Mision NIÑOS 2T-2015

Anuncio
g
China
6 de junio
ENCUENTROS DIVINOS
LA SEÑORA TANG Y EL SEÑOR ZHANG
La señora Tang y su hijo de seis años iban camino
del mercado para comprar comida. A menudo iban a
comprar a aquel lugar. El niño se entretenía viendo las
hortalizas que estaban a la venta, a la vez que observaba
a la gente regateando para obtener buenos precios.
Aquel día, mientras caminaban hacia el mercado tomados de la mano, la señora
Tang y su hijo no esperaban que sucediera nada especial. Pero ¡qué gran sorpresa se
llevarían!
La señora Tang creía en Dios, y se reunía con algunos creyentes cristianos todos los
domingos. Pero se cuidaba de llevar a su hijo a las reuniones, debido a que el Gobierno no veía con buenos ojos que los niños aprendieran acerca de Dios.
Mientras se dirigían al mercado por una de las calles de la ciudad, dos caballeros
de buen porte se les acercaron, y luego se detuvieron.
–¿Sabe usted que guardar el domingo no es bíblico? –dijo uno de ellos, levantando una
Biblia y mostrándole a la sorprendida señora Tang varios textos que hablaban del sábado.
El otro hombre la estimuló a que comprobara por sí misma lo que le estaban
diciendo.
–Usted puede buscar en Internet y comprobar cuál es el verdadero día de reposo.
Luego, los dos caballeros concluyeron su breve presentación diciéndole a la señora
Tang que “Jesús vino a este mundo”, y que la “iglesia del sábado” es “realmente la iglesia de Dios”.Y, tan pronto como habían llegado, desaparecieron entre el gentío.
ENCONTRANDO LA IGLESIA
Sorprendidos por aquel breve e inesperado encuentro, la señora Tang y su hijo
continuaron camino al mercado, donde compraron rápidamente las cosas que necesitaban y se apresuraron a volver a casa. Una vez de regreso en su hogar, la señora Tang
comenzó a buscar en Internet respuestas a los interrogantes que los desconocidos habían planteado. La sorprendida señora Tang encontró una excelente página en chino
que tenía claras respuestas acerca de si el sábado era el verdadero día de reposo de Dios.
El portal también ofrecía algunos sencillos estudios bíblicos. Al ver que la página era
auspiciada por un ministerio adventista llamado Amazing Facts, se preguntó si habría
una iglesia adventista en las inmediaciones, que ella pudiera visitar.
Después de buscar un poco, la señora Tang se alegró al encontrar un grupo de adventistas que se reunía en un departamento de su ciudad. Debe de haber algo especial
en este grupo, pensó.
MISIÓN NIÑOS · DIVISIÓN ASIÁTICA DEL PACÍFICO NORTE
23
Al llegar al lugar de reunión de los adventistas el sábado siguiente, la señora
Tang buscó a los dos hombres que habían
hablado con ella en la calle, pero no los
vio. De hecho, ella jamás los vio de
nuevo.
La señora Tang continúa reuniéndose
con los adventistas y cree que ella ha encontrado su hogar espiritual. “Esta iglesia
enseña lo que dice la Biblia – afirma–. Es
muy diferente de la iglesia que conozco.
Creo que los adventistas enseñan la verdad y que Jesús vuelve pronto”.
EL ENCUENTRO DE ZHANG WEI
Todo el mundo respetaba al señor
Zhang. Él estuvo en el ejército chino, y
luego fue alcalde de su pueblo. Un día,
sin embargo, decidió mudarse a una ciudad grande para ganar más dinero.
En cierta ocasión, mientras caminaba
por una calle de la ciudad, oyó algo inusual:
una música que venía de la planta baja de
un gran edificio de departamentos. Al mirar a través de las ventanas, pudo ver que
había gente cantando.
Pronto alguien se acercó al señor
Zhang y lo invitó a entrar en el departamento. El señor Zhang se sentía un poco
inseguro, aunque con curiosidad de
aprender más, por lo que entró en la casa-iglesia adventista. Al darse cuenta de
que varias personas tenían Biblias, se interesó en aquel libro. Con alegría, los adventistas compartieron con el señor
Zhang algunos de sus textos favoritos de
la Biblia y oraron con él.
Zhang continuó regresando a la casaiglesia adventista. Un día surgió el tema
de la vida sana, incluyendo la alimentación. Al explicar las leyes bíblicas de las
carnes limpias y las inmundas, los creyen-
24
tes le dijeron a Zhang que el cerdo era
una carne inapropiada para el consumo,
y que a menudo dichos animales estaban
infestados de parásitos. Pensando que los
adventistas estaban equivocados acerca
de eso, el señor Zhang decidió hacer un
pequeño experimento.
EL EXPERIMENTO CON UN CERDO
Muchas personas trabajaban en el
mismo lugar que el señor Zhang, y el cocinero de la compañía a veces compraba
un cerdo entero para alimentar a los trabajadores. Un día, cuando había cerdo en
el menú, el señor Zhang fue a la cocina
para ver si el cerdo era realmente “inmundo”. Asegurándose de que nadie estuviera
mirando, el señor Zhang rápidamente
tomó un cuchillo y abrió el animal. Encontró que la carne de aquel cerdo estaba
repleta de gusanos de la cabeza a las patas.
Sorprendido y disgustado, decidió que jamás volvería a comer carne de cerdo.
En poco tiempo, el señor Zhang
aceptó todas las verdades bíblicas que estaba aprendiendo en la Iglesia Adventista,
y fue bautizado.
Después de su bautismo Zhang Wei
regresó a su pueblo natal, donde estableció una casa-iglesia adventista con una
sola persona: ¡él mismo! Luego empezó a
compartir lo que había aprendido de la
Biblia con otras personas, y pronto la
iglesia creció. Hoy en día, el municipio
donde vive Zhang Wei cuenta con seis
iglesias adventistas, y en tres municipios
vecinos hay iglesias gracias a las oraciones
y al poderoso testimonio de Zhang Wei.
Este trimestre, parte de la ofrenda del
decimotercer sábado ayudará a establecer
más iglesias-hogar en China. ¡Muchas
gracias por su generoso apoyo!
MISIÓN NIÑOS · DIVISIÓN ASIÁTICA DEL PACÍFICO NORTE
Descargar