Este vídeo no contiene imágenes, sólo unas

Carta abierta al Frente Polisario
Son éstas líneas solo unas reflexiones ante un hecho que me ha causado un
profundo e irreparable dolor.
Comprendo que de entrada desconfíen de las organizaciones de ayuda, pues
es cierto, o al menos así nos lo han manifestado, que son muchas las que
visitando los campamentos donde se encuentra refugiado una parte
importante del pueblo al que representa, dejan en ellos numerosas promesas
que luego, por un motivo u otro, no se llevan a efecto. Pero ese no es
nuestro caso o al menos así creo que lo hemos demostrado.
El instituto que dirijo, el IES “Pérez Comendador” de Plasencia (CáceresExtremadura-España), se planteó, previa conversación con algunos de sus
representantes, el desarrollo de un proyecto solidario que al final se
concretó en la creación de un Aula Informática donde ustedes quisieron, el
Colegio “12 de Octubre”.
El proyecto de aula informática, al que sumó una biblioteca y videoteca y
al que denominamos Aula “Pérez Comendador”, se planteó en tres fases.
La primera, la instalación de los medios informáticos necesarios no sólo
para la introducción del profesorado y alumnado en las nuevas tecnologías
sino también para su conexión futura (2ª fase) y por vía satélite, al Mundo a
través de internet, con todo lo que ello llevaría consigo desde todos los
puntos de vista pero, fundamentalmente, desde el educativo mediante la
realización de proyectos conjuntos, etc., (tercera fase). Para el desarrollo de
la segunda fase establecimos las estrategias necesarias que a fecha de hoy
nos permiten afirmar que en la próxima Semana Santa, el Aula “Pérez
Comendador” y seguramente todo el “12”, al poder realizarlo de forma
inalámbrica, dispondría de conexión a Internet durante al menos un año, ya
que el coste de la misma quedaría incluido en el proyecto. Nuestra visita
para instalar el Aula “Pérez Comendador”, quedó inmortalizada en un
documental (disponible en You Tube), donde además recogemos de boca
de la entonces ministra de Educación las necesidades más urgentes de su
ministerio: la formación en didáctica del profesorado y la ayuda a la
edición de libros sobre Historia y Cultura saharaui.
En relación a la primera de las necesidades y tras quedar claro que no es su
política el que los profesores se formen fuera de su territorio, en este caso
Plasencia, donde todo hubiera sido mucho más fácil, he de decirles que ya
han sido muchos los profesores que estaban dispuestos a viajar a los
campamentos y poner sus conocimientos, tiempo y dinero (pues ellos se
costearían el viaje), para formar allí, donde ustedes decidieran a sus
profesores. A este respecto, sólo faltaba hablar para concretar algunos
aspectos sueltos y organizar todo el proceso, que en ningún caso sería
complicado.
En cuanto a la segunda, pongo en su conocimiento que en una conversación
mantenida con uno de los asesores de la ministra durante la estancia de éste
en Madrid (verano 2009), y tras explicarme que tienen un proyecto de
cuatro cursos para incluir los estudios de Historia y Cultura saharaui en sus
centros educativos, me comprometía a que a principios de curso, en
septiembre de 2010, tendrían en los campamentos los ejemplares precisos
(él me habló de 4.000 o 5.000) para uno de los cursos. Su compromiso
consistió en que un grupo de profesores saharauis realizaría el trabajo, lo
maquetaría y me lo remitiría para comprobar (puesto que sería en árabe) si
se podía imprimir aquí. En caso afirmativo, se imprimirían en Plasencia y
se enviarían a los campamentos, pues para nosotros es más fácil conseguir
financiación para la edición e impresión que no dinero para enviarlo a
Argelia, donde incluso tendríamos quizás problemas de justificación del
dinero. Para conseguir este segundo objetivo, al que denominamos
“OBJETIVO DAKIRA”, se han diseñado y programado múltiples
actividades y realizados contactos con la finalidad de divulgar la causa
saharaui y recaudar los fondos necesarios. Por parte de su ministerio de
Educación, sólo nos ha quedado claro que ahora su prioridad no era la
Historia y Cultura, sino la Geografía y que la edición habría de hacerse
indiscutiblemente en Argelia. Esta actitud es inaceptable por nuestra parte.
Nosotros hacemos lo que necesiten, pero el cómo y el donde, lo decidimos
nosotros pues somos nosotros y más concretamente yo, el responsable del
dinero y el que ha de responder del fin que a éste se le dé, justificando
debidamente todos y cada uno de los gastos ocasionados. No obstante lo
anterior y dadas las fechas en que nos encontramos, hemos intentado
ponernos en contacto con el asesor y la ministra por diferentes vías:
telefónica, correo electrónico e incluso fax a su sede en Rabuni. Todos los
intentos han sido inútiles.
Pero con todo, esto no es lo más importante. Hace unos días y a través de
un periodista español, he tenido noticias que el Aula “Pérez Comendador”
instalada, como se ha dicho en el “12” y por decisión, según parece, de su
actual Director, ha sido desmantelada. Si el hecho ya me parece grave, lo es
más cuando nosotros hemos hablado con él personalmente y conocía
nuestra intención de realizar la conexión a Internet durante nuestra
siguiente visita, la próxima Semana Santa, dando con ello continuidad a
nuestro proyecto inicial.
Por ello quiero que sepan que con esa decisión y si es que esta se mantiene,
eliminan no sólo el Proyecto Aula “Pérez Comendador”, el Proyecto
“Objetivo Dakira” y el envío de material, ya adquirido, para la enfermería y
consulta médica del colegio, sino también la ilusión de quienes
(empresarios, profesores, alumnos, etc) han realizado una gran inversión
económica y dedicación para tratar que, mientras logran su legítima
reivindicación, tengan una mejor forma de vida.
No obstante todo lo anterior, deseo expresarles que tanto personalmente
como representante de la comunidad educativa del IES “Pérez
Comendador”, nuestra intención de ayuda a todo saharaui de buena
voluntad. Al fin y al cabo, a ellos les ocurre como a nosotros, a veces
sufren las decisiones de sus gobernantes. Shukran.
Fdo. José María Sánchez Torreño. Director IES “Pérez Comendador”.
Plasencia (Cáceres-Extremadura-España). 31de diciembre de 2009.