“Estrategias e instrumentos para organizar la Participación Ciudadana en la Administración local”. Federación Andaluza de Municipios y Provincias. FAMP. Jerez de la Frontera. Septiembre – Octubre 2011. "La revolución ciudadana la harán los ciudadanos o no se hará, y creo que es tiempo de que todos los ciudadanos nos demos cuenta de que los problemas que existen, los problemas públicos, son nuestros problemas, y que nosotros somos los protagonistas." Adela Cortina. 1. PARTICIPACIÓN, DEFINICIÓN E IMPORTANCIA. SOBRE LA PARTICIPACIÓN1. Normalmente, cuando utilizamos la palabra “participación”, lo hacemos para referirnos a la asistencia a un acto público, a la utilización de los servicios de una entidad, es decir somos clientes/as, sujetos pasivos, receptoras de servicios. Sin embargo “participar”, no es sólo esto; es un verbo activo que implica; “tomar parte”, “intervenir”, "comprometernos" ser protagonistas de lo que ocurre a nuestro alrededor. Hablamos por tanto de participación cuando no nos limitamos a ser meros espectadores o destinatarias de lo que ocurre a nuestro alrededor, sino que actuamos, hacemos cosas para transformarlo, para cambiar, para mejorar una situación concreta. Una de las formas más importantes que disponemos para intervenir, participar en la vida de la comunidad social es mediante las asociaciones, los colectivos de nuestra localidad, de nuestro barrio, deben ser espacios en los que seamos protagonistas y corresponsables con cada una de las injusticias que se viven en nuestra sociedad y por tanto estas asociaciones deben favorecer y fortalecer este deseo por hacer cosas, por transformar la realidad desde nuestro ámbito más cercano. 1 Cuaderno Práctico Nº. Los Equipos. Cómo trabajar en común sin tirarnos los trastos. Cristina Bustos y Antonio Moreno. Centro de Recursos para Asociaciones de Cádiz y la Bahía (CRAC). 2000. 2ª Edición actualizada 2010. 1 No es suficiente figurar en la lista de socios y socias o ser un miembro de la Junta Directiva; se deben dar una serie de componentes para que podamos hablar de participación. Sensibilidad: Para participar lo primero que debemos sentir es deseo por hacer algo, por intervenir, a esto es a lo que llamamos motivación. Esta motivación puede venir provocada desde nuestro interior o desde el exterior, familia, amigos o por qué no, desde alguna asociación que nos haya hecho conocer una situación concreta. Algo no nos gusta, nos parece injusto, pensamos que debería hacerse de otra forma y queremos que lo sea. Consciencia y comprensión: Cuando conocemos más a fondo esa situación que ha despertado nuestra sensibilidad, nos formamos nuestro propio criterio, nuestra propia opinión que será la razón por la que continuaremos luchando. Las asociaciones o grupos aparecen como un espacio para participar, un lugar desde el que compartir el deseo por hacer algo con otras personas, hacerlo conjuntamente. Toma de decisiones: Este es el momento en el que tendremos que decidir entre todos qué es lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer. Es importante que compartamos este momento, que aportemos nuestras opiniones ya que será la suma de nuestros conocimientos los que nos hagan ver y entender la situación mucho mejor, en su totalidad y por tanto entre todos también seremos capaces de construir una solución mucho más adecuada, una solución global a la realidad a la que queremos hacer frente. Comprometerse y responsabilizarse: Una vez que sabemos donde nos estamos metiendo, debemos ser sinceras y posicionarnos, expresar nuestra opinión y ser responsable con la decisión que hayamos adoptado. Sabemos el esfuerzo que va a suponer y decidimos si nos implicamos, si participamos o no en la acción. Organizarse: Este es el momento de retocar todos y cada uno de los espacios que hagan falta para desarrollar adecuadamente nuestra labor. Muchas buenas intenciones, han fracasado por una mala organización y reparto del trabajo, por tanto es algo que deberemos construir, mantener y modificar cuando sea necesario entre todos y todas. Esforzarse y sudar: Es absurdo que neguemos el hecho de que esto de lo que estamos hablando cuesta mucho trabajo. Todo cambio social, viene precedido de un gran esfuerzo colectivo que otras han asumido en su momento. Ahora nos toca a nosotras trabajar. Cooperar: Relacionarnos con otras y entre nosotras en una doble dirección "dar y recibir". No podemos abusar de ninguno de los dos extremos porque nos estaríamos convirtiendo en receptores de servicios o suministradores de lo mismo. Disfrutar de autonomía: Es importante que nos guste lo que estamos haciendo, que nos creamos lo que hacemos y lo que decimos. Nuestro trabajo debe hacernos crecer y enriquecernos personal y colectivamente. Así mismo nuestra asociación debe ser un espacio en el que se pueda desarrollar la creatividad, la iniciativa, no 2 podemos estar sujetos a normas estrictas que dificulten o compliquen nuestro trabajo. Debemos eliminar la burocracia interna, tenemos que facilitarnos el trabajo. Interiorizar y valorar: Reinterpretar lo que hemos hecho, valorar nuestra acción para mantener aquellos aspectos que han mejorado o mejorar aquellos aspectos sobre los que aún no hemos llegado. ALGUNAS CONFUSIONES MÁS HABITUALES DE LA PARTICIPACIÓN: Participar no es querer decidir sin trabajar, si no que todos/as debemos mancharnos las manos para trabajar. Participar no es hablar sin escuchar, si no dar y recibir, respetar ritmos y tiempos personales, dejar y hacer que todas intervengan. Participar no es criticar por sistema, si no hacerlo sólo de manera constructiva en el momento y lugar apropiado. Participar no es picotear, si no empezar y terminar las cosas, tener constancia. Participar no es sólo depositar un voto y pagar los impuestos o cuotas, si no intervenir activamente en o sobre aquello que consideramos una injusticia. La Participación Social no es cuestión de “todo o nada”, de blanco o negro, sino que por el contrario son muchos los niveles posibles, que dependen tanto de las oportunidades existentes como de las condiciones y capacidades de los sujetos concretos. Enunciamos aquí una posible “escala” en la que hemos sistematizado los diferentes posibles niveles de la participación social que identifican distintas personas: Información La ciudadanía puede acceder a la información y tiene derecho a preguntar sobre todos los datos relevantes de la gestión de la “res publica”, del interés colectivo. Opinión La ciudadanía puede crear y expresar su opinión sobre todos los temas relevantes del interés colectivo. 3 Consulta La ciudadanía puede ser consultada, y su opinión ser tenida en cuenta, en todas aquellas decisiones administrativas que le impliquen o afecten. Reclamación La ciudadanía puede reclamar en relación a todas aquellas decisiones administrativas que le impliquen o afecten, y tiene derecho a recibir explicación –y reparación en su caso- sobre ellas. Propuesta La ciudadanía puede hacer propuestas sobre todas aquellas decisiones administrativas que le impliquen o afecten, y éstas ser consideradas por los poderes públicos. Codecisión La ciudadanía puede intervenir en la toma de decisiones sobre aquellas cuestiones administrativas de interés colectivo, que le impliquen y afecten. Cogestión La ciudadanía puede intervenir en la gestión y ejecución de decisiones administrativas de interés colectivo que le impliquen o afecten. Autogestión La ciudadanía puede gestionar por si misma iniciativas de interés colectivo que le impliquen o afecten. Esta lista refleja niveles crecientes –y acumulativos- en cuanto a las posibilidades de participación de un/a ciudadano/a en la vida de la comunidad social de la que forma parte. Los escalones más altos implican, necesariamente, los anteriores. 4 2. CONDICIONES DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL Y DE LA DEMOCRACIA. Según Tomás Alberich, en el “Diccionario Crítico de las Ciencias Sociales”, la participación ciudadana es un buen indicador de la "temperatura democrática" de una determinada sociedad, que también puede medirse por los siguientes factores cuantitativos y cualitativos: 1) Mayor o menor descentralización política-administrativa, control sobre los poderes político-administrativos, separación de poderes. 2) Elecciones: nivel de abstención, diversidad y votación de partidos con presencia legislativa, proporcionalidad votos/representante. 3) Libertad de prensa: nivel de monopolio y oligopolios en los medios. 4) Democracia directa: referéndum, plebiscito, iniciativa. 5) Asociacionismo: porcentaje de la población afiliada a asociaciones; número de asociaciones a que pertenece un individuo (multiafiliación); número, diversidad y pluralidad de las asociaciones; tipo y actividades de las asociaciones predominantes. 6) Niveles de participación: que va desde la simple información hasta la gestión compartida o el trabajo en común, pasando por la consulta y el debate. Esos posibles niveles de participación dependen de un conjunto de condiciones: Cauces y Recursos para la Participación Social. Para que la ciudadanía participe es imprescindible que pueda hacerlo, que existan espacios, cauces y mecanismos, que existan medios y recursos para ello. A menudo se apuesta, desde las distintas administraciones públicas, por la elaboración de reglamentos, la creación de consejos, la promulgación de leyes o decretos que facilitan la participación. Pero no es suficiente. Motivación Participativa. Para que la ciudadanía participe es imprescindible que quiera participar, que conozca y sienta como suyos los motivos, las razones para hacerlo. Y eso significa motivación, información, sensibilización, convicción, confianza... Las administraciones públicas que apuesten por la participación social, deberán revisar sus discursos, sus actitudes y sus prácticas, estar dispuestas a abrirse y democratizarse. La democracia participativa es incompatible con instituciones autoritarias. 5 Formación Participativa, Educación para la Participación Social. Si hubiera cauces y espacios y hubiera motivación para la participación, todavía no basta. Para que la ciudadanía participe es imprescindible que sepa hacerlo, que sepa cómo utilizar adecuadamente esos espacios y cauces, que sepa informarse, opinar y dialogar, negociar y consensuar, que sepa decidir con otras personas. Y eso significa formación, o mejor dicho, significa educación para la participación. La ciudadanía, incluyendo en primer lugar a las personas con responsabilidad política, necesita aprender a participar, a cooperar, a pensar, decir y hacer conjuntamente, a trabajar en equipo. La Participación Social no se improvisa ni se puede imponer por Ley, no existen recetas rápidas ni soluciones mágicas, exige convicción democrática, coherencia ética, paciencia y constancia, tiempo, procesos, métodos... de otra forma, cualquier fórmula de participación ciudadana acabará siendo una moda pasajera, vacía de contenido. FORMAS DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA La primera diferenciación, respecto a las formas de Participación Ciudadana que conocemos, ha de hacerse entre: Participación Individual, la que ejerce cada ciudadano/a a título personal. 1. Participación Colectiva, la que ejerce a través de todo tipo de organizaciones, asociaciones y colectivos sociales que articulan la iniciativa y representan los intereses de un amplio conjunto de personas. 2. Ambas formas de participación deben ser potenciadas y favorecidas, no existe la una sin la otra, las dos son imprescindibles. Por otro lado, tenemos -en la Democracia Representativa- un conjunto de formas tradicionales de participación que básicamente son las: Elecciones periódicas –por sufragio universal, secreto y directo- de representantes políticos, en los distintos niveles políticoadministrativos (local, regional, nacional). Las distintas formas de Referéndum o Plebiscito, en las que se somete a consulta –decisoria o no- del conjunto de electorado una determinada cuestión, la ratificación de algún tratado o reforma constitucional, etc. 6 El Derecho de Petición, que permite a cualquier ciudadano/a presentar peticiones –individuales o colectivas- a cualquier institución pública o autoridad “sobre cualquier asunto o materia comprendido en el ámbito de competencias del destinatario, con independencia de que afecten exclusivamente al peticionario o sean de interés colectivo o general.” (Artículo 2. Ley Orgánica 4/2001, de 12 de noviembre, reguladora del Derecho de Petición). La Iniciativa Legislativa Popular, que permite la “presentación (al Parlamento) de proposiciones de ley suscritas por las firmas de, al menos, 500.000 electores autenticadas” (Artículo 3.1. Ley Orgánica 3/1984, de 26 de marzo, reguladora de la Iniciativa Legislativa Popular). Estas formas “tradicionales” de participación están obviamente infrautilizadas, y solo las elecciones periódicas constituyen una constante en la práctica de la Democracia Representativa. Junto a estas formas tradicionales, existen otras nuevas formas y herramientas de la Democracia Participativa que amplían el abanico de oportunidades de participación de la ciudadanía. Siguiendo la clasificación y descripción que proponen Antonio Solá y Lorenzo Casellas, enunciamos distintas formas y herramientas para el ejercicio de la participación ciudadana en la democracia participativa: a) Núcleos de Intervención Participativa, también llamados Jurados Ciudadanos o Consejos Ciudadanos: Esta herramienta es un tipo de consulta que incluye un proceso deliberativo sobre algún aspecto específico de la gestión municipal a un grupo reducido de ciudadanos y ciudadanas reunidas en pequeños grupos. La diferencia con otros espacios clásicos que podrían ejercer la misma función (como son los diferentes Consejos Consultivos) es que las personas que participan en el proceso de debate no son las asociaciones, sino los vecinos y vecinas directamente elegidas al azar aportando sus visiones particulares de los asuntos a tratar. b) Encuestas deliberativas: Son una variante de la anterior pero con un mayor número de participantes y su función es la de realizar recomendaciones. c) Talleres EASW (European Awareness Scenario Workshops) o talleres de Futuro: Estos talleres, que concluyen en un plenario con todos 7 los participantes, están orientados a realizar propuestas de futuro sobre la ciudad. Se intenta que la representación de los diferentes agentes esté presente en el proceso de debate. d) Consulta ciudadana: Es una herramienta que, utilizando diferentes formatos, pretende recoger la opinión de la ciudadanía sobre determinados asuntos de la gestión municipal. Últimamente se están poniendo en marcha diferentes fórmulas, algunas de ellas, a través del uso de las nuevas tecnologías de la información. e) Ciudad en Congreso: Desde hace más de 15 años se vienen desarrollando planes estratégicos como fruto de procesos participativos, pero sin incorporar la participación de toda la población en el proceso de debate. Tal es el caso de las Ciudades en Congreso. Esta experiencia novedosa combina multitud de técnicas, desde los talleres presenciales y grupos de discusión hasta la participación vía Internet, pasando por encuestas a familias que permitan el debate en el seno de las mismas. Se trataría de incorporar al debate de la ciudad, además de personal técnico cualificado u otras personas clave del municipio, la mayor parte de la población posible. f) Democracia digital: Dada la extensión en la utilización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y las posibilidades que éstas ofrecen, las administraciones públicas las han incorporado como herramienta que permite aumentar la comunicación con (y entre) los vecinos y vecinas, realizar consultas, emitir quejas y sugerencias, trámites administrativos, etc. En este sentido, es importante tener en cuenta el acceso diferencial que la ciudadanía tiene a este recurso. Es necesario, por tanto, acompañar su implementación como herramienta de un plan de alfabetización digital que no sea excluyente para nadie y de un dispositivo de acceso al recurso de forma gratuita en toda la red de servicios municipales. g) Foros ciudadanos: Esta herramienta está siendo utilizada por algunos municipios para generar debate y elaborar propuestas desde la ciudadanía en relación a determinados asuntos que resultan ser especialmente problemáticos en un momento dado de la gestión municipal. Se trata de generar espacios de encuentro entre los diferentes agentes implicados en el asunto a tratar. h) Presupuestos participativos: Esta estrategia puesta en marcha hace tiempo en Brasil se ha extendido rápidamente y son muchos los municipios que están intentando implementarla. Existen ya multitud de experiencias con notables diferencias entre sí. Entre ellas están el tipo de presupuesto que se somete a debate, la propia metodología o los actores que entran a debatir sobre el presupuesto. Quizás lo más 8 significativo de esta experiencia son las posibilidades de ejercer como proceso educativo en la población en relación a la condición de ciudadanía.” En todo caso, nos aclaran Solá y Casellas, “no hay un solo instrumento/herramienta que cubra las necesidades de participación de la población. Éstas deben adaptarse a las condiciones y características de la población y de la diversidad de la población en la que se implanta. La puesta en marcha de las diferentes herramientas hace necesario delimitar las funciones, límites y posibilidades de cada una de ellas de forma que no se solapen.” 9 3. METODOLOGÍA PARA LA PARTICIPACIÓN SOCIAL. MÉTODO ESPECÍFICO DE LA PARTICIPACIÓN. TEORÍA DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL. "La transformación de la realidad sólo podrá llevarse a cabo con eficiencia mediante la participación articulada de ciudadanos y ciudadanas y colectivos que sean conscientes (conocedores y concienciados) de la realidad en la que viven y la práctica que en ella ejercen; y estén preparados para cambiar esa realidad". (Jose Mª Lama) Esto se traduce en los siguientes fundamentos metodológicos: Que las personas conozcan la realidad realidad en la que viven y caractericen la práctica que en ella realizan. Que adquieran los instrumentos formativos necesarios para analizar su realidad y actuar de forma transformadora en ella. Que participen articuladamente en dicha transformación. Esto conforma una línea metodológica que delimita un camino distinto al de otras opciones. INTERVENCIÓN Transformación Participación Social Cualitativa Mantenimiento Intervención individual Cuantitativa Partiendo Partiendo De lo cercano De lo lejano A los grupos A los individuos 10 SOBRE LOS MÉTODOS. Entendemos que método es equiparable a procedimiento metodológico, un conjunto de reglas y operaciones realizadas para conseguir un objetivo, donde la metodología se puede definir en nuestro ámbito como "conjunto de recursos estructurados a través de instrumentos, estrategias y herramientas que usa en su actuación las profesionales para conseguir unos objetivos y/o hacer llegar un mensaje a una serie de personas dentro de un proyecto.2 O como apunta Carlos Núñez: "...la coherencia con que se deben articular los objetivos a lograr, los métodos o procedimientos utilizados para ello y las técnicas o instrumentos aplicados en relación con el marco teórico que da origen a los objetivos buscados3." Si partimos desde los métodos más generales a los específicos, desde la óptica de la participación social, nos encontramos con la posibilidad de diferenciar tres planos: El general (o método científico), el especial (o método de las ciencias de la acción) y el específico (exclusivo del trabajo participativo). En relación con el método general, el método especial de las disciplinas de la acción, no es más que una tecnología; con referencia al método especial de la acción, el método específico no es más que una tecnología de la participación. (Ver Cuadro. Jose Mª Lama. Metodología de la acción voluntaria. Cuadernos de la Plataforma nº5. Madrid. 2ª Edición 1996.) Debemos apuntar que los procedimientos metodológicos característicos de nuestra tecnología social contienen la peculiaridad de nuestra intervención, lo que nos sitúa en la necesidad de profundizar algo más en la descripción de los tres planos mencionados, para lo cual nos vamos a ayudar del cuadro siguiente, haciendo especial énfasis en el método específico o de la participación. Este último aspecto será el que nos aporten las claves que tendremos en cuenta en el desarrollo de nuestras etapas metodológicas con los grupos y colectivos en el desarrollo de los procesos de planificación. 2 Definición consensuada en el curso de "Formación de Formadores". Ayuntamiento de Cádiz Mayo 1999 3 Educar para transformar. Transformar para Educar. Instituto Mexicano de Desarrollo Comunitario. Colección de "Materiales para la Educación Popular", México, 1985. 11 CIENCIA Método general o "científico" (Concepción metodológica dialéctica) CIENCIA DE LA ACCIÓN Método especial o de las "ciencias de la acción" (Estructura básica de procedimiento) ACCIÓN PARTICIPATIVA Método específico o de la "participación" (Motivación, formación, organización) CONCEPCIÓN METODOLÓGICA DIALÉCTICA4 (CMD). Cuatro son los elementos básicos de la concepción metodológica dialéctica: Conocimiento, lógica y conciencia dialéctica. La coherencia entre práctica y teoría. La producción colectiva del conocimiento. La revalorización de lo cotidiano. - Conocimiento, lógica y conciencia dialéctica: El conocimiento es un hecho práctico y social, donde condicionado por la realidad concreta y a su vez condiciona a la misma, se conoce porque partimos de una realidad concreta que nos sirve de referencia, para con posterioridad profundizar y abstraer, o sea teorizar y de ahí volver a una práctica transformadora. Pero el conocimiento necesita ser coherente con una lógica dialéctica, una forma de ordenar, realizar vínculos, relacionar el pensamiento, donde el contenido condiciona la forma, buscando contradicciones y estableciendo relaciones desde la realidad. 4 A partir de Raúl Leis. CEASPA (Centro de Estudios y Acción Social Panameños) 12 Algunas de las categorías de esta lógica son el concepto, la valoración y la conclusión. Pero ni el conocimiento ni la lógica expuesta nos serviría si no desarrollamos la conciencia dialéctica, que supone "la interacción entre el conocimiento, la lógica y la realidad objetiva". - La relación práctica-teoría-práctica. El proceso del conocimiento tiene como finalidad la práctica social, entendida como el conjunto de actividades que realizamos en lo económico, en lo político, en lo ideológico, lo cultural, lo cotidiano. La teorización es un proceso ordenado de abstracción, una visión más profunda y total de la realidad, una nueva mirada crítica y creadora de la práctica. Tras el conocimiento, volvemos a la aplicación práctica, lo que supone la necesidad de transformar la práctica y la realidad, desde los nuevos parámetros fruto de la visión profunda y crítica de la realidad. A esto le denominamos "praxis": actividad practico-teórica transformadora de la naturaleza y de la sociedad, y simultáneamente formadora de mujeres y hombres en sus conocimientos y en su práctica. - Producción colectiva del conocimiento. Supone la intervención de múltiples actores/actrices en la escena del saber, al entender que el conocimiento es un hecho práctico y social interdependiente y transformador de la realidad, la producción es fruto de la interacción social de individuos y grupos, cuyo resultado y conclusión es la producción participada de nuevos conocimiento desde la experiencia, lo vivencial, desarrollando un recorrido de teorización hacia la praxis. Este elemento supone una ruptura con los modelos academicistas de transferencia de conocimiento y una apuesta por la construcción colectiva y por tanto participada, lo que se traduce un nuevos roles de los/as profesionales de la acción social. - Revalorización de lo cotidiano. Desde la concepción metodológica dialéctica, cobra una especial relevancia los acontecimientos cotidianos, aquellos que forman la esencia de las relaciones sociales, familiares, personales, puesto que supone la materia prima del conocimiento, formando parte esencial de la finalidad del conocimiento que es la práctica social. Desde lo cotidiano, desde lo vivido en la realidad concreta establecemos las relaciones y vínculos que colectivamente nos proporcionan el conocimiento para su transformación. Debemos poner énfasis en ello, de modo que el núcleo central de los procesos colectivos estén vinculados a nuestros "campos de experiencias" (Saul Alinsky). 13 ESTRUCTURA BÁSICA DE PROCEDIMIENTO. La estructura básica de procedimiento responde al trabajo de diversos autores, durante los años 60 y 70, de reformulación metodológica en la intervención social. Debemos apuntar que con anterioridad, la acción social estaba determinada por el método clínico de estudio-diagnóstico-tratamiento, que si inicialmente se realizaba de forma individual, se traspasó al trabajo con grupos y colectividades. De esta forma, los intentos de sustituir los métodos profesionales (caso, grupo, comunidad) por un método aplicable a cada ámbito de la acción. De modo que se constituye un método con cuatro pasos clásicos denominado por Ander-Egg "estructura básica de procedimiento": - El análisis de la realidad, problemas, necesidades, recursos, conflictos, potencialidades. La planificación, programación de actividades. La ejecución, como la acción social conducida de manera racional y con una intencionalidad transformadora. La evaluación de lo realizado o de lo que se está realizando. Estos cuatro elementos suponen la culminación práctica de los procesos participativos. Se estudia y analiza para dar una respuesta desde la participación, no desde la resolución del problema de forma aislada sino para que la respuesta a los problemas y conflictos sean diseñados desde el proceso de participación. La investigación por tanto supone no la observación estática, sino la investigaciónacción dinámica donde el objeto de estudio es a la vez sujeto de la investigación. Así no se analiza la realidad para "saber" más sobre ella, sino para detectar los aspectos que requieren de transformación y cambio, descubriendo necesidades, demandas y sensibilizando sobre ellas. La programación se entiende (y va a suponer nuestro eje de trabajo), como la previsión ordenada de la coherencia entre la realidad, las finalidades y objetivos, la metodología y los recursos que empleamos. Esto supone la previsión, la organización de las actividades en función de las necesidades detectadas. De gran importancia en este momento es la estructura organizativa, administrativa y de promoción, de las acciones, todo ello se debe prever en la planificación, como estructura lógica que dota al proceso de cambio de la viabilidad necesaria para que se produzca. La programación no sólo está ligada a las necesidades investigadas, sino a sus protagonistas, de modo que tengan la posibilidad de establecer las medidas oportunas para responder desde sus criterios y prioridades. Aquí debemos incluir a la evaluación, como fase perfectamente engarzada con la intervención, debido a su carácter continuado, sistemático y participativo, como elemento que determina el grado de cumplimiento de los objetivos, que establece elementos de optimización y 14 revisión de la intervención y que constituye el principal sistema de comprobación de los cambios a medio y largo plazo. Nuestra programación tendrá, en coherencia con lo anterior, distintos niveles de alcance, uno será de carácter estratégico, con objetivos a alcanzar a medio-largo plazo; y los objetivos a corto plazo constituirán nuestra programación operativa, traducida a proyecto de intervención como herramienta colectiva para la acción. Pero la estructura básica de procedimiento, por sí sola no define en su totalidad a un proceso participativo. Necesitamos profundizar sobre los métodos específicos, aquellos que corresponden a la acción participativa para desde ahí, contemplar la planificación como un paso donde se deben poner en marcha mecanismos singulares para la intervención transformadora. MÉTODO DE LA PARTICIPACIÓN O ESPECÍFICO. Los elementos básicos del método participativo son tres: Motivar. Formar. Organizar. Estos tres elementos están íntimamente relacionados, y que estructurados dialécticamente propician los procesos de participación. Desde nuestra óptica, la motivación, la formación y la organización, recorren transversalmente los pasos de la "estructura básica de procedimiento", no la sustituye, sino que la especifica con mayor claridad. La motivación (querer) es una condición necesaria para la participación; para que ésta se pueda producir, es fundamental que existan motivaciones concretas para "moverse", para "actuar"...así entendemos que debe existir motivación para que se produzca la participación deseada. La aportación de Maslow ("Motivación y Personalidad”) es muy importante en este sentido y nos sirve de marco de referencia, considerando que los motivos o necesidades de las personas están establecidas mediante una jerarquía, ya que si no se consigue satisfacer en una medida aceptable una serie de necesidades, no se estará en condiciones de pasar a otro nivel. 1. Necesidades fisiológicas: alimento, sexo, refugio, descanso... 2. Estabilidad-seguridad: estar libre de peligros, accidentes, enfermedades, no excluidos/as, economía, creencias... 3. Social-afiliación: ser aceptado/a, asociarse, pertenecer a un grupo, dar y recibir amistad... 15 4. Estima-yo: autoestima, confianza en sí mismo/a... 5. Autorealización: Potencial propio, creatividad, superación de uno/a mismo/a, autodesarrollo. En el caso de los procesos participativos, y teniendo en cuenta lo visto en la pirámide de Maslow, podemos afirmar que estamos en un plano afectivopsicológico, esto es, en las relaciones que rigen los afectos, las costumbres y las preferencias. A su vez, la motivación (querer participar) depende de varios factores 5: - El interés subjetivo o ideológico: cuando coinciden los intereses o ideales del proyecto/organización con las de las personas destinatarias. - Satisfacción socio-afectiva: cuando se siente pertenecer a un grupo, cuando existe una identidad colectiva compartida, donde existe una cohesión grupal y unas relaciones interpersonales satisfactorias. - Percepción de rentabilidad: cuando el proyecto/organización es creíble, percibido como útil para la resolución de problemas y/o necesidades. La formación (saber) es otra condición necesaria para la participación; está en el ámbito de lo conceptual, que opera en relación con lo cognitivo, a las informaciones y los conocimientos, de esta forma la formación actuaría sobre lo pedagógico. Existen límites para la participación que proceden del desconocimiento de ciertos aspectos o de la falta de desarrollo de diversas habilidades. Esto conduce a lo que llamamos "voluntarismo", que conduce a la desmotivación ante la falta de resultados. Entendemos que la formación participativa/asociativa gira alrededor de tres ejes: - Formación para la tarea: aquellos aspectos específicos relacionados con los objetivos de la organización, sus actividades, acciones...etc. - Formación para la comunicación: de forma que los miembros del grupo sepan cómo comunicarse entre sí, resolver sus conflictos, crear un clima grupal agradable, trabajar en equipo...etc. - Formación para el funcionamiento organizativo: puesto que son muchas las tareas que se desarrollan en un proceso de intervención participativo, aquellas 5 A partir de "Gestión Participativa de las Asociaciones". Equipo Claves. Edit. Popular. Madrid. 1994. 16 que están formando parte de ello, deben saber organizar, planificar, evaluar acciones o coordinarse con otras iniciativas. "En la medida en que el hombre, integrándose en las condiciones de su contexto de vida, reflexiona sobre ella y aporta respuestas a los desafíos que plantea, crea cultura y se integra activamente en su propio proceso de cambio (...). A partir de las relaciones que establece con el mundo, el hombre creando y recreando, decidiendo, dinamiza este mundo. Le añade algo de lo cual es autor..." (Paulo Freire). De esta forma, P. Freire nos plantea que desde la praxis, desde la acción-reflexión, reflexión-acción, los grupos pueden aprender a transformar su realidad cotidiana. Existen numerosas experiencias que demuestran como a través de la tarea formativa, muchas comunidades han tomado conciencia (proceso de "concientización"), como protagonistas del cambio. A continuación vamos a presentar un esquema para favorecer la formación en procesos participativos. Modelo de Aprendizaje por Experiencias. Si consideramos el aprendizaje como solución de problemas, obtenemos una visión más clara de cómo generamos mediante nuestra propia experiencia, conceptos y principios que nos ayudan a solventar dificultades. El modelo se centra en cuatro pasos recurrentes a lo largo de la vida: 1. 2. 3. 4. Experiencias concretas. Observación y reflexión. Formación de los conceptos abstractos y generalizaciones. Comprobación de los conceptos en nuevas situaciones. Experiencias concretas. Comprobación de los conceptos en nuevas situaciones. Observación y reflexión. Formación de los conceptos abstractos y generalizaciones. 17 La organización (poder) supone el plano operativo, la acción, donde reside la capacidad de los grupos de incidir en la realidad; por tanto estaríamos en plano sociológico. Este es de gran importancia, puesto que si hubiéramos motivado y formado y no somos capaces de construir organización, no existirá efecto social, por la incapacidad de canalizar las energías, las posibilidades de forma eficaz. Las personas que forman parte de un proyecto participativo deben tener: - Cauces y mecanismos para la participación en la tarea. Grupos, comisiones de trabajo, programas de intervención...etc. - Cauces y mecanismos para la participación en la información y comunicación. - Cauces y mecanismos para la participación en el mantenimiento interno. Relaciones externas, administración, consecución de recursos, dinámica cotidiana. En este aspecto, son muy interesantes las aportaciones de Saul Alinsky 6 que considera que la única capacidad que tienen las personas de modificar su realidad es a través de la organización. Para ello, pone en marcha experiencias con "organizers"7 en zonas desfavorecidas de los Estados Unidos, muy enfocadas a las minorías negras, mexicanas, polacas..etc. El eje del trabajo es la organización, cuando las personas descubren el poder que tienen, inician un proceso de aumento de la acción transformadora desde la participación. Organización y conflicto son los elementos clave. Hay que conducir a las personas a la organización, pero eso sólo se consigue si hay un buen motivo, por tanto, debemos encontrar el interés central de la población, buscar al "enemigo" o causante directo de una situación injusta y/o degradante, establecer una táctica y plantear una acción que se gane. Después hay que celebrar la "victoria". Esto supone una experiencia básica para la ciudadanía, que comprueba los beneficios de estar organizados y de ahí, surgirán líderes locales que renueven las luchas y las reivindicaciones y programas. Pero antes la organización y la acción. Por último, en cuanto al método específico (motivación, formación, organización), apuntar que existen distintas intensidades y presencias de personas dinamizadores, en función también a las distintas fases por las que atraviesa un grupo en un proceso participativo. En el siguiente cuadro, podemos contemplar como en distintas fases (iniciación, preparación, consolidación) las tres estrategias básicas cobran relevancia según en qué momentos nos encontremos. 6 "Manual del animador social", Traducción al castellano de Abdesamad Lahib y Humberto García. Asociación Andalucía Acoge. 1999. Material inédito. 7 Organizadores que serían las personas animadoras, educadores, mediadoras...etc, para nosotras. 18 FASE DE INICIACIÓN FASE DE PREPARACIÓN FASE DE CONSOLIDACIÓN FORMACIÓN MOTIVACIÓN MOTIVACIÓN MOTIVACIÓN FORMACIÓN ORGANIZACIÓN ORGANIZACIÓN ORGANIZACIÓN FORMACIÓN Plano afectivopsicológico Plano de aprendizajepedagógico Plano de incidenciasociológico En la parte central podemos comprobar el predominio de cada una de las estrategias específicas, relacionadas con tres fases de grupo y su consiguiente plano prioritario de trabajo. Abajo podemos comprobar el aumento y la progresiva bajada de la presencia de dinamizadores frente al protagonismo del grupo. FASE A) GRUPO FASE B) GRUPO FASE C) GRUPO ANIMADORES/AS ANIMADORES/AS ANIMADORES/AS 4. ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN LAS PROPUESTAS FORMATIVAS. Lo que el grupo espera, sus expectativas: las informaciones previas, la convocatoria, quiénes y cómo se realiza, los contenidos, etc, hacen que las personas que participan en un proceso formativo tengan ideas previas del mismo y asistan motivadas por un deseo concreto. 19 ¿Quién es quién?, los roles en los grupos: cuando un grupo de aprendizaje echa a andar, se produce un reparto de roles en el mismo, jugando un papel muy importante los diferentes tipos de liderazgo que se ejercen, influyendo directamente en la dinámica general. Todas las personas aprendemos del resto: el proceso de aprendizaje es colectivo, no es responsabilidad única de la persona formadora. Nuestro papel consiste en trazar caminos que las personas recorren de forma colectiva. El grupo cumple un papel protagonista. Tener conciencia de lo que sabemos: las personas formadoras necesitamos tener claro cuáles son nuestros principales conocimientos, habilidades y qué queremos trasmitir. Este es un aspecto de trabajo personal importante, ya que a menudo minusvaloramos nuestras capacidades. Transmitir lo que somos: en ocasiones caemos en errores intentando querer trasmitir lo que creemos saber, o lo que creemos que se espera de este papel. Lo único que podemos y debemos trasmitir es lo que somos. En la Formación Asociativa esto es crucial, pues trabajamos con y desde la experiencia de cada persona participante. Es la suma de experiencias la que hace posible el aprendizaje. La persona formadora no tiene que saberlo todo: alguien realiza una pregunta y no sabemos contestarla; que no cunda el pánico, es algo común en los procesos formativos; debemos reconocer que no sabemos de todo, los grupos suelen agradecer más la sinceridad que la improvisación, la negación o la retórica. "Sacar" lo que saben las personas participantes: esa es nuestra tarea. Tener la capacidad de hacerlas conscientes del conocimiento que ya poseen, ponerlo al servicio del grupo y sus expectativas. Hacer pensar, hacer preguntas: ese es nuestro método general. El principal reto de la persona formadora es saber elegir la pregunta idónea, la que genera la reflexión y provoca la construcción de respuestas colectivas. Dependencia de la persona formadora: a veces nuestras respuestas cierran la comunicación y anulan la capacidad crítica del grupo, no hay contraste entre nuestra visión y la percepción de la realidad del grupo, el grupo deposita la responsabilidad exclusivamente en la persona formadora, no hay aprendizaje. ¿QUÉ TIPO DE FORMACIÓN ESTAMOS PROPONIENDO? Anclaje en la REALIDAD CONCRETA La EPA puede plantearse como una mera acumulación de contenidos teóricos sino que tiene que enraizarse o referirse permanentemente a la realidad concreta de la 20 asociación o espacio de participación, a situaciones, necesidades, problemas, intereses precisos de ésta. Carácter PROCESUAL La EPA no debe ser en ningún caso una suma de episodios formativos aislados, sino un proceso gradual y continuado en el tiempo, desarrollado de forma sistemática. Los cursos, los módulos, las acciones formativas han de tener -en cuanto a sus contenidos, sus métodos y sus formas de organización- una coherencia entre sí, una coherencia con la realidad y las necesidades del contexto, una coherencia con el momento del proceso formativo de la organización. Carácter PERMANENTE La organización necesita una formación permanente, que acompañe su práctica en todo momento. Nunca deja de aprender y de formarse. Es su práctica, su actuación, la que genera nuevas necesidades formativas. Un espacio de participación siempre ha de estar abierta a incorporar nuevas ideas, nuevos conocimientos, nuevos métodos, nuevas técnicas que le permitan mejorar su acción y responder más adecuadamente a sus necesidades. Carácter GRUPAL La Formación Asociativa ha de privilegiar al grupo como elemento educativo y apostar por la construcción colectiva del conocimiento como fundamento del aprendizaje. Y ello no sólo porque el grupo es un potente recurso formativo, sino porque una asociación o colectivo, tanto en su acción como en su organización, es un fenómeno esencialmente grupal. Carácter PARTICIPATIVO Ha de desarrollarse con plena conciencia de los/as miembros de la organización en/de todas las fases del proceso de aprendizaje y con su plena intervención (progresiva según su capacidad creciente) en la toma de decisiones y en su ejecución. La participación es otro eje vertebral de la acción de las entidades que se ha de conocer y manejar con soltura. La formación ha de venir a reforzar la iniciativa y la autonomía de los/as miembros y no a reforzar valores o actitudes de dependencia y subordinación. Carácter PRACTICO, UTILIDAD El referente permanente del aprendizaje ha de ser la propia experiencia y la práctica real de la asociación y ha de buscarse sistemáticamente la utilidad y la aplicación concreta de lo aprendido. Carácter CONSTRUCTIVO y SIGNIFICATIVO El punto de partida del proceso de aprendizaje es el reconocimiento y sistematización de lo que el sujeto del aprendizaje "ya sabe" por su experiencia 21 personal, por su contacto con la realidad, por su formación previa, por su experiencia asociativa, etc., como base y cimiento de la incorporación de nuevos conocimientos. Carácter COMUNICACIONAL La EPA ha de privilegiar la comunicación, en todas sus formas y lenguajes, como instrumento y eje del aprendizaje, basándose en el diálogo y el intercambio. Este acento fundamental en la comunicación, que constituye una herramienta fundamental del trabajo participativo desaconseja todo tipo de formación en la que la comunicación educativa sea unidireccional y no recíproca. Carácter CRITICO La EPA ha de utilizar la pregunta y el cuestionamiento permanente cono herramienta básica, estimulando el pensamiento divergente, buscando la elaboración de criterios propios frente a la aceptación acrítica de conceptos y saberes "preestablecidos". La EPA, fundamentalmente, ha de permitir aprender a pensar por si mismos/as, desarrollar su capacidad de análisis e interpretación, rechazando cualquier imposición y dogmatismo. Carácter DINAMICO La Formación Asociativa ha de ser amena y variada, sostener el interés y la atención de los/as miembros de la organización, hacer satisfactorio el aprendizaje, utilizar el sentido del humor y el juego como herramientas, huir de largas exposiciones y monólogos. Carácter DIALÉCTICO El aprendizaje ha de producirse en la confrontación permanente entre la teoría y la práctica, entre lo particular y lo general, lo subjetivo y lo objetivo, lo local y lo global, lo individual y lo colectivo, la experiencia propia y la ajena, etc. Estas características no pueden tomarse por separado, sino en su conjunto y en sus interrelaciones. En ello estriba la coherencia metodológica exigible a cualquier proceso formativo. Por otra parte, ese conjunto de características no dibuja el punto de partida de la acción formativa, sino los objetivos metodológicos a alcanzar en su desarrollo. En otras palabras: se trata de que la EPA que llevemos a cabo se parezca lo más posible a este modelo que dibujamos, teniendo en cuenta las circunstancias y condiciones de cada caso, sin perder nunca ese horizonte. 22 10 PISTAS PARA LA FORMACIÓN EN EPA. ¿Que experiencias, vivencias, prácticas... creemos que alimentan las cualidades de una persona formadora en EPA? En nuestro contexto, intentamos definir cómo nutrirnos para poder ser mejores personas formadoras, dónde encontrar los espacios que nos posibiliten mejorar día a día. Colectivamente construimos algunas pistas... a modo de decálogo. 1. Nuestra vida, la propia experiencia personal, es una fuente inagotable de conocimiento. Saber conectar nuestra vida y nuestras experiencias, con el proceso formativo y el propio grupo, nos sitúa en condiciones de tener una mayor credibilidad. 2. Rescatar el máximo de aprendizajes de nuestra práctica asociativa o participativa, de los grupos en los cuales tenemos un papel dentro de nuestra entidad, sacar de la práctica colectiva los ejemplos y situaciones que podamos trasladar a otras personas en procesos formativos. 3. En nuestro contexto más cercano existen conocimientos no académicos, que nacen de la sabiduría popular y la práctica colectiva, que nos pueden ayudar a enfocar determinados aspectos de los procesos de aprendizaje, nos posibilitan ejemplos y situaciones análogas a las que queremos responder desde nuestras intervenciones y asociaciones. 4. Compartir con otras personas formadoras. Encontrar, como es el caso de las Escuelas de Asociaciones, un espacio para contrastar lo que hacemos, compartir experiencias, conocer enfoques y formas diferentes de realizar la labor de dinamización grupal. 5. Observar a otras personas formadoras, fijarnos en cómo lo hacen, cómo plantean dinámicas, realizan síntesis. Aprender desde la práctica concreta en procesos formativos dinamizados por otras y adaptar los enfoques a nuestro modo. 6. Identificar errores y aciertos. Desarrollar mecanismos permanentes de autoevaluación, llevando un registro sistemático de las devoluciones que nos hacen los grupos y otras personas formadoras. 7. Formación permanente. Apostar decididamente por nuestro reciclaje, asistir a procesos como participantes, buscar documentación, investigar sobre temas de nuestro interés y que respondan a las necesidades de nuestra entidad. 8. Dedicar tiempo al trabajo personal, en "soledad", para darnos la oportunidad de reflexionar, pensar, anotar y preparar enfoques diferentes respecto a las tareas que necesitamos desarrollar como personas formadoras. 23 9. Entender los propios procesos formativos que dinamizamos como fuente de aprendizaje. Situarnos en una posición de experimentación continua, prestar especial atención a las devoluciones de los grupos, y atrevernos a poner en cuestión nuestras formas de hacer. 10. Curiosidad por encima de todo. Abrir nuestra mirada a las manifestaciones culturales contemporáneas que nos enriquezcan como personas, desde el cine, la literatura, hasta los viajes que realizamos, la gente que conocemos, etc. Y el FARO que nos guía... Flexibilidad Amor Respeto Oído (Escucha) 24 5. CONCEPTOS. GLOSARIO. Democracia Etimológicamente, “gobierno del pueblo”, forma de gobierno en la que el control político es ejercido por todo el pueblo. Democracia Representativa. Forma de democracia basada en la elección por sufragio universal de representantes encargados/as de tomar y llevar a cabo las decisiones. Democracia Participativa Forma de democracia basada en la participación directa de los sujetos, de ciudadanos y ciudadanas en la toma, ejecución y control de las decisiones. Democracia Directa Forma de democracia en la que la participación se ejerce sin intermediarios. Democracia Deliberativa Forma de democracia basada en el diálogo y la deliberación, pone el acento en el desarrollo de todas las formas y procedimientos de comunicación, consulta, negociación, construcción de consensos sociales... Democracia Electrónica, E-democracia Forma de democracia que utiliza las Tecnologías de la Información y la Comunicación para potenciar la participación social de la ciudadanía (elecciones, consultas, refrendos, etc.). Participación Social Intervención de la ciudadanía en los procesos políticos y sociales de su comunidad social. Se trata de un derecho constitucional. Capital Social Concepto procedente de la sociología que refiere a la riqueza de las redes sociales, redes relacionales, asociaciones, organizaciones de iniciativa social, niveles de participación social, etc., con que cuenta una determinada comunicad o sociedad, y que son fundamentales para su desarrollo. Ciudadano/a 25 Persona que forma parte, por nacimiento o naturalización, de un país o Estado y tiene derechos y deberes para con él. Ciudadanía Condición y conjunto de derechos y deberes de un/a ciudadano/a. Sociedad Relacional, Estado Relacional Modelo de sociedad y de Estado que parte de la premisa de que los poderes públicos no pueden por si solos dar respuesta a las necesidades y derechos de todos los ciudadanos y ciudadanas, y de que la responsabilidad del bienestar colectivo implica a todos y a todas. La gestión del Estado se basa en las relaciones y la interacción, la cooperación y la sinergia entre los distintos actores sociales. Voluntario/a Persona que, de forma libre y sin remuneración alguna, desarrolla una acción o trabajo de forma altruista. Voluntariado Acción de trabajar como voluntario/a. Genéricamente, conjunto de personas voluntarias, movimiento de voluntarios/as. Movimiento Asociativo Conjunto de asociaciones diversas, de carácter social y de todos los ámbitos temáticos, que trabajan por la mejora de la calidad de vida colectiva y la transformación social. Movimientos Sociales Conjunto de movimientos de opinión y acción, que comparten el objetivo común de transformar y mejorar la sociedad, protagonizados por los ciudadanos y ciudadanas (feminismo, pacifismo, ecologismo, antirracismo, movimiento vecinal, movimiento antiglobalización, etc.). El concepto incluye a las asociaciones y organizaciones que animan y forman parte de cada movimiento. 26 6. BIBLIOGRAFÍA “Diccionario Crítico de las Ciencias Sociales”. Universidad Complutense de Madrid. Madrid. 2004. “Creando Futuro”. Antonio Moreno Mejías. Diputación de Sevilla. 2007. “EA! Otra Formación Asociativa es Posible.” Antonio Moreno Mejías. Fundación Esplai. 2007. “Las transformaciones del sector público en las sociedades avanzadas: del Estado del Bienestar al Estado Relacional”. Xavier Mendoza. Papers de Formació nº 3. Diputación de Barcelona. “ONGs, participación, democracia y ciudadanía”. Joan Subirats. El Tercer Sector visto desde dentro. VVAA. Fundación Esplai. Barcelona. 2002. Antonio Moreno Mejías. [email protected] http://morenocrac.wordpress.com 27