El Pulso de la salud Por Henri Philippe Capmartin @henricapmartin ¿Qué cambiará en el país con la próxima Ley sobre donación de órganos y tejidos? ¿Sabía usted que un donante de órganos y tejidos puede ayudar y/o beneficiar a por lo menos 55 personas y salvar muchas de esas vidas? La historia es la siguiente: Hace una semana las comisiones conjuntas de Cámara y Senado conciliaron el texto definitivo de la Ley, la cual fue aprobada en la Cámara Alta pasando ahora a la Baja donde nuestros Honorables Representantes harán lo propio para en últimas pasar a sanción presidencial en los próximos días. En resumidas cuentas la nueva ley de la Republica tendría 24 artículos y ampliaría la presunción legal de donación de órganos, tejidos, componentes anatómicos y líquidos orgánicos, prohibiría la donación para extranjeros y ordenaría al gobierno nacional que implemente estrategias de información para promover la donación, con importantes recursos para publicidad en los medios de comunicación. La presunción legal de donación, todos somos donantes a menos que manifestemos lo contrario en vida, está vigente en nuestro país desde 1988 por medio de la Ley 073, pero un familiar puede oponerse a esa voluntad e impedir la donación después de nuestra muerte. Con esta nueva norma, se elimina esa interferencia de los familiares y se respeta la voluntad de cada persona. Esta nueva Ley quiere resolver una problemática que se está presentando en nuestro país, donde la demanda de órganos es creciente y la oferta es decreciente, lo que quiere decir, que cada año la brecha es más grande. En Colombia según el Instituto Nacional de Salud (INS), existen más de 2.200 personas esperando algún órgano para serles trasplantado y tan solo el 2% lo logra efectivamente. Ahora bien, pasemos a explicar el procedimiento como tal. El protocolo de donación se activa cuando el paciente es declarado en estado de muerte encefálica o cerebral, cese total e irreversible de toda actividad en el cerebro. Los órganos y tejidos pueden ser donados cuando una persona presenta muerte encefálica, pero si su muerte se produce por un accidente u otra causa, solo se pueden donar tejidos, ya que sus órganos no se conservan por mucho tiempo. En nuestro país se pueden donar órganos como los riñones, los de mayor demanda, corazón, hígado, pulmones, intestino, páncreas, laringe y tráquea. En cuanto a los tejidos el INS, entidad que regula todos estos temas, ha autorizado los trasplantes de cartílagos, tendones, huesos, medula ósea, córneas, piel, vasos sanguíneos y válvulas cardiacas. No olvidemos que la gran mayoría de los trasplantes en nuestro país están cubiertos dentro de los planes de beneficio a los que tenemos derecho por estar afiliados a nuestras flamantes EPS. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la donación de órganos y tejidos debe ser altruista y desinteresada, o sea de manera gratuita y sin fines de lucro. En Colombia la Ley 73 de 1988, la Ley 919 de 2004 y el Decreto 2493 de 2004, prohíben expresamente el tráfico de órganos y lo tipifican como un delito gravísimo. Los trasplantes de órganos y tejidos son considerados procedimientos de alta complejidad y son realizados en IPS que cuentan con una infraestructura adecuada y un personal idóneo en cada área especifica. En el país se encuentran habilitadas 26 clínicas y hospitales con programa de trasplante. Y como en algunos países la última palabra la tiene la religión o su iglesia, menos en este claro está, revisemos como se maneja el tema de la donación de órganos y tejidos en el mundo: La Iglesia Católica se ha pronunciado explícitamente a favor de la donación de órganos y lo ve como un acto de amor hacia el prójimo. La Iglesia Anglicana no se ha pronunciado ni a favor ni en contra. La Iglesia Protestante, se ha pronunciado a favor de una legislación que no permita a los familiares de un difunto negarse a la donación si esa persona en vida había manifestado su voluntad de hacerlo (algo como lo que se está haciendo en Colombia). En el Judaísmo, las leyes civiles y religiosas se contradicen puesto que el Estado fomenta la donación pero los religiosos se oponen tímidamente. La Iglesia Ortodoxa pregona la libertad de cada quien para decidir. La Iglesia Evangélica defiende la libertad de conciencia. La Iglesia Mormona apoya férreamente la política de trasplantes de órganos y tejidos. Los Budistas consideran que los muertos necesitan 3 días para acceder a mejores condiciones y reencarnar, por lo tanto es inviable la donación de órganos, pero hay pueblos que si la aceptan. El Zen acepta la donación sin reparos. Los Testigos de Jehová se oponen a las transfusiones sanguíneas, lo que torna imposible un trasplante y una donación. Los islámicos permiten la donación y el trasplante de órganos sin mayores problemas. Y por último el hinduismo ni se opone ni fomenta la donación. Pregunta final: ¿Qué pensará nuestro Procurador al respecto?