El joven Samuel El joven Samuel

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El joven Samuel
El joven Samuel
S
S
amuel era un joven que habitaba en la casa de Dios junto con
el Sumo Sacerdote Elí. Una noche mientras dormía escuchó
una voz que le llamaba diciendo: ¡Samuel, Samuel! Y él salió
corriendo a donde estaba Elí y le dijo ¡Heme aquí! para ver
qué se le ofrecía.
amuel era un joven que habitaba en la casa de Dios junto con
el Sumo Sacerdote Elí. Una noche mientras dormía escuchó
una voz que le llamaba diciendo: ¡Samuel, Samuel! Y él salió
corriendo a donde estaba Elí y le dijo ¡Heme aquí! para ver
qué se le ofrecía.
Elí le dijo que él no le había llamado y así por 3 veces fue a donde Elí
para responder a su llamado, hasta que pudo entender que no era Elí
quien le llamaba sino Dios. Samuel, escuchó la voz de Dios y
respondió: “Habla, porque tu siervo oye” 1 Samuel 3:10.
Elí le dijo que él no le había llamado y así por 3 veces fue a donde Elí
para responder a su llamado, hasta que pudo entender que no era Elí
quien le llamaba sino Dios. Samuel, escuchó la voz de Dios y
respondió: “Habla, porque tu siervo oye” 1 Samuel 3:10.
El Señor Jesucristo quien murió en la cruz del
Calvario, se encuentra llamando a la puerta de
tu corazón todos los días y a toda hora.
El Señor Jesucristo quien murió en la cruz del
Calvario, se encuentra llamando a la puerta de
tu corazón todos los días y a toda hora.
Muchas personas confunden su voz y se
acercan a otros, o simplemente no quieren oír
la voz de Jesús. Viven equivocados.
Muchas personas confunden su voz y se
acercan a otros, o simplemente no quieren oír
la voz de Jesús. Viven equivocados.
Píntame
Píntame
Es necesario que te des cuenta, así como el joven
Samuel, que el que está llamando a la puerta de tu corazón
es el
mismo Jesucristo que desea regalarte el perdón de los pecados y la
vida eterna. Apocalipsis 3:20 dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con
él y él conmigo”. No le dejes ir, sin tu puerta abrir.
Es necesario que te des cuenta, así como el joven
Samuel, que el que está llamando a la puerta de tu corazón
es el
mismo Jesucristo que desea regalarte el perdón de los pecados y la
vida eterna. Apocalipsis 3:20 dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con
él y él conmigo”. No le dejes ir, sin tu puerta abrir.
DT
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El joven Samuel
Dibujo
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis
vuestros corazones,
Hebreos 3:7-8
Pinta el dibujo
Escribe la dirección aquí
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Dibujo
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Escribe la dirección aquí
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis
vuestros corazones,
Hebreos 3:7-8
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