Diagonal // Del 27 de abril al 10 de mayo de 2006 GLOBAL // 5 MUERTOS EN UN DESALOJO EN MÉXICO EL TLC MATA A LA CAN MCDONALD’S SE COME LA SELVA AMAZÓNICA La Policía Federal mexicana intentó desalojar a 500 trabajadores que se mantienen en huelga desde el 2 de abril en la empresa Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas (Sicartsa) y dejó un saldo de dos muertos y decenas de heridos. Venezuela se retiró de la Comunidad Andina de Naciones alegando que “está muerta” tras la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos por parte de los presidentes peruano y colombiano. Un informe de Greenpeace, para el que se ha utilizado imágenes de satélite, vuelos áreos de verificación... desvela que el comercio mundial de soja está contribuyendo a la destrucción amazónica y expone el circuito de la soja desde la selva Amazónica hasta los restaurantes de McDonald’s y otros establecimientos. PERÚ // LA DESCONFIANZA EN LA CLASE POLÍTICA Y LAS DISPARIDADES REGIONALES MARCAN LAS ELECCIONES La amarga victoria de Ollanta Humala El nacionalista Ollanta Humala tiene difícil ganar la segunda vuelta de las elecciones en Perú por una posible conjunción del voto conservador y el miedo a su orientación ‘populista’. Marta Monasterio Lima (Perú) Las encuestas electorales pronosticaban resultados ajustados para los tres principales candidatos en los comicios presidenciales del pasado 9 de abril, en los que los peruanos elegían también al congreso y a los representantes para el Parlamento Andino. Lo que no pronosticaron es que para conocer qué dos candidatos se enfrentarían en una segunda vuelta –que se desarrolla cuando ninguno de ellos obtiene más del 50% de los votos en la primera ronda– tendrían que pasar días, porque las diferencias entre el segundo y la tercera están siendo de décimas porcentuales. Con cerca del 100% de los votos escrutados y si no hay sorpresas de última hora (provenientes sobre todo del extranjero y de los votos impugnados) ya se puede casi afirmar que Ollanta Humala, ex militar nacionalista, erigido como el candidato de los pobres y temido por las empresas multinacionales, con algo más del 30% de los votos, se enfrentará a Alan García, representante del tradicional partido centrista APRA, el que ya fuera presidente de Perú en 1984, dejando al país tras su gobierno en una situación de enorme crisis económica. Aunque controvertido, a este animal político le respalda su partido, con una tradición de más de siete décadas, lo que le ha valido para superar en las urnas –y por segunda vez– a otra de las favoritas, Lourdes Flores, del conservador partido de derechas Unión Nacional, quien con un poco más del 20% de los votos, ha visto cómo se desvanecía su intención de convertirse en la primera presidenta de Perú. Ahora, el país andino encara la segunda vuelta que tendrá lugar en junio con la misma pasión e intensidad. La decepción, la desconfianza y el miedo se mezclan en un país hastiado por la pobreza y la corrup- EN CAMPAÑA. El ex militar nacionalista Ollanta Humala durante un acto electoral. ción, y dividido políticamente por sectores y regiones. Mientras los medios de comunicación siguen su particular campaña contra Humala, y mientras Alan García busca la “concertación” (consenso) con otros partidos para convertirse en presidente, para muchos peruanos, ahora más que nunca, se trata de elegir al candidato menos malo. “Si salen Alan y Ollanta, no podré votar por ninguno; mi conciencia no me lo permitiría”. Son pala- La decepción, el miedo y la desconfianza se mezclan en un país hastiado por la pobreza y por la corrupción bras de Patricia M., profesora de ética de la Universidad Católica de Lima, antes incluso de conocer el resultado. Como ella, muchos peruanos se ven en la encrucijada de elegir a un ex presidente que fue acusado de enriquecimiento ilícito y de haber ordenado la matanza de la cárcel El Frontón en 1986, (se exilió y volvió al país cuando prescribieron sus delitos), y a un ex militar cuyo pasado y manera de pensar resultan, cuando menos, controvertidos. Los medios de comunicación fomentan además el miedo contra Ollanta y su ensalzado nacionalismo, extendiendo rumores sobre sus declaraciones, infundiendo la duda sobre su pasado o incluso, en ocasiones, tildándolo directamente como ‘fascista’ (calificativo que recibe por ejemplo en el rotativo limeño Correo). Pero Ollanta, enérgico y contundente, reitera que no está contra las empresas multinacionales (sino que revisará los contratos y que revisará el TLC) y que no es ni de izquierdas ni de derechas, sino que es del pueblo, de los pobres, que deben ser los propietarios de las riquezas del Perú. Un discurso –vacío de un programa político real para sus opositores– pero que llega a las clases populares, a vistas de los resultados. “Ya le dimos varias oportunidades a la derecha, y también al APRA, y todos nos robaron. Humala por lo menos no nos ha robado todavía”, declara César, propietario de un taxi clandestino de la concurrida capital limeña. Diferencias regionales Al margen del resultado, el futuro presidente tendrá que lidiar con todos los partidos principales, pues los escaños en el congreso están también muy repartidos. Según Marcela V., trabajadora de una ONG peruana, “lo triste y descora- zonador es que el país está totalmente fragmentado, y así es imposible crear ningún proyecto nacional y democrático”. Una fotografía general confirma esta división, que algunos analistas políticos achacan al voto emocional más que racional: el norte es de Alan García (donde el APRA tiene mucha tradición familiar), la ciudad –y gran parte del voto de las mujeres– de Lourdes, excepto algunas zonas de los conos de Lima (distritos suburbiales general- En el norte de Perú, donde el centrista APRA tiene mucha tradición familiar, el favorito es el candidato Alan García mente pobres y excluidos), donde Ollanta tiene mayoría, igual que en las zonas de sierra y de selva. Expectantes, desconfiados, ilusionados o descorazonados; convencidos, pragmáticos o con miedo..., cerca del 90% con edad de votar lo hizo, una de las participaciones más alta de la historia del Perú en un país, eso sí, donde el voto es obligatorio y donde el que no acude a las urnas se enfrenta a una multa de cuarenta dólares. Ahora queda la segunda vuelta. Activistas perseguidos en Costa Rica JOSÉ CAMBRA / PANAMÁ El 20 de abril comenzó en Guápiles, Costa Rica, el juicio contra los activistas sociales Orlando Barrantes e Iván Angulo, acusados del secuestro de policías antidisturbios que fueron desarmados y capturados por la multitud en medio de los enfrentamientos callejeros en la lucha que en 2000 sacudió el país para detener la privatización de la telefonía y la electricidad. El fiscal pide 60 años. Orlando Barrantes fue uno de los voceros más destacados de la movilización que impidió la privatización de dichos sectores, con centenares de bloqueos de calles y 150.000 manifestantes cercando la asamblea legislativa en la que se pretendía aprobar el proyecto de ley de privatización del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), victoria sin parangón en el resto del continente. Aquella victoria ha tenido eco en la altísima votación que recibió un partido de centro, el PAC, en las elecciones presidenciales de este año. La formación se oponía tibiamente al TLC con EE UU, uno de cuyos apartados incluye la polémica privatización. La diferencia de votos fue tan poca que llevó a Óscar Arias, del partido socialdemócrata Liberación Nacional, a afirmar que la mitad del país había votado contra él y el TLC. Costa Rica es el único país que no ha ratificado el tratado en la región. Orlando Barrantes ha sido también uno de los dinamizadores de la actual movilización contra ese TLC, que se expresó en las calles en noviembre con una manifestación de 50.000 personas. Barrantes coordina un sindicato de mucha afiliación y convocatoria, el Consejo Nacional de Trabajadores, compuesto de empleados bananeros y familiares, afectados por los pesticidas usados por las compañías de EE UU. Quienes objetan el juicio y posible condena señalan que sería una condena también contra los centenares de miles de electores que se oponen al TLC, los miles que se han manifestado y se manifiestan en uso de los derechos y libertades que consagra la Constitución de Costa Rica. Se pueden enviar mensajes a la Embajada de Costa Rica en España ([email protected]), así como al poder judicial de ese país ([email protected]), con copia a la campaña internacional para evitar los encarcelamientos de ambos activistas ([email protected]).