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"ESTUDIO SOBRE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA EN EL DISTRITO DE
MOCTEZUMA PARA LOS AÑOS DE 1882 A 1891: POCOS DENUNCIOS,
MUCHOS CONFLICTOS"
Por: María del Carmen Tonella Trelles
Maestrante de El Colegio de Sonora
Introducción
Para el investigador Saúl Jerónimo Romero1 , la comprensión del proceso de
privatización de la tierra en Sonora, es indispensable para conocer las características
esenciales de la sociedad sonorense que se formó en el siglo XIX. Otros autores van más
allá de este planteamiento y suponen que, uno de los factores por los que la Revolución
Mexicana prendió en Sonora, fue la inconformidad que se dio en el proceso de la tenencia
de la tierra, principalmente a partir de los trabajos de las Compañías Deslindadoras durante
el porfiriato.
En este trabajo presentamos un panorama de esta problemática en el Distrito de
Moctezuma, durante la década de 1880, utilizando para ello el Expediente sobre la
Compañía Deslindadora de Tierra de Sonora y el Periódico Oficial del Gobierno del Estado
de Sonora "La Constitución".
Conformación espacial
El Distrito de Moctezuma está ubicado en una región montañosa y quebrada,
regularmente provisto de agua y abundantes pastos, con valles muy reducidos a lo largo de
las principales corrientes, algo boscoso, con variedades de encino, mezquite, palo blanco,
palo verde, brea y otros arbustos de la montaña como pino, cedro, táscate, madreño y
otros. 2
Este Distrito ocupa la parte nororiental del Estado. Para el año de 1850 su
delimitación política colinda al norte con el Distrito de Arizpe, al sur con el de Sahuaripa,
al este con el Estado de Chihuahua, al occidente con los de Arizpe y Ures.3
Desde 1857 y hasta 1917 el Distrito de Moctezuma lo conformaba la cabecera en la
Villa de Moctezuma y comprendía los Municipios de Moctezuma, Pueblo de Jécori,
Cumpas, Tepache, Bacerac, Huásabas, Óputo, Bacadéhuachi, Nácori Chico, Granados,
Huachinera y Bavispe. 4 Etnográficamente hablando, es una zona de fuerte influencia ópata,
como lo demuestra la toponimia de pueblos, ranchos y hacie ndas.
El reparto de la tierra, 1881-1891
1
Saúl Jerónimo Romero, De las Misiones a los ranchos y haciendas. La privatización de la Tenencia de la
Tierra en Sonora, 1740-1860. Gobierno del Estado de Sonora, Hermosillo, 1995, 9.
2
Archivo General del Estado de Sonora (AGES). Expediente sobre la Compañía Deslindadora de Tierra de
Sonora.
3
Saúl Jerónimo Romero, Op. Cit., 68.
4
Manuel Corbalá Acuña, Sonora y sus Constituciones. Gobierno del Estado de Sonora, Hermosillo, 1972,
292-293.
2
La investigación llevada a cabo en los informes de la Compañía Deslindadora y en
el Periódico Oficial, arrojó que existió muy poca actividad en los denuncios de tierra,
debido a que la propia Compañía hizo hincapié en que la misma ya estaba en manos de los
particulares. Esto confirma la tesis de Saúl Jerónimo, quien dice que para 1770-1829 los
Distritos con mayor recurrencia en la distribución de la tierra en propiedad privada fueron
los de Ures, Hermosillo, Arizpe , Álamos y Moctezuma. Incluso este último experimentó un
crecimiento acelerado. 5
No sólo debe de tomarse en cuenta que la tierra ya estaba repartida, sino que además
el Distrito estaba ubicado en una zona alejada del eje de comunicaciones que se
conformaba en ese entonces, pues es en esta década cuando el Estado empieza a configurar
los enlaces carreteros, vías férreas y líneas telegráficas y telefónicas, y de todos estos
beneficios propios de la modernidad, Moctezuma quedó segregado. Es hasta principios del
siglo XX, cuando se integra el eje carretero Cananea-Nacozari hacia la frontera, que
favoreció su integración regional. Sin embargo, el reparto de la tierra, aunque en número no
fue abundante, presentó interesantes particularidades:
Los deslindes de terrenos que hemos presentado en el Cuadro número uno, fueron
llevados a cabo por la Compañía Deslindadora de Tierras de Sonora, concesionada al C.
Manuel Peniche, quien a su vez traspasó los derechos al ciudadano americano Juan A.
Kruse con la debida aprobación del gobierno central.
Según el informe presentado en la ciudad de Nogales, Sonora el día primero de
diciembre de 1886, por el responsable del proyecto, ingeniero en jefe W. J. Glenn y por su
Ingeniero ayudante Henrique O. Flipper, el área total de las propiedades particulares en el
Distrito de Moctezuma asciende a 306 439 hectaras, 85 aras y 91 centearas. El área total de
la propiedad particular y de la nacional que se describe es de 1 759 068 hectaras, 63 aras y
25 centeareas, por lo que al deducirse las propiedades particulares, quedó un área de
terrenos nacionales para el Distrito de Moctezuma de 484 209 aras y 11 centearas.
Glenn y Flipper manifiestan que ha quedado poco terreno para la agricultura en el
Distrito de Moctezuma, ya que la mayoría ha sido adquirido por particulares. El Distrito
entero es esencialmente para uso de ganadería y de minería, ya que es muy montañoso y
quebrado.
Particularidades que se presentan durante el proceso de acreditación de propiedades
1. En el caso de la Hacienda de San Rafael de la Noria, en donde alteraron de cuatro sitios
originales, a más de veinte sitios, por lo que no puede considerarse como demasías sino
como terrenos de la nación. La Comisión opina que las mojoneras originales fueron
removidas.
2. Aparecen propietarios que no radican en el Distrito, como Don Francisco Aguilar,
morador de una localidad tan distante como Ures, Sonora.
5
Saúl Jerónimo Romero, Op. Cit., 133.
3
3. Los propietarios de Cumpas, Sonora, no pudieron presentar los títulos respectivos, ya
que los mismos se encontraban en la ciudad de México
4. El 9 de julio de 1885, comparecieron ante la Comisión el Presidente municipal
Fernando Sánchez, el Prefecto del Distrito Don José María Torres y varios otros
ciudadanos que manifestaron que: "por la revolución que existía en el Distrito y que
continuamente los había molestado por dos o tres años pasados Don Guadalupe Velarde
jefe de la revolución u otro de los parciales se apoderaron de los títulos de dicho pueblo,
y por ese motivo no pudieron presentarlos a la Comisión. Que Moctezuma había sido
declarado Villa y conforme a la ley relativa a la materia, tenía derecho a un área de
nueve leguas cuadradas o una legua y media por cada rumbo cardinal, partiendo del
punto céntrico, o sea la puerta de la iglesia." El 20 de julio se comprometieron a
conseguir copia del título original. Dichos ejidos fueron medidos por Don Manuel de
Hugues el 11 de junio de 1707 y comprendían originalmente una legua cuadrada.
5. El 22 de agosto de 1887 se citó en Tepache a Don Luis Osejo, residente del pueblo, por
cuanto lo referente a ejidos. La Comisión dice que Tepache parece estar situado en
propiedades particulares pertenecientes a los señores Ramón Ortiz y socios. También
aquí expresan que Guadalupe Velarde se quedó con los títulos de varios propietarios;
que algunos dueños andaban con el mismo Velarde y otros se encontraban en la
Guardia Nacional en Oposura, o bien andaban persiguiendo apaches.
6. En el informe que presentó la Comisión Deslindadora manifiesta que existen muchas
haciendas en ruinas, de las cuales en algunos de los casos no se conoce ni el nombre de
la propiedad ni del propietario ni el tamaño de la superficie, como puede apreciarse en
el Cuadro Número 2.
En el caso de los denuncios presentados por los señores Samaniego y Carmen M.
De Monteverde en 1882 y 1886, éstos aparecen como propietarios originales de los
predios y pretenden adjudicarse también las demasías de dichos terrenos. Cabe hacer
mención que el denuncio presentado por el Presbítero Pedro Moreno, constituye el
único caso aparecido en el periodo estudiado, de un eclesiástico que aspira a poseer una
propiedad.
Otra forma de acceder a la tierra, lo manifiesta el aviso de compra de
derechos presentado por Dario Calderón, comerciante español avecindado en
Hermosillo, para los ranchos Casa Grande y Toro Muerto, Casa Grande y Monte Negro
en la Municipalidad de Tepache.
Otra modalidad presentada es la renta de terrenos, como lo demuestra el
aviso publicado por José María Salazar, apoderado de Gregoria Salazar, quien informa
a los accionistas hereditarios del rancho "Jenobérachi", que ha rentado por seis años su
acción a los señores Joaquin Bonorand y H. Lerich.
4
El caldo de cultivo
En un afán de no concretarse sólo a la información brindada por el expediente de las
compañías deslindadoras, emprendimos una revisión hemerográfica del Periódico Oficial
"La Constitución", misma que arrojó varias problemáticas tanto en el ámbito económico,
como en el político y en el social.
Dentro de lo económico, tenemos el conflicto surgido con: "las bandas de abigeos,
muchos de los cuales son texanos, que con el fin exclusivo de hurtar ganado, se organizan
al otro lado de la línea fronteriza." Estas modalidades de robos y asaltos adquirieron
diversas manifestaciones a lo largo de la década estudiada, como se señala en el ejemplar
del 13 de enero de 1888, en donde se informa que un grupo de norteamericanos buscadores
de minas fueron atacados por cinco personas de las cuales identificaron a tres de ellas como
apaches y los otros dos como bandidos texanos, ya que encontraron tanto huellas de los
primeros, como botas herradas que sólo eran usadas por los bandidos texanos. 6
Por otro lado, el distrito de Moctezuma, tuvo que soportar casi de una manera continua,
las depredaciones de los apaches, que tenían a su favor lo accidentado del terreno y los
escasos recursos de las fuerzas de la Frontera, las cuales carecían de armamento y
municiones de guerra y los recursos para movilizarse y combatir partidas que en algunas
ocasiones superaban los 200 individuos. 7
La forma escandalosa que había tomado el abigeato en la región para 1889, involucró
hasta a miembros de las fuerzas rurales, lo que obligó al gobierno a tomar medidas legales,
como la de que en toda transacción se demostrara la legítima propiedad de los semovientes.
Una década telúrica
Las fuerzas de la naturaleza, también se confabularon para ir creando un clima de
intranquilidad:
"El Teniente Coronel Emilio Kosterlitzky, Gefe (sic) de la sección de
Gendarmería fiscal, establecida en Bavispe, ha venido últimamente de aquellos
lugares y nos informa que continúan por allá, sin cesar los temblores de tierra
bastante fuertes con imponentes ruidos subterráneos y repitiéndose diariamente.
Nos dice que entre Batepito y Fronteras hay un lugar en donde los terremotos son
más fuertes y que se cree que por allí está próximo a abrirse un volcán."
6
Periódico Oficial "La Constitución", Tomo X, Hermosillo, enero 13 de 1888, número 2, Archivo General
del Estado de Sonora.
7
Periódico oficial "La Constitución", Tomo III, Hermosillo, miércoles 26 de octubre de 1881, número 56
página 2, Hemeroteca del Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora.
5
Pocos meses más tarde, el mismo Kosterlitsky, informa que una fuerte granizada
destruyó la mayor parte de las sementeras, siendo arrasados los campos por la fuerza de la
corriente. Lamenta las pérdidas causadas a la agricultura en ese pueblo, que aún no se
recobra de las desgracias de los últimos temblores. 8
Es de resaltar que en este mismo año de 1888 aparece un edicto relativo a terrenos
baldíos en el Periódico Oficial "La Constitución", por medio del cual, el en ese entonces
Teniente Coronel Kosterlitzky 9 , denunció el predio "Los Horcones" con una superficie de
cerca de 44,000 hectáreas, que representa el terreno denunciado más grande en el período
estudiado.
Pero no sólo la naturaleza mostraba su enojo, los deslindes también contribuyeron a
generar malestares y conflictos, por la presencia de personas no oriundas del lugar, como lo
señala la nota periodística aparecida en el diario oficial:
"Causa criminal en contra de Romualdo Cárdenas, originario de Culiacán,
Sinaloa y accidentalmente vecino del expresado Distrito, procesado por el
homicidio que perpetró en la persona de Emilio Díaz. Resultando: que una
Comisión Deslindadora de terrenos de que eran empleados Cárdenas y Díaz, se
encontraba acampada en un punto llamado Palo Blanco en el Distrito de
Moctezuma. Emilio Díaz había sido despachado a la cabecera a traer algunas
medicinas, y cuando volvió al campo, venía ebrio y desde luego se desató en
injurias contra México y contra los mexicanos, diciendo entre otras cosas, que
""los terrenos que andaban midiendo se pondrían bonitos cuando vinieran a
poblarlos los americanos"", lo que oido por el procesado comenzó a contestarle,
hasta que Díaz tomó su carabina y la preparó con el objeto de dispararla sobre
Cárdenas (...)éste respondió la agresión, causando la muerte de Díaz". 10
El detonador Velarde
Ninguna de las inconformidades llegó a las consecuencias que tuvo el problema
suscitado por el conflicto de tierras que se dio entre don Genaro Terán y su señora madre
doña Dolores Villaescusa, por una parte, y por la otra, algunos vecinos de la hacienda de
Pívipa, representado por Guadalupe Velarde. Este último había sido nombrado Juez
Suplente de Primera Instancia del Distrito de Moctezuma en 1881. Velarde y su grupo
reclamaban los derechos de propiedad sobre los terrenos de San Lorenzo de Túcari, sin
embargo, el fallo judicial fue a favor de Terán, iniciando así una resistencia que se inicia
8
Periódico Oficial "La Constitución", Tomo X, marzo 16 y agosto 3 de 1888, Archivo General del Estado de
Sonora.
9
Emilio Kosterlitsy, originario de Polonia, muy joven ingresó a México y se nacionalizó mexicano, en el
Estado de Sonora causó alta en la Guardia Nacional el 1º. de marzo de 1873, con una destacada participación
en el profiriato y en el período revolucionario. Cfr. Francisco R. Almada, Diccionario de Historia, Geografía
y Biografía Sonorenses. Hermosillo, 1983, Gobierno del Estado de Sonora. 371.
10
Periódico oficial "La Constitución", Tomo XI, Hermosillo, viernes 4 de enero de 1889, número 1, pag. 3,
Archivo Histórico del Gobierno del Estado.
6
con 30 hombres y que es encabezada por el propio Velarde y Silverio Bojórquez, que
establecen su cuartel en Churubabi en junio de 1884.
Para abril de 1885, la Suprema Corte de Justicia les negó el amparo que habían
solicitado, lo que recrudeció la inconformidad de los vecinos y de las autoridades. Al huir
hacia las montañas es ya sí una rebelión abierta a mano armada, que los llevó a recorrer no
sólo el Distrito de Moctezuma, sino el de Ures y Álamos. Los rebeldes llegaron a contar
con cien hombres, que principalmente se movían en las inmediaciones de Tepache. 11
El 12 de junio de 1886 los alzados capturaron y fusilaron al prefecto del distrito José
María Torres (hermano del ya poderoso Lorenzo Torres). A Guadalupe Velarde se le
atribuyó la responsabilidad del ataque y esto desató una persecución que culmina en
octubre de 1886 con la aprehensión y muerte de Velarde y sus acompañantes. 12 Sin
embargo, no se puede detener ya la inconformidad que los vecinos manifiestan en contra de
las autoridades y que será expresada plenamente en 1910.
Consideraciones finales
Como se puede observar en los cuadros de denuncios, en ellos no aparecen los datos
de la extensión del terreno, por lo que no se puede afirmar con certeza que la propiedad
estaba concentrada en grandes latifundios, a excepción del denuncio de Kos terlitsky, o si se
siguió con la tendencia que muestra el estudio de Saúl Jerónimo:
"La región II incluye Moctezuma, Sahuaripa y Arizpe, con el 7%, 6% y 9%
respectivamente del total de denuncios, que hacen un total del 22%. Esta región
abarca los distritos en los que se observó una tendencia hacia la pequeña
propiedad, que indica el poco interés de los capitalistas por invertir en estas
regiones, con excepción de Arizpe.
(...)la II B abarca los distritos de Moctezuma y Sahuaripa, que son las más pobres
en denuncios y con menor tendencia a la capitalización, al menos desde el punto
de vista agropecuario. Por otra parte, en los últimos años de la época colonial,
Moctezuma, Altar y Arizpe habían logrado establecer una importante ruta
comercial con Chihuahua vía el Presidio de Janos; sin embargo, las incursiones
apaches propiciaron un clima de inseguridad, que hizo disminuir el interés por
estas regiones y dio paso a la actividad comercial informal y extralegal."13
Antes de las actividades de las Compañías Deslindadoras, en 1879, un número
considerable de "americanos" se pasó a los Distritos de Altar, Moctezuma y Magdalena,
denunciando minas y haciendo venir maquinaria y capitales para el impulso de las
empresas (AGES, carpetón 13). No obstante que la minería proporcionaba circulante para
11
Periódico Oficial "La Constitución". Tomo 8, 26 de febrero y 5 de marzo de 1886. Hemeroteca de la
Biblioteca y Museo de la Universidad de Sonora.
12
Cfr. Francisco R. Almada, Op. Cit. 721 y Héctor Aguilar Camín. La Frontera nómada. Sonora y la
Revolución Méxicana. México. Cal y Arena. 1997. 107.
13
Saúl Jerónimo, Op. Cit. 57.
7
las transacciones comerciales, no logra formar grandes núcleos de población, por el carácter
altamente especulativo de la actividad minera. Es por ello que en el informe rendido por el
Prefecto recaudador de Moctezuma en septiembre de 1883, se lamenta de la situación:
"según las últimas noticias comunicadas a la Secretaría de Gobierno por el
Prefecto del Distrito de Moctezuma, la pequeña partida de apaches que ha andado
merodeando por las montañas de aquella frontera había pasado con robo de
ganados, por el rancho de Chinovérachi rumbo a la Sierra de Teras. El Prefecto
recibió esta noticia en el Pueblo de Guásabas y sin pérdida de tiempo y de acuerdo
con el Teniente Coronel Emilio Kosterlitzky, Gefe de una sección de la
Gendarmería Fiscal puso 18 hombres de Guardia Nacional en persecución de
aquellos bárbaros."
En junio 15 del mismo año el Poder Ejecutivo informa que "...aparte de esos
proyectos que están ya en vía de ejecución un poco mas tarde, cuando las circunstancias lo
permitan será conveniente también pensar en unir con líneas telegráficas los Distritos de
Moctezuma y Sahuaripa para que todas las poblaciones del Estado queden ligadas por ese
sistema de comunicación rápida".
El Orden y Progreso tardó en llegar a esta región que tenía que luchar con tantas
problemáticas y propiciaría un descontento que años más tarde engendraría la facción
sonorense de la revolución. Hegemonía que se manifestó en la década de 1920 con tal
fuerza, que con motivo de la ampliación del Palacio Nacional, al ver éste lleno de andamios
los capitalinos exclamaban:
¡También eso se quieren llevar los sonorenses!
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