312_Morfoloxía2010

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MORFOLOGÍA. CONCEPTOS GENERALES. TIPOLOGÍA
1. Definición: La morfología (del griego μορφ- [morph]: forma, + λογία [logía]:
tratado) es el estudio de los elementos mínimos de la primera articulación (según la
terminología de André Martinet), que Martinet llama monemas y otros llaman
morfemas. Monema o morfema, en este sentido, es la unidad significativa mínima,
esto es, el conjunto de sonidos provisto de un sentido segregable (analizable).
Esa unidad mínima significativa está constituida por la palabra (en menos
ocasiones) o (lo más frecuente) por elementos significativos menores que la palabra. Por
ejemplo, la preposición a es un morfema (o monema) y el adjetivo independiente está
formado por los morfemas (o monemas) in-, depend-, -iente (y, a su vez, en un análisis
más pormenorizado, depend- está formado por el morfema (lexema) pend- y el
morfema (prefijo) de-.
1.1. Tipos de morfología: morfología flexiva: estudia la estructura interna de
las palabras para delimitar, definir y clasificar sus unidades y las clases de palabras a las
que dan lugar; morfología léxica: estudia la formación de nuevas palabras a partir de
otras anteriores.
1.1.1. Tipos de morfemas según su contenido significativo: la morfología
distingue entre lexemas o morfemas léxicos y gramemas o morfemas gramaticales.
Los lexemas son unidades mínimas significativas que están en relación con el mundo o
los conceptos, esto es con la designación o representación de entes o cualidades; los
lexemas constituyen una clase abierta, susceptible, por tanto, de ampliación. Los
gramemas o morfemas gramaticales son las unidades que constituyen la parte
variable de la palabra, expresan relaciones gramaticales y no alteran el significado
referencial básico de una palabra. Usualmente no son autónomos y su aparición no es
facultativa sino que está sujeta a restricciones gramaticales. Unos expresan relaciones o
accidentes gramaticales del tipo de número gramatical, género gramatical, caso
gramatical (en ciertas lenguas, llamadas flexivas, como el latín, el griego, el alemán, el
euskera…), tiempo verbal, modo verbal, persona verbal… Otros (gramemas
derivativos o morfemas derivativos) sirven para formar unas palabras a partir de otras,
y a su carácter formal (-ble, por ejemplo, sirve para formar adjetivos a partir de verbos
(opinar > opinable, temer > temible) añaden un cierto significado no gramatical (-ble,
“que puede o debe”: ´que puede o debe opinarse`, ´que puede o debe temerse`).
1.1.2. Tipos de morfemas gramaticales o gramemas según su contenido
significativo y su función en la composición de palabras:
Gramemas o morfemas derivativos
Se llaman asimismo afijos. Son formantes facultativos mediante los cuales se
forman significados composicionales y conceptos derivados del significado básico (a
partir del lexema o morfema léxico). Según su posición respecto al lexema, se
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distinguen tres tipos de morfemas gramaticales derivativos: prefijos, sufijos, interfijos,
infijos (ver más adelante, en 2.2.1.)
Gramemas o morfemas flexivos
Son formantes constitutivos que ocupan siempre la posición final de la palabra
(después del lexema y tras los morfemas derivativos, de haberlos) y la información que
ofrecen es de tipo gramatical puro, como el género, el número, la persona, el tiempo, el
modo, etc.
1.1.3. Tipos de morfemas gramaticales según su ligazón o independencia con
respecto a otros morfemas o lexemas.
Distinguimos entre morfemas trabados (o «ligados» o «dependientes»),
unidos a más morfemas (lexemas o morfemas) en el interior de una palabra, y que
necesitan de otro morfema para aparecer, y morfemas libres o independientes, fuera
de otra palabra que no sea la que ellos mismos constituyen, es decir, formando ellos
mismos una palabra. Morfema (monema) libre es, por ejemplo, la palabra sol, que sería
trabado en solito, solín, solecito, solucu, etc. Otros ejemplos de morfemas-palabra
libres: árbol, pared.
Una clase especial de estos morfemas libres o independientes (en su categoría
de gramemas o morfemas gramaticales) son un grupo de palabras que tienen más de
morfema gramatical que de palabra (o lexema) propiamente dicha (esto es, dotada de
significado referencial con respecto al mundo y los conceptos), como el artículo o la
preposición. Un número importante de ellos son los llamados clíticos, palabras que
dependen sintáctica y fonéticamente de otros morfemas (o lexemas) aunque admitan
interposiciones entre ellos y la palabra de la que dependen: estoy en casa, estoy en mi
casa, el gallo cacarea, el primer gallo cacarea. Ese grupo de morfemas gramaticales
con aspecto de palabra plena pertenecen a las categorías de los determinantes –artículo,
formas apocopadas de algunos adjetivos y adverbios, los indefinidos cada, sendos, y
cierto/a/os/as—, las expresiones no obstante y sin embargo, las preposiciones, las
conjunciones, los pronombres átonos, los relativos átonos y las conjunciones
subordinativas (transpositores).
[NOTA: En la práctica, en el comentario morfológico, sobre indicar si los
morfemas son libres o trabados, lo importante será el señalar las restantes
características morfológicas de cada palabra (categoría, subcategoría, lexema,
morfemas derivativos, morfemas flexivos).]
1.1.4. Las manifestaciones fonéticas de los fonemas: morfo, alomorfos,
morfo cero
Un morfema no requiere estar presente fonéticamente para existir. Así, el
morfema de singular nunca está presente fónicamente, aunque sí lo está por su
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oposición en ausencia (en nuestra mente) con el morfema de plural (que se manifiesta
por medio de –s o –es). De ese modo, saco y mes son singular (tienen el morfema de
singular) porque sabemos que se oponen a saco-s y mes-es. Llamamos morfo a la
ejecución fonética de un morfema y morfo cero, a su ausencia. En el caso del singular,
por ejemplo, hablamos siempre de “morfo cero”, que representamos así: Ø. Otro tanto
ocurre con los adjetivos terminados en consonante: peor, sutil, inconsútil tienen como
morfo de género Ø.
En otras ocasiones un morfema tiene representaciones fonéticas distintas, en
esos casos hablamos de alomorfos. Así, como hemos dicho, el plural puede estar
representado por –s o por –es, que son alomorfos del morfema de plural.
También lexemas y sufijos pueden tener alomorfos. Así, en mano, manita,
manina, manaza, mano y man- son alomorfos del mismo morfema lexemático
(lexema). Igualmente, son alomorfos: -ble y -bil en imposible e imposibilidad o nece- y
neci- en necio y necedad.
[Nota: En el caso de los verbos polirrizos (ver 3.1.1.3) hablamos de suplencia
para el tipo de alomorfia que presentan. También se habla de suplencia cuando la
alomorfia está constituida por un étimo latino que presenta doble forma («doblete»), una
popular (evolutiva) y otra culta: leche / lácteo / lactosa; piedra / pétreo / petrificar.]
1.1.5. Tipos de morfemas derivativos según la categoría gramatical de la
palabra derivada en relación con la palabra base
Si un morfema derivativo cambia la clase gramatical de la palabra base, se
denomina heterogéneo, si no, homogéneo.
Aunque la mayoría de los prefijos se comportan como derivativos homogéneos,
excepcionalmente se comportan como heterogéneos. Así anti- en antigás (Adj.), de gas
(Sust.), frente a antiaéreo (Adj.), de aéreo (Adj.). Los sufijos son frecuentemente
heterogéneos.
MORFOLOGÍA LÉXICA
2. PROCEDIMIENTOS DE FORMACIÓN DE PALABRAS
Composición. Combinación. Derivación. Parasíntesis. Acronimia y siglas
2.1. Composición y combinación
Denominamos composición la formación de una palabra nueva mediante la
unión de dos o más palabras.
Tipos: compuestos ortográficos, compuestos sintagmáticos.
2.1.1. Compuestos ortográficos: La palabra nueva constituye una única
entidad: posavasos, metomentodo, lavaplatos.
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Los más frecuentes son los sustantivos compuestos (compraventa, altibajo,
sobremesa, mandamás, acabose, sacapuntas), especialmente los formados por V + Sust
(correcalles, compraventa, lavacoches). Son menos frecuentes los adjetivos compuestos
(rojiblanco, verdinegro, maloliente, boquiabierto) y los verbos compuestos (maniatar,
malcriar).
Número: En el caso de los compuestos nominales de V + Sust, el segundo
elemento va en plural (lavaplatos, lavavajillas), pero el compuesto no tiene marca de
número, sino que la recibe del artículo o del determinante (este lavavajillas, estos
lavaplatos). Se exceptúan los casos en que el sustantivo originario es incontable (un
cortacésped, unos cortacéspedes) o designa un objeto único por naturaleza (un parasol,
unos parasoles, un quitasol, siete quitasoles).
Adjetivos compuestos con guión: Muchos compuestos ortográficos formados
por Adj + Adj van enlazados por un guión: físico-químico, teórico-práctico.
2.1.1.1. Compuestos ortográficos. Compuestos por combinación
Un tipo especial de composición ortográfica es la formada por la unión de dos
palabras incompletas o de una completa y otra incompleta: ofimática (oficina +
informática), cantautor (cantante + autor), euroorden (orden + europea [de búsqueda y
captura]), eurodiputado (europeo + diputado), publirreportaje (publicitario + reportaje).
Se puede considerar una forma de acronimia (ver más adelante, 2.2.5.).
2.1.2. Compuestos sintagmáticos
Funcionan como una unidad (una palabra), pero los términos no se han
fusionado ortográficamente: hombre rana, ojo de buey.
Responden a tres estructuras: Sust + Sust (buque escuela, casa cuartel), Sust +
Prep + Sust (motor de explosión, máquina de coser), Sust + Adj (contestador
automático).
El plural de estos compuestos se forma sobre el primer vocablo (casas cuartel,
mandos a distancia), excepto en las estructuras de Sust + Adj, en las que la marca de
número recae sobre ambos términos (teléfonos móviles).
2.2. Derivación
2.2.1. Consiste en formar palabras a partir de una base léxica a la que se
incorporan morfemas: tesor- > tesorero, sol > solar. De variado tipo, reciben el
nombre común de afijos. De entre ellos distinguimos los derivativos, que forman
palabras distintas y que se oponen a los flexivos, los cuales no forman palabras
distintas, sino que conforman accidentes gramaticales sobre la base léxica. Los
morfemas derivativos se dividen en confijos (sufijos continuos que no dividen la
raíz, y que a su vez se dividen en: prefijos, sufijos, interfijos), circunfijos (sufijos
discontinuos que rodean la raíz), infijos (sufijos continuos que se insertan en una
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raíz o morfema léxico). Los sufijos, a su vez, pueden ser apreciativos y no
apreciativos.
Prefijos: Preceden al radical o lexema. Son átonos y poseen significado. Si
cargan con acento son en realidad prefijoides o prefijos cercanos a los lexemas.
franqueable> infranqueable. El prefijo in-, aporta el significado de negación o
privación.
silábico> monosilábico. El prefijoide mono-, aporta el significado de “único” o
“uno solo”.
Sufijos: Van después del radical o lexema y antes de los morfemas dependientes
gramaticales. Pueden cambiar la categoría gramatical de la palabra o el género de los
sustantivos y son tónicos, es decir, cargan con el acento de la palabra.
repetir > repetible. El sufijo: -ible, transforma un verbo en adjetivo.
tranquilo> tranquilamente. El sufijo: -mente, transforma un adjetivo en
adverbio.
casa> casón. El sufijo: -on, transforma el género del sustantivo casa.
Interfijos: Son alargamientos morfológicos eufónicos («morfemas» sin
significado) que se colocan tras el lexema y ante los sufijos (puebl-ec-ito, polv-areda), para evitar la cacofonía entre dos sonidos y las homonimias. Son átonos y no
poseen significado.
polv-ar-eda, hum-ar-eda, en-s-anchar, puebl-ec-ito, cafe-c-ito, cafe-l-ito, cafe-tito, cursi-l-ería, te-t-era, pan-ad-ería, pañ-iz-uelo.
Se considera también interfijo, aunque no de manera unánime, la i que se sitúa
entre dos morfemas léxicos para forma los relativamente abundantes compuestos de
sust + adj del tipo de pat-i-zambo, pel-i-rrojo, boqu-i-abierto, car-i-lindo, etc.
Infijos: son afijos insertados dentro de la raíz de la palabra, rompiéndola en dos
partes. En castellano son muy marginales y afectan a los sufijos apreciativos. Aparecen
en sustantivos (azuqu-it-a), adverbios (lej-it-os) o con ciertos nombres propios (Carl-itos, Luqu-it-as).
2.2.2. Clases de prefijos según su contenido semántico:
Prefijos locativos
ante-: antesala
entre-, inter-: entrevía, interdental
extra-: extracorpóreo
retro-: retrovisor, retrógrado
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sobre-, super-: sobrevolar,
superponer
sub-: suboficial
tras-, trans-: trastienda,
translúcido
vice-: vicealmirante
Prefijos
temporales
ante-: antecesor
post-/pos-: postdata, posponer
pre-: prefabricar, prejuzgar
pro-: promocionar
Prefijos de
bi-, bis-: bimensual, bisabuelo
cantidad
mono-: monopatín
multi-: multicelular
pluri-: plurianual,
pluriempleo
semi-: semicurado
uni-: unísono, unilateral
Prefijos de
archi-: archimillonario
intensidad
extra-: extraordinario
y tamaño
hiper-: hipermercado, hiperespacio
hipo-: hipoxia, hipoglucemia
Prefijos
a-, an-: amoral, anisométrico
de oposición,
negación o
anti-: antisistema, antipatriótico
contra-: contraataque, contramina
infra-: infradotado,
infravalorar
re-, requete-: recargado,
requetebién
sobre-, super-: sobrecargar,
superpuerto
ultra-: ultraligero
de-, des-: decrecer,
deshacer
dis-: discontinuo
in-, im-, i-: inmoral,
imposible, irregular
privación
2.2.2.1. Las raíces prefijas o prefijoides
Hay muchas raíces con apariencia de morfema, que no son puramente prefijos,
sino palabras o raíces prefijas, es decir, prefijos con contenido semántico más notable
(más marcado) que los prefijos comunes del acervo de la lengua. Estas raíces prefijas se
han introducido por vía culta y provienen del latín y del griego. Muchas de ellas son
propias además de los lenguajes especializados (el jurídico, el de la medicina, etc.).
Ejemplos:
aero > aeropuerto, aerolínea, aeromoza; geo > geospacial, geotérmico,
geoestratégico; tele > teléfono, teledirigido, telescopio; auto > autopsia, autofagia,
autoservicio, automóvil
2.2.3. Sufijos. Sufijos apreciativos y no apreciativos
2.2.3.1. Sufijos apreciativos
Los apreciativos (angelote, porconzón, güelina, grandote, sillina, sillita…)
alteran el significado de la base añadiéndole valoraciones subjetivas, pero sin cambiar
su categoría gramatical. Muchas veces, el significado de estos sufijos depende del
contexto y la situación. Por ejemplo, podemos llamar “pancina” (irónicamente o por
antífrasis) a un hombre de mucha barriga. Los principales apreciativos son los
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diminutivos, aumentativos y despectivos, que, en los dos primeros casos, no siempre se
utilizan con su estricto valor objetivo, sino con un significado emocional (afectivo,
expresivo).
2.2.3.1.1. Los diminutivos lexicalizados.
En ocasiones, aparecen formando parte de un vocablo diminutivos que no tienen
tal valor (aunque en su origen pudieron tenerlo): no pueden, pues, ser considerados
como tales. Ejemplos: lentejuela, pañuelo, colilla, bombilla, caseta.
2.2.3.2. Sufijos no apreciativos en relación con las transformaciones de su
base
Alteran notablemente el significado de la base y, con frecuencia, su categoría
gramatical:
hambre > hambriento; telón > telonero
2.2.3.1. Recordemos que los sufijos, al igual que los prefijos, pueden ser
homogéneos y heterogéneos. Homogéneos son aquellos en que la palabra derivada
pertenece a la misma categoría gramatical de la de partida (vasallo > vasallaje; rojo >
rojizo; cantar > canturrear). Heterogéneos, aquellos en que la palabra derivada
pertenece a distinta categoría gramatical (dormir > dormitorio; cruel > crueldad).
Según el punto de partida y el de llegada, en los morfemas-sufijo heterogéneos
hablamos de sustantivos deadjetivales (cruel > crueldad), sustantivos deverbales
(dormir > dormitorio), adjetivos denominales (bimestre > bimestral), adjetivos
deverbales (comer > comestible), adjetivos deadverbiales (lejos > lejano), verbos
denominales (razón > razonar), verbos deadjetivales (húmedo > humedecer).
En los morfemas-sufijo homogéneos: de sustantivos denominales (prado >
pradera; álamo > alameda), adjetivos deadjetivales (azul > azulado; amarillo >
amarillento), verbos deverbales (bailar > bailotear).
2.2.4. Parasíntesis
Procedimiento por el cual se incorporan a la vez un prefijo y un sufijo a una
base léxica: luna > alunizar, tierra > aterrizar.
Lo que define a las palabras parasintéticas es que ni el prefijo más la base ni la
base más el sufijo constituyen una palabra: no existen ni *aluni ni *lunizar. Es un caso
distinto, pues, a las palabras que tienen un prefijo y un sufijo añadido a un lexema:
predeterminable (aquí sí existe determinable).
El prefijo y el sufijo de las palabras parasintéticas se consideran un único
morfema, llamado circunfijo o morfema discontinuo: -lun- (base), a…izar (morfema
discontinuo verbalizador).
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2.2.5. Acronimia y siglas
Acronimia: Es la creación de palabras por medio de la unión de las iniciales (a
veces, no sólo el fonema inicial) de varias otras palabras: ONU, RENFE, ovni, láser,
INRI, cedé, etcétera. Se produce el fenómeno de que sobre los acrónimos puede darse
derivación: peceros 'militantes del PCE', ucedista, lasérico, etc.
A veces se distingue entre siglas (las palabras acrónimas constituidas por la
lectura de las letras con su valor fónico alfabético: CD > ce-dé, DVD > de-uve-dé) y
acrónimos propiamente dichos (las palabras acrónimas constituidas por la lectura de las
letras con su valor fónico en la cadena hablada: S.I.D.A > sida).
3. EL VERBO. EL LEXEMA VERBAL. LOS MORFEMAS FLEXIVOS
VERBALES
3.1. El lexema o raíz verbal está constituido por el infinitivo sin terminaciones.
Así, cant-, beb- y ven- son los lexemas o raíces verbales de cantar, beber, venir.
3.1.1. Verbos regulares e irregulares
Un verbo es regular si el lexema permanece invariable en todos los tiempos,
modos y personas, irregular en caso contrario.
3.1.1.2. Las irregularidades pueden ser:
Vocálicas: a) Por aparición de diptongos en la sílaba tónica: soñar, sueño; tener,
tiene.
b) Por cierre de una vocal: dormir, durmió; venir, vino.
Consonánticas: a) Por incremento de una consonante: tener, tengo; lucir, luzca.
Mixtas: a) Modificación de vocales y consonantes: decir, digo.
b) Modificación e incremento de vocales o consonantes: andar, anduve
(el lexema es anduv-).
(Falsas irregularidades: No constituyen irregularidades los meros cambios
ortográficos [no fonéticos] en el lexema. De ese modo, no son irregularidades las de
cog-er, coj-o, o las de toc-ar, toqu-e, rez-ar, rec-e.)
3.1.1.2.1. Alomorfos. Se denominan alomorfos las distintas formas de un
lexema verbal irregular. Así, el lexema de dormir tiene los siguientes alomorfos: dorm(dormimos), duerm- (duermo), durm- (durmamos).
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3.1.1.3. Polirrizos. Se denominar polirrizos aquellos verbos que están
constituidos a partir de diversas raíces (Cfr. «rizoma»). En castellano son ser e ir.
Lexemas del verbo ser: s-, es, er-, se-, fu-. Lexemas del verbo ir: y-, v-, fu-, vay-.
3.1.1.4. Verbos defectivos
Son aquellos que, por diversas razones, carecen de alguna de las formas de
la conjugación.
Algunos sólo se conjugan en tercera persona, bien porque no suelen tener
sujetos (los de los “fenómenos naturales”: llover, amanecer, relampaguear), bien
porque únicamente admiten sujetos inanimados o de deixis gramatical, (concernir —
«esto concierne a sus amigos»—, atañir —«la verdad del asunto no le atañía»—).
Otros verbos no tienen restricciones en función de su sujeto, sino por razones
fonéticas u otras de tipo histórico. Este tipo de verbos solo se usan en infinitivo, en
participio y en formas en cuya terminación aparece la -i-: abolir, abolido, abolió, pero
no *abolo. Otros verbos, como agredir y transgredir pertenecían en el pasado a esa
categoría.
3.2. LOS MORFEMAS FLEXIVOS VERBALES. LA VOCAL TEMÁTICA
3.2.1. La vocal temática indica la categoría verbal de un lexema,
independientemente de que se use como verbo o no. Así, en cant-a-mos, a es una vocal
temática que indica que el lexema es un verbo, en cant-a-dero la a es la vocal temática,
e indica que la palabra procede de un verbo.
3.2.1.2. Raíz o lexema más vocal temática, en este orden, constituyen el tema
verbal.
En cada una de las tres conjugaciones o patrones del castellano (-ar, -er, -ir)
existen tres temas, el tema de presente, el tema de pretérito y el tema de futuro.
Del tema de presente proceden las formas del presente de indicativo, del
presente de subjuntivo y del imperativo.
Del tema de pretérito, el pretérito imperfecto y el perfecto simple de indicativo,
el pretérito imperfecto y el futuro de subjuntivo, el participio y el gerundio.
Del tema de futuro, el futuro de indicativo, el condicional y el infinitivo.
Así, combinando vocal temática y tema, tenemos:
1ª Conjugación
VT. Prese —/a: canto, cantáis
2º Conjugación
—/e: comamos, coméis
3º Conjugación
—/e/i: vivo,
viven, vivimos
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VT. Prete a/—: cantaba, canté
i/ie/—: comía, comieron,
i/ie/—:vivías,
comí
VT. Futu
a: cantaremos
viviera, viví
e: comería
i: vivirían
(NOTA: el signo «—» representa «Ø», un conjunto vacío)
3.2.3. LOS MORFEMAS FLEXIVOS VERBALES. LA CARACTERÍSTICA
El morfema flexivo denominado característica expresa el tiempo, el aspecto y
el modo de una forma verbal, y, a diferencia de la vocal temática, sólo indica el uso
verbal de la raíz (no su procedencia).
Características del tema de presente
Presente de indicativo: o (1ª singular) / — (otras personas)
Presente de subjuntivo: e (1ª conj.) / a (2ª y 3ª)
Imperativo: —/ d
Características del tema de pretérito
Pretérito imperfecto de indicativo: ba (1ª conj.) / a (2ª y 3ª)
Pretérito perfecto simple: é, ste, ó, —, ste, ro (1ª conj.); í, ste, ió, —, ste, ro (2ª y
3ª)
Pretérito imperfecto de subjuntivo: ra / se
Futuro de subjuntivo: re
Participio: do
Gerundio: ndo
Características del tema de futuro
Futuro de indicativo: re / ra
Condicional: ría
Infinitivo: r
3.2.4. LOS MORFEMAS FLEXIVOS VERBALES. LA DESINENCIA
El morfema llamado desinencia señala la persona y el número.
Desinencias:
Singular
Plural
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1ª Pers.
—
-mos
2ª Pers.
–s / —
-is
3ª Pers.
—
-n
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