Geología general de Campoo

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Época II Año III Número 5 Enero 2010 3 €
Geología general de Campoo
¿Jano en Cantabria?
La nevera de Reinosa y Fombellida
El artista y su obra: Pedro Carrera
Espacios intangibles: La estación de la Renfe
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Cuadernos de Campoo
Época II. Año III. Número 5. Enero 2010
Cuadernos de Campoo es una publicación de la
Casa de Cultura “Sánchez Díaz”
Equipo asesor:
Jesús Allende Valcuende
Manuel García Alonso
Javier González Díez
Daniel Guerra de Viana (Coordinador)
Joaquín Gutiérrez Osés
Mª Elena Marchena Ruiz
Encarnación-Niceas Martínez Ruiz
5
Bárbara Quevedo
Fotografía de cubierta:
Fernando Obregón Goyarrola
29
José Luis Gutiérrez Cebrecos
53
Luis Ángel Moreno Landeras
69
EL ARTISTA Y SU OBRA
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ESPACIOS INTANGIBLES
Redacción y administración:
Casa de Cultura “Sánchez Díaz”
39200 REINOSA (Cantabria)
Diseño y maquetación:
Jesús Allende Valcuende
Correo electrónico:
[email protected]
Edita:
Excmo. Ayuntamiento de Reinosa
Imprime:
Gráficas Quinzaños
ISSN: 1136-9639
Edición patrocinada por Miguel Aja Fernández
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GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
¿JANO EN CANTABRIA?
La nevera De Reinosa y Fombellida
pedro carrera
LA estación de lA RENFE
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Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
1. Introducción y ámbito de estudio
el final de la Era Primaria (hace 230 millones de
años) por lo que han sido deformados únicamente por la orogenia alpina. La comarca de Campoo
está formada casi en su totalidad por materiales de
cobertera sedimentaria, como se puede apreciar en
el mapa 1.
El presente artículo tiene por objetivo realizar
una sencilla aproximación a la Geología de la comarca de Campoo.
El ámbito de estudio se corresponde con la extensión de la antigua Merindad de Campoo y se
conforma hoy en los siguientes municipios, de norte a sur: Pesquera, San Miguel de Aguayo, Santiurde de Reinosa, Hermandad de Campoo de Suso,
Campoo de Enmedio, Campoo de Yuso, Reinosa,
Las Rozas de Valdearroyo, Valdeolea, Valdeprado
del Río y Valderredible. De igual modo, se incluye
la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga, compartida entre la Hermandad de Campoo de Suso y los
tres municipios del antiguo Valle de Cabuérniga, es
decir Los Tojos, Cabuérniga y Ruente.
2. Los dominios geológicos en Campoo: zócalo y cobertera sedimentaria
Si atendemos a la edad de los materiales, en
Cantabria existen dos grandes dominios o unidades
geológicas: el zócalo o dominio paleozoico, y la
cobertera o dominio alpino.
El término zócalo se refiere al dominio geológico cuyos materiales se formaron antes o durante la
Era Primaria o Paleozoico. Los materiales del zócalo sufrieron la transformación a finales del Carbonífero (hace 300 millones de años) de la orogenia
hercínica que dio lugar a una primitiva cordillera
cuyas deformaciones y pliegues se pueden observar
hoy en buena parte de las estructuras de la Montaña Palentina, Liébana y Polaciones próximas a
Campoo. Posteriormente, también tuvo sus efectos
sobre ellos la orogenia alpina.
El otro dominio geológico existente en Cantabria es el dominio alpino o de cobertera sedimentaria. Se trata de materiales depositados tras
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Los materiales del zócalo paleozoico representan sólo un 1% del total de la comarca, así que el
paisaje de la comarca de Campoo es el resultado de
menos de 260 millones de años de historia geológica. Se trata de una comarca “joven” si la comparamos con Liébana o con Polaciones, donde predominan los materiales del zócalo. En la divisoria
con Polaciones es donde se sitúan los materiales
más antiguos de Campoo, como podemos ver en las
manchas más oscuras del mapa 1.
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Mapa 1.Comarca de
Campoo según Era Geológica de las rocas.
Fuente: elaboración
propia a partir del Mapa
Geológico del IGME.
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
El resto del paisaje campurriano se ha modelado sobre materiales de cobertera sedimentaria. Se
trata de materiales formados durante la Era Secundaria o Mesozoico, o bien durante la Era Terciaria y
Cuaternaria o Cenozoico. El Mesozoico representa
el 88% de la superficie de la comarca de Campoo.
Los materiales cenozoicos son los más jóvenes de
la comarca, cubren el 8% de la superficie de la comarca y se trata de depósitos cuaternarios de origen glaciar, periglaciar y aluvial.
Las altas temperaturas y presiones que se produjeron durante la orogenia hercínica dieron lugar
a la fusión parcial de las rocas en zonas profundas,
con la producción de magma que ascendió hacia
la superficie y se enfrió dando lugar, en Campoo, a
los granitoides de la Sierra del Cordel. Se trata de
rocas ígneas formadas hace unos 250 millones de
años, durante el periodo Pérmico, último de la Era
Primaria. En el mapa 2, podemos observar la exacta localización de los afloramientos de rocas ígneas. Se trata de la pequeña mancha del Hercínico
situada su mitad norte en la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga y la mitad sur en la Hermandad
de Campoo de Suso, concretamente en el Pico Iján.
Este enclave de granitoides destaca por su singularidad dentro de la provincia, ya que únicamente
existen otros dos afloramientos del mismo origen
en las inmediaciones del Puerto de San Glorio: Pico
3. Disposición oeste-este de los
materiales según su edad
En Campoo, los materiales del sustrato rocoso
siguen una disposición oeste-este si atendemos a
su edad, situándose los más antiguos en la zona
occidental y los más modernos en la zona suroriental: páramos de Bricia y La Lora, y Hoces del Ebro.
Las rocas más antiguas de la comarca de Campoo son las areniscas y pizarras paleozoicas que
se encuentran en la vertiente norte de la Sierra del
Cordel y en los puertos de Sejos. Durante la Era Paleozoica la zona occidental de Cantabria formaba
parte de una gran cuenca de sedimentación marina
pre-hercínica. En estas aguas marinas de poca profundidad se depositaron los sedimentos que posteriormente darían lugar a las pizarras y areniscas.
Se trata de rocas fácilmente erosionables que se
corresponden con zonas deprimidas en el relieve
actual, como son los valles de Liébana y Polaciones. Sobre estas areniscas y pizarras paleozoicas se
sitúan las calizas carboníferas de los Picos de Europa, y las areniscas triásicas de Peña Sagra y Peña
Labra, más duras y resistentes a la erosión, y que
conforman algunos de los macizos más elevados
de Cantabria.
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Mapa 2. Comarca de
Campoo según Sistema
del sustrato rocoso.
Fuente: elaboración
propia a partir del Mapa
Geológico del IGME.
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Jano lebaniego y Mojón de las Tres Provincias.
A los materiales del zócalo del extremo noroeste les sigue el dominio Mesozoico, que representa el 88% del sustrato rocoso campurriano. La Era
Mesozoica se divide en tres sistemas: Triásico, Jurásico y Cretácico. Como podemos apreciar en el
mapa 2, los tres sistemas se disponen en tres franjas de disposición principal norte-sur, localizándose los materiales más modernos de la comarca en
la franja más oriental.
Dentro de cada Era podemos encontrar litologías muy diferentes, debido a las distintas condiciones en que se encontraba esta comarca en cada
sistema. Los cambios en las condiciones climáticas
que se han producido a lo largo de esos 260 millones de años dieron lugar a sucesivas transgresiones
y regresiones de los mares. Nuestra comarca estuvo
emergida en periodos de clima frío y sumergida
en fondos marinos de distintas características en
periodos más cálidos. Los depósitos sedimentarios
marinos correspondientes a las transgresiones marinas son de distinta naturaleza que los depósitos
continentales, y consecuencia de este distinto origen es la sucesión estratigráfica de rocas de distinta composición química y dureza que podemos
encontrar por toda la comarca, y que explica la
heterogeneidad del relieve y las formas del paisaje
campurriano.
Una era se divide en sistemas y, a su vez, dentro de cada sistema se pueden diferenciar distintas
series y facies que dieron lugar a materiales de muy
distinta naturaleza. A continuación se realiza un
breve paseo por las litologías más determinantes
en la formación del paisaje campurriano según los
distintos sistemas geológicos.
3.1. El Triásico en Campoo
Desde que se inició la elevación de la cordillera hercínica, ésta estuvo sometida a fuerte erosión,
suavizándose sus formas y depositándose los materiales erosionados en zonas más bajas. Este proceso
tuvo lugar a lo largo del Mesozoico o Era Secundaria, entre unos 225 y 65 millones de años, época
en la que los dinosaurios dominaban la tierra y
todavía no existían las aves ni los mamíferos.
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A lo largo del periodo Triásico Inferior, hace
unos 220 millones de años, los sedimentos se convirtieron en conglomerados y areniscas triásicos,
que llegan a superar los 800 metros de espesor. El
característico color rojizo de estas rocas se debe a
que sedimentaron en un clima árido y cálido, en un
medio de tipo fluvial y de abanicos aluviales.
Como refleja el mapa 3, en Campoo los conglomerados y areniscas de la facies Bundsandstein
Mapa 3. El Triásico en
Campoo según litología.
Fuente: elaboración
propia a partir del Mapa
Geológico del IGME.
-
Litología
Calizas y dolomías. Calizas de algas
Arcillas y yesos
Conglomerados, areniscas y limolitas +
antigüedad
1.260 m
1.011 m
1.020 m
1.006 m
1.260m Puerto de Palombera
1.011m Puerto del Escudo
1.020m Puerto de Carrales
1.006 Puerto de Pozazal
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Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Figura 1. Lastra de
conglomerados triásicos
en La Tabla (macizo del
Alto Campoo).
Foto: Fernando Obregón
Goyarrola.
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
están ampliamente representados. Se trata de materiales duros y muy resistentes que en la actualidad
conforman los principales relieves de la comarca:
macizo del Alto Campoo, Sierra del Cordel, Sierra
de Híjar y su prolongación en el Endino, y las sierras de Valdeolea (El Bardal, Monte Ornedo, etc.).
Otro gran bloque de areniscas triásicas de estas
características aparece al norte de la comarca, en
Cinco Villas, culminando en el Pico Jano, y que al
ser atravesado por el río Besaya ha dado lugar a
las angostas Hoces de Bárcena. En el tramo de la
nacional 611 desde Santiurde a Pesquera se pueden
distinguir nítidamente los tonos rojizos de las areniscas triásicas del Bundsandstein, como muestra
la foto de detalle tomada en un esparpe junto a esta
carretera.
Sobre estos materiales, durante el Triásico Superior (hace unos 200 millones de años) se produjo la sedimentación de arcillas de tonos rojizos y
violáceos (facies Keuper), en una cuenca de aguas
muy poco profundas y bajo un clima cálido que favoreció la evaporación y formación de depósitos de
yesos (yeso y halita o sal común). Estos materiales
blandos, dispuestos sobre los anteriores del Triásico
Inferior, recubren el Valle de Campoo entre Abiada
y Reinosa, y también aparecen en Valdeolea y en
La Población de Yuso.
La facies Keuper se corresponde en nuestra comarca con el lecho sobre el que se asienta la vega
fluvial del Híjar, y probablemente también sea el
lecho sobre el que hoy día se asienta gran parte del
embalse del Ebro.
En esta época también se produjeron algunas
fracturas tardihercínicas que favorecieron el ascenso de magma a la superficie y la formación de
rocas volcánicas o subvolcánicas. Se trata de las
ofitas triásicas que se encuentran en Cañeda, La
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Figura 2. Detalle de las
tonalidades y estratificación de las areniscas
del Bundsandstein en
Pesquera.
Foto: Bárbara Quevedo
Celis
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Población de Yuso, Cervatos y San Martín de Hoyos, y que junto con los granitoides pérmicos de la
Sierra del Cordel, son las únicas muestras de rocas
ígneas en Campoo.
De carácter marginal en la comarca son las calizas y dolomías del Triásico, que afloran principalmente entre Fontibre y Espinilla, extendiéndose
por Paracuelles, Serna y Argüeso, y que fueron explotadas en una pequeña cantera situada junto a la
curva de Paracuelles.
3.2. El Jurásico en Campoo
A comienzos del Jurásico, hace unos 190 millones de años, se produjo una transgresión marina
al hundirse el fondo de la cuenca sedimentaria que
conformaba buena parte de la actual Cantabria. En
esas condiciones sedimentaron inicialmente dolomías con oquedades, seguidas de calizas de tonos
grises oscuros con restos fósiles marinos. Les siguen dos tramos de unos 400 metros de espesor
cada uno, en los que se da alternancia de calizas
arcillosas (con gran cantidad de fósiles) y margas.
Esta alternancia de materiales tiene una impronta
muy característica en el paisaje y se extiende al pie
de las sierras de Peña Sagra y Cordel, extendiéndose en diagonal desde Lamasón hasta San Miguel
de Aguayo, pasando por Tudanca, Monte Saja, los
puertos de Fuentes y Santiurde de Reinosa. Estos
materiales calcáreos también se encuentran en Las
Costeras, Lanchares, Valdeolea y zona occidental
de Valdeprado del Río. A lo largo de los siglos las
calizas jurásicas han sufrido procesos de modelado kárstico a través de la disolución del carbonato
cálcico por parte del agua.
Como se puede observar en el mapa 4, el río
Besaya y sus afluentes se han encargado de excavar los materiales jurásicos (primero los conglome14
rados y luego las calizas y margas) y comenzar su
descenso hacia el Mar Cantábrico.
Un buen ejemplo de itinerario geológico lo encontramos en el descenso por la carretera nacional
N-611. Si salimos de Reinosa y comenzamos a descender podemos encontrar, en la ladera frente al
pueblo de Cañeda, los restos de la cantera de ofitas
que estuvo en explotación hasta hace pocos años y
en la que las arcillas rojas del Triásico se intercalan con las gravas y bloques de tonos verdosos de
las ofitas. Descendiendo por Las Hachas podemos
observar en la margen izquierda de la carretera los
desmontes en los que las dolomías y triásicas afloran. Un poco más abajo, como se puede apreciar
en la figura 3, afloran potentes relieves de calizas
jurásicas. Si continuamos descendiendo hasta Pesquera en la subida a San Miguel de Aguayo afloran
de nuevo las areniscas triásicas.
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Figura 3. Afloramientos
de caliza jurásica en las
Peñas Aguileras (Mancomunidad CampooCabuérniga).
Foto: Fernando Obregón
Goyarrola. Celis
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Mapa 4. El Jurásico en
Campoo según litología.
Fuente: elaboración
propia a partir del Mapa
Geológico del IGME.
En el Jurásico Superior, hace unos 150 millones de años, se produjo una regresión marina y
emergieron las zonas norte y occidental de la comarca, iniciándose una sedimentación de tipo terrígeno, en un ambiente fluvial y deltaico que fue
el escenario del tránsito Jurásico-Cretácico, representado en nuestra región por dos facies: Purbeck
y Weald.
En la facies Purbeck predominan los materiales
detríticos frente a los carbonatados, y el máximo
espesor (750 metros) de la región en esta facies se
alcanza en el Puerto de Pozazal, hecho probablemente relacionado con la existencia de una falla
tectónica de dirección NO-SE. Los materiales del
Purbeck más frecuentes en nuestra comarca son los
conglomerados, areniscas y arcillitas con intercalaciones de margas y calizas lacustres, que afloran
en las montañas de la Cordillera Cantábrica en la
Litología
-
Conglomerados, margas, calizas y arcillas
Calizas y margas
Margas y calizas arcillosas
Calizas grises
Dolomías y brechas calcáreas
+
antigüedad
1.260 m
1.011 m
1.020 m
1.006 m
16
zona del Ropero y Cepelludu y se extienden hacia
el Norte, dentro ya del Parque Natural Saja-Besaya
(valles de los ríos Queriendo, Fuentes y Hormigas),
zona de Cinco Villas, Las Rozas, Los Carabeos y Los
Riconchos.
3.3. El Cretácico en Campoo
El Cretácico tiene como punto de partida en
Campoo la facies Weald. Esta facies se extiende
por la mayor parte de los municipios de Las Rozas
y Valderredible, penetrando también en las zonas
orientales de Valdeprado y Campoo de Enmedio.
Como se puede apreciar en el mapa 5, la facies
Weald se corresponde prácticamente con el límite
municipal del Valle de Valderredible en su límite
oeste.
En el mapa 5 se ha realizado, debido a la complejidad de las series cretácicas, cierta agrupación
de los afloramientos según el material que los con17
Figura 4. Afloramientos
de calizas jurásicas en
Santiurde horadados por
los túneles de la Autovía.
Foto: Bárbara Quevedo
Celis
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
lugar a caprichosas formas de relieve que decoran
el paisaje del valle de Valderredible. Algunas de estas esculturas naturales pueden observarse desde la
carretera, como la que aparece en la Figura 6.
Los potentes relieves que dominan todo el Valle
de Valderredible sobre los que se asienta el Páramo
de La Lora se corresponden con las calizas y calizas
dolomíticas del Turoniense (Cretácico Superior). Un
Figura 5. Iglesia rupestre
de Arroyuelos (Valderredible), excavada en
areniscas del Weald.
Foto: Fernando Obregón
Goyarrola.
1.260m Puerto de Palombera
1.011m Puerto del Escudo
1.020m Puerto de Carrales
1.006 Puerto de Pozazal
Litología
Limos, arcilla, areniscas y conglomerados (Weald)
Arenas, areniscas y limos
Magas con intercalaciones calcáreas
Calizas, calizas dolomíticas y Calizas con Toucasia
Arcillas, arenas y lechos carbonosos
Intercalaciones de areniscas
Mapa 5. El Cretácico en
Campoo.
Fuente: elaboración
propia a partir del Mapa
Geológico del IGME.
forma. Así, por un lado, las calizas que aparecen en
la Península de La Lastra, dentro del Embalse del
Ebro, se corresponden con pequeños afloramientos del Complejo Urgoniano (calizas con Toucasia)
mientras que las calizas de La Lora son más jóvenes.
Los grandes cambios laterales existentes dentro
del Weald hacen imposible establecer una estratigrafía tipo. En general, podemos hablar de una
alternancia de areniscas, limolitas y arcillas, de
mayor volumetría en la base. Por ser fácilmente
deleznables, estas areniscas del Weald han permitido a las comunidades que habitaban estos valles
labrar sobre y en el interior de estas rocas el bello
patrimonio de iglesias, habitáculos y necrópolis rupestres que se extiende por toda la zona sur de la
comarca de Campoo. Un ejemplo lo encontramos
en la figura 5.
Los conglomerados de la facies Weald han dado
18
Figura 6. Curiosa forma
debida a la erosión de
los conglomerados del
Weald en Valderredible.
Foto: Bárbara Quevedo
Celis
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Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
buen ejemplo de los resaltes calizos del valle se
puede ver en la Figura 7.
Desde el Aptiense y hasta el Cretácico Superior
se sucede una serie estratigráfica en la que predominan las arenas sueltas o ligeramente cementadas
de la facies Utrillas. Se trata de arenas de tonos
blanquecinos, características de las laderas del Páramo de La Lora en Valderredible, y que se disponen en una serie de 200 metros de espesor. También afloran estos materiales en una amplia franja
de unos 3,5 kilómetros en el límite de la comarca
con Luena, en los municipios de Campoo de Yuso y
San Miguel de Aguayo.
Durante el Cretácico Superior, entre 100 y 65
millones de años aproximadamente, se sedimentaron las calizas y margas que conforman los páramos de La Lora y Bricia. Estas rocas se sitúan
sobre las areniscas de la facies Weald y las arenas
de la facies Utrillas que conforman el valle y sus
laderas, más blandas y erosionables. El río Ebro, a
partir de San Martín de Elines, ha excavado en estos materiales unos imponentes cañones, las Hoces
del Ebro, que tienen su prolongación en la vecina
provincia de Burgos y que constituyen una de las
áreas de mayor interés litológico y geomorfológico
de la comarca, con varias surgencias kársticas a
media ladera (El Tobazo en Villaescusa de Ebro,
Cueva del Agua en Orbaneja, etc.) que sirven de
drenaje a los páramos aledaños.
Al final del Mesozoico o Era Secundaria, hace
unos 65 millones de años, tuvo lugar la extinción
masiva de especies que terminó con los dinosaurios, dando paso al Cenozoico o Era Terciaria y
Cuaternaria, a lo largo de la cual se desarrollaron
las aves y los mamíferos. La comarca de Campoo,
al igual que la mayor parte de Cantabria, permaneció emergida durante toda esta era.
El inicio del Cenozoico coincidió más o menos
con el comienzo de la orogenia alpina, la cual se
extendió desde 65 hasta 20 millones de años antes
de nuestros días. Esta orogenia es la responsable
de la elevación de las principales cadenas montañosas del planeta: Alpes, Cáucaso, Himalaya, etc.
Durante la orogenia alpina se levantaron también
los Pirineos y la Cordillera Cantábrica, consecuencia del empuje de la Placa Ibérica contra la Placa
Euroasiática. Las tensiones que dieron lugar a esta
cordillera levantaron, plegaron y fracturaron los
materiales depositados hasta el momento, iniciándose, simultáneamente, procesos erosivos sobre
estos materiales que se prolongan hasta la actualidad.
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Figura 7. Peña Camesía,
un bonito resalte de
calizas del Cretácico
Superior sobre Valderredible.
Foto: Bárbara Quevedo
Celis
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
3.4. El Cuaternario en Campoo
Desde la conclusión de la orogenia alpina, hace
20 millones de años, los agentes responsables de
la erosión en Campoo han trabajado bajo distintas
condiciones climáticas que han permitido la existencia y coexistencia de ambientes glaciares, periglaciares, torrenciales, fluviales, áridos y ventosos.
En cada uno de estos ambientes se dan distintos
procesos de erosión, transporte y sedimentación de
las rocas.
Los agentes de modelado en la comarca han
sido varios aunque el principal es el agua en sus
diferentes estados. A pesar de que los glaciares desaparecieron al concluir la última glaciación (Würm)
hoy día se mantienen los procesos de erosión periglaciar y nival que, ayudados por las fuerzas gravitatorias, siguen arrancando material de las zonas
altas para transportarlo aguas abajo. Como podemos apreciar en el Mapa 6, en el curso alto del río
Híjar no existen depósitos fluviales hasta que se
ensancha el valle, sobre el lecho de las arcillas y
yesos triásicos, permitiendo que en la amplia llanura de Naveda y Celada se formen terrazas fluviales
que se prolongan hasta Requejo y Matamorosa. Los
núcleos de población de mayor tamaño de la comarca se asientan sobre esa rica vega fluvial, donde
también se localizan los mejores pastos de Campoo
de Suso.
En las zonas más altas, como se puede apreciar
en el mapa, únicamente se dan depósitos de origen
torrencial o de tipo gravitacional a través de los
depósitos de ladera. Estos depósitos se extienden
por el macizo del Alto Campoo, Sierra del Cordel y
zonas de Abiada y La Hoz de Abiada.
También son de destacar, por la extensión que
ocupan, los coluviones situados a los pies de la Sie22
Tipos de depósitos cuaternarios
Conos torrenciales y depósitos de ladera
rra de Híjar y otros depósitos coluviales ya dentro
de Valdeolea.
En el resto de la comarca los depósitos cuaternarios se limitan a pequeñas formaciones de origen aluvial o coluvial como los meandros situados
aguas arriba de Polientes.
4. Explotación de los materiales litológicos en la historia reciente
de la comarca
A lo largo de los últimos siglos se ha venido
explotando la riqueza litológica de Campoo según
los requerimientos y necesidades de la sociedad del
momento.
La principal explotación ha sido la asociada a
las calizas. En Paracuelles se explotaron las calizas
triásicas y en el resto de canteras las calizas jurásicas. Hoy día persiste la actividad extractiva en
las canteras de calizas jurásicas de Valdeolea, que
alimentan a la Cementera Alfa.
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Mapa 6. Depósitos Cuaternarios en Campoo.
Fuente: elaboración
propia a partir del Mapa
Geológico del IGME.
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
En Cañeda y Valdeolea se ha realizado también
extracción de ofitas que posteriormente se emplean
como balasto del ferrocarril o para el firme de las
carreteras.
También se han explotado, hasta época muy
reciente, las arenas del Cretácico Inferior para la
fabricación de cristal. Las cristaleras han destacado
por ser una de las manufacturas más representativas y características de la comarca, localizándose
en distintos emplazamientos, aunque hoy día esta
actividad está en desuso.
En Campoo de Suso, en la localidad de Soto se
extraía calcopirita, y en Villacantid yesos que permanecieron activos hasta los años cincuenta.
En Las Rozas de Valdearroyo se extrajo lignito
hasta la década de los setenta.
Del mismo modo, en Campoo de Enmedio y
San Miguel de Aguayo se realizaba extracción de
magnesita a comienzos del siglo XX, en depósitos
que hoy día están abandonados.
materiales más antiguos emergen, elevados, en los
extremos (Montaña Palentina, Sejos) y los más jóvenes por estar más hundidos afloran en el centro
del valle y hacia el este.
El paisaje de Valderredible está más vinculado
a las formaciones subhorizontales de Burgos (Páramo de La Lora, Páramo de Masa) y a la fácil acción
erosiva del río Ebro sobre los materiales del Weald.
Sin embargo, ya en el extremo sureste, el bello cañón de las Hoces del Ebro muestra la resistencia
que ofrecen las calizas del Cretácico Superior a
esas mismas aguas del río “Iber”.
En la siguiente tabla, a modo de resumen, se
muestra destacado en azul el tiempo de vida de la
comarca de Campoo, así como los materiales asociados a cada periodo y la localización de dichos
materiales en la comarca.
Sobre el sustrato geológico que se describe en
este artículo, en unas condiciones climáticas variables, se han desarrollado unos suelos y una vegetación determinados. Y posteriormente, en los
últimos miles de años, se ha producido la impronta
humana, que ha modelado el paisaje campurriano
dándole su aspecto actual.
El patrimonio geológico en Campoo es, además
de variado y rico, muy frágil. Conviene tener siempre presente que cualquier acción humana sobre el
patrimonio geológico es irreparable, no tiene vuelta
atrás. Es decir, si actuamos sobre el perfil del Circo
Glaciar del Alto Campoo, no podremos reemplazar
ese risco o ese bloque de conglomerados, por lo que
la preciosa silueta del horizonte campurriano de la
que estamos tan orgullosos nunca volverá a ser la
misma.
5. Conclusiones
La joven comarca de Campoo es el resultado de
no más de 350 millones de años en la que la disposición de los materiales geológicos está claramente
vinculada con las grandes estructuras geomorfológicas.
Podemos hablar de dos grandes dominios
geomorfológicos: por un lado el sinclinal de Campoo, cuyo flanco sur se correspondería con la Montaña Palentina y la Sierra del Híjar, y por otro las
estructuras monoclinales de Valderredible.
La disposición oeste-este de los materiales de
la comarca según su antigüedad, así como la progresiva apertura del valle del Híjar-Ebro desde el
macizo del Alto Campoo, denotan la existencia de
un gran sinclinal de dirección oeste-este. En él, los
24
25
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
Bárbara Quevedo
GEOLOGÍA GENERAL DE CAMPOO
(Millones
de años)
ERA
0
SISTEMA
CUATERNARIO
1.8
Facies/
SUBSERIE
SERIE
ROCAS EN CAMPOO
Depósitos de
ambiente fluviotorrencial
HOLOCENO
PLEISTOCENO
CENOZOICO
PLIOCENO
NEÓGENO
22,5
MIOCENO
TERCIARIO
OLIGOCENO
PALEÓGENO
Orogenia Alpina y
Modelado glaciar
EOCENO
65
SUPERIOR
CRETÁCICO
141
INFERIOR
MALM
MESOZOICO
JURÁSICO
LÍAS
SUPERIOR
MEDIO
TRIÁSICO
230
INFERIOR
PÉRMICO
280
CARBONÍFERO
347
DEVÓNICO
PALEOZOICO
SILÚRICO
435
ORDOVÍCICO
500
CÁMBRICO
4000
PRECÁMBRICO
Keuper
Arcillas rojizas y
yesos
Valdeolea,
Cañeda y La
Población de
Yuso
Conglomerados,
Principales
Bundsandstein areniscas y limolitas. sierras y resaltes.
Ofitas(vulcanitas)
SUPERIOR
SUPERIOR
Vulcanitas,
granitoides
Pizarras
INFERIOR
Areniscas
puertos de Sejos,
Sierra del Cordel
SUPERIOR
INFERIOR
Pico Iján en la
Sierra del Cordel
MEDIO
INFERIOR
SUPERIOR
INFERIOR
SUPERIOR
INFERIOR
SUPERIOR
MEDIO
INFERIOR
ALGÓNQUICO
ARCAICO
570
600
Páramo de La
Lora
Sur del Pantano
Arenas sueltas de la
y laderas del
facies Utrillas. Serie
Páramo de la
de 200 metros.
Lora
Calizas y
Albiense
Borde norte del
mineralizaciones de
Aptiense
Pantano del Ebro
sulfuros de hierro
Weald Purbeck
DODGER
195
395
Formación de
la Cordillera
Cantábrica,
elevación del
macizo del Alto
Campoo
PALEOCENO
Calizas y calizas
dolomíticas
LOCALIZACIÓN
EN CAMPOO
Terrazas
fluviales, conos
de deyección,
depósitos de
ladera
26
Bibliografía básica:
CENDRERO UCEDA, Antonio; DÍAZ DE TERÁN MIRA, José
Ramón; FLOR PÉREZ, Emilio; y GONZÁLEZ LASTRA, José
Ramón: La geología de Cantabria en imágenes. ICE / Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria.
CENDRERO UCEDA, Antonio; DÍAZ DE TERÁN MIRA, José
Ramón; FLOR PÉREZ, Emilio; FRANCÉS ARRIOLA, Enrique;
y GONZÁLEZ LASTRA, José Ramón: Patrimonio natural de
Cantabria. Paisajes geológicos. Esquema geológico. Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria.
CENDRERO UCEDA, Antonio; DÍAZ DE TERÁN MIRA, José
Ramón; FLOR PÉREZ, Emilio; FRANCÉS ARRIOLA, Enrique;
y GONZÁLEZ LASTRA, José Ramón: Guía de la naturaleza de
Cantabria. Ediciones de Librería Estvdio. Santander, 1986.
FERNÁNDEZ ORTEGA, Francisco; y VALLS URIOL, María del
Carmen: Los Colores de la Oscuridad. Cantabria, Paraíso Subterráneo. Creática. Santander, 1998.
FROCHOSO SÁNCHEZ, Manuel: Geomorfología del valle del
Nansa. Universidad de Cantabria. Santander, 1990.
SÁNCHEZ ALONSO, José Bonifacio: Historia y guía geológico-minera de Cantabria. Ediciones de Librería Estvdio. Santander, 1990.
VVAA: Puntos de interés geológico en el sector oriental de la
Cordillera Cantábrica. Instituto Geológico y Minero de España. Madrid, 1983.
VVAA: Mapa Geológico de España, hojas a escala 1:50.000.
Instituto Geológico y Minero de España.
VVAA: Mapa Geológico de Cantabria, a escala 1:100.000.
Instituto Geológico y Minero de España.
VVAA: Gran Enciclopedia de Cantabria. Editorial Cantabria.
Santander, 1985. Voces “Cenozoico”, “Cuaternario”, “Geología”, “Geomorfología”, “Mesozoico”, “Paleozoico” y “Tectónica”.
VVAA: Geocantabria. Itinerarios Geológicos. Consejería
de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria. Santander,
2004.
27
Figura 8. 4. Tabla geológica de Campoo identificativa de las principales
litologías.
Fuente: elaboración
propia
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA?
NUEVAS ETIMOLOGÍAS DE BIJANERA,
PICO JANO, SUANO Y SIMILARES
También han existido
fiestas similares en
Asturias, Maragatería y
País vascofrancés.
1
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
Introducción
términos de una misma familia lingüística para
que, apoyándose unos en otros, se refuerce la etimología propuesta.
En este artículo trataré de las etimologías de algunos términos cántabros que contienen el radical
JAN- (o sus variantes HAN-/ AN-) y estudiaré su
posible relación con el dios romano IANVS/ JANO,
que algunos autores han supuesto. Me apresuro a
responder al interrogante del título y afirmo rotundamente ya desde ahora que, como demostraré, no
existe ninguna relación entre Bijanera, Pico Jano,
Montehano y el dios Jano. También desmentiré la
intervención del étimo “fanum” en los orónimos
Pico Jano y Montehano, así como en los topónimos
Soano y Suano.
Las etimologías que propongo, novedosas y
hasta sorprendentes, podrán ser discutibles, pero al
menos cumplen los requisitos exigibles en la ciencia lingüística. La de Bijanera es completamente
novedosa; las de Pico Jano, Montehano y Soano/
Suano, que pueden parecer novedosas, en realidad
son aplicación de una raíz ya conocida pero poco
divulgada (ya que ningún autor hasta ahora la ha
tenido en cuenta para estas palabras); en otras etimologías, como en la de Quintanilla de An o en la
de “anjana”, me limito a hacer algunos comentarios a las etimologías ya expuestas por otros investigadores.
La inclusión de la Bijanera en estos “Cuadernos
de Campoo” está justificada porque, aunque actualmente esta fiesta sólo se celebra en Silió (Molledo),
anteriormente se celebraba en otros pueblos del
valle de Iguña y en los valles de Toranzo, Anievas,
Polaciones… y también en Campoo1. Por otra parte,
se incluyen los topónimos Suano y Quintanilla de
An, que sí pertenecen al ámbito campurriano. En
cuanto a otros términos ajenos a este ámbito, su
inclusión es obligada porque la metodología etimológica exige estudiar conjuntamente todos los
30
Bijanera
Año tras año, a primeros de enero, aparecen en los
periódicos de Cantabria reportajes sobre la fiesta de
LA BIJANERA, celebrada en Silió y calificada como
“carnaval de invierno”, y año tras año se repiten
las mismas etimologías carentes de rigor científico
y de sentido crítico.
Etimologías anteriores
Indefectiblemente se refieren los articulistas al
Pico Jano como “el pico que domina el valle” (de
Iguña) e interpretan su nombre como “Pico del dios
Jano”, lo que justificaría la etimología Bi-janera =
31
La Vijanera.
Foto: Eugenio Martínez
Jorrín
Este influjo pudo
deberse al viejo año o
al personaje de la vieja
que participa en estas
fiestas.
2
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
dos Janos. Esto no tiene sentido, porque, si Jano
tenía dos caras (que representarían el año viejo y
el nuevo), *Bi-jano tendría cuatro. Además, otros
valles en los que también se celebraba la Bijanera
no disponen de un Pico Jano próximo que hubiese
justificado ese nombre de la fiesta. Como veremos
en el siguiente apartado, el Pico Jano tiene otro
origen.
Otra etimología deriva Bijanera, o más bien la
variante Viejanera, de “viejo-anero = viejo año”,
por la fecha de la celebración. Fonética y morfológicamente tal derivación es insostenible, ya que
el resultado normal habría sido *Vejañera o *Añovejera. Está claro que la evolución fue la inversa:
Bejanera/Bijanera se modificó, por etimología popular, en Viejanera2, cambiándose en consecuencia
la B- en V-.
Tampoco es admisible la etimología latina
“dies-ianuaria” = día de enero (o de Jano), ya que,
aparte de lo impreciso de la fecha, el paso de dies a
Bi-/Be- es fonéticamente imposible.
parecer complicada, pero cumple adecuadamente
las leyes fonéticas aplicables a cada elemento de la
palabra. Veamos paso a paso tal evolución:
Nueva etimología
BIJANERA / BEJANERA es derivado, mediante
el sufijo -era, de un primitivo *BIJANA /*BEJANA. Esta palabra, en sus dos variantes, deriva del
latín Epiphania (variante de Epiphanía), a su vez
del griego Epipháneia = manifestación (de la divinidad); por tanto, Bijanera significa “(fiesta) de la
Epifanía”. Primero se diría “la fiesta de la *Bijana”,
luego “la fiesta Bijanera” y, finalmente, “la Bijanera”. Este significado le conviene perfectamente a
una fiesta que se celebra precisamente en las proximidades del 6 de enero, fiesta de la Epifanía.
Aclarados ya los aspectos morfológico y semántico, sólo queda justificar la evolución fonética
Epiphania > *Bijana/Bejana. Esta evolución puede
32
El prefijo griego epi- sufrió primero sonorización de la -p- intervocálica (epi- > ebi-)
y luego aféresis (ebi- > bi- ); en cuanto a la
-i-, se conservó en *Bijana por cultismo o bien
evolucionó regularmente a -e- en *Bejana (por
ser breve esta -i- en latín). La evolución epi- >
bi- también se da en bizma (del gr. epíthema
= emplasto). Para la alternancia i/e, compárese
“epitafio”, que en cast. ant. se dijo “pitafio” o
“petafio”, aunque aquí no hubo sonorización
porque, al producirse primero la aféresis, la P
ya no era intervocálica3.
El paso de *Bifana/Befana a *Bihana/Behana (con -h- aspirada) y luego a *Bijana/Bejana
(por reforzamiento de la aspiración) también
puede considerarse normal. Ejemplos con -hinterior: Cofiño (Ast.) > Cohiño (Arenas de Iguña) > Cogiño (Puente Viesgo)4; Los Navarros
(topónimo, de Nafarros) > Naharros (topónimo) > Najarros (apellido); en el DRAE de 1992
aparece la terna de origen árabe zafarí/zaharí/
zajarí 5.
La acentuación de *Bijana (en vez de *Bijanía) se debe a que se tomó la del griego Epipháneia y no la del latín Epiphanía; a esa preferencia pudo contribuir la acentuación de los
nombres propios Epifanio y Epifania (que en
latín también se acentuaban en la sílaba -fa-).
Es sabido que el diptongo griego ei pasaba a i
larga en latín y que, según la prosodia de este
idioma, al ser larga la vocal de la penúltima
33
Otro ejemplo: epíscopus dio en cast. ant.
bispo (luego obispo).
Existe un paralelismo
con el prefijo apo-: de
apotheca derivan bodega y botica, también
con aféresis y sonorización.
3
Así está escrito en
mapa del I. G. Catastral
esc. 1/50 000 nº 58,
ed. 1934, para reflejar,
incorrectamente, la
pronunciación oída
Cojiño. Ahora ha vuelto
a escribirse Cohíño.
4
En la edición de 2001
se ha eliminado la
variante intermedia
zaharí.
5
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
Un ejemplo comparable al de Epifanía es el
del griego Akadémeia,
que pasó al latín Academía (acentuación
regular) y también a
Academia (con la acentuación griega); ésta fue
la variante que triunfó
en castellano.
6
De la región italiana
de Campania, lugar de
origen de las campanas.
7
He tomado esta definición del “Dizionario
Italiano” de la Biblioteca Universale Rizzoli.
Otros diccionarios
añaden, con distintas
localizaciones: “Mítico
personaje en forma de
horrible vieja que pasa
por la tierra del 1 al
6 de enero. Bruja que
creían los niños que
bajaba por la chimenea
la noche de Reyes. Fantoche de trapos…”.
8
sílaba, el acento de la palabra debe caer sobre
esa sílaba6.
Más difícil de explicar es la terminación -ana
de *Bijana, ya que se esperaría la terminación
-aña procedente de -ania. Este cambio -aña
> -ana se deberá a la existencia de parejas de
palabras que presentan los dos sufijos: peana/
peaña, montana/montaña, forana/foraña (=
forastera), campana7 /campaña (del lat. tardío
campania), derivados de campus. En el caso
de Bijana, se prefirió -ana a -aña. Tenemos un
caso similar en la alternancia zanfoña/zanfona (también zampoña), de symphonia (no de
symphonía > zanfonía), con pérdida de la yod:
-nia > -na.
Confirmación de la etimología
Lamentablemente, en castellano no se ha registrado ninguna de las palabras que he supuesto
como étimo de la que nos ocupa, en ninguna de sus
fases de evolución: no se documentan ni *befana/
behana/bejana ni sus variantes con bi-; pero, afortunadamente, existe una palabra italiana que confirma contundentemente lo acertado de la etimología que acabo de exponer. Se trata de “befana”.
Los diccionarios italianos definen “befana”
como: “La fiesta de la Epifanía (6 de enero). Los regalos que se hacen por la Epifanía. La vieja que la
leyenda imagina que trae regalos a los niños la noche del 5 al 6 de enero” (como en nuestra noche de
Reyes)8. Por si fuera poco, también existen en italiano dialectal las interesantes formas intermedias
“befania” y “pefana” que corroboran la evolución
fonética que habíamos aplicado a nuestra *befana/
bejana. Naturalmente, todos los diccionarios italianos derivan estas palabras de “Epifanía”. Aparte de
34
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
las diferencias etnográficas, resulta evidente que la
“befana” italiana tiene el mismo origen que la *bejana cántabra, de la que deriva “Bejanera”. Incluso
coincide la evolución fonética: misma sonorización, misma aféresis, misma posición del acento,
misma terminación -ana; la única diferencia entre
la palabra italiana y la cántabra es que el italiano
conserva la -f- original y, en nuestro caso, la -fevolucionó a -h- aspirada y más tarde a -j-.
Cabe preguntarse si el término befana pudo importarse de Italia. Teniendo en cuenta la distinta
expresión folclórica de las dos celebraciones y la
posterior evolución fonética de la forma cántabra,
hay que concluir que el proceso lingüístico fue independiente en las dos penínsulas.
Comentarios
Una vez conocida esta palabra italiana, ya no
se puede dudar de que el étimo de Bijanera/Bejanera es Epiphania. De acuerdo con su etimología,
tampoco puede haber dudas en cuanto a la ortografía: debe escribirse con B (por proceder de P) y
no con V.
Resulta tentador aplicar este proceso fonético a
la etimología, hasta ahora desconocida, del topónimo Bejorís/Vejorís (Santiurde de Toranzo), que comienza por Bej- como Bejanera y presenta la misma alternancia B/V9. Por ese camino llegaríamos a
un étimo *Epiphorisius (de *Epiphoresius, por itacismo), posible nombre propio de origen griego (cf.
epíphoros = favorable, epiphoreo = aportar, sufijo
-sis de acción). Entonces Bejorís vendría de (villa o
fundus) *Epiphorisii = “(posesiones) de *Epiforisio”,
pasando por *Beforís. Claro está que esta etimología
es hipotética hasta que se pueda comprobar si este
nombre figura en los diccionarios de onomástica.
Inicialmente había pensado yo que Bijanera
35
Es comprensible que,
cuando una palabra
no se puede relacionar
fácilmente con otras
de la misma familia, o
cuando se desconoce su
etimología, la ortografía
sea vacilante.
9
En algunos casos, el
diptongo griego ei pasaba al latín como e larga:
panákeia > panacea,
mouseion > museum,
etc.
10
Recogí esta definición de unos apuntes
mecanografiados del
Duende de Campoo para
su “Vocabulario campurriano”.
11
12
Según el dicc. Espasa
(s. v. “Janual”), Januales
son las “fiestas en honor
de Jano que se celebraban en la antigua Roma
el 1º de enero. (…) Los
amigos y parientes se
enviaban mutuamente
sus aguinaldos…”.
13
Lo mismo puede
decirse del carnaval o
carnestolendas, fiesta
de origen pagano, pero
cuyo nombre alude a
la Cuaresma que viene
después. También el
Hallowe’en (= víspera
de los santos) tiene
nombre cristiano, aunque su origen etnográfico sea celta.
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
podría derivar directamente de la variante latina
Epiphanea10, que daría *Bijanea y luego Bijanera
por cambio de sufijo (como en galea > galera, trinchea > trinchera, romeo > romero). Sin embargo,
teniendo en cuenta la “befana” italiana, este razonamiento huelga. Por otra parte, la existencia
de bijanero (“muñeco de trapos del tamaño y figura de un viejo, en cuyos bolsillos han metido
coplas o recomendaciones para personas conocidas
y determinadas”11) nos muestra que -era y -ero son
sufijos añadidos a *Bijana.
Aunque en la antigua Roma se celebraban las
Ianuaria o Ianualia, fiestas de las calendas de enero (mes consagrado a Ianus/Jano)12 y aunque las
fechas de ambas celebraciones casi coinciden, ello,
por las razones aducidas, no nos autoriza a derivar
de ahí la palabra “Bijanera”. Si bien el origen etnográfico de la Bijanera parece ser pagano, el origen
etimológico es cristiano y, por tanto, sin relación
con Jano13.
Una última consideración: Aunque la palabra
Bijanera parece que sólo está documentada desde
fecha relativamente reciente, el uso de la misma, de
acuerdo con la nueva etimología, tuvo que ser anterior al s. X, ya que en torno a ese siglo se produjo
en el norte de Castilla el cambio de la F latina a la
H aspirada del castellano antiguo; más tarde, una
vez aprendida la pronunciación de la F, se hubiese
dicho *Bifanera o *Befanera.
dículamente), de origen incierto14. Como la zamarra o pelliza es una prenda característica de este
personaje, que también aparece en los carnavales
de algunos lugares, zaharrón se transformó popularmente en zamarrón y, con otro sufijo, zamarraco; finalmente, estos términos se alteraron por
metátesis (m-rr > rr-m) en zarramón y zarramaco,
respectivamente. Zamarraco y zarramaco, aunque
de aspecto vasco, en realidad se han formado con
el sufijo despectivo -aco, como conviene al zamarrón/zarramón15.
No son éstas las únicas variantes de zaharrón.
Como la -h- se pronunciaba con aspiración, era fácil que esta palabra pasase a zagarrón, con influjo
de zaga, puesto que los zaharrones iban detrás de
las comitivas de las fiestas espantando a los niños.
Por otra parte, zamarrón también sufrió una metátesis diferente (z-m > m-z) y se alteró en mazarrón;
a ello ayudaría el nombre de la conocida población
de Mazarrón (Murcia).
Otras variantes: Zarragón (metátesis del ya
mencionado zagarrón), zurramaco (alteración de
zarramaco), zorromoco, zurrumero, zarramasquero
(influido por máscara), etc16. Si se quisiesen unificar
todas estas variantes, podría recuperarse la vieja
palabra “zaharrón”, o su forma reducida “zarrón”,
como se dice en los carnavales de Atienza (Guad.).
Zamarrones, zamarracos o zarramacos
Como apéndice de la Bijanera, trataré de explicar el origen de zamarrón, zamarraco, etc., términos aplicados a uno de los personajes de esta fiesta,
llamados en general “bijaneros”.
El punto de partida, que explica todas las variantes, ha de ser zaharrón (persona disfrazada ri36
Pico Jano y Montehano
En Cantabria hay dos picos llamados Jano: uno en
Iguña y otro en Liébana. Montehano (Escalante) es
a la vez nombre de monte y nombre de la población próxima a él. Dada la aparente semejanza de
Pico Jano y Montehano, trataré de ambos orónimos conjuntamente en este apartado.
37
14
Según J. Corominas,
“probablemente de un
derivado del árabe sahr
= acción de burlarse o
escarnecer” (Dicc. Crítico Etim. de la L. Cast. s.
v. “zaharrón”).
15
Ejemplos de -aco:
libraco, pajarraco y,
añadiéndolo al sufijo
-arr-, tiparraco (= tipejo), bicharraco, etc.
16
Pueden verse estas
y otras variantes en
Corominas, ibídem.
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
Vista del Pico Jano desde
Aguayo.
17
El DRAE incluye indebidamente “fano” con
la marca de “antiguo”,
pero se trata de un
cultismo aislado de
latinistas. Sólo están
en uso los cultismos
fanático, profano y sus
derivados.
Etimologías anteriores
Para el Pico Jano también vuelven algunos a
hacer referencia al dios Jano. Esta etimología es
inaceptable, pues el Pico Jano de Iguña coexiste
actualmente con la variante Pico Ano. Esta forma
(o Hano, como en Montehano) no puede venir de
Ianus (= Jano), ya que esta I-/J- latina no se pierde
en sílaba tónica: jacet dio yace, pero *jectare (por
el clásico jactare) dio echar; en los cultismos acabó
pronunciándose con J castellana, como en jactarse
y en Jano (dios).
Otra etimología, generalmente aceptada y válida para Pico Jano y para Montehano, se basa en el
latín fanum = templo. Fonéticamente sería admisible, pues la evolución F > H > J (no así la de J >
F/H) es tan normal como la que vimos en Bijanera
y la que se da p. ej. en fondo > hondo > jondo, fila >
hila > jila, huelga (de folgar) > juerga, etc. Sin embargo, esta etimología tropieza con una grave dificultad: Fanum nunca pasó al latín vulgar17, siendo sustituido por el cultismo templo (en cast. ant.
38
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
tiemplo). Por tanto, si Fano es un cultismo (además
sin uso), no pudo, por definición, evolucionar popularmente a Hano y más tarde a Jano. Luego hay
que desechar esa etimología.
Por supuesto, también hay que desechar la
creencia popular que fusiona las dos teorías anteriores y, refiriéndose a Montehano, atribuye la denominación de ese monte a que allí debió de existir un antiguo templo romano de adoración al dios
Jano18.
Tampoco convence considerar a fano, segundo
componente de Montehano, como un derivado regresivo de fanal (farol empleado como guía de navegantes), que en este caso sería un faro en la cima
del *Monte-(del)-fano. Aparte de que todo esto es
hipotético (tanto la existencia del faro como la
existencia de la palabra *fano = fanal o farol19), hay
que tener en cuenta que la primera documentación
de fanal (palabra tomada del it. fanale) es de 1570
y, como vimos al final del apartado “Bijanera”, en
esa época la distribución de F y H (procedente de
F) ya se había fijado en castellano; luego *Fano, en
ese sentido, no pudo pasar a Hano ni a Jano.
Citaré como curiosidad la etimología que se ha
propuesto para Monte-Hano: lat. anus = anillo o
aro, por la forma “circular” (?) de dicho monte. De
Anus no puede surgir un Hano con H- inicialmente
aspirada.
Todas estas etimologías tienen el defecto de que
están construidas en aposición, cuando lo normal
sería que se hubiese dicho “Pico de Jano”, “Monte
del Hano” o, popularmente, “*Montelano”.
Nueva etimología
Si tenemos en cuenta las variantes Pico Jano y
Pico Ano (citadas en “Etimologías anteriores”), así
como Monte-Hano (obviamente relacionado con la
39
18
La colina romana
del Gianicolo sí estaba
dedicada a Jano, pero
en este caso su denominación se ha conservado
ininterrumpidamente
desde la época de la
Roma antigua y ha evolucionado regularmente
(< lat. Ianiculum). El
Janículo del castellano
es cultismo.
19
Tampoco existe un
cultismo *fano tomado
directamente del griego
phanós = luz, antorcha.
20
Algunos dicen Pico
Jana, pero se tratará
de una modificación
tardía debida al desconocimiento de ese
adjetivo, tomándolo por
sustantivo invariable.
No creo que esta Jana
sea el equivalente
castellano del asturiano
Xana = “anjana”, de la
que hablaremos más
adelante.
En castellano se habría dicho *fañeca, por
las dos enes de la raíz.
21
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
denominación del pico Jano/Ano), hemos de llegar
a la conclusión de que las tres variantes sólo pueden proceder de un primitivo Fano. Ahora bien,
este Fano no puede ser descendiente del latín fanum, como ya demostramos; ha de tratarse de otra
palabra de radical fan-. Por otra parte, dada la concordancia con Pico y con Monte, dicha palabra ha
de ser un adjetivo que califica a ambos sustantivos.
Este importante detalle queda confirmado por la
existencia en Asturias (Peñamellera, zona con fonética ya castellana) de Peña Jana (cerca de Panes)
y Sierra Jana, donde también hay concordancia
de género20. ¿Qué significado tendrá este adjetivo
“fano/fana”?
Existe una raíz *fan(n)-, probablemente de origen prerromano, cuyo significado es “mocho, despuntado, recortado, achatado”. Esta raíz aparece en
el nombre de pez “faneca” (especie de abadejo pequeño de cabeza achatada), tomado del gallego21,
idioma en que el adjetivo faneco significa “mocho,
desorejado” y fanar es “desmochar, despuntar”.
Otro derivado de *fann- (con dos enes) es el castellano “fañar”, incluido en el DRAE con la definición “marcar o señalar las orejas de los animales
por medio de un corte”, aunque este diccionario no
indica su etimología.
El significado de esta raíz se ajusta perfectamente al perfil de Montehano: monte cónico, pero
con la cúspide roma o achatada, como si hubiese sido desmochada (véase aquí su fotografía). El
Pico Jano de Iguña también es más o menos cónico
con la cumbre despuntada (véase su fotografía). En
cuanto al Pico Jano de Liébana, su perfil ya no es
claramente cónico, pero, con un poco de buena voluntad, podemos aceptar que cumple la condición
de tener la cumbre aplanada. Para otros orónimos
o topónimos como los que estudiaremos más ade-
lante, los montes o picos pueden no ser tan paradigmáticos como Montehano, pero sí han de tener
la cumbre achatada o con aspecto de mutilada o
recortada (compárese Montserrat = monte serrado),
siempre que se la mire desde el lugar apropiado.
El adjetivo “fano”, derivado de la variante *fan(con una ene) de la raíz, no es hipotético, ya que en
las “Coplas de Mingo Revulgo” (anteriores a 1485)
se menciona un “Cerro Fano” = “cerro mocho”, con
F- conservada22. También existe en Asturias un
“Picu Fanu”, hermano de nuestro Pico Jano23.
En conclusión, PICO JANO (ant. Pico Fano) significa “pico mocho” y MONTEHANO (ant. Monte
Fano) significa “monte mocho”. Fano pasó inicialmente a Hano con H- aspirada y luego, cuando
la aspiración dejó de practicarse, se reforzó ésta
pronunciándola como J- (dando Jano en Iguña),
o bien se convirtió en H- muda (caso de Montehano) o simplemente desapareció (dando Ano en
Aguayo).
40
41
23
Debo la información
que me condujo a esta
aparentemente “nueva”
etimología al Dicc. Etim.
de J. Corominas s. v.
“fanático” (nota 1) y
“faneca” q. v.
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
En contraste con los montes o picos “fanos”,
existen montes “agudos”, es decir, no mochos:
Monte Agudo (isla de; la mayor de las Cíes, Pont.),
Monteagudo (en varias prov.) y Montagut (Tarr.).
Para la utilización del concepto de “mocho” (y por
tanto de “fano”) a seres inanimados, compárese con
Castromocho (Pal.) y Torremocha (en varias prov.).
Otras variantes
El apellido Monteano es otra grafía de Montehano. Sin embargo, Monteana (cerca de Gijón), por
no conservar la F del bable “fano” y por no haber
concordancia (sust. masc. con adj. fem.), posiblemente proceda de Monte (d’) Ana.
Otra variante de Montehano es Montiano (Valle
de Mena, Burgos), situado al pie de un monte; por
tanto, ha de significar lo mismo.
En cuanto al topónimo gallego Montán (Lugo),
al no conservar la F de “fano”, no será reducción de
Mont(e)-(h)an(o), sino que, como el apellido Montano, será lo mismo que “montano” = montañés. El
mismo origen tendrán el Montán de Castellón y su
derivado Montanejos, próximo a él.
El apellido Montejano podría ser equivalente a
Monte-Jano o Monte-hano; pero, como no parece ser topónimo (al menos no lo he encontrado),
será más bien el gentilicio de Montejo (varias prov.),
como “montijano” lo es de Montijo ( Bad.).
Soano y Suano
Lo primero que hay que decir de estos dos topónimos es que Suano (Campoo de Suso) es evolución
fonética normal de Soano (Arnuero), como p. ej. en
roano > ruano, bohedo (Boedo como topónimo) >
buhedo, ant. Johan > Juan; además, Suano está documentado también como Soano. Por tanto, en adelante trataremos sólo de la etimología de Soano.
42
Antecedentes
Como Soano está documentado “Sofano” en
1114 (y simplemente “Fano” en 1203), ya podemos
adelantar que SOANO viene de “So-hano”, y éste
de “So-fano”; es decir: “bajo el fano”. Estudiemos,
pues, previamente el significado de este “fano”. Ya
vimos que no puede estar relacionado con el dios
Jano ni con “fanum” = templo; será otra cosa.
Hasta ahora, mi investigación creo que ha discurrido por terreno seguro; en adelante me moveré
por un terreno algo resbaladizo, es decir, basado
en hipótesis; pero se trata de hipótesis razonables.
Veamos:
Existen varias localidades llamadas FANO en
Asturias (Gijón, Colunga, Parres, Ponga) más el aumentativo Fanón (Luarca); según Menéndez Pidal
(“Oríg. del esp.”, 41, 8 b), hay otro Fano en Vizcaya,
43
El monte Mezuz desde La
Población.
24
En el mapa del I. G.
Catastral esc. 1/50 000
nº 83 aparecen dos
microtopónimos, Braña
de Jano y Braña de Ano,
que parecen indicar que
(J)ANO ya se ha sustantivado para referirse al
Pico Jano.
25
Es de suponer que, al
caer en desuso el adj.
“fano”, se olvidaría su
significado y, consiguientemente, el del
sust. “fano”. Por ello,
no puede extrañar que,
en algún caso, se llamase “fano/hano/ano”
a cualquier montaña
destacada, aunque no
tuviese la típica forma
de Montehano.
26
Así lo afirma Alberto
González Rodríguez
en su “Dicc. etim. de
la toponimia mayor de
Cantabria”(ESTVDIO,
1999). De este autor
he tomado también las
variantes antiguas y fechas de documentación
de Soano y Suano.
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
que no he podido localizar. Es natural suponer que
el adjetivo “fano” (ya estudiado) se sustantivase,
como sucedió con “alto”, “bajo”, “llano”, “somo”,
“claro”, etc. o con “mojón fito” (docum. en 1100,
del lat. fictus = hincado; comp. Pedrafita, Piedrahita, etc. = “piedra hincada”), que acabó simplificado
en el sustantivo “hito”. Primero se diría “el monte
fano” y luego simplemente “el fano” = “el monte
mocho”24. Esta hipótesis se confirma al comprobar
que los topónimos “Fano” asturianos se encuentran
al pie de sendas montañas25. M. Pidal (ibídem) hace
derivar este Fano de Fanum. Es posible que se trate
de una rara supervivencia del latín clásico, pero,
por las razones antes aducidas, me parece más convincente la etimología que he expuesto: “Fano” =
“monte recortado de alguna manera”. Caso distinto
es el Fano de Italia (en Las Marcas), ya que el nombre de esta población procede de Fanum Fortunae
= templo dedicado a la diosa Fortuna.
Este sustantivo “fano” también está presente en
la península de La Magdalena de Santander, donde
existe el cabo de ANO y en cuya cumbre existió el
castillo o fortín de (H)ANO, donde ahora está el palacio. La configuración de este montículo, también
llamado “monte Hano” (funcionando aquí Hano
como adjetivo), apoya una vez más el significado
de “monte achatado”.
presenta un perfil similar al de Montehano (como
se ve en la fotografía). Para la formación con el
prefijo so-, comp. Sopeña, Somonte, etc.
Sin embargo, el topónimo gallego SOÁN (Lugo),
que parece el equivalente de Soano, ha de tener
otro origen, pues en ese idioma se hubiese dicho
*Sofán. En realidad, Soán es el equivalente del topónimo castellano Solano (Burgos y Huesca).
En cuanto a SOMOANO (apellido y sin duda microtopónimo), también hay que rechazar el étimo
fanum, por las razones ya indicadas; además, si derivase de ahí, significaría “lo más alto del templo”,
lo cual no tiene sentido en un topónimo. Teniendo
en cuenta que tanto “somo” como “hano”, según
hemos visto, pueden tener la función de sustantivos o de adjetivos, cabe interpretar este término
como “somo mocho” (sust. + adj.) o como “lo más
alto del hano” (adj. + sust.). Yo me inclino por lo
segundo, ya que está en consonancia con otros topónimos como Somarriba, Somahoz, Somaconcha,
Somaloma, Somballe … = lo más alto de la ribera,
de la hoz, de la concha, de la loma, del valle …, respectivamente. Así pues, Somoano significa “lo más
alto del hano” y Soano/Suano, lo opuesto: “debajo
del hano”.
Nueva etimología
Si aceptamos la etimología indicada para el topónimo Fano (= monte mocho), hemos de concluir
que SOANO y SUANO significan “bajo el monte
mocho” (o de cumbre recortada). De hecho, Soano se halla al pie de una montaña “llamada antes
Fano o Hano” 26 (actualmente El Cincho) y Suano,
al pie del monte Mezuz. En el caso campurriano, se
trata más bien de una loma, pero, vista de costado,
44
Otros términos relacionados
Veamos ahora otros topónimos u orónimos que
parecen estar relacionados con la raíz *fan(n)-,
además de las arriba mencionadas Peña Jana y
Sierra Jana: Existe un pico cerca de Saucelle (Sal.)
llamado JANA. Seguramente se trata del femenino de Pico Jano, suponiendo que concuerda con el
sustantivo implícito Peña o Montaña.
En la Sierra de Gata (zona en la que dialectalmente también se aspira la H) tenemos otro pico
llamado JAÑONA (en la divisoria Sal.-Các.). Se
45
27
Así opinaba J. Corominas. Véase su Dicc. Etim.
s. v. “fanático”.
Ya expuse esta etimología de Soncillo en
mi art. “El relieve” en
“Cuadernos de Campoo”
nº 49, pág. 32. Si Soncillo viene de *Sum(mi)cellu, Ancillo vendría de
“Fan(ni)cellu.
28
29
Hablando de elevaciones del terreno, aprovecho para proponer mi
etimología de Liendo
(munic. cánt. que se eleva desde la costa hasta
el alto de Guriezo), ya
que nadie ha propuesto
otra. Se trataría de una
variante de leudo (ant.
liebdo) del lat. vg. *lévitus = levantado (como
Somo). Generalmente
este adj. se aplica a la
masa elevada por la
levadura. Véase Dicc.
Etim. de Corominas s. v.
“leve”, nota 6.
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
tratará igualmente de un derivado aumentativo de
(Peña o Montaña) *Jaña; es decir, “gran peña mocha”. En este caso, la raíz en que se basa este orónimo es *fann- (con dos enes), como en “fañar”.
Sin embargo, el pueblo LA FANA (a unos 3 km
de Gijón), aunque está cerca de un monte o peña
(lo que podría justificar su significado de “despuntada”), admite otra interpretación: una “fana” en
Asturias es lo mismo que un “argayo” (desprendimiento de tierra y piedras por la ladera de un
monte); para salir de dudas, habría que conocer el
terreno. De todos modos, este segundo sentido se
explica por la misma raíz *fan- que el primero27,
pasando por la idea de “arrancar, desprender”. Derivado de esta Fana será el topónimo también asturiano Fanes (pl. de Fana); sin embargo La Fanosa
(Tineo) probablemente signifique lo mismo que La
Fenosa (Cudillero): lugar abundante en heno (del
latín fenum).
FAO (La Cor.), con pérdida de -n- simple, no se
corresponde bien con los demás derivados gallegos
procedentes de -nn-; ¿será adaptación del cast. ant.
“fano”?
ANCILLO (Argoños y Soba) puede considerarse un diminutivo de Ano/Hano, es decir, “pequeño
hano”, formado como Soncillo = “pequeño somo”
y de significado similar: “pequeña elevación del
terreno”28 o “montículo aplanado”; de hecho, el Ancillo de Argoños ocupa un montículo que domina
la marisma de Santoña y el de Soba se encuentra al
pie de la Sierra del Hornijo29. El inconveniente de
que la derivación en -cillo no sea la habitual en palabras terminadas en -o se salva si tomamos como
modelo excepciones como p. ej. mano > manilla y
manecilla o llano > llanillo y llanecillo; en nuestro
caso, el diminutivo de “Hano” sería primero *Hanecillo y luego Ancillo por síncopa. Sin duda se eligió
este diminutivo irregular para evitar la homonimia
con “anillo” (del lat. “anellus”)30.
Desde luego es inaceptable la etimología que
considera Ancillo como disimilación de *Anchillo,
pues no se cumplirían las leyes estudiadas por M.
Pidal para las disimilaciones de consonantes31. Por
el mismo motivo, tampoco se puede aducir como
modelo la supuesta etimología de Concilla (Cueto
de la, Polaciones), puesto que Concilla no es disimilación de *Conchilla, sino que procede claramente
de *Conc(h)ella, dimin. de Conc(h)a = concha32. Por
otra parte, no se comprende bien el sentido que
tendría “anchillo” aplicado a un pueblo.
ANERO (Ribamontán al Monte) puede ser también derivado de (h)ano, como “otero” es derivado del cast. ant. “oto” = alto. De hecho, el pueblo
se encuentra también al pie de una montaña destacada o “hano”. Esta etimología me parece más
convincente que la basada en el gentilicio latino
Anarius.
Para completar el cuadro de esta familia de los
derivados de la raíz *fan(n)-, sólo me resta apuntar
la posibilidad de que algunos topónimos (y apellidos) vascos que contienen el componente ANO
deriven también de esa raíz -bien por pérdida de la
F- del fano original (lo que es normal en vasco) o
bien por préstamo de la forma castellana “hano”-,
ya que, según cierto autor (poco fiable, a juzgar por
las numerosas etimologías erróneas que contiene su
obra), Arguiñano p. ej. significaría “colina luminosa, vistosa”. Teóricamente, no habría inconveniente
en aceptarlo, pues p. ej. el doblete Otano/Otaño se
correspondería con la doble forma de la raíz *fan-/
fann-: Otano < ote + ano y Otaño < ote + año =
“colina de tojos o árgomas”, similar a Otamendi =
monte de tojos.
El problema está en que el diccionario vasco
46
47
30
En la microtoponimia
de Carmona de Cabuérniga también hay un
“Prado del Ancillo”.
“Manual de Gram.
Hist. Esp.”, 66, 2, final.
En este caso, la -ch- es
explosiva apoyada en la
consonante precedente
y va en sílaba acentuada; luego no puede
ser ésta la consonante
disimilada.
31
32
Véase “Cuad. de
Campoo” nº 49, págs.
31-32.
33
Véase “Cuad. de Campoo” nº 2, págs. 16-22.
34
Algunos interpretan
Echano como dimin. de
etxe = casa; pero no
he podido confirmar la
existencia de ese sufijo
-no. El dicc. de Azkue
no lo recoge.
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
de Azkue no recoge este “ano” = colina, sino otro
“ano” con el significado, entre otros, de “forraje”.
Por tanto, Anoeta (cerca de Tolosa, Guip.) no significaría “lugar de colinas” (igual que Anero, según
mi hipótesis), sino “lugar de forraje, herrenal” (lo
mismo que Reinosa o Renedo, según mi etimología
de estos topónimos)33. Por otra parte, sorprende que
tampoco se registren las variantes esperadas “fano”
y “pano” (cf. fiko/piko/iko = higo). También existe la posibilidad de que, en otros casos, -ano/-año
esté tomado del sufijo latino -anus/anius: Arguiñano = propiedad del cantero (?)34. Como se ve, el
asunto es complejo y habría que estudiar caso por
caso; por tanto, dejo en manos de los especialistas
en vasco dilucidar esta cuestión.
Por esta construcción, que es casi latina, se ve
claramente que Hanne es evolución del genitivo
Hanni o Fanni, siendo Hannus o Fannus > Hanno35
el nombre del poseedor de la quintana. Así pues,
Quintanilla de An significa “pequeña quintana de
Hanno”. Compárese p. ej. con Quintanamanil =
Quintana de Manilio36.
El nombre de persona antiguo Hanno, de origen
prerromano, está documentado también con las
variantes Anno, Anni, Fanne, Fann, Fan y, como
apellido patronímico, con los derivados Hanniz,
Fanniz y el moderno Fáñez (véanse las referencias
de la nota 35).
Este nombre aparece también en los topónimos
Villahán (Palencia) y Villafañe (León), procedentes de Villa Hanni/Fanni y no del latín más bien
poético amnis = “río” (palabra que no pasó al romance) ni del nombre latino Annius ni del nombre
árabe Hanna, como se ha afirmado, ya que las variantes con F- no son favorables a esos orígenes.
Otro topónimo de la familia es Castillo-Alvaráñez
= Álvar(o) Fáñez (Cuenca).
En el nombre moderno de Quintanilla de An,
la forma “An” no deriva del genitivo latino Hanni
(pues entonces sobraría la preposición “de”), sino
del castellano antiguo Hanno apocopado. Es sabido
que los nombres de pila terminados en -o normalmente se apocopaban en situación proclítica (antes
del apellido): Román, Julián, Millán (de Emiliano),
Per (de Pero < Pedro), etc., pero luego se generalizó la apócope en cualquier posición37. En nuestro
caso, Hanno se redujo a An y por tanto, en la construcción ya castellana, se requería la preposición
“de”.
Ya es más aventurado relacionar este nombre
propio con la raíz del adj. y sust. “fano” antes estudiado; pero no parece descabellado intentarlo, ya
Quintanilla de An
Podría pensarse que, en QUINTANILLA DE
AN (Valderredible), este “An” también pertenece a
la familia de la que venimos tratando, de la raíz
*fan(n)- = “mocho” (referido a montes o picos);
pero hay que descartar esa idea, por los siguientes
motivos:
El monte del pueblo no tiene las características destacadas de los “fanos” estudiados en el
apartado anterior.
La apócope (que en este caso sería Ano > An)
no es normal en los nombres comunes castellanos terminados en -o; por eso, al tratar de
Ancillo, no lo derivé de la supuesta forma apocopada An, sino de Hano, pasando por *Anecillo. En cambio los nombres propios de persona
tienen otro tratamiento, como veremos más
adelante.
La razón definitiva nos la proporciona la documentación antigua: este pueblo se menciona
en el s. XIV como Quintana Hanne.
48
49
35
M. Pidal creía que
la forma original era
Hanno, siendo Fanno
ultracorrección (o sustitución, por equivalencia
acústica) de la H (“Oríg.
del esp.”, 41, 2, nota 4);
en cambio J. Corominas
(“Dicc. Etim.” s. v. “fanático”) consideraba la
posibilidad de que el
nombre propio tuviese
relación con la raíz
*fan(n)- de “fañar”.
36
Véase “Cuad. de
Campoo” nº 16, págs.
18-19.
37
Véase M. Pidal, “Oríg.
del esp.”, 36, 1.
38
Todavía en gallego se
llama fanado al “mellado” (falto de uno o más
dientes), part. pas. del
verbo fanar mencionado
en el apartado “Pico
Jano y Montehano”.
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
que, siendo las dos raíces iguales y en ambos casos
de origen prerromano, cabe preguntarse: ¿por qué
no puede ser el nombre de persona un caso particular de la raíz *fan(n)-? En ese supuesto, el nombre
de varón Hanno/Fanno se aplicaría inicialmente a
una persona chata, desorejada o con algún “recorte” similar38. Compárense los nombres latinos basados en defectos físicos: Claudius = cojo, Plautus
= de pies planos, Balbius > Balbinus = tartamudo,
etc.
ca general de este idioma (cf. Quixote > Quijote). “Jana” se dice en León y en algunos lugares
cántabros (según la Gran Enciclopedia de Cantabria s. v. “anjana”).
Debido al empleo frecuente con artículo, la
jana se transformó en l’ ajana y luego en la
ajana.
Finalmente, la ajana, y sobre todo una ajana,
se convirtieron en la anjana y una anjana por
propagación de la nasalidad (como en mazana
> manzana).
Veamos ahora la evolución semántica: Diana
(de la misma raíz que día) era otro nombre de la
luna (de la misma raíz que luz); ambos términos
significan “la luminosa” (de noche). Por ello a Diana, además de diosa de la caza y de los bosques, se
la consideraba diosa de la noche41; de ahí sus connotaciones “nocturnas”, ya que presidía los ritos
mágicos. La diosa griega equivalente a Diana era
Artemia/Artemis/Artemisia, que llevaba un cortejo
de ninfas. Todo esto dio como resultado que, más
tarde, diana/jana se convirtiese en nombre común
de las ninfas o de cualquier divinidad silvestre, sobre todo nocturna; de ahí a “hada” y “bruja” hay
sólo un pequeño paso.
ONJANA es una variante de anjana “seguramente por cruce con ojáncano” (cíclope de la mitología cántabra), como dice J. Corominas (l. cit.).
La variante IJANA (así en el valle de Aras, según la Gran Encicl. de Cant.) puede explicarse, en
mi opinión, si suponemos una forma intermedia la
*ejana, por disimilación de la forma primitiva la
ajana; de la *ejana se pasaría a la_ijana (con diptongo ai) y luego a la ijana, como en la eglesia
(cast. ant.) > la iglesia. En la variante asturiana
injana también se produjo propagación de la nasalidad.
Anjana
39
Esta es la definición
de García Lomas para
la variante “onjana”. El
DRAE no incluye ninguna de las variantes.
40
Otro ejemplo: El latín
diaria (plural de diarium) dio en castellano
jera/hiera (en DRAE) y
yera (grafía no incluida
en DRAE, a pesar de ser
la etimológicamente
correcta) = “tierra de
labor arada en un día”;
probablemente de aquí
proceda el topónimo
Yera (Vega de Pas).
Dada su semejanza formal con Jano, incluyo
aquí, a modo de apéndice, la etimología de “anjana”, ya que, aunque es conocida, puede ser interesante divulgarla. Aquí tampoco interviene el dios
Jano (como se ha llegado a decir) pero sí lo hace
una diosa romana: Diana.
ANJANA, “ser mitológico (de Cantabria), especie de bruja inofensiva”39, proviene del nombre de
la diosa Diana. Esta etimología ya la indicó Menéndez Pidal y la corroboró Joan Corominas (véase su
Dicc. Etim. s. v. “xana”). El detalle de la evolución
fonética es como sigue:
El latín Di-a-na (trisílabo) pasó a pronunciarse Dia-na (bisílabo) y luego Jana (pron. en
cast. ant. con J francesa). La forma Jana está
documentada en el latín vulgar de una glosa
con la aclaración “dea silvarum” = diosa de los
bosques. Esta evolución se produjo también p.
ej. en lat. diurnum > fr. ant. jorn > fr. jour 40.
La J sonora de Jana se ensordeció, dando
Xana (pron. en cast. ant. con SH inglesa); esa
es la grafía y la pronunciación del asturiano
“xana” (hada o ninfa de las fuentes).
Xana pasó a pronunciarse Jana, con J del
castellano moderno, según la evolución fonéti50
51
Según la Enciclopedia
Espasa, “las xanas se
ocultan al salir el sol”.
41
José Luis Gutiérrez Cebrecos
¿JANO EN CANTABRIA? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares
Además de la “xana” asturiana y de las variantes cántabras mencionadas, hay otros equivalentes
extranjeros a nuestra “anjana”, todos procedentes
de Diana: port. jâ o zâ (hada que hila por la noche)
en el Algarbe/Algarve; fr. ant. gene, occ. ant. jana,
rum. zina, etc. (éstos con el sentido de “hada” o
“bruja”).
Conclusión
Siento haber desilusionado a muchos cántabros
que aceptaban el origen “divino” (por el mitológico
dios Jano), o la existencia de templos en lugares inverosímiles, para explicar algunos de los términos
tratados en este artículo; pero la Lingüística es una
ciencia y hay que seguir su metodología y acatar
sus leyes. Por ello, confío en que mis razonamientos hayan convencido, al menos a los lingüistas, de
que esas etimologías eran erróneas.
Volviendo al interrogante del título, hemos visto que IANVS / JANO no está presente ni en la
Bijanera ni en ningún pico de Cantabria. La única
palabra relacionada con dicho dios que pervive en
castellano es “enero”, del latín vulgar ien(u)arius
(latín clásico ianuarius), mes dedicado a Jano.
52
Luis Ángel Moreno Landeras
Museo Etnográfico “El Pajar”
Las neveras
De Reinosa y Fombellida
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Reciben el nombre de neveras aquellos pozos construidos en sierras o montes elevados que sirvieron
para almacenar nieve durante los meses invernales
para su utilización, preferentemente, en los meses
veraniegos.
La nevera de Reinosa
Esta nevera se encontraba instalada en la actual calle Ciudad Jardín. Se cedieron los terrenos
de La Nevera para la construcción de casas para
empleados de la Sociedad Española de Construcción Naval. En ese montículo, con una altitud de
857 metros, latitud= + 43o 00 ´ 05´´, longitud= - 4o
08´ 14´, y acceso por el Camino Real (actuales Avenida Castilla y Avenida del Puente de Carlos III) se
conservan la Travesía La Nevera y la calle La Nevera. Esta última termina actualmente en la Plaza
de la Libertad, llegando anteriormente hasta la actual Ciudad Jardín. Toda esta zona ha sufrido una
fuerte urbanización y no quedan restos visibles de
la nevera. Permanece tan sólo en el recuerdo de los
más mayores haber visto el pozo y una nevera de
farmacia, donde se guardaban los medicamentos
preparados por los farmacéuticos, y la práctica de
tirarse con el trineo por la ladera del Gurugú hacia
la fuente de Sorribero (actual Parque de Cupido).
La escasa documentación encontrada consta de un legajo, el nº 4199 del Archivo Provincial
de Cantabria, sobre remate del abasto de “Elados”,
pago por su recogida y precio de venta:
Manuel Gutiérrez Navamuel, se remata en
1.807 el abasto de “Elados” para el público de la
Villa, desde el 1 de mayo hasta el 1 de octubre.
En mayo de 1.808 Manuel Gutiérrez Navamuel,
botillero, arrendatario de la nieve que tiene el pozo
o nevera de esta villa, se compromete a pagar 345
reales por el costo que ha tenido recoger la nieve
54
que tiene dicha nevera, y que ha de vender la libra de nieve a 4 maravedis a todos los vecinos…
Comprometiéndose Juan López Acereda, también
botillero y vecino de Reinosa a traerla del puerto y
surtir al público de la que necesite a dicho precio.
La nevera de Fombellida
Este pozo de nieve se localiza en el paraje denominado con el topónimo de la Zarzosa, junto al
alto de Pozazal, perteneciente al Ayuntamiento de
Campoo de Enmedio.
Está instalada en la ladera de la sierra, aprovechando la orografía del terreno para cumplir los
requisitos de la construcción para el perfecto mantenimiento de la nieve almacenada. Su altitud es de
948 metros, su latitud= + 42o 55´ 00´´, su longitud=
- 4o 07´ 00´´, y se encuentra en el primitivo camino
de acceso al mar Cantábrico desde la meseta castellana.
Posee una planta circular excavada en piedra
caliza, con corrimientos de piedra en su embocadu55
Localización de la antigua nevera en la calle
Ciudad Jardín.
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Pozo la Zarzosa.
ra, con unas medidas Norte-Sur de 8,5 m por EsteOeste de 8 m. Alrededor de la boca tiene excavada una zanja de drenaje, utilizada en parte como
trinchera, para protección ante las aguas de lluvia;
carece de muro de contención en su parte visible;
no se puede medir con exactitud la profundidad del
pozo, por haberle sido dado antiguamente el uso de
vertedero de basuras, siendo desde la cota más alta
desde la boca al contacto del basurero sobre 8,2 m.
Lo que sí se observa es su desagüe en la ladera sur.
Una limpieza del pozo y posterior excavación nos
podría llevar a sus primitivas medidas.
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Las naturales son aquellas en las que la nieve
se almacena en relieves orográficos, hoyos o cuevas.
Las artificiales o arquitectónicas, se construían
siempre hacia el norte o en el lado más sombrío, en
altitudes entre los 400 y 1400 metros.
Una nevera artificial es un pozo horadado en el
terreno o excavado en roca, de planta circular con
muros de contención y techumbre, que dispone de
una abertura para la introducción de la nieve y
posteriormente para la extracción de hielo.
Su finalidad era la de recoger y guardar la nieve durante el invierno para utilizarla a lo largo de
los meses siguientes, sobre todo en el estío. Llegó a
ser una actividad que creó una industria tradicional que generó trabajo, comercio, y sus arriendos
generaron beneficios económicos para los municipios, concejos y particulares.
El trabajo en las neveras era un oficio duro,
desarrollado en gran parte en los rigores del invierno y durante las noches de verano, pero era
mantenido por gentes con notable cualificación
para realizar correctamente su cometido. En defiInterior del pozo la
Zarzosa.
Este pozo se adapta
perfectamente a los ya
localizados en Cantabria
y otras comunidades que
se realizaron de acuerdo
con el Tratado de Ingeniería y Obras Públicas
en la época de Felipe II.
¿Qué son las neveras o pozos de nieve?
Las neveras eran pozos donde se depositaban
la nieve de los montes y sierras para convertirla en
hielo; se encontraban generalmente en las afueras
de la población.
Existen dos tipos de neveras: naturales y artificiales o arquitectónicas.
56
57
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
nitiva, trabajadores con conocimientos que se perfeccionaban a lo largo de los años, lo que permitía
elegir acertadamente los emplazamientos idóneos
para construir los pozos y mejorar las técnicas de
empozado y almacenamiento.
La nieve se convirtió durante varios siglos en
un verdadero negocio gestionado por un “administrador de la nieve”. Los ayuntamientos solían
adjudicar este negocio al mejor postor mediante
remate. Los horarios de venta eran severos, excepto en casos de enfermedad, para los que se podía
vender a lo largo de las 24 horas del día. El adjudicatario debería comenzar a vender la mercancía
a las cinco de la mañana y tenía que tener abierto
el negocio hasta las diez de la noche en verano, y
entre las ocho de la mañana y las siete de la tarde
en invierno.
abastecedores en el caso de que faltase. Servían de
abastecimiento al hospital y al centro distribuidor
de la nevería.
¿Para qué sirven?
A partir del siglo XV, el consumo de nieve comienza a ser común entre la nobleza, las clases elevadas y el clero; es la fase inicial de un importante
comercio que tuvo su auge a finales del siglo XVI
manteniéndose a lo largo de los siglos XVII, XVIII
y XIX.
La conservación de los alimentos se realizaba
gracias a la salmuera, los ahumados, los adobos,
las conservas y el aprovechamiento de la nieve.
En España fue la cultura islámica la que potenció el almacenamiento y uso de la nieve para conservar carnes y pescados, para refrescar bebidas,
fabricar helados y para usos medicinales. Los griegos y los romanos comprimían la nieve en pozos
y posteriormente la nieve comprimida se convertía
en hielo para ser usada en época de mayor calor.
Los protocolos de arrendamiento de la nieve indicaban fuertes multas que recaían sobre los
58
¿Cómo se construían?
Las neveras naturales se encuentran en las cotas más altas. El llenado de sus grietas profundas y
umbrías en el transcurso de las frecuentes nevadas
invernales las convertía en un lugar idóneo de almacenamiento de nieve, la cual se conservaba allí
durante buena parte del año. Este tipo de neveras
eran aprovechadas como suministro y abastecimiento de otras artificiales.
Las neveras artificiales o arquitectónicas se situaban en zonas orientadas al norte para conseguir
la mayor sombra y aireación posible que garantizase una temperatura interior constante. El terreno
debía ser fácil de excavar, seco, elevado y no permeable para evitar filtraciones de agua que fundiese la nieve. Alrededor del pozo se realizaba una
zanja para drenaje y protección de las aguas fluviales y desnieves, habilitando una explanada para
las labores de carga y descarga. Su proximidad a
un talud facilitaba la realización del canal de desagüe que realizaban desde el fondo de la nevera al
exterior para permitir la salida de las aguas que resultaban del inevitablemente deshielo. El pozo excavado se cubría con un muro circular de paredes
verticales con piedra de mampostería enripiada y
normalmente no solían tener escalera para bajar, se
utilizaban de mano. Los pozos tenían un diámetro
de entre tres y diez metros y una profundidad de
entre tres y doce metros (unos siete metros la mayoría de las veces); casi todas tenían cubierta, que
en pocas ocasiones se ha conservado. Esta era unas
veces en forma de cúpula de piedra, otras con techumbre cónica o a dos aguas recubierta de ramas
59
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
das en los cascos urbanos y su función era guardar
la nieve bajada de los pozos productores para su
conservación y posterior venta al ciudadano.
Las neveras o pozos de nieve se encontraban en
las afueras de la población y conservaban el hielo
durante meses.
Las inversiones en la construcción de pozos de
nieve eran afrontadas con recursos municipales,
estatales y también por comunidades religiosas,
que se garantizaban su propio suministro.
¿Cómo se llenaban?
o tejas, o bien taponada con vigueta y tablones
sellados con terrones de tierra o lajas de piedra.
El suelo, ligeramente inclinado hacia un desagüe, se halla enlosado y sobre èste se asienta un
elevado entarimado de madera, separado del suelo
por poyos de piedra, que dejan un espacio por el
que discurre el agua que resulta del deshielo de la
nieve acumulada en el pozo. Esa agua, perjudicial
para la conservación de la nieve, saldría al exterior
por el correspondiente desagüe.
Las neveras de mejor construcción permitían
una mayor limpieza del hielo, que no se contaminaría con tierra y materiales vegetales o animales,
prolongando a su vez la conservación del frío interior. Los pozos en formas redondeadas eran más
fáciles de recubrir y tenían menos capacidad de
emisión de calor radiante y conductivo, por carecer de esquinas y disponer de menos superficie en
relación a un volumen dado.
Las neveras de “distribución” eran las construi60
En otoño se recogían elementos vegetales como
las hojarascas del monte, ramas o cañas y se cortaban helechos que serían utilizados en las neveras
como elementos aislantes.
Se recogía la nieve, en el entorno más inmediato a la nevera, a finales del invierno y comienzos
de la primavera. Los obreros especialistas en su llenado cortaban la nieve con palas y la transportaban hasta la boca del pozo en cestos, trineos o en
bolas, si la inclinación del terreno lo permitía. Aquí
comenzaba el trabajo duro: en el interior del pozo
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Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
se iban depositando las cargas de nieve, donde se
machacaba y apisonaba con los pies, palas y pisones de madera hasta formar una masa de hielo
compacta y sin huecos, lo más homogénea posible,
para disminuir el volumen ocupado y conservarse
durante más tiempo sin licuarse. Normalmente se
hacía en capas sucesivas para facilitar la labor de
extracción del hielo. Dichas capas, de 30 a 50 cm
de espesor se alternaban con otras de hojarasca,
helechos o paja, cuidando de no dejar huecos en el
relleno y de no colocar demasiada paja para evitar
que esta fermentase desprendiendo calor. Las paredes eran forradas por cañas o ramas de hojas secas
a medida que se iba llenado el pozo, evitando el
contacto directo con la pared de piedra.
La dureza del trabajo debía de ser impresionante. Los trabajadores de la nieve no disponían de
las prendas de abrigo ni calzados adecuados a las
condiciones del frío acumulado en el interior del
pozo. Cuanto más grande fuera la nevera mejor se
conservaba el hielo; se necesitan 5.000 kilos para
formar un bloque mínimamente perdurable, calculándose unos 500 kilos por metro cúbico. Se trataba
de llenarlo y mantenerlo sólido hasta el verano.
para suministrar las primeras neveras domésticas
donde conservar los alimentos (carnes y pescados),
así como refrescar el agua y otras bebidas. Cuando llegaba a su destino, se vendía -limpio de elementos vegetales- por libras o arrobas pesadas con
balanza y comprobaban las condiciones de calidad
y limpieza. En las épocas calurosas, el hielo era
trasladado preferentemente de noche, para evitar
el calor del sol.
¿Cómo se repartía la nieve?
El hielo, cortado en pequeños bloques con hachas o sierras en el interior del pozo, se desempozaba extrayéndolo con una polea hasta la superficie.
Se embalaba en cajas de madera o se cubría con
telas y envolvía en sacos. Tales bloques de hielo
eran trasladados por los trajineros, una vez cubiertos con helechos y terrones para evitar su deshielo,
sirviéndose de caballerías con serones o de carros,
a diversas poblaciones con destinos tales como tabernas, posadas, hospitales o casas señoriales. En
estas últimas el hielo se utilizaba preferentemente
62
¿Para qué se usaba?
Durante los siglos anteriores a la era industrial
disponer de hielo o nieve en la época estival fue
una necesidad tan básica como es hoy disponer de
una nevera en el hogar.
Fue usado principalmente con fines terapéuticos, así como para la fabricación y conservación de
fármacos y recetas.
Eran aprovechadas sus propiedades curativas
en usos como:
Sedante: La adición de hielo en baños fríos
o su aplicación sobre la piel en bolsas elaboradas con vejigas de cerdo calmaba cefaleas,
dolores producidos por traumatismo de huesos, quemaduras o desgarros y sobre todo
rebajaba la fiebre en múltiples afecciones
(meningitis, escarlatina, gripe, peste, fiebres
tifoideas y amarilla…).
Anestesiante: Era utilizado con este fin en la
práctica de la cirugía.
Astringente: Detenía hemorragias al tiempo
que las higienizaba.
Excitante: Para estreñimientos, dolencias de
vejiga o de abdomen.
El hielo era también aprovechado en el área de
la alimentación para conservar carne, leche, frutas
63
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Coto Redondo, pozo
de nieve rehabilitado.
Cohicillos.
y pescados; elaborar bebidas y refrescos, granizados
y helados de varios sabores; transportar alimentos
perecederos hacia núcleos rurales o urbanos.
¿Por qué se produce su decadencia?
Los principios de la industrialización tecnológica de finales del siglo XIX, descubren rudimentos
para la fabricación industrial del hielo mediante el
éter y dieron con su fabricación en barras eliminando un comercio muy importante que se había
mantenido durante siglos y ha pasado al olvido
generacional quedando tan sólo su reflejo en la
toponimia de los lugares como “la nevera” y escasos restos de una arquitectura rural que es parte de
nuestro patrimonio histórico-cultural y que debe
protegerse.
El 17 de septiembre de 1920, el Real Decreto
sobre condiciones que deben de reunir los alimentos, exige que sólo “debe administrarse como hielo
alimenticio el fabricado artificialmente que dé por
su fusión un agua potable y pura. Esto dio acceso a más personas a tener a su alcance la refrigeración y conservación de alimentos en primitivas
neveras de zinc y las fresqueras rudimentarias eran
abastecidas por bloques de hielo procedentes ya de
pequeñas industrias. Con los avances tecnológicos
se desarrollaron neveras domésticas capaces de ser
autónomas para fabricar hielo y conservar alimentos. Todos tenemos en casa nuestra “nevera”, cuyo
nombre es heredado de esos pozos excavados por
nuestros antepasados.
Interior del pozo de
Cohicillos.
*
64
65
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Sirva este artículo como recuerdo de la importancia de la utilización de la nieve en nuestra Merindad. En los últimos años hay un cierto interés
no sólo a nivel de conocimiento general, sino también por parte de los organismos oficiales en la
conservación de las antiguas neveras. Como consecuencia de ello, son varios los pozos de nieve
que se han descubierto y rehabilitado en todo el
territorio nacional, habiendo sido ya inventariados
en Cantabria uno en el Puerto de Alisas (Riotuerto), dos en La Anguinzas (Mieras), uno en la sierra
colindante del Dobra (San Cristóbal) y otro en Coto
Redondo (Cohicillos). Se trata de actuaciones que
deben continuar realizándose en nuestra comunidad con el objetivo de ofrecer una protección oficial y catalogación descriptiva y documental tanto
de las neveras localizadas como de las que pueden
ir apareciendo.
66
Luis Ángel Moreno Landeras
Las neveras De Reinosa y Fombellida
Bibliografía:
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Fernández Acebo, Virgilio, Boletín del Museo de las Villas
Pasiegas Nº 5, Arquitectura antigua: Las Neveras. Publicación electrónica http://grupos.unican.es, consultado a 16-062008.
Ayuso Vivar, Pedro A., Las neveras y el uso de la nieve y del
hielo en la comarca Hoya de Huesca/Plana de Uesca. Publicación electrónica http://plan.aragob.es, consultado a 12-032007.
San Miguel Briongos, Marta, Felipe II. Los ingenios y las máquinas. Ingeniería y obras públicas en la época de Felipe II.
Los pozos de nieve. Lugar de edición: Madrid, editora, SOCIEDAD ESTATAL PARA LA CONMEMORACIÓN DE LOS CENTENARIOS DE FELIPE II Y CARLOS V pp. 332 – 335, año 1998
Pozos de hielo. Neveras de Aragón. Publicación electrónica
http://html.rincondelvago.com, consultado a 12-8-2008.
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PEDRO CARRERA
EL ARTISTA Y SU OBRA
EL ARTISTA Y SU OBRA
PEDRO CARRERA
EL ARTISTA Y SU OBRA
PEDRO CARRERA
S/T. 1994
Lejía sobre terciopelo.
118 x 76 cm.
Colección Fundación
Marcelino Botín.
Foto: Pedro Palazuelos.
Relaciones codificadas
Oscuras y misteriosas son las razones que de un
modo irremediable empujan a un artista a crear, a
mostrar a través del ejercicio del arte su relación
con el mundo. Esa entrega, esa visión personal de
la realidad o llamada de atención hacia ciertos aspectos de la misma, nos ofrece la posibilidad de
pensar en la frágil apariencia de las cosas y las
múltiples dimensiones que esconde esa apariencia.
La imagen a través de la cual el mundo se presenta
ante cada uno nosotros.
A lo largo del siglo XX, pensadores y científicos irán introduciendo teorías un tanto inquietantes acerca de la inexactitud de nuestra aprehensión
sensible de la realidad. Indeterminación, complejidad o caos son ya conceptos clave para explicar
nuestra relación con el mundo, una aproximación
hacia las cosas que puede desvelarnos más “certezas” que una engañosa claridad fabricada. Los
artistas forman también parte de esta nueva sensibilidad y, llevados por la inquietud por comprender
e interpretar, van a volcar su inquietud creativa en
los modos y maneras de la representación. En un
texto de 1982 el pintor alemán Gerard Richter escribe: “Cuando describimos un proceso, hacemos
una factura o fotografiamos un árbol, creamos modelos: sin ellos no sabríamos nada de la realidad
y seríamos animales. Los cuadros abstractos son
modelos ficticios, pues ilustran una realidad que no
podemos ver ni describir. La designamos con conceptos negativos: lo des-conocido, lo in-comprensible, lo in-finito, y la pintamos desde hace siglos
en cuadros sustitutivos del cielo, infierno, dioses y
diablos. Con la pintura abstracta nos procuramos
una posibilidad mejor para referirnos a lo confuso
e incomprensible, porque ella, con su expresividad
70
más directa, es decir, con todos los medios del arte,
no describe “nada”. Acostumbramos a reconocer
algo real en los cuadros, nos negamos con razón
a considerar el color (en toda su variedad) como lo
claro y, en vez de ello, nos lanzamos a ver lo confuso, eso que anteriormente nunca se había visto y
que no es visible. Esto no es ningún juego artístico, sino necesidad: puesto que todo lo desconocido
nos da miedo y, al mismo tiempo, parece prome71
EL ARTISTA Y SU OBRA
PEDRO CARRERA
EL ARTISTA Y SU OBRA
PEDRO CARRERA
tedor, tomamos los cuadros como la posibilidad de
hacer que lo inexplicable sea, tal vez, un poco más
explicable o, por lo menos, tratable”. Lo que vemos
en los cuadros es también una realidad.
De una manera metafórica, Pedro Carrera (Reinosa, 1966) parece advertirnos sobre las apariencias y, a través diferentes tratamientos y estrategias, nos habla en su obra de lo que está velado, de
lo que se muestra difuso, de lo que se esconde, de
lo que no es evidente.
Estudió Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, por la rama de pintura. A lo largo de su
carrera artística va a poner especial énfasis en los
procesos de creación. En los noventa comienza una
prolífica serie de cuadros cuyos motivos aleatorios
serán el resultado de un azaroso proceso artístico
que consiste en aplicar discriminadamente lejía sobre telas de raso y terciopelo. El efecto provocado
al sustraer el color del tejido resulta mágico y misterioso. Parecen fruto de un delicado exorcismo a
través del cual es posible invocar a los fantasmas
de la materia. Son varias las series que va a realizar con este curioso proceso que irá perfeccionando progresivamente. Los efectos conseguidos con
la liberación química del color serán emulados más
tarde en cuadros al óleo sobre raso o lienzo, las veladuras superponiéndose y creando representaciones nuevas, elegantes y evocadoras manteniéndose
en una abstracción ilusionista.
Hacia el año 2000 va a dar un giro interesante en cuanto al nivel de representatividad. En su
S/T. 1997
Lejía sobre terciopelo.
99 x 79 cm.
Colección particular,
Madrid.
Foto: Pedro Palazuelos.
72
73
Canto tercero IX. 2000
Óleo sobre raso.
129 x 175 cm.
Foto: Pedro Carrera.
EL ARTISTA Y SU OBRA
PEDRO CARRERA
EL ARTISTA Y SU OBRA
PEDRO CARRERA
serie de gran formato Codificados presentada en
la galería Siboney en 2003, un sistema similar de
veladuras y bandas de color superponiéndose sutilmente pasará a representar algo que sin embargo
no es nada más que imagen, una ilusión, resultando nuevamente abstracto aunque haga lejana referencia a una realidad verdadera. Lo explicamos.
En el proceso fotografía imágenes codificadas de
la pantalla de televisión. Doble representación: la
televisiva y la fotográfica. A partir de esa fotografía elabora una tercera representación sobre la tela,
una manufactura que poco tiene que ver con las
personas que en algún lugar actuaron frente a la
cámara y que además se recibieron codificadas en
la pantalla. Toda realidad se presenta bajo códigos
de interpretación. Las personas utilizamos códigos
para relacionarnos y a través de ellos dejamos pasar, o no, a los demás. Desentrañar las cosas y los
sucesos pasa por descubrir sus códigos internos y
externos que pueden ser más o menos evidentes,
más o menos complejos.
La confusión será también la protagonista en la
serie de pinturas 125V de 2005/06. Muy relacionada con las dos anteriores establece sin embargo
nuevos valores. Desde la temática o lo representado, hace alusión a la energía –muchos de los títulos se refieren a esas pequeñas fuentes de energía
que son las pilas o las baterías. El propio título nos
habla de la potencia en vatios que se recibía en
las casas hace ya unas cuantas décadas y que por
resultar insuficiente se aumentó a 220. Pero sobretodo hace referencia a la luz que nos revela las cosas, que nos posibilita recibir su apariencia, a veces
de forma escasa o inexacta, deformada. Cuadros
Veclar V. 2001
Óleo sobre tela.
168 x146 cm.
Foto: Sergi Olivares.
74
75
Protección rígida. 2008
Pino, ocume, tirafondos.
180 x 122 x 212 cm.
Foto: Jorge Fernández
Bolado.
EL ARTISTA Y SU OBRA
PEDRO CARRERA
EL ARTISTA Y SU OBRA
PEDRO CARRERA
Exit. 2006
Óleo sobre tela.
130 x 142 cm.
Foto: Jorge Fernández
Bolado.
Negro. 2003
Óleo sobre tela.
186 x 190 cm.
Foto: Pedro Carrera.
como Exit, Golden Power o Aerocell nos hablan de
esta estética. Sin embargo, es curioso que veamos
en un cuadro una imagen deformada. Cometemos
de nuevo el impulso de relacionar directamente la
realidad del cuadro con lo que pueda representar
del muestrario de lo cotidiano como único referente o modelo, cuando el motivo real es lo que la propia materia difuminada expresa, el efecto plástico
que la manera y la técnica del artista proponen, la
cualidad de una imagen desvelándose o desapareciendo, la sensación que en nosotros provoca al ser
recibida.
Esta coherente línea de reflexión pictórica tiene
en la obra de Pedro Carrera un sorprendente contrapunto. El otro lado del espejo lo encontramos
en sus esculturas y objetos en los que el nivel de
representación es prácticamente cero. A menudo
utiliza objetos encontrados que “presenta” tal cual
o modifica levemente para así cambiar de forma
radical su significado. Un significado a veces difí76
cil de encontrar. Quizás porque no existe. Porque,
muchas veces, las cosas sencillamente son, con
sus cualidades materiales y su contexto, que cambia según el lugar, según el tiempo y según, sobre
todo, quien lo recibe. Los objetos nos hablan de la
realidad por sí mismos y, muy a menudo, no sabemos recibirlos, escucharlos. Es ésta una relación no
codificada. Los objetos y las cosas se nos presentan
con la franqueza de la existencia, la de ocupar un
espacio en un momento preciso. A pesar de la fabulosa pirueta que el ser humano construye a partir
de ese punto básico e inicial de la existencia, resulta revelador, también inquietante y obsceno, acercarse a un objeto artístico y descubrir la desnudez,
la carencia absoluta de códigos.
Lidia Gil Calvo
77
ESPACIOS INTANGIBLES
LA ESTACIÓN DE LA RENFE
ESPACIOS INTANGIBLES
lA ESTACIÓN DE LA RENFE
ESPACIOS INTANGIBLES
lA ESTACIÓN DE LA RENFE
Foto: Julio García de la
Puente, hacia 1923.
L
a construcción de la red de ferrocarriles fue
una de las gestas económicas del siglo XIX.
Símbolo de la Revolución Industrial y paradigma de modernización, supuso un extraordinario
esfuerzo colectivo cuyas consecuencias alcanzaron
a todos los niveles de la sociedad. Como iniciativa empresarial resultó, en la mayoría de los casos,
un ruinoso fracaso, debido a la enorme cuantía de
las inversiones y los insuficientes ingresos logrados tras la puesta en explotación. Su aportación
al proceso de industrialización también es objeto
de controversia, debido a la necesidad, más o menos justificada, de recurrir a inversores, tecnología
y suministros extranjeros que no favorecieron el
adecuado desarrollo de la industria nacional. La
línea férrea que unió la localidad de Alar del Rey
con Santander no fue una excepción. La compañía
adjudicataria, Compañía del Ferrocarril de Isabel II,
tras poner en funcionamiento la totalidad del recorrido en el año 1866, terminó en quiebra, siendo
incautada por el Estado y otorgada la concesión
80
posteriormente a otra empresa, la Nueva Compañía
del FC de Alar a Santander, para acabar, finalmente, integrándose en RENFE en el año 1941. A pesar
de todas estas vicisitudes, la valoración incuestionable es que Reinosa no sería lo que es si el ferrocarril no hubiera llegado a la ciudad.
Hoy la estación ha dejado de ser, en gran
medida, el símbolo de modernidad que fue hasta hace unas décadas, lo cual no significa que
haya perdido importancia; sencillamente, ha pasado a jugar otro papel menos relevante. Y este
cambio se nota también en la percepción con la
que la gente vive la estación, que ahora compite
con otra, la de autobuses, como lugar de tránsito
e incluso de ocio. Podemos decir que la estación
del ferrocarril es una vieja dama, aún respetada, pero venida a menos. Las mercancías, otrora
parte importante del tráfico ferroviario, se mueven por carretera. Los almacenes se han alquilado para usos comerciales o de ocio, los andenes
ya sólo reciben viajeros, raramente paseantes.
Pero el ferrocarril no ha perdido importancia socioeconómica, sigue siendo objeto de debate, de
interés público. Representa, como siempre, una
apuesta de futuro. Este futuro, no exento de claroscuros, pasa por la llegada de la alta velocidad,
ahora nuevo icono del desarrollo, por la integración de las redes de transporte y por seguir beneficiándose de algo que Reinosa siempre tuvo, su
situación estratégica como paso obligado entre la
meseta y la costa. Pero también en esto aparecen
amenazas desestabilizadoras, como la reactivación
del corredor mediterráneo a través del País Vasco, o
el abandono de las redes de cercanías. Es obvio que
el ferrocarril continuará siendo un elemento clave
en la articulación del territorio y en esa apuesta
todos arriesgamos mucho.
81
ESPACIOS INTANGIBLES
lA ESTACIÓN DE LA RENFE
ESPACIOS INTANGIBLES
lA ESTACIÓN DE LA RENFE
Foto: Pedro Luis Lázaro
L
as estaciones del ferrocarril han sido espacios siempre significativos desde el punto de
vista emocional, aunque en cada época se
han vivido de diferente manera, con más o menos
intensidad. En el siglo pasado fueron, quizás, los
primeros años de la postguerra los más identificados con el ferrocarril y la estación. Ambos están
estrechamente unidos, pero la gente los vivía de
manera diferente. La estación era algo más que el
punto de acceso al ferrocarril, aparecía como un
espacio social de relaciones y entretenimiento. Y,
en el caso de Reinosa, representaba también una
referencia nacional debido al hecho de que los trenes hacían “parada y fonda”, es decir, un alto en
el camino para que máquinas y viajeros repusieran
fuerzas, lo que hizo de la ciudad un punto señalado
en los itinerarios ferroviarios.
Nuestros informantes nos relatan la estación
como la meta de los paseos dominicales de la fuente
82
de la Aurora a la estación, pero también como un
recorrido en sí misma desde el paso a nivel hasta
los almacenes de la RENFE, siempre con el mismo
objetivo: contemplar el ir y venir de los viajeros
por los andenes, sin descartar que la afluencia de
paseantes propiciara los encuentros, especialmente
entre los jóvenes... El momento culminante llegaba
con la parada y fonda. Los viajeros descendían del
tren a comer en la fonda de la estación, comprar las
pantortillas que ofrecían las “pantortilleras”, algo
de lectura en el quiosco con la que amenizar el lento viaje o, simplemente, estirar las piernas. Siempre
cabía esperar un encuentro interesante, especialmente cuando las chicas de Reinosa se cruzaban
con los militares jóvenes y presumidos que lucían
sus estrellas en la bocamanga. Otros recuerdos no
son tan festivos. Las angustias de las estraperlistas, apuradas por los inspectores y los agentes del
fielato, o la entrega de cartas a los familiares presos, que, tras pasar por la censura, se depositaban
directamente en el tren correo para asegurarse de
que partían debidamente a su destino.
En épocas más recientes, década de los sesenta y primeros setenta, la estación siguió siendo un
lugar de encuentro. Ofrecía un espacio público y
accesible, a cubierto y, lo que es más importante,
con calefacción en la sala de espera. Allí se juntaban pandillas de adolescentes que aún no accedían
a los bares para pasar el rato mientras comían unas
bolsas de pipas y, quizás, encendían los primeros
cigarrillos a escondidas. Hasta que el excesivo bullicio obligaba al operario de turno a expulsarlos.
Había trenes especialmente populares, como
el “Mixto”, así llamado porque transportaba pasajeros y mercancías, el “Rápido” (quizás una pura
ironía) o el “Correo” en la madrugada, siempre
enigmático, última oportunidad de trasnochadores
83
ESPACIOS INTANGIBLES
lA ESTACIÓN DE LA RENFE
que regresaban a sus casas o primer paso hacia un
destino esperanzado.
Pero el recuerdo más grabado en la memoria de
casi todos los reinosanos de antes y de ahora es el
transitar ruidoso de los “mercancías” en la noche, raudos en su ir y venir sin detenerse en nuestra estación.
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