LECCIÓN Nº 15 Ya en nuestra clase pasada entramos

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LECCIÓN Nº 15
Ya en nuestra clase pasada entramos a uno de los temas trascendentales de las Escuelas
Filosóficas: la Disolución del Yo, trabajo difícil, pero no imposible. Trabajo de titanes,
representado en los similares que realizó HÉRCULES, el héroe mitológico, cuya simbología
reviste actualidad en nuestros estudios esotéricos y que develaremos a nuestros discípulos
para su provecho.
Los doce trabajos de Hércules, prototipo del hombre auténtico, indican la vía secreta que ha
de conducirnos hasta los Grados de Maestro Perfecto.
En el primero de todos viene la captura y muerte del León de Nemea, la fuerza de los
instintos y pasiones incontroladas, que todo lo devasta y lo devora.
Deviene ahora, trascendental y trascendente el segundo trabajo de Hércules: la destrucción
de la Hidra de Lerna, monstruo simbólico de origen inmortal, dotado de nueve cabezas
amenazantes que se degeneran cada vez que son destruidas, amenazando los rebaños al
igual que las cosechas.
Dura brega en la que el Héroe Solar se hace acompañar por “Yolao”, su auriga inspirador,
cuyo notable papel es muy similar al de Sri Krishna en su relación con Arjuna.
Esa Hidra polifacética es una imagen alegórica que personifica con claridad a la mente con
todos sus defectos psicológicos.
La tercera hazaña de Hércules, el Héroe Solar, se refiere a la captura de dos animales;
suave el uno como veloz; turbulento y amenazador el otro. La cierva Cerinita y el Jabalí de
Erimantea. En la cierva de pies de bronce y cuernos de oro, sagrada, identificamos a Diana
y disputada por Apolo, el Dios del Fuego, podemos ver una clara alusión al Alma Humana, el
Manas Superior de la Teosofía.
Y en el terrible jabalí, perverso cual ninguno, está el símbolo viviente de todas las bajas
pasiones animales.
Eliminar, reducir a polvareda cósmica al jabalí psicológico, previo paso a la conquista del
Plano Causal, dimensiones correspondientes al Alma Humana, es requisito indispensable
para todo iniciado.
La siguiente proeza de todo Hércules que pretenda las altas iniciaciones, y la limpieza
extraordinaria de los famosos Establos de augias, Rey de la Elida, según la Mitología
simbólica, cuya hija, conocedora de las virtudes de las plantas, componía con ellas mágicos
brebajes.
En tales redichos establos (viva representación simbólica de nuestros propios fondos
subconscientes, sumergidos) hospedaban a sus innumerables rebaños (esos múltiples
agregados psíquicos bestiales que constituyen el EGO), habiendo entre ellos doce cándidos
toros alegorizando el Karma Zodiacal. Se había acumulado la suciedad de varias
generaciones.
Incuestionablemente, Hércules debía limpiar los establos en un solo día. Dicen viejas
tradiciones que se pierden en las noches de los siglos, que lo logró haciendo un agujero en
la pared y desviando luego el curso de un río para que sus aguas los inundaran.
El quinto trabajo de Hércules fue la caza y destrucción de las aves antropófagas, viva
representación de muchos Yoes inconscientes que todo ser humano lleva dentro, con
tendencia hacia la magia negra.
La captura del Toro de Creta fue el siguiente trabajo esotérico trascendente. El Toro había
sido remitido a Minos por el Dios Neptuno para que se lo ofreciera como holocausto, pero el
Rey codicioso lo retuvo indebidamente para sí, debido a lo cual el animal se tornó espantoso
y amenazador, aterrorizando a todo el país.
Al AUTO-EXPLORARSE psicológicamente en sus trasfondos inconscientes, todo discípulo
que anhela sinceramente la Maestría, encuentra la bestia que es más que un terrible defecto
que, si no lo destruye, le impedirá la realización de su anhelado trabajo.
El séptimo trabajo de Hércules es la subsiguiente captura de las yeguas de Diómedes, hijo
de Marte y Rey del pueblo guerrero de los Bistonios, que mataban y se comían a los
náufragos que llegaban a esas costas. Hércules y sus compañeros sólo logran apoderarse
de aquellas bestias después de feroz combate con los Bistonios, quienes con Diómedes
habían acudido a defender sus posesiones, a los que vencen, quedando el Rey, dado en
pasto a esas hembras antropófagas, representativos de infrahumanos elementos
pasionarios, profundamente sumergidos en abismos inconscientes, siempre dispuestos a
hundir más a los fracasados.
La muerte del ladrón Caso en la octava hazaña de Hércules, viva representación del Iniciado
librando terribles batallas contra sí mismo (contra su Yo Psicológico). El ladrón Caso,
escondido dentro de la tenebrosa cueva de la infraconsciencia humana, saquea
alevosamente el HIDROGENO SI-12, valioso elemento indispensable para todo trabajo
esotérico trascendental. No es nada extraño el asombroso parecido con la simbología
cristiana, del mal ladrón en franca oposición con el buen ladrón a ambos lados del Maestro.
Resulta muy complejo el noveno trabajo de Hércules: la conquista del cinto de Hipólita, reina
de las Amazonas, el aspecto psíquico femenino de nuestra propia naturaleza interior.
Embarcándose con otros héroes legendarios, tiene que pelear primero con los hijos de
Minos, luego con los enemigos del Rey Licos, cuyo exótico nombre nos recuerda a la
analogía entre lobo y luz; se trata pues, de los Señores del Karma con los cuales debemos
entonces arreglar negocios; y finalmente con las amazonas, usitada por Hera, aun cuando
Hipólita había consentido cederle su cinto pacíficamente, el cual tiene un asombroso
parecido con el otro simbolismo del “Vellocino de Oro” de los antiguos, preciosa conquista
del Maestro, que más tarde, con otras enseñanzas, habremos de develar.
La décima hazaña de Hércules, el gran Héroe Solar, fue la conquista del rebaño de Gerión,
matando a su poseedor, quien se le enfrentó después de sus guardianes, los perros Otros y
Euritión.
Este insólito suceso tuvo como escenario la isla de Eritia (La Roja), allende el océano, lo
cual parece referirse a una isla del océano Atlántico habitada por seres gigantescos,
personificados claramente por el mismo Tricípite Gerión, quien pereció bajo sus mortíferas
flechas, después de su vaquero y del perro, abatido por su maza.
La undécima hazaña de Hércules tuvo lugar en el dominio Transatlántico, consistiendo en
apropiarse de las manzanas de las Hespérides, las Ninfas, hijas de Héspero.
El duodécimo trabajo de Hércules, fue ciertamente impuesto por su hermano, es decir por su
resplandeciente “Prototipo Divinal”. Indudablemente dicho trabajo consistió en sacar de su
dominio Plutónico al perro Tricípite que lo guardaba.
Habiendo entrado en la morada subterránea de los muertos (el subconsciente humano) trata
primero de apropiarse del mismo Aldoneo, quien le permite llevarse el perro con la condición
de que logre adueñarse de él sin armas, lo cual hace tomándolo primero por su cola de
dragón y luego por el cuello hasta casi ahogarle.
Hermes le guía en el camino de regreso y después que Cerbero fue mostrado a Micenas, lo
deja libre para que regrese a su residencia.
Estos últimos trabajos de Hércules tienen relación con próximas enseñanzas que daremos a
nuestros discípulos y que al par con otros símbolos anteriores, develaremos comparándolos
con la simbología Cristiana, la Azteca y la Egipcia.
Continuando con nuestro estudio del Yo Psicológico, conviene hacer algunas reflexiones:
Hemos dicho que el Yo tuvo un principio y tendrá un fin. Hemos dicho también que en el
infante el Yo Psicológico está esperando el lento crecimiento de la criatura para
manifestarse. Entonces surgen las siguientes preguntas: cuándo el niño nace, acaso tenía
el YO EXISTENCIA ANTERIOR? Dónde estaba? De qué materia estaba formado?
También hemos dicho que cada una de estas entidades necesitan un centro positivo para
tener existencia, una partícula de ESENCIA, y que está repartida entre los millares de Yoes
de cada cuerpo físico.
¿Cuándo se formaron esos YOES?El ser humano está en
condiciones de crear defectos o yoes todo el tiempo. Sin embargo hay yoes muy antiguos,
anteriores al nacimiento del cuerpo físico. Hechos son hechos, y ante los hechos no hay
más remedio que rendirnos. Lo prueba el infante, que sin enseñarlo nadie, manifiesta su
IRA, su MEZQUINDAD, su CODICIA, aún en épocas en que se le considera inocente.
¿Y qué diremos de las famosas VOCACIONES? ¿Por qué algunos vienen con la vocación
muy marcada y otros no? ¿Será alguna injusticia el que algunos traigan a la existencia
alguna vocación muy lucrativa y otros en cambio, disfruten de vocaciones muy bellas, pero
no le sirven a su propietario para lograrse un medio tolerable de subsistencia?
¿De dónde surgen las vocaciones? ¿Por qué algunos no las traen o no logran descubrirlas?
Si hablamos de los defectos físicos congénitos, a qué causa obedecen? Es claro que no nos
referimos a las causas biológicas, o hereditarias, ya que éstas tienen su explicación clínica,
aunque a decir verdad, en sí mismas, son EFECTOS de otras causas.
No es extraño que cualquier persona bajo una pena moral se exprese diciendo: ¿Por qué
Dios, siendo un Dios de Amor, permite que sucedan estas cosas?
¿Y qué diremos de los niños prodigio? ¿Cuál es la causa fundamental de su extraordinario
conocimiento y EXPERIENCIA en determinada ciencia o arte?
¿No cabrá aquí aquel famoso adagio de que “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”?
Agradeceremos a nuestros discípulos que detenidamente reflexionen en todo lo expuesto
anteriormente, y sin fanatismos de ninguna especie, con mente abierta, investigadora, NI
ACEPTEN CIEGAMENTE, NI RECHACEN DOGMÁTICAMENTE lo que expondremos a
continuación. Simplemente reflexionen, analicen y COMPRUEBEN mediante las claves que
damos en este curso.
En la liturgia Esoterista se afirma erradamente que a todo ser humano se le asignan
millones de vidas hasta lograr la perfección, pero este concepto es falso porque a cada ser
humano sólo se le da un número determinado de existencias, de acuerdo a la Ley de
NUMERO, MEDIDA y PESO.
Realmente se le asigna a cada ser humano sólo ciento ocho vidas, representadas en la
simbología oriental con las ciento ocho del collar del Budha.
Los Brahamanes simbolizan el ciclo de vidas sucesivas con el ritual de la Vaca Sagrada,
dando ciento ocho vueltas litúrgicas alrededor de la citada Vaca y rezando con un collar de
ciento ocho cuentas, las mágicas palabras OM MANI PADME JUM.
El mundo Oriental no ignora la LEY DE RETORNO a la cual estamos sujetos todos los seres
humanos, aunque desconozcamos la existencia de dicha Ley o la rechacemos.
En el mundo occidental muy poca gente la conoce, a pesar que en la simbología Cristiana
se menciona la misma varias veces, casi al descubierto. Para el caso, vale mencionar la
referencia que hace el Maestro Jesús acerca de Juan El Bautista: “El es aquel Elías que
había de venir”. Y luego añade: “El que tiene oídos para oír, oiga”.
Esta aclaración la hace el Maestro, cuando la gente se hacía conjeturas acerca de las
existencias pasadas de El y de Juan Bautista, y algún tiempo después de que El preguntó a
sus discípulos: “Quién dice la gente que soy?” Y sus discípulos respondieron: “Algunos
dicen que eres Elías, otros Jeremías o alguno de los profetas”. “Y vosotros, quién decís que
soy?” El discípulo Pedro contesta: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente”. Se nota que
todo el mundo, incluyendo el Maestro y sus discípulos, reconocían la Ley del Retorno.
Pero esto se ha olvidado en el Occidente, como se han olvidado muchas cosas.
La Ley del Retorno existe, como lo prueba el resurgimiento del Yo de la Ira en el niño, el Yo
de la codicia, etc. y demás defectos desarrollados en una vida pasada.
La vocación que manifiesta cada ser humano, no es más que la experiencia vivida en
determinado Arte o Ciencia, en una existencia anterior.
Cuando esa vocación se ejerce en varias vidas sucesivas, en las cuales el individuo va
adquiriendo cada vez más experiencia, especializándose cada vez más en su vocación,
llega a ser tan manifiesta que en los próximos cortos años de una nueva existencia se da a
conocer lo que comúnmente se conoce como “el niño prodigio”. Es de notar que ese niño no
conoce varias Ciencias o Artes, sino sólo uno, en el cual viene especializado, pues se ha
dedicado exclusivamente a esa Ciencia o Arte.
No sucede lo mismo cuando una persona se dedica a distintas ocupaciones. No se
especializa en ninguna y así transcurre toda su vida. Muere y después de pasado algún
tiempo, vuelve a nacer con la consiguiente desventaja de que no logra descubrir su
vocación, pues ninguna trae.
El diseño psicológico del agonizante entre con el zoospermo al huevo, en el instante de la
concepción. Es decir, existe una unión psíquica entre la persona que hoy desencarna y el
niño que habrá de ser concebido dentro de algún tiempo.
La desintegración de los elementos del viejo cuerpo, origina una vibración que pasa invisible
a través del TIEMPO Y DEL ESPACIO. Esta vibración porta el diseño del hombre que
agonizó, así como la onda de una estación transmisora de televisión lleva la imagen invisible
del personaje que actúa y que, recibida en un aparato apropiado, se hace visible a muchos
kilómetros.
El huevo fecundado es el órgano de recepción para el diseño psicológico del personaje que
agonizó.
Analizando a fondo la teoría de la reencarnación, tal como la han expuesto algunos
pensadores esoteristas, llegamos a la conclusión lógica de que ha sido mal interpretada.
La Doctrina de la Reencarnación viene del culto a Krishna, antiguo Avatara del Indostán.
Esta Doctrina, como toda la enseñanza de Krishna, quien existió hace tres mil años, fue muy
adulterada por tantos y tantos reformadores.
En el culto de Krishna se ha dicho sabiamente que sólo los Maestros se reencarnan, pero
las diversas Escuelas Esotéricas propagaron esta idea, la cual al paso de los diversos siglos
ha ido cambiando, a tal grado que ahora se dice que todo ser humano se reencarna.
Una cosa es REENCARNACIÓN y otra cosa RETORNO.
La Ley del Retorno es para todo ser humano, para toda Esencia envuelta en el Ego, para
quien no ha construido sus vehículos solares.
La Ley del Retorno es una Ley mecánica y todo ser humano común y corriente está envuelto
en la mecanicidad, en el CIRCULO VICIOSO DE MUERTES Y NACIMIENTOS.
El animal intelectual, que equivocadamente es llamado hombre, no puede cambiar las
circunstancias, es víctima de ellas, todo le sucede como cuando llueve o como cuando
truena; tiene la ilusión de que hace, pero no tiene poder para hacer, todo sucede a través de
él.
Los Maestros no están ya sujetos a la Ley de Retorno, pues se salieron de la mecanicidad.
Cuando los Maestros necesitan cumplir con alguna misión específica en la Escuela de la
Vida, se REENCARNAN. Pueden hacerlo cuando así lo quieren, cuando necesitan hacerlo,
pues ya no están sujetos a la mecanicidad del retorno vicioso.
La Reencarnación implica una INDIVIDUALIDAD REENCARNANTE, y si tal individualidad
no existe, entonces no hay tal reencarnación.
El Ego es un conjunto de entidades distintas, diversas, que ni siquiera se conocen entre sí;
eso no es individualidad, y decir que estas entidades se reencarnan, resulta incongruente.
Mejor es decir que el YO PLURALIZADO regresa, se reincorpora, retorna a este valle de
lágrimas.
El Ego continúa en nuestros descendientes. Con esto queremos decir, que nosotros
retornamos dentro de la misma familia, dentro de las distintas ramas familiares.
Hay quienes al visitar determinado lugar, les parece tan familiar, tan conocido, “como si ya
hubieran estado allí antes” y como si hubieran vivido allí en una época pasada. Sí han vivido
allí, pero en una época anterior; en otra existencia.
En las revistas profanas se cuentan muchos relatos sobre recuerdos de la anterior
existencia.
Uno de tantos relatos se refiere a una niña en Francia, que aseguraba tener su esposo e
hijos en una población vecina.
Cuando un periodista se interesó en el caso, fueron a la mencionada población, parientes y
periodista, y guiados por las indicaciones de la infante, llegaron hasta la casa, su antigua
morada, y de acuerdo con todas las descripciones previas, se encontraron con el propietario
viudo con sus hijos. Todo concordaba con la descripción de la pequeña. El dueño de casa
relató cómo había perecido su esposa en un accidente, un año antes del nacimiento de la
niña, objeto del relato.
Los millares de experimentos que han realizado los laboratorios de Parapsicología, coincide
con lo que afirma la Gnosis a través de su propia experiencia; un ser humano no puede
retornar inmediatamente, como lo puede hacer en cualquier tiempo posterior.
Eso depende de lo que señalen los Señores de la Ley, de acuerdo al Karma y Darma de
quien se trate.
Por otra parte, en el pasado y el presente, muchos seres humanos han alcanzado una
existencia de ciento treinta a ciento cincuenta años. Antiguamente vivían muchísimo más
tiempo. De tal manera, que no hay, no puede existir una medida tope de tiempo común de
vida para todos los seres humanos.
Existe otra Ley llamada LEY DE RECURRENCIA. Todo vuelve a ocurrir tal como ocurrió
más las consecuencias del ciclo.
La sabia idea de la recurrencia de todas las cosas está
invariablemente unida a la SABIDURÍA PITAGÓRICA y a la COSMOGONÍA
SAGRADA DEL INDOSTAN.
Simplicio citado por Ouspenski escribe: “Los Pitagóricos dijeron que las mismas cosas se
repetían una y otra vez.”
Las cuatro estaciones: Primavera, Verano, Otoño e Invierno, se repiten incesantemente y en
forma marcada en determinados puntos del globo. La noche y el día producidos por la
rotación de la tierra, su traslación alrededor del sol. El viaje cósmico del sistema solar de
ORS y de los demás sistemas solares, galaxias, etc. Todo alrededor de su eje particular.
Todo vuelve a su punto de partida, cumpliendo incesantemente su ciclo particular. Todo lo
que existe está dirigido por la sabia Ley de Recurrencia.
El ser humano no puede ser la excepción. El ser humano repite incesantemente los mismos
dramas, las mismas escenas, los mismos acontecimientos en cada existencia, agregándoles
experiencias del ciclo.
Cada vida es una repetición de la pasada, más sus consecuencias Kármicas o dármicas,
agradables o desagradables.
En este valle de lágrimas existen hombres-máquina de repetición absoluta, tipos
mecanicistas en un ciento por ciento; Sujetos que repiten hasta lo más insignificante detalles
de sus vidas precedentes.
Mediante esta Ley de Recurrencia, los viajeros realizan en una vida y en otras los mismos
itinerarios.
De acuerdo a esta ley, nos encontramos con nuestros viejos amigos y enemigos. Esta es la
razón por la cual, inconscientemente rechazamos la presencia de un desconocido, nos
causa una impresión de repulsión, de enemistad. Sucede también lo contrario, llegamos a
conocer a otra persona y aunque la amistad sea reciente, sentimos con ella una vieja y
agradable amistad, un efecto de “años”.
La persona del sexo opuesto con la que hemos tenido relación en vidas pasadas, la
volvemos a encontrar. He aquí la razón de los problemáticos y generalmente fatales
“triángulos amorosos”. La esposa que en la vida anterior fue abandonada, ahora abandona
su hogar y viceversa. La persona que anhelando casarse no lo consigue, en la vida pasada
despreció el matrimonio. Quien desea tener sus hijos y la esterilidad no le permite, en una
vida anterior hizo hasta lo imposible por no tenerlos. Esas son las consecuencias del ciclo
anterior.
El hijo que es maltratado por sus padres, está viviendo la recurrencia pero a la inversa.
Las leyes de la Recurrencia y del Retorno se combinan sabiamente, pero podemos librarnos
de estas Leyes.
Así como se puede trascender a la Ley del Retorno, así también se puede trascender a la
Ley de la Recurrencia. Mediante la fuerza de voluntad y el conocimiento del funcionamiento
de estas y otras leyes, podemos sobre-ponernos a determinada determinación, si prevemos
que la misma nos puede traer consecuencias dolorosas. Es claro que esto indica lucha,
muchas veces contra uno mismo, pero a la larga nos favorece.
PRACTICA PARA RECORDAR VIDAS PASADAS
En posición de concentración, relaja tu organismo como ya lo conoces, respira profundo y
rítmicamente varias veces. Luego respira suavemente con inhalaciones y exhalaciones
cortas. Trata de recordar todas tus acciones durante el día; con quiénes te encontraste, la
conversación sostenida, los lugares que visitaste. Todo. Desde el momento de la práctica,
retrospectivamente, hasta el momento en que te levantaste por la mañana. Es decir, harás
el recuerdo de todo lo que has hecho durante el día, pero empezando desde el instante que
comienzas la práctica hasta el momento que despertaste por la mañana, como si se te
pasara una película de tus actos, al revés. Después, sigue con los días anteriores en la
misma forma retrospectiva. Sigue así repasando toda tu vida, desde el presente hacia el
pasado, hacia tu niñez, día tras día, año tras año. Combina la práctica con el sueño. Llegará
el momento en que darás el salto hacia los últimos instantes de tu vida pasada y así
sucesivamente.
Invoca al Maestro RA - HOOR - KHU, para que te muestre tus vidas.
Atentamente, EI Instructor
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