llevan de comer asen de cualquier yerba, y si es dura tanto porfían á

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llevan de comer asen de cualquier yerba, y si es dura tanto
porfían á tirar que se les quiebra el pescuezo, que son muy
tiernos. Dice Varron que dende á tres dias qtie son nasudos
les den á comer mastuerzo cortado y mojado en agua, que les
es muy bueno. Ansimismo les den á comer unas que parescen
lentejas de a g u a , y son verdes, y en otras partes las llaman
pamplinas, y no entren en agua hasta que hayan un mes ya:
después cuando son grandecillos sáquenlos al campo onde haya mucha yerba y agua; mas guárdenlos mucho de los milanos cuando chicos, y de las raposas en todo tiempo; y porque los machos en las ánsares no se echan sobre los huevos,
es bien por Hebrero y Marzo pelarles las pechugas y entre
piernas para haber provecho de la pluma, que en muchas partes es muy preciada para cabezales y otras ropas de cama; y á
todos machos y hembras pelarlos otra vez por el mes de Agosto para que al invierno les haya nascido mas pluma; y la pluma es muy mejor de las ánsares que andan cerca de riberas
onde se bañen y puedan bien lavar y alimpiar, que de las
que lavar no se pueden ni bañar, pues no es tan limpia. Sin
machos ponen también las ánsares como las gallinas; mas no
son de casta los huevos, ni tan grandes ni sabrosos como los
que son engendrados con macho: para engordar han de buscar los nuevos de cuatro á seis meses por ser mas tiernos, y
aun engordan mas que los viejos, y tenerlos en lugar callente
y escuro, y onde no puedan andar sino poco, que el frió y
claridad y largura impiden mucho que no engorden; y lo que
á ellas engorda mucho son brevajos algo tibios, porque en
ellos va comida y bebida; y otros les dan trigo y agua, ó mijo mojado y a g u a ; empero lo primero es lo mejor: hánlos de
dar para bien engordarlos tres veces á comer cada dia: engordan con toda legumbre, y mucho con harina de altramuces ó
habas, excepto con yeros. El lugar onde los tuvieren á engordar esté siempre muy limpio, que las ánsares son muy sucias,
y es menester requerirlas con limpieza, y quien toviere manada de ánsares, y las enviare sin pastor y guarda al campo, déles de comer un poco á la noche cuando tornan, para que
siempre se avezen á tornar en aquella hora á casa. Páranse muy
tiernas, mayormente la molleja y hígado, si al tiempo que hay
higos verdes las ceban con ellos, y aun antiguamente esto era
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