Míriam era una chica preciosa e inteligente. Vivía con sus tíos

Anuncio
Míriam era una chica preciosa e inteligente.
Vivía con sus tíos, quienes la acogieron siendo pequeña, pues por desgracia había perdido a sus padres en un accidente de coche. Era
considerada una más de la familia. Esther
y Raquel, sus primas, habían sido como hermanas para ella, habían compartido sus cosas y nunca se habían peleado por nada.
Pasó el tiempo, y llegó el momento en el que
las chicas debían decidir lo que quería ser
cada una en la vida. Míriam lo tenía claro desde siempre: su sueño era ser modelo. Esther
y Raquel aún no sabían lo que querían
ser, y decidieron imitar a su prima. Eran
hermosas; sin embargo, no tenían estilo ni
talento para ser modelos. Fueron las tres a
matricularse a una academia. Los resultados
no fueron los mismos para todas. A Míriam
5
la admitieron, en cambio, sus primas fueron
rechazadas.
Esther y Raquel salieron enojadas de allí,
pensando que se había hecho una injusticia. No se daban cuenta de la realidad, porque no querían ser menos que su prima.
—No entiendo por qué no nos han aceptado —dijo defraudada Esther.
—No te empeñes, Esther, ya nos han
dicho que no servimos para esto —contestó Raquel.
Míriam las escuchaba y callaba.
A partir de ese momento, las cosas
cambiaron, y Míriam, que hasta entonces
había estado muy bien en casa de sus tíos,
dejó de estarlo. Debido al enfado, Esther y
Raquel le hacían la vida imposible.
Un día, Míriam se enteró de un trabajo en
una fábrica. Sin dudarlo, entró a pedirlo y
no tuvo ninguna dificultad en conseguirlo.
6
Ganaría un buen sueldo, y eso le permitiría
alquilar un piso e independizarse. Después
de buscar mucho, encontró el piso que le
convenía. Lo alquiló y decidió hablar con
sus tíos. Cuando les dijo que se iría, estos
pusieron el grito en el cielo; la querían mucho y no deseaban que se fuera.
—Míriam, ¿por qué quieres marcharte, no
estás bien con nosotros? —le preguntaron.
—Sí, tíos, hasta ahora he estado muy bien.
Habéis sido muy buenos conmigo, pero ya
veis que hace tiempo que no nos entendemos con Esther y Raquel —contestó.
—¿Os ha pasado alguna cosa? —le preguntaron.
—¿No lo sabéis?
—No, si no nos lo cuentas, no sabemos de
qué va la cosa.
Míriam les explicó todo lo que había pasado.
7
Descargar