Época II Año III Número 5 Enero 2010 3 € Geología general de Campoo ¿Jano en Cantabria? La nevera de Reinosa y Fombellida El artista y su obra: Pedro Carrera Espacios intangibles: La estación de la Renfe 1 Cuadernos de Campoo Época II. Año III. Número 5. Enero 2010 Cuadernos de Campoo es una publicación de la Casa de Cultura “Sánchez Díaz” Equipo asesor: Jesús Allende Valcuende Manuel García Alonso Javier González Díez Daniel Guerra de Viana (Coordinador) Joaquín Gutiérrez Osés Mª Elena Marchena Ruiz Encarnación-Niceas Martínez Ruiz 5 Bárbara Quevedo Fotografía de cubierta: Fernando Obregón Goyarrola 29 José Luis Gutiérrez Cebrecos 53 Luis Ángel Moreno Landeras 69 EL ARTISTA Y SU OBRA 79 ESPACIOS INTANGIBLES Redacción y administración: Casa de Cultura “Sánchez Díaz” 39200 REINOSA (Cantabria) Diseño y maquetación: Jesús Allende Valcuende Correo electrónico: [email protected] Edita: Excmo. Ayuntamiento de Reinosa Imprime: Gráficas Quinzaños ISSN: 1136-9639 Edición patrocinada por Miguel Aja Fernández 2 GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO ¿JANO EN CANTABRIA? La nevera De Reinosa y Fombellida pedro carrera LA estación de lA RENFE 3 4 Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO 1. Introducción y ámbito de estudio el final de la Era Primaria (hace 230 millones de años) por lo que han sido deformados únicamente por la orogenia alpina. La comarca de Campoo está formada casi en su totalidad por materiales de cobertera sedimentaria, como se puede apreciar en el mapa 1. El presente artículo tiene por objetivo realizar una sencilla aproximación a la Geología de la comarca de Campoo. El ámbito de estudio se corresponde con la extensión de la antigua Merindad de Campoo y se conforma hoy en los siguientes municipios, de norte a sur: Pesquera, San Miguel de Aguayo, Santiurde de Reinosa, Hermandad de Campoo de Suso, Campoo de Enmedio, Campoo de Yuso, Reinosa, Las Rozas de Valdearroyo, Valdeolea, Valdeprado del Río y Valderredible. De igual modo, se incluye la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga, compartida entre la Hermandad de Campoo de Suso y los tres municipios del antiguo Valle de Cabuérniga, es decir Los Tojos, Cabuérniga y Ruente. 2. Los dominios geológicos en Campoo: zócalo y cobertera sedimentaria Si atendemos a la edad de los materiales, en Cantabria existen dos grandes dominios o unidades geológicas: el zócalo o dominio paleozoico, y la cobertera o dominio alpino. El término zócalo se refiere al dominio geológico cuyos materiales se formaron antes o durante la Era Primaria o Paleozoico. Los materiales del zócalo sufrieron la transformación a finales del Carbonífero (hace 300 millones de años) de la orogenia hercínica que dio lugar a una primitiva cordillera cuyas deformaciones y pliegues se pueden observar hoy en buena parte de las estructuras de la Montaña Palentina, Liébana y Polaciones próximas a Campoo. Posteriormente, también tuvo sus efectos sobre ellos la orogenia alpina. El otro dominio geológico existente en Cantabria es el dominio alpino o de cobertera sedimentaria. Se trata de materiales depositados tras 6 Los materiales del zócalo paleozoico representan sólo un 1% del total de la comarca, así que el paisaje de la comarca de Campoo es el resultado de menos de 260 millones de años de historia geológica. Se trata de una comarca “joven” si la comparamos con Liébana o con Polaciones, donde predominan los materiales del zócalo. En la divisoria con Polaciones es donde se sitúan los materiales más antiguos de Campoo, como podemos ver en las manchas más oscuras del mapa 1. 7 Mapa 1.Comarca de Campoo según Era Geológica de las rocas. Fuente: elaboración propia a partir del Mapa Geológico del IGME. Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO El resto del paisaje campurriano se ha modelado sobre materiales de cobertera sedimentaria. Se trata de materiales formados durante la Era Secundaria o Mesozoico, o bien durante la Era Terciaria y Cuaternaria o Cenozoico. El Mesozoico representa el 88% de la superficie de la comarca de Campoo. Los materiales cenozoicos son los más jóvenes de la comarca, cubren el 8% de la superficie de la comarca y se trata de depósitos cuaternarios de origen glaciar, periglaciar y aluvial. Las altas temperaturas y presiones que se produjeron durante la orogenia hercínica dieron lugar a la fusión parcial de las rocas en zonas profundas, con la producción de magma que ascendió hacia la superficie y se enfrió dando lugar, en Campoo, a los granitoides de la Sierra del Cordel. Se trata de rocas ígneas formadas hace unos 250 millones de años, durante el periodo Pérmico, último de la Era Primaria. En el mapa 2, podemos observar la exacta localización de los afloramientos de rocas ígneas. Se trata de la pequeña mancha del Hercínico situada su mitad norte en la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga y la mitad sur en la Hermandad de Campoo de Suso, concretamente en el Pico Iján. Este enclave de granitoides destaca por su singularidad dentro de la provincia, ya que únicamente existen otros dos afloramientos del mismo origen en las inmediaciones del Puerto de San Glorio: Pico 3. Disposición oeste-este de los materiales según su edad En Campoo, los materiales del sustrato rocoso siguen una disposición oeste-este si atendemos a su edad, situándose los más antiguos en la zona occidental y los más modernos en la zona suroriental: páramos de Bricia y La Lora, y Hoces del Ebro. Las rocas más antiguas de la comarca de Campoo son las areniscas y pizarras paleozoicas que se encuentran en la vertiente norte de la Sierra del Cordel y en los puertos de Sejos. Durante la Era Paleozoica la zona occidental de Cantabria formaba parte de una gran cuenca de sedimentación marina pre-hercínica. En estas aguas marinas de poca profundidad se depositaron los sedimentos que posteriormente darían lugar a las pizarras y areniscas. Se trata de rocas fácilmente erosionables que se corresponden con zonas deprimidas en el relieve actual, como son los valles de Liébana y Polaciones. Sobre estas areniscas y pizarras paleozoicas se sitúan las calizas carboníferas de los Picos de Europa, y las areniscas triásicas de Peña Sagra y Peña Labra, más duras y resistentes a la erosión, y que conforman algunos de los macizos más elevados de Cantabria. 8 9 Mapa 2. Comarca de Campoo según Sistema del sustrato rocoso. Fuente: elaboración propia a partir del Mapa Geológico del IGME. Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Jano lebaniego y Mojón de las Tres Provincias. A los materiales del zócalo del extremo noroeste les sigue el dominio Mesozoico, que representa el 88% del sustrato rocoso campurriano. La Era Mesozoica se divide en tres sistemas: Triásico, Jurásico y Cretácico. Como podemos apreciar en el mapa 2, los tres sistemas se disponen en tres franjas de disposición principal norte-sur, localizándose los materiales más modernos de la comarca en la franja más oriental. Dentro de cada Era podemos encontrar litologías muy diferentes, debido a las distintas condiciones en que se encontraba esta comarca en cada sistema. Los cambios en las condiciones climáticas que se han producido a lo largo de esos 260 millones de años dieron lugar a sucesivas transgresiones y regresiones de los mares. Nuestra comarca estuvo emergida en periodos de clima frío y sumergida en fondos marinos de distintas características en periodos más cálidos. Los depósitos sedimentarios marinos correspondientes a las transgresiones marinas son de distinta naturaleza que los depósitos continentales, y consecuencia de este distinto origen es la sucesión estratigráfica de rocas de distinta composición química y dureza que podemos encontrar por toda la comarca, y que explica la heterogeneidad del relieve y las formas del paisaje campurriano. Una era se divide en sistemas y, a su vez, dentro de cada sistema se pueden diferenciar distintas series y facies que dieron lugar a materiales de muy distinta naturaleza. A continuación se realiza un breve paseo por las litologías más determinantes en la formación del paisaje campurriano según los distintos sistemas geológicos. 3.1. El Triásico en Campoo Desde que se inició la elevación de la cordillera hercínica, ésta estuvo sometida a fuerte erosión, suavizándose sus formas y depositándose los materiales erosionados en zonas más bajas. Este proceso tuvo lugar a lo largo del Mesozoico o Era Secundaria, entre unos 225 y 65 millones de años, época en la que los dinosaurios dominaban la tierra y todavía no existían las aves ni los mamíferos. 10 A lo largo del periodo Triásico Inferior, hace unos 220 millones de años, los sedimentos se convirtieron en conglomerados y areniscas triásicos, que llegan a superar los 800 metros de espesor. El característico color rojizo de estas rocas se debe a que sedimentaron en un clima árido y cálido, en un medio de tipo fluvial y de abanicos aluviales. Como refleja el mapa 3, en Campoo los conglomerados y areniscas de la facies Bundsandstein Mapa 3. El Triásico en Campoo según litología. Fuente: elaboración propia a partir del Mapa Geológico del IGME. - Litología Calizas y dolomías. Calizas de algas Arcillas y yesos Conglomerados, areniscas y limolitas + antigüedad 1.260 m 1.011 m 1.020 m 1.006 m 1.260m Puerto de Palombera 1.011m Puerto del Escudo 1.020m Puerto de Carrales 1.006 Puerto de Pozazal 11 Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Figura 1. Lastra de conglomerados triásicos en La Tabla (macizo del Alto Campoo). Foto: Fernando Obregón Goyarrola. Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO están ampliamente representados. Se trata de materiales duros y muy resistentes que en la actualidad conforman los principales relieves de la comarca: macizo del Alto Campoo, Sierra del Cordel, Sierra de Híjar y su prolongación en el Endino, y las sierras de Valdeolea (El Bardal, Monte Ornedo, etc.). Otro gran bloque de areniscas triásicas de estas características aparece al norte de la comarca, en Cinco Villas, culminando en el Pico Jano, y que al ser atravesado por el río Besaya ha dado lugar a las angostas Hoces de Bárcena. En el tramo de la nacional 611 desde Santiurde a Pesquera se pueden distinguir nítidamente los tonos rojizos de las areniscas triásicas del Bundsandstein, como muestra la foto de detalle tomada en un esparpe junto a esta carretera. Sobre estos materiales, durante el Triásico Superior (hace unos 200 millones de años) se produjo la sedimentación de arcillas de tonos rojizos y violáceos (facies Keuper), en una cuenca de aguas muy poco profundas y bajo un clima cálido que favoreció la evaporación y formación de depósitos de yesos (yeso y halita o sal común). Estos materiales blandos, dispuestos sobre los anteriores del Triásico Inferior, recubren el Valle de Campoo entre Abiada y Reinosa, y también aparecen en Valdeolea y en La Población de Yuso. La facies Keuper se corresponde en nuestra comarca con el lecho sobre el que se asienta la vega fluvial del Híjar, y probablemente también sea el lecho sobre el que hoy día se asienta gran parte del embalse del Ebro. En esta época también se produjeron algunas fracturas tardihercínicas que favorecieron el ascenso de magma a la superficie y la formación de rocas volcánicas o subvolcánicas. Se trata de las ofitas triásicas que se encuentran en Cañeda, La 12 13 Figura 2. Detalle de las tonalidades y estratificación de las areniscas del Bundsandstein en Pesquera. Foto: Bárbara Quevedo Celis Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Población de Yuso, Cervatos y San Martín de Hoyos, y que junto con los granitoides pérmicos de la Sierra del Cordel, son las únicas muestras de rocas ígneas en Campoo. De carácter marginal en la comarca son las calizas y dolomías del Triásico, que afloran principalmente entre Fontibre y Espinilla, extendiéndose por Paracuelles, Serna y Argüeso, y que fueron explotadas en una pequeña cantera situada junto a la curva de Paracuelles. 3.2. El Jurásico en Campoo A comienzos del Jurásico, hace unos 190 millones de años, se produjo una transgresión marina al hundirse el fondo de la cuenca sedimentaria que conformaba buena parte de la actual Cantabria. En esas condiciones sedimentaron inicialmente dolomías con oquedades, seguidas de calizas de tonos grises oscuros con restos fósiles marinos. Les siguen dos tramos de unos 400 metros de espesor cada uno, en los que se da alternancia de calizas arcillosas (con gran cantidad de fósiles) y margas. Esta alternancia de materiales tiene una impronta muy característica en el paisaje y se extiende al pie de las sierras de Peña Sagra y Cordel, extendiéndose en diagonal desde Lamasón hasta San Miguel de Aguayo, pasando por Tudanca, Monte Saja, los puertos de Fuentes y Santiurde de Reinosa. Estos materiales calcáreos también se encuentran en Las Costeras, Lanchares, Valdeolea y zona occidental de Valdeprado del Río. A lo largo de los siglos las calizas jurásicas han sufrido procesos de modelado kárstico a través de la disolución del carbonato cálcico por parte del agua. Como se puede observar en el mapa 4, el río Besaya y sus afluentes se han encargado de excavar los materiales jurásicos (primero los conglome14 rados y luego las calizas y margas) y comenzar su descenso hacia el Mar Cantábrico. Un buen ejemplo de itinerario geológico lo encontramos en el descenso por la carretera nacional N-611. Si salimos de Reinosa y comenzamos a descender podemos encontrar, en la ladera frente al pueblo de Cañeda, los restos de la cantera de ofitas que estuvo en explotación hasta hace pocos años y en la que las arcillas rojas del Triásico se intercalan con las gravas y bloques de tonos verdosos de las ofitas. Descendiendo por Las Hachas podemos observar en la margen izquierda de la carretera los desmontes en los que las dolomías y triásicas afloran. Un poco más abajo, como se puede apreciar en la figura 3, afloran potentes relieves de calizas jurásicas. Si continuamos descendiendo hasta Pesquera en la subida a San Miguel de Aguayo afloran de nuevo las areniscas triásicas. 15 Figura 3. Afloramientos de caliza jurásica en las Peñas Aguileras (Mancomunidad CampooCabuérniga). Foto: Fernando Obregón Goyarrola. Celis Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Mapa 4. El Jurásico en Campoo según litología. Fuente: elaboración propia a partir del Mapa Geológico del IGME. En el Jurásico Superior, hace unos 150 millones de años, se produjo una regresión marina y emergieron las zonas norte y occidental de la comarca, iniciándose una sedimentación de tipo terrígeno, en un ambiente fluvial y deltaico que fue el escenario del tránsito Jurásico-Cretácico, representado en nuestra región por dos facies: Purbeck y Weald. En la facies Purbeck predominan los materiales detríticos frente a los carbonatados, y el máximo espesor (750 metros) de la región en esta facies se alcanza en el Puerto de Pozazal, hecho probablemente relacionado con la existencia de una falla tectónica de dirección NO-SE. Los materiales del Purbeck más frecuentes en nuestra comarca son los conglomerados, areniscas y arcillitas con intercalaciones de margas y calizas lacustres, que afloran en las montañas de la Cordillera Cantábrica en la Litología - Conglomerados, margas, calizas y arcillas Calizas y margas Margas y calizas arcillosas Calizas grises Dolomías y brechas calcáreas + antigüedad 1.260 m 1.011 m 1.020 m 1.006 m 16 zona del Ropero y Cepelludu y se extienden hacia el Norte, dentro ya del Parque Natural Saja-Besaya (valles de los ríos Queriendo, Fuentes y Hormigas), zona de Cinco Villas, Las Rozas, Los Carabeos y Los Riconchos. 3.3. El Cretácico en Campoo El Cretácico tiene como punto de partida en Campoo la facies Weald. Esta facies se extiende por la mayor parte de los municipios de Las Rozas y Valderredible, penetrando también en las zonas orientales de Valdeprado y Campoo de Enmedio. Como se puede apreciar en el mapa 5, la facies Weald se corresponde prácticamente con el límite municipal del Valle de Valderredible en su límite oeste. En el mapa 5 se ha realizado, debido a la complejidad de las series cretácicas, cierta agrupación de los afloramientos según el material que los con17 Figura 4. Afloramientos de calizas jurásicas en Santiurde horadados por los túneles de la Autovía. Foto: Bárbara Quevedo Celis Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO lugar a caprichosas formas de relieve que decoran el paisaje del valle de Valderredible. Algunas de estas esculturas naturales pueden observarse desde la carretera, como la que aparece en la Figura 6. Los potentes relieves que dominan todo el Valle de Valderredible sobre los que se asienta el Páramo de La Lora se corresponden con las calizas y calizas dolomíticas del Turoniense (Cretácico Superior). Un Figura 5. Iglesia rupestre de Arroyuelos (Valderredible), excavada en areniscas del Weald. Foto: Fernando Obregón Goyarrola. 1.260m Puerto de Palombera 1.011m Puerto del Escudo 1.020m Puerto de Carrales 1.006 Puerto de Pozazal Litología Limos, arcilla, areniscas y conglomerados (Weald) Arenas, areniscas y limos Magas con intercalaciones calcáreas Calizas, calizas dolomíticas y Calizas con Toucasia Arcillas, arenas y lechos carbonosos Intercalaciones de areniscas Mapa 5. El Cretácico en Campoo. Fuente: elaboración propia a partir del Mapa Geológico del IGME. forma. Así, por un lado, las calizas que aparecen en la Península de La Lastra, dentro del Embalse del Ebro, se corresponden con pequeños afloramientos del Complejo Urgoniano (calizas con Toucasia) mientras que las calizas de La Lora son más jóvenes. Los grandes cambios laterales existentes dentro del Weald hacen imposible establecer una estratigrafía tipo. En general, podemos hablar de una alternancia de areniscas, limolitas y arcillas, de mayor volumetría en la base. Por ser fácilmente deleznables, estas areniscas del Weald han permitido a las comunidades que habitaban estos valles labrar sobre y en el interior de estas rocas el bello patrimonio de iglesias, habitáculos y necrópolis rupestres que se extiende por toda la zona sur de la comarca de Campoo. Un ejemplo lo encontramos en la figura 5. Los conglomerados de la facies Weald han dado 18 Figura 6. Curiosa forma debida a la erosión de los conglomerados del Weald en Valderredible. Foto: Bárbara Quevedo Celis 19 Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO buen ejemplo de los resaltes calizos del valle se puede ver en la Figura 7. Desde el Aptiense y hasta el Cretácico Superior se sucede una serie estratigráfica en la que predominan las arenas sueltas o ligeramente cementadas de la facies Utrillas. Se trata de arenas de tonos blanquecinos, características de las laderas del Páramo de La Lora en Valderredible, y que se disponen en una serie de 200 metros de espesor. También afloran estos materiales en una amplia franja de unos 3,5 kilómetros en el límite de la comarca con Luena, en los municipios de Campoo de Yuso y San Miguel de Aguayo. Durante el Cretácico Superior, entre 100 y 65 millones de años aproximadamente, se sedimentaron las calizas y margas que conforman los páramos de La Lora y Bricia. Estas rocas se sitúan sobre las areniscas de la facies Weald y las arenas de la facies Utrillas que conforman el valle y sus laderas, más blandas y erosionables. El río Ebro, a partir de San Martín de Elines, ha excavado en estos materiales unos imponentes cañones, las Hoces del Ebro, que tienen su prolongación en la vecina provincia de Burgos y que constituyen una de las áreas de mayor interés litológico y geomorfológico de la comarca, con varias surgencias kársticas a media ladera (El Tobazo en Villaescusa de Ebro, Cueva del Agua en Orbaneja, etc.) que sirven de drenaje a los páramos aledaños. Al final del Mesozoico o Era Secundaria, hace unos 65 millones de años, tuvo lugar la extinción masiva de especies que terminó con los dinosaurios, dando paso al Cenozoico o Era Terciaria y Cuaternaria, a lo largo de la cual se desarrollaron las aves y los mamíferos. La comarca de Campoo, al igual que la mayor parte de Cantabria, permaneció emergida durante toda esta era. El inicio del Cenozoico coincidió más o menos con el comienzo de la orogenia alpina, la cual se extendió desde 65 hasta 20 millones de años antes de nuestros días. Esta orogenia es la responsable de la elevación de las principales cadenas montañosas del planeta: Alpes, Cáucaso, Himalaya, etc. Durante la orogenia alpina se levantaron también los Pirineos y la Cordillera Cantábrica, consecuencia del empuje de la Placa Ibérica contra la Placa Euroasiática. Las tensiones que dieron lugar a esta cordillera levantaron, plegaron y fracturaron los materiales depositados hasta el momento, iniciándose, simultáneamente, procesos erosivos sobre estos materiales que se prolongan hasta la actualidad. 20 21 Figura 7. Peña Camesía, un bonito resalte de calizas del Cretácico Superior sobre Valderredible. Foto: Bárbara Quevedo Celis Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO 3.4. El Cuaternario en Campoo Desde la conclusión de la orogenia alpina, hace 20 millones de años, los agentes responsables de la erosión en Campoo han trabajado bajo distintas condiciones climáticas que han permitido la existencia y coexistencia de ambientes glaciares, periglaciares, torrenciales, fluviales, áridos y ventosos. En cada uno de estos ambientes se dan distintos procesos de erosión, transporte y sedimentación de las rocas. Los agentes de modelado en la comarca han sido varios aunque el principal es el agua en sus diferentes estados. A pesar de que los glaciares desaparecieron al concluir la última glaciación (Würm) hoy día se mantienen los procesos de erosión periglaciar y nival que, ayudados por las fuerzas gravitatorias, siguen arrancando material de las zonas altas para transportarlo aguas abajo. Como podemos apreciar en el Mapa 6, en el curso alto del río Híjar no existen depósitos fluviales hasta que se ensancha el valle, sobre el lecho de las arcillas y yesos triásicos, permitiendo que en la amplia llanura de Naveda y Celada se formen terrazas fluviales que se prolongan hasta Requejo y Matamorosa. Los núcleos de población de mayor tamaño de la comarca se asientan sobre esa rica vega fluvial, donde también se localizan los mejores pastos de Campoo de Suso. En las zonas más altas, como se puede apreciar en el mapa, únicamente se dan depósitos de origen torrencial o de tipo gravitacional a través de los depósitos de ladera. Estos depósitos se extienden por el macizo del Alto Campoo, Sierra del Cordel y zonas de Abiada y La Hoz de Abiada. También son de destacar, por la extensión que ocupan, los coluviones situados a los pies de la Sie22 Tipos de depósitos cuaternarios Conos torrenciales y depósitos de ladera rra de Híjar y otros depósitos coluviales ya dentro de Valdeolea. En el resto de la comarca los depósitos cuaternarios se limitan a pequeñas formaciones de origen aluvial o coluvial como los meandros situados aguas arriba de Polientes. 4. Explotación de los materiales litológicos en la historia reciente de la comarca A lo largo de los últimos siglos se ha venido explotando la riqueza litológica de Campoo según los requerimientos y necesidades de la sociedad del momento. La principal explotación ha sido la asociada a las calizas. En Paracuelles se explotaron las calizas triásicas y en el resto de canteras las calizas jurásicas. Hoy día persiste la actividad extractiva en las canteras de calizas jurásicas de Valdeolea, que alimentan a la Cementera Alfa. 23 Mapa 6. Depósitos Cuaternarios en Campoo. Fuente: elaboración propia a partir del Mapa Geológico del IGME. Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO En Cañeda y Valdeolea se ha realizado también extracción de ofitas que posteriormente se emplean como balasto del ferrocarril o para el firme de las carreteras. También se han explotado, hasta época muy reciente, las arenas del Cretácico Inferior para la fabricación de cristal. Las cristaleras han destacado por ser una de las manufacturas más representativas y características de la comarca, localizándose en distintos emplazamientos, aunque hoy día esta actividad está en desuso. En Campoo de Suso, en la localidad de Soto se extraía calcopirita, y en Villacantid yesos que permanecieron activos hasta los años cincuenta. En Las Rozas de Valdearroyo se extrajo lignito hasta la década de los setenta. Del mismo modo, en Campoo de Enmedio y San Miguel de Aguayo se realizaba extracción de magnesita a comienzos del siglo XX, en depósitos que hoy día están abandonados. materiales más antiguos emergen, elevados, en los extremos (Montaña Palentina, Sejos) y los más jóvenes por estar más hundidos afloran en el centro del valle y hacia el este. El paisaje de Valderredible está más vinculado a las formaciones subhorizontales de Burgos (Páramo de La Lora, Páramo de Masa) y a la fácil acción erosiva del río Ebro sobre los materiales del Weald. Sin embargo, ya en el extremo sureste, el bello cañón de las Hoces del Ebro muestra la resistencia que ofrecen las calizas del Cretácico Superior a esas mismas aguas del río “Iber”. En la siguiente tabla, a modo de resumen, se muestra destacado en azul el tiempo de vida de la comarca de Campoo, así como los materiales asociados a cada periodo y la localización de dichos materiales en la comarca. Sobre el sustrato geológico que se describe en este artículo, en unas condiciones climáticas variables, se han desarrollado unos suelos y una vegetación determinados. Y posteriormente, en los últimos miles de años, se ha producido la impronta humana, que ha modelado el paisaje campurriano dándole su aspecto actual. El patrimonio geológico en Campoo es, además de variado y rico, muy frágil. Conviene tener siempre presente que cualquier acción humana sobre el patrimonio geológico es irreparable, no tiene vuelta atrás. Es decir, si actuamos sobre el perfil del Circo Glaciar del Alto Campoo, no podremos reemplazar ese risco o ese bloque de conglomerados, por lo que la preciosa silueta del horizonte campurriano de la que estamos tan orgullosos nunca volverá a ser la misma. 5. Conclusiones La joven comarca de Campoo es el resultado de no más de 350 millones de años en la que la disposición de los materiales geológicos está claramente vinculada con las grandes estructuras geomorfológicas. Podemos hablar de dos grandes dominios geomorfológicos: por un lado el sinclinal de Campoo, cuyo flanco sur se correspondería con la Montaña Palentina y la Sierra del Híjar, y por otro las estructuras monoclinales de Valderredible. La disposición oeste-este de los materiales de la comarca según su antigüedad, así como la progresiva apertura del valle del Híjar-Ebro desde el macizo del Alto Campoo, denotan la existencia de un gran sinclinal de dirección oeste-este. En él, los 24 25 Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO Bárbara Quevedo GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO (Millones de años) ERA 0 SISTEMA CUATERNARIO 1.8 Facies/ SUBSERIE SERIE ROCAS EN CAMPOO Depósitos de ambiente fluviotorrencial HOLOCENO PLEISTOCENO CENOZOICO PLIOCENO NEÓGENO 22,5 MIOCENO TERCIARIO OLIGOCENO PALEÓGENO Orogenia Alpina y Modelado glaciar EOCENO 65 SUPERIOR CRETÁCICO 141 INFERIOR MALM MESOZOICO JURÁSICO LÍAS SUPERIOR MEDIO TRIÁSICO 230 INFERIOR PÉRMICO 280 CARBONÍFERO 347 DEVÓNICO PALEOZOICO SILÚRICO 435 ORDOVÍCICO 500 CÁMBRICO 4000 PRECÁMBRICO Keuper Arcillas rojizas y yesos Valdeolea, Cañeda y La Población de Yuso Conglomerados, Principales Bundsandstein areniscas y limolitas. sierras y resaltes. Ofitas(vulcanitas) SUPERIOR SUPERIOR Vulcanitas, granitoides Pizarras INFERIOR Areniscas puertos de Sejos, Sierra del Cordel SUPERIOR INFERIOR Pico Iján en la Sierra del Cordel MEDIO INFERIOR SUPERIOR INFERIOR SUPERIOR INFERIOR SUPERIOR MEDIO INFERIOR ALGÓNQUICO ARCAICO 570 600 Páramo de La Lora Sur del Pantano Arenas sueltas de la y laderas del facies Utrillas. Serie Páramo de la de 200 metros. Lora Calizas y Albiense Borde norte del mineralizaciones de Aptiense Pantano del Ebro sulfuros de hierro Weald Purbeck DODGER 195 395 Formación de la Cordillera Cantábrica, elevación del macizo del Alto Campoo PALEOCENO Calizas y calizas dolomíticas LOCALIZACIÓN EN CAMPOO Terrazas fluviales, conos de deyección, depósitos de ladera 26 Bibliografía básica: CENDRERO UCEDA, Antonio; DÍAZ DE TERÁN MIRA, José Ramón; FLOR PÉREZ, Emilio; y GONZÁLEZ LASTRA, José Ramón: La geología de Cantabria en imágenes. ICE / Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria. CENDRERO UCEDA, Antonio; DÍAZ DE TERÁN MIRA, José Ramón; FLOR PÉREZ, Emilio; FRANCÉS ARRIOLA, Enrique; y GONZÁLEZ LASTRA, José Ramón: Patrimonio natural de Cantabria. Paisajes geológicos. Esquema geológico. Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria. CENDRERO UCEDA, Antonio; DÍAZ DE TERÁN MIRA, José Ramón; FLOR PÉREZ, Emilio; FRANCÉS ARRIOLA, Enrique; y GONZÁLEZ LASTRA, José Ramón: Guía de la naturaleza de Cantabria. Ediciones de Librería Estvdio. Santander, 1986. FERNÁNDEZ ORTEGA, Francisco; y VALLS URIOL, María del Carmen: Los Colores de la Oscuridad. Cantabria, Paraíso Subterráneo. Creática. Santander, 1998. FROCHOSO SÁNCHEZ, Manuel: Geomorfología del valle del Nansa. Universidad de Cantabria. Santander, 1990. SÁNCHEZ ALONSO, José Bonifacio: Historia y guía geológico-minera de Cantabria. Ediciones de Librería Estvdio. Santander, 1990. VVAA: Puntos de interés geológico en el sector oriental de la Cordillera Cantábrica. Instituto Geológico y Minero de España. Madrid, 1983. VVAA: Mapa Geológico de España, hojas a escala 1:50.000. Instituto Geológico y Minero de España. VVAA: Mapa Geológico de Cantabria, a escala 1:100.000. Instituto Geológico y Minero de España. VVAA: Gran Enciclopedia de Cantabria. Editorial Cantabria. Santander, 1985. Voces “Cenozoico”, “Cuaternario”, “Geología”, “Geomorfología”, “Mesozoico”, “Paleozoico” y “Tectónica”. VVAA: Geocantabria. Itinerarios Geológicos. Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria. Santander, 2004. 27 Figura 8. 4. Tabla geológica de Campoo identificativa de las principales litologías. Fuente: elaboración propia José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? NUEVAS ETIMOLOGÍAS DE BIJANERA, PICO JANO, SUANO Y SIMILARES También han existido fiestas similares en Asturias, Maragatería y País vascofrancés. 1 José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares Introducción términos de una misma familia lingüística para que, apoyándose unos en otros, se refuerce la etimología propuesta. En este artículo trataré de las etimologías de algunos términos cántabros que contienen el radical JAN- (o sus variantes HAN-/ AN-) y estudiaré su posible relación con el dios romano IANVS/ JANO, que algunos autores han supuesto. Me apresuro a responder al interrogante del título y afirmo rotundamente ya desde ahora que, como demostraré, no existe ninguna relación entre Bijanera, Pico Jano, Montehano y el dios Jano. También desmentiré la intervención del étimo “fanum” en los orónimos Pico Jano y Montehano, así como en los topónimos Soano y Suano. Las etimologías que propongo, novedosas y hasta sorprendentes, podrán ser discutibles, pero al menos cumplen los requisitos exigibles en la ciencia lingüística. La de Bijanera es completamente novedosa; las de Pico Jano, Montehano y Soano/ Suano, que pueden parecer novedosas, en realidad son aplicación de una raíz ya conocida pero poco divulgada (ya que ningún autor hasta ahora la ha tenido en cuenta para estas palabras); en otras etimologías, como en la de Quintanilla de An o en la de “anjana”, me limito a hacer algunos comentarios a las etimologías ya expuestas por otros investigadores. La inclusión de la Bijanera en estos “Cuadernos de Campoo” está justificada porque, aunque actualmente esta fiesta sólo se celebra en Silió (Molledo), anteriormente se celebraba en otros pueblos del valle de Iguña y en los valles de Toranzo, Anievas, Polaciones… y también en Campoo1. Por otra parte, se incluyen los topónimos Suano y Quintanilla de An, que sí pertenecen al ámbito campurriano. En cuanto a otros términos ajenos a este ámbito, su inclusión es obligada porque la metodología etimológica exige estudiar conjuntamente todos los 30 Bijanera Año tras año, a primeros de enero, aparecen en los periódicos de Cantabria reportajes sobre la fiesta de LA BIJANERA, celebrada en Silió y calificada como “carnaval de invierno”, y año tras año se repiten las mismas etimologías carentes de rigor científico y de sentido crítico. Etimologías anteriores Indefectiblemente se refieren los articulistas al Pico Jano como “el pico que domina el valle” (de Iguña) e interpretan su nombre como “Pico del dios Jano”, lo que justificaría la etimología Bi-janera = 31 La Vijanera. Foto: Eugenio Martínez Jorrín Este influjo pudo deberse al viejo año o al personaje de la vieja que participa en estas fiestas. 2 José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares dos Janos. Esto no tiene sentido, porque, si Jano tenía dos caras (que representarían el año viejo y el nuevo), *Bi-jano tendría cuatro. Además, otros valles en los que también se celebraba la Bijanera no disponen de un Pico Jano próximo que hubiese justificado ese nombre de la fiesta. Como veremos en el siguiente apartado, el Pico Jano tiene otro origen. Otra etimología deriva Bijanera, o más bien la variante Viejanera, de “viejo-anero = viejo año”, por la fecha de la celebración. Fonética y morfológicamente tal derivación es insostenible, ya que el resultado normal habría sido *Vejañera o *Añovejera. Está claro que la evolución fue la inversa: Bejanera/Bijanera se modificó, por etimología popular, en Viejanera2, cambiándose en consecuencia la B- en V-. Tampoco es admisible la etimología latina “dies-ianuaria” = día de enero (o de Jano), ya que, aparte de lo impreciso de la fecha, el paso de dies a Bi-/Be- es fonéticamente imposible. parecer complicada, pero cumple adecuadamente las leyes fonéticas aplicables a cada elemento de la palabra. Veamos paso a paso tal evolución: Nueva etimología BIJANERA / BEJANERA es derivado, mediante el sufijo -era, de un primitivo *BIJANA /*BEJANA. Esta palabra, en sus dos variantes, deriva del latín Epiphania (variante de Epiphanía), a su vez del griego Epipháneia = manifestación (de la divinidad); por tanto, Bijanera significa “(fiesta) de la Epifanía”. Primero se diría “la fiesta de la *Bijana”, luego “la fiesta Bijanera” y, finalmente, “la Bijanera”. Este significado le conviene perfectamente a una fiesta que se celebra precisamente en las proximidades del 6 de enero, fiesta de la Epifanía. Aclarados ya los aspectos morfológico y semántico, sólo queda justificar la evolución fonética Epiphania > *Bijana/Bejana. Esta evolución puede 32 El prefijo griego epi- sufrió primero sonorización de la -p- intervocálica (epi- > ebi-) y luego aféresis (ebi- > bi- ); en cuanto a la -i-, se conservó en *Bijana por cultismo o bien evolucionó regularmente a -e- en *Bejana (por ser breve esta -i- en latín). La evolución epi- > bi- también se da en bizma (del gr. epíthema = emplasto). Para la alternancia i/e, compárese “epitafio”, que en cast. ant. se dijo “pitafio” o “petafio”, aunque aquí no hubo sonorización porque, al producirse primero la aféresis, la P ya no era intervocálica3. El paso de *Bifana/Befana a *Bihana/Behana (con -h- aspirada) y luego a *Bijana/Bejana (por reforzamiento de la aspiración) también puede considerarse normal. Ejemplos con -hinterior: Cofiño (Ast.) > Cohiño (Arenas de Iguña) > Cogiño (Puente Viesgo)4; Los Navarros (topónimo, de Nafarros) > Naharros (topónimo) > Najarros (apellido); en el DRAE de 1992 aparece la terna de origen árabe zafarí/zaharí/ zajarí 5. La acentuación de *Bijana (en vez de *Bijanía) se debe a que se tomó la del griego Epipháneia y no la del latín Epiphanía; a esa preferencia pudo contribuir la acentuación de los nombres propios Epifanio y Epifania (que en latín también se acentuaban en la sílaba -fa-). Es sabido que el diptongo griego ei pasaba a i larga en latín y que, según la prosodia de este idioma, al ser larga la vocal de la penúltima 33 Otro ejemplo: epíscopus dio en cast. ant. bispo (luego obispo). Existe un paralelismo con el prefijo apo-: de apotheca derivan bodega y botica, también con aféresis y sonorización. 3 Así está escrito en mapa del I. G. Catastral esc. 1/50 000 nº 58, ed. 1934, para reflejar, incorrectamente, la pronunciación oída Cojiño. Ahora ha vuelto a escribirse Cohíño. 4 En la edición de 2001 se ha eliminado la variante intermedia zaharí. 5 José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares Un ejemplo comparable al de Epifanía es el del griego Akadémeia, que pasó al latín Academía (acentuación regular) y también a Academia (con la acentuación griega); ésta fue la variante que triunfó en castellano. 6 De la región italiana de Campania, lugar de origen de las campanas. 7 He tomado esta definición del “Dizionario Italiano” de la Biblioteca Universale Rizzoli. Otros diccionarios añaden, con distintas localizaciones: “Mítico personaje en forma de horrible vieja que pasa por la tierra del 1 al 6 de enero. Bruja que creían los niños que bajaba por la chimenea la noche de Reyes. Fantoche de trapos…”. 8 sílaba, el acento de la palabra debe caer sobre esa sílaba6. Más difícil de explicar es la terminación -ana de *Bijana, ya que se esperaría la terminación -aña procedente de -ania. Este cambio -aña > -ana se deberá a la existencia de parejas de palabras que presentan los dos sufijos: peana/ peaña, montana/montaña, forana/foraña (= forastera), campana7 /campaña (del lat. tardío campania), derivados de campus. En el caso de Bijana, se prefirió -ana a -aña. Tenemos un caso similar en la alternancia zanfoña/zanfona (también zampoña), de symphonia (no de symphonía > zanfonía), con pérdida de la yod: -nia > -na. Confirmación de la etimología Lamentablemente, en castellano no se ha registrado ninguna de las palabras que he supuesto como étimo de la que nos ocupa, en ninguna de sus fases de evolución: no se documentan ni *befana/ behana/bejana ni sus variantes con bi-; pero, afortunadamente, existe una palabra italiana que confirma contundentemente lo acertado de la etimología que acabo de exponer. Se trata de “befana”. Los diccionarios italianos definen “befana” como: “La fiesta de la Epifanía (6 de enero). Los regalos que se hacen por la Epifanía. La vieja que la leyenda imagina que trae regalos a los niños la noche del 5 al 6 de enero” (como en nuestra noche de Reyes)8. Por si fuera poco, también existen en italiano dialectal las interesantes formas intermedias “befania” y “pefana” que corroboran la evolución fonética que habíamos aplicado a nuestra *befana/ bejana. Naturalmente, todos los diccionarios italianos derivan estas palabras de “Epifanía”. Aparte de 34 José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares las diferencias etnográficas, resulta evidente que la “befana” italiana tiene el mismo origen que la *bejana cántabra, de la que deriva “Bejanera”. Incluso coincide la evolución fonética: misma sonorización, misma aféresis, misma posición del acento, misma terminación -ana; la única diferencia entre la palabra italiana y la cántabra es que el italiano conserva la -f- original y, en nuestro caso, la -fevolucionó a -h- aspirada y más tarde a -j-. Cabe preguntarse si el término befana pudo importarse de Italia. Teniendo en cuenta la distinta expresión folclórica de las dos celebraciones y la posterior evolución fonética de la forma cántabra, hay que concluir que el proceso lingüístico fue independiente en las dos penínsulas. Comentarios Una vez conocida esta palabra italiana, ya no se puede dudar de que el étimo de Bijanera/Bejanera es Epiphania. De acuerdo con su etimología, tampoco puede haber dudas en cuanto a la ortografía: debe escribirse con B (por proceder de P) y no con V. Resulta tentador aplicar este proceso fonético a la etimología, hasta ahora desconocida, del topónimo Bejorís/Vejorís (Santiurde de Toranzo), que comienza por Bej- como Bejanera y presenta la misma alternancia B/V9. Por ese camino llegaríamos a un étimo *Epiphorisius (de *Epiphoresius, por itacismo), posible nombre propio de origen griego (cf. epíphoros = favorable, epiphoreo = aportar, sufijo -sis de acción). Entonces Bejorís vendría de (villa o fundus) *Epiphorisii = “(posesiones) de *Epiforisio”, pasando por *Beforís. Claro está que esta etimología es hipotética hasta que se pueda comprobar si este nombre figura en los diccionarios de onomástica. Inicialmente había pensado yo que Bijanera 35 Es comprensible que, cuando una palabra no se puede relacionar fácilmente con otras de la misma familia, o cuando se desconoce su etimología, la ortografía sea vacilante. 9 En algunos casos, el diptongo griego ei pasaba al latín como e larga: panákeia > panacea, mouseion > museum, etc. 10 Recogí esta definición de unos apuntes mecanografiados del Duende de Campoo para su “Vocabulario campurriano”. 11 12 Según el dicc. Espasa (s. v. “Janual”), Januales son las “fiestas en honor de Jano que se celebraban en la antigua Roma el 1º de enero. (…) Los amigos y parientes se enviaban mutuamente sus aguinaldos…”. 13 Lo mismo puede decirse del carnaval o carnestolendas, fiesta de origen pagano, pero cuyo nombre alude a la Cuaresma que viene después. También el Hallowe’en (= víspera de los santos) tiene nombre cristiano, aunque su origen etnográfico sea celta. José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares podría derivar directamente de la variante latina Epiphanea10, que daría *Bijanea y luego Bijanera por cambio de sufijo (como en galea > galera, trinchea > trinchera, romeo > romero). Sin embargo, teniendo en cuenta la “befana” italiana, este razonamiento huelga. Por otra parte, la existencia de bijanero (“muñeco de trapos del tamaño y figura de un viejo, en cuyos bolsillos han metido coplas o recomendaciones para personas conocidas y determinadas”11) nos muestra que -era y -ero son sufijos añadidos a *Bijana. Aunque en la antigua Roma se celebraban las Ianuaria o Ianualia, fiestas de las calendas de enero (mes consagrado a Ianus/Jano)12 y aunque las fechas de ambas celebraciones casi coinciden, ello, por las razones aducidas, no nos autoriza a derivar de ahí la palabra “Bijanera”. Si bien el origen etnográfico de la Bijanera parece ser pagano, el origen etimológico es cristiano y, por tanto, sin relación con Jano13. Una última consideración: Aunque la palabra Bijanera parece que sólo está documentada desde fecha relativamente reciente, el uso de la misma, de acuerdo con la nueva etimología, tuvo que ser anterior al s. X, ya que en torno a ese siglo se produjo en el norte de Castilla el cambio de la F latina a la H aspirada del castellano antiguo; más tarde, una vez aprendida la pronunciación de la F, se hubiese dicho *Bifanera o *Befanera. dículamente), de origen incierto14. Como la zamarra o pelliza es una prenda característica de este personaje, que también aparece en los carnavales de algunos lugares, zaharrón se transformó popularmente en zamarrón y, con otro sufijo, zamarraco; finalmente, estos términos se alteraron por metátesis (m-rr > rr-m) en zarramón y zarramaco, respectivamente. Zamarraco y zarramaco, aunque de aspecto vasco, en realidad se han formado con el sufijo despectivo -aco, como conviene al zamarrón/zarramón15. No son éstas las únicas variantes de zaharrón. Como la -h- se pronunciaba con aspiración, era fácil que esta palabra pasase a zagarrón, con influjo de zaga, puesto que los zaharrones iban detrás de las comitivas de las fiestas espantando a los niños. Por otra parte, zamarrón también sufrió una metátesis diferente (z-m > m-z) y se alteró en mazarrón; a ello ayudaría el nombre de la conocida población de Mazarrón (Murcia). Otras variantes: Zarragón (metátesis del ya mencionado zagarrón), zurramaco (alteración de zarramaco), zorromoco, zurrumero, zarramasquero (influido por máscara), etc16. Si se quisiesen unificar todas estas variantes, podría recuperarse la vieja palabra “zaharrón”, o su forma reducida “zarrón”, como se dice en los carnavales de Atienza (Guad.). Zamarrones, zamarracos o zarramacos Como apéndice de la Bijanera, trataré de explicar el origen de zamarrón, zamarraco, etc., términos aplicados a uno de los personajes de esta fiesta, llamados en general “bijaneros”. El punto de partida, que explica todas las variantes, ha de ser zaharrón (persona disfrazada ri36 Pico Jano y Montehano En Cantabria hay dos picos llamados Jano: uno en Iguña y otro en Liébana. Montehano (Escalante) es a la vez nombre de monte y nombre de la población próxima a él. Dada la aparente semejanza de Pico Jano y Montehano, trataré de ambos orónimos conjuntamente en este apartado. 37 14 Según J. Corominas, “probablemente de un derivado del árabe sahr = acción de burlarse o escarnecer” (Dicc. Crítico Etim. de la L. Cast. s. v. “zaharrón”). 15 Ejemplos de -aco: libraco, pajarraco y, añadiéndolo al sufijo -arr-, tiparraco (= tipejo), bicharraco, etc. 16 Pueden verse estas y otras variantes en Corominas, ibídem. José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares Vista del Pico Jano desde Aguayo. 17 El DRAE incluye indebidamente “fano” con la marca de “antiguo”, pero se trata de un cultismo aislado de latinistas. Sólo están en uso los cultismos fanático, profano y sus derivados. Etimologías anteriores Para el Pico Jano también vuelven algunos a hacer referencia al dios Jano. Esta etimología es inaceptable, pues el Pico Jano de Iguña coexiste actualmente con la variante Pico Ano. Esta forma (o Hano, como en Montehano) no puede venir de Ianus (= Jano), ya que esta I-/J- latina no se pierde en sílaba tónica: jacet dio yace, pero *jectare (por el clásico jactare) dio echar; en los cultismos acabó pronunciándose con J castellana, como en jactarse y en Jano (dios). Otra etimología, generalmente aceptada y válida para Pico Jano y para Montehano, se basa en el latín fanum = templo. Fonéticamente sería admisible, pues la evolución F > H > J (no así la de J > F/H) es tan normal como la que vimos en Bijanera y la que se da p. ej. en fondo > hondo > jondo, fila > hila > jila, huelga (de folgar) > juerga, etc. Sin embargo, esta etimología tropieza con una grave dificultad: Fanum nunca pasó al latín vulgar17, siendo sustituido por el cultismo templo (en cast. ant. 38 José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares tiemplo). Por tanto, si Fano es un cultismo (además sin uso), no pudo, por definición, evolucionar popularmente a Hano y más tarde a Jano. Luego hay que desechar esa etimología. Por supuesto, también hay que desechar la creencia popular que fusiona las dos teorías anteriores y, refiriéndose a Montehano, atribuye la denominación de ese monte a que allí debió de existir un antiguo templo romano de adoración al dios Jano18. Tampoco convence considerar a fano, segundo componente de Montehano, como un derivado regresivo de fanal (farol empleado como guía de navegantes), que en este caso sería un faro en la cima del *Monte-(del)-fano. Aparte de que todo esto es hipotético (tanto la existencia del faro como la existencia de la palabra *fano = fanal o farol19), hay que tener en cuenta que la primera documentación de fanal (palabra tomada del it. fanale) es de 1570 y, como vimos al final del apartado “Bijanera”, en esa época la distribución de F y H (procedente de F) ya se había fijado en castellano; luego *Fano, en ese sentido, no pudo pasar a Hano ni a Jano. Citaré como curiosidad la etimología que se ha propuesto para Monte-Hano: lat. anus = anillo o aro, por la forma “circular” (?) de dicho monte. De Anus no puede surgir un Hano con H- inicialmente aspirada. Todas estas etimologías tienen el defecto de que están construidas en aposición, cuando lo normal sería que se hubiese dicho “Pico de Jano”, “Monte del Hano” o, popularmente, “*Montelano”. Nueva etimología Si tenemos en cuenta las variantes Pico Jano y Pico Ano (citadas en “Etimologías anteriores”), así como Monte-Hano (obviamente relacionado con la 39 18 La colina romana del Gianicolo sí estaba dedicada a Jano, pero en este caso su denominación se ha conservado ininterrumpidamente desde la época de la Roma antigua y ha evolucionado regularmente (< lat. Ianiculum). El Janículo del castellano es cultismo. 19 Tampoco existe un cultismo *fano tomado directamente del griego phanós = luz, antorcha. 20 Algunos dicen Pico Jana, pero se tratará de una modificación tardía debida al desconocimiento de ese adjetivo, tomándolo por sustantivo invariable. No creo que esta Jana sea el equivalente castellano del asturiano Xana = “anjana”, de la que hablaremos más adelante. En castellano se habría dicho *fañeca, por las dos enes de la raíz. 21 José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares denominación del pico Jano/Ano), hemos de llegar a la conclusión de que las tres variantes sólo pueden proceder de un primitivo Fano. Ahora bien, este Fano no puede ser descendiente del latín fanum, como ya demostramos; ha de tratarse de otra palabra de radical fan-. Por otra parte, dada la concordancia con Pico y con Monte, dicha palabra ha de ser un adjetivo que califica a ambos sustantivos. Este importante detalle queda confirmado por la existencia en Asturias (Peñamellera, zona con fonética ya castellana) de Peña Jana (cerca de Panes) y Sierra Jana, donde también hay concordancia de género20. ¿Qué significado tendrá este adjetivo “fano/fana”? Existe una raíz *fan(n)-, probablemente de origen prerromano, cuyo significado es “mocho, despuntado, recortado, achatado”. Esta raíz aparece en el nombre de pez “faneca” (especie de abadejo pequeño de cabeza achatada), tomado del gallego21, idioma en que el adjetivo faneco significa “mocho, desorejado” y fanar es “desmochar, despuntar”. Otro derivado de *fann- (con dos enes) es el castellano “fañar”, incluido en el DRAE con la definición “marcar o señalar las orejas de los animales por medio de un corte”, aunque este diccionario no indica su etimología. El significado de esta raíz se ajusta perfectamente al perfil de Montehano: monte cónico, pero con la cúspide roma o achatada, como si hubiese sido desmochada (véase aquí su fotografía). El Pico Jano de Iguña también es más o menos cónico con la cumbre despuntada (véase su fotografía). En cuanto al Pico Jano de Liébana, su perfil ya no es claramente cónico, pero, con un poco de buena voluntad, podemos aceptar que cumple la condición de tener la cumbre aplanada. Para otros orónimos o topónimos como los que estudiaremos más ade- lante, los montes o picos pueden no ser tan paradigmáticos como Montehano, pero sí han de tener la cumbre achatada o con aspecto de mutilada o recortada (compárese Montserrat = monte serrado), siempre que se la mire desde el lugar apropiado. El adjetivo “fano”, derivado de la variante *fan(con una ene) de la raíz, no es hipotético, ya que en las “Coplas de Mingo Revulgo” (anteriores a 1485) se menciona un “Cerro Fano” = “cerro mocho”, con F- conservada22. También existe en Asturias un “Picu Fanu”, hermano de nuestro Pico Jano23. En conclusión, PICO JANO (ant. Pico Fano) significa “pico mocho” y MONTEHANO (ant. Monte Fano) significa “monte mocho”. Fano pasó inicialmente a Hano con H- aspirada y luego, cuando la aspiración dejó de practicarse, se reforzó ésta pronunciándola como J- (dando Jano en Iguña), o bien se convirtió en H- muda (caso de Montehano) o simplemente desapareció (dando Ano en Aguayo). 40 41 23 Debo la información que me condujo a esta aparentemente “nueva” etimología al Dicc. Etim. de J. Corominas s. v. “fanático” (nota 1) y “faneca” q. v. José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares En contraste con los montes o picos “fanos”, existen montes “agudos”, es decir, no mochos: Monte Agudo (isla de; la mayor de las Cíes, Pont.), Monteagudo (en varias prov.) y Montagut (Tarr.). Para la utilización del concepto de “mocho” (y por tanto de “fano”) a seres inanimados, compárese con Castromocho (Pal.) y Torremocha (en varias prov.). Otras variantes El apellido Monteano es otra grafía de Montehano. Sin embargo, Monteana (cerca de Gijón), por no conservar la F del bable “fano” y por no haber concordancia (sust. masc. con adj. fem.), posiblemente proceda de Monte (d’) Ana. Otra variante de Montehano es Montiano (Valle de Mena, Burgos), situado al pie de un monte; por tanto, ha de significar lo mismo. En cuanto al topónimo gallego Montán (Lugo), al no conservar la F de “fano”, no será reducción de Mont(e)-(h)an(o), sino que, como el apellido Montano, será lo mismo que “montano” = montañés. El mismo origen tendrán el Montán de Castellón y su derivado Montanejos, próximo a él. El apellido Montejano podría ser equivalente a Monte-Jano o Monte-hano; pero, como no parece ser topónimo (al menos no lo he encontrado), será más bien el gentilicio de Montejo (varias prov.), como “montijano” lo es de Montijo ( Bad.). Soano y Suano Lo primero que hay que decir de estos dos topónimos es que Suano (Campoo de Suso) es evolución fonética normal de Soano (Arnuero), como p. ej. en roano > ruano, bohedo (Boedo como topónimo) > buhedo, ant. Johan > Juan; además, Suano está documentado también como Soano. Por tanto, en adelante trataremos sólo de la etimología de Soano. 42 Antecedentes Como Soano está documentado “Sofano” en 1114 (y simplemente “Fano” en 1203), ya podemos adelantar que SOANO viene de “So-hano”, y éste de “So-fano”; es decir: “bajo el fano”. Estudiemos, pues, previamente el significado de este “fano”. Ya vimos que no puede estar relacionado con el dios Jano ni con “fanum” = templo; será otra cosa. Hasta ahora, mi investigación creo que ha discurrido por terreno seguro; en adelante me moveré por un terreno algo resbaladizo, es decir, basado en hipótesis; pero se trata de hipótesis razonables. Veamos: Existen varias localidades llamadas FANO en Asturias (Gijón, Colunga, Parres, Ponga) más el aumentativo Fanón (Luarca); según Menéndez Pidal (“Oríg. del esp.”, 41, 8 b), hay otro Fano en Vizcaya, 43 El monte Mezuz desde La Población. 24 En el mapa del I. G. Catastral esc. 1/50 000 nº 83 aparecen dos microtopónimos, Braña de Jano y Braña de Ano, que parecen indicar que (J)ANO ya se ha sustantivado para referirse al Pico Jano. 25 Es de suponer que, al caer en desuso el adj. “fano”, se olvidaría su significado y, consiguientemente, el del sust. “fano”. Por ello, no puede extrañar que, en algún caso, se llamase “fano/hano/ano” a cualquier montaña destacada, aunque no tuviese la típica forma de Montehano. 26 Así lo afirma Alberto González Rodríguez en su “Dicc. etim. de la toponimia mayor de Cantabria”(ESTVDIO, 1999). De este autor he tomado también las variantes antiguas y fechas de documentación de Soano y Suano. José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares que no he podido localizar. Es natural suponer que el adjetivo “fano” (ya estudiado) se sustantivase, como sucedió con “alto”, “bajo”, “llano”, “somo”, “claro”, etc. o con “mojón fito” (docum. en 1100, del lat. fictus = hincado; comp. Pedrafita, Piedrahita, etc. = “piedra hincada”), que acabó simplificado en el sustantivo “hito”. Primero se diría “el monte fano” y luego simplemente “el fano” = “el monte mocho”24. Esta hipótesis se confirma al comprobar que los topónimos “Fano” asturianos se encuentran al pie de sendas montañas25. M. Pidal (ibídem) hace derivar este Fano de Fanum. Es posible que se trate de una rara supervivencia del latín clásico, pero, por las razones antes aducidas, me parece más convincente la etimología que he expuesto: “Fano” = “monte recortado de alguna manera”. Caso distinto es el Fano de Italia (en Las Marcas), ya que el nombre de esta población procede de Fanum Fortunae = templo dedicado a la diosa Fortuna. Este sustantivo “fano” también está presente en la península de La Magdalena de Santander, donde existe el cabo de ANO y en cuya cumbre existió el castillo o fortín de (H)ANO, donde ahora está el palacio. La configuración de este montículo, también llamado “monte Hano” (funcionando aquí Hano como adjetivo), apoya una vez más el significado de “monte achatado”. presenta un perfil similar al de Montehano (como se ve en la fotografía). Para la formación con el prefijo so-, comp. Sopeña, Somonte, etc. Sin embargo, el topónimo gallego SOÁN (Lugo), que parece el equivalente de Soano, ha de tener otro origen, pues en ese idioma se hubiese dicho *Sofán. En realidad, Soán es el equivalente del topónimo castellano Solano (Burgos y Huesca). En cuanto a SOMOANO (apellido y sin duda microtopónimo), también hay que rechazar el étimo fanum, por las razones ya indicadas; además, si derivase de ahí, significaría “lo más alto del templo”, lo cual no tiene sentido en un topónimo. Teniendo en cuenta que tanto “somo” como “hano”, según hemos visto, pueden tener la función de sustantivos o de adjetivos, cabe interpretar este término como “somo mocho” (sust. + adj.) o como “lo más alto del hano” (adj. + sust.). Yo me inclino por lo segundo, ya que está en consonancia con otros topónimos como Somarriba, Somahoz, Somaconcha, Somaloma, Somballe … = lo más alto de la ribera, de la hoz, de la concha, de la loma, del valle …, respectivamente. Así pues, Somoano significa “lo más alto del hano” y Soano/Suano, lo opuesto: “debajo del hano”. Nueva etimología Si aceptamos la etimología indicada para el topónimo Fano (= monte mocho), hemos de concluir que SOANO y SUANO significan “bajo el monte mocho” (o de cumbre recortada). De hecho, Soano se halla al pie de una montaña “llamada antes Fano o Hano” 26 (actualmente El Cincho) y Suano, al pie del monte Mezuz. En el caso campurriano, se trata más bien de una loma, pero, vista de costado, 44 Otros términos relacionados Veamos ahora otros topónimos u orónimos que parecen estar relacionados con la raíz *fan(n)-, además de las arriba mencionadas Peña Jana y Sierra Jana: Existe un pico cerca de Saucelle (Sal.) llamado JANA. Seguramente se trata del femenino de Pico Jano, suponiendo que concuerda con el sustantivo implícito Peña o Montaña. En la Sierra de Gata (zona en la que dialectalmente también se aspira la H) tenemos otro pico llamado JAÑONA (en la divisoria Sal.-Các.). Se 45 27 Así opinaba J. Corominas. Véase su Dicc. Etim. s. v. “fanático”. Ya expuse esta etimología de Soncillo en mi art. “El relieve” en “Cuadernos de Campoo” nº 49, pág. 32. Si Soncillo viene de *Sum(mi)cellu, Ancillo vendría de “Fan(ni)cellu. 28 29 Hablando de elevaciones del terreno, aprovecho para proponer mi etimología de Liendo (munic. cánt. que se eleva desde la costa hasta el alto de Guriezo), ya que nadie ha propuesto otra. Se trataría de una variante de leudo (ant. liebdo) del lat. vg. *lévitus = levantado (como Somo). Generalmente este adj. se aplica a la masa elevada por la levadura. Véase Dicc. Etim. de Corominas s. v. “leve”, nota 6. José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares tratará igualmente de un derivado aumentativo de (Peña o Montaña) *Jaña; es decir, “gran peña mocha”. En este caso, la raíz en que se basa este orónimo es *fann- (con dos enes), como en “fañar”. Sin embargo, el pueblo LA FANA (a unos 3 km de Gijón), aunque está cerca de un monte o peña (lo que podría justificar su significado de “despuntada”), admite otra interpretación: una “fana” en Asturias es lo mismo que un “argayo” (desprendimiento de tierra y piedras por la ladera de un monte); para salir de dudas, habría que conocer el terreno. De todos modos, este segundo sentido se explica por la misma raíz *fan- que el primero27, pasando por la idea de “arrancar, desprender”. Derivado de esta Fana será el topónimo también asturiano Fanes (pl. de Fana); sin embargo La Fanosa (Tineo) probablemente signifique lo mismo que La Fenosa (Cudillero): lugar abundante en heno (del latín fenum). FAO (La Cor.), con pérdida de -n- simple, no se corresponde bien con los demás derivados gallegos procedentes de -nn-; ¿será adaptación del cast. ant. “fano”? ANCILLO (Argoños y Soba) puede considerarse un diminutivo de Ano/Hano, es decir, “pequeño hano”, formado como Soncillo = “pequeño somo” y de significado similar: “pequeña elevación del terreno”28 o “montículo aplanado”; de hecho, el Ancillo de Argoños ocupa un montículo que domina la marisma de Santoña y el de Soba se encuentra al pie de la Sierra del Hornijo29. El inconveniente de que la derivación en -cillo no sea la habitual en palabras terminadas en -o se salva si tomamos como modelo excepciones como p. ej. mano > manilla y manecilla o llano > llanillo y llanecillo; en nuestro caso, el diminutivo de “Hano” sería primero *Hanecillo y luego Ancillo por síncopa. Sin duda se eligió este diminutivo irregular para evitar la homonimia con “anillo” (del lat. “anellus”)30. Desde luego es inaceptable la etimología que considera Ancillo como disimilación de *Anchillo, pues no se cumplirían las leyes estudiadas por M. Pidal para las disimilaciones de consonantes31. Por el mismo motivo, tampoco se puede aducir como modelo la supuesta etimología de Concilla (Cueto de la, Polaciones), puesto que Concilla no es disimilación de *Conchilla, sino que procede claramente de *Conc(h)ella, dimin. de Conc(h)a = concha32. Por otra parte, no se comprende bien el sentido que tendría “anchillo” aplicado a un pueblo. ANERO (Ribamontán al Monte) puede ser también derivado de (h)ano, como “otero” es derivado del cast. ant. “oto” = alto. De hecho, el pueblo se encuentra también al pie de una montaña destacada o “hano”. Esta etimología me parece más convincente que la basada en el gentilicio latino Anarius. Para completar el cuadro de esta familia de los derivados de la raíz *fan(n)-, sólo me resta apuntar la posibilidad de que algunos topónimos (y apellidos) vascos que contienen el componente ANO deriven también de esa raíz -bien por pérdida de la F- del fano original (lo que es normal en vasco) o bien por préstamo de la forma castellana “hano”-, ya que, según cierto autor (poco fiable, a juzgar por las numerosas etimologías erróneas que contiene su obra), Arguiñano p. ej. significaría “colina luminosa, vistosa”. Teóricamente, no habría inconveniente en aceptarlo, pues p. ej. el doblete Otano/Otaño se correspondería con la doble forma de la raíz *fan-/ fann-: Otano < ote + ano y Otaño < ote + año = “colina de tojos o árgomas”, similar a Otamendi = monte de tojos. El problema está en que el diccionario vasco 46 47 30 En la microtoponimia de Carmona de Cabuérniga también hay un “Prado del Ancillo”. “Manual de Gram. Hist. Esp.”, 66, 2, final. En este caso, la -ch- es explosiva apoyada en la consonante precedente y va en sílaba acentuada; luego no puede ser ésta la consonante disimilada. 31 32 Véase “Cuad. de Campoo” nº 49, págs. 31-32. 33 Véase “Cuad. de Campoo” nº 2, págs. 16-22. 34 Algunos interpretan Echano como dimin. de etxe = casa; pero no he podido confirmar la existencia de ese sufijo -no. El dicc. de Azkue no lo recoge. José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares de Azkue no recoge este “ano” = colina, sino otro “ano” con el significado, entre otros, de “forraje”. Por tanto, Anoeta (cerca de Tolosa, Guip.) no significaría “lugar de colinas” (igual que Anero, según mi hipótesis), sino “lugar de forraje, herrenal” (lo mismo que Reinosa o Renedo, según mi etimología de estos topónimos)33. Por otra parte, sorprende que tampoco se registren las variantes esperadas “fano” y “pano” (cf. fiko/piko/iko = higo). También existe la posibilidad de que, en otros casos, -ano/-año esté tomado del sufijo latino -anus/anius: Arguiñano = propiedad del cantero (?)34. Como se ve, el asunto es complejo y habría que estudiar caso por caso; por tanto, dejo en manos de los especialistas en vasco dilucidar esta cuestión. Por esta construcción, que es casi latina, se ve claramente que Hanne es evolución del genitivo Hanni o Fanni, siendo Hannus o Fannus > Hanno35 el nombre del poseedor de la quintana. Así pues, Quintanilla de An significa “pequeña quintana de Hanno”. Compárese p. ej. con Quintanamanil = Quintana de Manilio36. El nombre de persona antiguo Hanno, de origen prerromano, está documentado también con las variantes Anno, Anni, Fanne, Fann, Fan y, como apellido patronímico, con los derivados Hanniz, Fanniz y el moderno Fáñez (véanse las referencias de la nota 35). Este nombre aparece también en los topónimos Villahán (Palencia) y Villafañe (León), procedentes de Villa Hanni/Fanni y no del latín más bien poético amnis = “río” (palabra que no pasó al romance) ni del nombre latino Annius ni del nombre árabe Hanna, como se ha afirmado, ya que las variantes con F- no son favorables a esos orígenes. Otro topónimo de la familia es Castillo-Alvaráñez = Álvar(o) Fáñez (Cuenca). En el nombre moderno de Quintanilla de An, la forma “An” no deriva del genitivo latino Hanni (pues entonces sobraría la preposición “de”), sino del castellano antiguo Hanno apocopado. Es sabido que los nombres de pila terminados en -o normalmente se apocopaban en situación proclítica (antes del apellido): Román, Julián, Millán (de Emiliano), Per (de Pero < Pedro), etc., pero luego se generalizó la apócope en cualquier posición37. En nuestro caso, Hanno se redujo a An y por tanto, en la construcción ya castellana, se requería la preposición “de”. Ya es más aventurado relacionar este nombre propio con la raíz del adj. y sust. “fano” antes estudiado; pero no parece descabellado intentarlo, ya Quintanilla de An Podría pensarse que, en QUINTANILLA DE AN (Valderredible), este “An” también pertenece a la familia de la que venimos tratando, de la raíz *fan(n)- = “mocho” (referido a montes o picos); pero hay que descartar esa idea, por los siguientes motivos: El monte del pueblo no tiene las características destacadas de los “fanos” estudiados en el apartado anterior. La apócope (que en este caso sería Ano > An) no es normal en los nombres comunes castellanos terminados en -o; por eso, al tratar de Ancillo, no lo derivé de la supuesta forma apocopada An, sino de Hano, pasando por *Anecillo. En cambio los nombres propios de persona tienen otro tratamiento, como veremos más adelante. La razón definitiva nos la proporciona la documentación antigua: este pueblo se menciona en el s. XIV como Quintana Hanne. 48 49 35 M. Pidal creía que la forma original era Hanno, siendo Fanno ultracorrección (o sustitución, por equivalencia acústica) de la H (“Oríg. del esp.”, 41, 2, nota 4); en cambio J. Corominas (“Dicc. Etim.” s. v. “fanático”) consideraba la posibilidad de que el nombre propio tuviese relación con la raíz *fan(n)- de “fañar”. 36 Véase “Cuad. de Campoo” nº 16, págs. 18-19. 37 Véase M. Pidal, “Oríg. del esp.”, 36, 1. 38 Todavía en gallego se llama fanado al “mellado” (falto de uno o más dientes), part. pas. del verbo fanar mencionado en el apartado “Pico Jano y Montehano”. José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares que, siendo las dos raíces iguales y en ambos casos de origen prerromano, cabe preguntarse: ¿por qué no puede ser el nombre de persona un caso particular de la raíz *fan(n)-? En ese supuesto, el nombre de varón Hanno/Fanno se aplicaría inicialmente a una persona chata, desorejada o con algún “recorte” similar38. Compárense los nombres latinos basados en defectos físicos: Claudius = cojo, Plautus = de pies planos, Balbius > Balbinus = tartamudo, etc. ca general de este idioma (cf. Quixote > Quijote). “Jana” se dice en León y en algunos lugares cántabros (según la Gran Enciclopedia de Cantabria s. v. “anjana”). Debido al empleo frecuente con artículo, la jana se transformó en l’ ajana y luego en la ajana. Finalmente, la ajana, y sobre todo una ajana, se convirtieron en la anjana y una anjana por propagación de la nasalidad (como en mazana > manzana). Veamos ahora la evolución semántica: Diana (de la misma raíz que día) era otro nombre de la luna (de la misma raíz que luz); ambos términos significan “la luminosa” (de noche). Por ello a Diana, además de diosa de la caza y de los bosques, se la consideraba diosa de la noche41; de ahí sus connotaciones “nocturnas”, ya que presidía los ritos mágicos. La diosa griega equivalente a Diana era Artemia/Artemis/Artemisia, que llevaba un cortejo de ninfas. Todo esto dio como resultado que, más tarde, diana/jana se convirtiese en nombre común de las ninfas o de cualquier divinidad silvestre, sobre todo nocturna; de ahí a “hada” y “bruja” hay sólo un pequeño paso. ONJANA es una variante de anjana “seguramente por cruce con ojáncano” (cíclope de la mitología cántabra), como dice J. Corominas (l. cit.). La variante IJANA (así en el valle de Aras, según la Gran Encicl. de Cant.) puede explicarse, en mi opinión, si suponemos una forma intermedia la *ejana, por disimilación de la forma primitiva la ajana; de la *ejana se pasaría a la_ijana (con diptongo ai) y luego a la ijana, como en la eglesia (cast. ant.) > la iglesia. En la variante asturiana injana también se produjo propagación de la nasalidad. Anjana 39 Esta es la definición de García Lomas para la variante “onjana”. El DRAE no incluye ninguna de las variantes. 40 Otro ejemplo: El latín diaria (plural de diarium) dio en castellano jera/hiera (en DRAE) y yera (grafía no incluida en DRAE, a pesar de ser la etimológicamente correcta) = “tierra de labor arada en un día”; probablemente de aquí proceda el topónimo Yera (Vega de Pas). Dada su semejanza formal con Jano, incluyo aquí, a modo de apéndice, la etimología de “anjana”, ya que, aunque es conocida, puede ser interesante divulgarla. Aquí tampoco interviene el dios Jano (como se ha llegado a decir) pero sí lo hace una diosa romana: Diana. ANJANA, “ser mitológico (de Cantabria), especie de bruja inofensiva”39, proviene del nombre de la diosa Diana. Esta etimología ya la indicó Menéndez Pidal y la corroboró Joan Corominas (véase su Dicc. Etim. s. v. “xana”). El detalle de la evolución fonética es como sigue: El latín Di-a-na (trisílabo) pasó a pronunciarse Dia-na (bisílabo) y luego Jana (pron. en cast. ant. con J francesa). La forma Jana está documentada en el latín vulgar de una glosa con la aclaración “dea silvarum” = diosa de los bosques. Esta evolución se produjo también p. ej. en lat. diurnum > fr. ant. jorn > fr. jour 40. La J sonora de Jana se ensordeció, dando Xana (pron. en cast. ant. con SH inglesa); esa es la grafía y la pronunciación del asturiano “xana” (hada o ninfa de las fuentes). Xana pasó a pronunciarse Jana, con J del castellano moderno, según la evolución fonéti50 51 Según la Enciclopedia Espasa, “las xanas se ocultan al salir el sol”. 41 José Luis Gutiérrez Cebrecos ¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares Además de la “xana” asturiana y de las variantes cántabras mencionadas, hay otros equivalentes extranjeros a nuestra “anjana”, todos procedentes de Diana: port. jâ o zâ (hada que hila por la noche) en el Algarbe/Algarve; fr. ant. gene, occ. ant. jana, rum. zina, etc. (éstos con el sentido de “hada” o “bruja”). Conclusión Siento haber desilusionado a muchos cántabros que aceptaban el origen “divino” (por el mitológico dios Jano), o la existencia de templos en lugares inverosímiles, para explicar algunos de los términos tratados en este artículo; pero la Lingüística es una ciencia y hay que seguir su metodología y acatar sus leyes. Por ello, confío en que mis razonamientos hayan convencido, al menos a los lingüistas, de que esas etimologías eran erróneas. Volviendo al interrogante del título, hemos visto que IANVS / JANO no está presente ni en la Bijanera ni en ningún pico de Cantabria. La única palabra relacionada con dicho dios que pervive en castellano es “enero”, del latín vulgar ien(u)arius (latín clásico ianuarius), mes dedicado a Jano. 52 Luis Ángel Moreno Landeras Museo Etnográfico “El Pajar” Las neveras De Reinosa y Fombellida Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Reciben el nombre de neveras aquellos pozos construidos en sierras o montes elevados que sirvieron para almacenar nieve durante los meses invernales para su utilización, preferentemente, en los meses veraniegos. La nevera de Reinosa Esta nevera se encontraba instalada en la actual calle Ciudad Jardín. Se cedieron los terrenos de La Nevera para la construcción de casas para empleados de la Sociedad Española de Construcción Naval. En ese montículo, con una altitud de 857 metros, latitud= + 43o 00 ´ 05´´, longitud= - 4o 08´ 14´, y acceso por el Camino Real (actuales Avenida Castilla y Avenida del Puente de Carlos III) se conservan la Travesía La Nevera y la calle La Nevera. Esta última termina actualmente en la Plaza de la Libertad, llegando anteriormente hasta la actual Ciudad Jardín. Toda esta zona ha sufrido una fuerte urbanización y no quedan restos visibles de la nevera. Permanece tan sólo en el recuerdo de los más mayores haber visto el pozo y una nevera de farmacia, donde se guardaban los medicamentos preparados por los farmacéuticos, y la práctica de tirarse con el trineo por la ladera del Gurugú hacia la fuente de Sorribero (actual Parque de Cupido). La escasa documentación encontrada consta de un legajo, el nº 4199 del Archivo Provincial de Cantabria, sobre remate del abasto de “Elados”, pago por su recogida y precio de venta: Manuel Gutiérrez Navamuel, se remata en 1.807 el abasto de “Elados” para el público de la Villa, desde el 1 de mayo hasta el 1 de octubre. En mayo de 1.808 Manuel Gutiérrez Navamuel, botillero, arrendatario de la nieve que tiene el pozo o nevera de esta villa, se compromete a pagar 345 reales por el costo que ha tenido recoger la nieve 54 que tiene dicha nevera, y que ha de vender la libra de nieve a 4 maravedis a todos los vecinos… Comprometiéndose Juan López Acereda, también botillero y vecino de Reinosa a traerla del puerto y surtir al público de la que necesite a dicho precio. La nevera de Fombellida Este pozo de nieve se localiza en el paraje denominado con el topónimo de la Zarzosa, junto al alto de Pozazal, perteneciente al Ayuntamiento de Campoo de Enmedio. Está instalada en la ladera de la sierra, aprovechando la orografía del terreno para cumplir los requisitos de la construcción para el perfecto mantenimiento de la nieve almacenada. Su altitud es de 948 metros, su latitud= + 42o 55´ 00´´, su longitud= - 4o 07´ 00´´, y se encuentra en el primitivo camino de acceso al mar Cantábrico desde la meseta castellana. Posee una planta circular excavada en piedra caliza, con corrimientos de piedra en su embocadu55 Localización de la antigua nevera en la calle Ciudad Jardín. Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Pozo la Zarzosa. ra, con unas medidas Norte-Sur de 8,5 m por EsteOeste de 8 m. Alrededor de la boca tiene excavada una zanja de drenaje, utilizada en parte como trinchera, para protección ante las aguas de lluvia; carece de muro de contención en su parte visible; no se puede medir con exactitud la profundidad del pozo, por haberle sido dado antiguamente el uso de vertedero de basuras, siendo desde la cota más alta desde la boca al contacto del basurero sobre 8,2 m. Lo que sí se observa es su desagüe en la ladera sur. Una limpieza del pozo y posterior excavación nos podría llevar a sus primitivas medidas. Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Las naturales son aquellas en las que la nieve se almacena en relieves orográficos, hoyos o cuevas. Las artificiales o arquitectónicas, se construían siempre hacia el norte o en el lado más sombrío, en altitudes entre los 400 y 1400 metros. Una nevera artificial es un pozo horadado en el terreno o excavado en roca, de planta circular con muros de contención y techumbre, que dispone de una abertura para la introducción de la nieve y posteriormente para la extracción de hielo. Su finalidad era la de recoger y guardar la nieve durante el invierno para utilizarla a lo largo de los meses siguientes, sobre todo en el estío. Llegó a ser una actividad que creó una industria tradicional que generó trabajo, comercio, y sus arriendos generaron beneficios económicos para los municipios, concejos y particulares. El trabajo en las neveras era un oficio duro, desarrollado en gran parte en los rigores del invierno y durante las noches de verano, pero era mantenido por gentes con notable cualificación para realizar correctamente su cometido. En defiInterior del pozo la Zarzosa. Este pozo se adapta perfectamente a los ya localizados en Cantabria y otras comunidades que se realizaron de acuerdo con el Tratado de Ingeniería y Obras Públicas en la época de Felipe II. ¿Qué son las neveras o pozos de nieve? Las neveras eran pozos donde se depositaban la nieve de los montes y sierras para convertirla en hielo; se encontraban generalmente en las afueras de la población. Existen dos tipos de neveras: naturales y artificiales o arquitectónicas. 56 57 Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida nitiva, trabajadores con conocimientos que se perfeccionaban a lo largo de los años, lo que permitía elegir acertadamente los emplazamientos idóneos para construir los pozos y mejorar las técnicas de empozado y almacenamiento. La nieve se convirtió durante varios siglos en un verdadero negocio gestionado por un “administrador de la nieve”. Los ayuntamientos solían adjudicar este negocio al mejor postor mediante remate. Los horarios de venta eran severos, excepto en casos de enfermedad, para los que se podía vender a lo largo de las 24 horas del día. El adjudicatario debería comenzar a vender la mercancía a las cinco de la mañana y tenía que tener abierto el negocio hasta las diez de la noche en verano, y entre las ocho de la mañana y las siete de la tarde en invierno. abastecedores en el caso de que faltase. Servían de abastecimiento al hospital y al centro distribuidor de la nevería. ¿Para qué sirven? A partir del siglo XV, el consumo de nieve comienza a ser común entre la nobleza, las clases elevadas y el clero; es la fase inicial de un importante comercio que tuvo su auge a finales del siglo XVI manteniéndose a lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX. La conservación de los alimentos se realizaba gracias a la salmuera, los ahumados, los adobos, las conservas y el aprovechamiento de la nieve. En España fue la cultura islámica la que potenció el almacenamiento y uso de la nieve para conservar carnes y pescados, para refrescar bebidas, fabricar helados y para usos medicinales. Los griegos y los romanos comprimían la nieve en pozos y posteriormente la nieve comprimida se convertía en hielo para ser usada en época de mayor calor. Los protocolos de arrendamiento de la nieve indicaban fuertes multas que recaían sobre los 58 ¿Cómo se construían? Las neveras naturales se encuentran en las cotas más altas. El llenado de sus grietas profundas y umbrías en el transcurso de las frecuentes nevadas invernales las convertía en un lugar idóneo de almacenamiento de nieve, la cual se conservaba allí durante buena parte del año. Este tipo de neveras eran aprovechadas como suministro y abastecimiento de otras artificiales. Las neveras artificiales o arquitectónicas se situaban en zonas orientadas al norte para conseguir la mayor sombra y aireación posible que garantizase una temperatura interior constante. El terreno debía ser fácil de excavar, seco, elevado y no permeable para evitar filtraciones de agua que fundiese la nieve. Alrededor del pozo se realizaba una zanja para drenaje y protección de las aguas fluviales y desnieves, habilitando una explanada para las labores de carga y descarga. Su proximidad a un talud facilitaba la realización del canal de desagüe que realizaban desde el fondo de la nevera al exterior para permitir la salida de las aguas que resultaban del inevitablemente deshielo. El pozo excavado se cubría con un muro circular de paredes verticales con piedra de mampostería enripiada y normalmente no solían tener escalera para bajar, se utilizaban de mano. Los pozos tenían un diámetro de entre tres y diez metros y una profundidad de entre tres y doce metros (unos siete metros la mayoría de las veces); casi todas tenían cubierta, que en pocas ocasiones se ha conservado. Esta era unas veces en forma de cúpula de piedra, otras con techumbre cónica o a dos aguas recubierta de ramas 59 Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida das en los cascos urbanos y su función era guardar la nieve bajada de los pozos productores para su conservación y posterior venta al ciudadano. Las neveras o pozos de nieve se encontraban en las afueras de la población y conservaban el hielo durante meses. Las inversiones en la construcción de pozos de nieve eran afrontadas con recursos municipales, estatales y también por comunidades religiosas, que se garantizaban su propio suministro. ¿Cómo se llenaban? o tejas, o bien taponada con vigueta y tablones sellados con terrones de tierra o lajas de piedra. El suelo, ligeramente inclinado hacia un desagüe, se halla enlosado y sobre èste se asienta un elevado entarimado de madera, separado del suelo por poyos de piedra, que dejan un espacio por el que discurre el agua que resulta del deshielo de la nieve acumulada en el pozo. Esa agua, perjudicial para la conservación de la nieve, saldría al exterior por el correspondiente desagüe. Las neveras de mejor construcción permitían una mayor limpieza del hielo, que no se contaminaría con tierra y materiales vegetales o animales, prolongando a su vez la conservación del frío interior. Los pozos en formas redondeadas eran más fáciles de recubrir y tenían menos capacidad de emisión de calor radiante y conductivo, por carecer de esquinas y disponer de menos superficie en relación a un volumen dado. Las neveras de “distribución” eran las construi60 En otoño se recogían elementos vegetales como las hojarascas del monte, ramas o cañas y se cortaban helechos que serían utilizados en las neveras como elementos aislantes. Se recogía la nieve, en el entorno más inmediato a la nevera, a finales del invierno y comienzos de la primavera. Los obreros especialistas en su llenado cortaban la nieve con palas y la transportaban hasta la boca del pozo en cestos, trineos o en bolas, si la inclinación del terreno lo permitía. Aquí comenzaba el trabajo duro: en el interior del pozo 61 Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida se iban depositando las cargas de nieve, donde se machacaba y apisonaba con los pies, palas y pisones de madera hasta formar una masa de hielo compacta y sin huecos, lo más homogénea posible, para disminuir el volumen ocupado y conservarse durante más tiempo sin licuarse. Normalmente se hacía en capas sucesivas para facilitar la labor de extracción del hielo. Dichas capas, de 30 a 50 cm de espesor se alternaban con otras de hojarasca, helechos o paja, cuidando de no dejar huecos en el relleno y de no colocar demasiada paja para evitar que esta fermentase desprendiendo calor. Las paredes eran forradas por cañas o ramas de hojas secas a medida que se iba llenado el pozo, evitando el contacto directo con la pared de piedra. La dureza del trabajo debía de ser impresionante. Los trabajadores de la nieve no disponían de las prendas de abrigo ni calzados adecuados a las condiciones del frío acumulado en el interior del pozo. Cuanto más grande fuera la nevera mejor se conservaba el hielo; se necesitan 5.000 kilos para formar un bloque mínimamente perdurable, calculándose unos 500 kilos por metro cúbico. Se trataba de llenarlo y mantenerlo sólido hasta el verano. para suministrar las primeras neveras domésticas donde conservar los alimentos (carnes y pescados), así como refrescar el agua y otras bebidas. Cuando llegaba a su destino, se vendía -limpio de elementos vegetales- por libras o arrobas pesadas con balanza y comprobaban las condiciones de calidad y limpieza. En las épocas calurosas, el hielo era trasladado preferentemente de noche, para evitar el calor del sol. ¿Cómo se repartía la nieve? El hielo, cortado en pequeños bloques con hachas o sierras en el interior del pozo, se desempozaba extrayéndolo con una polea hasta la superficie. Se embalaba en cajas de madera o se cubría con telas y envolvía en sacos. Tales bloques de hielo eran trasladados por los trajineros, una vez cubiertos con helechos y terrones para evitar su deshielo, sirviéndose de caballerías con serones o de carros, a diversas poblaciones con destinos tales como tabernas, posadas, hospitales o casas señoriales. En estas últimas el hielo se utilizaba preferentemente 62 ¿Para qué se usaba? Durante los siglos anteriores a la era industrial disponer de hielo o nieve en la época estival fue una necesidad tan básica como es hoy disponer de una nevera en el hogar. Fue usado principalmente con fines terapéuticos, así como para la fabricación y conservación de fármacos y recetas. Eran aprovechadas sus propiedades curativas en usos como: Sedante: La adición de hielo en baños fríos o su aplicación sobre la piel en bolsas elaboradas con vejigas de cerdo calmaba cefaleas, dolores producidos por traumatismo de huesos, quemaduras o desgarros y sobre todo rebajaba la fiebre en múltiples afecciones (meningitis, escarlatina, gripe, peste, fiebres tifoideas y amarilla…). Anestesiante: Era utilizado con este fin en la práctica de la cirugía. Astringente: Detenía hemorragias al tiempo que las higienizaba. Excitante: Para estreñimientos, dolencias de vejiga o de abdomen. El hielo era también aprovechado en el área de la alimentación para conservar carne, leche, frutas 63 Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Coto Redondo, pozo de nieve rehabilitado. Cohicillos. y pescados; elaborar bebidas y refrescos, granizados y helados de varios sabores; transportar alimentos perecederos hacia núcleos rurales o urbanos. ¿Por qué se produce su decadencia? Los principios de la industrialización tecnológica de finales del siglo XIX, descubren rudimentos para la fabricación industrial del hielo mediante el éter y dieron con su fabricación en barras eliminando un comercio muy importante que se había mantenido durante siglos y ha pasado al olvido generacional quedando tan sólo su reflejo en la toponimia de los lugares como “la nevera” y escasos restos de una arquitectura rural que es parte de nuestro patrimonio histórico-cultural y que debe protegerse. El 17 de septiembre de 1920, el Real Decreto sobre condiciones que deben de reunir los alimentos, exige que sólo “debe administrarse como hielo alimenticio el fabricado artificialmente que dé por su fusión un agua potable y pura. Esto dio acceso a más personas a tener a su alcance la refrigeración y conservación de alimentos en primitivas neveras de zinc y las fresqueras rudimentarias eran abastecidas por bloques de hielo procedentes ya de pequeñas industrias. Con los avances tecnológicos se desarrollaron neveras domésticas capaces de ser autónomas para fabricar hielo y conservar alimentos. Todos tenemos en casa nuestra “nevera”, cuyo nombre es heredado de esos pozos excavados por nuestros antepasados. Interior del pozo de Cohicillos. * 64 65 Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Sirva este artículo como recuerdo de la importancia de la utilización de la nieve en nuestra Merindad. En los últimos años hay un cierto interés no sólo a nivel de conocimiento general, sino también por parte de los organismos oficiales en la conservación de las antiguas neveras. Como consecuencia de ello, son varios los pozos de nieve que se han descubierto y rehabilitado en todo el territorio nacional, habiendo sido ya inventariados en Cantabria uno en el Puerto de Alisas (Riotuerto), dos en La Anguinzas (Mieras), uno en la sierra colindante del Dobra (San Cristóbal) y otro en Coto Redondo (Cohicillos). Se trata de actuaciones que deben continuar realizándose en nuestra comunidad con el objetivo de ofrecer una protección oficial y catalogación descriptiva y documental tanto de las neveras localizadas como de las que pueden ir apareciendo. 66 Luis Ángel Moreno Landeras Las neveras De Reinosa y Fombellida Bibliografía: Nevero artificial-Wikipedia, la enciclopedia libre. Publicación electrónica http://www.wikipedia.org, consultado a 218-2007. Fernández Acebo, Virgilio, Boletín del Museo de las Villas Pasiegas Nº 5, Arquitectura antigua: Las Neveras. Publicación electrónica http://grupos.unican.es, consultado a 16-062008. Ayuso Vivar, Pedro A., Las neveras y el uso de la nieve y del hielo en la comarca Hoya de Huesca/Plana de Uesca. Publicación electrónica http://plan.aragob.es, consultado a 12-032007. San Miguel Briongos, Marta, Felipe II. Los ingenios y las máquinas. Ingeniería y obras públicas en la época de Felipe II. Los pozos de nieve. Lugar de edición: Madrid, editora, SOCIEDAD ESTATAL PARA LA CONMEMORACIÓN DE LOS CENTENARIOS DE FELIPE II Y CARLOS V pp. 332 – 335, año 1998 Pozos de hielo. Neveras de Aragón. Publicación electrónica http://html.rincondelvago.com, consultado a 12-8-2008. 67 PEDRO CARRERA EL ARTISTA Y SU OBRA EL ARTISTA Y SU OBRA PEDRO CARRERA EL ARTISTA Y SU OBRA PEDRO CARRERA S/T. 1994 Lejía sobre terciopelo. 118 x 76 cm. Colección Fundación Marcelino Botín. Foto: Pedro Palazuelos. Relaciones codificadas Oscuras y misteriosas son las razones que de un modo irremediable empujan a un artista a crear, a mostrar a través del ejercicio del arte su relación con el mundo. Esa entrega, esa visión personal de la realidad o llamada de atención hacia ciertos aspectos de la misma, nos ofrece la posibilidad de pensar en la frágil apariencia de las cosas y las múltiples dimensiones que esconde esa apariencia. La imagen a través de la cual el mundo se presenta ante cada uno nosotros. A lo largo del siglo XX, pensadores y científicos irán introduciendo teorías un tanto inquietantes acerca de la inexactitud de nuestra aprehensión sensible de la realidad. Indeterminación, complejidad o caos son ya conceptos clave para explicar nuestra relación con el mundo, una aproximación hacia las cosas que puede desvelarnos más “certezas” que una engañosa claridad fabricada. Los artistas forman también parte de esta nueva sensibilidad y, llevados por la inquietud por comprender e interpretar, van a volcar su inquietud creativa en los modos y maneras de la representación. En un texto de 1982 el pintor alemán Gerard Richter escribe: “Cuando describimos un proceso, hacemos una factura o fotografiamos un árbol, creamos modelos: sin ellos no sabríamos nada de la realidad y seríamos animales. Los cuadros abstractos son modelos ficticios, pues ilustran una realidad que no podemos ver ni describir. La designamos con conceptos negativos: lo des-conocido, lo in-comprensible, lo in-finito, y la pintamos desde hace siglos en cuadros sustitutivos del cielo, infierno, dioses y diablos. Con la pintura abstracta nos procuramos una posibilidad mejor para referirnos a lo confuso e incomprensible, porque ella, con su expresividad 70 más directa, es decir, con todos los medios del arte, no describe “nada”. Acostumbramos a reconocer algo real en los cuadros, nos negamos con razón a considerar el color (en toda su variedad) como lo claro y, en vez de ello, nos lanzamos a ver lo confuso, eso que anteriormente nunca se había visto y que no es visible. Esto no es ningún juego artístico, sino necesidad: puesto que todo lo desconocido nos da miedo y, al mismo tiempo, parece prome71 EL ARTISTA Y SU OBRA PEDRO CARRERA EL ARTISTA Y SU OBRA PEDRO CARRERA tedor, tomamos los cuadros como la posibilidad de hacer que lo inexplicable sea, tal vez, un poco más explicable o, por lo menos, tratable”. Lo que vemos en los cuadros es también una realidad. De una manera metafórica, Pedro Carrera (Reinosa, 1966) parece advertirnos sobre las apariencias y, a través diferentes tratamientos y estrategias, nos habla en su obra de lo que está velado, de lo que se muestra difuso, de lo que se esconde, de lo que no es evidente. Estudió Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, por la rama de pintura. A lo largo de su carrera artística va a poner especial énfasis en los procesos de creación. En los noventa comienza una prolífica serie de cuadros cuyos motivos aleatorios serán el resultado de un azaroso proceso artístico que consiste en aplicar discriminadamente lejía sobre telas de raso y terciopelo. El efecto provocado al sustraer el color del tejido resulta mágico y misterioso. Parecen fruto de un delicado exorcismo a través del cual es posible invocar a los fantasmas de la materia. Son varias las series que va a realizar con este curioso proceso que irá perfeccionando progresivamente. Los efectos conseguidos con la liberación química del color serán emulados más tarde en cuadros al óleo sobre raso o lienzo, las veladuras superponiéndose y creando representaciones nuevas, elegantes y evocadoras manteniéndose en una abstracción ilusionista. Hacia el año 2000 va a dar un giro interesante en cuanto al nivel de representatividad. En su S/T. 1997 Lejía sobre terciopelo. 99 x 79 cm. Colección particular, Madrid. Foto: Pedro Palazuelos. 72 73 Canto tercero IX. 2000 Óleo sobre raso. 129 x 175 cm. Foto: Pedro Carrera. EL ARTISTA Y SU OBRA PEDRO CARRERA EL ARTISTA Y SU OBRA PEDRO CARRERA serie de gran formato Codificados presentada en la galería Siboney en 2003, un sistema similar de veladuras y bandas de color superponiéndose sutilmente pasará a representar algo que sin embargo no es nada más que imagen, una ilusión, resultando nuevamente abstracto aunque haga lejana referencia a una realidad verdadera. Lo explicamos. En el proceso fotografía imágenes codificadas de la pantalla de televisión. Doble representación: la televisiva y la fotográfica. A partir de esa fotografía elabora una tercera representación sobre la tela, una manufactura que poco tiene que ver con las personas que en algún lugar actuaron frente a la cámara y que además se recibieron codificadas en la pantalla. Toda realidad se presenta bajo códigos de interpretación. Las personas utilizamos códigos para relacionarnos y a través de ellos dejamos pasar, o no, a los demás. Desentrañar las cosas y los sucesos pasa por descubrir sus códigos internos y externos que pueden ser más o menos evidentes, más o menos complejos. La confusión será también la protagonista en la serie de pinturas 125V de 2005/06. Muy relacionada con las dos anteriores establece sin embargo nuevos valores. Desde la temática o lo representado, hace alusión a la energía –muchos de los títulos se refieren a esas pequeñas fuentes de energía que son las pilas o las baterías. El propio título nos habla de la potencia en vatios que se recibía en las casas hace ya unas cuantas décadas y que por resultar insuficiente se aumentó a 220. Pero sobretodo hace referencia a la luz que nos revela las cosas, que nos posibilita recibir su apariencia, a veces de forma escasa o inexacta, deformada. Cuadros Veclar V. 2001 Óleo sobre tela. 168 x146 cm. Foto: Sergi Olivares. 74 75 Protección rígida. 2008 Pino, ocume, tirafondos. 180 x 122 x 212 cm. Foto: Jorge Fernández Bolado. EL ARTISTA Y SU OBRA PEDRO CARRERA EL ARTISTA Y SU OBRA PEDRO CARRERA Exit. 2006 Óleo sobre tela. 130 x 142 cm. Foto: Jorge Fernández Bolado. Negro. 2003 Óleo sobre tela. 186 x 190 cm. Foto: Pedro Carrera. como Exit, Golden Power o Aerocell nos hablan de esta estética. Sin embargo, es curioso que veamos en un cuadro una imagen deformada. Cometemos de nuevo el impulso de relacionar directamente la realidad del cuadro con lo que pueda representar del muestrario de lo cotidiano como único referente o modelo, cuando el motivo real es lo que la propia materia difuminada expresa, el efecto plástico que la manera y la técnica del artista proponen, la cualidad de una imagen desvelándose o desapareciendo, la sensación que en nosotros provoca al ser recibida. Esta coherente línea de reflexión pictórica tiene en la obra de Pedro Carrera un sorprendente contrapunto. El otro lado del espejo lo encontramos en sus esculturas y objetos en los que el nivel de representación es prácticamente cero. A menudo utiliza objetos encontrados que “presenta” tal cual o modifica levemente para así cambiar de forma radical su significado. Un significado a veces difí76 cil de encontrar. Quizás porque no existe. Porque, muchas veces, las cosas sencillamente son, con sus cualidades materiales y su contexto, que cambia según el lugar, según el tiempo y según, sobre todo, quien lo recibe. Los objetos nos hablan de la realidad por sí mismos y, muy a menudo, no sabemos recibirlos, escucharlos. Es ésta una relación no codificada. Los objetos y las cosas se nos presentan con la franqueza de la existencia, la de ocupar un espacio en un momento preciso. A pesar de la fabulosa pirueta que el ser humano construye a partir de ese punto básico e inicial de la existencia, resulta revelador, también inquietante y obsceno, acercarse a un objeto artístico y descubrir la desnudez, la carencia absoluta de códigos. Lidia Gil Calvo 77 ESPACIOS INTANGIBLES LA ESTACIÓN DE LA RENFE ESPACIOS INTANGIBLES lA ESTACIÓN DE LA RENFE ESPACIOS INTANGIBLES lA ESTACIÓN DE LA RENFE Foto: Julio García de la Puente, hacia 1923. L a construcción de la red de ferrocarriles fue una de las gestas económicas del siglo XIX. Símbolo de la Revolución Industrial y paradigma de modernización, supuso un extraordinario esfuerzo colectivo cuyas consecuencias alcanzaron a todos los niveles de la sociedad. Como iniciativa empresarial resultó, en la mayoría de los casos, un ruinoso fracaso, debido a la enorme cuantía de las inversiones y los insuficientes ingresos logrados tras la puesta en explotación. Su aportación al proceso de industrialización también es objeto de controversia, debido a la necesidad, más o menos justificada, de recurrir a inversores, tecnología y suministros extranjeros que no favorecieron el adecuado desarrollo de la industria nacional. La línea férrea que unió la localidad de Alar del Rey con Santander no fue una excepción. La compañía adjudicataria, Compañía del Ferrocarril de Isabel II, tras poner en funcionamiento la totalidad del recorrido en el año 1866, terminó en quiebra, siendo incautada por el Estado y otorgada la concesión 80 posteriormente a otra empresa, la Nueva Compañía del FC de Alar a Santander, para acabar, finalmente, integrándose en RENFE en el año 1941. A pesar de todas estas vicisitudes, la valoración incuestionable es que Reinosa no sería lo que es si el ferrocarril no hubiera llegado a la ciudad. Hoy la estación ha dejado de ser, en gran medida, el símbolo de modernidad que fue hasta hace unas décadas, lo cual no significa que haya perdido importancia; sencillamente, ha pasado a jugar otro papel menos relevante. Y este cambio se nota también en la percepción con la que la gente vive la estación, que ahora compite con otra, la de autobuses, como lugar de tránsito e incluso de ocio. Podemos decir que la estación del ferrocarril es una vieja dama, aún respetada, pero venida a menos. Las mercancías, otrora parte importante del tráfico ferroviario, se mueven por carretera. Los almacenes se han alquilado para usos comerciales o de ocio, los andenes ya sólo reciben viajeros, raramente paseantes. Pero el ferrocarril no ha perdido importancia socioeconómica, sigue siendo objeto de debate, de interés público. Representa, como siempre, una apuesta de futuro. Este futuro, no exento de claroscuros, pasa por la llegada de la alta velocidad, ahora nuevo icono del desarrollo, por la integración de las redes de transporte y por seguir beneficiándose de algo que Reinosa siempre tuvo, su situación estratégica como paso obligado entre la meseta y la costa. Pero también en esto aparecen amenazas desestabilizadoras, como la reactivación del corredor mediterráneo a través del País Vasco, o el abandono de las redes de cercanías. Es obvio que el ferrocarril continuará siendo un elemento clave en la articulación del territorio y en esa apuesta todos arriesgamos mucho. 81 ESPACIOS INTANGIBLES lA ESTACIÓN DE LA RENFE ESPACIOS INTANGIBLES lA ESTACIÓN DE LA RENFE Foto: Pedro Luis Lázaro L as estaciones del ferrocarril han sido espacios siempre significativos desde el punto de vista emocional, aunque en cada época se han vivido de diferente manera, con más o menos intensidad. En el siglo pasado fueron, quizás, los primeros años de la postguerra los más identificados con el ferrocarril y la estación. Ambos están estrechamente unidos, pero la gente los vivía de manera diferente. La estación era algo más que el punto de acceso al ferrocarril, aparecía como un espacio social de relaciones y entretenimiento. Y, en el caso de Reinosa, representaba también una referencia nacional debido al hecho de que los trenes hacían “parada y fonda”, es decir, un alto en el camino para que máquinas y viajeros repusieran fuerzas, lo que hizo de la ciudad un punto señalado en los itinerarios ferroviarios. Nuestros informantes nos relatan la estación como la meta de los paseos dominicales de la fuente 82 de la Aurora a la estación, pero también como un recorrido en sí misma desde el paso a nivel hasta los almacenes de la RENFE, siempre con el mismo objetivo: contemplar el ir y venir de los viajeros por los andenes, sin descartar que la afluencia de paseantes propiciara los encuentros, especialmente entre los jóvenes... El momento culminante llegaba con la parada y fonda. Los viajeros descendían del tren a comer en la fonda de la estación, comprar las pantortillas que ofrecían las “pantortilleras”, algo de lectura en el quiosco con la que amenizar el lento viaje o, simplemente, estirar las piernas. Siempre cabía esperar un encuentro interesante, especialmente cuando las chicas de Reinosa se cruzaban con los militares jóvenes y presumidos que lucían sus estrellas en la bocamanga. Otros recuerdos no son tan festivos. Las angustias de las estraperlistas, apuradas por los inspectores y los agentes del fielato, o la entrega de cartas a los familiares presos, que, tras pasar por la censura, se depositaban directamente en el tren correo para asegurarse de que partían debidamente a su destino. En épocas más recientes, década de los sesenta y primeros setenta, la estación siguió siendo un lugar de encuentro. Ofrecía un espacio público y accesible, a cubierto y, lo que es más importante, con calefacción en la sala de espera. Allí se juntaban pandillas de adolescentes que aún no accedían a los bares para pasar el rato mientras comían unas bolsas de pipas y, quizás, encendían los primeros cigarrillos a escondidas. Hasta que el excesivo bullicio obligaba al operario de turno a expulsarlos. Había trenes especialmente populares, como el “Mixto”, así llamado porque transportaba pasajeros y mercancías, el “Rápido” (quizás una pura ironía) o el “Correo” en la madrugada, siempre enigmático, última oportunidad de trasnochadores 83 ESPACIOS INTANGIBLES lA ESTACIÓN DE LA RENFE que regresaban a sus casas o primer paso hacia un destino esperanzado. Pero el recuerdo más grabado en la memoria de casi todos los reinosanos de antes y de ahora es el transitar ruidoso de los “mercancías” en la noche, raudos en su ir y venir sin detenerse en nuestra estación. 84