T-10309 (03-03-04) contra decisión judicial

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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN LABORAL
Magistrado Ponente: GUSTAVO JOSÉ GNECCO MENDOZA
Radicación No. 10309
Acta No. 14
Bogotá, D.C., tres (3) de marzo de dos mil cuatro (2004)
Resuelve la Corte la impugnación interpuesta por
INVERSIONES ZAMORANO & CÍA. S. EN C. EN LIQUIDACIÓN
contra el fallo proferido por la Sala de Casación Civil de la Corte
Suprema de Justicia, de fecha 6 de febrero de 2004, que denegó la tutela
impetrada contra la SALA CIVIL del TRIBUNAL SUPERIOR DEL
DISTRITO JUDICIAL DE CALI y el JUZGADO SEXTO CIVIL
DEL CIRCUITO DE CALI.
I. ANTECEDENTES
La sociedad INVERSIONES ZAMORANO & CÍA S.
EN C. EN LIQUIDACIÓN, mediante apoderado, instauró la acción de
tutela por considerar que con los autos interlocutorios números 1431 del
8 de julio de 2002 y 0341 del 18 de febrero de 2003, y la providencia del
30 de mayo de 2003, proferidas dentro del concordato preventivo
potestativo promovido por la deudora FANNY PLAZA GIRÓN, los
funcionarios judiciales accionados le han conculcado los derechos
fundamentales al debido proceso y de defensa.
En sustento de sus pretensiones adujo como hechos,
entre otros, que ante el Juzgado Sexto Civil del Circuito de Cali se está
adelantando el proceso concursal de la deudora, señora FANNY PLAZA
GIRÓN; que mediante auto interlocutorio No. 1431 del 8 de julio de
2002 el Juzgado, pese a existir algunas causales para inadmitir el trámite
concursal, decidió admitirlo en concordato; que mediante escrito
radicado el 8 de agosto de 2002 interpuso recurso de reposición y
subsidiario de apelación contra dicha providencia; que la reposición fue
resuelta mediante auto interlocutorio No. 0341 del 18 de febrero de 2003;
que posteriormente, mediante providencia del 30 de mayo de 2003, con
salvamento de voto de la Magistrada Amanda Lorza Vélez, la Sala Civil
Tutela Rad. No. 10309
de Decisión del Tribunal Superior de Cali, con ponencia del Magistrado
Luis Fernando Gutiérrez Arias, confirmó la decisión; que no podía
admitirse el concordato: “a.) PORQUE LA DEUDORA FANNY PLAZA
GIRON, MEDIANTE EL ESCRITO DE SOLICITUD DEL TRÁMITE
CONCURSAL Y SUS ANEXOS, OMITIO FRAUDULENTAMENTE, EN FORMA
CONSCIENTE, DELIBERADA Y DOLOSA, CUMPLIR CON LOS REQUISITOS
FORMALES ESTABLECIDOS EN EL NUM. 3º DEL ART. 97 DE LA LEY
222/95, CONSULTA QUE RESULTA VIOLATORIA DE LOS TIPOS PENALES
CONSAGRADOS EN LOS ARTICULOS 289 Y 453 DEL CODIGO PENAL.”
(folio 5) y “b.- PORQUE LA FORMULA DE ARREGLO PROPUESTA POR LA
DEUDORA FANNY PLAZA GIRON, ES FRAUDULENTA, YA QUE NO ES VIABLE
ECONÓMICA NI FINANCIERAMENTE, Y SLO (sic) HA SIDO PROPUESTA,
CONSCIENTE Y DOLOSAMENTE, PARA BURALARSE (sic) DE LOS INTERSES
(sic) DE SUS ACREEDORES, UTILIZANDO PARA ELLO EL APARTAO (sic)
JUDICIAL, CONDUCTA QUE TAMBIEN RESULTA VIOLATORIA DE LOS TIPOS
PENALES CONSAGRADOS EN LOS ARTICULO (sic) 289 Y 453 DEL CODIGO
PENAL.” (folio 6).
Pretende con esta acción, que se amparen los derechos
fundamentales invocados y, en consecuencia, que se conceda la tutela
deprecada y se dejen sin efectos las decisiones judiciales contenidas en
los autos interlocutorios No. 1431 del 8 de julio de 2002 y 0341 del 18 de
febrero de 2003, del Juzgado Sexto Civil del Circuito de Cali, y en el
auto del 30 de mayo de 2003, de la Sala Civil de Decisión del Tribunal
Superior de Cali, integrada por los Magistrados Luis Fernando Gutiérrez
Arias y Jorge Jaramillo Villarreal, con salvamento de voto de la
Magistrada Amanda Lorza Vélez.
Los Magistrados accionados solicitaron a la Corte
declarar improcedente la acción propuesta, con fundamento en que la
decisión cuestionada “es ponderada, juiciosa, debidamente sustentada en
la normatividad vigente, que no permite subjetivamente del operador
judicial para el inicio de la acción concursal, en los aspectos dolidos por
el tutelante, avisado seguramente en el salvamento de voto, sin mirar que
es en el ejercicio concursal donde deudor y acreedores pueden llegar o
no a acuerdo alguno, sin que se constituya camisa de fuerza la admisión
del concordato por el juez, ni la fórmula inicialmente presentada por la
deudora en este caso...” (folios 141 y 142).
El Juzgado accionado remitió
actuaciones surtidas en el referido proceso concursal.
copias
de
las
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La Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de
Justicia, en fallo del 6 de febrero de 2004, denegó el amparo deprecado
tomando en cuenta que no se observa desatino alguno de los juzgadores
de instancia, y que mediante el mecanismo de la tutela no es viable
revisar nuevamente el conflicto jurídico definido por la jurisdicción, dado
que “Los Jueces en su tarea de administrar justicia gozan de una
discreta autonomía en la interpretación de la ley y en la valoración de
la prueba...” (folios 203 y 204).
Insatisfecha con la decisión la sociedad
INVERSIONES ZAMORANO & CÍA S. EN C. EN LIQUIDACIÓN la
impugnó reiterando los fundamentos de hecho y de derecho que adujo en
el escrito de tutela.
II. CONSIDERACIONES
Esta Sala de la Corte ha explicado que por razón de
los principios constitucionales de cosa juzgada, separación de
jurisdicciones y autonomía judicial, en ejercicio de su función
constitucional carece el juez de tutela de facultades para interferir
asuntos que son de exclusiva competencia de otros funcionarios
judiciales y para modificar las providencias por ellos dictadas, pues no le
es posible invadir el ámbito que la propia Constitución Política ha fijado
a jurisdicciones como la ordinaria y la de lo contencioso administrativo
ni decidir puntos de derecho cuyo conocimiento les ha sido a ellas
reservado; por manera que, independientemente de su jerarquía, el juez
que decide una acción de amparo no está legalmente habilitado para
revisar un proceso ya resuelto por la autoridad judicial competente.
Por tal motivo, en la sentencia del 12 de diciembre de
1996, precisó la Sala que:
“... al juez de tutela le está vedado injerirse en
actuaciones de competencia de otro juez, dado que las decisiones de uno
y otro son independientes y autónomas, conforme a lo previsto por los
artículos 228 y 230 de la Constitución Nacional, los que instituyeron
independencia y autonomía para los jueces al proferir sus decisiones
judiciales.”
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Tutela Rad. No. 10309
En consecuencia, no le corresponde a esta
Corporación en sede de tutela modificar la providencia de la SALA
CIVIL del TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE
CALI, de fecha 30 de mayo de 2003, ni los autos interlocutorios del
JUZGADO SEXTO CIVIL DEL CIRCUITO DE CALI, números 1431
del 8 de julio de 2003 y 0341 del 18 de febrero de 2003, proferidos
dentro del concordato preventivo potestativo promovido por FANNY
PLAZA GIRÓN, pues, como lo ha explicado la Sala de manera
uniforme, el excepcional mecanismo de la tutela no puede ser utilizado
para dejar sin efectos sentencias o providencias judiciales, como las
citadas, que la sociedad accionante considera le vulneraron los derechos
fundamentales invocados.
Lo anterior, en acatamiento de lo dispuesto por el
artículo 243 de la Constitución Política y para respetar los efectos de cosa
juzgada de la sentencia C-543 del 1º de octubre de 1992, mediante la cual
la Corte Constitucional, en ejercicio del control de constitucionalidad,
declaró inexequibles los artículos 11, 12 y 40 del Decreto 2591 de 1991.
En casos como el presente, la Sala se ha pronunciado
de la siguiente manera:
“…el inexorable efecto de cosa juzgada de la sentencia
de 1° de octubre de 1992 tiene el efecto obligatorio, erga omnes, de
hacer inaplicables las normas que autorizaban el ejercicio de la acción
de tutela contra sentencias y providencias judiciales, estándole vedado a
cualquier autoridad “reproducir el contenido material del acto jurídico
declarado inexequible por razones de fondo”, mientras subsistan en la
Constitución Política las disposiciones que sirvieron para hacer la
confrontación entre la norma ordinaria y la “norma de normas.”
“Una decisión jurisdiccional adoptada como
culminación de un proceso será siempre una sentencia judicial y nunca
podrá configurar una “vía de hecho”. Ello será así aun en aquellos casos
en que pudiera pensarse que el fallo resulta equivocado, pues de la
probabilidad del error no está exenta ninguna decisión humana…”
Sentencia del 2 de marzo de 1998, radicado 3103).
Y en la sentencia del 11 de abril de 2002, radicación
7542, consideró:
“El artículo 1º de la Carta consagra como principios
fundamentales del Estado Social de Derecho los del respeto a la
dignidad humana y la prevalencia del interés general. El primero de
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Tutela Rad. No. 10309
ellos implica la posibilidad de obtener definiciones en materia de justicia
sin la presencia perturbadora de renovadas instancias que hagan
inciertos los derechos deducidos en juicio. Al segundo se opone la
inestabilidad provocada en el seno de la colectividad por el
desconocimiento de la seguridad jurídica.
“La efectividad de los derechos consagrados en la
Constitución tiene su mejor prenda en la culminación de las
controversias sobre la base de una verdad discernida previa la garantía
de los derechos procesales. Por el contrario, resulta vulnerada cuando
esa verdad, varias veces debatida, no se establece con certidumbre.”
Las anteriores breves reflexiones tornan improcedente
el amparo constitucional y obligan a confirmar el fallo impugnado.
En mérito de lo expuesto la Corte Suprema de Justicia,
Sala de Casación Laboral,
RESUELVE:
1. Confirmar el fallo impugnado.
2. Enterar de esta decisión a los interesados en la forma prevista en el
artículo 30 del Decreto 2591 de 1991.
3. Remitir el expediente a la Corte Constitucional para la eventual
revisión del fallo pronunciado.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
GUSTAVO JOSÉ GNECCO MENDOZA
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CARLOS ISAAC NADER
EDUARDO LÓPEZ VILLEGAS
LUIS JAVIER OSORIO LÓPEZ
LUIS GONZALO TORO CORREA
ISAURA VARGAS DÍAZ
FERNANDO VÁSQUEZ BOTERO
MARÍA ISMENIA GARCÍA MENDOZA
Secretaria
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