“CULTURA DE LA IMAGEN Y SUBJETIVIDAD A.U.D.E.P.P, Octubre 2007 “Niños” Mesa

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“CULTURA DE LA IMAGEN Y SUBJETIVIDAD
A.U.D.E.P.P, Octubre 2007
Mesa “Niños”
Los exponentes debían contestar dos preguntas
1 - ¿Este mundo actual de la imagen impone reconsiderar las bases a partir de
las cuales hasta ahora comprendíamos la construcción de la subjetividad del
niño?
2.-¿Qué transformaciones produce la realidad tecnológica y visual en los
acontecimientos psíquicos, cognitivos, psciomotrices del universo infantil?
Panelista: Psic.Sandra Queirolo
1-
Dar respuesta a esta interrogante, creo que tiene algo de misión imposible por
tratarse de fenómenos actuales, cambios acelerados y radicales en los que estamos
inmersos ¿Cómo somos nosotros, Sujetos en esta cultura?
Enfocaremos el tópico de estas Jornadas con los anteojos puestos de nuestras
ideologías, teorías, afectos, y el desafío es revisarlos para modificar, y quizás construir, nuevos modos de comprender, basados en diálogos intra e interdisciplinarios.
Los prejuicios ante los nuevos estatutos y modos de expresión de las imágenes, no
tienen nada de nuevo. Desde épocas milenarias hasta tiempos recientes, se oyeron
las voces de los representantes del saber instituído, del poder, de la moral, de las
élites intelectuales, advirtiendo sobre la peligrosidad social, los efectos nocivos sobre
el “verdadero arte”, así como manifestaciones de hondo desprecio ante la aparición
de tales novedades. Nosotros podemos caer en cortedades de evaluación tanto como
estos grandes de la historia.
A pesar de las dificultades, una reflexión sobre estos tópicos, me parece ineludible
para quienes desde distintos roles acompañamos el desarrollo del niño en interacción
con su familia, intentando potenciar recursos y destrabar obstáculos. Desafío que no
es sólo intelectual, profesional, sino que tiene una fuerte dimensión ética. No se puede
pensar en la construcción del psiquismo del niño, desgajado del rol que le compete al
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adulto, y tanto para ayudar a los padres en su función, como para oficiar desde la
nuestra, tenemos que tener en cuenta estos atravesamientos sociales.
Cada época tiene características peculiares favorecedoras de determinados modos
de pertenecer a la comunidad social, de estar en vínculo, de armar subjetividad. Nos
toca vivir un momento de crisis y de inflexión que trastoca los modos de configuración
de las diversas instituciones sociales, incluidas la familia y la escuela. La
preponderancia de la tecnología audiovisual, de los mass media sólo puede ser
entendida como uno de los ingredientes de este macrocontexto, aunque de
importancia capital.
Neil Postman (1991) retoma un aforismo de M. McLuan , ya clásico en semiología:
“El medio es el mensaje”. Siguiendo esta línea, Postman dice: ”Pues aunque la cultura
es una creación de la lengua, es recreada y renovada por cada medio de
comunicación”…”Cada uno de estos medios, como el lenguaje en sí mismo, posibilita
una forma única de discurso, ya que proporciona una nueva orientación para el
pensamiento, para la expresión y para la sensibilidad”…”…”Nuestras metáforas sobre
los medios de comunicación nos clasifican el mundo, lo ordenan, lo enmarcan…”,
“…planteando así los argumentos para explicar cómo es el mundo” (1991, paj.14)
Desde esta concepción la aparición de tecnologías de comunicación que avanzan a
ritmos inéditos para la historia de la humanidad, necesariamente implicaría cambios
en la subjetividad y también en los modos de comprensión de la realidad que nos toca
vivir.
Los cambios son vertiginosos, a pesar de ello y por ello, se hace tan importante
mantener criterios y creencias. No se trata de quedarnos en el ayer, lo que resultaría
esterilizante y además ilusorio, pero tampoco de “hacerle zapping al pasado”, como
nos invita una propaganda de TV Cable. Sólo desde nuestro bagaje personal,
profesional, conservando la capacidad de historizar, podremos favorecer procesos de
significación e historización , en tiempos de trasmisiones medidas a la velocidad de la
luz o más.
Uno de los males que nos aqueja - y esto es especialmente pertinente para la relación
de los adultos con los niños - es la inseguridad, la sensación de que el bagaje con que
contamos no nos sirve. Si claudicamos de nuestro lugar de trasmisores, de referentes,
de un saber que aunque falible, incompleto los niños necesitan constatar e ilusionar
en los grandes, los dejamos solos, inermes. Entre otras cosas frente a aparatos - que
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aunque generadores de efectos, comunicadores de significaciones - no pueden
cumplir misiones humanas básicas.
La provisión de las condiciones necesarias para la humanización del infans y su
crecimiento psíquico, aunque puedan haber cambios de modalidades epocales,
siguen dependiendo del otro, de los otros con los que arma vínculos fundantes. El
bebé necesita ser narcisizado, investido por el deseo de las figuras primordiales, que
brindarán significaciones primeras, y cumplirán –o no- una función de favorecimiento
de las primeras simbolizaciones. Figuras que acompañarán, el difícil tránsito de tolerar
las ausencias, apuntaladas en una presencia estable y empática, en el mejor de los
casos. Junto al sostén, la función de corte de la fusión primordial y de instauración de
la teceridad y la legalidad, serán estructurantes del psiquismo.
Esta convulsionada era genera determinadas dificultades para ejercer estas funciones,
como tiempos anteriores generaban otras. Quiero resaltar que esto varía de familia a
familia, de niño a niño y que numerosos padres lo logran bastante bien, a lo que
agrego que hoy en día muchos de ellos consultan buscando cambios.
Sigamos pensando nuestra función como adultos, acompañando al niño en este
nuevo mundo de tecnologías audiovisuales, a las que sin duda él se adapta mejor que
nosotros. Si nos pertrechamos en actitudes censuradoras o apocalípticas, o si
bajamos los brazos y simplemente “dejamos correr”, permitiendo un acceso por parte
del niño ilimitado y sin “mirada adulta” a estos nuevos medios, acentuamos los
procesos de incomunicación que endilgamos a la conexión mediática.
Tomaré ahora algunos aportes desde la semiótica acerca de la actual Cultura de la
Imagen, que apuntan a la ampliación y relativización de los puntos de vista.
R. Debray (1994) analiza las edades de la imagen en la historia humana. La invención
de la imprenta da lugar al comienzo de la grafoesfera, con preeminencia del valor del
lenguaje escrito. Etapa en la que crecimos, aunque ya intrincándose con la influencia
creciente de los medios audiovisuales.
Tomaré sólo un aspecto central, que caracteriza esta etapa. En la grafoesfera, el
mundo se nos explica por lo que nos oculta, esto es propio de la simbolización por el
lenguaje, pero también las imágenes remiten a ausencias, a lo invisible que intentan
representar.
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Existen sustanciales diferencias con la era actual, denominada por R. Debray
“videoesfera”. Debray plantea que es una era de lo visual no de la imagen, dado que
las imágenes quedan devaluadas, por su hiperabundancia y por la celeridad con que
se superponen y suceden unas a otras. Estos fenómenos producen saturación,
indiferencia, ya que provocan un mecanismo automático en el ser humano, de filtrar la
sobredosis de estímulos.
Señala como otra característica el “efecto de realidad”, planteando una ecuación
visible = real = verdadero, y “una trivialización de lo extraordinario y una sublimización
de lo trivial”. “Cúmulo de transparencia y de ceguera, fabulosa maquina de informar y
desinformar.” (Debray.1994, paj. 297) Se trata a su vez de una cultura del detalle, del
fragmento, que hace trastabillar las antiguas dialécticas de la totalidad., de la
historicidad.
Nos encontramos en una “sociedad del espectáculo”, tomando la denominación de
Neil Postman.( 1991) Se refiere con ello, no sólo a la oferta de ficción audiovisual, de
entretenimiento inagotable, sino a que todas las actividades sociales se presentan
como espectáculos difundidos por los medios masivos. Esto imprime ideales de cómo
ser y cómo relacionarse.
Por otra parte lo que no se ve queda bajo sospecha de inexistente, nos advierte
Debray Este autor se pregunta qué ocurre en esta era con “realidades ideales, mitos,
conceptos, generalidades, universalidades, inmaterialidades o símbolos que nunca
tendrían traducciones visuales” … “¿Cómo puede haber un aquí sin un allí, un ahora
sin ayer ni mañana, un siempre sin un nunca? (1994, paj 308) Debray nos declara
que su deseo es “apostar a lo invisible”.(1994,paj 308)
R. Gubern plantea que “…en el entorno artificial creado por el homo informaticus, la
información adopta cada vez más la forma de flujos de energía, de energía eléctrica o
electromagnética, que desembocan sensorialmente en producciones gráficas
(símbolos) visualizadas en una pantalla fosforescente, polifuncional.” (1987,paj 400) El
autor afirma que este tipo de comunicación simbólica no entraña perjuicios en ciertos
casos En otros, la sustitución del objeto por íconos artificiales, puede constituir en
cambio, una perversión ontológica, usurpando el estatuto ontológico de la realidad
representada. Se produciría entonces una “verdadera deprivación sensorial “ (1987,
paj 400)
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Considero que a esto se asociaría una deprivación respecto a la acción y al
movimiento. “No sabemos todavía, dada la juventud de la “sociedad de la información”,
en qué medida la disociación entre la experimentación directa del mundo y la
experiencia mediada por abstracciones y símbolos puede contribuir a desrealizar la
percepción del mundo o alentar concepciones esquizoides respecto a él”
(Gubern,1987, paj. 400)
La semiótica plantea un punto polémico (Martín-Barbero;1987). Determinados autores
enfatizan la dominación y manipulación por parte de los mass media sobre la
audiencia. Otros relativizan esto planteando que existe siempre una construcción del
mensaje en la recepción y la posibilidad de respuestas muy diversas. Pueden
producirse respuestas “aberrantes” respecto a lo esperado por el emisor, auque éste
pueda intentar direccionar hacia determinadas lecturas.
La interpretación de un mensaje siempre es intertextual según Umberto Eco. “Ningún
texto se lee independientemente de la experiencia que el lector tiene de otros textos.
La competencia intertextual abarca todos los sistemas semióticos con los que el lector
está familiarizado” (Eco, 1984, paj 118) Esos otros mensajes complementan,
confrontan, contextúan. En el caso del niño, los que provienen de la familia, la escuela,
amigos, de los medios de comunicación, de Internet.
Gubern plantea “el ineludible imperativo social de instituir una educación o
alfabetización icónica, en los diferentes niveles pedagógicos, para hacer del niño y
luego del ciudadano adulto en la civilización de la imagen, un sujeto plenamente
capacitado para la comunicación audiovisual, tanto en su condición de destinatario
selectivo, lúcido y crítico de los mensajes que configuran la iconosfera, como en
su condición de productor, de emisor inteligente y técnicamente competente de los
textos audiovisuales que protagonizan la comunicación contemporánea en las
sociedades posindustriales.”. (1987, paj,.406)
El desafío que queda planteado es encontrar los caminos para viabilizar esta
propuesta.
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2- Primeramente señalaré la necesidad de mantener viva esta interrogante,
sin apresurarnos a coagular respuestas, y de estar atentos respecto a cómo vienen
creciendo los niños de hoy dentro de la mencionada videoesfera. Sería necesario
investigar con metodologías diversas y en ámbitos diferentes, siendo muy importantes
los escenarios naturales de socialización del niño.
Mi aporte como psicoterapeuta de niños y familias será desde un marco que implica
situaciones en las cuales ya algo está haciendo síntoma. Por ello pondré el énfasis en
áreas de dificultad, pero hay que subrayar las potencialidades y aperturas, que
conllevan las nuevas realidades teconológicas.
Otro parámetro importante de incluir es la singularidad de cada familia, de cada
historia, de cada niño, incluyendo la inserción socioeconómica (que entre otras cosas
determina el acceso a la tecnología).
Podemos diferenciar dos planos en cuanto a los efectos de la cultura de la Imagen en
el psiquismo del niño, por un lado la modalidad de trasmisión propia de esta era, y por
otro, los contenidos de los mensajes que recibe a través de los medios masivos de
comunicación.
La modalidad de transmisión actual se caracteriza por la sobredosis de imágenes, la
aceleración y un fuerte efecto de realidad, fenómenos propios de la videoesfera
descripta por Debray. Aún en niños que han adquirido una capacidad básica de
simbolizar, ésta puede desfallecer ante tales excesos, y por lo tanto perder el niño su
capacidad de procesar. Esto, se conecta también con la obturación ilusoria de lo
ausente, lo invisible, motores de la simbolización. A su vez a nivel familiar, los padres
no siempre tienen tiempo y disponibilidad para apuntalar los procesos simbolizantes.
Encontraremos como manifestaciones frecuentes la intensa ansiedad, la inquietud, el
descontrol de los impulsos. En lo cognitivo se pueden ver dificultades atencionales y
diversas dificultades de aprendizaje. Otro aspecto es un posible empobrecimiento del
fantaseo y de la curiosidad, ante la ilusión de que todo se muestra, factor que también
puede incidir en el aprender.
Respecto al contenido de los mensajes que recibe el niño, comenzaré por rescatar
películas, que ya son un clásico, como “El Rey León”. Obras de las que los niños
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hablan, y quieren ver una y otra vez, porque se sienten reflejados por ellas, en
aspectos centrales de su mundo anímico. No sustituyen la rica ambigüedad de la
historia leída ni el vínculo entrañable con un adulto que lee, pero tienen la fuerza
afectiva de la producción audiovisual.
Un panorama más heterogéneo y con aspectos preocupantes es el de la televisión.
En cuanto a los programas “infantiles” muchos pautan una imagen de niño casi
equiparado al adolescente, precoz, seductor, ofreciendo como ideal un crecimiento
prematuro e inauténtico. Otros programas supuestamente familiares se caracterizan
por “mechar” de una manera banal y sensacionalista situaciones muy complejas que
se muestran con una seudoreflexión. No entraré en los reality shows y el periodismo
de farándula, protagónico en la TV argentina, que nos coloniza.
Peor aún es la visión indiscriminada que se da en algunos casos, de materiales
netamente perturbadores, como la pornografia y la violencia extrema. Aún cuando se
pongan límites (lo que no siempre ocurre), es un factor difícil de controlar.
Determinados estímulos llegan a ser traumáticos, lo que se manifiesta en agresividad,
ansiedad, erotización. Es un fenómeno típico de nuestra época, el uso por parte de
muchos niños de un vocabulario obsceno con fuertes connotaciones sádicas y
perversas. Expresiones sintomáticas que son un llamado al adulto para que contenga
y signifique.
Una pregunta crucial es en qué ocasiones el uso de las tecnologías audiovisuales por
parte de los niños constituye un problema, o quizás sería mas preciso decir, forma
parte de un problema obstaculizante del crecimiento emocional. Responderíamos que
esto es así, cuando este uso se vuelve excesivo, indiscriminado, en diversos grados.
La señal de alarma se enciende cuando pasa a sustituir aspectos esenciales del
desarrollo infantil y del acontecer humano; cuando nos encontramos con niños que no
juegan, no contactan con sus pares o sus padres y/o no aprenden
En una sociedad que favorece conductas adictivas de toda índole, las pantallas son un
poderoso llamador a “colgarse” de ellas. Esto obedece sin duda a una policausalidad:
falta de sostén y límites familiares, fallas en los vínculos tempranos y actuales, gran
precariedad psíquica.del niño, que lo llevan a “enchufarse” buscando llenar vacíos,
provocarse alguna clase de estimulación vitalizante, calmar su angustia.
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Se eluden también en ciertos casos, las relaciones con los otros, con la realidad
circundante, que resultan para algunos niños muy difíciles de sobrellevar. Este
repliegue en el mundo de la TV, computadora o video juegos, si bien constituye un
recurso al que estos chicos echan mano, puede llegar a empobrecer cada vez más
sus posibilidades, y aumentar sus vivencias de fracaso, agravando la situación.
No jugar es una señal de alarma respecto a la salud psíquica de un niño, por el papel
primordial que el juego libre tiene para su desarrollo en todas las áreas. Distintas
opciones tecnovisuales, ya forman parte del panorama doméstico y de las opciones
para el tiempo libre. No son incompatibles con la actividad social y lúdica y de hecho
la integran. Sin embargo en determinado casos dispersan, “atrapan”, ocupan una
cuota desmedida, del escaso tiempo de algunos niños sobreocupados por actividades
formalizadas.
Es esencial que un niño pueda moverse, sentir su cuerpo en acción, manipulando
objetos a los que puede dar significados simbólicos guiado por su fantasía. También
necesita ensayar distintos caminos de manejar la realidad, aprendiendo, ejercitando
sus crecientes posibilidades perceptivo-motrices y cognitivas y experimentando la
relación con sus pares. En este proceso del que es protagonista, a través del cual se
subjetiviza, afianza su imagen corporal base de la identidad, su narcisismo se fortalece
concretando logros, pero también se ve acotado por los límites que pone la realidad.
Si el universo lúdico produce un disfrute incomparable, también desde él “acosan” los
miedos, los fantasmas propios del mundo infantil; si bien puede ser motor de
elaboración y simbolización también puede ser fuente de ansiedad.
Por ello actividades como el video juego (además de la gratificación e interés que
generan en sí mismos) pueden a veces ser un refugio, una evasión ante la
conflictividad propia del mundo interior y también de la relación con otros, de las
frustraciones que impone la realidad. Estos tecnojuegos proveen previsibilidad
(aunque en apariencia estén llenos de sorpresas), y una ilusión de libertad y control
(aunque las opciones están rígidamente pautadas por el software)
Niños muy inhibidos, o con tendencia a evadirse a la fantasía omnipotente por sus
dificultades de adaptación, no encontrarán por esta vía una resolución a sus
conflictivas emocionales, y tal vez la dedicación a estas actividades las encubra,
dificultando su detección.
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Aunque sea arduo, no puede eludirse sin consecuencias adversas el trabajo propio de
lo vincular: tolerar la dependencia y las separaciones, lidiar con las diferencias con
los otros, aprender a confrontar, a negociar, soportar que tantas veces los demás nos
sorprendan o frustren nuestras expectativas..Los vínculos construyen psiquismo.
En cuanto a los procesos intelectuales en la era informática, tomaré ahora valiosos
aportes de Mariela Lembo, pensados desde el ámbito educativo. “Los códigos
sensoperceptivos no son iguales hoy día. La lentitud discursiva, no empatiza con la
aceleración de ritmos, la atención selectiva de las nuevas generaciones.” (Lembo,
1998, Paj 40)
“La racionalidad tradicional (observación, control de variables, experimentación,
inducción) es puesta en tela de juicio por los medios audiovisuales. En la era del texto
impreso informarse sobre un fenómeno, hecho o acontecimiento, implicaba acceder a
su descripción, su verificación, el desarrollo de los parámetros contextuales
necesarios para la comprensión de su significado profundo (cómo, quiénes, por qué,
para qué).” (1998, paj 41)
Siguiendo con las reflexiones de esta autora, en la era multimedial, informarse
consiste en asistir delante de nuestros ojos. “Llevado a sus ultimas consecuencias, se
asimila comprender el significado con ver y oír. ¿Qué pasaría con los conceptos más
abstractos, carentes de imágenes atractivas, con lo complejos análisis multicausales
necesarios hoy en la mayoría de las disciplinas, ante las ilusiones que genera la
cultura audiovisual?” (1998, paj 41) Podríamos responder que con estos niveles se
constatan frecuentes dificultades.
La Prof. Marabotto, citada por Lembo, ennumera las diferencias entre las fuentes de
información tradicionales y las nuevas fuentes de información.

El libro se caracteriza por ser: lineal, con cierta estaticidad, tener una
secuencia (comienzo, desarrollo y final), estar construido en su mayor parte
por el emisor – autor - y ser unidimensional.

Los hipermedios se caracterizan por una dimensión esférica, dinámica, con
múltiples puntos de acceso y enlace, flexible, pudiendo accederse a
información en cualquier dirección, profundidad y secuencia..De este modo
cada uno construye su información de acuerdo a un trayecto propio de
navegación
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Mencionaremos sintéticamente las nuevas estrategias que exigiría al lector alumno la
integración del computador como medio de comunicación y aprendizaje, estrategias
que aparecen más detalladas en el trabajo al que estamos haciendo referencia. El
alumno tiene que condensar y sintetizar información que proviene de diferentes
fuentes, muchas veces fragmentadas, incompletas. Tiene que ser capaz de
seleccionar e interpretar las mismas, así como poder captar y desentrañar estructuras
conceptuales dentro de ellas, con una mayor exploración intuitiva, albergando
muchísimas dudas y ambigüedades.
Todo ello implica un pensamiento multifacético, más flexible, adecuado a esta era de
cambios.
Seguramente serán necesarias transformaciones en los sistemas pedagógicos y de
evaluación. “Creo que asistimos a una revolución de los modos de aprendizaje”;
plantea Lembo. (1998; paj 49) “A la hora de generalizar, discriminar, relacionar ¿cuál
será el rol del adulto (padre o maestro)?. Pensamos en la necesidad del contacto
humano, personalizado y cálido, del investimento libidinal del otro (y de la “materia”), el
encuentro con el otro, la escucha, la mirada, la trasmisión de valores” (1998, paj. 50)
Se mantendría entonces la necesidad del adulto como referencia y guía intelectual
(aunque desde un posicionamiento distinto).
No podemos saber que ocurrirá en unos años con los actuales niños, pero sí tenemos
elementos de quienes transitan la adolescencia y temprana juventud. Algunos
fenómenos son altamente preocupantes, y sobre ellos se está debatiendo largamente.
Otras manifestaciones, no suelen ocupar lugar en los Congresos y sin embargo
resultan muy interesantes y a mi entender esperanzadoras.
Me refiero a diversos fenómenos creativos. En el teatro, a partir del quehacer de
dramaturgos y directores jóvenes, aparece una estética y modo comunicacional
diferentes. Asistimos a obras con ritmos acelerados, un componente visual muy fuerte
y juegos de fragmentación de tiempos y discursos, que logran potentes efectos de
sentido, “sacudiendo” la visión de la realidad del espectador.
Un fenómeno más popular y populoso es el de las murgas jóvenes. Agrupaciones
artísticas que nuclean adolescentes y jóvenes, generando productos muy creativos,
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en una hibridación de música, movimiento, imagen con letras sumamente
inteligentes y criticas respecto a nuestra sociedad. Estos espectáculos se nutren y a
la vez cuestionan lo que llega de los medios de comunicación.
Supongo que estos muchachos deben usar walkman, chatear y deben haber mirado
mucha televisión chatarra.
BIBLIOGRAFIA:
-Debray, Regis,”Vida y muerte de la imagen: Historia de la mirada en occidente”
Barcelona, Paidós, 1994.-Eco; Humberto, “Lector in fábula,La cooperación interpretativa en el texto narrativo”,
Barcelona, Edit. Lumen, 1984
.-Gubern, Roman, “La mirada opulenta. Exploración de la iconosfera
contemporánea”,Barcelona, Edit. Gustavo Gili.,1987
.-Gubern, Roman; “Del bisonte a la realidad virtual”, Barcelona, Edit. Anagrama. 1996
.-Lembo, Mariela, Ponencia en panel sobre “Medios, informática y aprendizaje”, en
Jornadas sobre “Educación y Psicoanálisis. Encrucijada de disciplinas”, Asociación
Psicoanalítica del Uruguay, Montevideo, 1998
.-Martín Barbero, Jesús,”De los medios a las mediaciones”,Barcelona, Edit. Gustavo
Gili,1987.
.-Postman, Neil, “Divertirse hasta morir. El discurso público en la era del
showbusiness”,Barcelona, Ediciones de la Tempestad, 1991
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