SALVADOR DIAZ MIRON - Biblioteca Digital

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O E L O 1ST R I T O F E.O E R A L
DIRECCIQM GEMERAL DE ACClON EDUCATfVA, RECREATIVA.
'DE
R~FORMA
Y SOC\M..
(PROPA.GANDA' CIVICA.
~UMERO
129)
HOMENAJE
A
SALVADOR DIAZ MIRON
POR EL
DR. J. MANUEL PUIG CASAURANC
JEFE DEL DEPARTA"ENTO
E'DICION HEa-tA CON MOTIVO DE
LA INAUGURACION OEL MONUMEN_
TO LEVANTADO HN I!L SEPULCRO
on. U..USTRE POETA. VERACRUZANO.
11 DI: JUNtO DE 1130 .
• lBL¡,;", T·..: .... ,... O~ MEXlCQ.
TALLERES GRAFICOS DE LA NACION
MEXlCO.-'\~:3Q.
ORAOION PRONUNC1,1DA POR EL DOCTOR J. M. PUla
CASAURANC, SEORETARlO DE EDUOAClON PUBU·
OA, EN EL AÑFlTEATRO DE LA. ESCUELA NAOIO·
NAL PREPARATOR1A, EN EL HOMENAJE A SALV.4DOR DlAZ MIRON, EL 15 DE JUNIO DE 1928.
o
importante en poesía "es que la producci6n lleve un
mensaje," y el mensaje poétioo de Díaz Mir6n empez6
a sacudir, desde hace medio siglo, al mundo de habla
española, y aupo hallar, en traducciones y citas y paráfrasis
de admiradores extranjeros, resq nicios por donde llegar, y sao
cudir también, al muudo de otras lenguas.
No es, por tanto, sino acto de justicia elomental que hoy
México, en manifestación oficial de ou Gobierno, haga este ho·
menaje de respeto y de gratitud al cadáver de un mexicano en
quien creemos ver al poeta máximo de América, que hizo, con
111 obra poética, mucho bien a su pals, dándole brillos imbo·
rrables.
L
AN venido ya y vendrán los criticos, y aquilatarán defi·
nitivamente su obra literaria.
N oootros nos conformaremos con colocarlo en la
clatrificaci6n espiritual que juzgamos le corresponde, en las ma·
niteBtaciones de la vida inteligente humana, y con oembrar
en nuestra eencilla oraci6n una que otra piedra blanca de
a.mable y eariñooo recuerdo, del recuerdo de aquellos dlas de
Dueetra vida estudiantil en Jalapa, en que lo veiamoo pasar a
diario, joven y fuerte, tal como 10 conociera Rafae! L6pez
.lios después, con ''la hirsuta melena encuadrando UD perfil
voluntariollO y altanero."
Era en aquello. dlas en que vivla frente a la Alameda
de Jalapa, que uaaba el Va te como un jardin O un puqul!
H
adicional a su mansión humilde. Y era especialmente interesante ese momento en que nos asomamos por primera vez a
su vida, porque se hallaba el Bardo en un paréntesis de espera y de desorientación, como lo defiIrió sinceramente cuando
dijo:
mitad de la N.ta e8toy parado;
11 lucho por c,."zar un río
"y no llalla puente, ni batel ni vado"
« .....
"qtre IUOhela
Ikjaba entonCe8 Diaz Mirón, con mAs frecuencia y más
natural e hidalga cordialidad que en afias posteriores, que la
juventud se le acereara; que los humildes muchachos de la
lejaua provincia, que iban a Jalapa a estudiar, saciaran su
I!ed de eontl'mplaci6n y de ané!isis de una gloria nacional tan
discutida aunque tan legitima como él, permitiéndole. fácil
y llano acceso a sn espiritu y a BU coraron.
I Quizás tlll'iera el Bardo puesta BU última fe en esa ju·
ventud, para el dt>8Rgravio final; quizás presintiera ya, con
la adivinación protética del verdsdero poeta que era, que uno
de aquellos humildil!imos estndiantea de entonces habla de
pagar, andando el tiempo, o de contribuir a qne se pagara, la
deoda de gratitud de México para con 80 más alto poeta!
Supimos y sentimos y vimos, desde entonces, qne era un
cráter rugiente de pasión y, en esa caracteristica de 8D espi·
ritu: la influencia constante de la pasión que reflejaba siempre en su poesla, hallamos el secreto de su vida y de su valer
único como poeta y, de paso, hallamos la explicación también
de la eseaaez de verdaderOfl poetas duraderos en México, como
en todas partes.
ORQUE es condici6n poética necesaria, para perdurar,
que 0610 surja el verso cuando haya alcanzsdo el alma
un grado de exaltación que prodDRa o que permita "nn
estado real de libertad de la conciencia;" que la vida artistica,
subdividiéndose en tres cances paralelos, tenga en mu,. llerne'
lante proporci6n, en el poeta, aspectoe de vida intelectual y
de vida emocional,. de vida rltmica, para que cualesquiera que
P
-n, el objeto, loa earacteres de método, de dicción, de mo·
vimiento pr08ódico, de ritmo o de forma artlatica que adop·
te la producción poética, pueda tener la característica indiB·
pensable para producir firme emoción estética; esta caracte·
rlatica es la fuerza emocional.
En la falta de influencia de la pallión-l!uprema y cons·
tante trastoruadora de vidas, pero madre eterna también de
gloria y de verdad-en esa falta. de influencia de la pasión
e,. el instaate de la producci6n poética, dijimos, se halla, ai
nuestro modo de ver, la raz6n última de la escases de esplritus
como el que hoy consagramos. Loa que, artistas del lenguaje,
no han sido tocados, en el insfante dt' la prodncción, por la
vara mágica p... "ional, encuentran fútil la. forma poética, y el
control de sus emociones y el dominio de la lógica los con·
dnce, en ando tienen facultades positivas para el manejo del
lengullje, a la producción en prosa; y aquello que, con el sen·
tido del ritmo, son en realidad eunucos que no han podido
sentir o ban alejado, al escribir, los acicates de la pasión, cuando manejan o cuando se acogen a las formas poéticas, todo
producen menos poesla y en ningún caso poosla perdurable.
ERO, procuremos hallar y de"';. qué clase de poeta era
Diaz Mirón, y para encontrarlo, aceptemos la vieja, la
clásica distinción de poetas liricos, épicos y dramáticos,
al~jándonos, eso si, del concepto clúsico, no acudiendo tan sólo
a la" formM métricas o a los objetos de la i,;"'piración poéti<xJ
para establecer las graduaciones. sino y~nrlo, más bien, al aspecto psicológico humano en esas diversas clases de poetas.
P
os
Jiricos se mueven siempre, en el fondo, por impulso"
de orden ~goI8tn. Demasiado preocupados con las complejidades y los problemas del "yo." hacen de ".. ser y
de los trastornos o sufrimientos de su ser, el ceutro universal
de la vida, en BUS manifestaciones poéticas. No tienen tiempo
ni poder para palpita .. y menos para hacer que los dem(¡s palpiten con 108 sentimientos colectivos. Produce belleza y
nada más.
L
Los épicos, grandes imaginativos, son todada egoÍlltas en
Inlbstancia; se IIBOmau a la vida, es verdad; consideran los
grandes problemas o 108 aspectos generales del mundo exterior
es cierto; no son ya "pájaros ciegos" como los poetas l!ricos
(de canto dulce o alegre o triste, siempre bello); tienen ojal
espléndid08, hasta para asomarse al fHWvenir; pero el "yo"
predomina, y la interpretación de la vida externa, de acuerdo
con 108 impulsos y con las aspiraciones del ''yo," continúa
siendo el eje emocional, intelectual y ritmico de 8U producción
poética.
y se llega a los poetas dramáticos, aunqlUl nunca 6scribieran de aou8rdo con 108 formas clá8icaa que han crcldo, lo.
tratadilltoa, caracterÍllti.caa de elte grupo; se llega a los reales
"generadores de emoeión poética;" a los verdaderos poetas, segÚD la concepción de Herodoto, de acuerdo también con la
significación misma etimológica del término primitivo usado
para designar a los poetas; creadore., "acedore. de verdad;
estos son 108 imaginativos por esencia; los universales; los
que poseen la facultad de la invención; Un maeafro. de ablOluto vilió,., universalidad de visión poética que no excluye el
ejercicio inteligente de otra8 facultades de orden metafisico
o práctico; 108 que, a más de etern08 poetas, pudieron ser
grandes guerreros, como Esquilo, o negociantes, como Shake·
speare, o cortesanos, como Chauce, o filósofos, como Goethe, o
bien fueron sólo poetas, Como Rubén Darlo, o sólo poetas "1
hombres, como Salvador Diaz Mirón!
·
N
O es Dio Mirón en todas sus épocaa el mÍllmo artifice,
pero 81 es siempre el milmo poetG.
Tuvo épocas, quizáB, en que la teoria aristotélica
respecto de la importancia de la facultad inventiva o imaginativa en la poesla, lo condujo a excelsitudes de fondo, con
graves abandonoR o descuido. de la forma; vecll8 hubo, también, en que satisfizo de modo prodigioso e intuitivo la fórmula concreta, expresada en lenguaje rltmico, de IIU definición
de la poesia!
6
"tre. Am-OÚ'mo, en conj"'nctoo;
el Aeroúmo del peMomiento,
el Aeroúmo del .entimiento
11 el Aeroínno de lo ellJpre8ión"
y es casi seguro que su allBia final de perfección fonética, que
lo llev6 en ciertos aspecto. a prodncir algo as! como una poes!a didáctica, que lo condujo a cincelar versos de forma especial algo rígida, se inspít"Ó, consciente o inconscientemente, en
la concepci6n de Dionislo de Alicarna80, qUe-6 bien IIBbid~
consideraba a la poesla, fnndamentalmente, "como una cuesti6n de estilo."
Pero lo distinto; lo característico, lo único de la poesla
de Diaz Mir{¡n, radica en la ."'periorida4, en lo delfllToporción
constante del fondo .obre lo formo, desproporción qUII Bub·
siste aun en los períodos mejor definidos de su preocupación
fonética de burilaci6n del verso.
ARA explicar mi pensamiento, no puedo menos de recor·
P
dar aqul 8. otro veNcruzano ilustre, a un Ignorado 7
modestlsimo profesor de literatura y de latln, don Justo
Pastor OonzA/ez, que en Orizaba, en la Preparatoria, n08 defi·
nía, del modo más gallardo y concreto que a mi juicio puede ha·
cerse, lo que es ridículo, lo que es bello y lo que es .",blfme, en
las producciones arUstíeas.
Cuando la forma predomina sobre el fondo; e8 decir, cuan·
do el pensamiento casi DO existe surge, como en la c8l"icatura,
lo ridículo; cuando en una bella y fuerte armonla, la forma y
.1 10lUlo son, en fuerza de pensamiento y en pureza de expresión, comparable., se produce lo bello; cuando el fondo, el
pensamiento, supera de tal modo a la expresión concreta, a la
forma, qut' el espíritu receptor, el contemplador de la obra
de arte o de la manifestación de la naturaleza, se siente .ub·
yugado por el fondo del asunto, por el significado del objeto,
y apenas para mientes en la forma misma, entonces y .ólo en·
tonces I!e produce lo ,,,,blime: as! el mar, cuyos elementos .u
forma resultan, a 108 cinco minutos de contemplación, illBig·
nificantes T .in Importancia alguna, al lado del pemamiento
o fondo que el e8pecti~ulo del IDar siempre sugiere y que encadena al esplritu y lo lleva a regiones de perfecta sublimidad
y de exquisita emoci6n puramente estética_
AsI el verso de Dlaz Mirón: el simple, el ingenuo, el fácil, el perfecto, el amanerado; lo mismo el de la época en que
no cuidaba todavia de no acentuar jamás la mi8llla vocal en
el mi(WlO verso, que el de aquellos dls. en que di6 rienda auelta a 8U imaginación o a Bns sentimientos; asi el verso, el estro
poético de Dial Mirón lleva aiempre (y esa es, quizAs, la r.uón
última de su perdurabilidad), encierra una fuerza emocional
tan honda; es una expresi6n de pensamicltto de fondo tan
profundo, que la forma métrica desaparece, y el esplritu, como en la rontemplación de uua anrora, o de un ventisquero,
o de una tormenta, o del mar, se bafia serenamente en la
poesla.
_Q
UE cuerda sonó mejor en la lira mironiana! ¿Debe
mOR glorificarla y eualtecerla por lo que ella tradujo
'de dolures y de humillaciones ancestralea; por lo que
ella anunció de humanitarias reivindicacione8 de derech08 de
tristes; por lo que tuvo en si de rebeldias; por la llama patriótica que tantaa vece. animó y que puso en nuestros ojos, en
los hombI"('s de nuestra generación, desde nifios, lampos de te
y seguridades o anunciaciones de triunfos; o nos impresionau
mátl, o nos conmueven mejor los arrebatos lIrieos de amor, de
aquel perpetuo, inextinguible y humano amor que eantó con
tanta donosura, en madrigales raras veces y más frecuentemente en versos de admonición y haRta de orgullo IIIltánico T
J.
Para nosotros, aquel verso de Darlo, dedicado a Dlaz Mirón, es verdad _iempre: "Lo que Buena e.. tu ¡¡,..., leja, resuena ¡" y hoy, como cuando tenlamos dieciséis all08, al asomarnos al espiritu del Bardo, sentimos el mismo recogimiento eIIplritual que n08 hacla pasar horas enteras de nuestra impaciente juventud con don Rafael Delgado, leyendo o inteJ-pretando o comentando los verso. de Diaz Mirón.
8
_FELIZ
1
tú, Maestro y amigo, que no has tenido que eope· _
rar años y más años para el juicio de consagración ::¡
•
elogio de tu patria!
En toda vida humana, que siempre es una intrincada sucesión de luces y de somhras, 8ólo el balance final puede marcar
la resultante: la perfección, o la verdad, o el bien, o el daño,
como producto general de una vida; y el hecbo mismo de que
haya sido un Gobierno Revolucionario, descendieute legitimo
de una situación polltica que Dlaz Mir6n combati6, el qu~
acepte y procnre ahora esta consagración, es la mejor prueba
de que se ha juzgado, en un análisis final, que fué mny alta y
noble y productora su existencia.
ESCANSA en paz, Salvador Dla,. Mirón, nimbado tu re·
cnerdo por la gratitud de México, cuyo nombre honra!!·
te como un amante hijo.
j Ni lágrimas, ni rostros compungidos! Ya lo dijiste tú:
D
" ... Un oo·dáver 100
e8
tr01loo Ikmolido,
ni roto altar, Bino prisi6n de.ierta."
o importa que ya no pueda acariciarte mlís y que no guaro
N
de tu "uelio aquel ruido del mar veracrozano, idéntico
a ti en rebeldia y en altiveces, que esa Rotonda de
Hombres Ilustres, en donde reposarlís desde mañana, ha de lle·
gar, como un murmullo de amor o uua plegaria eternas, la
admiración y la gratitud de nuestro México.
Publicado en el "Boletín de la Secretaria de Educación Pública,"
del 28 de junio de 1928.
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