A ñ o 1 5 · N ú m e r o 7 4 9 · D o m i n g o 8 d e N ov i e m b r e d e 2 0 1 5 De ciegos a ciegos «En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.» « — Jua n 1 : 4 Po r Diana Día z de A zp iri ¿Quién pecó, este o sus padres, para que naciera ciego?», fue lo que se les ocurrió a los discípulos preguntar a Jesús cuando, a su paso, se toparon con un ciego pidiendo limosna. ¿¡Se imaginan a un feto pecando en el vientre de su madre!...y como consecuencia nacer ciego? ¡Esto nos suena tan ridículo! Sin embargo, era la enseñanza de los líderes judíos en aquel entonces: toda enfermedad era el castigo por algún pecado cometido por la persona que lo padecía o sus progenitores. Jesús respondió con un «no» categórico: «Ni este pecó ni sus padres, sino que es ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él» (Juan 9:3). El pensamiento de estos fariseos y escribas era siempre crítico y severo. Si había algo mal tenía que haber un culpable, y ese siempre lo decidían ellos. Las enseñanzas de estos líderes estaban tan generalizadas que se habían permeado en la forma de pensar de todos, incluyendo a los discípulos de Jesús; tan es así, que dieron origen a esta pregunta. El infortunio de este pobre joven no era solamente haber nacido ciego, sino ser juzgado como un pecador y considerado como un ser indeseable, un estorbo en la sociedad. Las puertas a las oportunidades le eran cerradas, lo que lo obligaba a mendigar para sobrevivir. Afortunadamente para él, la Luz se había cruzado en su camino con la firme determinación de acabar con las tinieblas que lo tenían sumido en la desgracia: «Yo soy la luz del mundo», dijo Jesús, y acabando de decir estas palabras, procedió a escupir en la tierra formando un lodo que puso en los ojos del ciego. ¡Qué forma tan poco ortodoxa!, diría algún fariseo cualquiera. Sin embargo, para el joven fue la bendición más grande de su vida cuando se dirigió al estanque de Siloé y las aguas se llevaron el lodo de sus ojos junto con las tinieblas que lo ataban desde siempre. Su alegría fue gigantesca. La emoción y el júbilo lo hizo volver y testificar de lo que ese hombre, Jesús, al cual apenas conocía, había hecho por él. Cuando la gente reconoció que era aquel ciego que pedía limosna, lo llevaron con los fariseos para que fueran testigos de lo ocurrido. El veredicto de los fariseos y maestros de la ley era definitivo para atestiguar un milagro y reconocer a Jesús como Hijo de Dios. No obstante, estos fariseos estaban muy lejos de hacer eso; indignados, preguntaban qué había pasado, cómo era posible que hubiera recibido la vista. El joven les repetía una y otra vez la forma en que Jesús le había sanado. Los fariseos no atinaban a dar crédito a lo que oían. ¡Tiene que haber un error! ¡Tal vez el ciego ❧ Cada día somos bendecidos ¿Qué corazón no estará agradecido con Dios por todas sus bendiciones? Él nos ha provisto con salud, amor, alimento, un hogar, trabajo... Su gracia y su misericordia son infinitas y se renuevan cada mañana. ¡Te alabamos, Señor! ❧ El perdón de Dios es para todos Nuestro Dios es justo, y su misericordia es eterna; nunca se aparta de los que le buscan de todo corazón. «Compasivo y clemente es el Señor, lento para la ira y grande en misericordia» (Salmos 103:8). ❧ Orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17). Obedecer este mandato es de gran bendición. ❧ no era realmente ciego! ¡Tal vez solo se parece al mendigo que está tirado a la puerta de la sinagoga con el cual nos tropezamos a diario! Que traigan a los padres para que confirmen que nació ciego. Y, además, ¡cómo se le ocurre a ese hombre llamado Jesús sanar en día de reposo! ¡Qué contrariedad! ¡Qué irrespetuoso! ¡Este hombre Jesús no puede ser enviado de Dios! ¡Mucho menos un profeta! ¡Este hombre Jesús tiene que ser un pecador! ¡Vaya! Estos líderes religiosos están más ciegos que el ciego que Jesús sanó. Sin embargo, su ceguera es mortal. ¡Está arraigada hasta los tuétanos! ¡Poco o nada se puede hacer por ellos! Y es que, como decía mi abuela: «No hay peor ciego que el que no quiere ver.» Continúa en la Pág. 2 2 E l M e n saj e ro · 1 d e N ov i e m b r e d e 2 0 1 5 Del Viñador Seamos constantes «Continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado.» N — Filipenses 3:16 o se puede ganar una carrera sin un esfuerzo constante; asimismo, la semejanza a Cristo es una búsqueda constante. El verbo griego para «continuemos» se refiere a caminar en fila. Pablo estaba diciendo que tenemos que permanecer espiritualmente en la fila para seguir hacia adelante por los mismos principios que nos han traído hasta aquí. ¿Estás yendo hacia adelante? ¿O estás detenido en un sitio mirando hacia atrás y defendiéntote? Tal vez necesites renovar tu compromiso. Si no conoces a Jesucristo, entonces comienza a crecer al recibirlo como Señor y Salvador. Si lo conoces, pero no has estado creciendo espiritualmente, pídele a Dios que te perdone y te ayude a seguir hacia la perfección. ¡Que todos nos consagremos a la meta de ser tan semejantes a Cristo como podamos hasta que lo veamos cara a cara! — John MacArthur Continúa de la Pág. 1 Para recibir la Luz, tenemos que creer, como el joven ciego que creyó en las palabras de Jesús cuando le dijo que al irse a lavar al estanque, sus ojos serían abiertos. Dios puede acabar con las tinieblas que dominan nuestra vida, pero primero tenemos que querer salir de allí. Los fariseos no creyeron ni quisieron creer. Prefirieron permanecer en su cuadrada forma de pensar y no ceder la razón a nadie, menos a Jesús. ¡La soberbia fue la venda que cubrió sus ojos! Cuando el joven insistió en tratar de convencerlos en que ese hombre tenía que ser un enviado del cielo, o cuando menos un profeta, los fariseos estallaron en ira y, como no pudieron acabar con él, lo excomulgaron. ¡Así de fácil! Sacudiendo sus manos, como quien se sacude el polvo de sus ropas, se libraron del joven inmundo y le echaron fuera, cerrándole las puertas de la sinagoga y poniendo punto final al asunto. Sin embargo, Jesús no se olvida del asunto; de hecho, ¡nunca lo hace! Llega a la vida de este joven una vez más en su momento más vulnerable para acogerlo con amor. Sabe que ha sido rechazado y desterrado otra vez, ahora por divulgar su milagro y a su Hacedor. Y con la dulce ternura de un padre, se acerca con una sola pregunta, la única necesaria para dar por terminada su obra maravillosa en la vida de este joven: «¿Crees tú en el Hijo del Hombre? Él respondió y dijo: ¿Y quién es, Señor, para que yo crea en Él? Jesús le dijo: Pues tú le has visto, y el que está hablando contigo, ese es. El entonces dijo: Creo, Señor. Y le adoró» (versículos 35-38). Este joven pudo ver la luz física, porque le creyó a Jesús, y pudo recibir la Luz espiritual, porque decidió creer. Fue lo único que necesitaba oír de los labios de Jesús para arrojarse a sus pies y adorarlo con pasión. Su vida, en pocas horas, tomó un giro trascendental. Ya nunca volvió a ser el mismo. Las tinieblas se desvanecieron para siempre y la Luz, Jesús, le dio un significado a su existencia. Al final de cuentas, sí, efectivamente, la ceguera con la cual había nacido había llegado a ser el canal para recibir la bendición más grande, incomparable y eterna de su vida, aquel canal por medio del cual el nombre de Dios fue glorificado. Director Rodolfo Orozco [email protected] Oficinas de La Vid 8356-1207 y 8356-1208 Auditorio La Vid La Huasteca E l M ensajero Boletín Informativo Rodolfo Orozco Consejo Editorial Patricia G. de Sepúlveda Edición y diseño Diana Díaz de Azpiri Colaboradora editorial E-mail: [email protected] l u n es • Reunión de oración para hombres 8:00 - 9:00 pm Auditorio La Vid (La Huasteca) M I É R C O Les • Reunión de oración para mujeres 10:30 - 11:30 am Auditorio La Vid J u e v es Últimos mensajes grabados... Estos son los títulos de los últimos cuatro mensajes, que están disponibles en CD. La entrega se realizará en la librería La Vid o el siguiente domingo en la reunión. 1/11/15 De ciegos a ciegos Ayuno... poder sobrenatural Rodolfo Orozco 25/10/15La oración eficaz Rodolfo Orozco 18/10/15Un refrigerio para el alma Juan José Campuzano 11/10/15Niégate a perder tu promesa Rodolfo Orozco • Jóvenes de prepa, universitarios y profesionistas menores 8:00 - 9:15 pm Auditorio La Vid V I E R n es • Xion - Reunión para adolescentes • Mega ( de 9 a 11 años) • Giga ( de 12 y 13 años) • Tera ( de 14 a 16 años) 6:30 - 8:00 pm • Profesionistas 8:30 - 9:45 pm Auditorio La Vid DOMINGO • Reunión general 11:00 am Auditorio La Vid