ES POSIBLE CONSTRUIR PLANES DE VIVIENDA DE CALIDAD

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ES POSIBLE CONSTRUIR PLANES DE VIVIENDA DE CALIDAD UTILIZANDO
UN SISTEMA CONSTRUCTIVO CON BLOQUES DE HORMIGÓN
Revista Cemento Año 6, Nº 27
Introducción
Lamentablemente cuando se menciona al bloque de hormigón en planes masivos de
viviendas, se asocia el resultado a mala calidad y deficiencias constructivas. Esto se
debe fundamentalmente a errores de proyecto, deficiente mano de obra, e ineficaz
o inexistente inspección y control de los trabajos.
Sin embargo en numerosas obras ya construidas, cuando se pone énfasis en
resguardar estos aspectos, el resultado es por de más aceptable desde el punto
de vista técnico y económico.
A modo de ejemplo, a continuación se presentan los aspectos más importantes
relacionados con la ejecución de la obra de referencia cuyos trabajos comenzaron a
fines de 1999 y culminaron en julio del presente año. Debido a su minuciosa
organización y excelente resultado, la misma demuestra que es posible utilizar este
sistema aprovechando todas sus ventajas.
Descripción
En esta obra se confirma que es posible considerar a la mampostería de bloques de
hormigón como un sistema constructivo particular, de características propias
encuadrado en el Reglamento CIRSOC 103 "Construcciones de mampostería", y en
la Norma IRAM 11556 "Mampostería de Bloques de Hormigón". En este caso se
trata de una M.R.A.D. (mampostería reforzada con armadura distribuida, CIRSOC
103 PARTE III, punto 7.2, "Clases de mamposterías para muros resistentes"), la
que es definida como: "Es aquélla en que se dispone armadura horizontal y
vertical distribuida en todo el muro, colocada de manera tal que acero y
mampostería trabajen en forma conjunta. En este caso de mampostería no
es necesario disponer encadenados verticales" (foto 1).
Para el desarrollo de este proyecto se tuvo en cuenta la alta calidad del bloque
utilizado encuadrado en las normas IRAM 11561 "Bloques Huecos de Hormigón", y
complementarias (IRAM 11556) en lo que se refiere a ensayos de compresión,
absorción, tolerancia de las medidas, etc. Además del bloque estándar 20x20x40
utilizaron piezas especiales para mantener la modulación en 20 cm, tales como
mitades 20x20x20 , y otras como los antepechos de ventanas, juntas de control,
tipo canaleta con rebaje centra], de 13 cm y 10 cm de ancho, etc. El proyecto fue
correctamente modulado tanto en sus tramos horizontales como verticales y en sus
aberturas, que este caso son del tipo "cajón" que se colocan previamente al
levantado de los muros, y abrazan a los bloques en todo su ancho.
También se le dio gran importancia a la calidad del mortero de asiento de los
bloques, y las mezclas para revoques. Se trata de un mortero Tipo A, con aditivo
plastificante de acuerdo con lo establecido en la norma IRAM 1676 "Morteros para
Mampostería", con una resistencia a la compresión de 150 kg/cm2.
Debido al emplazamiento de la obra en zona sísmica fue de fundamental
importancia el buen llenado con mortero de las juntas horizontales y verticales
respetando los 10 mm de espesor, y su posterior rehundido al comenzar el fragüe
del mismo (foto 2).
Tan es así que la empresa constructora designó a un supervisor especialmente
dedicado a controlar esta tarea. La exigencia de la norma IRAM 11601
"Acondicionamiento térmico de edificios" con respecto a la transmitancia térmica,
se cumplió con la incorporación de insertos de poliestireno expandido de 30 mm de
espesor, dividiendo la cámara de aire en dos. También la empresa designó a un
inspector que se dedicó a verificar su correcta colocación en toda la obra (foto 3).
Se utilizó mano de obra calificada para la colocación de los bloques, la que fue
especialmente entrenada a través de talleres y práctica en obra. Al ingreso de la
obra se instaló un cartel de grandes dimensiones, por el cual se recuerda
permanentemente a los albañiles, los siguientes instructivos: "Pasos a cumplir en
el colado del microhormigón"; "Levantado de las hiladas (rehundido de
juntas, verificación de unión junta vertical con horizontal, curado del
mortero de junta, etc.)", "Secuencia para el mezclado del mortero" (foto
4).
De acuerdo con lo expresado por la empresa, la existencia de supervisores no
aumenta el costo de mano de obra, y permite acelerar la velocidad constructiva, ya
que el oficial albañil y su ayudante tienen un mayor rendimiento, resultando una
mampostería de calidad evitándose la aparición de futuras patologías, cuya
corrección siempre es más costosa que un jornal de dos o tres supervisores.
La empresa proveyó también las herramientas adecuadas para levantar la
mampostería de hormigón: cuchara grande de 20 cm de largo y de forma
puntiaguda; nivel de aluminio de 1.20 m de largo para alineado, aplomado y
nivelado de las hiladas; tope de madera para el tendido de los hilos guía; junteador
para junta horizontal; junteador para junta vertical (más corto). También se
supervisó el correcto rehundido de todas las juntas para lograr uniformidad en la
interfase bloque-mortero y mayor densidad de las mismas (foto 5).
Los denominados "tabiques sanitarios" se resolvieron con un proyecto bien
detallado del tendido de la instalación sanitaria y de gas. Para tal fin se consideró la
utilización de bloques de diferentes anchos (20 cm, 13 cm, 10 cm), los que van
generando espacios en donde se aloja la instalación, y que posteriormente son
cargados con revoque y sobre éste el pegado de los cerámicos (foto 6).
En ningún caso se utilizaron ladrillos comunes mezclados con los bloques para
resolver las instalaciones o corregir errores de modulación. Esto evita la aparición
de fisuras por contracción o dilatación por diferente comportamiento que presentan
los diferentes tipos de mampuestos.
La instalación eléctrica se resolvió con cañería de corrugado plástico distribuida en
sentido vertical a través de los huecos de los bloques por dentro de la
mampostería, mientras que su tendido horizontal se logra con bloques canaleta
(foto 7). Las cajas de electricidad son empotradas en los bloques en cortes bien
prolijos realizados con amoladora.
La intersección de muros portantes entre sí, o muros portantes y no portantes, se
hizo mediante la utilización de estribos de vinculación, evitando el trabado de los
muros. De esta forma se facilitan los trabajos en obra, y se garantiza una adecuada
transmisión de esfuerzos verticales y horizontales. Además, allí donde se consideró
necesario, se materializó una junta de control (buña), mediante el uso de un
elastómero y posterior revocado y pintado (foto 8).
La pendiente de los techos inclinados se logró mediante el cortado de los bloques
con amoladora en obrador, donde un oficial especializado hizo los cortes precisos
para toda la obra (foto 9).
Es de fundamental importancia utilizar marcos de chapa tipo cajón, ya que de esta
forma se abraza a la mampostería y se evitan los espacios libres o los defectos de
modulación, que generalmente desembocan en fisuras y otros tipos de patologías
(foto 10).
La distribución de armadura horizontal dentro del alma del muro se realizó
utilizando bloques rebajados, y colando posteriormente microhormigón. Para evitar
que el mismo cuele hacia abajo se previo la colocación de papel ruberoid, el que
tiene como misión retenerlo en la hilada correspondiente (foto 11).
En este caso el sistema de losas consistió en losas macizas coladas in-situ
utilizando encofrados metálicos tipo PERI que resultan en una gran velocidad de
colocación, pero que tienen la desventaja del tiempo de espera del fragüe del
hormigón, aunque el mismo se acorta con el uso de aditivos acelerantes de
fraguado (foto 12).
En otro plan de idéntica tipología ubicado al frente de la obra visitada, se utilizó
mampostería de bloques huecos cerámicos, observándose una muy mala colocación
y deficiente mano de obra, que recuerda al uso que se le da al bloque de hormigón
en otros proyectos en otras provincias (foto 13).
CONCLUSIONES
Se advierte a simple vista la gran diferencia que existe entre la obra visitada, y las
obras realizadas por otras direcciones de vivienda de otras provincias. Esa
diferencia se concentra principalmente en:
• Proyecto de la vivienda correctamente adaptado al sistema constructivo de la
mampostería de hormigón.
• Mano de obra capacitada para la correcta colocación de los bloques. Control
independiente y minucioso de la calidad del mortero de asiento.
• Control de calidad de la mano de obra por presencia permanente de
supervisores. Exigencia en el rehundido de juntas verticales y horizontales y en
la ubicación de los insertos de poliestireno expandido.
• Estricto control de calidad interno de la empresa constructora, basado en que
cada supervisor sabe lo que tiene que hacer, sabe lo que está haciendo, y que
puede actuar cuando los puntos anteriores no coinciden.
• Limpieza de obra y buena organización de las cuadrillas de mano de obra.
Entrega de herramientas adecuadas a las cuadrillas. Existencia de un cartel guía
para la mano de obra.
• Los costos involucrados son similares o casi iguales a los que se manejan en
otras provincias, por lo que aquí se confirma que es posible trabajar bien sin
gastar más. Resulta más económico construir con calidad, que hacerlo mal y con
riesgos de patologías potenciales.
• Cuando la mano de obra es deficiente y no existe control de calidad de recepción
externo, cualquier sistema constructivo, o material de la construcción resulta
maltratado.
• Muchas de las patologías observadas en obras de bloques de hormigón son
heredadas de la deficiente mano de obra acostumbrada al mal trato del bloque
hueco cerámico.
Por el Ing. Timoteo Gordillo
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