Disparidades en entre campo y ciudad

Anuncio
China: Disparidades en entre campo y ciudad- Análisis
Se espera que los problemas rurales dominen las reuniones del parlamento de cerca de
2.900 miembros, aportando a esta muestra anual del progreso legal y social de China un
aire serio que tanto conviene para la rápida modernización que el país necesita. El
antiguo jefe del Partido, Jiang Zemin, se ha ganado los laureles por la incorporación de
los capitalistas en el Partido Comunista y la revolucionaria introducción de una cláusula
de protección de la propiedad privada en la Constitución China, y los nuevos mandos de
China se han mostrado impacientes por poner su propio sello en la agenda del Partido
Comunista Chino.
Desde que asumieron el poder, el Presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao
han tratado de crear una imagen de líderes más cercanos y sensibles a los intereses
populares. Las promesas de aligerar las cargas de los agricultores y la corrección de las
crecientes disparidades sociales están a la orden del día.
Sin embargo, el predominio de los temas rurales en esta sesión del PCC es algo más que
una simple iniciativa política destinada a la consolidación de las bases de poder del
nuevo equipo dirigente. Los crecientes problemas en las zonas rurales amenazan con
frenar la boyante economía china y podrían ser causa de que las explosiones esporádicas
de malestar social resultasen más comunes y extendidas.
Los estancados ingresos rurales han frenado el interés de los campesinos por la
agricultura, lo que ha provocado una caída en el volumen de las cosechas de cereales
que ya dura cinco años. Esta escasez de grano ha alarmado a los planificadores estatales.
China cosechó 430.6 millones de toneladas de grano durante el año 2003, con una baja
del 5,8% con respecto al 2002, una cifra inferior a la demanda del país.
Debido al escaso crecimiento de su poder adquisitivo comparado con el de sus colegas
urbanos más favorecidos, los agricultores no han podido participar en el consumo
interno que los economistas chinos consideran esencial para propulsar su crecimiento
económico. El año pasado, el promedio de ingresos rurales creció en un 4,3%, cinco
puntos menos que los residentes urbanos, según la Oficina Nacional de Estadística
(NBS; National Bureau of Statistics).
Dado que los 900 millones de agricultores chinos son casi el 70% de la población, el
hecho de resolver los agravios comparativos del campo se ha convertido en un asunto
candente. Chen Xiwen, director adjunto de la Oficina del Grupo de Administración
Central de Trabajos Financieros, dijo recientemente "La gran población de agricultores
piensa que si ellos no consiguen ganar dinero, el resto del país no podrá alcanzar la
prosperidad".
Beijing ha respondido emitiendo un importante Documento Nº 1 del 2004, semejante a
los cinco anteriores, todo ellos firmados por el anterior líder del Partido Deng Xiaoping
entre 1982 y 1986, enfocados a resolver las cuestiones rurales. El documento de 9.000
palabras revela el proyecto de los nuevos dirigentes para transformar las desheredadas
zonas rurales en un nuevo motor de consumo para el crecimiento económico,
propulsando los gastos del gobierno, reduciendo los impuestos rurales y formando a los
agricultores para desempeñar empleos en las ciudades en los sectores de servicios y
fabricación.
La otra cara del documento es un nuevo presupuesto rural de 150.000 millones de RMB
(18.000 millones de US$), cerca de 30.000 millones de RMB más que el año pasado.
Según manifestó Chen, que supervisa los fondos centrales, de ser aprobada, la suma
invertida para corregir los agravios rurales estaría en un máximo histórico para el
gobierno comunista.
Una porción significativa del presupuesto se usaría para desarrollar industrias de los
sectores secundario y terciario en el campo, lo que aliviaría la pobreza y crearía
oportunidades de empleo para los millones de trabajadores migratorios que afluyen a las
ciudades.
Mediante un recorte de los impuestos sobre cereales (un 1% sobre el actual 8,4%) y
estableciendo centros especiales de su producción, Beijing espera detener la
disminución de dichas cosechas y alcanzar el objetivo de producción de 455 millones de
toneladas de grano para el 2004. También se suprimirán todos los impuestos sobre
cosechas comerciales, excepto el tabaco.
Los incentivos fiscales destinados a propulsar la economía rural vendrían emparejados
con nuevas y rigurosas medidas para terminar con las injusticias sociales que afectan a
los agricultores y emigrantes. Los investigadores anticorrupción han recibido
instrucciones para cambiar desde la investigación de grandes casos a resolver quejas que
relativas a la adquisición ilegal de tierras de labranza, salarios retenidos a trabajadores y
emigrantes y los cargos y gastos no autorizados.
Bajo la nueva bandera del creciente interés sobre los temas rurales y la seguridad de
mercado del grano, se espera también que Beijing intensifique sus medidas para la
adquisición ilegal de terrenos. La superficie de los terrenos arables en China ha
disminuido a un promedio de 667.000 hectáreas cada año en los últimos siete años,
debido a que las administraciones locales han tratado a escala nacional de obtener
fondos de los bienes inmuebles y de la gran expansión inmobiliaria.
El Ministerio de Terrenos y Recursos (MLR; Ministry of Land and Resources) ha
propuesto un nuevo sistema de audiencias para la adjudicación de terrenos y recursos,
destinado a garantizar unas adecuadas compensaciones a los agricultores que hayan
perdido terrenos debido a la reconstrucción. El ministerio también ha propuesto
inspecciones a escala nacional en varias zonas de desarrollo y parques industriales a
través del país, dado que muchos de ellos, según se informa, se han iniciado sin la
autorización apropiada.
Mientras a lo largo de este año la agenda rural del PCC mantendrá ocupados a los
delegados, tendrán menos tiempo para deliberar que en años anteriores. En línea con
otros destacados gestos públicos de frugalidad realizados por los principales líderes, el
gobierno ha decidido acortar la sesión anual parlamentaria y ahorrar dinero. A diferencia
de las sesiones del pasado, que por lo general duraban entre 12 y 20 días, las sesiones
del actual PCC durarán sólo 10 días, desde el viernes 5 al 14 de marzo.
Fuente: Inter Press Service. Asia Times, 5 de marzo de 2004
Edición y traducción: InterChina Consulting
Descargar