COMENTARIO CRÍTICO

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COMENTARIO CRÍTICO
OBSERVACIONES
 Cada comentario incluido ha sido porque aporta algo diferente al resto, aunque nada más
sea una idea o una expresión que llame la atención.
 Algunos comentarios son un poco amplios para hacerlos así en la selectividad pero los he
incluido de todos modos porque pueden aportar ideas.
 He intentado coger comentarios más elaborados y otros más sencillos pero también
correctos.
 Cogiendo ideas de aquí y allá saldría el comentario perfecto.
 El texto es argumentativo con la tesis al final, si bien se vale de la exposición objetiva de
los hechos para hacernos llegar de forma contundente su idea.
Errores comunes: La parte objetiva es una mera introducción, no puede ocupar tanto o más que
la parte personal (esto es muy, muy importante). Tampoco conviene olvidarse demasiado pronto
del texto para expresar ideas personales sobre el asunto.
Modelo 1 (Como estos días hemos estado viendo los tópicos literarios relacionados con este
tema, me ha parecido bien recogerlos aquí)
Bertrand Russell en este texto da argumentos contundentes sobre la imposibilidad de volver la
espalda al progreso. A través de un uso del lenguaje cuidado nos hace reflexionar sobre un tema
que si bien no es actual sí es recurrente y de interés por la polémica que puede suscitar en las
distintas épocas.
Aparentemente, a juzgar por el espacio que dedica el autor al tema, parece que Russell habla
fundamentalmente del anhelo de un retorno a la naturaleza; sin embargo, todo este alegato solo le
sirve como pretexto para que podamos ver las aristas y contradicciones del tema al poner como
ejemplos a dos personas para quienes el retorno a la naturaleza tiene marcadas diferencias a
veces irreconciliables. Por tanto Russell juega constantemente con las distintas connotaciones
que puede tener esa palabra para los lectores haciendo ver el matiz de utopía que conlleva, para
que “caiga” por su propio peso, pues en definitiva ¿qué es el retorno a la naturaleza sino algo
totalmente subjetivo que depende de cada época?
Desde siempre el ser humano ha estado dividido entre el deseo de progreso, inherente a su
capacidad intelectual, y la nostalgia del paraíso perdido del que tantos escritores han hablado (El
paraíso perdido de Milton), como símbolo de pureza, de inocencia. Por tanto es un tema viejo,
como la vida misma, que cobra fuerza en determinados momentos de la historia y de la literatura
como se puede observar en los tópicos que se ponen de moda en el Renacimiento: el “locus
amoenus” de las Églogas de Garcilaso o el “beatus ille” que procedente de Horacio nos llega a
través de Fray Luis en su famosa Oda a la vida retirada en la que ensalza a las personas que han
sabido llevar una vida alejada de riquezas, ruido y envidias. La idea del retorno a la naturaleza al
estilo Rousseau (parecida a la de los anteriores tópicos) tiene un halo de utopía siempre saludable
en cuanto mantiene despierta nuestra capacidad crítica contra los abusos del progreso, pero
totalmente fuera de lugar en cuanto pasamos del plano ideal al real que maneja cifras y
estadísticas. Por tanto esos versos de Jorge Manrique de que “cualquier tiempo pasado fue
mejor”, alientan la tendencia colectiva a la nostalgia del tiempo pasado pero no se sostienen en
un análisis profundo.
La idea del retorno tal como la plantea Lao-Tsé es apenas sostenible pues va contra la propia
naturaleza siempre en continuo estado de creación. Ahora bien, la vuelta a la vida más sencilla
que propone Rousseau podría de alguna manera conciliarse con el progreso que también presenta
varias aristas. Si bien, como dice Russell, hoy en día obviar el industrialismo es inviable,
también es verdad que el texto nos debería hacer reflexionar sobre la importancia de mantener
un equilibrio siendo conscientes de que formamos parte de la naturaleza y debemos respetarla y
ser capaces de vivir de una forma más austera. El progreso no puede hacerse a costa de la
explotación del tercer mundo, de agotar los recursos naturales, de exponer a las personas a
peligros radiactivos etc. Es verdad que uno de los grandes avances del progreso ha sido en el
ámbito de la medicina, pero no podemos olvidar que muchas de las enfermedades actuales se
generan precisamente debido al estrés, a la contaminación, a una vida que no fortalece nuestro
sistema inmunológico, tan útil en el control de las enfermedades.
De modo que este tema requiere por parte del lector un buen análisis sobre la responsabilidad
que tenemos cada uno de nosotros con hacer un mundo más humano, motivo que ha llevado a
algunas personas, a nivel individual o grupal, a optar por una manera de vivir más sencilla que si
bien no es viable para todo el mundo, sí lo es para quienes, sin renunciar del todo a los grandes
adelantos, son capaces de vivir con mucho menos, ajustando el paso de sus horas al ritmo de la
belleza de un atardecer. (Tu profesora)
Modelo 2
El texto que abordamos presenta un discurso en forma de exposición de cara a personas que
pueden tomar conciencia del tema que se desarrolla. El autor se vale de hechos y datos objetivos,
además de cierta subjetividad a la hora de abordar las distintas ideas y la conclusión final. El
tema del retorno a la naturaleza es totalmente polémico y de gran interés en cualquier momento
de la historia (como se ha podido observar), pudiendo ser aplicable, si cabe con más intensidad y
trascendencia, a nuestros días.
Estamos tratando una cuestión humana, un planteamiento totalmente esperado entre personas de
nuestra condición. El hecho de volver a nuestro origen, al pasado, para disfrutar de días más
sencillos, suena gratamente apetecible pero es necesario estudiar su compatibilidad y repercusión
con los estilos de vida de nuestra época. Ya en el siglo VI a C Lao- Tsé sacó a debatir ideas que
defendían la vida en conformidad y concordancia con la naturaleza, rechazando hasta la más
mínima alteración de los recursos del medio natural, aunque ésta supusiese un ápice de progreso
o desarrollo socio-económico. Supone una visión asombrosamente inflexible, ortodoxa y purista
sobre el tema, convirtiendo incluso, podría decirse, a cualquier artesano en un “adulterador” de
la esencia humana. Se han de tener en cuenta el contexto y momento histórico en que se
desenvuelve el autor. Otro pensador, Rousseau, acepta una parte del planteamiento de Lao-Tsé,
hasta el punto que apoya y cree en la idea de retornar a nuestro origen, de volver a los día
sencillos. En sí, comparte parte de los principios del autor chino. Sin embargo, y de manera
inevitable dada la época y el contexto histórico en que se desenvuelve su vida (siglo XVIII),
acepta la necesaria y obligada intervención humana en la naturaleza, alterándola y modificándola
para llevar a cabo y desarrollar el inexorable progreso ligado a la condición humana. Es aquí
cuando nos encontramos ante una disparidad, una diferencia de enfoques, fruto únicamente de
las distintas épocas y contextos históricos de los autores. Y es que la concepción de hombre
sencillo, para Rousseau, posiblemente no tuviera mucho que ver con la idea del ser humano en
un estado de pureza con la naturaleza por parte de Lao- Tsé. Podría decirse que la intensidad del
retorno a nuestros orígenes es directamente proporcional al progreso obtenido hasta ese
momento. Sin embargo, se observa una clara incompatibilidad entre el hecho de retornar y el
natural progreso humano, tal y como concluye el autor. Creo oportuno ahora trasvasar este
debate hasta nuestros días, apelando por un desarrollo sostenible entre el necesario respeto a los
recursos de la naturaleza y el progreso intrínseco a nuestra condición. ¿Cómo es posible esa
coexistencia entre ambos pilares? En mi opinión, hoy día, las ideas en relación al desarrollo
armónico, las fórmulas contra el calentamiento global o las soluciones medioambientales están
cada vez más generalizadas pero, en vez de hacer que se produzca un acercamiento a esa
convivencia (que parece inalcanzable), desembocan en un gradual alejamiento de la misma, dada
la voracidad del sistema con el que contamos. Aun siendo conocedores de las fórmulas
necesarias y de las soluciones posibles, nos mostramos impasibles e impotentes ante la magnitud
del inevitable transcurso de los acontecimientos, que nos nubla nuestra posible percepción
positiva de la situación y la consecuente actuación. Parece que no hay ni tan siquiera un control
de dichas fórmulas: Parece que, casi siempre, el progreso va por delante de la legislación.
Echando un vistazo al panorama actual se observan una serie de acontecimientos consecuentes a
nuestras mal coordinadas acciones que resultan ser bastante claras. Se trata de un panorama
protagonizado por mares que no aceptan más petróleo, países que se inundan o que carecen de lo
más básico, por ejemplo. Se palpa, así, cómo esa coexistencia es imposible en el siglo XXI, no es
viable ahora, se trata de una utopía. No hay más que percatarse de la ausencia de organismos
internacionales(o mejor dicho, ausencia de actuación por su parte), de cómo el deterioro
medioambiental es consustancial al sistema capitalista o de cómo las grandes multinacionales
anteponen la rápida generación de beneficios a la conservación del medio natural. El
enfrentamiento al problema suele ser individualista, cuando debería ser común a todos. Se suele
dar una respuesta hedonista, un “sálvese quien pueda”, que cada uno busque su propio
salvavidas. Así, volver a los días sencillos para un matrimonio emigrante gallego en Suiza será
retornar a su terruño natal, para un matrimonio de jubilados suizos será pasar su vejez bajo el
solo del litoral hispano, para una familia de Fukushima alejarse de la zona radiactiva y buscar
lugares seguros…
En cambio, lo que sí se puede hacer es luchar por un desarrollo sostenible a través de actitudes
comunes consensuadas, coordinadas por colectivos concienciados con esta temática, y que
promueven el uso de energías alternativas y renovables, evite la deforestación y anime al uso
racional de recursos mediante medidas educativas y concienciadoras. Un desarrollo sostenible
para sobrevivir no para ostentar. Ante la vorágine del maquinismo, de la imposición tecnológica,
de la excesiva velocidad de la vida, de la incomunicación…Pienso que el ser humano se ve
pequeño frente a la presión del “monstruo” que ha creado y su sueño no es otro que el volver al
ritmo humano por naturaleza, más pausado, más propenso al paseo, al diálogo, a la reflexión, a
los hábitos saludables de vida… (Ana Aparicio)
Modelo 3
El texto que vamos a comentar es argumentativo, aunque hay gran predominio de la exposición
objetiva (recurso que proporciona mayor veracidad a los argumentos), manteniendo el orden
clásico del desarrollo de un texto de este tipo (introducción al tema, profundización en el mismo
en este caso con ejemplos de varias opiniones, y conclusión final que deja clara la postura del
autor). Para su redacción ha sido utilizado un registro estándar que nos permite acercarnos al
tema evitando un lenguaje coloquial con el que el texto perdería la seriedad que requiere.
Otro aspecto es la importancia del tema; siempre ha causado polémica la industrialización frente
a la vida natural, y ha preocupado al ser humano a lo largo de la historia. No obstante, no es un
tema actual que aparezca con frecuencia en los diarios sino que se trata cada cierto tiempo.
Si nos referimos al contenido en sí he de decir que francamente, queramos admitirlo o no, nos
encontramos ante una verdad incuestionable. Russel afirma que no es posible un “retorno al
pasado” como solución a los problemas que conlleva la industrialización, debido a lo que ello
desencadenaría (…“la muerte por inanición de un 90% de la población…“), y, sin duda, parece
estar en lo cierto. En la actualidad, estamos tan sumidos en un estilo de vida” industrial”, tan
acostumbrados por ejemplo a levantarnos por la mañana y abrir el grifo para dejar correr el agua
mientras calentamos un café, y lo tenemos tan “mecanizado”, que no somos conscientes de hasta
qué punto dependemos de toda la tecnología que nos rodea e incluso algunos se atreven a afirmar
que podrían vivir sin ella. La verdad es que y por desgracia, me cuesta creer que esto sea viable
más aún habiendo nacido donde hemos nacido y teniendo en cuenta las facilidades que la
tecnología nos proporciona en nuestra vida tanto en alimentación (químicos y productos
transgénicos) como en salud (medicamentos) o transporte y comunicación.
Es evidente que hoy por hoy, no estamos capacitados ni física ni psicológicamente para
abandonar la civilización moderna y retomar aquella vida tan idílica que anhelamos. Sin
embargo, creo que sí podemos hacer algo para paliar los efectos negativos que lleva el
industrialismo (por cierto, los cuales no menciona el autor, no al menos en este texto). Reciclar o
reducir el consumo de energía son algunas soluciones para acercarse al utópico equilibrio
sostenible. (Julia Serrano García)
Modelo 4
En el texto predomina la exposición y la argumentación pues expone ideas constantemente
argumentándolas de distinta forma. El texto en cuestión es un tema que ha repercutido mucho
más en la sociedad en épocas pasadas, con lo cual no es un tema de gran importancia actual, pues
hoy día la evolución de la sociedad se basa en los avances científico- tecnológicos si bien se
tratan de solucionar sus consecuencias negativas. Puesto que el tema es de gran trascendencia
histórica puede resultar interesante
El autor del texto es Bertrand Russell y el fragmento está extraído de su obra “la perspectivas
científica”; al ser un texto dirigido al público general, el registro utilizado es en todo momento
culto, y es un texto ordenado al exponer las ideas relacionándolas claramente, es pues un texto
fácil de comprender.
En mi opinión la idea que defiende Lao- Tsé no es viable para la sociedad pues si esta se limitase
a vivir exclusivamente de la naturaleza no habría existido la evolución que ha dado lugar a
nuestra vida actual, es más, la especie humana viviría en condiciones adversas para ella, por
ejemplo si no existiesen los avances quirúrgicos morirían muchas personas, si no se hubiese
inventado la bombilla tendríamos que ver por la noche utilizando fuego, lo cual es muy
incómodo; resulta imposible imaginar a la sociedad sin progreso; la idea que defiende Rousseau
puede ser más lógica pues defiende la utilización de lo moderno con sencillez; aun así tampoco
puede ser llevada a cabo hoy en día pues disponemos de numerosos avances que nos permiten
esforzarnos cada vez menos al trabajar, la sociedad está acostumbrada a unas comodidades de las
que sería difícil, casi imposible, prescindir.
De esta forma, podemos decir que nuestra vida está basada en el progreso forjado durante
muchísimo tiempo, que sin duda es beneficioso para nosotros, si bien es importante citar que
también presenta inconvenientes, por ejemplo, las fábricas de alimentos permiten una gran
producción capaz de alimentar a muchas personas en poco tiempo, sin embargo, provocan una
contaminación que nos perjudica. Aun así, no podemos suprimir las fábricas pues ello supondría
una disminución de la producción o incluso la desaparición de algunas de nuestras bases de
alimentación, lo cual es totalmente inaceptable. Esto es, no se pueden solucionar los problemas
de los avances mediante el retorno al pasado pues ello ocasionaría más problemas aún. No
podemos vivir sin vacunas porque algunas provoquen en unas cuantas personas una reacción
negativa, pues ¿cuántas personas morirían en ese caso afectadas por las enfermedades para las
que no han recibido vacunación?
Es fácil imaginar también, por ejemplo, cómo se multiplicaría el trabajo doméstico sin la fregona
o la aspiradora; así como la forma en que nos afectaría que no existiesen los medios de
transporte. También es cierto que no todas las personas o poblaciones han llevado a cabo la
mecanización de igual forma: podemos citar a los indígenas africanos, cuya vida es
absolutamente natural, por ejemplo, si bien debemos señalar que los grupos más primitivos de la
sociedad tienen muchas dificultades para vivir siendo los más evolucionados los que tienen más
calidad de vida.
En definitiva, nuestra vida está fundamentada en la evolución progresiva del conocimiento y los
avances, consecuencia de él, y con el tiempo la hemos mejorado mucho.
No obstante, es cierto que cada vez prestamos menos atención a la naturaleza y en mi opinión
debemos combinarla con las novedades: ¿por qué no ir a pasear por el campo en lugar de coger
el coche? Es más saludable para nosotros, además de beneficiar al medio ambiente ya que no
contamina.
Aunque prácticamente todo lo que hacemos está modernizado, no debemos olvidar que vivimos
en la naturaleza y que venimos de ella y por tanto debemos respetarla y cuidarla, protegiéndonos
a nosotros mismos al mismo tiempo.
Así, y en resumen, la opción más inteligente es combinar lo moderno y lo natural de la forma
más armoniosa posible y beneficiosa para todos: el hombre procede de la naturaleza; la
naturaleza es el hombre. (Esperanza).
Modelo 5
Bertrand Russell, el escritor de este texto, ha creado una obra argumentativa, ya que expone las
ideas y razones para el regreso a la naturaleza desde diferentes perspectivas y todas ellas
afianzadas en distintos razonamientos. El tema que trata es bastante recurrente y polémico ya que
existen muy diversas opiniones sobre si es necesario el retorno a una vida más sencilla y natural.
Aunque es una cuestión bastante tratada no hay una solución definitiva para el mismo. El autor
utiliza una organización encuadrada, pues comienza con un principio común y lo va
argumentando con ejemplos para al final llegar a una conclusión; también observamos que
utiliza un lenguaje culto pero de fácil comprensión, esto hace que sea de fácil divulgación.
En mi opinión el retorno a la naturaleza sería una buena forma de humanización ya que nos
hemos vuelto seres inertes que no seguimos ningún principio moral y solo actuamos para
conseguir una fortuna.
Sin embargo este regreso a los natural sería la destrucción de los esfuerzos de generaciones
pasadas por conseguir el bienestar del que ahora disfrutamos. La salida a esta existencia llena de
egoísmos y sin razones no sería volver a una supervivencia en la naturaleza. Actualmente no
podríamos sobrevivir sin los medios técnicos que nos hacen la vida más fácil, algunos de ellos
como el coche, los medicamentos o incluso algo de vital necesidad como la comida, ya que sin
fertilizantes ni las modernas técnicas empleadas en las cosechas no tendríamos suficiente
abastecimiento para toda la población.
Desde otro punto de vista podemos ver opiniones que rechazan totalmente la vida moderna y por
eso buscan alternativas. Estas opciones son muy diversas y pueden ser soluciones a los
problemas antes expuestos. Una de ellas es el uso de un medio de transporte sostenible como la
bicicleta o los patines, otro remedio para no usar medicamentos sería usar plantas curativas y
remedios caseros contra las enfermedades. Y para terminar podríamos alimentarnos de productos
cultivados sin el uso de productos químicos. Algunas personas sienten la necesidad de vivir de
forma más natural por eso hay aldeas y poblados que pueden conseguirlo. Algún ejemplo puede
ser la Aldea Beneficio donde conviven 300 personas de diferentes culturas que decidieron
construir sus casas con materiales naturales y cultivar sus propios alimentos.
Para finalizar creo que el regreso a una vida totalmente natural es inviable, y aún más si se trata
de toda la población. Sin embargo creo que se deberían tomar medidas contra el industrialismo
que sufren las ciudades , e incluso algunas medidas podrían emprenderse a nivel personal. No es
dejar nuestras comodidades sólo es ayudarnos de la naturaleza para conseguirlas en vez de usar
las tecnologías. (Irene)
Modelo 6
Cualquier tiempo pasado fue mejor, eso es lo que reza el dicho popular y viene a ser lo mismo
que Bertrand Russell nos dice en este fragmento de su libro “La perspectiva científica”. En dicho
fragmento nos expone el tema, recurrente en el tiempo, del deseo de las personas por progresar a
una vida más natural, sin tantos artificios y máquinas. Mediante un lenguaje claro y natural, el
autor nos muestra cómo ya en la antigüedad se ha mirado hacia atrás con el deseo y el anhelo de
esa forma de vida natural.
Resulta irónico que para lo que Rousseau era el hombre natural, para Lao-Tsé fuera la peor de las
aberraciones de vida posible.
Si bien es cierto que el ritmo de vida actual con las prisas, los agobios, el afán competitivo, el
capitalismo del que más tiene más vale, no sea la forma más adecuada de vivir el tiempo que nos
ha tocado, ciertamente, un intento del hombre actual de regresar a una vida tan natural como la
planteada por Lao- Tsé sería un verdadero desastre.
Quizá la respuesta está en encontrar un punto medio en el que, sin olvidar muchas de las cosas
que tenemos en la actualidad (medicina, genética, ingeniería…), seamos capaces de dedicar más
tiempo a llevar una vida contemplativa en armonía con la naturaleza, y que nos ayude a
encontrar y desarrollar más nuestro “yo “ interior, algo totalmente olvidado.
Por otro lado, deberíamos renunciar a ciertas cosas, por ejemplo, a consumir una determinada
fruta durante todo el año, para así poder tomarla en su momento pero con un sabor más natural.
O utilizar más plantas medicinales y sus remedios en lugar de tantos medicamentos. Dedicar más
espacio a la naturaleza en lugar de construir grandes centros comerciales. Fomentar que nuestros
hijos jueguen con la tierra, las ramas, el agua, las piedras, etc, en lugar de la play, la wii, el
televisor…
La juventud de hoy en día nos hemos acostumbrado a utilizar las nuevas tecnologías para todo.
Hace unos años, un trabajo de investigación, necesitaba de muchos días de búsqueda en
bibliotecas para su correcta realización. En la actualidad, pulsar unas cuantas teclas nos permite
tener el trabajo en pocas horas y sin movernos de casa.
En conclusión, deberíamos intentar alcanzar un equilibrio entre modernidad y naturaleza,
procurando no perder nunca el Norte. (Valle Zurita)
Modelo 7
Para empezar, el texto está extraído del libro “La perspectiva científica” en el que predomina la
argumentación, que recoge algo de exposición (la argumentación se aprecia en el último párrafo
en el cual se aportan datos y explicaciones). Además, el tema que trata el texto es un tema
recurrente del que se habla cada cierto tiempo, lo cual incluso se menciona en el texto,
mostrando dos pensadores de épocas tan distantes. El texto recurre al registro estándar, con
algunos rasgos cultos. Se aprecia que el texto está dotado de cierta objetividad y puede estar
dirigido a un público interesado en la ciencia. Al ver el orden de las ideas el autor resume y
aporta datos respecto a la información antes dada lo que da objetividad y carácter conciso al
texto.
Por otro lado, en cuanto a las ideas de estos dos pensadores se observa que el pensamiento de
Lao- Tsé tiende al absurdo ya que defiende que algunas cosas que son vitales deben desaparecer
(tales como puentes o embarcaciones). La perspectiva de Rousseau es algo más coherente desde
el punto de vista del siglo XVIII pero no lo es del todo desde el punto de vista actual. Eso sí, lo
que intentan ambos es encontrar una solución a los problemas de la vida moderna en el retorno a
la naturaleza; en cambio, bajo mi punto de vista, no hay que volver a la vida primitiva para
solucionar problemas modernos, por ejemplo para no contaminar no hay que prohibir los
vehículos sino fomentar los transportes públicos, y así sucede también con otros medios técnicos.
Sin embargo, lo que sí es cuestionable, es la manera de la que nos estamos alejando de la
naturaleza debido a los nuevos avances. En fin, este retorno a la naturaleza es muy complejo
dado que tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero siempre es mejor una vida natural a una
vida artificial. (Rafa Córdoba)
Modelo 8
El texto de “El retorno a la naturaleza” es una exposición que nos muestra un tema planteado
desde tiempo atrás y del cual se sigue debatiendo en la actualidad. Se sigue hablando de él
todavía porque es un tema de una importancia relevante muy presente en nuestro día a día ya que
afecta a nuestra forma de vida.
El autor, para expresarse, utiliza un registro culto y, en ocasiones, emplea palabras que aportan
énfasis a aquello que se lee, como es el caso de “hombres puros de la antigüedad”, “anhelamos
ardientemente”, “destrucción de la antigua belleza”…
En sus vidas, tanto Lao- Tsé como Rousseau manifestaron el deseo de volver a vivir de una
manera más sencilla, pero resulta algo irónico el comprobar que las diferencias en la forma de
pensar de ambos era notable cuando los dos defendían lo mismo. Esto se refleja en algo tan
sencillo como la opinión que ambos tenían acerca de la existencia de puentes. Sin embargo, se
pueden entender estas diferencias respecto al mismo tema sabiendo que Lao- Tsé era enemigo de
todo lo artificial y desechaba todo aquello que no tuviese un origen natural; en cambio Rousseau
defendía que el hombre es naturalmente bueno, que la sociedad corrompe esa bondad y que por
lo tanto es necesario volver a la virtud primitiva. De ahí su vivo sentimiento por la naturaleza,
pero en el sentido de valores y comportamiento humano.
Personalmente creo que la solución a los problemas de la vida moderna no está en el retorno a la
vida primitiva, sino en conseguir un equilibrio entre ambos. No podemos desechar todo lo nuevo
y moderno, ya que eso es uno de los signos de civilización que posee el ser humano, y no me
estoy refiriendo sólo a la ciencia, sino a las leyes por las que nos regimos entre otras muchas
cosas. Tampoco podemos agarrarnos a todos los avances que hemos conseguido, eso significaría
perder de vista el lugar del que venimos y no lograríamos saber a dónde vamos sin tener un
punto de partida para poder tenerlo como referencia. Así que lo ideal sería encontrar un punto
medio en el que la vida natural y la moderna se encontrasen, para poder seguir avanzando en
nuestro camino sin olvidar que algún día lo empezamos.
Lamentablemente no siempre se logra encontrar un punto medio y la sociedad tiende a vivir de
un a forma en la que poco a poco se va perdiendo lo natural. A pesar de todo esto hay grupo de
personas que defienden una vida alternativa e intentan tener presente la naturaleza en sus vidas.
Quizá esto no sea viable para toda la sociedad por el simple hecho de que no todos poseemos el
mismo punto de vista, no todos compartimos la misma opinión y no todos caminamos en la
misma dirección. (Alba García)
Modelo 9
El texto “El retorno de la naturaleza” es una argumentación. El autor expone las ideas de dos
filósofos y da su propia opinión. El autor también está usando un registro culto y científico, no
usa ningún vulgarismo ni frase hecha. Además, es un buen escritor, ya que todo lo que ha escrito
tiene un orden cuidado para expresar su idea sobre el tema que trata. Dicho tema actualmente no
es bastante importante ya que hoy en día muchas personas tienen la idea de que deberíamos
retroceder al pasado y parar la tecnología actual, pero es recurrente cada cierto tiempo, mientras
la tecnología siga avanzando siempre habrá alguien que tenga esa idea.
En mi opinión, no creo que la solución a los problemas esté en volver al pasado ya que siempre
hay problemas, estemos en la época que estemos. Desde la importancia de conservar el fuego en
la prehistoria, hasta la contaminación hoy en día, los problemas surgen siempre y dependen de la
época. No se puede prescindir de los medios de transporte ya que es importante poder ir de una
lugar a otro rápidamente, si prescindimos de medios químicos para mejorar las cosechas nos
exponemos a hambrunas. Y si prescindimos de la medicina, casi nadie podría vivir, y los
muertos aumentarían considerablemente.
Pero aunque el retorno a la naturaleza no es viable para solucionar los problemas, sí es cierto
que hoy en día vivimos demasiado alejados de ella. Hay personas para las que ni siquiera existe
la naturaleza. Se olvidan las noches estrelladas tapadas por una niebla de luces artificiales y el
sonido del viento entre los árboles enmudecidos con sonidos de motores.
Hay personas que viven apartados de la vida moderna y en la naturaleza misma, pero no todo el
mundo es capaz de renunciar a la tecnología y consumismo actual. Ni alejarse de la tecnología ni
vivir en la naturaleza plena es bueno. (Ángel Gómez)
Modelo 10
En el texto Rusell presenta de forma argumentativa un tema que afecta en gran medida a la
sociedad actual. El autor utiliza un lenguaje culto donde se observa cómo intenta acercar al
oyente hacia sus ideas desde el principio del texto, para ello se apoya en las teorías de dos
pensadores, las cuales va criticando entre líneas ironizando un poco el contenido; por ejemplo
cuando dice: “El tipo de hombre que a Rousseau le pareciera una criatura sencilla de la
naturaleza hubiera parecido a Lao-Tsé increíblemente diferente de lo que él denominaba los
hombres puros de la antigüedad”, tomando como locos las ideas que expone Lao- Tsé.
Es indudable que la industrialización y la vida moderna han afectado negativamente al plantea a
lo largo de los años. Hablo de hechos palpables como el aumento de la temperatura global, la tala
excesiva de árboles (para obtener energía) o el accidente nuclear que ocurrió hace poco en Japón.
Todo esto es más que comprobado, pero ahora volvamos hacia el pasado, cuando el ser humano
vivía en cuevas y su longevidad apenas era de 40m años. Entonces cualquier noche era buena
para ser devorado por un león o morir a causa de cualquier enfermedad ahora erradicada. Y no
hablo simplemente de la antigüedad, intentemos imaginarnos un día entero sin usar la energía
eléctrica.
Está claro que el impacto medioambiental seguirá presente, pero hay muchas maneras de
solucionarlo, como por ejemplo: controlar el consumo de energía, reciclar materiales ya usados,
utilizar energías renovables, etc. Son ejemplos que podrían aminorar en gran medida los efectos
de la industrialización, sin embargo no dejo de pensar que el verdadero problema reside en la
propia ambición humana, la cual sin duda no solo nos aleja de lo natural, sino que nos lleva a
nuestra propia destrucción, como la multitud de guerras que hay actualmente en todo el mundo.
Por otra parte, admiro y respeto mucho a los grupos de voluntarios y personas que intentan
concienciarnos de un uso más neutral de la tecnología y de que un futuro sostenible es posible
con la ayuda de todos. Es necesario que los intereses económicos, como por ejemplo el petróleo,
sean sustituidos por estas alternativas que sin duda son realmente necesarias. (David Rubio)
Modelo 11 (falta la parte objetiva)
El texto habla del deseo del ser humano de volver a tiempos más sencillos y de lo insostenible de
ello.
Me parece que, a pesar de ser un claro admirador de la tecnología, coincido en cierta forma con
Lao Tsé ya que los grandes problemas de la humanidad como son el cambio climático, el hambre
y la pobreza extrema han sido provocados por la superpoblación y ésta a su vez es causa del
avance tecnológico. Sin este avance hoy día no habría tantos problemas pero el nivel de vida
sería mucho más bajo sin duda.
Hay avances que solucionan problemas y por ellos es por los que yo prefiero la tecnología. Creo
que este es el punto de vista de Rousseau que quiere una vuelta solo a lo honesto y con ello
rechaza la tecnología que crea la superpoblación. Sin duda, opino que ambos temían más esta
problemática superpoblación que impide o dificulta al individuo a realizarse.
En toda la historia se tiene como bueno lo pasado y no se valora lo presente, esto lo podemos
observar en que se valoran las obras de un autor tras su muerte pero no con él en vida, se
beatifica sólo a personas fallecidas y en el mundo del arte se revaloriza una obra tras la muerte
del autor.
Es esto lo que genera esta huida de la superpoblación de la que hablan entre comillas cada uno de
los autores. No solo es los problemas que genera sino además impide la individualidad y la
realización.
En conclusión, la tecnología, sí es buena, debe avanzar, pero poco a poco y no a saltos como lo
hace. (Arturo Chica).
Modelo 12
Russell escribe un texto expositivo en el cual informa sobre un tema, y se apoya en algunos datos
históricos, si bien en algún momento se apoya en la narración para hacer llegar al lector lo que
les deparó a los distintos personajes históricos que aparecen en el texto, y en la argumentación(al
final) para defender una pequeña opinión sobre ese retorno a la naturaleza del que habla durante
todo el texto que, quizá, no sea un tema muy de moda ahora en la actualidad pero se acaba
sacando esporádicamente.
En el texto se utiliza un registro culto, apoyándose en un vocabulario sofisticado, si bien,
también recurre al vocabulario estándar. El orden que da a las ideas contribuye al sentido del
texto en conjunto, es decir, el autor establece relaciones entre las distintas partes del texto para
así darle más coherencia, nunca saliéndose de ese tema principal: el retorno a la naturaleza.
En el texto se realiza una comparación de lo más irónica: mientras Lao- Tsé odiaba la
carpintería, la doma de caballos y la alfarería, Rousseau los consideraba disciplinas muy
honestas. Esto significa que dependiendo de las circunstancias ese retorno es más extremo o más
moderado. Y es que el hombre, poco a poco, ha ido dejando la vida rural para adecuarse a la
ciudad, siempre llena de más comodidades, aunque pueda ser menos armonioso con el medio
ambiente.
Al fin y al cabo, no creo que los problemas de la contaminación, pobreza, enfermedades sin
cura…se solucionen con ese retorno a la vida natural, eso sería demasiado extremista. El
hombre, desde tiempos inmemorables, para sobrevivir ha tenido que emplear la técnica y así
poder adaptarse al medio. A diferencia de cualquier otro animal, no tiene un hábitat natural, ya
que nuestro intelecto nos permite salir sanos y salvos de los problemas. De no haber cambiado el
entorno y haber dejado todo tal y como está, viviendo como animales, la palabra cultura
carecería de significado. El medio donde un ser humano desarrolla su vida constituye su cultura.
Hoy día, prescindir de algunas de las cosas que hemos creado y a las cuales nos hemos aferrado
es difícil para nosotros, aun así no nos mataría pero posiblemente disminuiría considerablemente
nuestra calidad de vida y por consiguiente, nuestra esperanza de vida. El progreso es algo que
nos ha dado cosas geniales pero también ha generado otras que han sido como retroceder dos
pasos después de dar uno. Claro ejemplo se ve en el gran contraste entre el primer y tercer
mundo, donde necesidades que nosotros satisfacemos sin apenas dificultad allí para hacerlo se
convierte en una lucha diaria.
Sin duda hay que respetar el medio natural, porque somos un ser vivo más del planeta, pero
también debemos pensar en nuestras comodidades. Muchos inventos del campo de la medicina, o
la agricultura, la tecnología, aumentan nuestra calidad de vida y esto nos dice que no sabemos
cuándo tenemos que poner un límite y decir: “basta, esto va contranatura”; pero el progreso y la
investigación es el futuro, y quizá los hombres del futuro vivan 200 años, coman alimentos
distintos y se transporten en otros medios. La clave está en respetar lo natural en su justa medida.
Este mundo en el que vivimos, sumergido en una sociedad consumista y poco igualitaria donde
todo el mundo quiere tener más que el otro, puede que se vaya a pique y puede que no. Siendo un
poco cínico diría que los que mandan seguirán haciendo lo que les da la gana y que el pueblo es
tan idiota que se quedará con los brazos cruzados atentos al mundo del fútbol o a la prensa rosa.
Siendo optimista y depositando mi confianza en la humanidad diría que todo tiene solución y que
estos problemas que vemos diariamente tarde o temprano se arreglarán.
El problema es que tengamos que arreglar estos problemas que no dejan de ser estúpidos no por
su importancia, sino por su origen: la ignorancia: guerras, pobreza… ¿a quién le interesa
mientras tenga un sofá, televisión y coca-cola?
La destrucción de la naturaleza es autodestrucción, es una acción recíproca, y el alejamiento de
la vida natural no tiene que suponer un problema, mientras que destruir la vida natural sí que lo
supone. Destruir la naturaleza es destruirnos a nosotros mismos.
Y estar en paz con la naturaleza es tarea de todos. Acabar con el derroche, que sea energético,
económico…No estoy pidiendo un regreso al paleolítico, sino que aprovechando nuestros
conocimientos y recursos mejorar nuestra vida manteniendo el medio natural y estando en
armonía con él. (Héctor)
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