Población primitiva de europa

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El poblamiento primitivo de Europa, estado actual de las investigaciones.
Antonio Guirao García
[email protected]
Curso de doctorado de la UNED, departamento de Prehistoria y Arqueología.
Profesores tutores:
D. Mario Menéndez Fernández
D. José M. Quesada
junio de 2005, revisado y ampliado mayo 2008
Resumen
Este artículo pretende poner de relieve los nuevos datos obtenidos en los yacimientos europeos de la Sierra de
Atapuerca ( Burgos, España ), Ceprano ( Italia ) y Dmanisi ( Georgia ), además de tener muy en cuenta los
hallazgos realizados en la isla de Flores ( archipiélago de la Sonda ) relativos a la evidencia de una incipiente
técnica de navegación, llevada a cabo por grupos humanos muy primitivos. Como consecuencia de estos
nuevos descubrimientos se ha producido un importante cambio de actitud por parte de algunos investigadores,
que incluso les ha llevado a replantear las hipótesis iniciales de sus proyectos de investigación. También se
realiza una aproximación a la difusión de la Cultura de los Cantos ( Pebble Culture ) en las regiones
meridionales de Europa, teniendo en cuenta que posibles yacimientos permanecen sumergidos en la
plataforma costera que en época pleistocena emergió debido a la oscilación de los niveles marinos como
consecuencia de las variaciones glacioeustáticas.
Palabras clave
Pleistoceno inferior, Olduvayense, Achelense, Homo Ergaster, Homo Antecessor, Atapuerca.
Introducción
Hasta las últimas décadas del s. XX muchos investigadores mantenían la teoría de que no había asentamientos
humanos significativos en Europa anteriores al Pleistoceno Medio (Carbonell y Rodríguez 1994, Roebroeks y
Kolfschosen 1994 y 1995), sin embargo los nuevos datos obtenidos en Java y Asia Meridional ( Swisher et al.
1994)Con llegadas de grupos humanos que se sitúan al final del Plioceno, junto a las nuevas evidencias y
datos de Georgia, Italia y España, han forzado a muchos investigadores a cambiar sus posiciones respecto al
expediente arqueológico y antropológico (Carbonell, 1995,1997), (Dennell y Roebroeks, 1995). Estos autores
defienden la llamada Short Cronology para un poblamiento continuo y amplio en Europa por parte del género
Homo, aunque en el congreso de Orce celebrado en 1995 aceptan las evidencias de una ocupación temprana
pero sin continuidad. En ningún caso son aceptados los fósiles de Orce, supuesto fragmento craneal asignado
por Gibert a Homo sp. y los restos de Cueva Victoria: falange, dientes y huesos como humanos asignado el
fragmento craneal a una hembra de rumiante ( Martínez Navarro, 1997), los restos de Cueva Victoria (Murcia
) son asignados a una especie de primate
( Palmqvist ,1998).
1
Así las cosas, sólo se reconoce la presencia humana, en la región de Guadix−Baza, a partir de los restos líticos
de Fuente Nueva 3 y Barranco León, asignándoseles una cronología por paleomagnetismo, en el subcrón de
Jaramillo de 1 a 1.07 m.a. ( Oms et al . 2000).
Los nuevos datos aportados por los yacimientos de la sierra de Atapuerca en los niveles bajos de la Gran
Dolina, el TD6 Estrato Aurora, deparó en el año 1995 más de doscientos útiles líticos de Modo 1 y unos
setenta restos humanos de al menos seis individuos que permitieron definir una nueva especie bautizada como
Homo Antecessor, con una morfología más evolucionada que la de los Ergaster/Erectus, y al parecer con
rasgos que podrían evolucionar hacia poblaciones más modernas de Hidelgerbensis y Sapiens modernos. Las
dataciones por polaridad magnética y asociaciones faunísticas, estas últimas discutidas, dan una antigüedad de
800 a 750 K.a.
Este descubrimiento hizo cambiar la idea inicial del equipo investigador alargando consiguientemente hacia
abajo la short chronology (Carbonell 1997, Asuaga y Bermúdez de Castro 1998).
Campañas sucesivas llevadas a cabo en la sierra abrieron nuevas posibilidades en la Sima del Elefante, donde
ya se había detectado presencia humana asociada a útiles y fauna en posiciones estatigráficas de cerca de un
millón de años. Pero fue definitivamente en la campaña del 2002 cuando se encontraron vestigios de presencia
humana que superaban el millón de años. Efectivamente en los niveles bajos de la Sima del Elefante
aparecieron herramientas y mandíbulas con marcas de cortes que confirmaban la presencia humana hace 1,5
m.a. ... Desconocemos exactamente la datación pero es posible que nos acerquemos a 1,2 o 1,3 m.a.con lo
Atapuerca abre la posibilidad de encontrar fósiles humanos a 1,5 m.a. La presencia de herramientas y de fauna
con cortes indican que la sierra de Atapuerca alberga la ocupación humana en cueva más antigua de Eurasia ...
( Carbonell, Asuaga y B. De Castro, 2002)
Hay que resaltar la laguna que hay de restos de homínidos en Europa entre 2 y 1 m.a. que ese yacimiento
podría aportar datos significativos en el futuro. En definitiva estos datos han supuesto un cambio de hipótesis
en la dirección del equipo investigador que aceptan una entrada en Europa anterior al millón de años y por
tanto anterior al Homo Antecessor ( Carbonell et al. 2003)
Otro importante descubrimiento del año 1991, la calota de Ceprano, Italia, transformó de manera clara la idea
que se tenía de los homínidos europeos. Algunos autores ( Ascenci, 1994 ) mantienen que las diferencias
respecto al Homo antecessor podrían ser debidas a un origen distinto al de estos, es decir, podría tratarse de
individuos provenientes de poblaciones asiáticas de Homo erectus más evolucionadas.
En el este de Europa el yacimiento de Dmanisi sigue proporcionando fósiles humanos que ayudan a una mejor
comprensión de estos grupos de humanos primitivos, la aparición de un cráneo y una mandíbula con claros
síntomas de ausencia de dentición, fruto de algún tipo de enfermedad hace pensar a los investigadores en
comportamientos de grupos solidarios ( Lordkipanidze, 2002), este individuo no hubiera podido sobrevivir sin
la ayuda de sus compañeros.
Por ultimo, el importante hallazgo de la isla de Flores, en el extremo meridional en el archipiélago de la Sonda
,con restos de Homo erectus de una antigüedad de 900 K.a.( Morwood et al.1998 ) y su posterior evolución
por aislamiento ecológico hacia poblaciones de pequeña estatura, que pervivieron hasta las colonizaciones del
hombre moderno ( T. Sutikna, 2005), hace pensar en la realidad de las posibilidades para atravesar estrechos
marinos a estas poblaciones primitivas, hipótesis hasta ahora aceptada por los defensores de las altas
cronologías para el poblamiento europeo y descartada por falta de pruebas para otros investigadores. Flores
nunca estuvo unida al continente ni en los momentos de máxima regresión marina, quedando al menos un
canal de agua de 19 Km.de ancho
Con todos estos nuevos datos se puede establecer las siguientes cuestiones:
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• Que el poblamiento europeo tuvo lugar como mínimo hace 1,5 m.a. o 1,8 m.a.
• La permanencia debió ser de alguna manera continuada, para poder evolucionar a una nueva especie en este
territorio.
• Además existe una evidente relación entre los primeros homínidos, los ríos, lagos y mares, ya que sus restos
generalmente se encuentran relacionados con estos medios acuáticos.
A partir de estas nuevas evidencias se puede mantener la idea de un poblamiento en el limite del Plio−
Pleistoceno o principios del Pleistoceno Inferior para Eurasia y concretamente para la parte europea. Como
vías de penetración es necesario tener en cuenta todas las posibles, en primer lugar el corredor de Levante
donde ya encontramos evidencias de esta primera ola colonizadora (Bar−Yosef, 1995) y donde han aparecido
nuevos datos significativos relacionados con el yacimiento de Erq el Ahmar, datados por paleomagnetismo en
1,7 a 2 m.a. (Hagai Ron y Shaul Levi, 2001) En segundo lugar hay que resaltar la importancia de yacimientos
antiguos del norte de África, Hain Hanech, nos ofrece un excelente conjunto de faunas villafranquienses
asociadas a herramientas de tipo Olduvayense que podrían datarse en 1,9 m.a. y estar en relación directa con
oleadas migratorias a través del estrecho de Gibraltar (Palmqvist y Arribas, 1995).
Marco ecológico y cronológico para un primitivo poblamiento del continente europeo
Un importante cambio climático ocurrido hace 2 y 1,8 m.a. con importantes pulsaciones frías registradas a
nivel de mar y tierra hizo que las condiciones medioambientales en el este de África cambiaran. Estudios
polínicos realizados detectan en el este de África un importante retroceso del bosque denso y por consiguiente
un aumento de la sabana hace 2,5 y 1,8 m.a., por análisis polínicos realizados en el norte de Europa se aprecia
una extensión de la estepa fría que termina con las condiciones climáticas de tipo templado cálido imperantes
en Plioceno superior. Estos cambios están relacionados con tres grandes fluctuaciones de los niveles marinos
que están por tres fases de erosión asociados a ellos (Azzaroli 1988). En algún momento de máxima regresión
marina es posible que muchas especies, entre ellas los hominídos, cruzaran los estrechos marinos de Gibraltar
y el sículo−tunecino.
Los estudios realizados demuestran una bajada del nivel del mar de 200 m. ocurrida durante el evento Aullan
hace 1,8 a 1,6 m.a, que dejaría en el primero de los estrechos un canal de apenas 4 Km. de ancho con alguna
isla en el centro, por lo que no es arriesgado suponer una travesía de estos estrechos, ya que en otras latitudes
está demostrada la incipiente técnica de navegación de los primeros homínidos migratorios como en el caso de
la isla de Flores, colonizada por el Homo Erectus y otras especies animales hace 900 K.a ( Morwood et al.
1998).
Según diversos autores, hay que tener en cuenta que la cronología para una dispersión de los homínidos hacia
Europa, está relacionada con la evolución general de la fauna de los mamíferos del continente africano
(Turner 1989), la cronología de estas migraciones hacia Europa coincide con épocas de extinciones y cambios
climáticos por lo que se ven como una respuesta al medio. El evento faunístico asociado a estos cambios es la
dispersión por toda la zona holeártica del roedor Allophaiomys Pliocaenius, que desde su nicho originario en
Asia central se expande hacia otras regiones. Junto a esta especie se dispersa el Mammthus Merionalis
antecesor del mamut del Pleistoceno superior, un pequeño rinoceronte Stephanorinus Etruscus, un pequeño
caballo antecesor de las cebras y adaptado a espacios abiertos Equus Stenonis, y también entran desde Asia
pequeños bisontes Eobison y otros bóvidos que corroboran la extensión de la estepa, todo ello junto a ciervos
de grandes astas y gamos de astas aplastadas.
Desde Africa se dispersan los grandes felinos de dientes de sable Homohterium Latidens y Megantereon
Cultridens ,el antecesor del lobo Canis Etruscus ,y la gran hiena Pachycrocuta Brevirrostris ,al parecer fueron
estos grandes depredadores los que abrieron las posibilidades de captación de recursos alimenticios, a estos
homínidos provenientes de África, al poder obtener alimento de las carcasas de los grandes mamíferos
depredados ( Palmqvist y Arribas 1998 ), en contra de la opinión de autores que apuntaban la imposibilidad de
los homínidos para colonizar las zonas de expansión de los grandes felinos dada la enorme voracidad de estos
3
(Turner 1991).
Al final del villafranquiense se produce un nuevo enfriamiento marino, conocido como fase Casian, que nos
aporta nuevos conjuntos de mamíferos del Pleistoceno medio denominado período Galeriano. Orce y Dmanisi
muestran esta ruptura en la fauna del este y centro de Eurasia descrito también en yacimientos italianos y
conocido como el Suceso del Lobo ( Azzaroli 1988).
Los felinos de diente de sable se extinguieron en Africa hace 1,5 m.a., sin embargo lograron sobrevivir en
Europa hasta 0,5 m.a., los métodos desarrollados por los homínidos para la captación de recursos asociados a
esta especie, pueden explicar la pervivencia de las industrias de Modo 1 hasta 0,5 m.a. en Europa ( Palmqvist
et al. 1998).
Por lo tanto, hay que tener en cuenta que, si los primeros colonizadores de nuevos espacios fueron portadores
de una industria lítica basada en la tecnología del Modo 1 (Olduvaiense), debieron salir de su primigenio
nicho ecológico en una fase anterior a la aparición de la técnica de talla más evolucionada denominada Modo
2 ( Ahelense ), es decir hacia 1,8 m.a. (Bar Yosef et al. 1994 ), esta sería la primera gran ola migratoria de las
tres citadas por este autor y está relacionada con los cambios en el medio, producidos por las variaciones
climatológicas antes descritas, también hay que tener en cuenta algunos factores de tipo demográfico y
epidemiológico, es decir, el retroceso de los climas tropicales pudo propiciar el desarrollo de las defensas
frente a enfermedades endémicas tropicales ( Bar Yosef y Belfer Cohen, 2000), Es posible que esta nueva
situación fuera la causa de aumentos considerables de población y, por consiguiente, la necesidad de abrir
nuevos espacios para la obtención de recursos alimenticios e industriales.
La dispersión se pone de manifiesto en los yacimientos del corredor levantino de Erq el Ahmar y Yiron , con
una cronología próxima a 1,8 o 2 m.a. (E. Tchernov , 1999 , Hagairon y Shaul Levi , 2001 ), para el norte de
Africa tenemos una cronología similar unida a los mismos útiles líticos y misma fauna, en el yacimiento de
Hain Hanech, aunque el criterio de excavación basado en objetivos paleoantropológicos hizo que se perdiera
alguna información relevante respecto a la industria y su correlación con los restos faunísticos.
Esta primera ola migratoria ya tuvo que superar algunas barreras fluviales importantes como el río Nilo y
otros cauces menores, lo que de manera clara nos muestra la capacidad para vadear corrientes de agua, que
tenían los homínidos primitivos. Asociada a esta primera dispersión es importante considerar el yacimiento de
Dmanisi (Georgia), en la zona oriental de Europa, el cual nos proporciona restos fósiles de Homo Ergaster
evolucionado asociado a útiles de Modo 1 y faunas villafranquienses, con una continuidad en el asentamiento
importante a juzgar por la potencia sedimentaria. Este yacimiento representa uno de los eslabones del trayecto
para la dispersión de los homínidos hacia Eurasia ( Gabunia y Vekua, 1994).
Otros grupos de estos individuos poblarían las regiones del sudeste asiático: Java, Sumatra, China e India, en
la misma época y en medios ecológicos parecidos a sus ecosistemas originarios, favorables respecto a la fauna
y la flora. Otra posible vía es el paso directo hacia la península arábiga por el puente dejado debido a los bajos
niveles marinos ( N.C. Fleming et al. 2000).
Desde Dmanisi la dispersión hacia el Oeste parece clara pero un poco más lenta debido a las barreras
montañosas y grandes llanuras desérticas ( Rolland, 1991 ). Yacimientos centroeuropeos nos confirman estos
datos. Es probable que se utilizara también una ruta más meridional, en la dispersión hacia el oeste, ruta que
permanece en estos momentos sumergida bajo las aguas, en la plataforma costera europea (como prueban
otros yacimientos de época posterior descubiertos por la arqueología submarina).
Además, hay que tener en cuenta la gran antigüedad de los yacimientos meridionales europeos respeto de los
centroeuropeos, los de la Península Ibérica y el Macizo Central francés. Fuente Nueva 3 y Barranco León
aportan datos de una colonización muy temprana, sin entrar en detalles respecto a la datación paleomagnética,
se puede asegurar de manera clara que sus restos líticos y faunísticos pueden datarse en el subcrón Jaramillo
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1,07 m.a. ( Oms et al. 2000), incluso podrían aparecer restos con una antigüedad anterior teniendo en cuenta
los nuevos datos aportados por el equipo de Atapuerca referentes a la Sima del Elefante y datados en 1,5 m.a.
Los geólogos Parés, Pérez González y Benito publican, en colaboración con otros miembros del Equipo
investigador, nuevas dataciones de la Sima del Elefante. La prestigiosa revista británica Journal of Human
Evolution dedica parte de sus páginas a mostrar el estudio paleomagnético de este yacimiento, y confirma la
vieja formación de los estratos inferiores, que se depositaron hace más de un millón de años. Elefante se
constituye así en el sitio más antiguo de la Sierra de Atapuerca
El Doctor Parés ha muestreado toda la secuencia del yacimiento Elefante con un taladro manual que incorpora
un tubo para coger sedimento además de una brújula y un clinómetro para referenciar siempre el norte y la
inclinación. El equipo y el método de trabajo han sido similares a los empleados en los sitios de Galería y
Gran Dolina en los años 90, detectándose las direcciones de la magnetización remanente de los sedimentos en
buena parte de las muestras recogidas. Así se ha documentado que la cueva del Elefante se abrió cuando la
polaridad magnética de la tierra era inversa, es decir, los minerales magnéticos que hay en las arcillas se
alineaban hacia el sur. Lo mismo ocurría con todos los primeros niveles allí depositados. Por el contrario,
unos metros más arriba la magnetización cambia, y todos los estratos superiores, que contienen restos líticos y
óseos del Achelense y del Paleolítico medio, muestran minerales orientados hacia el norte magnético actual.
Elefante es uno de los contados yacimientos europeos que tiene artefactos tanto del periodo Olduvaiense,
como del Achelense y del Musteriense.
Los niveles de la base de Elefante son así, sin ninguna duda, más antiguos de 780.000 años, momento en el
que se produjo el último gran cambio de polaridad en la tierra, y además, al contener pequeños vertebrados
que desaparecen hace un millón de años, no hay duda de que esos estratos se formaron antes de esta última
fecha.
Los especialistas en magnetismo y en biología coinciden en situar los estratos más profundos en el periodo
denominado Matuyama inferior, un evento de reversión magnética que sucedió en la tierra entre hace entre
1.070.000 y 1.770.000 años. Los mamíferos encontrados en Elefante, identificados por Juan Rofes y Gloria
Cuenca, nos muestran la presencia de pequeños ratones, castores o musarañas indicativas de un clima cálido y
húmedo con abundantes cursos de agua. Estos vertebrados serían para los investigadores de la Universidad de
Zaragoza más antiguos que los que ellos mismos han documentado en el cercano yacimiento de Gran Dolina.
La antigüedad de la base de Elefante es importante también para poder datar los instrumentos de piedra que
allí se han localizado en los últimos años. Bajo la coordinación de Rosa Huguet y Antonio Rosas, en los
niveles inferiores se han recuperado una veintena de piezas de sílex y caliza, además de huesos de grandes
mamíferos con marcas de cuchillos de piedra, que demuestran la presencia de grupos humanos desde el
momento en que la cueva se abre. (...)
Otra importante zona de poblamiento primitivo esta situada en el Macizo Central francés, con yacimientos que
aportan importantes industrias de Modo 1 asociadas a faunas de tipo villafranquiense , que en algunos casos
han sido datados de manera poco precisa y polémica por correlación estratigráfica en 1 m.a.(Bonifay y
Vandermeersch, 1989). Esta región bien podría tratarse de una zona de confluencia de dos corrientes
migratorias o más, es decir, la gran proliferación de yacimientos en la zona meridional francesa podría
responder a la culminación de la corriente migratoria oriental y las migraciones desde el sur.
Los yacimientos italianos de Monte Poggiolo, Isernia la Pineta y Ceprano, junto a otros (Bidditu y Peretto ,
1982 ), manifiestan una gran dispersión de la cultura de los cantos tallados ( Pebble Culture ) y un importante
poblamiento para esta región europea, lo que a su vez pone de relieve la posibilidad de un flujo migratorio
hacia el norte desde el estrecho sículotunecino.
El conjunto de estos datos nos lleva a considerar una primitiva ola migratoria a través de los estrechos
mediterráneos, para la parte occidental del continente eurasiático, los nuevos datos confirman cada día más
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esta idea y es posible que en un futuro próximo yacimientos como los de Atapuerca o la cuenca de Guadix
Baza lo corroboren de forma precisa.
Entre los intentos hechos para dilucidar la cuestión cabe destacar los modelos realizados con cálculos por
ordenador, teniendo en cuenta la posibilidad para atravesar estrechos por parte de poblaciones primitivas, nos
ofrece resultados acordes con las nuevas evidencias de la sierra de Atapuerca (s. Mithen y M. Reed, 2002). Al
parecer las barreras montañosas son un freno mayor para el poblamiento que las corrientes de agua.
Homínidos colonizadores, evolución.
En Europa son muchos los yacimientos conocidos con restos de útiles de acción antrópica datados en el
Pleistoceno inferior, con una distribución meridional para los más antiguos y que nos aportan un instrumental
de Modo 1, conocidos todos ellos como pertenecientes a la llamada Cultura de los Cantos . Pero la cuestión
principal es la ausencia de fósiles humanos asociados a estos útiles, salvo en los casos excepcionales de
Dmanisi Atapuerca y Ceprano, Es posible que en el futuro se pueda determinar la especie de estos primeros
pobladores si, como se supone, la Sima del Elefante nos aporta algún resto humano ( Carbonell 2003), por el
momento nos tenemos que centrar en los datos aportados por estos yacimientos. El más representativo por su
edad y volumen de datos es el de Dmanisi.
Este yacimiento fue poblado por una forma de homínido de rasgos intermedios entre Homo Ergaster y Homo
Hábilis, que traspaso los límites de África e inicio una expansión por Eurasia a finales del Plioceno (Gabunia
et al.2000 y Lordkipanidze et al.2000). Las mandíbulas y cráneos aparecidos confirman las afinidades con
Homo Ergaster, pero con rasgos propios debido a la separación de la línea evolutiva respecto a los homínidos
africanos (B. De Castro, 2000 ), sus capacidades craneanas están próximas a los hábilis: D 2700 con 600 cm3,
D2282 y D2280 con 650 y 770 cm3, respectivamente. La datación de este yacimiento es muy precisa, fechada
por paleomagnetismo y bioestractigrafía en 1,7 m.a. aunque la ultima datación por el método K/Ar indica 1,8
m.a. Las últimas campañas han aportado algunos datos muy relevantes respecto al comportamiento social de
estos grupos humanos, una mandíbula con claros sintomas de ausencia de dentición, debido a una enfermedad,
nos hace pensar en una conducta solidaria dentro del grupo, ya que este individuo no habría podido sobrevivir
sin la ayuda de sus compañeros( Lordkipanidze, 2003).
En este yacimiento encontramos las evidencias de esa primera gran ola migratoria fuera de África, registrada
también primeramente en los yacimientos de Erq el Ahmar y Yiron, confirmándose la primera salida antes del
subcrón Olduvai, alrededor de 1,8 m.a. Las asociaciones faunísticas de Dmanisi incluyen grandes mamíferos,
tigres de dientes de sable, avestruces, rinocerontes, elefantes y jirafas. Esta asociación contiene especies de
distinto origen, aunque hay una prevalencia de elementos eurasiáticos frente a los de origen africano, siendo el
indicador de los importantes cambios faunísiticos que ocurrieron a través del Cáucaso durante el
Plio−Pleistoceno, estos restos se corresponden con una fase temprana del Villafranquiense superior.
La industria lítica está presente en todos los horizontes, se han recuperado unas 800 herramientas
particularmente abundantes en la capa II, más del noventa por ciento del total, pero también están presentes en
las capas III y IV. Estos artefactos están principalmente manufacturados en silicio y tobas volcánicas, así
como en cuarzo, los homínidos explotaron los guijarros y cantos disponibles en una garganta cercana al sitio.
La talla puede ser unifacial y bifacial, nos encontramos con choppers, chopping tool, lascas retocadas y
formas poliédricas. Todo este instrumental pertenece claramente a industrias de tipo olduvaiense o de Modo I
y son perfectamente compatibles con otros conjuntos de herramientas pre−achelenses de África del este
(Gabunia ,1998).
En el otro extremo de Europa, la Sierra de Atapuerca nos ofrece nuevos restos fósiles humanos, no tan
antiguos como los de Dmanisi pero más evolucionados morfológicamente, aunque existe un gran desfase
cronológico entre uno y otro yacimiento, que probablemente se pueda rellenar en un futuro próximo. Los
restos aparecidos en el TD6, nivel con 25 cm de espesor, están fechados por paleomagnetismo, ESR y Series
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de Uranio entre 750 y 800 K.a, en el cambio de polaridad Matuyana Brunhes, límite convencional entre el
Pleistoceno inferior y medio. Han sido recuperados unos 100 fragmentos óseos 286 útiles líticos y 4000 restos
fósiles de macro−microvertebrados, como fósil marcador se ha utilizado el pequeño mamífero Mimmomys
Savini.
Los restos humanos pertenecen a 6 individuos, dos niños de 3 y 4 años, dos adolescentes de 10 y 12 años y 2
adultos de 20 años. Lo más significativo de estos restos son las evidentes marcas de descarnación
intencionada, que supone al parecer un caso evidente de antropofagia (Fernández Jalvo et al. 1996 ), tienen
una combinación de rasgos primitivos y modernos con dientes de morfología primitiva y caras de morfología
más moderna, que según sus descubridores podrían ser antepasados del hombre moderno, y representar el
taxón de un ancestro común entre ambas especies. A partir de estos restos se ha definido una nueva especie
denominada Homo Antecessor, en un sentido literal haciendo referencia al explorador que va por delante y
como posible antepasado del hombre moderno. La pregunta actual es si estas poblaciones de Antecessor
evolucionaron localmente hacia poblaciones de Hidelgerbensis/Neandertales, o si esta nueva especie procede
de poblaciones originarias de otras regiones, incluso de origen asiático (B. De Castro, 2004).
La industria lítica es claramente de modo 1 y se corresponde con los estadios isotópicos 13 a 9. Hay una
enorme presencia de núcleos dedicados a la obtención de lascas. El material fue seleccionado en el entorno de
la sierra generalmente en cantos de cuarcita o explotando bloques de sílex neógeno (Carbonell, 1998).
...El europeo más viejo de la historia vivió en la sierra de Atapuerca hace 1,2 millones de años, un dato sobre
el que los científicos ya estaban trabajando pero que ha corroborado el hallazgo de su mandíbula en este
yacimiento burgalés. La revista Nature publica en su último número las principales conclusiones del nuevo
descubrimiento del equipo investigador de Atapuerca, dirigido por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez y
Eudald Carbonell, y que se produjo el 30 de junio de 2007....
El otro importante yacimiento europeo con restos fósiles humanos es el de Ceprano, Italia, donde en el año
1991 apareció una calvaria fechada en 900 a 800 K.a. por métodos cronológicos de correlación estratigráfica,
con algunos rasgos similares a los homínidos de TD6 pero con diferencias importantes respecto a ellos, que
han llevado a sus descubridores a plantear la posibilidad de pertenecer a poblaciones evolucionadas de Homo
Erectus provenientes de Asia, finalmente se ha fechado por K/Ar en 750 K.a. (Ascensi et al. 1996).
Por último, cabe señalar los restos de Venta Micena, el fragmento craneal descubierto por Gibert y atribuido a
Homo sp., no fue nunca aceptado como tal por los investigadores (Roebroeks et al. 1995), actualmente se le
encuadra como resto de una hembra de rumiante (Martinez Navarro, 1998). La falange aparecida en Cueva
Victoria está también descartada como de procedencia humana y al parecer podría tratarse de un fósil de
Theropitecus (b. Martinez Navarro y P. Palmqvist, 2005).
A pesar de lo exiguo del registro fósil con restos de homínidos se puede aceptar el origen africano de los
primeros pobladores del subcontinente europeo ( Mario Menéndez, 1996 ), y sus orígenes en las primeras
poblaciones de Homo ergaster africanas, emigradas desde su nicho ecológico primigenio, bien a través del
corredor de levante (Bar Yosef et al. 1994 ), o bien a través de los estrechos del norte de Africa ( Palmqvist y
Arribas, 1998). Estas primitivas poblaciones podrían haber evolucionado hacia una nueva especie, Homo
Antecessor del TD6, pero habría que determinar si esta evolución fue local o aquellos pobladores representan
otra nueva ola colonizadora. La ausencia de restos fósiles no nos ayuda a resolver la cuestión, pero su
especialización tecnológica en el Modo 1y la dispersión nos hace pensar en una evolución local de los
Ergaster.
Recursos tecnológicos
Los primeros pobladores de Europa fabricaban útiles líticos con la tecnología conocida como Modo 1, que
hizo su aparición en Gona ( Etiopía ) hace 2,6 a 2,5 m.a. ( Semaw et al. 1997), los repertorios líticos aportados
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por los yacimientos excavados se diferencian casi imperceptiblemente con tipologías monótonas y tallas poco
especializadas ( Rolland, 1991 ),cubriendo este desarrollo tecnológico la mayor porción temporal de la
prehistoria. El ritmo técnico produce desde el principio una impresión de estancamiento acelerándose
excepcionalmente en etapas subsiguientes del paleolítico.
El concepto de una Cultura de los Cantos está presente tanto en África como en Eurasia y se define como el
horizonte marcador de los primeros colonizadores del norte de Africa y Eurasia. La larga duración en el
tiempo y la repartición en el espacio de la Cultura del Cantos no permite establecer ligazón con un solo tipo de
homínido fósil, pero en cualquier caso representa el primer horizonte paleolítico en Europa ( Rolland et al.
1991 ).
La larga duración en el tiempo de este tipo de industrias se debe al éxito que tuvieron para la obtención de
recursos en las carcasas dejadas por los grandes depredadores. Así pervivió hasta la extinción de aquellos y la
necesidad de encontrar nuevas estrategias para procurarse el alimento ( Palmqvist y Arribas, 1998 ) ( M. C.
Stiner, 2002 ), hay que tener en cuenta que la extinción de los grandes felinos de dientes de sable se produjo
hace 0,5 m.a. momento en el que empieza a desarrollarse, en Europa, una nueva industria lítica de Modo 2,
aparecida en África hace 1,5 m. a. y presente en el yacimiento de Ubeidiya hace 1,4 m.a. ( Bar Yosef y Belfer
Cohen, 1994).
Muchos son los yacimientos europeos con útiles de Modo1, con una clara dispersión meridional y asociados a
faunas de tipo villafranquiense, pero en muchos caso son polémicas las dataciones, existiendo una gran
diferencia de edad entre conjuntos de características similares. Otros son descartados por no superar los
mínimos requisitos para ser considerados de acción antrópica como en el caso de Venta Micena ( E García,
2001). Por el contrario, otros están bien datados y contienen evidentes muestras de manufactura humana,
como en el caso de Damanisi, Fuentenueva 3, Barranco León, yacimientos de Macizo Central frances y
algunos italianos.
La obtención de materiales para la fabricación de estos útiles suele hacerse en las zonas cercanas al
yacimiento y comporta la primera fase de la cadena operativa ( Carbonell, 1997), se suelen utilizar cantos
rodados, guijarros y todo tipo de minerales autóctonos, sobre estas bases negativas se efectúan levantamientos
por percursión de forma centrípeta o centrífuga para obtención de un filo cortante, bien de manera unifacial o
bifacial, en otros casos se obtienen bases positivas que se retocan por la misma técnica para la obtención de la
herramienta requerida. En principio no se aprecia una predeterminacion para definir una forma precisa, solo la
necesidad de obtener un útil concreto adaptado a las necesidades.
Hace 0,5 m.a. se aprecia una ruptura en la técnica de talla pasando del Modo 1 al Modo2 representada en casi
todos los yacimientos y que se podría corresponder con la llegada de una segunda ola migratoria desde Africa
reflejada en Ubeidiya por los portadores de las industrias de bifaces ( Bar Yosef et al. 1994, 1998 ). Esta
industria esta concebida para ser transportada , para economizar materia prima y con una clara
predeterminación en su fabricación, interpretándose como el testimonio de la aparición del pensamiento
conceptual en los homínidos ( Carbonell, 1998 ).
Es evidente que este desarrollo responde a nuevas técnicas para la explotación de recursos y pertenece a
poblaciones humanas más evolucionadas, ellos lograrán de manera paulatina la colonización de toda la zona
continental europea ( Roebroeks y Gamble, 1998 ).
Otros logros como el dominio del fuego, la estructuración del hábitat y las nuevas técnicas de caza, nos hacen
ver ya en los yacimientos asentamientos permanentes y la superación de barreras climáticas por encima de los
40º L.N. ( Dennell, 2003 ).
Yacimientos europeos con cantos trabajados
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Para una primera fase de colonización nos debemos centrar principalmente en los yacimientos anteriores al
estadio 14 de curva isotópica ( IOS ), si bien son también importantes los de edades posteriores, aunque
algunas dataciones reflejan un desfase entre ciertos yacimientos, muestran todos ellos homogeneidad en sus
industrias y una dispersión por las regiones meridionales de Europa, con penetraciones hacia las regiones
centroeuropeas. Entre los más representativos de este primitivo poblamiento se encuentran:
Soleilhac ( Blanzac, Francia ).
Este yacimiento fue ocupado de manera ocasional por un pequeño grupo de homínidos durante una fase
templada fresca del Pleistoceno Inferior, tiene faunas asociadas de ciervos y elefantes. Se han recuperado 446
piezas líticas fabricadas en cuarzo, basalto y ocasionalmente en sílex o granito ( Bracco, 1991 ). Las piezas de
grandes dimensiones están realizadas sobre cantos y los objetos pequeños sobre lascas de sílex o cuarzo, entre
ellas encontramos raederas, muescas y denticulados. Hay evidencias de una estructuración intencionada del
espacio ( Bonifay, 1991 ). Ha sido fechado por paleomagnetismo en 900 a 950 K.a., fase Jaramillo y estadios
isotópicos 24 o23 ( Bonifay y Bracco, 1991 ).
Vallonnet ( Roquebrune−cap Martin, Francia ).
Es un yacimiento en cueva con industrias líticas asociadas a una rica fauna de tipo villafranquiense, hay
cantos con un único levantamiento, también bifaciales, núcleos y raederas. La capa estalagmítica suprayacente
ha sido datada en 900 K.a., con un paleomagnetismo que indica una polaridad normal de la fase Jaramillo (
Lumley et al. 1988 ).
Isernia la Pineta ( Molise, Italia ).
Presenta tres paleosuperficies antropizadas, una importante asociación de grandes hervíboros
villafranquienses junto a industrias de Modo I realizadas sobre sílex y caliza. La base de la secuencia tiene
una polaridad inversa de la fase Matuyana ( Coltorti et al. 1982 ). El sedimento que recubre el primer sector
de excavación ha sido datado por K/Ar en 750 K.a. ( Delitala, 1983 ) ( Peretto et al. 1983 ).
Ca´Belvedere de Monte Poggiolo (Forli, Italia ).
Nos ofrece una importante muestra de industria lítica ( 6000 piezas ) manufacturadas sobre sílex y caliza, con
objetos de pequeño tamaño, se han realizado algunos remontajes que demuestran la talla in situ de las piezas.
Está datado por encima de 730 K.a en función de los análisis paleomagnéticos, que proporcionan una
polaridad inversa al depósito , se encuadra en el estadio 20 ( OIS ) ( Peretto yGagnepain, 1992 ).
Agnani− Colle Marino ( Lazio, Italia ).
Otro yacimiento con industrias de cantos trabajados, con una importante actividad volcánica que ha hecho
posible fechar las lavas, por el método K/Ar , en 700 K.a. y dentro del estadio 20 ( OIS ). (Cremaschi y
Peretto, 1988 ) ( Rolland, 1992 ).
Korolevo ( Ucrania ).
Yacimiento con varios niveles de ocupación en un terraza fluvial, el nivel VIII ha aportado 400 objetos
realizados sobre andesita, de industrias arcaicas y encuadrados en el estadio 22 (OIS ) ( Gladiline y Sitlivy,
1991 )( Kozlowski, 1992 ).
El nivel VII presenta industrias más evolucionadas realizadas sobre andesita y obsidiana, está considerado
menos antiguo.
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Karlich Bb ( Koblenz, Alemania ).
En una terraza del Moselle se localiza este yacimiento y nos aporta un importante repertorio de núcleos y
lascas. Se encuentra por encima del cambio de polaridad, fechado en 700 K.a. y en el estadio 18 ( OIS ) (
Bosinski, 1992 ).
Prezletice−Zlaty Kopec ( Praga, República Checa ).
Fue una zona de inundación de un gran río, se han recuperado industrias de cantos sobre lidita, fechado en 600
a 590 K.a. ( Kozlowski, 1992 ).
Fuentenueva 3 ( Guadix Baza, España).
Se han encontrado unas 100 piezas asociadas a faunas villafranquienses, muchas de estas piezas están
facturadas sobre sílex pero las más numerosas están en dolomía. La poliradidad del yacimiento es normal,
corresponde al subcrón de Jaramillo, estadio 31 y 32 ( OIS) ( Tixier, 1995 ) ( Gibert e Iglesias, 1999 ).
Barranco León ( Guadix Baza, España).
Abundante fauna villafranquiense, 116 útiles líticos realizados sobre sílex, cuarcita, caliza y dolomía. Datado
en la base del subcrón Jaramillo en 1,07 m.a. que corresponden a los estadios 31 y 32 (OIS)( Oms et al. 2000
).
Sierra de Atapuerca (Burgos, España).
En el TD4 se han localizado numerosas lascas asociadas a restos de fauna. En el TD6 han aparecido unos 250
útiles líticos realizados sobre sílex y cuarcita asociados a restos humanos y faunas, como se describió
anteriormente.
En la Sima del Elefante se están llevando a cabo trabajos de recuperación de útiles y restos de fauna, hasta el
momento han aparecido 4 lascas asociadas a mandíbulas de ciervos, que podrían tener una edad cercana a 1,5
m.a. ( Carbonell et al. 2004 ).
Otras regiones de la Península Ibérica también ofrecen yacimientos con cantos tallados, en el Aculadero (
Cádiz ), Pinedo ( Toledo ) (Querol y Santonja, 1986 ), en la región de los Pirineos Catalanes ( Canal y
Carbonell, 1989 ) ( Collina−Girad, 1986 ) y en la zona suroccidental de Portugal ( Raposo, 1985 ), aunque
estos últimos han sido cuestionados como yacimientos de acción antrópica al no apreciarse levantamientos
intencionados en su factura ( E. García, 2002). Todos ellos han sido datados en épocas más recientes
pertenecientes al Pleistoceno Medio.
En Italia hay algunos yacimientos significativos, a parte de los descritos anteriormente, se encuentran
principalmente en la región del Lazio y Sicilia. Todos con industrias arcaicas de cantos y datados la mayoría a
principios del Mindel ( Biddittu, 1972) (Gambassini y Milano, 1975 ) ( Peretto y Gagnepain, 1992 ).
En Francia existen numerosos yacimientos de este tipo de industrias, junto a los mencionados, se encuetran la
mayoría en la región del Rosellón y en la zona del Macizo Central, en terrazas y cuencas fluviales ( Bonifay et
al. 1989 ) ( Collina Girard, 1986 ), datados muchos de estos conjuntos en una fase final del Günz y principios
del Mindel
Conclusiones
Una vez aceptadas las nuevas evidencias arqueológicas desde Atapuerca y la isla de Flores, es imprescindible
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plantear la posibilidad de un poblamiento en Europa a partir de tres grandes vías . El corredor de Levante
como probable punto inicial de salida en dirección a Dmanisi, pero con graves problemas para una
colonización interior hacia el oeste debido a las grandes barreras montañosas de los montes Zagros, Taurus y
los Balcanes ( Rolland, 1991 ), y otras dos posibles vías de colonización a través de los estrechos
mediterráneos ( Palmqvist y Arribas, 1998 ) (Bonifay y Vandermeersch, 1989 )( Gibert et al. 1995 ), como
consecuencia de migraciones hacia el norte de África, con penetraciones hacia las zonas meridionales de la
Península Ibérica, Francia e Italia.
Las evidencias de un primitivo poblamiento en Atapuerca corroboran esta hipótesis, a la espera de identificar
de una manera clara al homínido colonizador, la aparicion también de una primitiva industria de cantos
tallados en Sicilia nos hace tener en cuenta esta vía de penetración, los yacimientos con una difícil datación se
asignan a principios de Mindel, en la fase Sicilien ( Biddittu y Piperno, 1972 ), algunos yacimientos tendrían
una edad superior a 700 K.a. como en el caso de Monte Poggiolo ( Peretto, 1991).
Con estos nuevos datos se puede aceptar una antigüedad considerable en la edad de las primeras olas
migratorias hacia Europa pero debemos tener en cuenta que no necesariamente presentan una continuidad
temporal y espacial, salvo en casos concretos como la sierra de Atapuerca, aceptando la idea de los defensores
de las cortas cronologías para un poblamiento mas generalizado y continuo limitado al norte por la latitud de
40º en algunos casos y períodos intergraciales ( Roebroeks y Gamble, 1995) (Dennell, 1995, 2001 ) (
Kolfschoten, 1994, 1995).
La aparición de estos homínidos no lleva aparejada una permanencia espacio−temporal, si bien la obtención
de nuevos datos arqueológicos y la reevaluación de los actuales nos puede llevar en un futuro próximo a
conocer de una manera más precisa estas migraciones realizadas por los homínidos colonizadores.
Lo que sí se les debe reconocer es un importante éxito adaptativo en un medio nuevo, donde las posibilidades
de obtención de recursos eran más limitadas debido a una biomasa empobrecida, períodos climáticos más
marcados por la estacionalidad y con una duración entre el día y la noche más acusada, esto hace entrever
nuevos desarrollos estratégicos y relaciones más complejas dentro del propio grupo, con conductas a veces
solidarias como las puestas de manifiesto por los pobladores de Dmanisi.
Las nuevas posibilidades abiertas en Atapuerca, así como los datos futuros en la cuenca de Guadix−Baza,
resolverán en breve algunos de los interrogantes que aún quedan por aclarar, respecto a la especie
colonizadora y su evolución, pero sobre todo para el conocimiento de la fecha precisa de esta colonización en
el occidente de Europa, ya que en la parte oriental si están suficientemente claros los datos obtenidos a partir
de Dmanisi.
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