LA REALIDAD CONSTRUIDA EN EL REPORTAJE GUADALUPE PACHECO En la actualidad, la inmediatez de la noticia la tienen la radio y la televisión, mientras que cada vez más, la función principal de los diarios privilegia la interpretación de la información. Ejemplos de esta reorientación los encontramos en la excepcional demanda de periódicos al día siguiente del terremoto, ocurrido en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, o del asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional, acaecido en Tijuana el 23 de marzo de 1994; ocasiones en que los periódicos de circulación nacional se agotaron, pese a publicar ediciones especiales. Aquel incremento de ventas no estaba motivado por la búsqueda de información. Los lectores ya conocían lo sucedido, e incluso muchos los habían presenciado en directo por televisión. Los ciudadanos estaban ávidos por conocer algunas interpretaciones sobre los orígenes y consecuencias de aquellos acontecimientos. En pocas palabras, el público demandaba reportajes. La función interpretativa del reportaje consiste en el ejercicio periodístico de explicar –mediante una pormenorizada investigación– el sentido de un hecho, desde la propia mirada de su autor. 1 El reportaje es un género periodístico que contiene –o puede contener– otros géneros. Es informativo, pero también incorpora elementos propios de los textos de opinión. Comunica sobre hechos de actualidad o actualizados, y se da el lujo de incluir algunos recursos creativos. Es un trabajo dedicado a profundizar en las interioridades de la noticia, en las causas y consecuencias de algún acontecimiento, y en investigar aspectos no conocidos a través de testimonios confidenciales o a partir de la búsqueda de datos. 1 Esta diversidad hace del reportaje un género de difícil definición, ya que “es el género periodístico que indaga con distintos grados de profundidad, valiéndose de múltiples fuentes y métodos, sobre hechos o situaciones de interés público para dar a conocer su existencia, relaciones, orígenes o perspectivas, mediante el empleo de diversas estructuras y recursos expresivos”. 2 Se trata de un género que resulta de una investigación profunda mediante la cual el periodista describe, explica, informa, relata, analiza, compara e interpreta, y además lo hace con una libertad de uso de recursos lingüísticos que lo convierten en un texto de autor. 3 El relato forma parte de la condición humana y éste es, de hecho, el instrumento con el que se despliega la narrativa periodística, nutrida a su vez del proceso: enterarse, informarse, verificar, escribir y publicar. Es esa la vigencia del relato. Al aproximarnos a la realidad contribuimos a darle sentido, incluso a darle forma: se le da nombre a lo que se observa, se transcribe lo que se escucha y para ello se exige precisión: precisión en la información para evitar manipulaciones y ambigüedades; precisión en el lenguaje porque la aproximación a la realidad es ante todo lingüística. De esta manera, el reportaje se convierte en relato. Convertir una historia en relato es seleccionar, es intervenir, es decidir lo que se incluye, lo que se excluye, y 1 2 3 Montserrat Quesada, La investigación periodística, p.31. Eduardo Ulibarri, Idea y vida del reportaje, p. 38. Begoña Echevarría Llombart, Las W’s del reportaje, p.135. 2 el orden de lo relatado. De ahí que el reportaje es una aproximación a la realidad, una realidad construida. La objetividad exigida a los periodistas es tan sólo una ilusión. Como valor absoluto, no existe. La objetividad es una virtud; un fin a perseguir siempre, aunque se sepa que nunca se alcanzará. 4 Ningún mensaje informativo puede ser objetivo, apolítico, imparcial, neutral e independiente porque su emisor, en el acto mismo de selección de los datos informativos, del registro, elaboración y transmisión, discrimina, ordena, manipula e incluso interpreta la realidad que pretende comunicar a su auditorio. 5 Y ante la imposible objetividad se impone la subjetividad bien intencionada del reportero. Si bien los medios son intermediarios entre el reportero y el público, su función no sólo se limita a delimitar información sino que preparan, elaboran y presentan una realidad social que construyen. Pensar que los medios se limitan exclusivamente a informar tal y como sucedieron los hechos es una peligrosa simplificación de la realidad. Este planteamiento ofrece una visión reduccionista del trabajo periodístico y hace creer que es posible trasladar el hecho noticioso al receptor sin ninguna mediación. "Se debe admitir que, por un lado, la selección de los hechos es arbitraria y parte del punto de vista del periodista; y, por otro lado, está sometida a la política editorial de la empresa que determinará la pauta de lo que se publica". 6 El periodista es quien tiene que investigar las causas que originaron el hecho, las interrelaciones de éste con otros acontecimientos, los efectos que provoca y saber todo lo necesario para poder conocer la estructura del acontecimiento y poder ubicarlo en su contexto; es 4 5 6 José R. Vilamor, Redacción periodística para la generación digital, p.230. Sebastián Bernal y Luis Albert Chillón, Periodismo informativo de creación, p.13. Lourdes Romero, La realidad construida en el periodismo. Reflexiones teóricas, p. 16. 3 decir, debe ser capaz de captarlo dentro de una realidad compleja, comprenderlo y expresarlo. En esto estriba, precisamente, la tarea de interpretación en el reportaje. El proceso de interpretación de la realidad alcanza su etapa final cuando la historia es contada mediante la redacción. En este sentido, …el lenguaje es el único medio de captar la realidad que permite aislar dentro de ella algunos hechos y, mediante un procedimiento de redacción, convertirlos en noticia [reportaje]. Al definir el hecho en términos verbales, la interpretación de la realidad se vuelve selectiva, ya que el lenguaje no puede dar cuenta de la realidad sin caracterizarla, es decir, sin escoger unos aspectos y olvidar otros. 7 El lenguaje es siempre subjetivo porque proviene de un sujeto que articula un mensaje de acuerdo con su propia concepción del mundo, desde su particular percepción del entorno social o cultural, con la inevitable influencia de determinadas creencias e ideologías. Los eufemismos, metáforas, recursos lingüísticos y otros, son testimonios fehacientes de las máscaras con que se presentan los hechos. El periodista construye historias narradas como símbolo de la realidad. La credibilidad radica en el esfuerzo documental que le dé verosimilitud a la historia. En este orden de ideas, y en el ámbito de los medios de comunicación, la información se asume abiertamente como mercancía. En función de ganar la exclusividad, la información se rige por las leyes del mercado criterios más que por periodísticos. Al competir con su rival, los medios se olvidan de informar responsablemente. periodistas, Los adaptan sus puntos de vista y forma por de su actuar parte, a las exigencias de su empresa. Conocedores de la línea editorial, adaptan los enfoques 7 Ibidem, p. 19. 4 de sus relatos al rasgo discursivo del medio. Así, la organización periodística influye directamente en la interpretación de la realidad, y la misión informativa y orientadora, idealizada de la actividad periodística, queda en entredicho. Por ello, la ilusión de objetividad desaparece cuando también intervienen las inevitables tomas de decisión entre varios acontecimientos que pueden convertirse en reportaje. Al optar por un determinado hecho, viene un segundo paso: las fuentes vivas y documentales a consultar: ¿por qué esas y no otras? Una vez recopilado el material, el reportero selecciona unas partes y descarta otras: ¿con qué criterio se hace la selección? Se opta también por darle al relato un enfoque específico. Finalmente, se decide el titular, el diagramado y las ilustraciones que acompañarán al reportaje. En todas estas etapas las posturas subjetivas impiden la objetividad. El reportaje así construido no es una reproducción literal de la realidad, sino el resultado de la interpretación subjetiva de ésta. Si nos atenemos al proceso psíquico presente en todo acto de interpretación, al acto perceptual, "no existe algo que sea copia fiel de la realidad física", 8 la objetividad no existe. Si partimos de la base de que todo acontecimiento, idea o sentimiento es polisémico, llegamos a la misma conclusión: la realidad es irreproducible; la objetividad es un mito. Luego, todo es subjetivo. La objetividad como virtud moral es un mito, pero se alza como valor. Se aspira a ella porque se le aproxima con exactitud y precisión dentro de un contexto de subjetividad de la memoria y de la mirada personal y particular del reportero; porque se ejecuta un esfuerzo narrativo de realismo objetivista. 8 Rudolf Arnheim, Arte y percepción visual, p. 120. 5 Sin embargo, el reportaje no renuncia a la realidad. La asume y la reconstruye para mostrarla, para exhibirla. Por ello se exige talento, dominio de las técnicas narrativas, imaginación, creatividad y disciplina. La pretensión del reportaje consiste en valerse de casi todos los géneros periodísticos para ofrecer un panorama completo, una visión de conjunto que es la suma de varias singularidades y que da precisamente sentido a lo que acontece. De esta manera, la objetividad pura no existe, sólo la honradez pura. 9 Nos referimos al ejercicio de un periodismo ético, lejos de intereses mercantiles, que evite falsedades, manipulaciones y exageraciones que terminan por derrumbar la credibilidad. Un periodismo hecho así, mantendrá "la vigencia del reportaje como sentido de la realidad, como sentido de la vida; como evidencia de que la vida está para gastar suelas como reportero hasta dar con el hallazgo que, vuelto narración en un relato, proporcione en los momentos de desaliento la certeza de la esperanza y la sabiduría de la empatía entre los seres humanos". 10 El reportaje, desde este punto de vista, requiere de un lector crítico y activo, que cuestione los hechos relatados. Un periodismo hecho con responsabilidad, mantendrá la vigencia del reportaje como sentido de la realidad, como sentido de la vida, generador de certeza y empatía entre los lectores. 9 Álex Grijelmo, El estilo del periodista, página 561. 10 Celso José Garza Acuña, "Vigencia del relato como sentido de la realidad", Estudios sobre el mensaje periodístico, Nº 12, p.157. 6 BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA –Arnheim, Rudolf, Arte y percepción visual, Buenos Aires, Eudeba, 1971. –Bernal, Sebastián y Luis Albert Chillón, Periodismo informativo de creación, Barcelona, Mitre, 1985. –Echevarría Llombart, Begoña, Las W’s del reportaje, Valencia, Fundación Universitaria San Pablo CEU, 1998. –Garza Acuña, Celso José, "Vigencia del relato como sentido de la realidad", Estudios sobre el mensaje periodístico, Nº 12, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 2006, pp.145-159. –Grijelmo, Álex, El estilo del periodista, Madrid, Taurus, 2002. –Quesada, Montserrat, La investigación periodística, Barcelona, Ariel Comunicación, 1987. –Romero, Lourdes, La realidad construida en el periodismo. Reflexiones teóricas, México, FCPyS, UNAM, Miguel Ángel Porrúa, 2006. –Ulibarri, Eduardo, Idea y vida del reportaje, México, Trillas, 1994. –Vilamor, José R., Redacción periodística para la generación digital, Madrid, Universitas, 2000. 7