Hay el día en que la madre muere

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Maurice Echeverría
Poemas
Hay el día en que la madre muere
Hay el día en que la madre muere.
Hay el día de las cortaduras
de las estructuras estamentales.
Hay el día para el vuelco
patológico de todos los dados.
Hay el día–caja.
Hay el día de los pájaros
que migran borroides, sin hígado.
Hay el día en que la madre muere:
debajo de una lechuza,
entrelazada con lo plástico.
El útero se rompe cuando ella expira.
Somos membrana, pero los cuchillos gravitan.
Viviremos hacia afuera, químicamente,
antiángeles, oleaginosos.
Hay el día lacerante.
Hay la laceración.
Habrán lacerados, tremolando los últimos
ovarios, plañendo a la Progenitora,
que se convertirá en comida
–para cientos de gusanas.
Maurice Echeverría
P o e ma s
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1
Maurice Echeverría
Poemas
Si yo pudiera me cogería el televisor
Si yo pudiera me cogería el televisor,
me cogería el televisor,
si el televisor tuviera un hoyo fosforescente
en donde yo pudiera meter mi casi negra verga,
créanmelo, estaría ahora mismo metiéndosela
con crueldad y con todo el desdén del mundo,
así hasta hacerlo llorar, al televisor,
hasta sacarle un millón de lágrimas televisas,
me lo cogería en la cama, en el piso, y por detrás,
obligándolo a pedir perdón por todo,
por los sitcoms, por los reality,
por CNN, por lo demás.
Lo único que deseo a estas alturas de la vida
es humillar sexualmente a mi televisor,
y que aprenda a bajar la mirada.
Maurice Echeverría
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2
Maurice Echeverría
Poemas
El hombre sin tres esquinas
Yo soy un hombre sin tres esquinas.
El día que me quede sin la cuarta
dejaré de ser habitación,
y el día que deje de ser habitación
dejaré de ser mundo: habré muerto.
Viviré en ajenas hectáreas de aire,
respirando la asfixia.
Maurice Echeverría
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3
Maurice Echeverría
Poemas
Tus enemigos
No puedes tocar las costillas de todos ellos,
tus enemigos,
sus asquerosos cuerpos huesudos,
y hacerlos desaparecer, borrarlos por arte de magia.
Eso sí que es locura.
Tus enemigos, sus manos amarillas,
es lo que hay para siempre,
y por fin debes aceptar
que eres como un murciélago sin alas
cubierto por los pellejos de ellos, tus enemigos,
más viscoso,
más triste así luchando,
más solo y más enemigo por odiar solamente,
por odiarlos a ellos, tus enemigos.
Tú eres el enemigo.
Y la noche es la carne de tu osamenta.
Maurice Echeverría
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4
Maurice Echeverría
Poemas
Te vi tocar la guitarra, mujer
Te vi tocar la guitarra, mujer,
cantabas y escarbabas la tierra
en busca de los blancos gusanos,
se acercaron los ángeles a merecerte.
Te vi tocar la guitarra, mujer,
desaparecieron 50,000 kilómetros cuadrados
de la faz de la tierra,
de los volcanes rodaron perlas negras,
a la vecina se le cayeron los dientes,
y en fin: que todas las señales estaban ahí.
Te vi autonacer,
te vi tocar la guitarra, mujer,
y casi muriendo nos diste la sílaba maldita.
Algo cabal, algo justo nos mostraste,
algo mucho más que el ayer.
Maurice Echeverría
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5
Maurice Echeverría
Poemas
No pienses ni por un instante que eres uno
No pienses ni por un instante que eres
uno, porque entonces olvidas al oblicuo,
al otro hombre que eres
y que come de tus actos,
elemento de todas tus sangres
y puerta de tu sombra,
con sus cuatro bocas que son dos y un ojo
en la noche.
Helo allí, devorando tu pecho
parpadeante mientras haces cola
en los blancos supermercados,
surgido mientras ves aplacado la televisión,
o nacido del modo en que te lavas angustiado los dientes.
Escucha: un día no serás tú quien vaya otra vez
por la ciudad: será él,
y no será la paloma la que vaya entonces volando:
será la otra, y los entierros ya no serán
los nuestros, y los gritos serán terceros,
y el lucido alcohol habrá muerto
para un alcohol enajenado, ¿entiendes?
Y lo mismo dará que yo te lo diga,
porque yo también habré sido por entero secuestrado,
celularmente, por esa criatura con mi mismo rostro,
que ahora cabal me está robando las palabras
con que escribo este irreconocible poema.
Maurice Echeverría
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6
Maurice Echeverría
Poemas
Buenasnoches
Hay que recogerlo,
como al anciano
rígido, sangrante
del accidente.
Decirle:
buenasnoches,
muérete ya,
te damos permiso.
Y luego rellenarlo
con los viejos pergaminos,
las viejas fórmulas,
las consignas
que a veces sirvieron,
todo adentro,
así quemarlo.
La tierra quedará azul.
Allí plantaremos el árbol.
Pronto. Vengan a ver.
Un nuevo amor,
un algo entre las cosas.
Maurice Echeverría
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7
Maurice Echeverría
Poemas
Me hablan los talvez muertos
Me hablan los talvez muertos.
Talvez muertos y quizá entacuchados.
Susurran baladas frías y acariciantes.
Con los talvez muertos
abrimos las moradas botellas de vino,
al sonido de las últimos palomas.
Ellos ya no miran horizontes,
pero en cambio hablan de vagos intersticios
en el corazón de la materia.
En verdad los únicos amigos
son los talvez muertos, los únicos,
los únicos, los ausentes del espejo.
Los espejos son duros. Ellos talvez.
Maurice Echeverría
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8
Maurice Echeverría
Poemas
Porno Tube
Oye mujer
de la pantalla
de Internet: una
criatura, algo
feo y mío
desea entrar
en tu llaga;
cucas nacen
de tu cárdeno
clítoris; eres
sucia y bizantina,
te arqueas
mentirosamente…
Maurice Echeverría
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9
Maurice Echeverría
Poemas
Maurice por Maurice
Maurice por Maurice,
esculpido, barrenado por Maurice,
por azar y por causa de Maurice,
arrastrado del pelo por Maurice
hasta la dimensión de los oscuros
mástiles de la muerte
en donde Maurice a veces vive,
pulmonarmente,
tan tierno cuando grita,
tan Maurice y desamparado
ante los dos toros de la medianoche,
helos los dos, allí dorados y sangrientos,
Maurice por Maurice,
siempre y no siempre.
Maurice Echeverría
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