Russell A. Barkley y Arthur L. Robin con Christine M. Benton Adolescentes desafiantes y rebeldes 10 pasos para solucionar los conflictos y mejorar la convivencia PAIDÓS Barcelona Buenos Aires México 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 5 14/1/11 10:30:09 A mi hermano gemelo, Ronald F. Barkley (1949-2006), a quien tanto añoro. R. A. B. A Susan, mi esposa, cuyo amor y amistad me inspiran a diario. A. L. R. 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 7 14/1/11 10:30:09 Agradecimientos Quisiera agradecer las importantes contribuciones de los coautores de este libro, Art Robin y Chris Benton, sin cuya ayuda este trabajo conjunto hubiera sido imposible. También quiero dar las gracias a la «familia» Guilford Press por prestarme, una vez más, el apoyo editorial del que he disfrutado durante los últimos veintiséis años. Mi especial agradecimiento a Philip Holthaus y Anna Brackett, quienes han conducido con éxito el proceso de maquetación y producción. Como siempre, quiero dar las gracias a mi esposa, Pat, y a mis hijos, Steve y Ken, por apoyar mis actividades profesionales. Rusell A. Barkley Quiero expresar mi agradecimiento a unas personas especiales sin cuyo apoyo y ayuda no se hubiera escrito este libro: a mis coautores, Russell Barkley y Chris Benton, que hicieron de su redacción una experiencia satisfactoria y divertida, al doctor Manuel Tancer, jefe del Departamento de Psiquiatría y Neurociencias del Comportamiento de la Universidad Estatal de Wayne, y al doctor David Rosenberg, jefe del Departamento de Psiquiatría y Psicología Infantil del Hospital Pediátrico de Michigan, cuyo apoyo me permitió disponer del tiempo necesario para escribir estas páginas; a nuestros editores de The Guilford Press, a todas las familias con las que he trabajado y de las que aprendo constantemente nuevas cosas sobre la conducta rebelde, y a mi esposa, Susan, quien me ha prestado su apoyo y amor incondicionales. Arthur L. Robin 11 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 11 14/1/11 10:30:09 Muchas gracias a Russ Barkley y Art Robin por su conocimiento, perspicacia, paciencia y humor infinitos. A todos los de Guilford por su apoyo y dedicación editorial: Bob Matloff, Seymour Weingarten, Kitty Moore, Marian Robinson, Anne Patota, Arthur Fournier, Judith Grauman y Anna Brackett. Christine M. Benton 12 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 12 14/1/11 10:30:09 Introducción Pam. Éste es el sonido de la rebeldía adolescente. Quizá lo oigas habitualmente cuando tu hijo abandona furioso la habitación después de otra interminable pelea en la que ambos habéis intentado imponer vuestra voluntad. O quizá lo imagines a diario mientras esperas temeroso a que tu hija decida romper ese muro de hostil silencio que os está distanciando. Sea cual sea la situación, resulta un ruido estremecedor. Es bastante duro vivir en un hogar convertido en un campo de batalla. La preocupación constante por lo que le pueda pasar a un hijo o hija al que ya no podemos controlar puede quitarnos el sueño y rompernos el corazón. Este libro trata sobre cómo convertirnos en una influencia positiva para nuestros adolescentes y no simplemente en una pieza más de la habitación de la que deciden salir dando un portazo. Trata sobre cómo podemos conseguir que nuestros adolescentes acepten las reglas innegociables en una familia civilizada y sobre cómo podemos aprender a negociar con ellos el resto de asuntos que sí lo son. Trata sobre cómo despojarnos de las afianzadas etiquetas que nos hemos puesto el uno al otro —«¡Me está provocando intencionadamente!», «nunca dejas que haga nada con mis amigos, ¡como si tuviera diez años!»— y que suelen acabar como el rosario de la aurora. Trata sobre cómo hacer que los adolescentes adquieran las capacidades necesarias que les ayudarán a llegar con éxito a la edad adulta y que los guiarán durante toda la vida; sobre la llegada de ese momento en el que escucharemos: «Vale, ¿cómo podemos arreglar esto», en lugar de «¡me voy de aquí!». Si has elegido este libro, tienes que saber desde ahora que si cualquier interacción con tu adolescente desemboca en una pelea, algo está fallando. 13 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 13 14/1/11 10:30:09 Seguramente ya no te consolará seguir pensando que tu adolescente sólo está atravesando una etapa de rebeldía. Si alguna de las situaciones que describimos a continuación son similares a las que se producen en tu familia, es hora de que te pongas manos a la obra para cambiar unas pautas que ya temes no poder cambiar. Kevin tiene quince años. Los vecinos, preocupados por lo que pudiera estar pasando en la puerta de al lado, contaron a sus padres que su hijo llevaba un par de días volviendo a casa con su novia a la hora del almuerzo y sin regresar de nuevo al instituto. La música alta, los ruidos y las risas que provenían de la ventana de la habitación de Kevin les hacían pensar que estaban bebiendo y practicando sexo. Sus notas eran aceptables y los resultados en las pruebas estandarizadas, para evaluar sus progresos y logros, más que buenos, así que sus padres desearon que sólo estuviera atravesando una etapa. Pero cuando encontraron latas de cerveza vacías y condones usados en la basura se dieron cuenta de que tenían que haber dejado a un lado sus miedos y, finalmente, se enfrentaron a su hijo. Se desató una terrible discusión durante la cual Kevin soltó todo tipo de improperios a sus padres. La madre de Lauren, de catorce años, dice que su hija ha «cambiado totalmente» desde que acabó primaria y se pregunta con nostalgia dónde está su dulce niña. Últimamente, Lauren apenas le dirige la palabra, salvo para hacerle algún comentario sarcástico sobre su ropa o para gritarle, después de que su madre le haya dado una orden firme tras un fracasado intento de convencerla con zalamerías. Hace poco, cuando la madre de Lauren se levantó a media noche para ir al lavabo, entró en la habitación de su hija, como solía hacer cuando era pequeña, y se la encontró chateando con un desconocido de otro estado. Cuando le dijo a Lauren que apagara el ordenador de inmediato, se desató una terrible discusión llena de acusaciones y palabrotas. El padre de Lauren zanjó la discusión prohibiéndole usar el ordenador durante tres meses. Aunque Gina sólo tiene trece años, suspende tres de las cinco asignaturas de octavo curso. Cuando su madre le pregunta si tiene deberes, dice que ya los ha hecho en el colegio y que ha olvidado traerlos a casa. Su profesora no dice lo mismo, así que la madre la ha castigado sin salir los fines de semana, confinándola en su habitación y obligándola 14 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 14 14/1/11 10:30:09 a hacer las tareas atrasadas o a estudiar para los exámenes. En lugar de hacer los deberes, Gina entra a escondidas en Internet y manda mensajes a sus amigos; su madre se llevó el ordenador provocando sus gritos e improperios. Ahora Gina se pasa el fin de semana soñando despierta y apenas estudia. Madre e hija discuten a diario sobre el instituto y sus estudios. Mark, de diecisiete años, se salta las clases, los fines de semana llega borracho a casa y no intenta disimular el olor a marihuana que por las noches emana de su habitación. Cuando sus padres le reprochan su modo de romper las normas, suele insultarlos, amenaza con pegarles y despotrica, acusándolos de «maltrato infantil». Su absentismo escolar está comenzando a menguar sus posibilidades de graduarse en el instituto. Su madre dice que no puede obligarle a ir al instituto llevándole ella misma en coche porque nada más decirle que suba al vehículo sale corriendo. El padre dice que por las mañanas no puede involucrarse en el tema porque llegará tarde al trabajo. Estos niños no sólo están sufriendo los problemas propios del desarrollo y sus padres no son «fanáticos del control» proclives a la exageración. Los padres de Mark siempre supieron que tenían un hijo testarudo. Cuando, todavía en octavo curso, comenzó a saltarse a la torera la hora de regreso a casa y a utilizar un lenguaje muy descarado, intentaron darle un poco de manga ancha porque no querían «quebrantar su espíritu» del mismo modo en que su padre sentía que sus progenitores habían hecho con él. Cuando echan la vista atrás recordando los últimos años, se dan cuenta de que las infracciones fueron aumentando en frecuencia y gravedad, pero no tienen ni idea de en qué momento este bravucón comenzó a mofarse de ellos y de sus normas. La madre de Lauren dice que su hija empezó a mostrarse esquiva con ella y a hacer casi todo lo que le daba la gana hace unos meses atrás, cuando comenzó el instituto. Los padres de Kevin probaron todo lo que se les ocurría para controlar a su inteligente hijo: le quitaron algunos de los privilegios de los que disfrutaba, le adelantaron la hora de llegada a casa, le castigaron. Pero ya ha encontrado el modo de saltarse esas restricciones, y los exigentes trabajos de sus padres les dejan demasiado exhaustos para pelear cuando eso ocurre. Gina padece un trastorno por déficit de atención con hiperactivi- 15 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 15 14/1/11 10:30:09 dad (TDAH) y sus padres la mantuvieron en el buen camino imponiendo tiempos de descanso, sistemas de puntos y medicación desde que la diagnosticaron a los nueve años. Pero ahora se niega a tomar la medicación y parece no preocuparle perder la hora de televisión o ganar puntos para celebrar una pizza party. En sus ratos muertos está sentada silenciosamente y sonríe. Los adolescentes pueden volverse rebeldes por varias razones. Tenemos que investigar qué puede estar pasando si nuestro hijo ha experimentado una repentina transformación y su conducta no puede seguir así durante más tiempo. En el capítulo 1 te ayudaremos a descifrar si la rebeldía es consecuencia de factores físicos o de otros no desvelados. Pero, independientemente del motivo, el programa de este libro puede convertirse en la solución que estabas buscando. Los psicólogos consideran que un adolescente necesita ayuda cuando se dan una o más de estas tres condiciones: a) La conducta del adolescente es mucho peor que la de la mayoría de los niños de su edad. ¿Cómo es el adolescente que te preocupa comparado con otros adolescentes que has criado o con otros adolescentes de tu familia o del vecindario? ¿Qué informaciones recibes de otros padres, profesores y demás adultos que estén en condiciones de supervisar a tu hijo o hija? En el capítulo 1 te proporcionaremos algunos cuestionarios y listas de comprobación con los que podrás evaluar a tu hijo. b) La conducta del adolescente entorpece su rendimiento en todos los niveles. Al igual que Kevin, quizá tu adolescente sea bastante inteligente, pero incapaz de seguir sacando buenas notas, de mantener amistades positivas o buenas relaciones familiares. Tal vez no sea capaz de cuidarse a sí mismo o de seguir las normas marcadas sin la constante supervisión de un adulto. c) La conducta del adolescente está provocando mucho sufrimiento emocional o dolor. Tanto el adolescente como tú podéis estar padeciendo este sufrimiento. La cuestión es que si tú y/o tu adolescente rebelde estáis padeciendo mucha ansiedad, depresión o tristeza crónica como consecuencia de su comportamiento, hay que tomar cartas en el asunto. 16 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 16 14/1/11 10:30:09 Estos tres factores pueden sumarse a una situación como la siguiente: tu adolescente discute todo lo que dices, rompe las normas constantemente o miente para eludir su cumplimiento. Puede que habitualmente te sorprendas levantándote por la noche, alternando estados de miedo y rabia porque, una vez más, tu hijo no ha llegado a casa a la hora acordada. Quizás observes que las calificaciones de tu hija están bajando, pero no consigues llegar a ninguna parte cuando, de nuevo, le preguntas por qué dice que no tiene deberes. Quizá te estés dando cuenta de que tu hijo rompe las normas en casa y en el instituto y comiences a preguntarte si también está empezando a saltarse la ley. O simplemente estés cansado de las peleas diarias sobre su modo de vestir, su forma de dirigirse a ti, las tareas que no hace o sobre las amistades con las que pasa el tiempo. Tengas un problema mayor o menor, constante o periódico, este libro te servirá de ayuda: no importa si la rebeldía está comenzando a asomar o ya es una rebeldía afianzada; tampoco si tu adolescente ya es mayor o si tienes un preadolescente y lo que quieres es saber cómo evitar problemas posteriores. El programa que encontrarás en este libro está compuesto de diez pasos que pueden restablecer una relación positiva entre tu adolescente y tú, y minimizar el conflicto que domina tu vida familiar. Puede mejorar el comportamiento académico de tu adolescente cambiando el modo de controlar los deberes y los temas escolares en el hogar. No podemos prometer que vayas a erradicar todos los signos de rebeldía de tu adolescente, ni tampoco que vaya a funcionar con todos los adolescentes. Pero si los sigues, da por hecho que la relación con tu adolescente avanzará de forma más positiva desde el primer momento. Si tu adolescente fue un niño rebelde y pusiste en práctica los ocho pasos de Your Defiant Child* (Hijos desafiantes y rebeldes), una parte del método te resultará familiar. Algunos de los principios son los mismos, desde la importancia de prestar una atención positiva a tu hijo o hija, hasta la utilidad de los sistemas de recompensa. Pero, naturalmente, también existen diferencias. Después de todo, tu hijo ha dejado de ser un niño y ya no puedes esperar que responda como si lo fuera, ni debe ser * Barcelona, Ediciones Paidós, 2007. (N. de la t.) 17 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 17 14/1/11 10:30:09 tratado como tal. Este programa no conseguirá que recuperes el control que tenías sobre tu hijo cuando contaba con siete u ocho años. Te enseñará a retomar la autoridad adecuada sobre el adolescente y a reconocer el desarrollo y la madurez que busca y experimenta. Eso significa más negociación y menos «dar órdenes». Eso significa añadir al repertorio utilizado en vuestras interacciones la comunicación y la habilidad para resolver problemas. El resultado ideal de este método es que el adolescente deje de ser un tirano que controla el entorno familiar, pero, al mismo tiempo, irá adquiriendo valiosas cualidades que llevará consigo hasta la edad adulta. Sabemos que esta propuesta ha funcionado en muchas familias. Dos de nosotros (el doctor Barkley y el doctor Robin) somos psicólogos clínicos que hemos dedicado nuestras carreras al tratamiento médico de niños y adolescentes con conductas rebeldes y TDAH. Dos de nosotros somos también investigadores muy experimentados. Hemos dirigido numerosos estudios sobre estos dos problemas y testado la efectividad de varios tratamientos a la hora de gestionar los problemas individuales y familiares que pueden surgir fruto de estos desórdenes. (Para más información sobre el doctor Barkley, consultar su página web: rusellbarkley.org.) Uno de nosotros (el doctor Barkley) ayudó concretamente a desarrollar los métodos aquí expuestos sobre la gestión de la conducta de niños y adolescentes, haciendo especial hincapié en las capacidades de atención positiva de los padres, en el uso y disfrute de los privilegios, en los sistemas de puntos y otras técnicas de incentivación destinadas a favorecer la conducta social adecuada, y en la incorporación de métodos amables de disciplina con los que enfrentarse al comportamiento desafiante. Estos métodos se basan en los anteriormente desarrollados por la doctora Constance Hanf y los fue aprendiendo mientras se formaba con ella en la Health Sciences University de Oregón, en Portland. Posteriormente, este trabajo se fusionó con el del doctor Robin sobre la resolución de problemas y la práctica comunicativa para estudiar su efectividad como tratamiento conjunto, subvencionado por el Estado, que ayudara a los adolescentes y a sus familias. Entre todos contamos con más de sesenta años de experiencia clínica y de investigación reconduciendo los proble- 18 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 18 14/1/11 10:30:09 mas de las familias con niños y adolescentes rebeldes. Esperamos, sinceramente, que tu adolescente y tú podáis beneficiaros de todo lo que hemos aprendido. Cómo utilizar este libro Este libro se divide en dos partes. La primera te enseñará a tener una visión más clara de la rebeldía de tu adolescente: qué está pasando realmente y qué factores han contribuido a crear los conflictos que estás viviendo. Sólo la comprensión de estos hechos te ayudará a introducir cambios que disminuirán la rebeldía y, como mínimo, conseguirán que aumente tu empatía hacia el adolescente, quien se había convertido en una espina clavada en tu corazón; también te ayudarán a creer que las cosas pueden mejorar en casa. Todo lo que aprendas sobre tu adolescente, sobre ti mismo y sobre las difíciles situaciones a las que debes enfrentarte y que son origen de conflicto entre ambos, te será de gran ayuda cuando comiences con el método desarrollado en la segunda parte. En ella encontrarás diez pasos que te permitirán llevar a cabo lo que ahora mismo te parece una misión imposible: retomar el control de la conducta de tu adolescente de un modo que le permitirá madurar y obtener de forma gradual la independencia por la que deben luchar todos los adolescentes. Te recomendamos encarecidamente que antes de comenzar con el método leas la primera parte, ya que los conocimientos que adquieras con su lectura constituirán un trabajo previo que aumentará las posibilidades de que lleves a cabo con éxito el programa. Además, en ella se describen las situaciones de muchas familias como la tuya, lo cual te recordará que no estás solo en esta lucha y que existen formas creativas de aplicar los conocimientos adquiridos con nuestro trabajo. Si decides seguir el método de la segunda parte, deberás llevarlo a cabo durante un período de cuatro a seis meses. Cuando trabajamos con los padres, normalmente dedicamos dos semanas a cada paso, de forma que las enseñanzas y técnicas de cada uno de ellos queden fuertemente arraigadas antes de pasar al siguiente. Quizá puedas aplicarlo de forma 19 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 19 14/1/11 10:30:09 más rápida; quizá te sientas muy cómodo aplicando las nuevas capacidades y cambios en el contexto general de interacciones que se producen en el hogar. Sea cual sea el tiempo que inviertas en ello, recuerda cuál es tu objetivo: no sólo estás consiguiendo una mejor relación con tu adolescente, estás convirtiendo a tu hijo en un adulto que podrá enfrentarse al mundo llenándote de confianza y orgullo. 20 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 20 14/1/11 10:30:09 primera parte Tu adolescente rebelde y tú 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 21 14/1/11 10:30:09 1 Qué es la rebeldía y cómo enfrentarte a ella Durante los fines de semana, Mark, de diecisiete años (del que hemos hablado en la introducción), no suele aparecer por casa, si es que lo hace, hasta la hora de cenar. Así que, cuando un viernes hizo una extraña aparición a las tres de la tarde, su madre, Sandy, le miró con recelo al entrar en la cocina, miró su reloj deliberadamente y dijo de forma sarcástica: —¿A qué debo este honor? Mark se limitó a poner una mueca de desdén y abrió el frigorífico. Sandy se ponía cada vez más nerviosa al observar cómo manoseaba la comida de los estantes. No quería empezar una pelea. Ya había tenido una semana muy larga. Pero no pudo guardar silencio. —Mark, ¿de verdad has ido hoy al instituto? ¿No termina a las tres de la tarde la última clase? —Relájate, mamá. Se ha suspendido. Además, ¿de qué demonios te preocupas ahora? Llevas sin preguntarme por el instituto desde Navidad. —Mira a tu madre, jovencito —dijo bruscamente Sandy—. ¡Si pierdes más clases ni siquiera conseguirás graduarte! —Oh, sí, como si eso importara. —Mark cogió varios ingredientes de la nevera, los dejó caer sobre la mesa de la cocina y comenzó a prepararse tres sándwiches enormes. —¿Para qué necesitas toda esta comida? —preguntó su madre—. Todas las semanas te doy dinero para el almuerzo. —Eh... Sí, lo gasté en cigarrillos —soltó Mark, luego se reclinó en la silla y dedicó una insolente sonrisa a su madre—. Además, voy a salir un rato; me lo llevo. Sandy se volvió desde el fregadero: —No vas a ir a ninguna parte hasta que no cortes el césped; te lo pedí el sábado pasado; y el anterior; y el anterior al anterior. 23 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 23 14/1/11 10:30:10 —Es viernes y voy a salir. Si quieres el césped cortado, hazlo tú. Lo único que haces es estar sentada. —¡No me hables así! ¡Y ni se te ocurra salir de aquí sin haber cortado el césped! —Vale, de acuerdo —susurró Mark. Entonces se levantó, volvió al frigorífico, cogió un pack de seis cervezas y salió por la puerta principal tan rápidamente que no pudo oír gritar a su madre. —¡Vuelve aquí, Mark! ¡No creas que podrás volver a casa tan fresco cuando te dé la gana! ¡Sabes que aquí todos tenemos que arrimar el hombro! Mark estaba pensando en sus planes para el fin de semana y ya había dejado de escuchar a su madre. Esta escena o una muy parecida se había repetido montones de veces durante el último año en este hogar. Cuando Mark comenzó a actuar como si las reglas de sus padres no tuvieran valor alguno y como si sus peticiones fueran opcionales, sus padres lo dejaron pasar esperando que fuera una etapa pasajera. Como esto no sucedió, comenzaron las amenazas y castigos. Mark se reía de ellos. Ahora entra y sale a su antojo y cada vez los trata con mayor desdén. De vez en cuando los maldice y amenaza. Sinceramente, sus padres le tienen un poco de miedo. Cómo definimos la rebeldía Reflexionemos sobre esta escena y tendremos todos los elementos con los que definimos la rebeldía: a) Incapacidad de llevar a cabo la orden de un adulto en un período razonable de tiempo. Aunque parezca mentira, se considera que un simple minuto constituye un tiempo razonable para cumplir la orden o petición de un adulto. Es aproximadamente el mismo período en el que esperaríamos que un adulto hiciera algo que le hemos pedido y es razonable esperar que un adolescente haga lo mismo. Mark no sólo no cortó el césped cuando su madre se lo pidió, sino que ignoró totalmente su petición durante tres semanas. 24 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 24 14/1/11 10:30:10 b) Incapacidad para seguir haciendo la tarea encomendada hasta finalizarla. Quizá pueda parecer que es algo que se sobreentiende. Pero son muchos los adolescentes que empiezan a hacer lo que se les ha pedido y no lo terminan. Se limitan a decir que sí, pero en realidad sólo cumplen con la mitad del trabajo y luego pasan a hacer lo que quieren: realizan la labor de forma chapucera o la alargan tanto que no la finalizan en el tiempo requerido. Evidentemente, Mark ni siquiera la inició. Está claro que, en determinadas circunstancias, no esperamos que accedan a cumplir la norma o la petición del adulto de inmediato. Pero en estos casos depende de nosotros plantear de modo explícito cuándo debe iniciarse ese cumplimiento. c) Incapacidad para seguir unas normas de conducta previamente establecidas. Mark obtuvo una puntuación bastante alta en este apartado: sus padres esperaban que acudiese al instituto, que les hiciera saber dónde estaba, que llegara a casa a la hora acordada, que los hablara con respeto y los escuchara con atención, que gastara el dinero que le daban de la forma adecuada y no en cerveza y cigarrillos. Se rebela en todos los aspectos. Aunque a lo largo de este libro utilizaremos el término rebeldía, es importante subrayar que con él queremos abarcar tanto el incumplimiento (no hacer lo que se le pide o se espera que haga mostrando pasividad) como la más activa resistencia física o verbal, que englobaría las amenazas, los desafíos y el lenguaje grosero de Mark. Es muy probable que sea dicha resistencia la que te haya llevado hasta este libro. Sin embargo, la madre de Lauren, de catorce años (mencionada en la introducción), se vio obligada a buscar ayuda porque su hija incumplía las normas sin apenas hacer ruido y, normalmente, se esfumaba. Por qué necesitas saber más sobre la rebeldía de tu adolescente Si tu adolescente se parece a Mark, a Lauren o a los otros dos adolescentes descritos en la introducción, ya tienes motivos suficientes para intentar llevar a cabo los sencillos pasos de la segunda parte. No obstante, 25 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 25 14/1/11 10:30:10 es posible que no tengas los suficientes conocimientos para sacar todo su jugo al programa. En primer lugar, tendrás que saber si este método de autoayuda es lo que realmente necesitas y si es todo lo que necesitas. ¿Es la rebeldía de tu adolescente una conducta o un rasgo de su carácter? Si te pidiéramos que nos dieras el significado de rebeldía, seguramente ofrecerías una rápida respuesta, definiéndola como resistencia, oposición y desobediencia; la ignorancia total del adolescente a tus peticiones, exigencias o instrucciones. Incluso es posible que la comparases con la frase de Groucho Marx en la película Plumas de caballo: «¡Sea lo que sea, me opongo!». Evidentemente, sólo podrás verlo de esta manera cuando tengas un buen día y le pongas algo de humor al tema. La mayoría de los días, la rebeldía de tu adolescente no es cosa de risa. Enfrentarse a alguien que siempre parece dispuesto a resistirse o a pelear, a alguien que constantemente muestra desprecio o aversión, resulta agobiante y agotador. Quieres que tu hijo «vuelva al redil» y que vuestras vidas retomen la normalidad. El problema es que puede que vuestras vidas nunca vuelvan a ser las de antes si interpretas que el problema es una característica de tu adolescente y no algo que él o ella hace. Si observas nuestra definición de rebeldía verás que la valoramos mediante determinadas acciones. Sin embargo, cuando estas acciones parecen provocarnos un dolor infinito, la rebeldía del adolescente puede comenzar a parecer un rasgo de la personalidad y no una conducta. Los rasgos de la personalidad no se pueden cambiar, pero la conducta sí. Si consideras que tu adolescente es desafiante, ¿verdad que te sientes atrapado por la situación? Esta forma de ver las cosas te lleva a los interminables «tú siempre...» y «¿por qué nunca puedes...?». Te sitúa en los desacuerdos y te mantiene ahí. No obstante, si observas detenidamente el modo de actuar de tu adolescente, es probable que percibas que no «siempre» es tan rebelde como crees; puede que no sea rebelde en todas partes, con todo el mundo, todo el tiempo y del mismo modo. Algunos niños son tan rebeldes en casa que 26 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 26 14/1/11 10:30:10 sus padres no pueden creer que no se comporten del mismo modo en el instituto y, sin embargo, no lo hacen. Otros son mucho más rebeldes con determinadas personas que con otras, o cuando se enfrentan a determinadas exigencias. La rebeldía suele mostrarse en diferentes grados. Sin embargo, cuando los padres la presuponen se convierte en algo incontrolable, en una gran revolución, independientemente de cuál sea su alcance. Cuando adquirimos conciencia de estos matices, obtenemos información sobre lo que va bien y lo que va mal y, en consecuencia, sabemos qué debemos intentar solucionar primero y cómo sacar provecho de lo positivo. Recuerda que la conducta se puede cambiar. La atenta observación de la rebeldía de tu adolescente te dejará ver dónde falla su conducta y saber cuándo puedes actuar para cambiar las cosas. ¿Es simplemente una conducta propia de la adolescencia o existen problemas más serios? Puede que vuestras vidas nunca retomen la normalidad si pones el acento en el «pasado». Observar con mayor detenimiento la historia de la rebeldía de tu hijo y mirar con lupa su conducta actual te ayudará a darte cuenta de lo fácil que es confundir la lucha por la autonomía propia del adolescente con la rebelión incontrolable. Profundizaremos más en el tema en los próximos capítulos; por el momento, intenta recordar que existe esa frontera. Lo único que sucede es que la lucha de intereses lleva a la confusión y todos necesitamos nuestro tiempo para adaptarnos a estas nuevas criaturas que tanto ansían librarse de nuestra supervisión y cuidados. Si eres capaz de comenzar a distinguir entre las reafirmaciones «normales», propias de la creciente independencia —el modo en que los niños suelen comportarse cuando alcanzan los diez años— y lo que nosotros denominamos «rebeldía» que se sale del molde, no cometerás el error de intentar «corregir» una conducta que es correcta (con lo duro que eso puede ser). 27 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 27 14/1/11 10:30:10 Recuerda todo lo que tienes que ganar Cuando tu paciencia ha sobrepasado tanto sus límites que ya no recuerdas cómo era la tranquilidad, resulta muy difícil no pensar que la rebeldía es un callejón sin salida. Tu adolescente te desafía (la causa) y estalla el conflicto (el efecto). Sin embargo, si le echas un vistazo con mayor detenimiento, recordarás que la rebeldía no sólo es una acción, es una reacción hacia la persona a la que se desafía o hacia una situación que se considera intolerable. Técnicamente es una interacción. Tu hijo no puede rebelarse contra tus órdenes si no se las has dado, ni puede romper una norma si no la has establecido previamente y tú no siempre reaccionas con rabia o frustración ante todas sus acciones. La rebeldía no aflora sin motivo, ni cuando una persona está sola. Como suele decirse, «dos no se pelean si uno no quiere». Puede resultar difícil creer que los adolescentes acostumbran a expresar su rebeldía a través de su ausencia. Ordenas a tu hijo de quince años que lave los platos y luego hinque los codos y, en lugar de hacer eso, pone pies en polvorosa y se marcha corriendo. Entre semana, tu hija debe llegar a casa a las diez y, sin embargo, responde a tu norma llegando a medianoche. Independientemente de que el adolescente esté presente o no, cada acto de rebeldía es una respuesta a algo que tú o alguna otra figura de autoridad habéis dicho. La rebeldía convierte la interacción en un conflicto. Os enfrenta a tu adolescente y a ti y, con el tiempo, os va separando cada vez más. Cuando observes con detenimiento la rebeldía de tu adolescente, verás que está haciendo mucho daño a la relación padres-hijo. Esperamos que esta toma de conciencia te motive lo suficiente para llevar a cabo el programa, incluso en los momentos más difíciles. Tienes mucho que ganar. Y esperamos que recuerdes que si formas parte de las interacciones fruto de la rebeldía, eso significa que tienes mucho poder para cambiar la situación. Unos cambios bastante sencillos en tu conducta pueden provocar grandes cambios en la de tu adolescente. En la introducción dijimos que si respondes afirmativamente a alguna de estas preguntas, probablemente tendrás que reconducir la rebeldía de tu adolescente. 28 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 28 14/1/11 10:30:10 a) ¿Es la rebelde conducta de tu adolescente mucho peor que la de la mayoría de adolescentes? b) ¿Está entorpeciendo su rendimiento la conducta desafiante de tu adolescente? c) ¿Está provocando mucho sufrimiento emocional o dolor la conducta de tu adolescente? El resto de este capítulo te ayudará a examinar el tipo de conducta desafiante de tu adolescente para que puedas saber cómo responder a estas cuestiones. En el «Formulario sobre la toma de decisiones» de la página 35 po­ drás anotar toda la información que has reunido; eso te permitirá determinar si necesitas ayuda y, si es así, si la autoayuda será suficiente o necesitarás recurrir a un especialista. ¿Cómo es la rebeldía de tu adolescente? La rebeldía en los adolescentes se presenta en todas sus formas. En la página siguiente hemos enumerado una lista de conductas. Con el objetivo de tener una visión general de aquello a lo que te estás enfrentando, marca con una X aquellas actitudes que hayas detectado en los últimos tiempos. Observa las cuatro categorías de la conducta rebelde o desafiante: la verbal (V), la física (F), la agresiva (A) y el incumplimiento pasivo (IP). ¿Cuántas conductas has marcado en cada categoría? Tenlo presente a medida que vayamos avanzando en el libro. Iremos sugiriendo diferentes técnicas con las que afrontar las distintas categorías de conducta rebelde. En el capítulo 15 aprenderás a usar las habilidades comunicativas para hacer frente a la rebeldía verbal. En los capítulos 10, 1l y 12 aprenderás a utilizar contratos, sistemas de puntos y castigos para afrontar la rebeldía física y agresiva. En el capítulo 14, a emplear la resolución de problemas para dominar la rebeldía pasiva y también algunos elementos de otros tipos de rebeldía. Si marcas alguno de los cinco últimos síntomas de la categoría de la agresividad, no olvides leer la sección «¿Necesitas ayuda profesional?» que encontrarás más adelante, en este capítulo. 29 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 29 14/1/11 10:30:10 Verbal ± Grita ± Gime ± Se queja ± Chilla ± Insulta ± Dice palabrotas ± Miente ± Discute ± Humilla/fastidia ± Se burla ± Llora ± Es impertinente o respondón Agresiva ± Se resiste físicamente a las peticiones o instrucciones ± Lanza objetos ± Destruye la propiedad intencionadamente ± Pelea físicamente con los demás ± Lleva o usa armas ± Entra a robar en las casas o negocios de los demás ± Es cruel con los demás ± Es cruel con los animales ± Carece de sentimiento de culpa o remordimientos o parece no tener conciencia Física Incumplimiento pasivo ± Desobedece ± Ignora las peticiones ± Tiene rabietas ± No termina los quehaceres cotidia± Perturba las actividades de los denos más ± No termina los deberes ± Roba ± Ignora su cuidado personal ± Se va corriendo Otros: _______________ Todos los derechos reservados ©2008, The Guilford Press. ¿Es la rebeldía de tu adolescente mucho peor que la de los demás? ¿Es la conducta rebelde de tu hijo mucho peor que la de la mayoría de los adolescentes? Para responder a esta pregunta, necesitamos una conducta estándar adolescente con la que comparar. Te ofrecemos dos modelos: los síntomas del trastorno negativista desafiante, procedentes del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-IV-TR),* * Manual diagnóstico y estadístico de desórdenes mentales (MDE-IV-TR). (N. de la t.) 30 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 30 14/1/11 10:30:10 de la American Psychiatric Association [Asociación Estadounidense de Psiquiatría] y el cuestionario para padres sobre conducta conflictiva desarrollado por el doctor Robin. A continuación te ofrecemos el MDE-IV-TR. Encontrarás el cuestionario para padres sobre conducta conflictiva al final de este capítulo. Formulario sobre la frecuencia de los síntomas Pierde el control Nunca A veces A menudo Muy a menudo Discute con los adultos Nunca A veces A menudo Muy a menudo Se rebela o rechaza activamente cumplir las peticiones o normas de los adultos Nunca A veces A menudo Muy a menudo Molesta deliberadamente a los demás Nunca A veces A menudo Muy a menudo Echa la culpa a los demás de sus errores o conductas Nunca A veces A menudo Muy a menudo Es susceptible o se molesta fácilmente con los demás Nunca A veces A menudo Muy a menudo Se enfada y es rencoroso Nunca A veces A menudo Muy a menudo Es malicioso y vengativo Nunca A veces A menudo Muy a menudo Todos los derechos reservados ©2008, The Guilford Press. Examina la lista de las ocho conductas negativas desafiantes enumeradas en el cuadro de arriba. Piensa de qué modo ha demostrado tu hijo o hija estos síntomas durante los últimos seis meses. Rodea las palabras nunca, a veces, a menudo o muy a menudo para determinar la frecuencia con que se ha producido cada síntoma. Cuenta el número de síntomas que has calificado con un a menudo 31 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 31 14/1/11 10:30:10 o muy a menudo. Si has marcado un mínimo de cuatro, tu hijo está demostrando una conducta más rebelde que la mayoría de los adolescentes. Si han sido dos o tres los síntomas marcados de este modo, tu hijo está demostrando una conducta un poco más rebelde que la de la mayoría de adolescentes. Si han sido menos de dos los síntomas marcados, la conducta rebelde de tu adolescente se mantiene, por lo general, en un ámbito normal. Retén esta información porque la utilizarás en el «Formulario sobre la toma de decisiones» que encontrarás más adelante en este capítulo. Si crees que te sentirás mejor contando con más evidencias que te ayuden a ratificar la conclusión a la que acabas de llegar, rellena el cuestionario para padres sobre conducta conflictiva, que encontrarás al final de este capítulo, y comprueba si los resultados son similares. ¿Está resultando perjudicial la conducta de tu adolescente? ¿Está interfiriendo su conducta rebelde en su comportamiento en casa, en el instituto o en la comunidad, impidiéndole ofrecer los resultados esperados? Para ayudarte a responder esta pregunta, hemos enu­ merado los principales escenarios en los que la conducta rebelde puede resultar un problema. Examina todas las conductas negativas que calificaste con un a veces, a menudo o muy a menudo de la lista anterior. Teniendo en cuenta todas estas conductas, rodea con un círculo los valores que representan el modo en que interfieren en la capacidad del adolescente para rendir en todas las actividades diarias. Aunque sólo hayas marcado a menudo o muy a menudo en una ocasión, la conducta rebelde de tu adolescente está interfiriendo en su capacidad para funcionar en una importante actividad de la vida. Al igual que con el «Formulario sobre la frecuencia de los síntomas», ten los resultados a mano para utilizarlos en el «Formulario sobre la toma de decisiones». 32 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 32 14/1/11 10:30:10 Formulario sobre los efectos colaterales En la vida familiar del hogar Casi nunca A veces A menudo Muy a menudo En las interacciones sociales con los compañeros Casi nunca A veces A menudo Muy a menudo En el instituto Casi nunca A veces A menudo Muy a menudo En las actividades de la comunidad Casi nunca A veces A menudo Muy a menudo En los deportes, juegos y actividades de equipo Casi nunca A veces A menudo Muy a menudo En actividades que implican cuidar de sí mismo/a Casi nunca A veces A menudo Muy a menudo En los juegos, el ocio y otras actividades de tiempo libre Casi nunca A veces A menudo Muy a menudo En el ejercicio de la tareas diarias y otras responsabilidades Casi nunca A veces A menudo Muy a menudo Todos los derechos reservados ©2008, The Guilford Press. ¿Está provocando mucho malestar emocional la conducta de tu adolescente? El malestar emocional puede producirse de muy diferentes maneras. Quizá la conducta rebelde de tu adolescente hace que tú u otros miembros de tu familia os sintáis enfadados, frustrados, preocupados, deprimidos y/o desesperanzados. Es algo que resulta difícil de valorar, ya que cada persona experimenta el malestar emocional de forma diferente. Por ello, es probable que las clasificaciones que encontrarás a continuación sean algo inexactas, lo cual es normal. Céntrate en valorar el grado general de malestar emocional que los miembros de tu familia experimentáis durante un día normal en el que tu adolescente manifiesta las conductas rebeldes que has anotado en los anteriores formularios evaluativos. 33 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 33 14/1/11 10:30:10 Si uno o más miembros de tu familia estáis experimentando grados moderados de malestar emocional provocados por la conducta negativa del adolescente, deberás plantearte seriamente la puesta en práctica del programa descrito en este libro o la visita a un terapeuta. Plantear unas líneas de actuación Ahora cuentas con algunos datos que te permitirán determinar en qué momento te has visto desbordado por la conducta rebelde de tu hijo. Utilízalos para rellenar el siguiente formulario que te ayudará a pensar cómo resolver el problema. Nuestras recomendaciones son directrices generales basadas en nuestra experiencia clínica, no en los datos de una investigación. Formulario sobre el malestar emocional a) Mi malestar emocional Ninguno Muy poco Moderado Mucho Muchísimo b) Malestar emocional de mi cónyuge Ninguno Muy poco Moderado Mucho Muchísimo c) Malestar emocional de mis otros hijos Ninguno Muy poco Moderado Mucho Muchísimo Todos los derechos reservados ©2008 The Guilford Press. ¿Necesitas ayuda profesional? El «Formulario sobre la toma de decisiones» de la página siguiente te ofrece una idea aproximada sobre si necesitas ayuda profesional o te resulta suficiente la autoayuda. Si tienes dudas, lee este libro e intenta, en primer lugar, poner en práctica nuestras sugerencias. Si tras haberte esforzado bastante, ves que no llegan los resultados esperados, acude a un profesional de la salud mental. Encontrarás más información sobre este tema en la «Bibliografía», al final de este libro. Puede que la rebeldía de tu adolescente no sea excesivamente severa, pero necesite la intervención de un profesional porque se está prolongando demasiado en el tiempo y te sientes incapaz de encontrar una salida. 34 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 34 14/1/11 10:30:10 Formulario sobre la toma de decisiones a) ¿Cuántos síntomas has valorado con un a menudo o muy a menudo en el «Formulario sobre la frecuencia de los síntomas» (pág. 31)? ___ (0-8) b) En el «Formulario sobre los efectos colaterales» (pág. 33), ¿has escogido un a menudo o muy a menudo en uno o más escenarios? ___ Sí ___ No. c) ¿Has calificado al menos uno de los tres puntos del «Formulario sobre el ma­lestar emocional» (pág. 34) con un mucho o un muchísimo? ___ Sí ___ No. Así debes interpretar tus respuestas: a) 4 o más. b) Sí. c) Sí. Sopesa la idea de utilizar este libro de autoayuda y consultar a un profesional de la salud mental para que te ayude a afrontar la conducta rebelde de tu adolescente. a) 1-3. b) Sí. c) Sí. Puede que este libro sea suficiente como ayuda a la hora de afrontar la conducta negativa de tu adolescente. a) 1-8. b) No. c) No. Probablemente este libro será suficiente para ayudarte a afrontar la conducta rebelde de tu adolescente. a) 2-3. b) y c) No, a cualquiera de ellas. Probablemente tengas bastante con este libro. a) 0-1. b) y c) No a cualquiera de ellas o a ambas. Es probable que la conducta rebelde de tu hijo esté dentro del abanico de la normalidad. Puede que encuentres consejo en este libro, pero seguramente no necesites la ayuda de un profesional. Todos los derechos reservados ©2008, The Guilford Press. 35 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 35 14/1/11 10:30:10 Si es algo más reciente, pero os está ocasionando a ambos (a ti o a tu hijo) graves problemas (por ejemplo, se niega a ir al instituto, ha abandonado por completo las actividades o comidas familiares, padece de constante tristeza o depresión, tiene bruscos cambios de personalidad) que perturban por completo el desarrollo de la vida escolar y familiar, quizá también necesites la intervención de un profesional, al menos para que te oriente correctamente. Además, puedes mirar con mayor detenimiento la conducta específica de tu adolescente: ¿ha iniciado peleas físicas o utilizado armas durante el último año? ¿Ha intimidado a los demás, demostrado crueldad física (hacia personas o animales) o cometido delitos como asaltos o robos? ¿Se ha escapado de casa y ha hecho novillos? Si respondes afirmativamente a alguna de estas preguntas (que corresponde aproximadamente a los cinco últimos síntomas de la categoría de la agresividad de la primera lista de comprobación, página 30), te estás enfrentando a un problema que no podrás controlar sin la ayuda de un experto; busca la valoración de un profesional. Puede que tu adolescente tenga un trastorno de la conducta, del que hablaremos en el capítulo 4. Si ves que tienes algunas dudas sobre la gravedad de los problemas de tu hijo, habla con aquellas personas que hayan tenido la oportunidad de observarle e interactuar con él: profesores, entrenadores, padres de sus amigos. ¿Hay algo más en esta historia? No es inhabitual que los padres que completan los formularios de evaluación de este capítulo acaben pensando que puede que las cosas no sean tan terribles como las imaginaban. Si tomas cierta distancia y observas la conducta de tu adolescente de forma objetiva, quizá llegues a la conclusión de que las acciones o actitudes de esa hija que te vuelve loco no la están llevando por el mal camino. Ello significará que tendrás que indagar si está sucediendo algo más que hace que ella se comporte de esta manera. O tal vez descubras que ese hijo que está provocando tantos momentos de tensión entre vosotros realmente no ha seguido la estela de la delincuencia, posibilidad que realmente te aterraba. Julie, la hija de Mar- 36 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 36 14/1/11 10:30:10 sha, había comenzado a estudiar en un nuevo instituto, ya que se habían mudado de casa hacía seis meses. Pero nadie se dio cuenta de que no se estaba adaptando bien hasta que comenzó a exteriorizarlo en casa. La rebeldía que exhibía el hijo de trece años de Darrell, Jake, era bastante ino­ fen­si­va: dejaba «intencionadamente» su ropa por toda la casa o había que recordarle tres veces que cortara el césped o que sacara a pasear el perro. Sin embargo, Darrell no puede entender que actualmente las necesidades propias de la edad de su hijo son distintas a las de hace algunos meses y espera que su hijo actúe de la misma forma aquiescente en que lo hacía antes de la pubertad. Marsha puede sacar algo de provecho del método de este libro a pesar de que su hija esté atravesando una difícil transición en su vida. Como mínimo, aprenderá a prestar más atención positiva a su hija —en lugar de centrarse siempre en su malhumor— y a ofrecerle el apoyo que algunos niños necesitan como armadura para enfrentarse al duro mundo. La incentivará para que sus interacciones con la familia y con los demás en general sean más corteses y le mostrará su respeto, intentando solucionar los problemas como lo harían dos adultos; de este modo contribuirá a que su hija desarrolle la confianza necesaria para enfrentarse a los cambios que se produzcan en su vida. Por otra parte, Marsha puede observar si su hija está padeciendo los síntomas de una depresión y consultarlo con su médico o acudir a un profesional de la salud mental. Darrell podría utilizar la primera parte de este libro para examinar las expectativas que tiene de su hijo e intentar adaptarlas a los cambios provocados por de su desarrollo. Las técnicas de gestión de la conducta que se encuentran al principio de nuestro programa le ayudarán a responder (y preguntar) a su hijo de forma sensata y razonable. Una vez descubra que puede imponer unas normas no negociables en el hogar, él y Jake aprenderán a comunicarse mejor y comenzarán a negociar las que, por supuesto, son negociables. Un derecho del que todos los niños que están madurando deberían disfrutar, siempre que demuestren ser capaces de asumir la responsabilidad que supone la libertad adicional. Mientras tanto, la primera parte de este libro ayudará a Marsha y a Darrell a reflexionar profundamente sobre los cambios de conducta de sus hijos y así sabrán cómo sacar el mejor partido a la segunda parte del programa. 37 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 37 14/1/11 10:30:10 ¿Estás listo para la acción? Hay algo muy claro: los cambios son duros y los que son a largo plazo todavía son más difíciles de realizar. Tienes que estar totalmente seguro de querer disfrutar de los beneficios del cambio en la conducta de tu adolescente. Sin embargo, puede que te resulte bastante complicado conseguirlo y es fácil desanimarse cuando el camino no es precisamente de rosas. De hecho, todos necesitamos atravesar una serie de etapas para introducir cualquier cambio significativo en nuestras vidas. Los problemas no son cosa del momento, siempre se gestan durante un tiempo, aunque muchas veces no somos capaces de reconocerlo. Quizás hayas estado varios meses, o incluso más, peleándote con tu adolescente antes de llegar al momento en el que te has dado cuenta de que no podía tratarse de una simple fase y realmente quieres buscar una solución al conflicto en el que está inmersa tu familia. Es probable que sea justo en este momento cuando hayas comprado este libro. Leer estas palabras te ayudará a prepararte para afrontar los cambios que tenéis que llevar a cabo tu adolescente y tú. La lectura del resto de la primera parte de este libro constituye un buen y necesario comienzo. Pero, una vez que te sumerjas en el programa, es importante que comprendas que debes esforzarte al máximo para ceñirte a sus pautas. Como aprenderás al comienzo de la segunda parte, la constancia es uno de los principios básicos que se esconden tras los cambios de conducta exitosos. Tus posibilidades de perseverar aumentarán si eres consciente de que, en ocasiones, puedes dar un paso hacia delante y dos pasos atrás; y de que muchas veces marcharás de lado. El camino hacia la disminución de los problemas entre tu hijo y tú será zigzagueante y no en línea recta. No te desanimes en los momentos en los que vayas dando bandazos; mantente firme y sigue adelante. i Manos a la obra • Observa el comportamiento actual de tu hijo y piensa con detenimiento en su conducta en el pasado reciente; luego rellena el «Formulario de evaluación» de este capítulo. Rellena también el cuestionario para 38 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 38 14/1/11 10:30:10 padres sobre conducta conflictiva, que sigue a continuación, para compararlo con el «Formulario de evaluación» pero, sobre todo, para ver que los padres pueden tener diferentes puntos de vista sobre los problemas con su hijo. • Basándote en tus respuestas, decide si tu hijo es realmente rebelde y si este libro puede ayudarte. • Determina si, además del libro, necesitarás la ayuda de un profesional. Si es así, busca a un especialista cualificado que pueda realizar una evaluación del problema y llevar a cabo un posible tratamiento. • Piensa en qué punto de las «etapas de cambio» te encuentras: a) ¿Sientes que la rebeldía constituye un problema para tu adolescente, para tu familia y para ti? Si no es así, deja a un lado este libro durante una temporada, pero sigue observando la conducta de tu hijo y vuestras interacciones. Si dentro de pocas semanas el problema no se ha resuelto por sí solo, retoma este capítulo y completa las listas de nuevo. Si el problema sigue siendo el mismo o ha empeorado, lee el resto del libro. b) Si crees que la rebeldía es un problema, tienes que tratarlo. Termina de leer el libro antes de decidir si llevas a cabo el programa tú solo o si vas a hacerlo con la ayuda de un profesional. c) Si estás listo para empezar, lee con mucha atención la primera parte; te encuentras en plena etapa de «preparación». Tu próximo paso será la «acción»: trabajar los diez pasos del método. Una vez que hayas aprendido todas las técnicas y habilidades, pasarás a la fase de «mantenimiento», en la que pondrás en práctica todo lo aprendido. Puede que, ocasionalmente, sufras alguna «recaída», algo totalmente normal y reversible. Retoma la segunda parte y busca qué capítulo debes repasar. En cada etapa te ofrecemos muchos consejos sobre la localización y resolución de problemas que te ayudarán a superar estos resbalones y que te situarán de nuevo en el buen camino. 39 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 39 14/1/11 10:30:10 Cuestionario para padres sobre conducta conflictiva A continuación te presentamos otra forma de calibrar la rebeldía de tu adolescente. Si lo deseas, rellena este cuestionario y compara los resultados obtenidos con los de los formularios de evaluación que cumplimentaste anteriormente en este capítulo. Los resultados que concuerden reforzarán la decisión tomada sobre el modo de actuación elegido. Este formulario es también una excelente manera de descubrir si tu adolescente se comporta de forma más rebelde contigo o con el otro progenitor o cuidador (como un abuelo que desempeña el papel de padre). Como verás más adelante, cuando la conducta del adolescente (o la percepción de su conducta) es muy distinta según se trate del padre o la madre, puede que tengas que adoptar medidas extraordinarias para esquivar una estrategia basada en el «divide y vencerás» y para conseguir que ambos llevéis el mismo ritmo de trabajo en el programa. Si son varios los adultos que desempeñan un papel significativo en la vida del adolescente, todos ellos deberán completar este formulario. Soy ___ la madre ___ el padre del niño (elegir una opción) Piensa en los dos últimos meses en el hogar. Las frases que presentamos a continuación tienen que ver con tu adolescente y contigo. Léelas detenidamente y rodea verdadero o falso para dar respuesta a cada una de ellas. Contesta tú solo, sin consultar con nadie. 1. Es fácil llevarse bien con mi adolescente. Verdadero Falso 2. Cuando discutimos se comporta bien. Verdadero Falso 3. Se muestra receptivo a las críticas. Verdadero Falso 4. Casi siempre le gusta hablar conmigo. Verdadero Falso 5. Casi nunca estamos de acuerdo. Verdadero Falso 6. Normalmente escucha lo que le digo. Verdadero Falso 7. Nos enfadamos al menos tres veces a la semana. Verdadero Falso 8. Dice que no tengo en cuenta sus sentimientos. Verdadero Falso 9. Llegamos a un acuerdo durante las discusiones. Verdadero Falso 10. No suele hacer lo que le pido. Verdadero Falso 11. Nuestras conversaciones resultan frustrantes. Verdadero Falso Todos los derechos reservados ©2008, The Guilford Press. 40 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 40 14/1/11 10:30:10 Cuestionario para padres sobre conducta conflictiva (cont.) 12. A menudo parece estar enfadado conmigo. Verdadero Falso 13. Cuando hablo parece impaciente. Verdadero Falso 14. En general, no pienso que nos llevemos muy bien. Verdadero Falso 15. Casi nunca comprende mi parte de la discusión. Verdadero Falso 16. Tenemos grandes peleas por cosas pequeñas. Verdadero Falso 17. Cuando le hablo, está a la defensiva. Verdadero Falso 18. Cree que mis opiniones no cuentan. Verdadero Falso 19. Discutimos mucho por las normas. Verdadero Falso 20. Me dice que cree que soy injusto. Verdadero Falso Comprueba la puntuación obtenida e interpreta los resultados a) Suma un punto por cada verdadero con el que hayas respondido a las cuestiones 5, 7, 8, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19 y 20. b) Suma un punto por cada falso con el que hayas respondido a las cuestiones 1, 2, 3, 4, 6 y 9. c) Suma todos los puntos. Hay dos maneras de interpretar los resultados del cuestionario para padres sobre conducta conflictiva. a) Compara tu puntuación con la puntuación media que obtuvimos en nuestra investigación con familias con y sin conflictos. Observa cuál de ellas se aproxima más a la que tú has obtenido: Madres. Puntuación media para las familias con conflictos = 12,4 (desviación estándar = 5,0). Puntuación media para las familias sin conflictos excesivos = 2,4 (desviación estándar = 2,8). Padres. Puntuación media para las familias con conflictos = 10,5 (desviación estándar = 5,0). Puntuación media para las familias sin conflictos excesivos = 3,2 (desviación estándar = 3,0). b) Utiliza los siguientes topes para las puntuaciones altas: Madres. Cualquier puntuación por encima de 8 se encuentra en el rango problemático. Padres. Cualquier puntuación por encima de 10 se encuentra en el rango problemático. 41 030-Adolescentes Desafiantes 01.indd 41 14/1/11 10:30:10 Adolescentes desafiantes y rebeldes Russell A. Barkley y Arthur L. Robin con Christine M. Benton No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal) Título original: Your Defiant Teen Publicado en inglés por The Guilford Press, a division of Guilford Publications, Inc. © del diseño de la portada, M.ª José del Rey, 2011 © The Guilford Press, a division of Guilford Publications, Inc., 2008 All rights reserved © de la traducción, Paula García, 2011 © de todas las ediciones en castellano: Espasa Libros, S. L. U., 2011 Paidós es un sello editorial de Espasa Libros, S. L. U. Avda. Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona (España) www.planetadelibros.com Primera edición en libro electrónico (PDF): julio de 2011 ISBN: 978-84-493-2616-5 (PDF) Conversión a libro electrónico: Newcomlab, S. L. L. www.newcomlab.com