Las primeras huellas de la Humanidad están en peligro

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No. 9
Cortesía de la Cátedra de Antropología Luís Montané
Las primeras huellas de la Humanidad están en peligro
Las famosas huellas de Laetoli, que fueron hechas por ancestros humanos
hace 3,6 millones de años en lo que hoy es Tanzania, en el Valle del Rift, y son
una prueba fósil del bipedismo de nuestros antepasados, están sufriendo un
grave proceso de deterioro, pese a los intentos por su conservación que se
realizaron hace 15 años.
El rastro de 70 huellas, que se cree que corresponden a un 'Australopithecus
afarensis', fue encontrado en 1976 por el equipo de Mary Leakey. Las
impresiones de los pies de tres individuos que caminaban erguidos habían
quedado grabadas sobre cenizas volcánicas y una fina lluvia posterior las
cubrió, conservándolas durante millones de años.
Tras su estudio, las huellas quedaron cubiertas de forma provisional, pero en
1995 se destaparon y se comprobó que estaban en mal estado: se habían
comenzado a resquebrajar por las raíces de las acacias y otros arbustos de la
región, situada a 45 kilómetros al sur de la Garganta de Olduvai.
Intentos infructuosos por conservarlas
El Instituto de Conservación Getty, de Estados Unidos, realizó entonces una
consolidación de la zona, con nuevos materiales y productos químicos que,
según aseguraron, garantizaba su conservación para la posteridad, al menos
durante 50 años. Pero no ha sido así.
Un equipo de arqueólogos ha descubierto de nuevo parte de las huellas y ha
comprobado que el rastro está muy deteriorado. "Las raíces han penetrado por
la capa química protectora que se puso y las han agrietado. Además, ha
entrado humedad e incluso hay termitas", señaló Domínguez-Rodrigo,
arqueólogo español. "Si esperamos unos años más para descubrirlas, no
hubiéramos visto nada".
La iniciativa de sacarlas a la luz 15 años después del primer intento de
protección, surgió del presidente tanzano Jakaya Kikwete, que hace unas
semanas mostró su deseo de conocer estas huellas únicas. Charles Musiba,
director del proyecto Laetoli, decidió abrir un pequeño trozo de 3,5 metros, de
los 27 metros totales, para cumplir el deseo del mandatario.
Se expondrán en un museo
Tras comprobar que el trabajo de la Getty no ha dado resultado, Kikwete ha
decidido que lo mejor es excavarlas totalmente y exponerlas, pero protegidas
por el entorno de un museo en el que se controlen sus condiciones de
humedad y temperatura, así como la invasión de la flora o la fauna de los
alrededores. Se estima que estos trabajos de excavación durarán al menos dos
años, dada la fragilidad del terreno volcánico en el que se encuentran.
El dinero para el futuro museo saldrá de las tasas que paguen los visitantes, y
de la construcción de nuevos alojamientos turísticos.
"La idea es que se protejan mejor y, a la vez, puedan servir para atraer turistas,
habida cuenta la saturación de visitantes que hay en los parques de Serengueti
y Ngorongoro. Sería una forma de potenciar el capital paleontológico que tiene
la región", apunta Domínguez-Rodrigo, que dirige un proyecto en la cercana
Garganta de Olduvai y que participará de este trabajo a petición de Musiba.
Origen del bipedismo
Las huellas de Laetoli supusieron en su día un gran hallazgo para los
estudiosos de la evolución humana, al retrasar hasta hace 3,6 millones de años
el bipedismo, una característica de nuestra especie.
Del los estudios realizados se dedujo que aquellos lejanos ancestros, a los que
pertenece el esqueleto bautizado como Lucy, tenían el dedo gordo de los pies
y el arco como los humanos modernos. Se averiguó, también, que las huellas
pertenecieron a dos individuos adultos y uno más pequeño, que caminaban
dando un paseo, tranquilos. Algunos creen que iban de la mano, y pudiera
tratarse de un grupo familiar.
Desde su hallazgo, hace 35 años, muy pocas personas han podido ver el
original del rastro, algo que puede cambiar en el futuro.
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