Escritores gallegos de cine

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FARO DE VIGO • Sábado, 5 de mayo de 2007 • NÚMERO 510
En 1926 se estrenaba en el Teatro Cervantes de Madrid la película “La Virgen de Cristal”, cuyo
argumento se inspiraba en el poema “A Virxe do Cristal” de Manuel Curros Enríquez. Desde entonces, más de
50 obras de escritores gallegos han sido adaptadas al lenguaje cinematográfico.
Escritores gallegos de cine
J.A. Otero Ricart
a relación entre la literatura
y el cine viene de lejos. Casi
desde sus inicios, el séptimo
arte se ha servido de las narraciones de diversos escritores para
adaptarlas al nuevo lenguaje de
las imágenes. Un informe de la
Asociación Galega de Editores
calcula que más del treinta por
ciento de las películas que se producen cada año en el mundo están basadas en textos literarios
preexistentes. Obras de ficción de
escritores gallegos tan diversos
como Emilia Pardo Bazán, Manuel Rivas, Wenceslao Fernández
Florez, Suso de Toro, Camilo José
Cela, Alfredo Conde, Torrente
Ballester, Eduardo Blanco Amor,
Valle Inclán o Méndez Ferrín han
sido llevadas al cine con mayor o
menor éxito.
Este año está previsto que llegue a la gran pantalla la adaptación de la novela de Xosé Neira
Vilas “Memorias dun neno labrego”, que prepara Ismael González.
Por otra parte, la Asociación Galega de Editores y la Asociación
Galega de Produtoras Independentes firmaron un convenio para
llevar al cine nuevas obras de autores gallegos. Así, se habla de
adaptar al lenguaje cinematográfico obras de ficción como “A vida
que nos mata”, de Xabier López;
“A esfinxe do amaranto”, de Antón Riveiro Coello, o “DesVentura”, de An Alfaya.
En un breve repaso histórico, y
centrándonos en películas basadas en obras de ficción de autores
gallegos –tanto en castellano como en gallego–, dos años más tarde del estreno de “La Virgen de
Cristal”, en 1928 llega la primera
adaptación de una obra de Wenceslao Fernández Florez, titulada
curiosamente “Una aventura de
cine”, comedia dirigida e interpretada por Juan de Orduña en su
primer trabajo como director. Es
precisamente Fernández Florez el
novelista gallego que más veces ha
sido llevado a la gran pantalla: nada menos que en 24 ocasiones, en
algunos casos como guionista. Su
novela “El bosque animado” ha
sido objeto además de cuatro versiones distintas, la última de ellas
como película de animación.
L
El malvado Carabel
Tras esas dos películas estrenadas en los años 20, en la década
de los 30 se llevó al cine “Una
morena y un rubia” (1933), de
Francisco Camba, y dos obras de
Obras de autores tan diversos
como Fernández Florez, Cela o
Manuel Rivas han sido llevadas
con éxito a la gran pantalla
En las
imágenes,
a la izquierda,
carteles de las
películas
“Pascual
Duarte” y
“Divinas
palabras”.
A la derecha, de
arriba a abajo,
secuencias de
“Trece
badaladas”, “O
lapis do
carpinteiro” y
“Romasanta”
Fernández Florez: “Odio” (1933)
y la primera versión de “El malvado Carabel” (1935), dirigida
por Edgar Neville. En la década
siguiente se estrenaron un total
de 13 películas “gallegas”, el mis-
mo número de obras que fueron
adaptadas al celuloide en los años
50, incluyendo “Viento del norte” (1954), de Elena Quiroga, escritora y académica de la Lengua
nacida en Santander pero de
honda raigambre gallega. Llegamos a la década de los 60, en la
que se estrenan en la gran pantalla las adaptaciones de 8 novelas
de autores nacidos en Galicia, la
misma cifra que en los años 70,
donde destacan “Pascual Duarte”
(1975), basada en la obra de Cela,
y “Parranda” (1977), la versión
PASA A LA PÁGINA SIGUIENTE
◆
2 ◆F
ARO DE VIGO
Sábado, 5 de mayo de 2007
E N P O RTA D A
VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR
castellana de “A esmorga”, de
Eduardo Blanco Amor.
En los años 80, el número de
adaptaciones baja a cinco, pero
entre ellas figuran nada menos
que “La Colmena” (1982), de Camilo José Cela; “Divinas palabras” (1987), de Valle Inclán , y la
versión más popular de “El bosque animado”(1987), de Fernández Florez. Además, la década se
cierra con un largometraje emblemático del cine gallego: “Sempre Xonxa” (1989), con guión y
dirección de Chano Piñeiro. Tan
sólo cuatro obras fueron llevadas
al cine en la última década del
pasado siglo, donde destaca “A
lingua das bolboretas” (1999), de
Manuel Rivas; cinco años antes
se había estrenado “A metade da
vida” (1994), basada en el relato
del mismo título de Xosé Luís
Méndez Ferrín.
Por último,
desde el año
2000 han sido
adaptadas otras
cuatro novelas:
“O bosque animado” (animación, 2001), de
Fernández Florez; “Trece badaladas” (2002), de
Suso de Toro; “O
lapis do carpinteiro” (2003), de
Manuel Rivas, y
“ R o m a s a n t a”
(2004), de Alfredo Conde.
Por autores,
como queda dicho, el más prolífico en el cine
es Wenceslao
Fernández Florez. Su obra “El
malvado Carabel” –la historia de
un empleado que termina convirtiéndose en delincuente tras ser
expulsado de su trabajo– alcanzó
gran éxito de público. De hecho,
tras la primera versión dirigida
por Edgart Neville en 1935, fue
retomada por Fernando Fernán
Gómez, que la dirigió e interpretó
en 1956, con Xan das Bolas en el
reparto. La película es todo un
clásico del cine español. Seis años
más tarde, Rafael Baledón dirigió
la versión mexicana del mismo
relato.
——— ———
Un actor
llamado
Castelao y
el cameo
de Cela
La relación entre los
escritores gallegos y el cine no
se limita a las adaptaciones de
sus obras. En la primera
película de ficción rodada en
Galicia de la que se tiene
constancia, “Miss Ledya”, de
1916, aparecía en escena
En la foto superior,
una secuencia de
“A lingua das
bolboretas”. Sobre
estas líneas, dos de
las versiones de “El
bosque animado”:
una protagonizada
por Alfredo Landa y
la otra en cine de
animación. A la
derecha, una de las
versiones de “El
malvado Carabel”.
El bosque animado
Y si “El malvado Carabel” fue
llevado a la gran pantalla en tres
ocasiones, otra obra de Fernández Florez, “El bosque animado”,
lo fue cuatro veces, la última en
2001 como película de animación de la productora gallega Dygra Films. Desde su estreno, este
bosque doblemente animado fue
todo un éxito de público y la película se ha estrenado en numerosos países. Una de las versiones
más conocidas de la popular obra
de Fernández Florez fue la dirigida en 1987 por José Luis Cuerda,
en la que Alfredo Landa daba vida a un entrañable bandido “Fendetestas”.
Otras películas basadas en novelas del prolífico autor son
“Odio” (1933), “Unos pasos de
mujer” (1941), “El hombre que
se quiso matar” (1942), “Huella
de luz” (1943), “Camarote de lujo” (1959), “Los que no fuimos a
la guerra” (1965) o “Volvoreta”
(1976).
Tras Fernández Florez y Joa-
quín Calvo Sotelo
(llevado al cine sobre todo en los años
50 y 60), los escritores nacidos en Galicia más “adaptados”
al celuloide son Ramón Mª del Valle
Inclán, Camilo José
Cela y Emilia Pardo
Bazán. Del primero
fueron llevadas a la gran pantalla
sus obras “Sonatas” (1959), “Flor
de santidad” (1972), “Beatriz“
(1976), “Luces de Bohemia”
(1985), “Divinas palabras” (1987)
y “Tirano Banderas” (1993). De la
escritora coruñesa destacan “La
sirena negra” (1947), “Un viaje de
novios” (1948) y “El indulto”
(1960), sin olvidar el éxito de la
adaptación televisiva de “Los pazos de Ulloa” (1985).
Otra serie de televisión de in-
cuestionable éxito fue
“Los gozos y las sombras”, basada
en la novela de Gonzalo Torrente
Ballester, escritor que fue llevado
al cine con su obra “Crónica del
Rey pasmado” (1991), dirigida
por Imanol Uribe y protagonizada por Gabino Diego y Fernando
Fernán Gómez, entre otros actores.
Si hablamos de adaptaciones
con éxito de crítica y público en
la gran pantalla no podemos olvidarnos de “Pascual Duarte”
(1975), adaptación de
la novela de Camilo José Cela “La familia de
Pascual Duarte” dirigida por Ricardo Franco
e interpretada por José
Luis Gómez. Más recientemente cabe reseñar películas como
“Tirano Banderas”
(1993), de José Luis
García Sánchez, basada
en la obra de Valle Inclán, y “A lingua das
bolboretas” (1999), dirigida por José Luis
Cuerda y protagonizada, entre otros, por
Fernando Fernán Gómez.
Al hablar de adaptaciones cinematográficas de obras de escritores gallegos, y aunque
en este caso su autor no
nació en Galicia sino en
Madrid, conviene citar
“La casa de la Troya”, de
Alejandro Pérez Lugín,
educado en Santiago de
Compostela. La primera
adaptación al cine de su novela se
estrenó en 1925, dirigida por él
mismo con la ayuda de Manuel
Noriega. La obra tendría otras
dos versiones cinematográficas,
en 1936 y en 1959.
Como curiosidad cabe señalar
que en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes se incluye “Raza” (1941), dirigida por Sáenz de
Heredia, como adaptación cinematográfica de la novela homónima de Jaime de Andrade, pseudónimo de Francisco Franco.
Alfonso Daniel Rodríguez
Castelao en el papel de un
pastor protestante. La película,
dirigida por José Gil, estaba
basada en un guión del
novelista Rafael López de Haro
y tenía una duración de 20
minutos. Bastantes años más
tarde, en 1977, Miguel Castelo
adaptaba
al
lenguaje
cinematográfico un texto de
Castelao: “O pai de Migueliño”.
Por su parte, Camilo José
Cela se estrenó como actor de
cine en “Hoy no pasamos lista”,
de 1948, y un año más tarde
protagonizó “El sótano”, una
película experimental de Jaime
de Mayora. En 1952 Cela
vuelve a aparecer como actor
en “Manicomio”, dirigida por
Fernando Fernán Gómez. Pero
sobre todo se recuerda el
cameo del Nobel gallego en “La
Colmena” (1982), de Mario
Camus, donde aparece como
Matías Martí en una tertulia de
poetas.
Además
de
las
adaptaciones de sus novelas
“La familia de Pascual Duarte”
(1975) y “La Colmena”, Cela
escribió los diálogos de
“Consultaré a Mister Brown”
(1946) y colaboró en los
guiones de “El Sótano” (1949) y
“El cerco del diablo” (1950).
También fue llevada al cine, en
plena época del destape, su
obra “La insólita y gloriosa
hazaña del cipote de
Archidona” (1979).
FARO DE VIGO
Sábado, 5 de mayo de 2007
◆
3◆
☛L I B R O S
La insolación es la primera novela de una trilogía que
Carmen Laforet.
Carmen Laforet no llegó a concluir y que Ediciones Destino
recupera ahora tras su primera edición en 1963.
La trilogía inacabada
de Carmen Laforet
La insolación
CARMEN LAFORET.
Ediciones Destino. 317
páginas.
Un muchacho de catorce años
pasa el verano con su padre y su
madrastra en un pueblo de la costa. Allí conoce a dos hermanos,
chico y chica, de su edad, con los
que llega a tener una gran amistad. En La insolación, Carmen
Laforet traza con ternura el personaje de Martín Soto en su difícil
camino hacia la edad adulta. El
resto de los personajes componen
un cuadro realista que refleja la
posguerra española.
Como señaló la propia autora,
esta novela “narra un primer impacto adolescente y completamente íntimo, con referencias
apenas esbozadas sobre los años
40, 41 y 42 en España; la narra-
ción es en apariencia un simple
entretenimiento en que he tratado
de dar el ambiente de arrebato y
de interés que únicamente para un
muchacho, Martín Soto, tienen
los personajes y los sucesos que
El universo de un
demiurgo húngaro
Iván de Aldénuri: La
Herencia del Bèrehor
MIKLÓS SZENTKUTHY.
Siruela. 260 páginas.
S
húngaro, “leerlo todo, pensarlo
todo, soñarlo todo, engullirlo
todo”. Miklós Szentkuthy (Budapest, 1908-1988) fue narrador, ensayista, profesor, conferenciante, traductor y especialista en lengua y literatura inglesa, francesa y húngara.
M
Á
S
V
Las Crónicas Antiguas se
abren ante los ojos del anciano
Gheós y anuncian la esperada
llegada del mítico Bèrehor,
aquel que por herencia ha de
constituirse en guía y salvación
de todo un pueblo. Entretanto,
el temible Gorkhol amenaza con
hacer realidad su empeño de
aniquilar todo vestigio de vida en
el Áldendor. Mientras Iván y sus
amigos del Errion-Thal se disponen a intervenir para darlo todo
en esta lucha, hay un hombre
extraño que se libera de un terrible cautiverio y otro que maqui-
E
N
D
I
D
na la peor de las traiciones. Entre todos ha de decidirse la suerte de Aldénuri frente a los sicarios morghuks en lo que pronto
llegará a conocerse como la Batalla del Paso de los Gigantes,
un escenario ya legendario y lleno de terribles augurios...
O
S
NO FICCIÓN
LINGUA GALEGA
1 Los hijos de Hurin. J.R.R.
Tolkien (Minotauro).
1 Fotografía digital de alta
calidad. José María Mellado (Artual).
1 Herba moura. Teresa Moure
(Xerais).
2 El cuento número trece.
Diane Setterfield (Lumen).
2 El arte de amargarse la
vida. Paul Watzlawick (Herder).
2 Home sen nome. Suso de Toro
(Xerais).
Cien años de soledad.
Gabriel García Márquez (Alfaguara).
Las claves del éxito de
Toyota. Jeffrey Liker (Gestión 2000).
Os libros arden mal. Manuel
Rivas (Xerais).
Seda. Alessandro Baricco
(Anagrama).
4
3
4
Sex code. Mario Luna (Nowtilus).
Mira si yo te querré. Luis
Leante (Alfaguara).
5 ¿Quién se ha llevado mi
queso?. Spencer Johnson (Empresa
Activa).
Camino de hierro. Nativel
Preciado (Espasa-Calpe).
Patrón para navegación
básica. Juan B. Costa (E.N. Costa).
5
6
6
La épica batalla de
los 300 guerreros
PAUL CARTLEDGE.
Ariel. 168 páginas.
FICCIÓN
3
RO DE VIGO entre 1961 y 1964.
Con 23 años Laforet ganó la
primera edición del Premio Nadal
con su novela Nada, obteniendo
un enorme éxito de público (tres
ediciones en el mismo año de su
publicación) y de crítica, que culminó en 1948 con el premio Fastenrath de la RAE.
Falleció en Madrid el 28 de febrero de 2004.
Termópilas
J. PÉREZ-FONCEA.
Libroslibres. 330 páginas.
Renacimiento negro forma,
junto con A propósito de Casanova (Siruela, 2002), el díptico veneciano de Miklós
Szentkuthy. En esta novela
Monteverdi, en busca de un
tema para su nueva ópera, se
sumerge en Tácito y envía algunas notas de lectura dispersas a su amigo de Inglaterra,
que no es otro que el preceptor
de Isabel Tudor. Un pretexto
que permite a Szentkuthy destilar la esencia de su oro novelesco, esto es, el inventario del
mundo. “Siempre he deseado
verlo todo”, decía el demiurgo
O
celona. Con apenas dos años de
edad se trasladó a Canarias con su
familia, y ya con 18 regresó a
Barcelona para estudiar Filosofía
y Letras y Derecho, sin llegar a
terminar ninguna de las dos carreras. Tres años más tarde se fue a
vivir a Madrid, donde contrajo
matrimonio con el periodista y
crítico literario ourensano Manuel
Cerezales, que fue director de FA-
Nueva entrega de
un clásico juvenil
Renacimiento negro
L
se narran”.
Para algunos críticos, La insolación es la mejor novela de Laforet, superando incluso su tan celebérrima Nada inicial, con la que
obtuvo en 1945 el primer Premio
Nadal de la historia. La obra ahora reeditada por Destino había sido publicada en 1963 y era la primera novela de su inacabada trilogía Tres pasos fuera del tiempo.
Tras su muerte en el año 2004 fue
publicada la segunda parte de la
trilogía, Al volver la esquina.
Tras la publicación de La insolación en 1963, Carmen Laforet
dejó de publicar y guardó un estricto silencio hasta su muerte.
Nunca dejó de escribir, pero sus
obras iban quedando incompletas,
a veces olvidadas, porque su afán
de perfeccionismo se convirtió
para ella en una obsesión.
Carmen Laforet Díaz nació el
6 de septiembre de 1921 en Bar-
3
4 Tres segundos de
memoria. Diego Ameixeiras (Xerais).
CON LA COLABORACIÓN
DE LAS LIBRERÍAS:
VIGO: El Corte Inglés, Librouro y Casa
del Libro.VILAGARCÍA: Limiar.
OURENSE: La Viuda.
Un auténtico choque de civilizaciones entre el despótico
Imperio Persa y el sistema
abierto y libre de las ciudades
griegas. En el desfiladero de
las Termópilas la Alianza de
Esparta y Atenas, con un reducido ejército, se dispone a cerrar el paso al todopoderoso
Jerjes. Durante cinco días, el
general espartano Leónidas,
junto a 300 guerreros, frenan el
paso a cientos de miles de soldados persas, a costa de sus
vidas. Aunque la coalición pierde esa batalla, ganará finalmente la guerra, al derrotar a
Jerjes por tierra en Platea y por
mar en Salamina. Con un lenguaje asequible y rico en matices humanos, el libro de Cartledge nos permite conocer las
cualidades de los más destacados protagonistas de aquella
historia.
◆
☛ X.L.
MÉNDEZ
FERRÍN
4 ◆F
ARO DE VIGO
Sábado, 5 de mayo de 2007
NO FONDO DOS ESPELLOS
Sucedido en Oxford
inverno de 1960-61 fora
seco e frío en Oxford.
Carliños Posse, cho de cociña no Randolph, debíalle non
sei qué diñeiro a Allan Bullock e,
ao voltar o galego para Vimianzo,
deixoulle a Vespa ao seu acreedor
que, unha tarde, ma emprestou
para probar. Metinme polo largo
de Saint Gilles nun inferno de
tráfico e, debido a unha roda moi
baixa e á miña impericia coas
normas de circulación inglesas,
fixen un estropicio no cruzamento dos semáforos e os conductores abouxáronme cos claxons.
Quedara con Allan e os outros na
taberna coñecida como Child and
Eagle (Meniño e Aguia) enigmaticamente desde o século XVIII.
Para lle devolver a moto, quedara
con eles.
Magnus Jensen, Clara Silva e
Allan Bullock aínda non chegaran ao Child and Eagle. Estacionei o scooter contra un castiñeiro
de Indias e pedín pinta de bitter.
Como sempre que ía a aquel pub
pola tardiña, fixeime nun grupo
de cabaleiros asíduos vestidos
con chaquetas de tweed que fumaban coma min por paipa e
que, tamén coma min, bebían
cervexa amargue. Mantiñan vivas
conversas sempre. Parecían profesores da Universidade e un deles vestía de crego e debía de ser
un bispo ou deán da Igrexa Católica de Inglaterra, ou sexa anglicana. Pasei un tempiño á espera
dos amigos e a me recuperar do
acoramento que me producira a
miña ma condución polo tráfico
de Oxford.
Trinta e cinco anos despois, en
1995, fun chamado a Oxford por
John Rutherford para proferir
unha conferencia no Instituto
Tayliorano porque, mercé a este
ilustre profesor, Galicia e o galego
fixéranse visibeis e audibeis naquela Universidade. Daquela,
Carla emprestoume a súa bicicleta para dar unha volta. Quedei de
lla devolver antes da miña palestra. Era unha hora punta e saín
cara o largo de Saint Gilles que
estaba imposíbel de tráfico. Por
falla de familiaridade coas regras
de circulación británicas formei
un lío no cruzamento dos semáforos e os ghichos dos coches
molestáronse e pitáronme. Eu
quedara con Carla, con Rutherford e con Beni Salgado no Child
and Eagle, que está a carón da
Taylorian. Deixei a bici de Carla
contra un castiñeiro de Indias; o
mesmo castiñeiro de Indias onde
deixara había 35 anos a Vespa que
Carliños Posse lle pasara a Allan
Bullock en Bear Lane.
O Child and Eagle pareceume
escuro e pequeno. Aínda non
chegaran os meus amigos e ollei
para o reservado do fondo. Naturalmente, non estaba o grupo de
profesores maiores coas súas paipas, en animada leria. O seu lugar
era ocupado por unha tertulia de
homes e mulleres que me parece-
O
ron extraordinariamente xovens
e distendidos. Ollei pola porta
entreaberta cara o exterior e, por
suposto, non estaba alí a Vespa de
Carliños Posse senón a bicicleta
da Carla de Beni. Volvín ao mostrador e pedín unha pinta de bitter. Non ma serviron en xerra de
asa senón en vaso de cristal fino e
abombado. Tamén en Oxford pode notarse, en certos casos, a mudanza ocasionada polo tempo de
seda que pasa. Foi entón cando
reparei nas fotografías.
Mireinas primeiro con desinterese. Logo notei un pico de subela no corazón. Ben enmarcadas
e en lugar preferente, estaban as
fotografías. Representaban anti-
Buzón
Xosé Ramón Barreiro Fernández tivo a amabilidade de nos escribir e de nos enviar un seu artigo
titulado "A persecución política
do Deán Bedoya (1823-1827) e o
texto inédito da súa defensa". Versa sobre unha figura moi importante do liberalismo galego: o Deán do Cabido Catedral de Ourense
Don Juan Manuel Bedoya, que se
cadra algún día recolleremos do
fondo dos espellos. Sobre el escribira Otero Pedrayo na súa faceta pouco estudada de grande bió-
grafo. Pro é agora, con Xosé Ramón Barreiro, cando a nobreza e a
forza deste loitador pola liberdade
brilla de xeito definitivo e con perfís precisos.
Todos aqueles que quixeren colaborar
coa súa opinión en NO FONDO DOS ESPELLOS poden escribir por correo ordinario a:
X. L. Méndez Ferrín - FARO DE VIGO
Rúa Uruguay, 10-A
(Aptdo. Correos, 91) VIGO
gos siareiros do Child an Eagle
darredor da mesa grande do reservado. Sorrintes, tiñan diante
xerras de asa de a pinta e algúns
fumaban por paipa; muller, ningunha. Tiñan na foto todo o aspecto de profesores oxonianos
clásicos e un deles vestía como
eclesiástico; semellaban discretos
e xoviais. Eran certamente os
mesmos cabaleiros que tantas
tardes do inverno de 1960-61 observara eu distraidamente naquel
mesmo pub. Sentín unha segunda navallada, agora no bandullo,
ao ler os nomes daqueles señores.
Por cima dos nomes que non
me dicían nada, brillaban dous:
C.S. Lewis, o autor das Crónicas
de Narnia, e J.R.R. Tolkien, o xenio d'O Señor dos aneis. Cando
chegaron Rutherford, Carla e Beni para irmos xuntos á Institutio
Tayloriana onde eu tiña que dar
unha charla sobre o moderno
conto literario galego, noteime
ridículo e preso no interior dun
deses mesmos relatos que ían ser
obxecto da miña diserción. Recordei a Magnus, a Clara e a
Allan entrando por aquela mesma porta trinta e cinco anos
atrás. Tiven que pedir un coñac
para me dar reposto.
Despois da conferencia houbo
cea na sala de convidados do
Queen's College no que radica o
centro galeguista do doutor Rutherford. Asistiron tamén Derek
Flitter e Manuel Puga, quen acababa de chegar a Birmighan como lector de galego. Conteille aos
meus veciños de mesa que, sen
sabelo, eu estivera vivindo, lendo,
escribindo, bebendo e fumando
por paipa en Oxford ao mesmo
tempo que facía todo iso J.R.R.
Tolkien e que acababa de ser sabedor de tal coincidencia. Naturalmente en 1960-61 eu descoñecía a existencia de Tolkien (por
C.S. Lewis nunca me sentín interesado).
Beni F. Salgado, na cea, calou
un intre e comentoume:
–A min aseguráronme que a
Bodelyan (a Biblioteca Central de
Oxford) garda os libros personais
de Tolkien. E tamén que, entre
eles, se encontra un exemplar do
Diccionario galego-castelán de Leandro Carré Alvarellos anotado
pola man do filólogo e escritor
Tolkien.
Pensei eu que algunha das tardes nas que vin na taberna a
J.R.R. Tolkien é posibel que el viñera de consultar palabras en galego con destino á fabricación das
súas linguas élficas imaxinarias;
linguas que moitos anos máis tarde, xa no cine, haberían de soar
tan docemente. Falando de películas, Anthony Hopkins está soberbio na que en España xirou
como Tierras de Penumbra desempeñando o rol de C.S. Lewis.
Todo este filme transmuta en
imaxes a alma malencónica de
Oxford e produce en nós unha
especie de pena.
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