Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos

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Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
Nivel
IV
Para las y los oficiales
en curso de Estado
Mayor y sargentos
mayores de comando,
y sus equivalentes en
la Policía Nacional
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IV
100
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
NIVEL IV
Reconocer e implementar las obligaciones del Estado en la promoción y garantía
de los Derechos Sexuales y Reproductivos de los y las oficiales en curso de
Estado Mayor y los y las sargentos mayores de comando y sus equivalentes en
la Policía Nacional.
4.1 HOJA AVANZADA 1.
Implementar el marco normativo y conceptual de la Política del Ministerio de
Defensa en Derechos Sexuales y Reproductivos, Equidad y Violencia Basada en el
Género y Salud Sexual y Reproductiva con énfasis en VIH.
OBJETIVOS DE LA INSTRUCCIÓN
IV
Nivel IV
Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
Tarea
Promover y garantizar los Derechos Sexuales y Reproductivos de los y las
oficiales en curso de Estado Mayor y los y las sargentos mayores de comando y sus
equivalentes en la Policía Nacional.
Objetivo general
Desarrollar competencias integradoras para crear estrategias de implementación
para las líneas de acción en: Derechos Sexuales y Reproductivos, Equidad y Violencia
Basada en el Género de la Política, que promuevan el rol de los y las oficiales en
curso de Estado Mayor y los y las sargentos mayores de comando y sus equivalentes
en la Policía Nacional como garantes de Derechos.
Objetivos específicos
» Revisar los aspectos conceptuales y normativos de las líneas de acción de la
Política: Derechos Sexuales y Reproductivos, Equidad y Violencia Basada en el
Género.
» Analizar algunos casos a la luz de los Derechos Humanos, Sexuales y
Reproductivos tanto a nivel nacional e internacional en el marco de la Política.
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IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
» Elaborar estrategias que permitan la garantía de: los Derechos Sexuales y
Reproductivos, Equidad y Violencia Basada en el Género, con sus subalternos.
DESARROLLO DEL TEMA
A. EXPLICACIÓN Y/O DEMOSTRACIÓN
Este plan de trabajo consta de tres partes:
1. Revisión del marco normativo y conceptual de las líneas de acción: el docente
enfatizará en la revisión y profundización de las líneas sobre Derechos Sexuales y
Reproductivos; Equidad de Género y Violencias Basadas en el Género (Violencia
Sexual e intrafamiliar).
2. Analizar un caso que involucra a un miembro de la Fuerza Pública y elaborar
estrategias para su abordaje: el docente entregará a cada subgrupo un caso para
que lo analicen y respondan el cuestionario anexo.
3. Diseñar estrategias para la implementación de las líneas de acción: en
subgrupos trabajarán las líneas de acción y diseñarán una estrategia para su
implementación con sus subalternos.
DESCRIPCIÓN DEL PLAN DE TRABAJO
1. Revisión del marco normativo y conceptual de las líneas de acción: el docente
deberá preparar una presentación magistral, de acuerdo con el documento de
la Política, y enfatizará en las líneas sobre Derechos Sexuales y Reproductivos;
Equidad de Género y Violencias Basadas en el Género (Violencia Sexual e
intrafamiliar). Para esta actividad cuenta con 30 minutos.
2. Análisis de un caso que involucra a un miembro de la Fuerza Pública y
elaboración de estrategias para su abordaje: el docente divide el grupo en
cuatro y les entrega un caso para que lo analicen y respondan el cuestionario
anexo, se les da 30 minutos para su análisis. Se entregará el mismo caso a dos
de los subgrupos y en el momento de exponerlos uno de los grupos hará toda la
presentación y luego se le preguntará al otro grupo si sus respuestas coinciden
o tienen algún aspecto adicional para complementar dicho caso. Se cuenta con
2 horas para la presentación de los dos casos.
El docente comenta que los casos que a continuación van a analizar, son casos
reales que han involucrado a algún miembro de la Fuerza Pública, pero que tanto
los nombres, como el lugar han sido cambiados, para proteger la identidad de los
involucrados.
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Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
GRUPOS 1 Y 2 TRABAJARÁN EL SIGUIENTE CASO:
CASO UNO
Víctima:
Dos niñas de 15 años
Fecha:
2 de marzo de 2006
Lugar:
Vereda San Francisco, municipio de Yondó,
Antioquia.
Hechos atribuidos a:
Integrante del Batallón Calibío.
Información recibida:
El 10 de marzo, dos niñas menores de edad,
fueron amarradas en las afueras de la casa de
una vecina y posteriormente llevadas al monte
por un soldado de nombre Jail Montenegro (19
años), adscrito al Batallón Calibío. El soldado
habría mantenido relaciones sexuales con las
dos menores, antes de liberarlas. De manera
global, se recibieron quejas sobre el reiterado
consumo de alcohol por parte de los efectivos
destacados en la vereda San Francisco.
Estado de las investigaciones: La familia de las niñas puso la denuncia,
pero el soldado fue trasladado a otra ciudad.
La ausencia de un protocolo de acción habría
provocado el cuestionamiento de algunas de
las acciones adelantadas por la asesora jurídica
y el segundo comandante de la brigada.
Guía de discusión para Grupos 1 y 2
1. ¿Si ustedes estuvieran a cargo de este caso presentado, qué
harían?
2. ¿Cómo evalúan ustedes el manejo que dio el segundo comandante
de la brigada, de trasladar al soldado a otra ciudad?
3. ¿Creen que el consumo de alcohol fue una de las causas por las
cuales el soldado violó a las dos niñas?
4. ¿Conocen ustedes un caso parecido a éste? ¿Cómo actuaron
frente al mismo?
5. ¿Cómo manejarían con el resto de los soldados a su mando, el
caso presentado para que no vuelva a ocurrir, ni la violación, ni
el mal manejo del comandante de la brigada?
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IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
El docente deberá preguntar al resto del grupo si las respuestas que los grupos 1 y 2
son suficientes o qué le complementarían.
Aportes del docente a este caso:
a. Cada caso, es diferente y por eso se debe hacer una evaluación rápida del mismo
para saber qué hacer. Se requiere contar con un protocolo o procedimiento de
acción general, que defina los mínimos a desarrollar en estos casos para que
el comandante instruya a sus soldados a cargo de manera que sean tenidos en
cuenta como:
»
Garantizar los derechos de la víctima.
La no tolerancia a la conducta del agresor, es decir, que de ocurrir un caso
como el presentado con alguno de sus hombres, usted está en la obligación
de denunciarlo y poner a disposición a su hombre para que la justicia penal
ordinaria proceda en este caso.
»
Los mínimos para garantizar los derechos son:
· Brindar la seguridad a la víctima: consiste en desarrollar las acciones
pertinentes para la protección a la vida e integridad de la víctima, facilitar su
acceso a los servicios de salud y poner en conocimiento el caso a las entidades
encargadas de dar inicio inmediato al respectivo proceso investigativo y jurídico,
como son fiscalía o policía y ellos remitirán a la valoración médico legal.
· Proteger la escena de los hechos: si la escena de los hechos se encuentra
dentro de su jurisdicción, debe realizar lo que esté a su alcance para que la
escena no sea modificada, los elementos probatorios se conserven y se pueda
facilitar el debido proceso a la entidad encargada de realizar la investigación
respectiva del caso.
· Garantizar que el presunto agresor sea entregado a la entidad encargada
del proceso de investigación y judicialización del caso.
b. Es responsabilidad del comandante de la unidad apoyar y facilitar el debido
proceso a la justicia penal ordinaria y evitar la impunidad frente a este tipo de
crímenes. Hay que enfatizar desde el marco de los Derechos y la jurisprudencia
Colombiana, cómo la solución adoptada por el comandante “traslado del
soldado”, obstaculiza la justicia, impide el debido proceso y lo vincula como
cómplice en este delito. Adicionalmente envía un mensaje poco coherente al
resto del personal y a la comunidad, en el cual se está encubriendo al agresor y
se autoriza a que otros puedan incurrir en la misma conducta.
c. El comandante es el encargado de analizar este caso con todos sus subalternos y tomar
decisiones que sean ejemplarizantes para todos los demás miembros de la guarnición.
d. Es importante discutir con los participantes que no hay ninguna razón que
justifique el crimen de Violencia Sexual, por lo tanto el consumo de alcohol
no se puede utilizar como excusa para ser permisivo en el manejo de este caso.
Sin embargo es claro que bajo el uso de alcohol y otras sustancias psicoactivas
el nivel de autonomía de los individuos se ve comprometido y mientras los
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Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
uniformados se encuentren realizando tareas misionales no deben ingerir este
tipo de sustancias.
e. Un tema que debe quedar claro para el comandante y todo el personal, es que
la conducta cometida es grave cuando se trata de menores de edad y se agrava
aún más cuando es cometida contra menores de 14 años. Es tan grave que la ley
penal castiga a los adultos que tengan relaciones sexuales con menores de 14
años, aún con su consentimiento.
GRUPOS 3 Y 4 TRABAJARÁN EL SIGUIENTE CASO:
CASO DOS
Víctima:
Niñas indígenas Nukak entre 4 y 17 años
Fecha:
Durante el año 2008
Lugar:
Municipio San José del Guaviare, Guaviare
Hechos atribuidos a:
Efectivos del Batallón Joaquín París
Información recibida:
El 3 de octubre del 2008, una niña indígena de
5 años, habría sido abusada sexualmente por un
soldado del Batallón Joaquín Paris. Otras cuatro
niñas de la misma etnia, de edades entre los 13
y 17 años, habrían sufrido actos de Violencia
Sexual y fueron víctimas de explotación sexual
por soldados de la misma unidad militar. De
acuerdo con la información recogida por la
oficina, varias de las niñas han establecido
desde hace 2 años relaciones con soldados y
estarían siendo víctimas de explotación sexual
a cambio de dinero. El punto de contacto sería
el retén militar que la población indígena
tiene que atravesar cuando se dirige desde su
asentamiento hasta la ciudad de San José.
Aunque el Comandante del Batallón reconoció
la gravedad de la situación, preocupa que en
la interlocución con las entidades a cargo de
la investigación de los hechos, algunos de los
mandos militares hayan tratado de justificar
el comportamiento de los soldados o hayan
menospreciado la cultura del pueblo indígena.
Estado de las investigaciones:
La Fiscalía de San José del Guaviare ha
asumido la investigación por la violación de
la niña de cinco años y ha identificado al
victimario como el soldado Sancho Bolívar.
En cuanto a los otros casos estaría pendiente
la individualización de víctimas y victimarios.
La Procuraduría habría asumido por poder
preferente las investigaciones disciplinarias.
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IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
Guía de discusión para Grupos 3 y 4
1. ¿Si ustedes estuvieran a cargo de este caso presentado, qué harían?
2. ¿Cómo evalúan ustedes el comportamiento y manejo que los mandos
militares dieron a las entidades encargadas de la investigación frente
a las diferentes situaciones presentadas en este caso?
3. En el caso que las niñas menores de edad accedieran a tener
relaciones con los soldados y éstos les pagaran, ¿Sería considerado
como un delito de explotación sexual? ¿Cómo manejarían ustedes
esta situación?
4. ¿Conocen ustedes un caso parecido a éste? ¿Cómo actuaron frente
al mismo?
5. ¿Cómo manejarían con el resto de los soldados a su mando, el
caso presentado para que no vuelva a ocurrir, ni el abuso, ni la
explotación sexual, ni el mal manejo de los mandos militares a las
entidades encargadas de la investigación?
El docente deberá preguntar al resto del grupo si las respuestas que los grupos 3 y 4
son suficientes o qué le complementarían.
Aportes del docente a este caso:
a. Esta situación es especialmente grave si tenemos en cuenta que se trata de
víctimas menores de edad, en situación de desplazamiento y pertenecientes a
una población vulnerable y declarada por la Corte Constitucional en peligro de
extinción.
b. Hay que resaltar:
»
El caso muestra un delito en el que hay varios agravantes a la pena por
presentarse: explotación sexual con menores de edad (proxenetismo), abuso sexual y
acceso carnal abusivo con menor de 14 años, los cuales se agravan cuando el agresor
tiene cualquier carácter, posición o cargo que le dé particular autoridad sobre la
víctima (un uniformado); y si sobre el menor de 12 años, se produce transmisión con
ITS o VIH o embarazo. Es un delito tener relaciones sexuales con un o una menor de
edad así se esté dando una retribución económica por este hecho o así el o la menor
de edad dé consentimiento al mismo.
»
Cuando se está frente a víctimas (sea o no menor de edad) que tienen una
historia de relaciones sexuales anteriores, esto no evita que se constituya el delito;
tampoco que exista una tolerancia o aceptación social a la práctica, como en el caso
estudiado. La ley exige que las personas adultas y en particular exige que quienes
ejercen poder o autoridad se comporten de manera respetuosa y responsable con
aquellas personas que están bajo su cuidado o jurisdicción.
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Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
c. El Comandante en su calidad de líder y autoridad, está en la obligación de
suspender, rechazar y no permitir que sus hombres incurran en prácticas como
las anteriormente mencionadas.
NOTA: Si usted es docente de la Policía Nacional y prefiere puede realizar el mismo
tipo de ejercicio con casos propios de la institución como por ejemplo el caso de los
Auxiliares de Policía en el Parque Tercer Milenio de la Ciudad de Bogotá del año
2009, esto con el fin de que los uniformados de su Fuerza se sientan identificados
con este tipo de problemática.
3. Diseño de estrategias para la implementación de las líneas de acción: se divide
el grupo en tres subgrupos y se les entrega a cada uno, una línea de acción para
que diseñen una estrategia de implementación con sus subalternos. Para esta
actividad cuentan con una hora para su elaboración.
Grupo No. 1
Línea de acción: Derechos Sexuales y Reproductivos
Grupo No. 2
Línea de acción: Equidad de Género
Grupo No. 3
Línea de acción: Violencia Basada en el Género
Cada subgrupo presentará sus estrategias, para lo cual cuentan con 15 minutos y
5 para que el docente haga la retroalimentación de cada uno.
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EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
Nivel IV
IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
NIVEL IV
Reconocer e implementar las obligaciones del Estado en la promoción y garantía
de los Derechos Sexuales y Reproductivos de los y las oficiales en curso de
Estado Mayor y los y las sargentos mayores de comando y sus equivalentes en
la Policía Nacional.
HOJA AVANZADA 2
Implementar el marco normativo y conceptual de la Política del Ministerio de
Defensa en Derechos Sexuales y Reproductivos, Equidad y Violencia Basada en el
Género y Salud Sexual y Reproductiva con énfasis en VIH.
OBJETIVOS DE LA INSTRUCCIÓN
Tarea
Promover y garantizar los Derechos Sexuales y Reproductivos de los y las
oficiales en curso de Estado Mayor y los y las sargentos mayores de comando y sus
equivalentes en la Policía Nacional.
Objetivo general
Desarrollar competencias integradoras para crear estrategias de implementación
para la línea de acción en VIH/SIDA de la Política, que promuevan el rol de los y las
oficiales en curso de Estado Mayor y los y las sargentos mayores de comando y sus
equivalentes en la Policía Nacional como garantes de Derechos.
Objetivos específicos
» Revisar los aspectos conceptuales y normativos de la línea de acción del VIH/
SIDA relacionada en la Política “Derechos Sexuales y Reproductivos, Equidad,
Violencia Basada en el Género y Salud Sexual y Reproductiva con énfasis en
VIH para la Fuerza Pública”.
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Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
» Analizar la sentencia T465 del 2003 contra el Ministerio de Defensa Nacional
– Escuela de Cadetes “General José María Córdova” de la Corte Constitucional
Colombiana, a la luz de los Derechos Humanos, Sexuales y Reproductivos
tanto a nivel nacional e internacional en el marco de la Política.
» Elaborar estrategias que permitan la garantía de la línea de acción del VIH/
SIDA para el personal de la Fuerza Pública.
DESARROLLO DEL TEMA
A. EXPLICACIÓN Y/O DEMOSTRACIÓN
Este plan de trabajo consta de tres partes:
1. Revisión del marco normativo y conceptual de la línea de acción de VIH/
SIDA: a través de una presentación magistral, el docente enfatizará en el marco
conceptual y normativo sobre VIH/SIDA, de acuerdo con la Política.
2. Análisis de la Sentencia T465 de 2003 contra el Ministerio de Defensa Nacional
– Escuela de Cadetes “General José María Córdova”: el docente entregará a
cada subgrupo una copia de esta sentencia para ser analizada de acuerdo con la
guía anexa.
3. Diseño de estrategias para la implementación de la línea de acción en VIH
-SIDA: en subgrupos diseñarán una estrategia de acuerdo con las líneas de acción
en VIH/SIDA que puedan implementar con sus subalternos.
DESCRIPCIÓN DEL PLAN DE TRABAJO
1. Revisión del marco normativo y conceptual de la línea de acción de VIH/
SIDA: el docente previamente elabora una presentación de acuerdo con el
documento de la Política, donde enfatizará en el marco conceptual y normativo
sobre VIH/SIDA, de acuerdo con la Política. Esta actividad está prevista para
una presentación magistral de 35 minutos.
2. Análisis de la Sentencia T465 de 2003 contra el Ministerio de Defensa
Nacional – Escuela de Cadetes “General José María Córdova”: el docente
previamente hará tres fotocopias de esta Sentencia, que se anexa a
continuación para ser trabajada en esta sesión. Luego divide el grupo en
tres subgrupos, entrega una copia por grupo para que la lean y respondan la
guía de preguntas, que serán expuestas en plenaria. Para la actividad de la
lectura y la respuesta a la guía cuentan con una hora. Y para la exposición en
plenaria tienen una hora y treinta minutos.
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IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
Sentencia T-465/03
Referencia: expediente T-707205
13 En forma preliminar, y
como medida de protección
de la intimidad del señor
XX involucrado en este
proceso, se ordenará
que se supriman de esta
providencia, así como
del expediente que será
puesto a disposición del
público, todos los datos e
informaciones que puedan
permitir su identificación o
la de sus familiares.
14 El artículo 2° del Decreto
1543 de 1997, parcialmente
citado en la tutela de la
referencia, define la persona
asintomática como la “[p]
ersona infectada por el
Virus de Inmunodeficiencia
Humana (VIH) que no
presenta síntomas, ni signos
relacionados con el SIDA”.
15 El artículo 7° del
Decreto 1543 de 1997
señala: “Para todos los fines
legales considérase que una
persona infectada por el
Virus de Inmunodeficiencia
Humana (VIH), mientras
permanezca asintomática
no tiene la condición de
enferma del Síndrome
de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA)”.
16 Cfr. folio 7 del
expediente.
17 El artículo 9° del
Decreto 1543 de 1997
señala: “Atención
integral de la salud. La
atención integral a las
personas asintomáticas
infectadas por el Virus
de Inmunodeficiencia
Humana (VIH) y
enfermas del Síndrome
de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA), de
acuerdo con el criterio
del equipo de salud y con
sujeción a las normas
técnico administrativas
que expida el Ministerio
de Salud, podrá ser de
carácter ambulatorio,
hospitalario, domiciliario
o comunitario y tendrá
su acción en las áreas de
prevención, diagnóstico,
tratamiento, rehabilitación
y readaptación. Esta
incluirá los medicamentos
requeridos para controlar
la infección por el VIH y
SIDA, que en el momento
se consideren eficaces, para
mejorar la calidad de vida
de la persona infectada.
Parágrafo. La familia y el
110
Acción de tutela instaurada por XX contra el Ministerio de Defensa Nacional – Escuela de Cadetes
“General José María Córdova”
Magistrado ponente: Dr. MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA
Bogotá, D.C., cinco (05) de junio de dos mil tres (2003).
La Sala Tercera de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los magistrados, Manuel José
Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño y Rodrigo Escobar Gil, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, ha proferido la siguiente SENTENCIA en el proceso de revisión del
fallo proferido por la Sala de Casación Civil y Agraria de la Corte Suprema de Justicia dentro del
proceso de tutela instaurado por XX contra el Ministerio de Defensa Nacional – Escuela de Cadetes
“General José María Córdova”.
1. HECHOS Y ANTECEDENTES
1.1.
El señor XX1 interpuso acción de tutela por medio de apoderado contra el Ministerio de
Defensa Nacional – Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova” el veintiocho (28) de
octubre de 2002 con el propósito de que se le protegieran sus derechos a la vida, a la igualdad, al
trabajo, a la intimidad, a la libertad de escoger profesión u oficio y a la salud. El accionante sostiene
que ingresó a la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova” por medio de Resolución N°
00860 del 3 de septiembre de 1999, luego de que se le realizaran los exámenes médicos respectivos y
de que se le diagnosticara que gozaba de buenas condiciones de salud; que durante los años en que
estuvo vinculado a dicha institución, primero como cadete y luego como alférez, adelantó todos los
cursos establecidos y observó los demás requisitos que prescribe el reglamento13 para recibir el grado de
Subteniente del Ejército Nacional; que con motivo de una donación de sangre realizada el 24 de mayo
de 2002, se le diagnosticó ser portador asintomático del VIH, según acta de la Junta Médica Laboral de
las Fuerzas Armadas 2624 del 16 de septiembre de 2002, razón por la cual, por medio de la Resolución
091 del 30 de septiembre de 2002, la Escuela Militar de Cadetes adoptó la decisión de desvincularlo
de dicha institución a pesar de que al accionante le faltan sólo dos meses para obtener el grado de
Subteniente; que esa información fue divulgada por la accionada.
Adicionalmente, el apoderado del accionante cita los artículos 2°14 y 7°15 del Decreto 1543 de 1997
“por el cual se reglamenta el manejo de la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH),
Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y las otras Enfermedades de Transmisión Sexual
(ETS)”, con base en los cuales afirma que su poderdante es objeto de un discriminación por parte de la
Escuela Militar de Cadetes accionada.
Con base en estos argumentos, se solicita: i) Que el accionante sea reincorporado “en su calidad de
alumno regular a la Escuela Militar de Cadetes ‘General José María Córdova’, como alférez, con todos
los derechos y prerrogativas que tenía con anterioridad a la expedición de la malhadada resolución de
marras, como si esta jamás hubiera existido”16; ii) que se autorice su ascenso al grado de Subteniente del
Ejército; iii) que se le asigne a una actividad acorde con su condición de portador del VIH; iv) que se le
proporcione la atención médica que requiere en los términos del artículo 9° del Decreto 1543 de 199717.
1.2.
El Brigadier General Mario Enrique Correa Zambrano, en su calidad de Director de la Escuela
Militar de Cadetes “General José María Córdova”, contestó la tutela de la referencia y se opuso a las
pretensiones del accionante con base en los siguientes argumentos: la Escuela Militar de Cadetes es
una institución de educación superior, de manera que goza de la autonomía universitaria consagrada
en el artículo 69 de la Constitución; en virtud de tal autonomía, dicha institución puede determinar
las condiciones para su ingreso y retiro; el accionante fue retirado de la institución por medio de la
Resolución N° 091 del 30 de septiembre de 2002 conforme con el concepto adoptado por la Junta
Médica Laboral de las Fuerzas Armadas por medio de Acta N° 2624 del 16 de septiembre de 2002,
en la cual se indicó que el señor XX era no apto; el accionante presentó el recurso de reposición
contra dicho acto, el cual fue confirmado por el Director de la Escuela Militar de Cadetes por medio
Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
de la Resolución 104 del 18 de octubre de 2002; el literal d. del artículo 23 del reglamento de dicha
institución contempla que serán retirados de la misma quienes sean declarados no aptos por las
autoridades de sanidad del Ejército; el Decreto 1796 de 2000 reglamenta las condiciones especiales
de sanidad que deben observar quienes hagan parte de las Fuerzas Armadas; al accionante no se le
violó el debido proceso pues la decisión en cuestión fue adoptada de acuerdo con el procedimiento
establecido para el efecto. Tampoco se vulneraron los demás derechos que invoca pues tal decisión se
funda en un concepto médico expedido por la autoridad competente.
1.3.
Correspondió a la Sala Civil del Tribunal Superior de Neiva conocer en primera instancia
del proceso de la referencia. En fallo proferido el diecinueve (19) de noviembre de dos mil dos, el a
quo negó la tutela que se revisa en consideración a que “la Junta Médica Militar diagnosticó que [el
accionante] no era ‘apto’ para el servicio por sufrir ‘una disminución de su capacidad laboral del cien
por ciento (100%)’, circunstancia que, en sí misma considerada, traía consigo ‘la pérdida de calidad
de alumno al alférez XX’, como se dispuso en la Resolución N° 91 de septiembre 30 de 2002. Es
importante anotar que al Juez de tutela le está vedado entrar a calificar o a rebatir los argumentos
que tuvo la Junta Médica Militar para realizar el diagnóstico en cuestión, puesto que ello traduciría
una intromisión indebida en materia médica, lo mismo que en la determinación de las condiciones
especiales que debe reunir una persona para poder desempeñarse como soldado de la República. Más
aún, no le es permitido cuestionar si ese concepto de la Junta, debió ser diferente, dada la condición de
paciente asintomático que tiene el señor XX, pues se trata de un aspecto que hace parte del contenido
de la decisión misma, que debe ser ventilado ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa, caso de
que el accionante decida atacar la Resolución de retiro de la Institución Castrense, a través de la acción
consagrada en el artículo 85 del C.C.A.”18.
1.4.
El apoderado del accionante impugnó el fallo proferido por el a quo. Sostuvo que el Tribunal
se abstuvo de analizar las condiciones de un paciente asintomático lo cual conlleva a que no se analice
si hay en realidad una discriminación en contra de su poderdante.
1.5.
Correspondió a la Sala de Casación Civil y Agraria de la Corte Suprema de Justicia conocer
en segunda instancia de la tutela de la referencia. En fallo del 16 de diciembre de 2002, el ad quem
confirmó el fallo proferido por el a quo. Señaló que “[l]a resolución 091 del 30 de septiembre de 2002
proferida por el Director de la Escuela Militar de Cadetes ‘General José María Córdova’ señala en su
artículo primero: ordenar la pérdida de calidad de alumno al alférez XX c.m. 7’714.120) por haber
sido declarado no apto para la actividad militar. Y en el artículo segundo se resuelve ‘postergar el
trámite de baja de alférez en tanto se pronuncia en forma definitiva el Tribunal de Sanidad Militar’.
En estas condiciones debe afirmarse que a pesar de que en la resolución se indica que el accionante
pierde la calidad de alumno, tal determinación sólo vendría a ser aplicada si el Tribunal de Sanidad
Militar CONFIRMA, el fallo proferido en primera instancia, por considerar que, la decisión adoptada
por la Junta Médica. Se está en presencia, por consiguiente, de un trámite que aún no ha culminado,
y por tanto la situación que plantea el accionante es una eventualidad que puede no presentarse si el
Tribunal revoca la decisión de la Junta. Se trata por consiguiente de una acción que en este caso es
prematura”19.
1.6.
Por medio de auto del 12 de marzo de 2003, la Sala Número Tres de Selección, decidió
seleccionar el presente proceso para su revisión por la Corte Constitucional y repartirlo a la Sala
Tercera de Revisión de esta Corporación.
2. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
2.1.
Competencia
La Corte Constitucional, a través de esta Sala, es competente para revisar las providencias
proferidas por los jueces de instancia dentro del proceso de la referencia, en desarrollo de las
facultades conferidas en los artículos 86 y 241 numeral 9 de la Constitución Política, y de
conformidad con los artículos 33 a 36 del Decreto 2591 de 1991.
(17) grupo social de
referencia, participarán
activamente en
el mantenimiento
de la salud de las
personas asintomáticas
infectadas por el Virus
de Inmunodeficiencia
Humana (VIH), en la
recuperación de personas
enfermas del Síndrome
de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA), así
como en el proceso del
bien morir de las personas
en estado terminal”.
18 Cfr. Folio 122 del
expediente.
19 Cfr. Folio 10 del
expediente (2do
cuaderno).
111
IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
2.2.
Procedibilidad de la presente tutela La Sala Tercera de Revisión analiza el argumento
esgrimido por la Sala de Casación Civil y Agraria de la Corte Suprema de Justicia para negar por
improcedente la tutela de la referencia, antes de abordar el estudio de los problemas jurídicos
que se plantean en esta oportunidad. La Sala de Casación Civil y Agraria de la Corte Suprema de
Justicia sostuvo que la acción había sido interpuesta en forma prematura debido a que el Tribunal
de Sanidad Militar no se ha pronunciado aún de manera definitiva acerca del retiro del alférez XX,
razón por la cual no es procedente.
El argumento esgrimido para sustentar la improcedencia resulta insuficiente. En efecto, el
artículo 86 de la Constitución estipula que la acción de tutela “sólo procederá cuando el afectado
no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que aquélla se utilice como mecanismo
transitorio para evitar un perjuicio irremediable”. En el mismo sentido, el artículo 9° del Decreto
2591 de 1991 prescribe que “no será necesario interponer previamente la reposición y otro recurso
administrativo para presentar la solicitud de tutela”. Cuando se plantea una controversia relativa
a la violación actual de derechos fundamentales, la improcedencia de la acción de tutela sólo
puede declararse cuando existe un medio de defensa alternativo (i) cuya naturaleza sea judicial y
(ii) que sea idóneo en el caso concreto para proteger el derecho constitucional invocado. Apelar
ante el Tribunal de Sanidad Militar no constituye medio judicial –sino administrativo– de defensa.
No puede exigirse al actor que lo utilice antes de acudir a la tutela, máxime cuando ya fue
desvinculado de la Escuela Militar.
La Sala resalta que la escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova” había desvinculado
al accionante antes de que él interpusiera la tutela que se revisa debido a que era portador del VIH
y que existían así elementos que indicaban la existencia de un perjuicio claro y presente. Así, la
acción es procedente.
2.3.
Problema jurídico
De acuerdo con los hechos y antecedentes en el proceso de la referencia, pasa la Sala a resolver
los siguientes problemas jurídicos: (i) ¿podía la Escuela Militar de Cadetes “General José María
Córdova” desvincular al alférez XX por haber contraído el VIH o, por el contrario, esta decisión
fue discriminatoria?; (ii) ¿tiene el accionante derecho a que se le ascienda al grado de Subteniente
del Ejército?; (iii) ¿debe asignársele a una actividad acorde con su condición de portador del VIH?;
(iv) ¿tiene derecho a que se le proporcione la atención médica que requiere, de acuerdo con su
condición de portador del virus de VIH?
20 ST-438/92 (MP.
Eduardo Cifuentes Muñoz);
ST-503/92 MP. Simón
Rodríguez Rodríguez);
ST-582/92 (MP. Eduardo
Cifuentes Muñoz; ST361/93 (M. Eduardo
Cifuentes Muñoz).
21 Sentencia T-596 de
2001; M.P. Álvaro Tafur
Galvis. En esta sentencia,
la Corte Constitucional
conoció de una tutela
interpuesta por un
accionante despedido
de la Escuela Militar de
Aviación “Marco Fidel
Suárez” debido a que
había cometido una falta
disciplinaria. La Corte
analizó en esa oportunidad
el ámbito de autonomía
de la que disponen las
escuelas de formación de
las Fuerzas Armadas.
112
En orden a dar respuesta a estas preguntas, la Sala se pronunciará primero sobre la jurisprudencia
constitucional acerca de la autonomía de las instituciones de educación superior, incluso cuando
se trata de escuelas de formación de las Fuerzas Militares o de la Policía, y sobre la obligación que
recae sobre dichas instituciones de respetar los derechos fundamentales constitucionales. Luego
hará referencia a la tesis sostenida de manera reiterada por la Corte Constitucional según la cual
las cargas irracionales o desproporcionadas o el tratamiento diferente y perjudicial a quien es
portador de VIH o padece de SIDA, vulneran la Constitución. En efecto, la Sala se pronunciará
sobre la prohibición de discriminación contra los portadores de VIH y sobre la aplicación en el
ámbito militar de este principio dentro de las especificidades de la institución castrense.
Con base en tales consideraciones, la Sala pasará a resolver el problema jurídico que se plantea.
2.4.
La autonomía de las instituciones de educación superior no es una garantía absoluta y
debe respetar los derechos constitucionales.
2.4.1. La Corte Constitucional ha sostenido que las escuelas de formación de las Fuerzas Armadas
son entes estatales orientadas “a la preparación integral de los futuros oficiales, para el cabal
cumplimiento de la misión institucional, cual es la defensa de la soberanía, el mantenimiento de
la seguridad interna y externa y el apoyo al desarrollo de país.
Dentro de dicha misión se destaca igualmente la integralidad de la formación del oficial en sus
aspectos humano, ético, científico, físico, militar, y cultural con un profundo respeto por la persona
y los valores humanos20”21. Los actos de este tipo de instituciones “se encuentran sometidos a los
Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
reglamentos internos que rigen la institución y a los propios de una escuela de formación de
oficiales, conforme a la Ley 30 de 1992, que dispuso que las escuelas de formación de las Fuerzas
Militares y de la Policía Nacional, en su organización, funcionamiento y régimen de personal, se
rigen por las normas especiales que como unidades militares tienen y en lo relacionado con los
programas de educación superior que ofrecen, se someten a lo dispuesto en la Ley 30 de 1992 y
en sus normas reglamentarias”22.
En efecto, el artículo 137 de la Ley 30 de 1992, “por la cual se organiza el servicio público de la
educación superior”, señala que “[…] las Escuelas de Formación de las Fuerzas Militares y la Policía
Nacional que adelanten programas de Educación Superior, […] funcionarán de acuerdo con su
naturaleza jurídica y su régimen académico lo ajustarán conforme lo dispuesto en la presente ley”.
Así pues, las escuelas de formación de las Fuerzas Armadas están regida por los respectivos
reglamentos, “que atienden la singularidad e identidad propia de la institución, disposiciones
a los que están sometidos uno y otras, siempre y cuando, como lo ha señalado reiteradamente
esta Corporación el contenido de las mismas no vulnere o desconozca los principios y derechos
fundamentales que garantiza la Constitución Política”23.
2.4.2. La igualdad es uno de los derechos fundamentales que de manera expresa han sido señalados
por la Corte en tanto que límite de las actuaciones de las escuelas de formación de las Fuerzas
Armadas. Así lo puso de presente cuando conoció de una tutela interpuesta por una accionante a
la cual se le había negado su solicitud de admisión para realizar un curso de suboficiales femeninos
en la especialidad de sistemas ofrecido por el cuerpo administrativo del Ejército debido a su baja
estatura. Así lo puso de presente cuando conoció de una tutela interpuesta por una accionante a la
cual, debido a su baja estatura, se le había negado su solicitud de admisión para realizar un curso
en la especialidad de sistemas para suboficiales femeninos ofrecido por el cuerpo administrativo
del Ejército.
En esa ocasión la Corte sostuvo que “la persona humana en su esencia es ofendida cuando, para
el desempeño de actividades respecto de las cuales es apta, se la excluye apelando a un factor
accidental que no incide en esa aptitud. Las entidades estatales y privadas, y por supuesto los
cuerpos armados pueden exigir requisitos para ingresar a un determinado programa académico, a
cierto tipo de formación especializada o a desempeñar determinadas tareas. Cuando así lo hacen y,
en consecuencia, rechazan a los aspirantes que no cumplen cualquiera de los requisitos señalados,
no violan los derechos de aquéllos si deciden su no aceptación, siempre que […] la decisión
correspondiente se haya tomado con base en la consideración objetiva en torno al cumplimiento
de las reglas aplicables. Pero los requisitos que se fijen deben ser razonables, no pueden implicar
discriminaciones injustificadas entre las personas, y han de ser proporcionales a los fines para los
cuales se establecen”24.
Los criterios objetivos y razonables tienen aplicación no sólo respecto de la admisión o inadmisión
de quien desea adelantar un curso de formación militar o policial, sino también respecto de las
causas por las cuales puede desvincularse a quien ya ha sido admitido en un programa de esta
naturaleza.
22 Sentencia T-596 de
2001, ya citada.
2.5.
Las cargas irracionales o desproporcionadas o el tratamiento diferente y perjudicial a
quien es portador de VIH o padece de SIDA, vulneran la Constitución
2.5.1. La Corte Constitucional ha señalado de manera reiterada que se viola la Carta Política
cuando se imponen cargas irrazonables o desproporcionas a quien es portador de VIH o padece de
SIDA o se le trata de manera diferente y perjudicial por la mera condición de portador de dicho
virus o enfermo del síndrome referido. En consecuencia con ello, esta Corporación ha insistido
sobre “la necesidad de recordar que el enfermo de SIDA o el simple portador del virus V.I.H. es
un ser humano y, por tanto, titular, de acuerdo con el artículo 2o. de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, de todos los derechos proclamados en los textos internacionales de Derechos
Humanos, sin que pueda ser objeto de ninguna discriminación, ni de ninguna arbitrariedad por
razón de su situación. Sería ilógico que a una persona por padecer un mal, se le tratara de manera
nociva para su integridad física, moral o personal”25. En efecto, “[e]l Estado no puede permitir tal
discriminación [la que afecta a los enfermos del Sida o a los portadores del VIH], básicamente
por dos razones: Primera, porque la dignidad humana impide que cualquier sujeto de derecho sea
objeto de un trato discriminatorio, pues la discriminación, per se, es un acto injusto y el Estado de
23 Sentencia T-596 de
2001, ya citada.
24 Sentencia T-463 de
1996; M.P. José Gregorio
Hernández Galindo.
25 Sentencia SU-256 de
1996; M.P. Vladimiro
Naranjo Mesa. En esta
sentencia, la Corte
Constitucional protegió
los derechos a la
igualdad, a la dignidad y
al trabajo de un mesero
despedido de su trabajo
debido a que padecía de
Sida, a pesar de que su
situación de salud no le
impedía cumplir con sus
obligaciones laborales.
113
IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
derecho se fundamenta en la justicia, con base en la cual construye el orden social. Y segunda, porque
el derecho a la igualdad, de acuerdo con el artículo 13 superior, comporta el deber irrenunciable del
Estado de proteger especialmente a quienes se encuentran en condiciones de inferioridad manifiesta.
Ya esta Corporación ha señalado como criterios orientadores de la igualdad, la proporcionalidad y
la razonabilidad. La primera se encamina a establecer la adecuación entre la necesidad y la forma
protectora; la segunda busca el criterio prudencial de guardar un equilibrio y evitar a toda costa la
arbitrariedad absoluta, la discrecionalidad infundada y, por sobre todo, la discriminación”26.
2.5.2. En ese orden de ideas, es claro que “[l]os tribunales constitucionales están llamados a
garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos y dentro de esta tarea tienen que hacer
un especial énfasis en la protección de los derechos de las minorías marginadas. Precisamente,
el caso bajo análisis involucra un grupo de personas que suele ser objeto de distintas suertes
de discriminación por […] por la infección misma [VIH o SIDA] –con todos los temores que ella
genera–”. En efecto, “en un Estado social de derecho, en el que se ha de velar por los derechos
fundamentales de todas las personas, no existen instituciones o funcionarios que se puedan sustraer
al control de sus actos. Todo el aparato estatal debe sujetar su actuación a la Constitución y
propugnar la vigencia de los derechos fundamentales de las personas y a los jueces se les ha
asignado la responsabilidad fundamental en la vigilancia del cumplimiento de esta máxima”27.
2.6.
El caso en concreto
2.6.1. La Sala constata que el accionante fue desvinculado de la Escuela Militar de Cadetes “General
José María Córdova” por padecer el VIH. En efecto, el Acta N° 2624 del 16 de septiembre de 2002
proferida por la Junta Médica Laboral de las Fuerzas Militares, recoge el diagnóstico de la condición
médica del accionante en los siguientes términos: “Paciente con infección de VIH A2 de etiología
adquirida paciente asintomático actualmente pero hay signos inmunológicos que hacen obligatorio
el inicio de terapia antirretroviral la cual no puede ser descontinuada”28. Luego se expresa que dicha
afección “[l]e produce [al accionante] una disminución de la capacidad laboral de cien por ciento
(100%)”29. También se señala que el alférez XX no tiene tos ni presenta pérdida de peso30.
26 Sentencia SU-256 de
1996, ya citada.
27 Sentencia T-059
de 1999; M.P. Eduardo
Cifuentes Muñoz. En
esta sentencia, la Corte
Constitucional concedió
una tutela interpuesta
por un grupo de personas
portadoras del VIH quienes
estimaban que eran objeto
de discriminación en el
centro médico en el que se
les atendía.
28 Cfr. Folio 25 del
expediente.
29 Cfr. folio 26.
30 Cfr. folio 25 del
expediente.
31 Sentencia T-059
de 1999, ya citada. En
esa sentencia, la Corte
Constitucional señaló
también que si bien no le
correspondía establecer el
tratamiento más adecuado
para los accionantes,
portadores de VIH, sí le
correspondía señalar, de
acuerdo con las pruebas
presentadas, que dichos
accionantes recibían
un trato contrario a sus
derechos fundamentales a
la igualdad y a la dignidad.
32 Sentencia SU-256 de
1996, ya citada.
114
Así pues, la primera cuestión a establecer es si la decisión de la institución accionada de
desvincular al accionante por ser portador del VIH obedece a una razón objetiva y razonable o si es
discriminatoria, en cuyo caso resultaría contraria al derecho a la igualdad. En aras de proceder al
análisis de la cuestión que se plantea, la Sala reitera que si bien los órganos médicos de las Fuerzas
Armadas disponen de autonomía para establecer las condiciones físicas que deben observar sus
integrantes, también lo es que sus decisiones no pueden desconocer los derechos fundamentales.
En efecto, según ha prescrito la Corte, “el campo de la relación médico - paciente no le está vedado
al juez constitucional. No obstante, el juez debe ser muy cuidadoso al adentrarse en esos terrenos,
los cuales exigen conocimientos especializados que no posee el funcionario judicial. Es decir, la
intervención del juez no está dirigida a sustituir los criterios y conocimientos del médico por los
criterios y conocimientos del juez, sino a impedir la violación de los derechos fundamentales
del paciente. Por lo tanto, su intervención en la relación médico - paciente sólo debe darse en
situaciones extremas, tal como ocurre cuando la decisión del médico pone gravemente en peligro
los derechos de las personas”31.
En esta ocasión, tal como lo sostiene el apoderado del accionante la persona asintomática es aquella que
se encuentra infectada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) pero que no presenta síntomas
ni signos relacionados con el SIDA (artículo 2° del Decreto 1543 de 1997). Por su parte, la Corte ha
señalado que “la situación de ser portador sano del virus VIH no es calificable de enfermedad”32.
Así pues, la Sala considera que el diagnóstico de la Junta Médica Laboral de las Fuerzas Militares,
según el cual el accionante perdió el 100% de su capacidad de trabajo a pesar de que esta misma
junta prescribe que se trata de un paciente asintomático, obedece a un prejuicio y no a una decisión
fundada en la situación objetiva del alférez. En efecto, el propio Ejecutivo ha indicado que “[p]ara
todos los fines legales considérase que una persona infectada por el Virus de Inmunodeficiencia
Humana (VIH), mientras permanezca asintomática no tiene la condición de enferma del Síndrome
de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA)”, según lo dispuesto por el artículo 7° del Decreto 1543 de
1997. No obstante, aún si no se hubiera expedido esta norma, la situación objetiva del actor al
momento en que fue desvinculado de la institución, no era la de pérdida del 100% de su capacidad,
como lo reconoció la propia junta médica al señalar que el paciente era “asintomático” actualmente.
Como la decisión de desvincularlo fue discriminatoria contra un portador de VIH, se ordenará que
el accionante sea reintegrado a la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova”.
Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
No obstante lo anterior, la Sala subraya que si bien en la actualidad el accionante es un portador
asintomático del VIH, este virus podría desarrollarse. Así pues, en caso de que el alférez XX presente
síntomas que le hagan imposible o le dificulten significativamente, de acuerdo con parámetros
objetivos y razonables, cumplir con las obligaciones propias de la carrera militar, él podrá ser
asignado dentro de la Institución Castrense para el desempeño de una actividad acorde con su
situación y podrá ser evaluado periódicamente de conformidad con las normas vigentes, sin que
pueda volver a ser objeto de un trato discriminatorio, como se dispondrá en el apartado 2.6.3.de
esta sentencia.
2.6.2. El apoderado del accionante solicita, en virtud de su derecho a la educación, que se ordene
su ascenso al grado de Subteniente del Ejército, dado que, sostiene, el alférez ha observado ya todos
los requisitos exigidos para tal efecto.
La Sala encuentra que aunque no consta en el expediente prueba alguna que demuestre que el
accionante cumple con los requisitos necesarios para ascender al grado de Subteniente del Ejército,
sí se encuentra establecido que la Escuela Militar accionada tomó la decisión de desvincular al
accionante antes de que él pudiera obtener dicho grado y que esta decisión se adoptó con base
en su presunta inaptitud por razones de salud, fundamento que vulnera la Carta Política, según se
acaba de mostrar. Esta decisión vulnera el derecho a la educación y a escoger profesión u oficio
del accionante porque le impide continuar con la carrera que decidió adelantar sin que exista
justificación válida para ello.
En este orden de ideas, se ordenará a la accionada que proceda a reconocerle el grado que reclama,
en caso de que haya ya satisfecho todos los requisitos necesarios para el efecto. En caso de que
la accionada hubiere practicado pruebas o realizado actividades necesarias para la obtención de
tal grado durante el tiempo en el cual el alférez XX estuvo desvinculado de la institución, se
ordenará a la accionada que proceda a practicárselas en las mismas condiciones que observaron sus
compañeros, absteniéndose de incurrir en cualquier discriminación.
2.6.3. El apoderado del accionante solicita que éste sea asignado a una actividad en la cual se tome
en consideración su condición de portador del VIH. En otras oportunidades, la Corte ha señalado
respecto de personas que prestan el servicio militar obligatorio, que “el soldado moderadamente
disminuido en sus capacidades físicas puede ser destinado a cumplir tareas que no pongan en riesgo
su vida en razón de sus condiciones de salud, con lo cual no se le otorga ningún beneficio sino
se le garantiza la igualdad de trato consagrada como derecho fundamental en la Constitución”33,
principio que no sólo resulta aplicable a quienes prestan el servicio militar obligatorio sino
también a quienes eligen seguir la carrera militar siempre y cuando estos últimos cumplan con las
obligaciones propias de esta carrera.
En esta ocasión, no hay prueba de que el accionante sufra limitación alguna. Sin embargo, es
claro que, en su condición de portador del VIH se encuentra en una situación mayor de riesgo y
requiere tratamiento antirretroviral, según el diagnóstico de la Junta Médica Laboral de las Fuerzas
Militares, la cual conoció de su caso.
Por lo tanto, la Sala estima que para garantizar la plena efectividad del derecho a la integridad
del accionante y para proteger su dignidad personal, es necesario que se le asigne a una actividad
propia de la carrera militar que resulte adecuada en la medida en que reduzca su nivel de riesgo y le
permita recibir el tratamiento antirretroviral u otro que le sea médicamente ordenado, sin perjuicio
del deber que le corresponde de realizar las actividades que usualmente sean obligatorias para el
resto de sus compañeros en la forma asignada.
2.6.4. El apoderado del accionante solicita que, en aras de proteger el derecho a la salud de su
poderdante, se le proporcione la atención médica que requiere, de acuerdo con su condición de
portador del virus de VIH. Así pues, dado que se ordenará el reintegro del accionante a la Escuela
Militar de Cadetes, igualmente habrá de indicarse que dicha institución tendrá la obligación de
continuar prestándole la atención médica que requiera, incluido el tratamiento antirretroviral,
de acuerdo con las normas vigentes34. En todo caso, si las normas aplicables no cubren dicho
tratamiento en concreto, se ordenará que el mismo le sea proporcionado al alférez XX como parte
de su atención médica integral.
2.6.5. El apoderado del accionante sostiene que la actuación de la Escuela Militar de Cadetes
“General José María Córdova” vulnera los derechos a la intimidad y al trabajo del accionante.
Respecto del derecho a la intimidad, la Sala encuentra que no obran en el expediente pruebas que
33 Sentencia T-250
de 1993; M.P. Eduardo
Cifuentes Muñoz.
34 El artículo 23 del
Decreto 1795 de 2000
“por el cual se estructura
el Sistema de Salud de las
Fuerzas Militares y de la
Policía Nacional”, prevé:
“Afiliados- Existen dos
(2) clases de afiliados al
SSMP [Sistema de Salud
para las Fuerzas Militares
y de Policía]: […] b) Los
afiliados no sometidos al
régimen de cotización:
1. Los alumnos de las
escuelas de formación de
Oficiales y Suboficiales
de las Fuerzas Militares
y de la Policía Nacional
y los alumnos del nivel
ejecutivo de la Policía
Nacional, a que se
refieren el Artículo 225
del Decreto 1211 de
1990, el Artículo 106 del
Decreto 41 de 1994 y el
Artículo 94 del Decreto
1091 de 1995 y las
normas que los deroguen,
modifiquen o adicionen,
respectivamente”. Por su
parte, el artículo 27 del
mismo decreto, indica:
“Plan de servicios de
sanidad militar y policial.
Todos los afiliados y
beneficiarios al SSMP,
tendrán derecho a un
Plan de Servicios de
Sanidad en los términos
y condiciones que
establezca el CSSMP
[Consejo Superior de
Salud de las Fuerzas
Militares y de la Policía
Nacional]. Además cubrirá
la atención integral
para los afiliados y
beneficiarios del SSMP en
la enfermedad general y
maternidad, en las áreas
de promoción, prevención,
protección, recuperación y
rehabilitación. Igualmente
tendrán derecho a que
el SSMP les suministre
dentro del país asistencia
médica, quirúrgica,
odontológica, hospitalaria,
farmacéutica y demás
servicios asistenciales
en Hospitales,
Establecimientos de
Sanidad Militar y Policial
y de ser necesario en otras
Instituciones Prestadoras
de Servicios de Salud”.
115
IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
muestren que la accionada hubiera dado a conocer el diagnóstico médico que se le había realizado
al accionante, de manera que no se declarará su violación. No obstante, se ordenará que se omita
de la publicación de esta sentencia el nombre del actor para proteger a plenitud su derecho a la
intimidad.
En mérito de lo expuesto, la Sala Tercera de Revisión de la Corte Constitucional, administrando
justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,
RESUELVE
Primero.- Por las razones expuestas, REVOCAR el fallo proferido por la Sala de Casación Civil y
Agraria de la Corte Suprema de Justicia el 16 de diciembre de 2002, en el cual se negó la tutela
interpuesta por el actor, cuyo nombre no será divulgado para proteger su intimidad, contra el
Ministerio de Defensa Nacional – Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova”.
Segundo.- CONCEDER la tutela de la referencia para amparar los derechos a la igualdad, a la
educación, a escoger profesión u oficio, a la integridad y a la salud en conexidad con el derecho a
la dignidad del actor. En consecuencia SE ORDENA a la Escuela Militar de Cadetes “General José
María Córdova” (i) que proceda a reintegrar al accionante en el curso de Subteniente en el término
de 48 horas siguientes a la notificación del fallo; (ii) que en el término de 10 días siguientes a la
notificación del fallo, le reconozca el grado de subteniente en caso de que cumpla actualmente
con todos los requisitos para ello le practique las pruebas y le permita adelantar las actividades
que hayan tenido lugar durante el tiempo en que estuvo desvinculado de la institución y que
sean necesarias para la obtención del grado referido; (iii) que, dentro de las actividades ordinarias
de quienes pertenecen a la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova” o de los
subtenientes del Ejército, según el caso, lo asigne a una acorde con su situación; (iv) que le preste la
atención médica integral, según lo determinen los médicos competentes en este caso.
Tercero.- Prevenir a la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova” para que se
abstenga de discriminar, por acción u omisión, en contra del actor, de conformidad con el artículo
13 de la Constitución.
Cuarto.- Por Secretaría, líbrese la comunicación prevista en el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991,
pero omítase de la publicación en esta sentencia, y en el expediente, el nombre del actor, y todos
los datos que permitan identificarlo.
Notifíquese, comuníquese, insértese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase.
MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA
Magistrado
RODRIGO ESCOBAR GIL
Magistrado
JAIME CÓRDOBA TRIVIñO
Magistrado
MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ
Secretaria General
GUÍA DE TRABAJO PARA LOS GRUPOS
1. ¿Si usted como oficial/suboficial superior se da cuenta de un caso como
éste con alguno de sus hombres, qué haría?
2. ¿Cómo fueron vulnerados los derechos del accionante?
3. ¿Qué tipo de estigma y discriminación se presentan?
4. ¿Consideran que se le ha restituido los derechos al accionante? ¿De qué manera?
5. ¿Qué normas no fueron tenidas en cuenta en este caso de acuerdo con la Política?
116
Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
Aportes del docente a este caso de Sentencia:
» En esta sentencia particular, lo que la Corte Constitucional ampara o protege son
los derechos del individuo a la igualdad, a la educación, a elegir profesión u oficio,
a la integridad y a la salud en relación con el derecho a la dignidad del actor.
» Aunque la Corte Constitucional, reconoce que tanto las entidades de educación
superior como las Fuerzas Militares cuentan con una normatividad propia que
les permite tomar decisiones frente a diferentes temas, ninguna de estas normas
está por encima de la Constitución Colombiana ni de la Carta de los Derechos
Humanos; por consiguiente cualquier decisión que se tome y vulnere los derechos,
será considerada como una falta grave contra los Derechos Humanos por la Corte
Constitucional y fallará a favor del individuo.
» Recuerden que el VIH no se transmite por compartir un espacio laboral, un baño, el
mismo alojamiento; sino por relaciones sexuales sin uso del condón, de la madre al
hijo o por contacto directo con sangre; de manera que las personas con diagnóstico
de VIH pueden realizar sus labores militares como cualquier otro individuo y no
deben ser discriminados por este diagnóstico.
» Es importante precisar que nosotros como garantes de derechos, estamos en la
obligación de garantizar el derecho a la igualdad, a la educación, al trabajo y a la
salud de las personas con VIH que están vinculadas a nuestra institución.
» Aclare que, el diagnóstico de VIH/SIDA es confidencial como lo expresa la
Sentencia. En su condición de oficial superior en caso de conocer un caso, debe
asegurarse que se respete la confidencialidad del mismo, igualmente debe informar
a sus hombres que las pruebas para diagnóstico de VIH son gratuitas y se ofertan
en todos los establecimientos de sanidad militar con su respectiva consejería pre y
pos test, para estar informados sobre la misma.
» Estigma: es un proceso dinámico, que consiste en desacreditar a un individuo
o grupo ante los demás, esto puede ser en razón de su color de piel, su nivel
educativo o económico, su género (si es hombre o mujer), su orientación sexual
entre otros, en relación con la cultura y el contexto en que se presente. Algunos de
estos atributos pueden ser magnificados por la cultura y tildados de deshonrosos o
indignos.
» Discriminación: es cualquier forma de distinción, exclusión o restricción arbitraria
que afecte a una persona, generalmente pero no exclusivamente, por motivo de
una característica personal inherente o por su presunta pertenencia a un grupo
concreto.
3. Diseñar estrategias para la implementación de la línea de acción en VIH
-SIDA: se divide el grupo en tres subgrupos como venían trabajando en el anterior
ejercicio, y se les solicita que de acuerdo con lo revisado en la sesión y el caso de la
Sentencia, diseñen una estrategia para trabajar con el personal a su cargo. Para esta
actividad cuentan con 30 minutos.
Luego cada subgrupo presentará su estrategia en 15 minutos y será retroalimentada
por el resto del grupo y el docente.
117
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
Nivel IV
IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
NIVEL IV
Reconocer las obligaciones del Estado en la promoción y garantía de los
Derechos Sexuales y Reproductivos de los y las oficiales en curso de Estado
Mayor y los y las sargentos mayores de comando y sus equivalentes en la
Policía Nacional.
HOJA AVANZADA 3
Implementar el marco normativo y conceptual de la Política del Ministerio de
Defensa en Derechos Sexuales y Reproductivos, Equidad y Violencia Basada en
el Género y Salud Sexual y Reproductiva con énfasis en VIH, con énfasis en las
líneas de acción de regulación de la fecundidad, Salud Sexual y Reproductiva de
adolescentes y jóvenes con énfasis en prevención del embarazo adolescente y
cánceres del tracto reproductor.
OBJETIVOS DE LA INSTRUCCIÓN
Tarea
Valorar el ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos de los y las
oficiales en curso de Estado Mayor y los y las sargentos mayores de comando y
sus equivalentes en la Policía Nacional.
Objetivo General
Desarrollar competencias integradoras para crear estrategias de implementación
para las líneas de acción en regulación de la fecundidad, la Salud Sexual y
Reproductiva de adolescentes y jóvenes con énfasis en prevención del embarazo
adolescente y cánceres del tracto reproductor, en el marco de la Política, que
promuevan el rol de los y las oficiales en curso de Estado Mayor y los y las
sargentos mayores de comando y sus equivalentes en la Policía Nacional como
garantes de Derechos.
Objetivos específicos
» Revisar los aspectos conceptuales y normativos de las líneas de acción de la
Política sobre regulación de la fecundidad, la Salud Sexual y Reproductiva de
118
Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
adolescentes y jóvenes con énfasis en prevención del embarazo adolescentes
y cánceres del tracto reproductor.
» Analizar algunos casos referidos a las líneas de acción en mención, a la luz
de los Derechos Humanos, Sexuales y Reproductivos tanto a nivel nacional
e internacional en el marco de la Política.
» Elaborar estrategias que permitan la garantía de la regulación de la
fecundidad, la Salud Sexual y Reproductiva de adolescentes y jóvenes
con énfasis en prevención del embarazo adolescentes y cánceres del tracto
reproductor, dirigidas al personal de la Fuerza Pública.
DESARROLLO DEL TEMA
A. EXPLICACIÓN Y/O DEMOSTRACIÓN
Este plan de trabajo consta de tres partes:
1. Revisión de los aspectos conceptuales y normativos de las líneas de
acción de la Política sobre regulación de la fecundidad, la Salud Sexual
y Reproductiva de adolescentes y jóvenes con énfasis en prevención
del embarazo adolescentes y cánceres del tracto reproductor: el docente
enfatizará en la revisión de los aspectos mencionados a través de una
presentación magistral.
2. Análisis de dos casos que involucran a un miembro de la Fuerza Pública
y elaborar estrategias para su abordaje: cada subgrupo analizará un caso y
responderán la guía anexa.
3. Diseño de estrategias para la implementación de las líneas de acción: en
subgrupos y de acuerdo con cada una de las líneas trabajadas para este plan
diseñarán una estrategia para su implementación con sus subalternos.
DESCRIPCIÓN DEL PLAN DE TRABAJO
1. Revisión del marco conceptual, normativo y de las líneas sobre regulación
de la fecundidad, la Salud Sexual y Reproductiva de adolescentes y jóvenes
con énfasis en prevención del embarazo adolescentes y cánceres del tracto
reproductor: el docente mediante una presentación magistral enfatizará en
los conceptos, marco normativo y el desarrollo de las líneas de acción sobre la
regulación de la fecundidad, la Salud Sexual y Reproductiva de adolescentes
y jóvenes con énfasis en prevención del embarazo adolescentes y cánceres del
tracto reproductor. Para esta presentación cuenta con 30 minutos.
119
IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
2. Análisis de dos casos que involucran a un miembro de la Fuerza Pública y
elaborar estrategias para su abordaje: el docente divide el grupo en cuatro y
les entrega un caso para que lo analicen y respondan la guía anexa, se les da
30 minutos para su análisis. Se entregará el mismo caso a dos de los subgrupos.
En el momento de exponerlos se preguntará al otro grupo que ha trabajado el
mismo caso, si tienen algo para complementar. Se cuenta con 2 horas para la
presentación de los dos casos.
El docente comenta que los casos que a continuación van a analizar, son casos
reales que han involucrado a algún miembro de la Fuerza Pública, pero que tanto
los nombres, como el lugar han sido cambiados, para proteger la identidad de los
mismos.
3. Diseño de estrategias para la implementación de las líneas de acción: En
subgrupos y de acuerdo con cada una de las líneas trabajadas para este plan
diseñarán una estrategia para su implementación con sus subalternos
GRUPOS 1 Y 2 TRABAJARÁN EL SIGUIENTE CASO:
CASO UNO
Joan Valdés, es el comandante de la Brigada Móvil No. 5.
Aunque su desempeño operativo ha sido excelente, ha tenido
muchos problemas con la comunidad, la cual ha puesto quejas ante
diferentes instancias gubernamentales debido a que sus hombres
“están dejando embarazadas a las mujeres de la comunidad”. Estas
quejas han llegado a la oficina de Derechos Humanos del Ministerio
de Defensa Nacional, desde donde le solicitan a Joan en su calidad
de comandante que desarrolle estrategias mediante las cuales dé
respuesta a las quejas de la comunidad y empodere a sus hombres
como garantes de derechos para que esta situación no se siga
presentado.
Guía de trabajo para Grupo 1 y Grupo 2
1. Como comandante de la Brigada ¿Qué tipo de estrategias tiene que promover
Joan con sus hombres para el ejercicio de la regulación de la fecundidad?
2. En caso de presentarse un embarazo por parte de uno de sus hombres ¿Qué
estrategia implementaría para inculcar en ellos la paternidad responsable?
3. Desde el marco de los Derechos Humanos, Sexuales y Reproductivos ¿Cómo
analizaría Joan con sus hombres, el que esta conducta puede ser un delito
o una vulneración de los derechos en caso que el embarazo se dé en una
adolescente de esta comunidad?
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Nivel IV. Para las y los oficiales en curso de Estado Mayor y sargentos
mayores de comando, y sus equivalentes en la Policía Nacional
IV
4. ¿Qué respuesta debe presentar este comandante a la oficina de Derechos
Humanos del Ministerio de Defensa Nacional?
Una vez los grupos 1 y 2 presenten sus aportes el docente también hará los
suyos teniendo en cuenta lo que sigue a continuación.
Aportes del docente a este caso:
» Según estudios de la Fiscalía sobre paternidad con pruebas de ADN, se ha
comprobado que un porcentaje considerable de éstos corresponden a personal
activo uniformado. Motivo por el cual es necesario reforzar en nuestros
subalternos todo lo relacionado con sexo seguro (uso consistente del condón), la
planeación de la familia y los hijos como producto de un ejercicio autónomo de
la sexualidad.
» Los miembros de la Fuerza Pública en su condición de garante de derechos
deben ejercer y promover la paternidad responsable.
» Tener relaciones sexuales con menores de edad es un delito.
» En las unidades de sanidad militar se cuenta con programas de planificación
familiar, donde se brinda asesoría a la pareja para que elijan el método que más
se acomoda a sus expectativas e igualmente se les entrega de manera gratuita.
GRUPOS NO. 3 Y GRUPO NO. 4 TRABAJARÁN EL SIGUIENTE CASO:
CASO DOS
El Coronel Porfirio Buenavista es un hombre que durante su
vida no ha consultado los servicios de salud, ya que su única
molestia es la gripa; así lo refiere él. Desde hace seis meses su
esposa ha visto que durante la noche se levanta múltiples veces
al baño. Ella asiste anualmente a su citología vaginal y en el
servicio de sanidad le han informado que los hombres después
de los 45 años deben asistir a un control con urología para la
detección temprana de un posible cáncer de próstata. Ella le
insiste a su esposo que vaya a este control médico, pero él se
niega a ir, ya que considera que el tacto rectal es una violación a
su masculinidad.
Guía de trabajo para Grupo 3 y Grupo 4
1. ¿Qué obstáculos hay en nuestro medio para que tanto hombres como
mujeres accedan a los servicios de prevención que se ofertan en el tema
de cáncer de próstata, cuello uterino y seno?
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IV
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, EQUIDAD Y VIOLENCIA BASADA
EN EL GÉNERO, Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA CON ÉNFASIS EN VIH
2. ¿Qué estrategia se puede implementar con los hombres mayores de 45 años
para que asistan a sus controles de urología, teniendo en cuenta que este
tipo de cáncer es una patología frecuente en Colombia?
3. ¿Qué estrategia desarrollaría para que sus subalternos promuevan el que
sus compañeras asistan anualmente a la citología vaginal y el examen de
seno y recoja los resultados?
Una vez los grupos 3 y 4 presenten sus aportes, el docente también hará los suyos
teniendo en cuenta lo que sigue a continuación.
Aporte del docente a este caso:
» El docente enfatizará que en las unidades de sanidad militares, el servicio
de promoción y prevención tanto la citología como el PSA (Prueba de Antígeno
Prostático en Sangre) son gratuitos para todos los afiliados y beneficiarios al SSMP.
» Todas las mujeres sexualmente activas deben realizarse anualmente la citología
vaginal y sus compañeros deben promover esa práctica en ellas, por consiguiente los
comandantes deben informar a sus hombres sobre este tema.
» Se ha evidenciado en los servicios de sanidad militar que los usuarios asisten
a la toma de los exámenes y posteriormente no recogen los resultados; motivo por
el cual es importante que el usuario conozca el resultado del examen en caso de
requerir una intervención temprana que podría salvar su vida.
» Recordar a los hombres que el tacto rectal es un examen necesario para el
diagnóstico temprano del cáncer de próstata y que no se relaciona con el concepto
de masculinidad.
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