D efinitivamente no le gustaban las francesas. Mariano –mi viejo amigo de Medranoprefería las rústicas y generosas criollas. Había heredado de su padre una finca de 10 hectáreas, al principio de los 70. La quinta tenía unas tintas francesas que no rendían más de 100 quintales y había que cuidarlas "como a una doncella", se quejaba mi amigo. Solía poner como ejemplo a Don Jacinto, su vecino gallego, que tenía un parral de uvas criollas y mezclas muy generosas (le "tiraban" más de 350 quintales por hectárea). El asunto es que, por aquellos días, tanto a mi amigo Mariano como a Don Jacinto, el bodeguero -después de algunos ruegos- les pagaba lo mismo por el quintal de uva sin disquisiciones de prosapia enológica y sin exigencias de procedencia. Era cuando el país consumía 85 litros per cápita por año, en vinos de dudosa calidad. Por eso no importa- ba qué cosa daba la viña: el asunto era cuánto. Tampoco había mucho esmero en la bodega: reinaba la damajuana y florecían como chipica los fraccionadores sin bodega (algunos osados llenaban en zaguanes con la manguerita). Todo se vendía. Todo se tomaba. La burbuja crecía. El holocausto de las francesas Mariano, que vivía lamentándose de tener esas tintas de poco rendimiento, no se anduvo con vueltas: en el cementerio de Luján le pidió perdón a la memoria de su padre y arrancó las francesas sin muchos complejos. Puso en su lugar, un parral de criollas generosas que le prometían entre 300 y 400 quintales por hectárea. Sepultó 7 hectáreas de uvas Malbec y 3 de Merlot. Puso mezclas y se sentó a esperar el futuro. ¿Cómo sumamos los pequeños productores al modelo? Por Gabriel Bustos Herrera H AY NÁUFRAGOS E N E L VINO PAGINA 9 Eran los tiempos en que Mendoza tenía casi 244.000 hectáreas de viñas (hoy no deben llegar a 145.000). La mayoría de aquellas uvas no habían nacido para ser vinificadas: eran cerezas, criollas y las dulzonas moscatel. Para la mesa, según los técnicos. Todas sin embargo habían mutado su destino e iban al lagar de la bodega a la par de las más excelsas uvas de vinificar (las francesas, claro). Unos años antes –a fines de los 60- una increíble ley de promoción impositiva, había provocado el malón: se pudo desgravar impuestos plantando viñedos. No importaba la variedad. Tenderos,comerciantes, abogados, médicos y vendedores de lana, optaron también por la cantidad: pusieron miles de hectáreas de las voluptuosas uvas mezclas y poblaron el desierto con viñedos. En tiempos de la decisión de Mariano, el motor del ensueño era el consumo interno : se tomaban unos 2.500 millones de litros de vino al año (más de 85 litros per cápita/año). En esa catarata se diluían las pretensiones de calidad. Reinaban las uvas mezclas, la damajuana y el vino pobre. Llegamos a escurrir decolorando vinos tintos para "fabricar" blancos ligeros y llenar damajuanas. Fue así que primero arrancamos francesas tintas para poner criollas mezclas. Y después –cuando vino la cascada y sobraba el vino- erradicamos 100.000 hectáreas de cualquier estirpe. Genial. Mi amigo y muchos otros saltaban con red segura. Si la cosecha venía buena, sobraba uva y vino y por cierto caía el precio. Pero para colchón existían Giol, el presupuesto público, el Banco de Mendoza, los precios sostén, los bloqueos, los prorrateos. Si nadie compraba, Giol aguantaba. Si nadie pagaba, estaban el Banco y el presupuesto público. A nadie lo tentaba el esfuerzo de la calidad de exportación: aquí la tenía segura y sin mucho sudor. A mediados de los 70, en Mendoza había 42.000 hectáreas de finísimas viñas Malbec y las "tintas de vinificar" sumaban casi 90.000 hectáreas. Pero el 80 % de ellas fueron erradicadas pocos años más tarde. Después de la sobredosis de cepas, en 1990 no quedaban más de 8.900 hectáreas de Malbec. Curioso destino: esa –como la que arrancó Mariano- es justo la uva que hoy se paga más cara en el mercado; la que da los vinos finos que nos identifica a los mendocinos en el mundo y por los que se vuelven locos ingleses y norteamericanos. Es la misma por la que este año se pagó entre 0.90 y 1.10 pesos por kilo en Maipú o Luján, (la criolla o la mezcla, se compró a 15 o 16 centavos). La misma por cuyo tinto de corte se pagan 70 centavos. Un día explotó la burbuja y cambió la historia. Cayó el consumo (hoy no se toman más de 37 litros per cápita/año). Se esfumaron los "fraccionadores" de zaguán. Murió la damajuana. Crecieron el 3/4 y el tetra. Nació la estirpe bodeguera de acero inoxidable, prensa neumática y control del frío por PC. Aumentó la demanda de calidad y el márketing. Cayó vertiginosamente el despacho del vino común, y empezaron a crecer los "finitos" y los finos. Se toma menos, pero mejor. Tentadas por muchas razones vinieron caras gringas. Se comenzó a concenPAGINA 10 trar la viña en menos manos. Las uvas finas "francesas" pasaron a dominar el escenario y las criollas de Mariano sólo quedaron a la espera de un buen año para el mosto. Hoy se intenta rescatar la imagen del vino "de mesa" poniéndole esmero, calidad, distinción. Cada vez que oye hablar del "notable ejemplo de la vitivinicultura que asumió su propia transformación y vive un presente de excepción", Mariano se siente un marginal. Advierte cuál es el tren en el que van los que pusieron a tiempo el despertador y acertaron (lamentablemente los menos, creo). Reconversión, calidad e integración, son los pasajes: no hay héroes solitarios. Sin embargo para él, subirse ahora al éxito de los que reconvirtieron y se integraron, es una operación difícil: no tiene posibilidades de crédito; su informalidad lo aleja del mercado de capitales; el gobierno ya no tiene recursos ni bancos que lo auxilien y el Fondo de Transformación tiene un colador más tramado que el de los propios bancos. Los náufragos No está sólo en el andén: más del 70 % de los productores de Mendoza, se quedaron a pie y lejos del tren de la bonanza. El de Mariano, es sólo el caso testigo de un enorme problema social que requiere una respuesta de la decisión política: según estadísticas del INV, en Mendoza, el 75 % de los viñedos tiene menos de 10 hectáreas (el 60 %, cultiva menos de 5 hectáreas). El 45 % de los viñedos tiene más de 30 años: "período de envejecimiento y decrepitud productiva", según dicen los técnicos. Buena parte de los vitivinicultores de Mendoza siguen siendo pequeños propietarios, con viñedos casi decrépitos de uvas mezclas, administraciones informales en sus explotaciones y flacas espaldas financieras. Por lo general, no están integrados a cadenas con salida al mercado (salvo la "horizontal" de las cooperativas, varias de ellas hoy con graves problemas). Entre las bodegas, la mayoría está muy lejos del "modelo" de tecnificación que exigen las circunstancias. Unos y otros –aunque compartan culpas pasadas- esperan como náufragos del tiempo. Buscan un escalón que los incorpore al modelo eficiente de la vitivinicultura. Ayudarlos a encontrarlo no es sólo una ecuación económica: es una cuestión social. Es decir, política. Si Mariano no encuentra salida, puede volver a pifiar. Esta vez venderá la finca de su viejo a alguno de los que tienen espaldas grandes y que ya lo han tentado. Anda por los 56 años. Se vendrá con sus hijos a probar suerte a la ciudad. Imagina una casita modesta y algún conchabo (¿?). Hasta que termine esgrimiendo una pancarta como estandarte de su desgracia, a la espera de una asistencia social carísima para el contribuyente exhausto. ❝ Probablemente sea mejor y más barato ocuparnos de que encuentre una manera de quedarse en Medrano y pueda subirse al tren de los que acertaron. ◆ ❝ arece no haber discusión sobre la conveniencia de encarar algún tipo de programa para incorporar a los pequeños productores al modelo de reconversión. Sobre qué debe hacerse (tipo de viñedos, variedades, sistemas de riego, etc.) existe hoy conocimiento suficiente y tecnología disponible para hacerlo. P La cuestión es cómo se hace, dónde están los recursos económicos para hacerlo, dado que los propietarios no los tienen. Hay que descartar las viejas recetas de las "líneas de créditos especiales". Por fortuna no hay bancos del Estado en la provincia. También hay que descartar los aportes directos de fondos públicos, la experiencia muestra que estos instrumentos han sido nefastos. Los bancos privados darán crédito sólo a aquellos proyectos que sean altamente rentables y que ofrezcan garantías suficientes. Los propietarios de los que estamos hablando no las tienen. El valor de la tierra, en general, es una proporción relativamente pequeña de la inversión que hay que poner encima de ella. En consecuencia, es casi imposible pensar en un programa de reconversión de envergadura sin la asistencia del Estado con recursos para tal fin. Recursos que no tienen que ser necesariamente a "fondo perdido". La premisa de que partimos es la necesidad de vincular de un modo nuevo a cuatro actores de este programa: el Estado, el mercado de capitales, las bodegas y los viñateros objetivo del programa. Vincular a 4 sectores Para alcanzar tal objetivo deberían seguirse algunos pasos imprescindibles en un programa de por sí complejo. Entre ellos los siguientes. 1• Determinar con precisión el objetivo social: qué tipo de propietario está en condiciones de iniciar y llevar a cabo un PAGINA 11 PARA INCORPORAR AL VIÑATERO Lic. José Esteban Onofri programa de transformación de su propiedad. Básicamente conocer edad, composición de núcleo familiar, experiencia de trabajo, capacidad de aprender, propiedad libre de gravámenes, equipamiento de la misma, residencia del propietario, etc. 2.- Determinar técnicamente zonas y tierras aptas para cada tipo de viñedo a implantar, injertar, etc. Debería comenzarse por las zonas y tierras más aptas hacia las de menor aptitud. 3.- La información relevada en 1 y 2 permitirá determinar la magnitud global del proyecto, a partir de tamaños de propiedad rentables y de una transformación gradual. 4.- Determinada la magnitud del proyecto hay que interesar al mercado de capitales, dado que se trata de inversiones a mediano y largo plazo y la restricción que hemos señalado respecto al sistema financiero bancario. En este punto es clave el aporte que pueda realizar el Estado para que opere como catalizador para conseguir capitales genuinos de inversión. 5.- Pensamos que la Bolsa de Comercio de Mendoza tiene que jugar un rol clave en el armado y funcionamiento de un Fondo de Inversión para este proyecto de transformación vitícola. Es probable que se tenga que pensar en un fondo de renta fija y en tal caso el aporte del Estado podría destinarse al pago de la renta de los tres primeros años, hasta que los viñedos entran en producción. 6.- Un paso crucial del programa de reconversión vitícola es conseguir la participación voluntaria de un grupo de bodegas que estén dispuestas a jugar un rol activo en el mismo. La clave del programa es un contrato de largo plazo, donde la bodega se compromete a adquirir al productor que provee uvas de determinada variedad y calidad a los precios de mercado. Puede ser la misma bodega quien retenga los fondos de la compra para devolver los aportados por el Fondo de Inversión. 7.- El manejo total del proyecto debería estar a cargo del Fondo de Inversión, con el asesoramiento de las bodegas participantes. La función del Estado será determinar el grupo objetivo o establecer las exigencias que deberían cumplir los beneficiarios del programa. El Estado sí debe asegurase un eficiente proceso de auditoría del empleo de los fondos que aporte. Un camino para sumarse a los más grandes Núcleos de integración Empresarial 8.- Los productores participantes cederán en forma fiduciaria la propiedad al Fondo de Inversión en garantía de que el proyecto se llevará a cabo. Recuperarán la propiedad plena una vez devueltos los fondos invertidos. Podría pensarse en dar prioridad a los productores que trabajan en forma directa en la propiedad y también se puede prever un programa de asistencia económica hasta que los viñedos comiencen a producir. 9.- Respecto a la implantación de los nuevos viñedos es posible realizarla por el procedimiento "llave en mano", dada la cantidad de empresas existentes en la provincia que hacen este trabajo y aseguran la calidad del mismo. Por cierto también lo podría hacer el propietario si está en condiciones, siempre bajo estricto control técnico-económico del Fondo y de las bodegas contratantes. 10.- Este es un bosquejo de un posible programa de incorporación de viñateros a la transformación que se está realizando en el sector. Se pueden agregar y discutir infinidad de aspectos. Lo esencial es que sin lograr una nueva forma de articulación de los actores no hay posibilidad de éxito. Estos actores como hemos dicho son: EL MERCADO DE CAPITALES, que deberá reunir los fondos necesarios, sin ello no hay programa. LAS BODEGAS, eslabón clave de la cadena, con los contratos de compra de uva. LOS VIÑATEROS con aptitud y actitud de ser los protagonistas y beneficiarios. Finalmente el ESTADO PROVINCIAL, con su rol subsidiario de aportar fondos que permitan poner en marcha el proceso.◆ E. O. PAGINA 12 Lic. Gabriel Fidel Empresas líderes; Productores pequeños; Empresas proveedoras de servicios (entidades financieras, agroquímicas, viveros, galpones de empaque, máquinas y herramientas, etc.). ción de las empresas más pequeñas que deben responder con su esfuerzo a las instrucciones emanadas por la empresa líder. Esta empresa que encabeza el proyecto, encarga los trabajos, realiza el esfuerzo de investigación y desarrollo, establece contactos con el extranjero, busca mejoras en tecnología de procesos, negocia condiciones financieras con los bancos, etc. Las empresas líderes se asocian entre sí para establecer estrategias conjuntas que permitan el aprovechamiento de economías de escala en su estrategia empresarial. Si bien cada NAA establece una política propia, estos NAA se articulan en estrategias conjuntas en las distintas fases del proceso productivo. La propuesta de trabajo de los NAA permitirá la optimización de los recursos y un aumento de la competitividad regional. La Cadena ¿Quiénes Participan? Una empresa agroindustrial líder encabeza un grupo de empresas más pequeñas que producen siguiendo instrucciones, normas técnicas o especificaciones que le son suministradas por la empresa mayor, por cuenta de la cual realiza el trabajo. En dicha relación se produce una especializa- Contratantes: Las empresas líderes con capacidad de aglutinar un conjunto de empresas más pequeñas. Esta condición de conducción se establece en virtud de la capacidad de la empresa de articular un NAA con empresas proveedoras más pequeñas en función de: volumen de facturación, penetración de mercados, calidad de e trata de generar procesos de integración empresarial con el objetivo fundamental de fomentar una mayor integración, redes de proveedores y escala de producción, con un incremento general de la calidad. El propósito es generar una mayor integración vertical y horizontal a través de la coordinación del liderazgo de ciertas empresas con el fin de articular una mayor integración de tres niveles: S productos y procesos, presencia regional y capacidad de nuclear otras empresas más pequeñas. Subcontratistas: Productores de tamaño pequeño que se especializan en cierto producto y siguen las especificaciones dadas por el contratante, que compromete la compra de la totalidad de la producción que ha sido pactada con determinados precios y condiciones. Para evitar imprevisión y falta de cumplimiento de los contratos, y teniendo en cuenta la incertidumbre y lo imprevisible del negocio agrícola, sería importante complementar estos contratos con la implementación de seguros agrícolas. Los mismos darían a los contratos un alto grado de garantías en los cumplimientos de ambas partes. Ventajas del sistema ✍ ✍ ✍ ✍ Favorece la generación de procesos de reconversión integrales y estables; ✍ Permite la integración de una mayor cantidad de hectáreas cultivadas, con una mayor adaptación de la oferta a la demanda de los mercados; ✍ Estimula una mayor utilización de la capacidad ociosa; ✍ Incremento de la producción final de la PAGINA ✍ 13 ✍ agroindustria de la región, logrando economías de escala sin generar nuevas y grandes inversiones de capital fijo; Aumenta la eficiencia de la agroindustria, la hace dinámica y competitiva, favoreciendo la modernización y la innovación tanto de contratantes como de subcontratistas que, a través de la especialización logran un nivel de modernización y estabilidad que solos no podrían alcanzar; Logra una mejora general de la calidad de los productos con un aumento del volumen gracias a la integración; Orienta el crecimiento de una manera más equitativa, fortaleciendo a los pequeños y medianos productores que al ser impulsados por las grandes empresas lograrán insertarse en el proceso de crecimiento; Genera ventajas para los productores en las negociaciones con los proveedores de servicios; Fomenta la innovación institucional y tecnológica. ¿Quién realiza la integración? A diferencia de otros procesos simi- lares, la integración y articulación de estos grupos no surge del Estado sino que es liderado por el contratante, que es quien convoca a los productores en función de un proyecto de inversión realizado por él mismo, con asistencia de Técnicos facilitados por el Estado a través del Ministerio de Economía, pudiendo estos técnicos también provenir de organismos como el I.N.T.A., universidades, etc. La conformación del NAA es promovida por cada uno de los contratantes, que no son seleccionados por ningún organismo estatal, sino que surgen de los mismos mecanismos de mercado y de la voluntad de los mismos empresarios de establecer un proyecto de inversión. Además, los NAA se conforman con el apoyo de las cámaras empresariales y el Ministerio de Economía. Una vez que el empresario líder o contratante conforma el NAA y cuenta con el proyecto de inversión, presenta el proyecto para obtener un préstamo del Fondo de Transformación y Crecimiento (que actúa como banca mayorista), a través de un banco privado (que adhiere al programa), con sede en la región que adhiere al programa y opera como agente financiero estableciendo una relación directa con el NAA. El apoyo financiero consiste en subsidiar la tasa de interés para los préstamos de manera de asemejarla a tasas de interés existentes en otros mercados competidores y por ende, mejorar la rentabilidad del negocio agrícola. Además de la importancia de restablecer el crédito, de dar un mayor protagonismo a la banca local coadyuvando a la conformación de un mercado de capitales regional, se busca terminar con el problema de la morosidad. Los empresarios líderes o productores que participan del programa, deben estar en condiciones de obtener garantías bancarias para lo cual deben ponerse en condiciones con sus deudas. Para ello, se establecería un programa complementario especial que permita terminar con el problema de la morosidad de acuerdo con los diversos mecanismos que se propongan, tanto de descuento de la deuda con el fondo residual, de la implementación de un Bono Rural u otro mecanismo de consenso entre el Estado y el sector privado. El objetivo del tratamiento del tema de las deudas pasa no sólo por aliviar la carga financiera de los productores, sino más bien por regularizar su situación para acceder a la etapa de transformación productiva y para evitar un proceso de transnacionalización y concentración del capital en la región. El crédito es tomado por los empresarios, líderes y por los empresarios pequeños que forman parte del NAA, respondiendo cada uno por su parte del crédito. El banco comercial que opera en el otorgamiento del crédito deberá solicitar las garantías respectivas que avalen el crédito. Se podrá establecer un mecanismo de garantías por parte del Estado que apoye a los productores. Los contratantes podrán integrarse, como beneficios adicionales de ser parte del núcleo a programas de exportaciones y de competitividad y calidad. Lo importante es que este proyecto tenga una finalidad de largo plazo, dándole al productor un horizonte de estabilidad, pero sin olvidar la necesidad del uso de herramientas que ayuden a la articulación en las primeras etapas hasta que los núcleos se afiancen.◆ Extracto de un trabajo del Lic. Gabriel Fidel Presidente de la Fundación Nueva Ciudad PAGINA 14 UNA ESTRATEGIA PARA LAS PYMES Por Raúl Mercau omo toda política económica, el principio rector principal debe ser el crecimiento y la generación del empleo. Sin embargo, es necesario explicitar una serie de principios rectores particulares inherentes a las PyMEs. En primer lugar, es importante establecer que las políticas para Pymes constituyen un capítulo dentro de la política de promoción productiva general. Esto significa que si es necesario promocionar la llegada, el establecimiento o el crecimiento de una gran empresa y esto contribuye al objetivo general de política económica no debería sacrificarse esta opción en aras de una política para PyMEs. Debe recordarse que las políticas para PyMEs deben ser un medio para crecer y crear puestos de trabajo y no un fin en sí mismas. En segundo lugar, es importante dejar claro que esta política no está dirigida al sostén de la ineficiencia o al derroche de los recursos. El fin de esta política es promover la eficiencia, la competitividad y el desempeño de estas empresas en un contexto de mercado abierto, globalizado e integrado internacionalmente. C Es crucial esta aclaración para distinguir esta nueva estrategia con aquellas relacionadas a la industrialización mediante sustitución de importaciones (estrategia ISI) que se realizaba en un contexto de creciente aislamiento de la economía argentina y local respecto del comercio y la economía mundial. Esto significa que la justificación última de esta política está dada si el crecimiento global de la economía y el empleo es superior que sin esta política. Si no es así, debe ser abandonada. Además, esto implica que la idea rectora es que estas empresas puedan: ganar, crecer y desarrollarse, competir y, finalmente, autosostenerse. En tercer lugar, esta política debe implementarse en un contexto de equilibrio general de la economía. Es decir, no debe atentar, por ejemplo, contra el equilibrio de las cuentas públicas, ni aumentar el endeudamiento del Estado mendocino más allá de su capacidad de repago. Una característica esencial de una estrategia de largo plazo es que debe separarse del ciclo político. Es decir, debe ser una política de estado y no una polí- tica del gobierno de turno. Esto implica profesionalizar y dar cierta estabilidad a sus protagonistas y a las medidas que se implementen. En síntesis, teniendo en cuenta que el objetivo se relaciona con el máximo grado de eficiencia y competitividad dadas las restricciones financieras que impone el uso adecuado de los fondos públicos y privados, esta política debe tener como condición que los beneficios marginales sociales de ella sean superiores a los costos marginales sociales que implican su implementación. En definitiva, que sea un juego de suma positiva para toda la comunidad. Los Instrumentos Una agencia PyME Los instrumentos para enfrentar los problemas de las Pyme son variados; a. Financieros: créditos preferenciales, Fondos de Garantía, Seguros, nuevos instrumentos de crédito, etc. b. De Capacitación y Reingeniería internos: programas de capacitación para los mandos gerenciales, facilitación de software administrativos, capacitación en técnicas de reordenamiento interno, programas de reordenamiento frente al fisco, etc. c. De Consultoría Externa: creación de redes de empresas, agencias que ayudan a la identificación de negocios, financiamiento e identificación de consultores externos, etc. d. De Eliminación de las Asimetrías de información y Acceso a Nuevos Mercados: Redes de información, Bancos de Datos de Dominio Público, etc. e. De innovación Técnica y Productiva: formación de redes de empresas innovadoras, programas de fortalecimiento de la Investigación y Desarrollo (I+D), etc. Una regla fundamental para la correcta utilización de los instrumentos es que esPAGINA tos tienen que atacar directamente el problema en la etapa que se detecta. Esto es, si el problema está relacionado con el costo de insumos, por ejemplo, el instrumento debe corregir esta distorsión y no subsidiar el precio final del bien. 15 Por lo general han existido muchos programas llevados adelante por organismos diversos, provocando una superposición de programas y atomización de las fuentes de financiamiento. Es por ello que pensamos que debe constituirse una Agencia PyME, que reúna en un solo organismo, lo que hoy se encuentra, por ejemplo, en el Fondo de Transformación y en Promoción Empresarial. Este organismo debería estar fuera del ciclo político, mediante la profesionalización y la estabilidad por méritos de gestión de sus integrantes, seleccionados mediante concurso público de antecedentes. Esta agencia debería estar vinculada con los organismos de ciencia y técnica que se encuentran en nuestra provincia, con las universidades asentadas en la región, con el sistema financiero y de capitales, y con las empresas. a. Fondos provenientes del actual Fondo de Transformación. b. Asignación presupuestaria anual. c. Captación de fondos y subsidios de organismos internacionales (como los programas de la Comunidad Eco- nómica Europea, el BID, el Banco Mundial, etc.) d. Recupero de actividades propias: venta de tecnología, servicios profesionales, etc. De modo de lograr los objetivos establecidos en las ideas rectoras de esta política, y evitar los problemas de "riesgo moral" (abuso de los programas) y de "selección adversa" (que se apoye a los "ineficientes"), es necesario establecer mecanismos institucionales claros. La experiencia internacional 1. Establecimientos de "co-pagos": esto significa que esta agencia nunca se hará cargo del 100% de los costos que impliquen los programas. Una parte debe ser pagada por las empresas. Una buena experiencia en este sentido lo constituyó el Programa Pymexporta, en el cual el organismo a través de un subsidio del Banco Mundial se hacía cargo del 50% de los costos de consultoría. 2. Un sistema de selección de los postulantes, mediante el método de atributos múltiples. Esto significa que se evaluará no solamente la rentabilidad de los emprendimientos, sino también su factibilidad técnica, comercial y otros atributos inherentes a la política económica, la innovación , la constitución de redes, etc. Finalmente, creemos que debe contarse con una unidad de evaluación permanente de cada uno de los programas, mediante indicadores explícitos de éxitos o fracasos de cada uno de ellos. Esto permitirá fortalecer los programas exitosos y abandonar aquellos claramente ineficaces. En síntesis, creemos que una política para PyMEs debe basarse en criterios claros de racionalidad económica, evitar la superposición de instrumentos y el derroche de recursos, y ser un medio para aumentar el bienestar de todos los men- Políticas para PyMEs: Problemas e instrumentos Problemas Instrumentos Resultados Esperados Poca escala para competir ✔ ✔ Creación de redes de empresas Fomento a emprendimientos conjuntos Especialización, cooperación y constitución de ofertas adecuadas Segmentación financiera ✔ ✔ ✔ ✔ Créditos preferenciales, Constitución de fondos de garantía, Seguros sobre el evento riesgoso, Generación de nuevos instrumentos, etc. Acceso al crédito que permitan su repago Dificultad para el acceso a las oportunidades de negocio ✔ ✔ ✔ Redes de información Ayuda para la definición del negocio Identificación y financiamiento del consultor externo que supervise las fases iniciales Descubrimiento del "negocio" que le permita su autosustentabilidad en el largo plazo Dificultades de gerenciamiento profesionalizado ✔ Programas de apoyo a la capacitación de los mandos gerenciales Adecuada reingeniería gerencial direccionada a la innovación y la competencia Asesoramiento externo inexistente o inadecuado ✔ Financiamiento de consultorías externas Aumento de la eficiencia de la empresa o grupo de empresas en red Desorden administrativo interno ✔ Facilitación de software de administración Capacitación en técnicas de reordenamiento administrativo Programas de reordenamiento frente al fisco Ordenamiento de las PyMEs para calificar para ser sujetos de créditos y otros programas Formación de redes de innovadores Programas de fortalecimiento de I+D Programas de complementación Gobierno, universidad, empresas Premios a la investigación Patentes Desarrollo de empresas innovadoras Programa de entrenamiento de Jefes de hogar desocupados con financiamiento público, o mixto Programas para la adquisición de capital Programa de mantenimiento de capital para redes de empresas Reducción de costos Coordinación de programas con el sistema formal Co-financiamiento de la capacitación en la empresa Aumento del acervo de capital humano y la productividad ✔ ✔ Escasa capacidad para la innovación ✔ ✔ ✔ ✔ ✔ Alto costo de los insumos (capital y trabajo) ✔ ✔ ✔ Recursos humanos inadecuados para promover la competitividad ✔ ✔ Fuente: Elaboración propia sobre la base de la experiencia internacional. PAGINA 16 RECUPERAR LAS PYMES ES UNA DECISIÓN POLÍTICA MÁS QUE ECONÓMICA Por Cont. Gustavo Dupetit l problema que aqueja a quienes por alguna razón no pudieron iniciar en forma oportuna un proceso de reconversión de sus explotaciones, lleva a reflexionar una vez más sobre la conveniencia económica del subsidio o de las políticas activas, como herramienta que motorice la solución. El estado actual de esos productores que con pequeñas explotaciones agrícolas han quedado al margen del mercado, no permite bosquejar otra solución que no sea integral y en la que deben participar en forma conjunta todos aquellos actores económicos vinculados en forma directa o indirecta a la actividad. Esto es, los mismos interesados, el sector industrial y el Estado, pero a través de una estructura mixta de gestión. E No sólo economía Es cierto que el problema no es sólo económico o de financiamiento, sino que encierra también otros matices de tipo cultural, educativo, de capacitación, de información sobre las tendencias mundiales y de estructuras organizativas mínimas. En otras palabras hay que poner en claro que hacer, cómo hacerlo y cómo monitorear la marcha del proyecto, para que luego ese emprendimiento no termine en una aventura que pagan todos. Porque, por ejemplo en el sector vitícola, hay que tener presente que el costo de reconvertir unas 100.000 has. es de unos $ 500.000.000.PAGINA 17 Enfocado el tema desde esta perspectiva, nos encontramos hoy con dos serios condicionantes para revertir la situación de las PYMES, que ven cerrado su acceso al crédito, que no pueden acceder al mercado de capitales, que no poseen las tecnologías que reclama el mercado y por ende no pueden competir y a duras penas subsisten. Limitantes de tipo financiero y de costo laboral. Muchas veces se dice que falta trabajo, pero lo que en realidad sucede es que hay mucho trabajo que no se puede pagar. La solución es política La solución no es fácil ni eminentemente técnica. Nos guste o no, es política. Sin recursos aparentes para llevarla a cabo, sin bancos oficiales que asuman el riesgo, sólo resta apelar a la imaginación y la acción conjunta de los sectores involucrados. Un primer paso necesario es lograr una solución al problema financiero, es decir aquel de deudas contraídas con el sistema, que hoy muestran un altísimo grado de morosidad y que presiona fuertemente sobre el nivel de tasas de interés y de calificación riesgo. Una segunda etapa, es buscar los instrumentos que permitan reconstruir el capital de trabajo necesario para reiniciar con eficiencia y corrigiendo los errores del pasado una actividad productiva y rentable. Una paso más la integración del productor con el industrial en un proceso que busque el mejoramiento de calidades y don- de la tarea sea compartida, de asistencia mutua, de asesoramiento y si es posible, que abarque también parte del financiamiento. Un bono a largo plazo Con relación al primer punto, es imperioso devolver productividad a los recursos ociosos del Estado. Los fondos residuales de los ex bancos Estatales pueden ser una base que sirva para esto. La emisión de un bono, a largo plazo, aceptado por el sistema financiero que sirva para mejorar la calidad de los activos de los bancos en cuanto al endeudamiento actual. Esto significa cambiar activos hoy previsionables y que no sirven a los efectos de las relaciones técnicas que exige el BCRA, por otros más sanos, de largo plazo. De esta forma los bancos pueden reducir la tasa de interés para la créditos de reconversión y de capital de trabajo. Es un proceso que debe iniciar el Estado provincial y allí la mención inicial de asumir al subsidio como herramienta válida ya que estos bonos que el Estado puede entregar o vender a bajo precio a los productores y ser estos quienes lo rescaten, servirían como saneadores de la situación actual. En otras palabras refinanciar esas deudas hoy vencidas a plazos mucho más largos. A partir de allí los nuevos créditos a los que se acceda deben estar dirigidos a la recomposición del capital de trabajo y el Fondo de Transformación puede ser una buena herramienta, flexibilizando un poco sus condiciones, que hoy son muy duras para el sector privado, pero excesivamente blandas cuando el Estado recurre a este financiamiento restando recursos ideados para fines totalmente distintos. Integrarlos Posteriormente la necesidad de integrar a productores con industriales, es la forma concreta de superar la dificultades de asesoramiento, organización y hasta en muchos casos de financiamiento para esas actividades hoy postergadas. Imaginar bodegueros que asistan técnica y organizativamente a sus productores-proveePAGINA 18 Finan dores, indicándoles, qué hacer, qué plantar cómo trabajar las producciones y qué calidad obtener, no debería hoy ser descabellado. Tampoco que esta integración llegue a alguna forma de financiamiento del sector, de alianza estratégica o de asocio en última instancia. Finalmente el Estado debe aportar lo suyo simplificando la burocracia administrativa, asesorando sobre las correctas y modernas formas de organización empresarial y dando un marco jurídico seguro en materia tributaria y laboral. Se puede lograr un régimen de flexibilización laboral (provincial) que respetando el marco legal nacional, tienda a contemplar los problemas de nuestra economía regional, que no son los mismos que los de otras provincias, como por ejemplo San Luis, con su promoción industrial. Estas apretadas líneas quieren sólo marcar un camino. El debate seguramente será amplio, ya que también debemos avanzar en mecanismos de control cruzado que impidan que se desvirtúe el sistema. Lo importante es asumir que no tenemos un problema, sino un flor de problema y que los medios con los que se cuenta para solucionarlo son escasos, pero no imposibles. La solución pasa - como dije - más por lo político que por lo técnico y entonces sólo decisión política de tomar caminos audaces y novedosos puede resolverlos. Pero el objetivo final, esto es recuperar la salud de las PYMES, evitar el éxodo poblacional y mejorar la calidad de vida de los mendocinos que apuestan a su trabajo, amerita correr ese riesgo.◆ n una reunión con pequeños y medianos empresarios de nuestra provincia realizada en el salón de conferencias de la Unidad de Promoción Empresarial, el Ministerio de Economía, a través de la Subsecretaria de Promoción de Inversiones, se presentaron las líneas de financiamiento para proyectos pymes. El conjunto de alternativas crediticias es una iniciativa que la Nación implementa desde el FONTAR (Fondo Tecnológico Argentino), dependiente de la Secretaría de Ciencia y Tecnología. En Mendoza, su aplicación responde a la Subsecretaría de Promoción e Inversiones de la cartera económica, coordinado por el CONICMEN (Consejo de Investigaciones Científicas de Mendoza). E En qué consisten Concretamente el Ing. Oscar Galante del Fontar explicó que se trata de una serie de préstamos y subsidios. Los préstamos equivalen a montos de entre $ 200.000 para proyectos de desarrollo tecnológico y $ 300.000 para adaptaciones y mejoras en proyectos de modernización o innovación tecnológica. Quienes obtengan tales créditos cuentan con períodos de gracia y de amortización que van de 4 a 6 años. Respecto a la línea de subsidios, el carácter de los mismos es de subsidio total, para el 50% del monto global de proyectos que no superen los $ 20.000. Los subsidios están vigentes para capacitación, asistencia técnica, planes de negocios, estudios de mercado y formulación de proyectos. En Mendoza Desde 1990, primer año en que se aplicó la ley 23.877 de Promoción y Fomento de la Actividad Tecnológica, Mendoza, con más de 20 proyectos presentados, ha tenido una importante participación en el acceso a este tipo de financiamiento, tanto a través de fuentes crediticias directas como indirectas. El Crédito Fiscal, una Para la etapa 98, fueron aprobados 8 proyectos de firmas mendocinas. Para 1999, ya hay 2 empresas locales beneficiadas por la Asistencia Técnica, por la cual el Estado se encarga del salario de un consultor experto que asesora en el diseño de las distintas iniciativas e incluso en la adaptación a nuevos niveles de tecnología. e d s a e n í l s Con la en s a d a z n a l nto e i m a i c n a n fi Es M y P s a l , a Mendoz tos c e y o r p r a car n e n á r d o p n, ó i c a z i n r e de mod ny ó i c a g i t s e v in sos r u c e r e d ón i c a t i c a p a c ante t r o p m I . s humano os ñ e u q e p s o el d a t s e u p s s. o re i r a s e r p s em o n a i d e m y alternativa que difiere el pago de parte de sus obligaciones impositivas a empresas abocadas al desarrollo de investigaciones tecnológicas para mejorar el nivel de su equipamiento, constituye una prueba de ello. PAGINA 19 "Existe en Mendoza una importante masa crítica y hay que aprovecharla, lo cual es una condición necesaria para el éxito de esta iniciativa", concluyó Galante, en referencia a la inquietud manifestada por los empresarios participantes.◆ INTERNACIONALIZAR A LOS PEQUEÑOS ciamiento PyME A través de un consultor internacional, español, Antonio Manuel Pont, diversos consultores locales conocieron metodologías de aplicación de programas de inscripción de pequeñas y medianas empresas en el comercio exterior. El programa está basado sobre consultorías externas que se le brinda al empresario que no ha exportado nunca, a quienes no tienen continuidad en la exportación o, lo que es habitual, que el producto de una empresa sea exportado por terceros. El fin es que la empresa sea la que termine conociendo la logística de la exportación, dejando de depender de intermediarios y exportando en forma directa. La columna vertebral del programa nace del análisisdiagnóstico. En función de él se adecua a la empresa y se establece la estrategia a través de una definición de objetivos. Se investiga la identificación del cliente tipo, mercados y canales, se realiza el plan de promoción internacional y se lleva a la acción el lanzamiento comercial, alcanzando la exportación. El consultor orienta, aconseja y propone, es el mismo el empresario el que desarrolla, ejecuta y decide el plan de exportaciones, consideró Pont. Las empresas interesadas en participar en el Programa de Internacionalización Pymes, pueden acercarse a Belgrano Oeste 210, Primer Piso, ciudad de Mendoza, o bien a Sarmiento 212, Primer Piso. Oficinas de Promoción Empresarial y Pro Mendoza, respectivamente.◆