsigucn mayores garantías'y
la directa colocación de los
aisladorcs sobre los postes, prescindiendo
de los travesaîíos.
Dentro de las
ciudades y sus contornos, viellc mejor el empJco de los crnceros, si es que no
prefieren usar, como se debe, los cables subterráneos
de que hicimos meución atrás (número 80).
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TELÉGRAFOS Y TELÉFO~Og.
59
88. f;onstrucción de las lineas por las vias férreas. La eonstrucción ùo
las línea,S eléctricas á lo largo;de los ferrocarriles 110presenta casi dificul·
tad algu.na, :,r por lo tanto es más sencilla que por las yías comunes. COll
efecto, los apoyos se colocan por los anùenes Ú bien prÓximos y paralelos
li, las ce:~cas, con el prOI)ósito de a\(~jarlos do los rieles de manera que la
distancia mínima entre el pJano vertical del conductor r el correspondiente
al riel que se tome como exterior, sea de un metro cincuenta eent.ímetros;
:f si para conseguir esto es preciso acercar los postes, así se hará según
üClure en eiertas curvas; precaución es (ísta que cvita nlUchos accidentes.
Una elevación de dos metros cs suficiente pam el ·'lilo inferior, salvo cuan,lo haya, necesidad de cortar Ja vía, porque enton<3es se elevarlí cn consonancia '30n la altura de los vehículos que la recorran, de manera, ]lues, quo
siempre, será más acertado 1Ie\>lr la línea ùe un mismo lado de la vía,
mientra.s que alguna circnnst.aneia importante no obligne {t eruzarla. Para
pasar los puentes, viaductos etc, se apl'OVechal'Ún los }Juntos de estas obras
que permitallla eom-enicllte coloeaeión de los ai~latlol"es, y si no los hl!·
biere, SBestablec"rlÍ.u posteK bien clispuestos, es llecir, bicn asegurados y
que no impidan el trÚt1.eo.
Eu los tÚneles la hnme<lall de los llluros por lo gencral es constant.e y
también l'educiùo el ('spado de que se dispone; boles circnnstaucias moti·
,an que 110puedan colocarse los hilos allí cn!:ts cou(liciones orllillurias ;
los hilos eomunes III uy prÓximos ele las parelles lJ nerIan immficientemente
aislados para, el paso de Ja (~orricnt~ eléctrica. La práctica ha hecho notar
que para éstos lugares debeu usarse hilos aislullos, el;;decir, cuhiertos
con unIt eapa de gntapercha, porcIne así se pueden as('~nrar COll~all(~hos
de fierro contra la bó,'eÜa. ó las parc(lcs ycrticalts;
y cornunicarlos Iuégo
con la J:espectiva líuca, exterior á sn eutralla y salilla, doude sc fijan invariablemente sobre buenos apoyos. ")\0 obstante la en bierta aisladora de los
hilos, el eonùuctor suele alterarse sí no se (~IIlp]NtIlsl'mcjuntc:,; á los de lai')
líneas /lllbterl'lÍneas, pero estos tienen el illCOllYc1:Íentede que si sufrell al·
gún daÎl(l interior, la reparación de!llOl'u' algÚn tielllpo por la dificultad de
determinar inmeùiatamente
el pun to clefectnmm; cn vista de todo esto,
siemprB será preferible pasar laH líneas por cllcÏlna de las p;aJerías Ó }lor
nna vía lateral, consultando la facilidad}lara que la rcgistren ~;jelllprc los
inspectores y guardas ellcargados ùe su cons('l'nlCión ;y 1'Cpanlción.
8!l. Instalación de las oficinas. Indicaremos aquí lo referente {L la ius·
talación de Jas oficinas, en cuanto {¡ su comodiùad para el despacho pÚblico.
En Unit oficina telegráfica es condición impor1an te que quede establecida
de manera que se conscn'e completa reserva, como debe ser, l'Œpecto de
los despachos que se traSllliten y reciben; así, ddlû inùepcndizarse la llieza
destinada al público de la destinada al operario respeeti,·o; la pl'impra se
arreglará tan decentemente como lo requiera la COlTcspo!l(liellte población
y con :las comodidades necesarias para que los pal'ticnlarcs pnellan escri·
bir SU~I telegramas, de moclo que llO han de faltar lllesa¡.;, asielltos, papeJ,
tinta, tarifa, reloj cte.
!lO. Precio de las lineas telegrâficas aéreas. EH e\"idente I} Il() el valor
de tod:", línea dc¡)ellde de las dificultades que pre:>ente Sil instalación, de la
natura,leza y nÚmero de los apoyos, de los aisladol'(:'s qne se elUan, de la
clase del cOllductor, de los aparatos qne se elllpI2en ell Jas oficinas y en
este país, sobre tollo, de los gastos de trasporte de los diferentes materiales; Dlotiyo es éste que no pCl'mite establecer lIILprecio fijo por legua de
línea, por ejemplo, pero Re pueden citar como hase los precios á que se han
contra,tado, dejándoles siempre utilidades ú. los ('on":;ratista~ : el ~6 de ,1ulio
de 1884 se contrató con el señor Demetrio Paredes la línea de Popa:"úll á
Ipialel~, con una ramificación de rrÚqncrres Ú. .Barha~oas, seg'Ún el pliego de
cargoal publicado en el nÚmero 6091 del Dia1'io Oficial, á raz6n (le $ 976 l~
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legua, en moneda de 0.835; la constmcciónde la línea de Socorro á Ocaña.
(Diario Oficial, número 8 20!l,del1;~ de Octubre de 1890)se paga al contratista, señor I.•eonul'(loUribe C., {~razón de $ 1000 la legua, en moneda.
corriente. Esde notarse que las líneas colomhianas, las más caras (le que
te.nemosnoticia, están en su generalidad m¡tlísimamente construidas, y que
la administraciÓn del mino le causa á laSaeiÚnllll déficit comode $ 590480
en cada.bienio.
VII
CONSEIlVACIO:V
y REPAn
..U:IONDE
I •.\S
LI:\'EAS
91. fa",sa de daño en 'Jas linfas. 'roda obra, por perfecta que sea
BU construción, requiere cierta atención ~'cuidado para que preste com-enientemcnte el servicio resl;ectivo, ('S deeir, se necesita atender á su COIlseryación :¡ reparación ...
Las líneas telégraficas'y telefónicas cO!lstruidas COllregularidad, no
s~ alteran con la frecuencia; que se cree, aun (mando mucbas veces el
menor incidentc cs 1ll0tÍ\'ode intcrrupción cléctrica ....
Si se exceptÚan los daños debidos á accidentes imprevistos, todos 108
demás podrían disminuirse notahlemente, á causa de quc tienen por principal motivo la mala construcción de las lmeas, inspección defectuosa, ó en
suma, una mala organización del ramo.
Diversos orígenes tienen los accillentes imprevistos, ya dependen
unos de fuertei dcrrumbes, otros, de grandes movimientos oscilatori08 de
los hilos, debidos á los huracanes, que en algunas ocasiones echan por tierra
. grandes extensiones de las líneas; también suelen dañarIas, en las partes
en que cruzan las montañas, los animales,' como el mOlloetc., los cuales
acostumbran suspenderse de los hilos, on tal cl1Iltidad,que los fracturan.
Los hielos deterioran igualmente las líneas Cil ]n~ ;r,onasdonde SOD muy
fuertes ...
Está, pues, visto que por diferentes lllotÍ\'os pue<len alterarse las
comunicaciones eléctricas; 'de manera· que (~S .indispensable que cierto
número de empleados ú obreros atiendan las líneas eoustantemente; estos
empleados, como los de los ferrocarriles etè., deben ser h:tbiles en el desempeño de sus funeioJles, activos y honrados ..
92. f.lasUicaci6n cielos daños. Si á los indicados y{t se ag-regan los
debidos {~descuidos y á la mala eonstruceÎón, podemos formularIos del
modo siguiente:
Daños en los postes; daños en los aisladores; daños en los hilos;
daños relativos á el aislaniient9, y daños mixtos.
93. Reparaci6n de los postes. Siempre que se Ilote que la madera de
un poste tiene daño que pueda continuar hasta producir su caída, se reemplazará inmediatamente por uno nuevo; si el que se va á reemplazar está
situado en una recta <leItrazo, el nueyo se colocará en el punto que se
crea más conveniente, pero en la dirección que marquen los dos adya{:entes; para que durante esta reparación no se intcrrumpa el curso de la
corriente eléctrica, se ba:jan los hilos conductores de los aisladores, y se
suspenden eu uno ó más apo.ros provh;ionales; cuando no es indispensable quo el segundo poste ocupe precisamente el lugar del primero, no hay
necesidad de apoyos auxiliares, porque 'los conductores se pueden pasar
fácilmente del poste deteriorado al l1uevo,sin qqo se interrumpa la corriente; dado caso qne tenga que ocupar exactamente el mismo puesto
.del primitivo, á causa de quedar situado en el vértice de un ángulo ó por
otra circunstancia, entonces hay necesidad de bajar el ~onductor hacia el
. lado que sea más fáciT~para sostcncrlo con un apoyo tllientras se efectúa
el reparo .
. Si el defecto es deíbido á desviación del poste ~'no está muy enterrado
y pisado al suelo, se vuede enderezar haciendo nso del mon~n, asegu·
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TELÉGltAI"US
y 'l'ELÉl<'ONOS.
O.L
raullo éste {t IlL extremidad superior del apoyo, y {t uu punto del suelo situado alIado 0llllcsto (leI desvío l]lle se quiere corregir, eu seguida se tira
la cuerda del nlOnlÓlI hasta l]ue el poste tome la posición l]ue sc desea;
si e1 poste estÚ wuy cnterrado, es prceiso aflqjarlo alites de hacer la operación indicada y (le81)11(;S,'o1\-el'lo Ú con!>olidllr hien. CnuJI(lo se tema l]uo
el poste ]lIlC(!:L \ol,er Ú inclinarse, pnelle adapt:'wsele nn th'ante, según
se 1;a, explica(lo (nÚmero 1ï).
En ocasione:.; no hav neee"i(lall Ile zafar el contludor
(le lOiSaislullores
l'ara, ln, operacióu de 'enderezar lOiSpOHte", y ~Jn·sta, simplemcnte
dl'jar el
alamhre en liucrtad Illien tras se (:jeente hL olwmciún, (lespnés do la cual
:';6 vud\"(~ á n~machal'. Cuando el poste Ú 101:;jlosteR han caÍllo por tierra,
ocurr(, ~cnel'allll('nte alpma fl'Hctul'a cn los cOllllnetol'CR; conviene entonces, alites de I',ipclltar la 1'1.'l\:lraeión cOI'ref\ponllicntl', l"{'l'tahleccr la cornulIic:l.cióll elé(:trica IlJlicudo )lor el l\lomento y como HlI'.iOI'I:;C }1\1clla, los
t~xtI'ertlos rcspe(:tin)s (lc los hilos eon un alaml:re de eollre aislado. Si no se
opera así, se prolollgatl {¡, YI'CCSIlclllasiauo las inÜ'I'l'llpCÎOlll'S Ó no 8C,trabaja Call la ealllla suficil'nte para dejar tollo:,; l:Ji; pu"tps hi('n instalaùos r
pre8enallos
Ill' la cansa Cjue los derribó .
• \dClIIÚS
tic lo illllieflclo para las rcparaciollt's, dd)('1l ohseITarsp,siempre fIuC tl'llgan aplicfl.ción, las rep:las generalp,;; de cOlIstrllceión, y rectifi·
cal' y f~ol'l'l'gir los Ikfectos <!lICel ticmpo haya J¡peho Jlotar en las líneas.
!l-!. R"paratión de los aislatlol'fs. COUl(' la parte lllÚS ('x¡mesta {t
alteran:.c en los aislado\'('s (l\~ enhil'rt:L Illctálil.a, es b :m:':.tancia interior,
por la at:llllll¡]aciÚn ('Il dia (1I~¡nHC('tos Ú otro:> CIH'l'pU'; I'xt\';\íïos, para la
(:on~I(>IT<H:ión
hastlL mwarIo:-; ; 1)('\'0 si la snst:uw.i¡¡, aisladora ha sufrido, en·
tOlll.:l'.~1'.'1 IIl'el',~ario l'N>mplazarlos; pal'a t'jC('.lllal' ('sto se zafa el conductor del aislador, l'\'itfl.llllu ID:':'RaclIdiluicllt.OS fUèrt.es y l'ostelli(;IHlolo amarrado all'oste ('on ulla cllenla, l;lIra lJue 110 caiga all'lll'lo (í haga dl'1I1asÏ<\()a fU('l'za 8011re lOR apoyos illll1l'diatus; ('ti.~dnad() t~sto, se quita el
aislado!' claîiado y se reemplaza COllel nue\"o, pl que S(~ colocará si~uieudo
las l'l'~las Cjue exija su forma, y ,'ariall()o Ile Ingar, l'Il ea~o llccesario, los
agujeros para los tornillos eon Pl fill dl' pod!'!'I!),:; apretar bien; (lesput>s S6
vncl\l~ {t paRar el ('OIHltwtor al :IÏsla(lo!' y Sl~dl'.ía (:OlllOl'staba alites. Si el
aislador se ha fral'tllJ'llllo ('OllJlIkt:I~H'llt(', pal'.1 1'(~(,JlIplazarll) se proceùo
de ignal manl'ra.
CualH)o Ull aj~lador se Ita tles\'Ïado Ill' l'ill posiciÓn COl'I'Pspo!1I1il'nte, cs
prec,j~o obsern¡.r la causa, para restableeerlo Cil su puesto de modo que no
se YLl(']\,a {t repetir esa di~loeaeión, Si el ai~latlor debe ir ('olocado en
espiga de madl'I'a y hay que reponerla, COllvipne bajar el cOlllluctor para
operar con facilidad y terminar la operacióu CC>1ll0
ell los otros casos.
Si los aisladores
(Ille; hay que 1'1'1'01\('1'süu IllllchoiS y pertenecen:í
postes !\ituados nnos Ú contillua('iÚlI (le otros, eOllvienc hacer cl cambio
tIc aislador po\' aislatlor, pues si se qnitau tollos sill1\11t;'¡ncamcnte, el conùuctor cae á tierra r ]luede fracturarse,
lo que hace la reparación
más
com:fllicada Y larga. Al recorrer las líncas Hloutaùas en aisladores quo
re¡;¡uiereu espigo<\.de madera, tIeùcn lle,urse es \s piezas listas para reclllplaz.n las tlaîí:lllas, y también cuidar de cntlerezar las qno se hayan desviado j' asegnrar las que cstt~n flojas.
, 9.3, Reparación~deJos,couductol'es.
Ell los hilos ó alambres ùe las
lmcas, el daño notahle que ocurre es que se fr,lctllren, ya por algunas de
las causas indicadas atrás, ya porque COllvarios años de uso los agentes
atm(lsfl~ricos los modifican IIlUY desfavorablemente,
hasta el pnnto do
11:lCer]osquebradizos S malos conùuctores de IL corriente eléctrica.
Para noir lin hilo que se haya fructurado, se principia por zafarlo de
los aisladores inmediatos al daño, se desenvuelve
el hilo do reserva del
tense.r !Dás pr6.ximo,luégo se aproximan las extronÜdadea del alambre, por
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medio de un montón, la cantidad suficiente para poder ejecutar en seguida la empalmadura., según uno de los modelos que se indicaron atrá.s (número 49), después se sube á los aisladores y se restablece la tensión conveniente en el tra.recto reparado.
Eu las líneas antiguas cada día s~mu1tiplican más las empalmaduras,
y esto ocasiona tan enorme resistencia á la corriente, que se hace casi
imposible la comunicación (número 51); indispensable es entonces reem))lazar los trozos ó trayectos de línea que adolezcan de ese defecto. También ocurre qne por mala tensión se fracture el hilo, de manera que se
tendrá siempre el cuidado de dejar ésta bien arreglada después de la
reparación.
Si se nota eu el alambre puntos débiles, es decir, que indiqueu ruptura próxima á causa de rozamient{)sÚ oxidación, convendrá cortarIo por
el dai10 y empalmarlo en seguida.
Si el conductor está simplemente zafado de los aisladores, antes de
suhirIo se corrige el defecto, que generalmente se halla en aqnéllos.
En las líneas <levarios hilos puede suceder que se enreden ó crucen
linos con otros, y para arreglados se Ilasa una cuerda entre los dos má~
inmediatos y se corre suavemente desde un poste hasta el otro poste, así
se haee COlllos demás; este accidente depende de mala. tensión de los
conductores, de manem que no hay que olvidar regularizarIa. Parece por
demás haecr presente que cnando se suprime un ángulo en la línoa, ó se
hace alguna variante que la acorte, es indispensable arreglar la tensión
del conductor valiéndose del tensor má..<; cercano; y si no lo hubiere, será
preciso cortar el Lilo -:'"empallllarlo convenientemente.
96. Reparadón para el aislamiento. Cuando en las oficinas de la línea
se nota ulla comunicación irregular, es decir, que se interrumpe ó altera,
causando est{)necesariamente la mala reproducción de los signos que se
trasmiten de una oficina á otra, semejante defecto proviene casi siempre
de e8cape,~,Ó sea que la corriente abandona al conductor para repartirso
en diferentes direcciones á causa del mal aislamiento. La determinación de
los puntos donde se verifican los escapes ó derivaciones en las líneas, es
punto muy importante y del que trata, con especialidad, la medición
eléctrica; por ahora basta indicar las precauciones necesarias para mejorar y conservar el aislamiento de las líneas eléctricas.
·Cuando los escapes 110 son fuertes enla línea, la comunicación se realiza pero con dificultad,~" proviene esto principalmcnte de que la corriente
se debilitá; inmediatamcnte que se obsen·e tal inconveniente, y á finde que
no tome incremcnto, el inspector recorrerá lo más pronto posible la línea,
pondrá it los guardas en actividad y les ordenar{\: 1.0 Solicitar el punto
preciso donùe se halle el defecto. 2.° Registrar todos los aisladores, para
limpiar y renovar los que sea preciso. 3.° Registrar el conductor, arreglar
y limpiar las empalmuduras que lo requieran; todo esto debe ejecutarse
de manera qne ll\(~gopueda recorrer con regularidad la corriente eléctrica
el conductor, sin temor de que ocurra cn él solución de continuidad alguna.
4.° Separar el hilo de las paredes, edificios etc., con los cuales pueda
rozar; cortar las ramas de los árboles que lo toquen, quitar los trapos,
cuerdas etc., que estén prendidos del alambre, en suma, dejar cada conductor eu completa libl'rtad ~"sin que toque ó se apoye en más puntos que
los aisladores.
Evidentemente que esta parte de las reparaciones es una de las que
requiere particular atcnción; un inspector idóneo .po descansa hasta no
tener conciencia de haberla ~jccutado bien, para que en caso de que la.
interrupción continúe, se sepa que no depende de la línea sino de los aparatos, lo que se puede confirmar también por los mét{)dosde comprobación de daños relativos á las mismas oficinas.
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07. Daños mixtos. LaR rppa.racio1ll's do que se ha tratado, cn ,arias
o(~asi.oncs sc hacen ~i¡¡l\llhíll('as, PS Ilecir, enawlo oonrre1l á la yez diferent.es daííoR ell la Hllca; el1tolll~('S (~oll\"iellC 1))'ocl~(ler cn el ortlen y método
ilHlic[lllos {lara cOllsPg'llir alg'ulla I'(~ollomía Ile riempo. Hien sc comprende
(lue qllcllan anot:Hlos los ('a80R nlÚs eO!lIUll(,·;;y c¡ue ('II vista Ile esto las
l'c~hIS 0st:Lbl('cillas SOil 1<1:;g'('ll\'l'al\~s; t'Il caso,., l'arti(,l1lal'l's, el bllCll SClltillo (Il'! reparador
rl'l'OIloce el método qlle ll(~bl' ¡.;eguil'sc; la 1H'{LCtica,
lInilla:i UB l'studio tl':¡l'i(~()cOI\\'l'llil'IlÜ', cs la c¡ue pr()dt:(~(· ('II lo gClleralloo;
inspee1ol'CR (lB IIU'j(lJ'l';' :Iptitlllh's.
OS. Observac!üllcs.
~.¡() IIdw
ol\'i(I:\I's(~ qll(~ Cil t.oda reparaciÓn son
plllltos csell\:iales: ]." Olt lnwlI:L (j('cllei(.lI; :>'.0 Emplear el mCllor tiempo
posibll'; .r :\.0 Procllrar, si la cOl\llIlJicaciÓu no se ha illtl'lTumpido, que no
se intel'l'llll1pa.
Los in8p('(·t{¡J'l'S ,\' g'u'll'das (hl las ¡¡t\l'as 110sol:LlIl\'ute ticllell ]a oblig':lciÓn de reparar bieu to(los los ,lafio:,;, silla t:::ulbièll ellleber de prc\'enir
las illtelTl!pciollcs
IIHllltl'lIie¡l\lo sus secciollüs respectivas, en el lIl~ior
estado posible de solillez .Y aislamiento;
respoll8ables
deberían ser tIe las
pérdidas Ile t.iempo o:~asiow\(las por largas interrupciolles,
sohre tollo, de
las l)]'o\'('nientes dt' ,l(";(~ni<lo l'II ('I ('stricto cUJl1plimil'lIto de HUS obligaciones.
'il!l. Utile" dí~ r('¡~ar;;ciÓn. t'ada inspeetor dehe tCIll'l' en SI!sección rl'SpecLv:L el llíUI1PI'Ode guanl:1i'i snticientes y Cil anl10llía COlila longituù de la.
línca, c¡ue le correspoll\le vig-ilar: t:~l1lbiéll tcndr:í, COllw·nicntemcute situados, Útiles y herral:li(mtas pam las reparaeiollcs, y los guardas recibir{m
los necesarios pnra (h'semIH~iÜtl· bicII sus fUl!ei01ws. Las herramielltas
y los
Ílt.iles Ile C¡lIese trata SOli,ell ge·neral, los mismos que se elllplean Cilla construceión de lai:{líneas, ~- aUll cnando y{t sc han anot:ulo algunos, mencionaremos llIIevuJIlcnte los principales, Clue 80n los siguientcs:
barras, gar·
lanc:las, IJicos, hachas, maehctes, serrnchos,
berbiquies con sns brocas,
destornilladores,
tomillos para 108 aislaùorl's que se uscn, un montón, una
euerda. fuerte Ile diez Inetro!'; ele longitucl, el aparato de soldar con sus
Miles: alicates, entl'nallas, corta f¡'Íos, alam lwe de eobre aislado, alambre
de In, misma clasc (leI (le la línea, ealTctilla, polaillas, cinturones,
galvanómetTo etc.
Siempre qne el imqwdor salga Ú recorrer la. línea, es eOllvenicnto que
vaya acompañado por lo menos de UIl gnaf\la qne llevc los útiles de uso
más comÚn, cn 8n eorrcsl'OIHlicnte maleta, pllCS es el Í1I1ieomoùo do poner
á los gnardas al corricnte ¡lc lo (1110hay qlle hacer y (lc no perder la oportunidaù de hacer hien en el trÚnsito las rcpwaciones
c¡ue sea posiùle.
Si antes de salir al campo se tienc notici[!, de que hay c¡ue <'jocutar
una rcparación la.ùoriosa .Y en ln¡:;ar despoblado, se llevarán, ua solamente
los útiles ordinarios,
sino tal1lùil~n \lna tol(la para ]Jrl'lHwtal' los días que
fueron necesarios.
100. Uoeas colombianas y sn cooservaciÓII.-Üesde
ell.° de ~O,iClllbro <le 1St):> funcionan ell este país los telégrafos nacionales; los Gobiernos
que 1>1' han sucedido hall trabajallo por extc!l(krlos, ya con el propósito de
llenar en parte ci vacio que se siente referellte {t Ia falta de frecuent~s eomlllricaciones llostal\'s, que pong-an en deùido cOlltacto las .poùlacior¡es
diseminadas en tan vasto territorio .Y de tan excepcionales
condiciones
topo:~r;Íficas, ya por las velltr~jas polítieas y comerciales que de éstos se
desprendcn, pues sou factores indispensables
ùe buen gobierno y progreso.
:r...a red telegráfica miùe 8050 kilómetros de líneas servidas por 229 oficina~l, 11istribnidas eu los nuc'"o Departamcllto~" así:
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~fK~~~~:~~.~\::~:·.:r::::.:::.::~:::::::·
~~,~,~.:.~
~~~:.:.~;.~~.~.~~
~:.~::~~.:~.~
~~~.:~~
~~~~~..if
:ê~~~~:::
:: :..::.;:.::::::::
;'::'::.
:.~:.::.::.::.::.::.:::
:.::.:::
:::.:::
:;::.:.::
:::::"19~~
Boliv ••.
r
\;
Magdal ••na ............•....................................................
'Panamá (no tiene aún o:tiéina•• nacionales)
Oo
••••
;
•••••••••••••••••••
Oo
••••••
8
.
229 .
. Últimamente ha. adoptado el Gobier,no ·el sistema de contratoS; para
COllselvar la~ líneas eléctricas y tiene .gen~raJmente materialesdistrl~uiJ
. d'os convenientemente,
como alambre, aisladores etc. para suministrar á
los' contratistas;
se asegura que por este medio ~l servi.cio·del ramomejÉft'a
y que se obtieÚen economías de consideración.
En la actualidad hay 26
côntratistas¡
entre los cuales está repartido el servicio respectivo, 'd~
modo siguiente:
.
,
...
Lon,ltud de la Unell
.._~: __~a~ ~~~
__ .
Nomùres de los contratistas
Kilómetro,¡
__
._
Metros.
1 Ignacio ;;\,lniloz C
2065 I
2 }font:ih'o y Rerrán
101:3.
:~ Benito Falcón. '
682
4 Gonzalo Hamos Ruiz
417
5 J,eouardo Uri he C
405
6 Francisco ,J. Fernámlez
- . 390
7 V. Vieira y F. Mejia
" ..
396
8 R~berto Santanllir!a
206
9 Antonio Garrido .... - - .. _
240
lO .Juan Clímaco Villegas
- ... ' 256
11 Edllardo;\lejía .. ······_··.··_~··.Il
200
12 Alejandro Otaola
"
_. ·265
1;3 José ]\Iaría .Arias
155
14 Carlos García V
175
15 J,uis l\Ienùoza R
170
16 1'eófilo G61nez fT
~
227
17 Arístides Vargas
197
18 Francisco ])ia,go :108:
19 Arturo :Mutis
10.~ I
20 .José A. Villegas .. 85 I
21 Manuell\Iárqllez
50
22 Carlos 1\1. Morales
75
23 Aristides Vargas T
_
70
24 Bnrique Ferro
__.1
30
25 Fernando Torres
_I
35
26 .Jcsús L. Caro
__
i 35
"o"
Totales
-
I
I
••
·is
050
II
005\
500
500:
500,
c••••·
Suma menlu"l
que recibe . de t-emehaci6A,'
p•• ,.Î<I¡6~.~
$
i •
250
4385
1865
1155
776
720
650
625
520
475
450
400
395
326
250
280
275
275
500
500
905
24.0
:
I
225
200
200
130
1;~0 I
120 j
60 .
50
50
---~.
$ 1.12
1.84
1.70
1.86
1.77
1.66
1.õ7
2.60
1.97
1.75
2._
1.50
2.10
1.60
1.60
1.20
1.21
2.06
1.90
2.35
2.60
1.73
1.71
')
oJ
••
1.42
1.42
1()õO/ $ 14 977 I
El señor Ignacio Muñoz C. es el contratista. que tiene mayor longitud de línea ã su
cargo-2 065 kil6metros-desde
Bogotá hasta la frontera del Ecuador y quien conserva á
menor precio ;'1 kilómetro, $ 1,12. La linea de menor longitud-30
kilómetros-la
inspec.
ciona el señor Enrique Ferro y queda comprendida de San Juan de Rioseco á Cambao; eB
de las mejor pilgddas, $ 2 por kilómetro. Las líneas cuya conservación cuesta más caro,
$ 2.60 elkilómet¡·o, son: la de Bogotá á Honda, con algunas porciones próximas á Ja principal, r. cargo del señor Roberto Santamaria;
y la de Bogotá li Gachancipáy Snesca, $ 2,60
el kilómetro. manejada por el séñor Manuel Márquez.
• No hallaimos este dato en lOBdocumentos. oficiales que consultá~oB;
l." èant¡lacl
pu •• ia representa el ¡!lito total, compu~do
el kU6metro , • 1.86, preel~ mediO •.
Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
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