ha ay y ná áu u ufffr rra a ag g go o oss een n eell viin n no o

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D
efinitivamente no le gustaban las francesas.
Mariano –mi viejo amigo de Medranoprefería las rústicas y generosas criollas. Había heredado de su padre una finca de 10 hectáreas,
al principio de los 70.
La quinta tenía unas tintas francesas que no rendían
más de 100 quintales y había que cuidarlas "como a
una doncella", se quejaba mi amigo. Solía poner como ejemplo a Don Jacinto, su vecino gallego, que tenía un parral de uvas criollas y mezclas muy generosas (le "tiraban" más de 350 quintales por hectárea).
El asunto es que, por aquellos días, tanto a mi amigo Mariano como a Don Jacinto, el bodeguero -después de algunos ruegos- les pagaba lo mismo por el
quintal de uva sin disquisiciones de prosapia enológica y sin exigencias de procedencia.
Era cuando el país consumía 85 litros per cápita por
año, en vinos de dudosa calidad. Por eso no importa-
ba qué cosa daba la viña: el asunto era cuánto. Tampoco había mucho esmero en la bodega: reinaba la
damajuana y florecían como chipica los fraccionadores sin bodega (algunos osados llenaban en zaguanes
con la manguerita). Todo se vendía. Todo se tomaba.
La burbuja crecía.
El holocausto de las francesas
Mariano, que vivía lamentándose de tener esas tintas
de poco rendimiento, no se anduvo con vueltas: en el
cementerio de Luján le pidió perdón a la memoria de
su padre y arrancó las francesas sin muchos complejos. Puso en su lugar, un parral de criollas generosas
que le prometían entre 300 y 400 quintales por hectárea. Sepultó 7 hectáreas de uvas Malbec y 3 de
Merlot. Puso mezclas y se sentó a esperar el futuro.
¿Cómo sumamos
los pequeños productores al modelo?
Por Gabriel Bustos Herrera
H AY
NÁUFRAGOS
E N E L VINO
PAGINA
9
Eran los tiempos en que Mendoza tenía casi 244.000 hectáreas
de viñas (hoy no deben llegar a 145.000). La mayoría de aquellas uvas no habían nacido para ser vinificadas: eran cerezas,
criollas y las dulzonas moscatel. Para la mesa, según los técnicos. Todas sin embargo habían mutado su destino e iban al lagar de la bodega a la par de las más excelsas uvas de vinificar
(las francesas, claro).
Unos años antes –a fines de los 60- una increíble ley de promoción impositiva, había provocado el malón: se pudo desgravar impuestos plantando viñedos. No importaba la variedad.
Tenderos,comerciantes, abogados, médicos y vendedores de
lana, optaron también por la cantidad: pusieron miles de hectáreas de las voluptuosas uvas mezclas y poblaron el desierto
con viñedos.
En tiempos de la decisión de Mariano, el motor del ensueño
era el consumo interno : se tomaban unos 2.500 millones de
litros de vino al año (más de 85 litros per cápita/año). En esa catarata se diluían las pretensiones
de calidad. Reinaban las uvas mezclas, la damajuana y el vino pobre. Llegamos a escurrir decolorando vinos tintos para "fabricar" blancos ligeros y llenar damajuanas.
Fue así que primero arrancamos francesas
tintas para poner criollas mezclas. Y después
–cuando vino la cascada y sobraba el vino- erradicamos 100.000 hectáreas de cualquier estirpe. Genial.
Mi amigo y muchos otros saltaban con red segura. Si
la cosecha venía buena, sobraba uva y vino y por
cierto caía el precio. Pero para colchón existían Giol,
el presupuesto público, el Banco de Mendoza, los precios sostén, los bloqueos, los prorrateos. Si nadie compraba,
Giol aguantaba. Si nadie pagaba, estaban el Banco y el presupuesto público. A nadie lo tentaba el esfuerzo de la calidad de
exportación: aquí la tenía segura y sin mucho sudor.
A mediados de los 70, en Mendoza había 42.000 hectáreas de
finísimas viñas Malbec y las "tintas de vinificar" sumaban casi
90.000 hectáreas. Pero el 80 % de ellas fueron erradicadas pocos años más tarde. Después de la sobredosis de cepas, en
1990 no quedaban más de 8.900 hectáreas de Malbec.
Curioso destino: esa –como la que arrancó Mariano- es justo
la uva que hoy se paga más cara en el mercado; la que da los
vinos finos que nos identifica a los mendocinos en el mundo y
por los que se vuelven locos ingleses y norteamericanos. Es la
misma por la que este año se pagó entre 0.90 y 1.10 pesos por
kilo en Maipú o Luján, (la criolla o la mezcla, se compró a 15 o
16 centavos). La misma por cuyo tinto de corte se pagan 70
centavos.
Un día explotó la burbuja y cambió la historia. Cayó el consumo (hoy no se toman más de 37 litros per cápita/año). Se esfumaron los "fraccionadores" de zaguán. Murió la damajuana.
Crecieron el 3/4 y el tetra. Nació la estirpe bodeguera de acero inoxidable, prensa neumática y control del frío por PC. Aumentó la demanda de calidad y el márketing. Cayó vertiginosamente el despacho del vino común, y empezaron a crecer los
"finitos" y los finos. Se toma menos, pero mejor. Tentadas por
muchas razones vinieron caras gringas. Se comenzó a concenPAGINA
10
trar la viña en menos manos. Las uvas finas "francesas" pasaron
a dominar el escenario y las criollas de Mariano sólo quedaron
a la espera de un buen año para el mosto. Hoy se intenta rescatar la imagen del vino "de mesa" poniéndole esmero, calidad,
distinción.
Cada vez que oye hablar del "notable ejemplo de la vitivinicultura que asumió su propia transformación y vive un presente
de excepción", Mariano se siente un marginal.
Advierte cuál es el tren en el que van los que pusieron a tiempo el despertador y acertaron (lamentablemente los menos,
creo). Reconversión, calidad e integración, son los pasajes: no
hay héroes solitarios.
Sin embargo para él, subirse ahora al éxito de los que reconvirtieron y se integraron, es una operación difícil: no tiene posibilidades de crédito; su informalidad lo aleja del mercado de
capitales; el gobierno ya no tiene recursos ni bancos que lo auxilien y el Fondo de Transformación tiene un colador
más tramado que el de los propios bancos.
Los náufragos
No está sólo en el andén: más del 70 % de
los productores de Mendoza, se quedaron a
pie y lejos del tren de la bonanza. El de Mariano, es sólo el caso testigo de un enorme problema social que requiere una respuesta de la decisión
política: según estadísticas del INV, en Mendoza, el 75
% de los viñedos tiene menos de 10 hectáreas (el 60
%, cultiva menos de 5 hectáreas). El 45 % de los viñedos tiene más de 30 años: "período de envejecimiento y
decrepitud productiva", según dicen los técnicos.
Buena parte de los vitivinicultores de Mendoza siguen siendo
pequeños propietarios, con viñedos casi decrépitos de uvas
mezclas, administraciones informales en sus explotaciones y flacas espaldas financieras. Por lo general, no están integrados a
cadenas con salida al mercado (salvo la "horizontal" de las cooperativas, varias de ellas hoy con graves problemas). Entre las
bodegas, la mayoría está muy lejos del "modelo" de tecnificación que exigen las circunstancias.
Unos y otros –aunque compartan culpas pasadas- esperan como náufragos del tiempo. Buscan un escalón que los incorpore
al modelo eficiente de la vitivinicultura. Ayudarlos a encontrarlo no es sólo una ecuación económica: es una cuestión social.
Es decir, política.
Si Mariano no encuentra salida, puede volver a pifiar. Esta vez
venderá la finca de su viejo a alguno de los que tienen espaldas
grandes y que ya lo han tentado. Anda por los 56 años. Se vendrá con sus hijos a probar suerte a la ciudad. Imagina una casita modesta y algún conchabo (¿?). Hasta que termine esgrimiendo una pancarta como estandarte de su desgracia, a la
espera de una asistencia social carísima para el contribuyente
exhausto.
❝
Probablemente sea mejor y más
barato ocuparnos de que encuentre una
manera de quedarse en Medrano y pueda
subirse al tren de los que acertaron. ◆
❝
arece no haber discusión sobre la conveniencia de encarar algún tipo
de programa para incorporar a los pequeños productores al modelo de reconversión. Sobre qué debe hacerse (tipo de viñedos, variedades,
sistemas de riego, etc.) existe hoy conocimiento suficiente y tecnología disponible para hacerlo.
P
La cuestión es cómo se hace, dónde están los recursos económicos para hacerlo, dado que los propietarios no los tienen. Hay que descartar las viejas recetas
de las "líneas de créditos especiales". Por
fortuna no hay bancos del Estado en la
provincia. También hay que descartar los
aportes directos de fondos públicos, la
experiencia muestra que estos instrumentos han sido nefastos.
Los bancos privados darán crédito sólo a
aquellos proyectos que sean altamente
rentables y que ofrezcan garantías suficientes. Los propietarios de los que estamos hablando no las tienen. El valor de
la tierra, en general, es una proporción
relativamente pequeña de la inversión
que hay que poner encima de ella.
En consecuencia, es casi imposible pensar en un programa de reconversión de
envergadura sin la asistencia del Estado
con recursos para tal fin. Recursos que
no tienen que ser necesariamente a "fondo perdido".
La premisa de que partimos es la necesidad de vincular de un modo nuevo a
cuatro actores de este programa: el Estado, el mercado de capitales, las bodegas y los viñateros objetivo del programa.
Vincular a 4 sectores
Para alcanzar tal objetivo deberían seguirse algunos pasos imprescindibles en
un programa de por sí complejo. Entre
ellos los siguientes.
1• Determinar con precisión el objetivo
social: qué tipo de propietario está en
condiciones de iniciar y llevar a cabo un
PAGINA
11
PARA
INCORPORAR
AL VIÑATERO
Lic. José Esteban Onofri
programa de transformación de su propiedad. Básicamente conocer edad,
composición de núcleo familiar, experiencia de trabajo, capacidad de aprender, propiedad libre de gravámenes,
equipamiento de la misma, residencia
del propietario, etc.
2.- Determinar técnicamente zonas y tierras aptas para cada tipo de viñedo a implantar, injertar, etc. Debería comenzarse por las zonas y tierras más aptas hacia
las de menor aptitud.
3.- La información relevada en 1 y 2
permitirá determinar la magnitud global
del proyecto, a partir de tamaños de
propiedad rentables y de una transformación gradual.
4.- Determinada la magnitud del proyecto hay que interesar al mercado de capitales, dado que se trata de inversiones a
mediano y largo plazo y la restricción
que hemos señalado respecto al sistema
financiero bancario. En este punto es
clave el aporte que pueda realizar el Estado para que opere como catalizador
para conseguir capitales genuinos de inversión.
5.- Pensamos que la Bolsa de Comercio
de Mendoza tiene que jugar un rol clave
en el armado y funcionamiento de un
Fondo de Inversión para este proyecto
de transformación vitícola. Es probable
que se tenga que pensar en un fondo de
renta fija y en tal caso el aporte del Estado podría destinarse al pago de la renta
de los tres primeros años, hasta que los
viñedos entran en producción.
6.- Un paso crucial del programa de reconversión vitícola es conseguir la participación voluntaria de un grupo de bodegas que estén dispuestas a jugar un rol
activo en el mismo. La clave del programa es un contrato de largo plazo, donde
la bodega se compromete a adquirir al
productor que provee uvas de determinada variedad y calidad a los precios de
mercado. Puede ser la misma bodega
quien retenga los fondos de la compra
para devolver los aportados por el Fondo de Inversión.
7.- El manejo total del proyecto debería
estar a cargo del Fondo de Inversión,
con el asesoramiento de las bodegas
participantes. La función del Estado será
determinar
el
grupo objetivo o
establecer las exigencias que deberían cumplir los
beneficiarios del
programa. El Estado sí debe asegurase un eficiente proceso de
auditoría del empleo de los fondos que aporte.
Un camino para sumarse a los más grandes
Núcleos de
integración
Empresarial
8.- Los productores participantes cederán en forma fiduciaria la propiedad al
Fondo de Inversión en garantía de que el
proyecto se llevará a cabo. Recuperarán
la propiedad plena una vez devueltos los
fondos invertidos. Podría pensarse en
dar prioridad a los productores que trabajan en forma directa en la propiedad y
también se puede prever un programa
de asistencia económica hasta que los viñedos comiencen a producir.
9.- Respecto a la implantación de los
nuevos viñedos es posible realizarla por
el procedimiento "llave en mano", dada
la cantidad de empresas existentes en la
provincia que hacen este trabajo y aseguran la calidad del mismo. Por cierto también lo podría hacer el propietario si está en condiciones, siempre bajo estricto
control técnico-económico del Fondo y
de las bodegas contratantes.
10.- Este es un bosquejo de un posible
programa de incorporación de viñateros
a la transformación que se está realizando en el sector. Se pueden agregar y discutir infinidad de aspectos. Lo esencial es
que sin lograr una nueva forma de articulación de los actores no hay posibilidad de éxito. Estos actores como hemos
dicho son: EL MERCADO DE CAPITALES, que deberá reunir los fondos necesarios, sin ello no hay programa. LAS
BODEGAS, eslabón clave de la cadena,
con los contratos de compra de uva.
LOS VIÑATEROS con aptitud y actitud
de ser los protagonistas y beneficiarios.
Finalmente el ESTADO PROVINCIAL,
con su rol subsidiario de aportar fondos
que permitan poner en marcha el proceso.◆
E. O.
PAGINA
12
Lic. Gabriel Fidel
Empresas líderes;
Productores pequeños;
Empresas proveedoras de servicios
(entidades financieras, agroquímicas, viveros, galpones de empaque, máquinas y herramientas, etc.).
ción de las empresas más pequeñas que
deben responder con su esfuerzo a las instrucciones emanadas por la empresa líder.
Esta empresa que encabeza el proyecto,
encarga los trabajos, realiza el esfuerzo de
investigación y desarrollo, establece contactos con el extranjero, busca mejoras en
tecnología de procesos, negocia condiciones financieras con los bancos, etc.
Las empresas líderes se asocian entre sí para establecer estrategias conjuntas que
permitan el aprovechamiento de economías de escala en su estrategia empresarial. Si bien cada NAA establece una política propia, estos NAA se articulan en
estrategias conjuntas en las distintas fases
del proceso productivo. La propuesta de
trabajo de los NAA permitirá la optimización de los recursos y un aumento de la
competitividad regional.
La Cadena
¿Quiénes Participan?
Una empresa agroindustrial líder encabeza
un grupo de empresas más pequeñas que
producen siguiendo instrucciones, normas
técnicas o especificaciones que le son suministradas por la empresa mayor, por
cuenta de la cual realiza el trabajo. En dicha relación se produce una especializa-
Contratantes: Las empresas líderes con
capacidad de aglutinar un conjunto de empresas más pequeñas. Esta condición de
conducción se establece en virtud de la capacidad de la empresa de articular un
NAA con empresas proveedoras más pequeñas en función de: volumen de facturación, penetración de mercados, calidad de
e trata de generar
procesos de integración empresarial con el
objetivo fundamental de fomentar una mayor integración, redes de
proveedores y escala de producción, con
un incremento general de la calidad.
El propósito es generar una mayor integración vertical y horizontal a través de la
coordinación del liderazgo de ciertas empresas con el fin de articular una mayor integración de tres niveles:
S
productos y procesos, presencia regional y
capacidad de nuclear otras empresas más
pequeñas.
Subcontratistas: Productores de tamaño pequeño que se especializan en cierto
producto y siguen las especificaciones dadas por el contratante, que compromete
la compra de la totalidad de la producción
que ha sido pactada con determinados
precios y condiciones.
Para evitar imprevisión y falta de cumplimiento de los contratos, y teniendo en
cuenta la incertidumbre y lo imprevisible
del negocio agrícola, sería importante
complementar estos contratos con la implementación de seguros agrícolas. Los
mismos darían a los contratos un alto grado de garantías en los cumplimientos de
ambas partes.
Ventajas del sistema
✍
✍
✍
✍ Favorece la generación de procesos de
reconversión integrales y estables;
✍ Permite la integración de una mayor
cantidad de hectáreas cultivadas, con
una mayor adaptación de la oferta a la
demanda de los mercados;
✍ Estimula una mayor utilización de la capacidad ociosa;
✍ Incremento de la producción final de la
PAGINA
✍
13
✍
agroindustria de la región, logrando
economías de escala sin generar nuevas
y grandes inversiones de capital fijo;
Aumenta la eficiencia de la agroindustria, la hace dinámica y competitiva, favoreciendo la modernización y la innovación tanto de contratantes como de
subcontratistas que, a través de la especialización logran un nivel de modernización y estabilidad que solos no podrían alcanzar;
Logra una mejora general de la calidad
de los productos con un aumento del
volumen gracias a la integración;
Orienta el crecimiento de una manera
más equitativa, fortaleciendo a los pequeños y medianos productores que al
ser impulsados por las grandes empresas lograrán insertarse en el proceso de
crecimiento;
Genera ventajas para los productores
en las negociaciones con los proveedores de servicios;
Fomenta la innovación institucional y
tecnológica.
¿Quién realiza la
integración?
A diferencia de otros procesos simi-
lares, la integración y articulación de estos
grupos no surge del Estado sino que es liderado por el contratante, que es quien
convoca a los productores en función de
un proyecto de inversión realizado por él
mismo, con asistencia de Técnicos facilitados por el Estado a través del Ministerio de
Economía, pudiendo estos técnicos también provenir de organismos como el
I.N.T.A., universidades, etc.
La conformación del NAA es promovida
por cada uno de los contratantes, que no
son seleccionados por ningún organismo
estatal, sino que surgen de los mismos mecanismos de mercado y de la voluntad de
los mismos empresarios de establecer un
proyecto de inversión. Además, los NAA
se conforman con el apoyo de las cámaras
empresariales y el Ministerio de Economía.
Una vez que el empresario líder o contratante conforma el NAA y cuenta con el
proyecto de inversión, presenta el proyecto para obtener un préstamo del Fondo de
Transformación y Crecimiento (que actúa
como banca mayorista), a través de un
banco privado (que adhiere al programa),
con sede en la región que adhiere al programa y opera como agente financiero estableciendo una relación directa con el
NAA. El apoyo financiero consiste en subsidiar la tasa de interés para los préstamos
de manera de asemejarla a tasas de interés
existentes en otros mercados competidores y por ende, mejorar la rentabilidad del
negocio agrícola.
Además de la importancia de restablecer el crédito, de dar un mayor protagonismo a la banca local coadyuvando a la
conformación de un mercado de capitales
regional, se busca terminar con el problema de la morosidad.
Los empresarios líderes o productores que participan del programa, deben estar en condiciones de obtener garantías
bancarias para lo cual deben ponerse en
condiciones con sus deudas. Para ello, se
establecería un programa complementario
especial que permita terminar con el problema de la morosidad de acuerdo con los
diversos mecanismos que se propongan,
tanto de descuento de la deuda con el fondo residual, de la implementación de un
Bono Rural u otro mecanismo de consenso
entre el Estado y el sector privado. El objetivo del tratamiento del tema de las deudas
pasa no sólo por aliviar la carga financiera
de los productores, sino más bien por regularizar su situación para acceder a la etapa de transformación productiva y para evitar un proceso de transnacionalización y
concentración del capital en la región.
El crédito es tomado por los empresarios, líderes y por los empresarios pequeños que forman parte del NAA, respondiendo cada uno por su parte del crédito.
El banco comercial que opera en el otorgamiento del crédito deberá solicitar las garantías respectivas que avalen el crédito. Se
podrá establecer un mecanismo de garantías por parte del Estado que apoye a los
productores.
Los contratantes podrán integrarse,
como beneficios adicionales de ser parte
del núcleo a programas de exportaciones y
de competitividad y calidad. Lo importante
es que este proyecto tenga una finalidad de
largo plazo, dándole al productor un horizonte de estabilidad, pero sin olvidar la necesidad del uso de herramientas que ayuden a la articulación en las primeras etapas
hasta que los núcleos se afiancen.◆
Extracto de un trabajo del Lic. Gabriel Fidel
Presidente de la Fundación Nueva Ciudad
PAGINA
14
UNA ESTRATEGIA
PARA LAS PYMES
Por Raúl Mercau
omo toda política económica, el principio rector
principal debe ser el crecimiento y la generación del empleo. Sin embargo, es necesario explicitar una serie de principios rectores
particulares
inherentes
a
las
PyMEs.
En primer lugar, es importante
establecer que las políticas para Pymes
constituyen un capítulo dentro de la política de promoción productiva general.
Esto significa que si es necesario promocionar la llegada, el establecimiento o el
crecimiento de una gran empresa y esto
contribuye al objetivo general de política
económica no debería sacrificarse esta
opción en aras de una política para PyMEs. Debe recordarse que las políticas
para PyMEs deben ser un medio para
crecer y crear puestos de trabajo y no
un fin en sí mismas.
En segundo lugar, es importante
dejar claro que esta política no está dirigida al sostén de la ineficiencia o al derroche de los recursos. El fin de esta política es promover la eficiencia, la
competitividad y el desempeño de estas
empresas en un contexto de mercado
abierto, globalizado e integrado internacionalmente.
C
Es crucial esta aclaración para distinguir
esta nueva estrategia con aquellas relacionadas a la industrialización mediante
sustitución de importaciones (estrategia
ISI) que se realizaba en un contexto de
creciente aislamiento de la economía argentina y local respecto del comercio y
la economía mundial.
Esto significa que la justificación
última de esta política está dada si el crecimiento global de la economía y el empleo es superior que sin esta política. Si
no es así, debe ser abandonada. Además, esto implica que la idea rectora es
que estas empresas puedan: ganar, crecer y desarrollarse, competir y, finalmente, autosostenerse.
En tercer lugar, esta política debe
implementarse en un contexto de equilibrio general de la economía. Es decir,
no debe atentar, por ejemplo, contra el
equilibrio de las cuentas públicas, ni aumentar el endeudamiento del Estado
mendocino más allá de su capacidad de
repago.
Una característica esencial de una
estrategia de largo plazo es que debe separarse del ciclo político. Es decir, debe
ser una política de estado y no una polí-
tica del gobierno de turno. Esto implica
profesionalizar y dar cierta estabilidad a
sus protagonistas y a las medidas que se
implementen.
En síntesis, teniendo en cuenta
que el objetivo se relaciona con el
máximo grado de eficiencia y
competitividad dadas las
restricciones financieras que impone el uso adecuado de los fondos
públicos y privados, esta política
debe tener como
condición que los beneficios marginales sociales de ella sean superiores a los costos marginales
sociales que implican su implementación.
En definitiva, que sea un juego de suma
positiva para toda la comunidad.
Los Instrumentos
Una agencia PyME
Los instrumentos para enfrentar
los problemas de las Pyme son variados;
a. Financieros: créditos preferenciales, Fondos de Garantía, Seguros,
nuevos instrumentos de crédito, etc.
b. De Capacitación y Reingeniería
internos: programas de capacitación para los mandos gerenciales, facilitación de software administrativos,
capacitación en técnicas de reordenamiento interno, programas de reordenamiento frente al fisco, etc.
c. De Consultoría Externa: creación de redes de empresas, agencias
que ayudan a la identificación de negocios, financiamiento e identificación de consultores externos, etc.
d. De Eliminación de las Asimetrías de información y Acceso a
Nuevos Mercados: Redes de información, Bancos de Datos de Dominio Público, etc.
e. De innovación Técnica y Productiva: formación de redes de empresas innovadoras, programas de
fortalecimiento de la Investigación y
Desarrollo (I+D), etc.
Una regla fundamental para la correcta
utilización de los instrumentos es que esPAGINA
tos
tienen que atacar
directamente el problema en la
etapa que se detecta.
Esto es, si el problema está relacionado
con el costo de insumos, por ejemplo, el
instrumento debe corregir esta distorsión y no subsidiar el precio final del bien.
15
Por lo general han existido muchos programas llevados adelante por
organismos diversos, provocando una
superposición de programas y atomización de las fuentes de financiamiento.
Es por ello que pensamos que debe constituirse una Agencia PyME, que
reúna en un solo organismo, lo que hoy
se encuentra, por ejemplo, en el Fondo
de Transformación y en Promoción Empresarial. Este organismo debería estar
fuera del ciclo político, mediante la profesionalización y la estabilidad por méritos de gestión de sus integrantes, seleccionados mediante concurso público de
antecedentes. Esta agencia debería estar
vinculada con los organismos de ciencia
y técnica que se encuentran en nuestra
provincia, con las universidades asentadas en la región, con el sistema financiero y de capitales, y con las empresas.
a. Fondos provenientes del actual Fondo de Transformación.
b. Asignación presupuestaria anual.
c. Captación de fondos y subsidios de
organismos internacionales (como
los programas de la Comunidad Eco-
nómica Europea, el BID, el Banco
Mundial, etc.)
d. Recupero de actividades propias:
venta de tecnología, servicios profesionales, etc.
De modo de lograr los objetivos establecidos en las ideas rectoras de esta política, y evitar los problemas de "riesgo moral" (abuso de los programas) y de
"selección adversa" (que se apoye a los
"ineficientes"), es necesario establecer
mecanismos institucionales claros.
La experiencia internacional
1. Establecimientos de "co-pagos": esto
significa que esta agencia nunca se
hará cargo del 100% de los costos
que impliquen los programas. Una
parte debe ser pagada por las empresas. Una buena experiencia en este sentido lo constituyó el Programa
Pymexporta, en el cual el organismo
a través de un subsidio del Banco
Mundial se hacía cargo del 50% de
los costos de consultoría.
2. Un sistema de selección de los postulantes, mediante el método de atributos múltiples. Esto significa que se
evaluará no solamente la rentabilidad
de los emprendimientos, sino también su factibilidad técnica, comercial
y otros atributos inherentes a la política económica, la innovación , la
constitución de redes, etc.
Finalmente, creemos que debe contarse
con una unidad de evaluación permanente de cada uno de los programas,
mediante indicadores explícitos de éxitos o fracasos de cada uno de ellos. Esto
permitirá fortalecer los programas exitosos y abandonar aquellos claramente
ineficaces.
En síntesis, creemos que una política para PyMEs debe basarse en criterios claros de racionalidad económica, evitar la
superposición de instrumentos y el derroche de recursos, y ser un medio para
aumentar el bienestar de todos los men-
Políticas para PyMEs:
Problemas e instrumentos
Problemas
Instrumentos
Resultados Esperados
Poca escala
para competir
✔
✔
Creación de redes de empresas
Fomento a emprendimientos conjuntos
Especialización, cooperación y
constitución de ofertas adecuadas
Segmentación
financiera
✔
✔
✔
✔
Créditos preferenciales,
Constitución de fondos de garantía,
Seguros sobre el evento riesgoso,
Generación de nuevos instrumentos, etc.
Acceso al crédito que permitan
su repago
Dificultad para el
acceso a las
oportunidades de
negocio
✔
✔
✔
Redes de información
Ayuda para la definición del negocio
Identificación y financiamiento del
consultor externo que supervise las
fases iniciales
Descubrimiento del "negocio"
que le permita su
autosustentabilidad en el largo
plazo
Dificultades de
gerenciamiento
profesionalizado
✔
Programas de apoyo a la
capacitación de los mandos
gerenciales
Adecuada reingeniería gerencial
direccionada a la innovación y
la competencia
Asesoramiento
externo inexistente
o inadecuado
✔
Financiamiento de consultorías
externas
Aumento de la eficiencia de la
empresa o grupo de empresas
en red
Desorden
administrativo
interno
✔
Facilitación de software de
administración
Capacitación en técnicas de
reordenamiento administrativo
Programas de reordenamiento frente al fisco
Ordenamiento de las PyMEs
para calificar para ser sujetos
de créditos y otros programas
Formación de redes de innovadores
Programas de fortalecimiento de
I+D
Programas de complementación
Gobierno, universidad, empresas
Premios a la investigación
Patentes
Desarrollo de empresas
innovadoras
Programa de entrenamiento de Jefes
de hogar desocupados con
financiamiento público, o mixto
Programas para la adquisición de capital
Programa de mantenimiento de
capital para redes de empresas
Reducción de costos
Coordinación de programas con el
sistema formal
Co-financiamiento de la capacitación
en la empresa
Aumento del acervo de capital
humano y la productividad
✔
✔
Escasa capacidad
para la innovación
✔
✔
✔
✔
✔
Alto costo de los insumos
(capital y trabajo)
✔
✔
✔
Recursos humanos
inadecuados para
promover la
competitividad
✔
✔
Fuente: Elaboración propia sobre la base de la experiencia internacional.
PAGINA
16
RECUPERAR LAS PYMES
ES
UNA
DECISIÓN
POLÍTICA MÁS
QUE ECONÓMICA
Por Cont. Gustavo Dupetit
l problema que aqueja a quienes por alguna razón
no pudieron iniciar en forma oportuna un proceso
de reconversión de sus explotaciones, lleva a reflexionar una vez más sobre la conveniencia económica
del subsidio o de las políticas activas, como herramienta
que motorice la solución. El estado actual de esos productores que con pequeñas explotaciones agrícolas han quedado al margen del mercado, no
permite bosquejar otra solución que no
sea integral y en la que deben participar
en forma conjunta todos aquellos actores económicos vinculados en forma directa o indirecta a la actividad. Esto es, los mismos
interesados, el sector industrial
y el Estado, pero a través de
una estructura mixta de gestión.
E
No sólo economía
Es cierto que el problema
no es sólo económico o de
financiamiento, sino que encierra también otros matices de tipo cultural, educativo, de capacitación, de
información sobre las tendencias mundiales y de estructuras organizativas mínimas. En otras palabras hay que
poner en claro que hacer, cómo
hacerlo y cómo monitorear la
marcha del proyecto, para que luego ese emprendimiento no termine
en una aventura que pagan todos. Porque, por ejemplo en el sector vitícola,
hay que tener presente que el costo de reconvertir unas 100.000 has. es de unos $
500.000.000.PAGINA
17
Enfocado el tema desde esta perspectiva, nos encontramos hoy
con dos serios condicionantes para revertir la situación de las
PYMES, que ven cerrado su acceso al crédito, que no
pueden acceder al mercado de capitales, que no poseen las tecnologías que reclama el mercado y por
ende no pueden competir y a duras penas subsisten. Limitantes de tipo financiero y de costo laboral. Muchas veces se dice que falta trabajo, pero
lo que en realidad sucede es que hay mucho
trabajo que no se puede pagar.
La solución es política
La solución no es fácil ni eminentemente técnica. Nos guste o no, es
política. Sin recursos aparentes
para llevarla a cabo, sin bancos
oficiales que asuman el riesgo,
sólo resta apelar a la imaginación y la acción conjunta de los
sectores involucrados.
Un primer paso necesario es
lograr una solución al problema financiero, es decir aquel
de deudas contraídas con el
sistema, que hoy muestran un
altísimo grado de morosidad y
que presiona fuertemente sobre el nivel de tasas de interés y
de calificación riesgo.
Una segunda etapa, es buscar los
instrumentos que permitan reconstruir el capital de trabajo
necesario para reiniciar con eficiencia y corrigiendo los errores del pasado una actividad productiva y rentable.
Una paso más la integración del productor con el industrial en un proceso
que busque el mejoramiento de calidades y don-
de la tarea sea compartida, de asistencia
mutua, de asesoramiento y si es posible,
que abarque también parte del financiamiento.
Un bono a largo plazo
Con relación al primer punto, es imperioso devolver productividad a los recursos ociosos del Estado. Los
fondos residuales de los ex bancos
Estatales pueden ser una base que
sirva para esto. La emisión de un bono, a largo plazo, aceptado por el sistema financiero que sirva para mejorar la
calidad de los activos de los bancos en
cuanto al endeudamiento actual. Esto
significa cambiar activos hoy previsionables y que no sirven a los efectos de las
relaciones técnicas que exige el BCRA,
por otros más sanos, de largo plazo. De
esta forma los bancos pueden reducir la tasa de interés para la
créditos de reconversión y de capital de trabajo. Es un proceso que
debe iniciar el Estado provincial y allí la
mención inicial de asumir al subsidio
como herramienta válida ya que estos bonos que el Estado puede entregar
o vender a bajo precio a los productores
y ser estos quienes lo rescaten, servirían
como saneadores de la situación actual.
En otras palabras refinanciar esas deudas hoy vencidas a plazos mucho más
largos. A partir de allí los nuevos créditos a los que se acceda deben estar dirigidos a la recomposición del capital de
trabajo y el Fondo de Transformación
puede ser una buena herramienta, flexibilizando un poco sus condiciones, que
hoy son muy duras para el sector privado, pero excesivamente blandas cuando
el Estado recurre a este financiamiento
restando recursos ideados para fines totalmente distintos.
Integrarlos
Posteriormente la necesidad de integrar a productores con industriales, es la forma concreta de superar la
dificultades de asesoramiento, organización y hasta en muchos casos de financiamiento para esas actividades hoy postergadas. Imaginar bodegueros que
asistan técnica y organizativamente a sus productores-proveePAGINA
18
Finan
dores, indicándoles, qué hacer, qué
plantar cómo trabajar las producciones y
qué calidad obtener, no debería hoy ser
descabellado. Tampoco que esta integración llegue a alguna forma de financiamiento del sector, de alianza estratégica
o de asocio en última instancia.
Finalmente el Estado debe aportar lo suyo simplificando la burocracia administrativa, asesorando sobre las correctas y
modernas formas de organización empresarial y dando un marco jurídico seguro en materia tributaria y laboral. Se
puede lograr un régimen de flexibilización laboral (provincial) que respetando
el marco legal nacional, tienda a contemplar los problemas de nuestra economía
regional, que no son los mismos que los
de otras provincias, como por ejemplo
San Luis, con su promoción industrial.
Estas apretadas líneas quieren
sólo marcar un camino. El debate seguramente será amplio, ya que también debemos
avanzar en mecanismos de
control cruzado que impidan
que se desvirtúe el sistema. Lo
importante es asumir que no
tenemos un problema, sino un
flor de problema y que los medios con los que se cuenta para solucionarlo son escasos,
pero no imposibles. La solución pasa - como dije - más por
lo político que por lo técnico y
entonces sólo decisión política
de tomar caminos audaces y
novedosos puede resolverlos.
Pero el objetivo final, esto es
recuperar la salud de las PYMES, evitar el éxodo poblacional y mejorar la calidad de vida
de los mendocinos que apuestan a su trabajo, amerita correr ese riesgo.◆
n una reunión con pequeños y medianos empresarios
de nuestra provincia realizada
en el salón de conferencias de
la Unidad de Promoción Empresarial, el Ministerio de Economía, a través de la Subsecretaria de Promoción
de Inversiones, se presentaron las líneas
de financiamiento para proyectos pymes.
El conjunto de alternativas crediticias es una iniciativa que la Nación implementa desde el FONTAR (Fondo
Tecnológico Argentino), dependiente de
la Secretaría de Ciencia y Tecnología.
En Mendoza, su aplicación responde a la
Subsecretaría de Promoción e Inversiones de la cartera económica, coordinado por el CONICMEN (Consejo de Investigaciones Científicas de Mendoza).
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En qué consisten
Concretamente el Ing. Oscar Galante del Fontar explicó que se trata de
una serie de préstamos y subsidios.
Los préstamos equivalen a montos de
entre $ 200.000 para proyectos de desarrollo tecnológico y $ 300.000 para
adaptaciones y mejoras en proyectos de
modernización o innovación tecnológica. Quienes obtengan tales créditos
cuentan con períodos de gracia y de
amortización que van de 4 a 6 años.
Respecto a la línea de subsidios,
el carácter de los mismos es de subsidio
total, para el 50% del monto global de
proyectos que no superen los $ 20.000.
Los subsidios están vigentes para capacitación, asistencia técnica, planes de negocios, estudios de mercado y formulación de proyectos.
En Mendoza
Desde 1990, primer año en que se aplicó la ley 23.877 de Promoción y Fomento de la Actividad Tecnológica, Mendoza, con más de 20 proyectos
presentados, ha tenido una importante
participación en el acceso a este tipo de
financiamiento, tanto a través de fuentes
crediticias directas como indirectas.
El Crédito Fiscal, una
Para la etapa 98, fueron aprobados 8
proyectos de firmas mendocinas.
Para 1999, ya hay 2 empresas locales beneficiadas por la Asistencia Técnica, por la cual el Estado se encarga del
salario de un consultor experto que asesora en el diseño de las distintas iniciativas e incluso en la adaptación a nuevos
niveles de tecnología.
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alternativa que
difiere el pago de parte de sus obligaciones impositivas a empresas abocadas al
desarrollo de investigaciones tecnológicas para mejorar el nivel de su equipamiento, constituye una prueba de ello.
PAGINA
19
"Existe
en Mendoza una importante masa crítica y hay que aprovecharla, lo cual
es una condición necesaria para el éxito
de esta iniciativa", concluyó Galante, en
referencia a la inquietud manifestada
por los empresarios participantes.◆
INTERNACIONALIZAR A LOS PEQUEÑOS
ciamiento PyME
A través de un consultor internacional, español, Antonio Manuel Pont, diversos
consultores locales conocieron metodologías de aplicación de programas de inscripción de pequeñas y
medianas empresas en el comercio exterior.
El programa está basado sobre consultorías externas
que se le brinda al empresario que no ha exportado
nunca, a quienes no tienen
continuidad en la exportación o, lo que es habitual,
que el producto de una empresa sea exportado por terceros. El fin es que la empresa sea la que termine
conociendo la logística de la
exportación, dejando de depender de intermediarios y
exportando en forma directa.
La columna vertebral del
programa nace del análisisdiagnóstico. En función de él
se adecua a la empresa y se
establece la estrategia a través de una definición de objetivos.
Se investiga la identificación
del cliente tipo, mercados y
canales, se realiza el plan de
promoción internacional y
se lleva a la acción el lanzamiento comercial, alcanzando la exportación.
El consultor orienta, aconseja y propone, es el mismo el
empresario el que desarrolla, ejecuta y decide el plan
de exportaciones, consideró
Pont.
Las empresas interesadas en
participar en el Programa de
Internacionalización Pymes,
pueden acercarse a Belgrano
Oeste 210, Primer Piso, ciudad de Mendoza, o bien a
Sarmiento 212, Primer Piso.
Oficinas de Promoción Empresarial y Pro Mendoza,
respectivamente.◆
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