1 homicidio criminis causa, 11

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Ministerio Público
Procuración General de la Nación
C
G
Daniel Edgardo s/causa nO 12981
S.C. C. 482, L.XLIX.
Sup
rema
C o r t e
1
La Sala II de la Cámara Nacional de
Casación Penal hizo lugar al recurso interpuesto por la defensa
de Daniel Edgardo C
G
contra el fallo del
Tribunal Oral en lo Criminal nO 21 de esta ciudad, que lo
condenó
a
prisión
perpetua
por
ser
autor
del
delito
de
homicidio criminis causa, y resolvió casar la sentencia y
adecuar típicamente el hecho en la figura prevista y reprimida
en el artículo 165 del Código Penal (3/12), al mismo tiempo
que ordenó remitir la causa a la instancia anterior para que se
fij ara otra pena acorde a esa calificación.
Contra
representante
recurso
del
Ministerio
extraordinario
este
Público
federal
que,
pronunciamiento
Fiscal
al
interpuso
ser
el
el
declarado
inadmisible a fojas 25, dio OrIgen a esta queja.
11
En su presentación de foj as 14/21, el
fiscal tachó de arbitrario el fallo del a qua en tanto se limitó a
afirmar dogmáticamente que ni de la descripción de los hechos
como así tampoco de las pruebas era posible advertir que se
hubiera acreditado la ultra finalidad necesaria para tener por
configurada la infracción prevista en el artículo 80,
lllClSO
r,
del código de fondo.
En este sentido, afirmó que la Casación
omitió toda consideración a la sólida argumentación que, en
tal sentido, habría realizado el tribunal oral y a las pruebas
que fueron debidamente incorporadas al debate y sobre las que
entonces se discurrió para concluirse en aquella calificación
legal.
III
Creo oportuno recordar que la Corte ha
establecido en el marco de su estricta jurisdicción que, más
allá
de
que
los
agravios
pueden
tener
vinculación
con
cuestiones de hecho, prueba y derecho procesal, ajenas a su
competencia cuando
conoce por la vía extraordinaria, las
particularidades que presentan determinados casos, permiten
hacer excepción a dicha regla ya que, a través de la doctrina
de
la
arbitrariedad
se
procura
asegurar
las
garantías
constitucionales de la defensa en juicio y el debido proceso,
que también amparan a este Ministerio Público Fiscal (conf.
doctrina de Fallos: 199:617; 299:17; 307:2483 y 308:1557),
exigiendo que las sentencias sean fundadas y constituyan una
derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las
constancias efectivamente comprobadas en la causa (Fallos:
301:978; 311:948 y 2547; 313:559; 315:29 y 321:1909).
Ministerio Público
Procuración General de la Nación
C
G
, Daniel Edgardo s/causa n° 12981
S.C. C. 482, L.XLIX.
IV
Ese es el supuesto que, a mi modo de
ver,
se
presenta
en
el
caso,
pues
el
a
quo
concluyó
dogmáticamente que de la descripción de los hechos y las
pruebas
no
se
advertía
el
elemento
subjetivo
específico
necesario para la configuración del homicidio criminis causa.
Ahora bien, es sabido que resulta una
cuestión de alta complejidad determinar aspectos subjetivos,
como son los procesos internos del autor, a partir de datos
objetivos que son su manifestación en la realidad y que, para
ello, es necesaria la prudencia y el sentido común de los
magistrados en su apreciación.
Desde esa óptica, el fallo
no parece
reposar más que en un formalismo ritual y fragmentario, en
tanto la dificultad de tal análisis exige más que nunca una
interrelación de cada uno de los elementos de juicio que
formaron parte del proceso.
En
mencionar,
tal
como
lo
este
ha
sentido,
hecho
no
el
puedo
fiscal
dejar
de
recurrente,
determinadas particularidades que, analizadas en su conjunto,
permiten arribar a una conclusión en donde la aplicación del
derecho y su finalidad dikelógica brindan a la sociedad una
respuesta
adecuada,
SIn
que
esto
implique
vulnerar
la
exhaustividad descriptiva y probatoria que exige el derecho
penal pues, como anticipé, todos los elementos de prueba y
circunstancias fácticas fueron conocidas y debatidas por la
defensa e, incluso, avaladas por el a qua que, únicamente se
ciñó a decir que no se habían mencionado datos objetivos que
permitieran
asumir
una
conexidad
subjetiva
entre
el
desapoderamiento y la muerte (vid. fs. 9), como si el resultado
del proceso debiera reducirse a una cuestión gramatical acerca
de un acto determinado.
Concretamente, se probó que la víctima
vivía sola, tenía ochenta y cuatro años, pesaba cuarenta kilos,
padecía una disminución física que la obligaba a movilizarse
con un trípode, que el ingreso fue a las seis de la mañana a
una casa de
la que
el
condenado no
sólo
conocía a su
moradora, sino también su distribución física y rutina diaria.
Sobre la base de esas circunstancias,
resulta difícil admitir que solamente existiera una finalidad de
robo, pues era casi nula la resistencia que la víctima podía
oponer y que, en todo caso, pudiera llevar a una modificación
tan fatal del plan originalmente urdido.
Dentro
de
ese
contexto,
adquiere
relevancia un dato que fue motivo de argumentación pero que,
analizado estancamente como lo hizo el a qua, pierde su
significación adecuada, tal como es el conocimiento personal
que tenía la víctima de C
G
.
Una vez más, resulta ilógico pensar que
ese extremo no fuera tenido en cuenta por este último y que, si
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C
G
Daniel Edgardo s/causa nO 12981
S.C. C. 482, L.XLIX.
su única finalidad era la sustracción de valores, no hubiera
previsto alguna forma sencilla de evitar ser reconocido.
Frente a lo expuesto, entiendo tal como
lo hizo el tribunal oral, que el condenado planeó
desde el
inicio darle muerte a la víctima para lograr su impunidad.
Por el contrario, no advierto que en el
fallo se haya desarrollado un razonamiento lógico que permita
sostener la conclusión distinta
que se postuló, pues sólo se
aprecIan a mi modo de ver, afirmaciones dogmáticas a partir
de una interpretación literal y estanca de un proceso que se
caracteriza justamente por su dinamismo en la reconstrucción
de un hecho pasado.
Al respecto encuentro muy ilustrativas
las enseñanzas del profesor italiano Michele Taruffo cuando
expone que " ... son muy frecuentes los casos en los que el
hecho relevante para la aplicación de una norma no puede
reducirse a un evento simple y específico, bien delimitado en
el espacio y en el tiempo, sino que se trata de un hecho
complejo ... " y, luego de explicar cuáles son sus características
principales,
termina
concluyendo
que
"el
problema
fundamental que afecta a los hechos complejos, ... , proviene
de que son difícilmente identificables con precisión analítica;
consecuentemente,
puede
ser
muy
difícil
establecer
qué
constituye objeto de prueba ... " (La Prueba de los Hechos,
Editorial Trotta, traducción de Jordi Ferrer Beltrán, Madrid.
Año 2002, págs. 143/145).
v
En definitiva,
N acional
de
Casación
mediante
estimo
el
que
empleo
de
la Cámara
fórmulas
dogmáticas y fundamentos aparentes, desvirtuó su función
esencial en el ordenamiento procesal actual, como máximo
órgano de revisión amplia penal.
Por todo lo expuesto y las restantes
consideraciones del señor Fiscal General, considero que V.E.
debe hacer lugar a la presente queja, declarar procedente el
recurso extraordinario y disponer que vuelvan las actuaciones
al tribunal de origen para que, por quien corresponda, se dicte
una nueva sentencia con arreglo a derecho.
Buenos Aires, ¿6" de agosto de 2013.
ES COPIA.
EDUARDO EZEQUIEL CASAL.
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