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LA PRIMERA REVOLUCIÓN
INDUSTRIAL
Compilación y armado Sergio Pellizza
Dto. Apoyatura Académica I.S.E.S
Autor: Jesús Tapia Corral
Fuente: http://www.cnice.mec.es
Ministerio de Educación y Ciencia
Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa. Información general: Madrid
El cambio que se produce en la Historia Moderna de Europa por el cual se
desencadena el paso desde una economía agraria y artesana a otra dominada
por la industria y la mecanización es lo que denominamos Revolución
Industrial. El término fue acuñado por el historiador Arnold Toynbee para
referirse al desarrollo económico británico entre 1760 y 1840, aunque luego se
le ha dado un significado más amplio.
Los principales rasgos de la
Revolución Industrial habría que
clasificarlos en tecnológicos,
socioeconómicos y culturales. Los
cambios tecnológicos incluyen los
siguientes: el uso de nuevos
materiales como son el hierro y el
acero; de nuevas fuentes de energía
como el carbón y nuevas fuerzas motrices como la máquina de vapor. Se
inventarán nuevas máquinas para hilar (spinning jenny) o para tejer (el telar
mecánico) que permiten un enorme incremento de la producción con un
mínimo gasto de energía humana. Surgirá una nueva forma de organización
del trabajo (factory system) que comporta la división del trabajo y una mayor
especialización de la mano de obra. También deben destacarse las importantes
mejoras de los transportes (trenes y barcos de vapor) y la creciente interacción
entre la ciencia y la industria. Estos cambios tecnológicos supondrán un
vertiginoso incremento del uso de recursos naturales y de la producción en
masa de bienes manufacturados.
Fuera del campo industrial se producirán también importantes cambios:
mejoras en la agricultura que hará posible el suministro de alimentos para una
creciente población urbana, declive de la tierra como principal fuente de
riqueza con el creciente papel que irán tomando la industria y el comercio
internacional.
Entre los cambios sociales y culturales son destacables el crecimiento de la
población urbana, el desarrollo de la llamada clase obrera y sus movimientos
de protesta (el movimiento obrero), el espectacular crecimiento de los
conocimientos científicos y
técnicos...
La
industrialización
ha
supuesto el mayor cambio
para la humanidad desde la
llamada
"Revolución
Neolítica". En esta página
no se pretende un enfoque
exhaustivo
del
proceso
industrializador, pero sí una
visión general que sirva para quienes por primera vez se ocupan o se interesan
por este tema capital de nuestro mundo contemporáneo.
Se ha procurado dar una visión general del Antiguo Régimen, ante todo para
que pueda entenderse la magnitud de los cambios que supone la
industrialización. Las causas de la industrialización, aspecto muy polémico
entre los estudiosos actuales y pasados del fenómeno, están tratadas de un
modo sintético e integrador. La revolución agrícola y la de los transportes
pretende ser un breve catálogo de las principales innovaciones técnicas en
estos sectores sin exponer un calendario demasiado preciso ni evaluar el
impacto económico y social de estas nuevas tecnologías. En la página
dedicada a los sectores industriales se sigue un enfoque muy clásico tratando
primero el sector textil y luego el siderúrgico. El apartado dedicado a los
cambios sociales se presta especial atención al nacimiento de un nuevo grupo
social de trabajadores industriales, a sus problemas y al inicio del movimiento
obrero. En la sección glosario se ha procurado ampliar información sobre
conceptos sociales y económicos, así como sobre alguna de las innovaciones
técnicas más influyentes en esta Primera Revolución Industrial. En la página
Textos se han colocado pequeños fragmentos textuales que sirven para
ampliar información o aportar referencias contextuales por medio de
documentos, algunos de los cuales vienen acompañados de una pequeña
actividad de refuerzo. En la página autoevaluación se recogen en una tabla
todas las actividades (un total de 17) propuestas en esta web. En crucigrama
hay un enlace a un crucigrama que permitirá comprobar los conocimientos
adquiridos sobre la revolución industrial.
EL ANTIGUO RÉGIMEN
Política y sociedad en el Antiguo Régimen
La economía del Antiguo Régimen
Las
enormes
transformaciones
económicas
que
conocerá
Europa
(comenzando estos cambios Gran Bretaña) a partir del siglo XVIII
modificarán en gran medida un conjunto de instituciones políticas, sociales y
económicas vigentes en muchos países desde al menos el siglo XVI que
suelen denominarse como El Antiguo Régimen. El nombre fue utilizado por
primera vez por dirigentes de la Revolución Francesa en un sentido crítico: los
revolucionarios pretendían terminar con todo lo que constituía ese Antiguo
Régimen. Aquí nos ocuparemos fundamentalmente de los aspectos
económicos, aunque dando también las claves básicas para comprender las
instituciones políticas y sociales de esta época.
POLÍTICA Y SOCIEDAD EN EL ANTIGUO
RÉGIMEN
En cuanto a la política la forma del estado durante el Antiguo Régimen es la
Monarquía
Absoluta
(Texto).
El
rey
considera que su poder es de origen divino
(Dios ha delegado en él) y, por tanto,
ilimitado (sólo responden ante Dios). Los
monarcas absolutos concentran en sus manos
el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial,
mandan sobre el ejército y todas las
instituciones del estado. El estado en su
conjunto (incluyendo sus habitantes-súbditos)
no son sino una propiedad personal del Rey.
Las sociedades del Antiguo Régimen se
caracterizan
por
tener
una
población
estancada, sometida periódicamente a las llamadas crisis de subsistencia,
(Texto) y que aún no han conocido la revolución demográfica que hará crecer
la población europea a ritmos nunca antes conocidos. Se trata de una sociedad
formada por grupos muy cerrados: la sociedad estamental.
La sociedad estamental se caracteriza por la desigualdad legal entre los
diferentes grupos sociales o estamentos. De un lado distinguimos el grupo de
los Privilegiados, constituidos por la nobleza y el alto clero, que poseían
enormes riquezas provenientes de las rentas de la tierra y gozaba de
exenciones fiscales -estaban excluidos del pago de varios impuestos-, eran
juzgados según leyes distintas a las del pueblo, y se reservaban los cargos más
importantes del ejército, la iglesia y el estado.
De otro lado tendríamos al estamento no privilegiado (o tercer estado), que no
era un grupo nada homogéneo, pues cabían en él, desde ricos comerciantes y
banqueros (que nada envidiaban a la nobleza en cuanto a riqueza) hasta el más
humilde de los campesinos, pero que tenían en común el hecho de ser quienes
sostenían económicamente el país con su trabajo, y el estado con sus
impuestos. El tercer estado constituía habitualmente 9/10 de la población, de
ellos la mayoría campesinos pobres.
LA ECONOMÍA DEL ANTIGUO RÉGIMEN
Las economías tienen una fortísima base agraria: dos tercios, incluso tres
cuartos de la población se
ocupan
de
tareas
agropecuarias. Se trata de una
agricultura
en
general
caracterizada por su bajísima
productividad,
por
estar
dirigida al autoconsumo (el
campesino
piensa
fundamental en alimentarse
directamente el mismo y sus familias con el producto de sus tierras) y no a la
comercialización, y por la utilización de técnicas y herramientas que apenas
han conocido cambios en varios siglos: la utilización del arado romano sigue
siendo general en casi toda Europa y el mantenimiento del barbecho (dejar sin
cultivar cada año un tercio o la mitad de las tierras para que esta recupere sus
nutrientes) en la rotación de cultivos como técnica de fertilización de las
tierras.
Además en muchas zonas se conservan estructuras del llamado régimen
señorial típicas de la Edad Media: muchos campesinos en teoría hombres
libres, debían sin embargo pagar impuestos a su señor (normalmente algún
gran propietario de la zona con un título de nobleza o algún cargo eclesiástico)
en forma de pagos en moneda, en especie (una parte de la cosecha) o personal
(trabajando gratis durante varias jornadas en las tierras del señor). Además
estos
campesinos
debían aceptar la autoridad
judicial del señor y
estaban obligados a utilizar
(pagando) el molino
o el lagar, e incluso a pedir
su autorización para
casarse. Todavía en el siglo
XVII
zonas
en
muchas
campesinos
tenían
de
Europa
esos
prohibido moverse de sus
tierras y buscar otro
trabajo,
heredaban sus hijos.
Sin embargo este sistema
señorial
había
debilitado con la peste que
diezmó la población
europea desde fines del
se
obligación
que
siglo XIV : los señores debieron "aflojar" la presión sobre los campesinos. En
los siglos XV y XVI, con la mayor circulación monetaria muchos campesinos
cambiaron sus obligaciones por pagos en dinero. Además las monarquías
absolutas recortaron el poder de los señores, en especial su capacidad para
ejercer justicia y cobrar impuestos. De esta manera, mientras en algunos
países del este de Europa el régimen señorial sigue vigente de lleno, en Gran
Bretaña ya casi ha desaparecido, lo que es considerado por muchos
historiadores como favorable para la modernización de la agricultura y de la
economía en general que se producirá en este país a partir el siglo XVIII.
Esta economía agraria atrasada convive en muchas zonas con un importante
desarrollo urbano y comercial dinamizado por los grandes descubrimientos
geográficos pues, desde mediados del siglo XV, exploraciones portuguesas y
castellanas revolucionan el conocimiento geográfico y científico en general,
incorporando a la cultura europea nuevas tierras, mares, razas, especies
animales y vegetales... Primero serán las costas africanas, luego el
descubrimiento de América, posteriormente las tierras del Pacífico, de forma
que a finales del siglo XVIII apenas quedaban por descubrir el interior de
África y las zonas polares. Pronto algunos países europeos construirán
enormes imperios coloniales basándose en su superioridad técnica (armas de
fuego) que servirán, inicialmente, para animar el comercio europeo con
inmensas cantidades de oro y plata (monedas) y ya desde el siglo XVIII se
incorporan enormes plantaciones de tabaco y azúcar, que junto al comercio de
especias y a la trata de negros, servirán para enriquecer enormemente a las
burguesías mercantiles de algunos países europeos.
Pero este panorama de cambios hay que matizarlo, destacando, por ejemplo,
la pervivencia de los gremios dentro de las actividades artesanales: los
trabajadores de cualquier sector artesanal en una ciudad (zapateros, tejedores,
alfareros...) estaban obligados a formar parte de una organización, el gremio,
que controla toda la actividad que se desarrolle en esa ciudad, de manera que
las mercancías fabricadas en otros lugares no puedan entrar en su ciudad. El
gremio fijaba de una forma rígida horarios, precios, salarios, herramientas,
número de trabajadores por taller..., e impedían cualquier avance técnico u
organizativo que pudiese dar ventaja a unos talleres sobre otros. Por estas
razones los nuevos regímenes liberales prohibirán la existencia de gremios
como organismos incompatibles con economías basadas en el progreso
tecnológico continuo que deriva de la competencia y el libre mercado.
El comercio encontraba numerosos obstáculos a su desarrollo como eran la
existencia de multitud de aduanas interiores o la mala calidad de los
transportes terrestres que sólo mejorarán con la construcción de los primeros
ferrocarriles.
FACTORES DE LA REVOLUCIÓN
INDUSTRIAL
¿Por qué en Gran Bretaña? ¿Por qué a mediados del siglo
XVIII?
Factores políticos
Factores sociales y económicos
Factores geográficos
La denominada Revolución Industrial tuvo su origen en Gran
Bretaña desde mediados del siglo XVIII. Uno de los aspectos más
discutidos del estudio de este proceso radica en la explicación de
por qué tuvo lugar primero en Gran
Bretaña y no en otros países. Se
trata por tanto de pasar revista de
una forma sucinta a los principales
rasgos de este país en los momentos
del
"despegue"
del
proceso
industrializador. A continuación se
exponen de manera esquemática
algunos de los factores que explican
este hecho, procurando establecer
comparaciones con la situación de
otros países del entorno europeo que no comenzarán su industrialización
hasta bien entrado el siglo XIX. (Texto)
Factores políticos
Un régimen político estable, la monarquía liberal, que desde el siglo XVII es
el sistema político imperante (mientras en otros países de Europa se refuerza
la monarquía absoluta), y que se mantiene libre de las revoluciones que
aquejan a otros países europeos.
Las numerosas guerras en las que se vio envuelto el Reino Unido durante los
siglos XVIII y XIX no provocaron daños en territorio británico. La
insularidad actuó en este sentido como una barrera de protección a la que se
unía el desarrollo de una poderosa flota de guerra que mantendrá su
hegemonía mundial durante los siglos XVIII y XIX.
La existencia de una moneda estable y un sistema bancario organizado: el
Banco de Inglaterra fue creado ya en 1694. Estas condiciones no se darán en
otros países europeos hasta finales del siglo XVIII.
Factores sociales y económicos
Abundancia de capitales, procedentes, en parte, del dominio comercial
británico, pues desde el siglo XVII la marina mercante británica en dura
competencia con los holandeses se ha hecho con el control de buena parte de
los intercambios comerciales de otros continentes con Europa. El comercio de
productos como el te o el tabaco, y el tráfico de esclavos, había permitido la
creación de enormes fortunas, en manos de comerciantes y banqueros. Este
comercio colonial proporcionaba a Gran Bretaña materias primas y mercados
donde vender sus productos manufacturados.
Incremento sostenido de la capacidad para producir alimentos por parte de la
agricultura británica que está conociendo un importante desarrollo, la
denominada revolución agraria, desde la aprobación de leyes que permiten el
cercamiento de las propiedades.
Existencia de una abundante mano de obra. La población británica crece a
gran ritmo a causa fundamentalmente de los cambios en la agricultura: el
suministro constante y creciente de alimentos va terminando con las crisis
demográficas. Parte de esa población en crecimiento emigrará a las ciudades y
formará la masa de los trabajadores industriales.
La mayor libertad económica a causa de la debilidad
relativa con respecto a otros países de organismos
como los gremios que suponían un freno a cualquier
innovación en las actividades industriales. No es
casual que fuese un británico, el escocés Adam Smith,
autor de La Riqueza de las Naciones, quien hiciese la
más destacada e influyente defensa de la libertad
económica: para Adam Smith la mejor forma de
emplear el capital para crear riqueza es aquella en la cual la intervención de
los gobiernos es lo más reducida posible. La mano invisible del mercado
asigna siempre de la forma más eficiente los recursos económicos de un país.
(Texto)
Abundancia de emprendedores entre los comerciantes y los grandes
propietarios de tierra.
Una aristocracia que permite y premia las innovaciones y la creación de
riqueza, en contraste con la nobleza de otros países, más tradicional, apegada
a la tierra y que desprecia cualquier forma de trabajo productivo.
Menor peso de los impuestos al comercio en el mercado interno: en Gran
Bretaña el peso de los impuestos interiores era muy reducido comparado con
otros países europeos donde era muy común encontrarse aduanas interiores
cada pocos kilómetros lo que convertía al comercio en una actividad poco
productiva. Puede decirse que en Gran Bretaña existía ya un mercado nacional
que en otros países sólo existirá cuando se eliminen las aduanas interiores y se
cree una importante red de ferrocarriles.
Factores geográficos
Abundancia de hierro y, sobre todo, de carbón. El hierro se encontraba en los
Montes Peninos, mientras que el carbón abundaba tanto en Inglaterra como en
Gales y Escocia. De hecho, después de tres siglos de explotación, Gran
Bretaña sigue teniendo enormes reservas de carbón. En las proximidades de
las minas de carbón se concentrará gran parte del potencial industrial británico
en especial con el nacimiento de una fuerte industria siderúrgica básica para
proporcionar metales baratos para la construcción de máquinas, ferrocarriles,
infraestructuras...
Fácil y constante suministro de agua como fuente de energía, pues el clima,
lluvioso, superando de promedio los 1.000 mm anuales y sin estación seca,
proporciona corrientes de agua numerosas y constantes. La energía hidráulica
desempeñará un importante papel en los años previos a la difusión de la
máquina de vapor.
El factor “insular”: abundancia de puertos que facilitan el comercio nacional e
internacional. Este factor unido a la existencia de muchos ríos navegables (y
canales que se construirán) favoreció la creación muy temprana de un
mercado nacional con las ventajas que supone contar con un mercado de gran
tamaño a la hora de acometer inversiones.
LA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA
Aparición de nueva maquinaria
Surgimiento de una agricultura científica
El cerramiento de las propiedades
Las mejoras en la ganadería. Cría selectiva
Se entiende por revolución agrícola una serie de importantes cambios
sucedidos durante el siglo XVIII en los campos de Gran Bretaña.(Texto) A
comienzos de este siglo la agricultura británica seguía siendo en lo esencial
muy tradicional: el utillaje (arados de madera, hoces, azadas), el escaso uso de
fertilizantes o la práctica del barbecho formaban parte de las prácticas agrarias
desde hacía siglos.
Sin embargo, a lo largo del siglo XVIII se generalizarán importantes
innovaciones:
Aparición de nueva maquinaria
La máquina sembradora del inglés Jethro Tull,
auténtico pionero de la agricultura científica y que
diseñó esta sembradora en los primeros años del siglo
XVIII. Esta nueva sembradora posibilita sembrar
rápidamente y colocando la simiente fácilmente en
filas que hacen más simples otras tareas agrícolas.
Además la semilla se ubicaba a una cierta profundidad que la alejaba del
peligro que suponían los pájaros
y el viento para la siembra.
El arado de hierro que posibilita
un laboreo más profundo y
efectivo. El nacimiento de una
potente industria siderúrgica que
proporcione hierro barato y abundante será básico para la mejora del utillaje
agrario, que apenas había conocido cambios desde tiempos de los romanos.
La utilización de caballos en lugar de bueyes acelerará los trabajos agrarios.
Las
primeras
trilladoras,
segadoras
que
y
permiten
mejorar la productividad de los
trabajadores
importantes
agrícolas.
mejoras
en
Las
la
producción de hierro y acero
los
irán
convirtiendo
en
materiales asequibles para la
fabricación
agrícola
compleja.
utilizarán
de
cada
maquinaria
vez
Al
tracción
más
principio
animal
(como puede apreciarse en
estas segadoras tiradas por
caballos) pero luego surgirán trilladores movidas con la máquina de vapor, e
incluso en los años finales del siglo XIX se fabricarán tractores que movidos
por vapor pueden ser considerados los antecedentes de los tractores con motor
de explosión que revolucionarán la agricultura del siglo XX. Las nuevas
máquinas además de incrementar la productividad y por tanto abaratar el coste
de los alimentos, tendrán como efecto "liberar" mano de obra que podrá ser
empleada en la industria.
Surgimiento de una agricultura científica
Ensayos exitosos con nuevas rotaciones de cultivos que permitirán eliminar el
barbecho y disponer de importantes cantidades de materia vegetal para el
engorde del ganado. Pioneros como Lord Townshend introdujeron la rotación
cuatrienal: trigo, nabos, cebada, trébol.
La selección de nuevas especies de plantas que harán crecer enormemente los
rendimientos agrarios.
Aumenta el uso de fertilizantes. En primer lugar porque aumentó la
disposición
de
abono
orgánico
(estiércol),
que
venía
utilizándose
tradicionalmente, a causa del incremento de la ganadería. En segundo lugar
porque se inicia la utilización de fertilizantes artificiales.
El cerramiento de las propiedades
En Gran Bretaña hasta el siglo XVIII dominaba el sistema agrario llamado de
campos abiertos: recogida la cosecha se hacía un aprovechamiento comunal
de los pastos. Desde mediados del siglo XVII se advierte un movimiento por
el que muchos propietarios cercan sus tierras y con ello adquieren un mayor
control sobre los cultivos. (Texto) Los cercamientos harán posible las
inversiones y las innovaciones: hasta ese momento el sistema de campos
abiertos obligaba a todos los cultivadores a seguir los ritmos de la tradición
(sembrar y recolectar los mismos cultivos en las mismas fechas). Los
cerramientos tenderán también a concentrar las propiedades (que generarán
importantes tensiones sociales) en pocas manos: surgen grandes explotaciones
agrarias trabajadas por campesinos asalariados. Hacia 1870 cerca de la mitad
de las tierras británicas estaban en manos de unas 2.500 personas.
Los pequeños granjeros sin capital para cercar sus tierras en muchos casos
vendieron y hubieron de transformarse en arrendatarios, jornaleros o emigrar a
las ciudades. La mano de obra rural comienza con ello su declive mientras
crece la mano de obra industrial. Con los cercamientos terminan también
algunos rasgos medievales del campesinado y así desaparece una estructura
socioeconómica basada en las obligaciones mutuas para ser sustituida por
otra, capitalista, con el dinero y el pago en metálico como base. En resumen
puede decirse que los cerramientos contribuyeron a hacer posibles y más
sencillas las mejoras agrarias y que con ello la agricultura se hizo más
eficiente y productiva para alimentar a una creciente población urbana.
Las mejoras en la ganadera. Cría selectiva.
La cabaña ganadera británica no sólo
creció con el incremento de vegetales
(alfalfa, trébol) resultado de las rotaciones
de cultivos que eliminan el barbecho, sino
que también mejoró con la generalización
de la cría selectiva a que se lanzarán
diversos
propietarios,
una
ganadería
"científica" que pretende la mejora de
tamaño y salud de las razas ganaderas
tradicionales. Si durante cientos de años
los ganaderos habían mezclado animales
con la esperanza de mejorar la calidad de
los animales, ahora se hace esto mismo,
pero de una forma más detallada y precisa,
destacando el trabajo de pioneros como
Bakewell quien no sólo seleccionaba con gran rigor los ejemplares, sino que
guardaba cuidadosamente cartas genealógicas de sus animales. Estos
conocimientos fueron difundidos por medio de libros o de boletines: ya desde
los años finales del siglo XVIII circulan boletines agrarios que obtienen una
gran difusión. De esta manera si hasta entonces las ovejas sólo eran valoradas
por su lana y el ganado bovino por su fuerza de trabajo, ahora el interés se
centra en crear razas productoras de carne. Entre 1700 y 1800 algunas razas de
animales llegaron a multiplicar por tres su peso promedio. Algunas de las
nuevas variedades surgidas, como las vacas Hereford se difundirán por medio
mundo. La carne, hasta entonces un alimento sólo al alcance de los más ricos,
se convertirá en un producto de consumo cotidiano para amplias capas de
población, contribuyendo con ello a importantes mejoras en la alimentación
que están detrás de la llamada Revolución Demográfica.
LA REVOLUCIÓN DE LOS
TRANSPORTES
Introducción
Carreteras y canales
Los ferrocarriles
La navegación a vapor
INTRODUCCIÓN
Hoy sabemos que la modernización económica de un país pasa entre
otras cosas por una mejora en los transportes. Esta mejora incide en una
bajada general de costes en todos los sectores (se hacen más productivos) y
permite la creación de mercados amplios (en el siglo XIX se hablará de crear
un mercado nacional) que hacen posible un mayor tamaño de las empresas y
por tanto mayor especialización y economías de escala.
Cabe preguntarse cual era la situación del Reino Unido al comienzo
de esta etapa en que se inicia la industrialización (comienzos del siglo XVIII).
En primer lugar debe destacarse el carácter insular de Gran Bretaña. La isla
principal donde encontramos Inglaterra, Gales y Escocia, tiene una forma
alargada: apenas hay territorios que disten más de cien kilómetros del mar. El
clima lluvioso permite además la navegabilidad de muchos de sus ríos.
Además, durante la Era Moderna (siglos XV al XVIII) Inglaterra se ha
convertido en una gran potencia marítima, superando las anteriores primacías
de España y Portugal y compitiendo con los holandeses en su dominio
comercial de los mares. Los puertos británicos pueden ser considerados en
estos momentos entre los más activos del mundo.
CARRETERAS Y CANALES
Por estas razones podemos considerar que a comienzos del siglo
XVIII Gran Bretaña contaba con un aceptable sistema de transportes, que verá
enormes mejoras con la construcción de carreteras y, sobre todo, de muchos
kilómetros de canales, pensados fundamentalmente para el transporte de
mercancías pesadas, entre las que cabe destacar el carbón que conoce en estos
años un importante aumento en su demanda ante la creciente escasez de
madera. A finales de este siglo el carbón será una de las piezas claves de la
industrialización británica. La construcción de canales se convertirá en una
verdadera fiebre de manera que a comienzos del siglo XIX Gran Bretaña
cuenta con más de 3000 kilómetros de aguas navegables, de ellos una tercera
parte canales construidos por el hombre: mil kilómetros de canales con la
tecnología de la época deben ser
considerados como un esfuerzo
notable.
Los canales redujeron
enormemente el precio del
transporte y su estacionalidad,
pues al contrario que los
caminos, intransitables durante
los largos periodos de mal tiempo, los canales se encontraban útiles casi todo
el año.
EL FERROCARRIL
Pero la verdadera revolución de los transportes vendrá con la construcción de
líneas de ferrocarril. La idea de construir raíles de hierro por donde circulen
vagones o vagonetas era ya antigua, (Texto) y se utilizaba en las cercanías de
las minas para transportar hasta un puerto de mar o hacia un canal minerales
como el carbón. Estos vagones eran arrastrados por caballos o bueyes. La
revolución vendrá cuando se piense en utilizar una versión de la máquina de
vapor “móvil” que sea capaz de arrastrarse a sí misma y a un número
indeterminado de vagones de carga.
Hubo intentos claramente fallidos,
como los que pretendieron la
construcción
de
automóviles
movidos por una máquina de vapor
(una versión motorizada de los
carruajes de la época)
y que
debían
calles,
circular
por
carreteras y caminos: su lentitud,
su peso, su coste y su difícil
manejo no los llevaron más allá de la simple curiosidad, aunque debamos
considerarlos como antecedentes de los automóviles movidos con motores de
explosión que surgirán a finales del siglo XIX.
Quizás los primeros intentos de construir un ferrocarril con locomotoras
movidas con la energía del vapor sean aquellos realizados para transportar el
carbón desde las minas: muchos de ellos también fracasaron por la fragilidad
de unos raíles ideados para vagones arrastrados por caballos y bueyes. Pero de
la evolución de estos prototipos saldrán los primeras locomotoras viables
como esta cuyo esquema reproducimos y que fue diseñada por Richard
Trevithick, ingeniero británico auténtico pionero del ferrocarril, quien primero
diseñó máquinas de vapor de alta presión, y desde comienzos del siglo XIX
varias locomotoras capaces de arrastrar unas pocas toneladas de carga sobre
raíles. Sus desarrollos no fueron más allá de simples exhibiciones, pero
sirvieron para probar las capacidades del ferrocarril.
Durante la primera y segunda décadas del siglo XIX fueron mejorando las
características de estas locomotoras (potencia, seguridad) y se logró la
construcción
de
raíles
lo
suficientemente resistentes. En
este contesto aparece la figura
de
George
Stephenson,
responsable de la primera línea
ferroviaria útil y, que desde
1825
cubría
el
trayecto
Stockton-Darlington
transportando carbón. En 1829 se puso en marcha un concurso para construir
una línea entre Londres y Liverpool. El ganador fue el propio Stephenson con
su locomotora The Rocket (el cohete, capaz de viajar a unos 40 km/h) y así,
desde 1830 se encuentra en funcionamiento esta línea que transporta
mercancías y pasajeros. Con esta línea el ferrocarril demuestra su idoneidad
para casi todo tipo de transportes (hasta ese momento era concebido como un
sistema para llevar el carbón desde las minas a las ciudades), incluyendo el
movimiento de personas.
En las décadas siguientes el ferrocarril, se expandirá por todo el mundo
siguiendo muchas
normas marcadas
por
Stephenson
(incluyendo
su
ancho de vía de
1,43 metros. Con la excepción de unos pocos países que, como España,
prefirieron otra anchura) convirtiéndose por su fiabilidad (sin que faltaran
espectaculares accidentes desde sus comienzos) (Texto), precio y carácter no
estacional en el principal medio de transporte terrestre hasta mediados del
siglo XX, jugando un papel económico más importante incluso en otros países
que por su tamaño (Estados Unidos, Rusia) o sus dificultades geográficas
(España, Suiza) no contaban con las relativas facilidades que sí tenía el Reino
Unido.
LA NAVEGACIÓN A VAPOR
Los primeros intentos registrados de mover un barco mediante una máquina
de vapor se producen en el último cuarto del siglo XVIII, pero no será hasta
los primeros años del siglo XIX cuando un ingeniero estadounidense, Robert
Fulton, construya un barco propulsado por una rueda movida con la fuerza del
vapor. Estos primeros barcos por sus características quedaron marginados a la
navegación
fluvial
y
costera.
Habrá que esperar a las
décadas centrales del siglo
XIX para que los barcos
de
vapor
empiecen
a
desbancar a los veleros
que durante siglos se habían constituido en un medio de transporte de
mercancías y personas sin el cual es difícil entender la llamada Era Moderna
(los "Descubrimientos", el comercio transoceánico, el colonialismo...). Para
que esta sustitución fuese posible el barco de vapor recibirá importantes
mejoras: la sustitución de la rueda por la hélice, la incorporación de máquinas
más eficientes, la construcción de los barcos con casco de hierro. Con estas
mejoras los barcos se hicieron más manejables, no tenían que malgastar su
capacidad de carga acumulando enormes cantidades de combustible (o
repostar muy a menudo) y se convirtieron en más rápidos y seguros.
En las últimas décadas del siglo XIX los barcos de vapor serán piezas
insustituibles en fenómenos como el afianzamiento de un mercado mundial o
en los intensos procesos migratorios que llevaran a varios millones de
europeos a poblar Argentina, Australia o, sobre todo, los Estados Unidos de
América.
SECTORES DE LA INDUSTRIA
La industria textil
La industria siderúrgica
Dos fueron los sectores destacados de la primera revolución industrial: la
industria textil por ser la primera donde se produjeron los cambios que
diferencian a una industria moderna de una actividad artesanal, y la industria
siderúrgica, cuyos productos revolucionaron las demás actividades
económicas.
LA INDUSTRIA TEXTIL
La industria textil fue la primera en desarrollarse. De hecho la producción de
telas era desde hacía siglos una importante actividad económica en Gran
Bretaña, tanto de tejidos elaborados a partir de lana (el sector más tradicional)
como, más modernamente, de algodón. Parte importante de esa producción
era exportada siendo Gran Bretaña uno de los mayores productores textiles del
mundo desde décadas antes de iniciarse la completa industrialización del
sector. Buena parte de esa producción se basaba en el llamado Sistema
Doméstico. Precisamente la industrialización significará el paso progresivo de
la producción artesanal en el ámbito doméstico mediante la utilización de
herramientas o máquinas muy sencillas a la producción en grandes factorías
(factory system) con decenas de telares movidos con energía hidráulica o por
medio de máquinas de vapor.
A lo largo del siglo XVIII la industria textil conocerá
importantes
innovaciones técnicas. La mayor parte de las cuales serán realizadas por
artesanos sin especiales conocimientos científicos. El estudio de estas
innovaciones ha sido interpretado desde distintos puntos de vista, el más
sugerente de todos es aquel que considera unos inventos como "respuesta" a
los desequilibrios creados por un invento anterior. La historia de esos
desequilibrios permite comprender uno de los aspectos esenciales de la
industria moderna: la innovación continua y acelerada, frente a técnicas y
herramientas artesanas que habían permanecido casi inmutables durante
siglos. En apenas cincuenta años unos pocos inventos acabarán con
herramientas centenarias y abrirán paso a la producción en masa.
En 1733 John Kay patentó un telar con lanzadera volante que permitía
duplicar la capacidad de tejido de los artesanos ingleses. Si ya antes eran
necesarias cinco o seis personas hilando para mantener ocupado a un tejedor
con los nuevos telares aumentó de manera notable la demanda de hilo. Hasta
entonces el proceso de hilado se realizaba con la rueca o con el torno de hilar:
el trabajador con sus manos o accionando un pedal hace girar una rueda que
mueve un único huso donde se va enrollando el hilo.
Ante la nueva demanda de hilo la respuesta sería la máquina hiladora spinning
jenny que multiplicaba la capacidad de los hiladores, aunque aún utilizaba
como energía la fuerza humana de los trabajadores.
Pero probablemente el salto a un sistema industrial se dio con la invención de
una máquina hiladora que utilizaba como fuerza motriz el agua, la llamada
water frame patentada por
Richard Arkwright. Este
invento
exigía
concentración
la
de
numerosas máquinas y
obreros
trabajando
a
jornada completa bajo el
techo
situado
de
un
junto
edificio
a
una
potente corriente de agua: Arkwright puede ser considerado el creador de la
primera fábrica moderna. En pocos años este sistema de fábricas habrá
sustituido al hasta entonces mayoritario sistema doméstico.
La mecanización del hilado pronto puso de manifiesto sus ventajas (Texto) y,
a pesar de que muchos trabajadores observaban las nuevas máquinas con
desconfianza e iniciaron las primeras protestas obreras, pues pensaban que les
quitaban sus puestos de trabajo; en los últimos veinte años del siglo XVIII se
emprendieran intentos por mecanizar otras labores textiles como el tejido. El
paso más importante se dará con la puesta en marcha de los primeros telares
mecánicos movidos con máquina de vapor. Ya hacia 1785 Cartwright había
patentado un telar mecánico movido por fuerza hidráulica. En los años
siguientes, varios inventores perfeccionaran este telar al que conseguirán
aplicar la fuerza del vapor de una forma eficiente. Hacia 1800 una frenética
carrera se ha iniciado en Gran Bretaña que hará surgir cientos de fábricas
donde máquinas movidas con la energía del vapor hilan y tejen.
La historia de las invenciones en la industria textil arroja luz sobre el nuevo
mundo que surge con la industrialización: cuando un invento mejora la
productividad de una rama de la industria, inmediatamente se hace sentir la
necesidad en otras ramas para responder a la nueva demanda.
LA INDUSTRIA SIDERÚRGICA
La industria siderúrgica es con la textil básica para entender la
industrialización de Gran Bretaña. El desarrollo de este sector es posterior al
textil. La siderurgia era ya desde hacía siglos una importante actividad en
Gran Bretaña, aunque su futuro estaba amenazado por la progresiva escasez
de carbón vegetal: el creciente uso doméstico de madera, la construcción de
las flotas y la propia siderurgia estaban a punto de acabar con los bosques
británicos.
En este contexto
resultaron
fundamentales
los trabajos de
pioneros
como
Darby
que
consiguió en los
primeros
años
del siglo XVIII la producción de hierro utilizando carbón mineral. El hierro
resultante era de escasa calidad, pero a lo largo del siglo se fueron
introduciendo mejoras que mejorarán su calidad y desplazará el uso de hierro
producido con carbón vegetal. El hierro irá sustituyendo a la madera en
herramientas agrícolas, estructuras de edificios, piezas de máquinas,
herramientas artesanales... La utilización de carbón mineral tendrá otro efecto:
si hasta entonces la producción de hierro estaba dispersa por la campiña
inglesa en forma de pequeñas forjas, ahora se construirán grandes complejos
en la cercanía de las minas de carbón inglesas y del sur de Gales. La tendencia
a la creación de grandes factorías (factory system) es aún más acentuado que
en el caso de la industria textil.
Algunos datos sobre la producción de hierro pueden ilustrar el enorme
crecimiento de este sector, y así, si en 1720 la producción de hierro era de
25.000 toneladas en 1796 ya ascendía a 125.000, y en 1850 ya pasaba de
2.500.000 toneladas. En 1.851 para albergar la Primera Exposición Universal
celebrada en Londres se construyó el Crystal Palace, fabricado íntegramente
de hierro y vidrio.
Símbolo de los nuevos tiempos es
la construcción en Coalbrookdale
(finalizado en 1779) del primer
puente fabricado íntegramente con hierro. Sin el hierro (y pronto el acero) de
buena calidad y barato producido en las nuevas factorías británicas hubiese
sido imposible el desarrollo de la máquina de vapor de Watt, los raíles
ferroviarios y las locomotoras, los cascos de los modernos barcos de vapor...
LOS CAMBIOS SOCIALES
El crecimiento demográfico
Las condiciones de vida de los obreros
Protestas obreras
EL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO.
Aunque la industrialización va a producir enormes transformaciones en la
sociedad británica como el crecimiento de la llamada clase burguesa, o el
éxodo rural producto de la revolución agraria, sin embargo quizá los dos
fenómenos sociales más dignos de estudio sean el espectacular crecimiento
demográfico y el nacimiento de una nueva y masiva clase trabajadora formada
por los obreros de las nuevas industrias.
La industrialización va a provocar un crecimiento de la población sin
precedentes en la historia de la humanidad conocido como la Revolución
Demográfica. Los cambios en la industria, la agricultura y los transportes
produjeron un aumento espectacular de la riqueza (que se traduce
fundamentalmente en una mejor alimentación) que se reflejó en un
crecimiento notable de la población que servirá para multiplicar los habitantes
de Europa en muy pocos años e incluso para poblar con emigrantes otros
continentes.
La disminución de algunas de las más temibles epidemias que habían azotado
Europa durante siglos, ciertas mejoras sanitarias e higiénicas ( como el
descubrimiento de la primera vacuna por el doctor Edward Jenner en 1796 que
protegía contra la viruela) y, sobre todo, una mejor alimentación con el fin de
las crisis de subsistencia, están entre las causas de ese crecimiento
demográfico. Este aumento de la población fuerte y sostenido explica el
enorme crecimiento de las ciudades británicas a lo largo de los siglos XVIII y
XIX.
LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS OBREROS
Precisamente en algunas de estas ciudades
el crecimiento rápido, desordenado y sin
criterios surgirán enormes suburbios
superpoblados, sucios y conflictivos donde
las epidemias de tifus o cólera se convierten
en algo habitual. Estos suburbios surgían
muchas veces en torno a una fábrica: estaban
formados por los barracones donde vivían
los operarios de esa fábrica.
Sin entrar en el conocido debate de si la
industrialización mejoró o empeoró las
condiciones de vida de los trabajadores, si
que puede intentarse describir las situación en la que vivían estos obreros, que
puede calificarse en general como muy mala, así como sus condiciones
laborales habría que describirlas como espantosas: fábricas sucias, húmedas,
oscuras, poco ventiladas y ruidosas (Texto) (condiciones causadas por la
presencia en ellas de las máquinas de vapor y por la nula preocupación de los
patrones por las condiciones laborales de sus empleados). En estas fábricas
poco sanas y peligrosas era habitual que sus obreros pasasen de doce a catorce
horas diarias, trabajándose incluso sábados en jornada completa, y domingos
hasta mediodía. La concentración de obreros en las fábricas es la que hace
posible que estos trabajadores tomen conciencia de su situación y vean que
mediante acciones colectivas podrían tratar de mejorar sus condiciones de
vida. El factory system se encuentra por tanto en el origen del movimiento
obrero.
La industrialización impulsó
también el trabajo de mujeres y
niños de muy corta edad, pues
si antes en muchos oficios la
fuerza del trabajador era un
factor clave, ahora la fuerza la
realizan las máquinas. Los
empresarios
fomentaron
el
trabajo infantil y femenino porque mujeres y niños recibían salarios dos y tres
veces inferiores a los de los hombres. Los niños fueron empleados en la
industria textil, en las minas, (Texto) en la industria siderúrgica: durante el
siglo XVIII no hubo normas que regulasen el empleo infantil. Para hacerse
una idea de las dimensiones alcanzadas por esta explotación basta con citar la
existencia de una ley del parlamente británico que en 1833 (The Factory Act,
1833) dejaba la jornada laboral de los niños de nueve a trece años en "sólo"
nueve horas diarias, y de trece a dieciocho años el trabajo estaba fijado en diez
horas y media (la jornada duraba para ellos doce horas, pero con hora y media
reservada para las comidas). Todavía en 1.891, una ley que pretendía luchar
contra abusos en la explotación infantil se limitó a elevar la edad mínima de
trabajo de los diez a los once años.
De hecho, apenas se detectan preocupaciones sociales durante la segunda
mitad del siglo XVIII pues estas condiciones se aceptan como normales. Ya
en el siglo XIX investigaciones parlamentarias, protestas sindicales o
conocidos relatos como los de Dickens en Tiempos Difíciles, pusieron de
manifiesto la dureza de la vida de los obreros industriales.
PROTESTAS OBRERAS.
Aunque desde los inicios de la industrialización se registra una notable
oposición de los obreros artesanos a la introducción de máquinas, (Texto) las
primeras formas de protesta obrera se detectan en Gran Bretaña en la segunda
década del siglo XIX
cuando surge el conocido
Movimiento Ludita (o
Ludismo), nombre que
deriva de un personaje
real
o
obrero,
inventado,
Ned
cabecilla
un
Ludd,
de
este
movimiento de protesta
que se canalizaba hacia la
destrucción
de
la
maquinaria, y que pronto se extenderá por varios condados de Inglaterra
donde la industria textil se había convertido en la principal manufactura. Las
Guerras Napoleónicas de años posteriores hicieron saltar en varias ocasiones
nuevas protestas luditas.
El llamado Movimiento Cartista supone una versión más organizada del
Movimiento Obrero y que se desarrolla entre 1837 y mediados del siglo XIX.
Debe su nombre a la denominada Carta del Pueblo, documento que llegó a
conseguir la firma de cientos de miles de obreros y que era una petición
elevada al Parlamento en la que se pedía el Sufragio Universal, el voto
secreto, la igualdad en el valor de los votos... En definitiva, revelaba el deseo
de democratización del sistema político británico: el movimiento obrero desea
participar en el juego político y desde ahí mediante la presentación de leyes en
el Parlamento, mejorar las condiciones de vidas de los obreros industriales.
Desde mediados de siglo el movimiento irá perdiendo fuerza progresivamente,
aunque paradójicamente, en años posteriores, el Parlamento Británico
adoptará la mayor parte de las peticiones recogidas en la Carta del Pueblo.
Hay que recordar que la legislación británica (leyes aprobadas en 1.799 y
1800) prohibía de una forma terminante la formación de asociaciones obreras,
pues se consideraba que estas asociaciones chocaban con el espíritu del
liberalismo económico: debía ser el mercado quien fijase los salarios y no la
presión de los sindicatos.
Pero a pesar de estos obstáculos legales surgieron diversas formas de
asociacionismo obrero sostenidas por las cuotas que pagaban los trabajadores
y que pretendían, ante todo, ofrecer protección para los asociados en caso de
accidente o enfermedad. A partir de 1.824 las leyes británicas autorizan el
asociacionismo obrero que darán origen a lo que podemos considerar los
primeros sindicatos de obreros, las llamadas Trade Unions en las que, en
principio se unían los trabajadores con un mismo oficio en una localidad. En
los años treinta esas asociaciones profesionales y locales se irán uniendo entre
sí hasta formar enormes asociaciones que a mediados de siglo agrupaban a
cientos de miles de obreros británicos de todos los oficios. La huelga, la
negociación colectiva pacífica y, cuando lo permitan las leyes electorales, la
participación en política, serán los instrumentos de los que se valdrá el
sindicalismo británico para mejorar las condiciones de vida de los
trabajadores.
Este temprano desarrollo del sindicalismo en Gran Bretaña es el causante
probablemente del escaso éxito que tendrán las nuevas ideologías obreras
revolucionarias (el marxismo y el anarquismo) que están naciendo a mediados
del siglo XIX. Cuando Marx (líder del socialismo) y Bakunin (líder
anarquista) funden la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.) en
Londres, ésta tendrá un éxito importante en países como Francia y Alemania,
mientras que en Gran Bretaña (país donde se fundó) nunca pudo competir con
las Trade Unions.
GLOSARIO
Revolución neolítica: se entiende por revolución neolítica un importante
cambio por el cual, tras millones de años de caza, pesca y recolección; la
humanidad comenzó a practicar actividades agropecuarias. Sus comienzos
pueden rastrearse hace unos diez mil años. La agricultura y la ganadería serán
las principales fuentes de riqueza hasta que a partir del siglo XVIII en
algunos países la industria pase a ser la actividad fundamental.
Sistema doméstico: los trabajadores, en muchos casos campesinos que se
dedicaban a estas actividades textiles durante los meses en los que escasean
las labores agrarias, recibían las materias primas de un intermediario,
trabajaban en su casa (donde no era muy complicado tener una rueca para
hilar o un telar donde tejer) y devolvían los artículos manufacturados al
intermediario que les pagaba por el trabajo realizado.
Estamentos: grupo social típico del Antiguo Régimen basado en las
diferencias jurídicas, lo que comportaba una enorme desigualdad social entre
los miembros de los distintos grupos o estamentos. Tradicionalmente se
distinguías tres estamentos: la nobleza, el clero ("privilegiados") y el tercer
estado (el pueblo). Los estamentos privilegiados eran muy cerrados, y estaba
claro que se pertenecía a ellos por herencia (la nobleza hereditaria). El
gobierno, los cargos judiciales, los mandos del ejército y los altos cargos
eclesiásticos estaban generalmente reservados a quienes pertenecían a la
nobleza. El estamento es, por tanto, característico de una sociedad cuyo rasgo
fundamental es la desigualdad ante la ley.
Monarquía liberal: sistema político que, a diferencia de la monarquía absoluta
en la cual el rey dispone de todos los poderes y ningún organismo limita su
autoridad, los poderes del monarca se ven recortados por la existencia de un
Parlamento elegido por votación y por la publicación de una Constitución
cuyas disposiciones legales se encuentran por encima de los poderes reales.
Las revoluciones sucedidas en Gran Bretaña en el siglo XVII, la sucedida en
Francia en 1789 y las que se darán en otros países europeos en los siglos XIX
y XX instalarán en buena parte de Europa este sistema de gobierno.
Factory System: con el desarrollo de máquinas cada vez más complejas,
grandes, costosas y necesitadas de fuentes de energía masivas como corrientes
de agua o, posteriormente, la máquina de vapor comenzó el principio del fin
del Sistema Doméstico. Para rentabilizar esas máquinas resultaba más barato
concentrar bajo un mismo techo (la fábrica) a muchos obreros. Comienza la
época de las grandes factorías que, con sus chimeneas humeantes y sus masas
de obreros trabajando simbolizan la industrialización. Crece la importancia del
empresario, el dueño del capital que aumenta su control sobre la producción,
sobre las jornadas y ritmos de trabajo, las técnicas utilizadas, las
inversiones...
Crisis de subsistencia: desequilibrio económico periódico que sacudía a las
poblaciones a causa de la irregularidad de las cosechas. Cuando se producía
una mala cosecha inmediatamente se iniciaba una sucesión de
acontecimientos: escasez de alimentos, subida de precios y hambre. La
consecuencia final era un aumento espectacular de la mortalidad que en unos
pocos meses podía terminar con el crecimiento de la población de varios años.
Estas crisis son características de la época preindustrial.
Liberalismo económico: teoría económica cuyo presupuesto fundamental es
que la libertad a la hora de producir e intercambiar bienes es la base del
desarrollo económico. El liberalismo económico tal como lo definió Adam
Smith en su obra La Riqueza de las Naciones (1776) considera inconveniente
cualquier intervención del Estado en asuntos económicos. Es la teoría del
"laissez-faire": los gobiernos no deben intervenir ni para regular la labor de
los empresarios, ni fijar aranceles para el comercio exterior, ni regular las
relaciones entre obreros y empresarios... Es una teoría que cree en la bondad
del individualismo: todo hombre que trata de satisfacer sus deseos de riqueza,
si es dejado en completa libertad por parte del estado en esta tarea, acaba por
contribuir al provecho de toda la sociedad. Es la "mano invisible" del mercado
la que conduce a la más correcta utilización de nuestros recursos materiales
para conseguir el máximo bienestar social.
Rotación de cultivos: técnica agrícola que se basa en la alternancia entre los
cultivos plantados de un año a otro como medio de conservación del suelo.
Normalmente conllevaba que una parte de la tierra se dejaba en descanso
(barbecho). En el siglo XVIII se ensaya con rotaciones de cultivos que
permiten un aprovechamiento intensivo: donde antes se dejaban tierras en
barbecho ahora se siembran leguminosas, que aportan nitrógeno a la tierra que
en años posteriores se sembrará de cereal. Algunos de estos cultivos en
rotación no producen para el consumo humano directo (como la alfalfa o los
nabos), pero sirven para incrementar la producción ganadera: la carne, la leche
o la mantequilla serán pronto asequibles para el conjunto de la población.
Revolución Demográfica: se entiende por revolución demográfica el enorme
cambio sufrido por la humanidad desde el siglo XVIII, cuando tras miles de
años de un crecimiento muy lento, inferior al 0,1 % anual y sometido además
a constantes retrocesos (guerras, epidemias, catástrofes...), la población
humana empezó a crecer a ritmos hasta veinte veces más rápido que lo había
hecho hasta entonces y, además, de una forma sostenida. Los progresos en el
conocimiento científico, la agricultura, la industria y la medicina, entre otros
factores hicieron posible ese crecimiento que llevó a la población mundial a
pasar de poco más de 500 millones en el año 1700, a 2500 millones en 1950.
En apenas tres siglos la población del mundo se quintuplicó.
La spinning jenny, máquina de hilar
que permite el manejo de varios
husos,
lo
que
multiplica
la
capacidad de hilado del trabajador.
Es un invento del inglés James
Hargreaves, quien la patentó en
1764. Sigue siendo una máquina
que utiliza la energía humana pero
mucho más productivamente: antes el trabajador movía la rueda para accionar
un sólo huso. Ahora con el mismo esfuerzo el hilo se va enrollando en
numerosos husos que pueden apreciarse en la parte inferior de la ilustración.
La water frame debe ser considerada como un invento que supone un
enorme salto cualitativo. Hasta entonces las máquinas de hilar (como
la spinning jenny) se limitaban a ser una versión mejorada de los
antiguos tornos de hilar: necesitaban la fuerza humana como energía
y la presencia de un trabajador muy especializado. Arkwright
consideró la utilización de caballos para mover su máquina hasta que
en 1771 se decidió por crear una factoría en Cromford aprovechando
la corriente del río. Una gran fábrica llena de máquinas hiladoras
movidas por energía hidráulica que requerían mano de obra no muy
especializada: un sistema que se extenderá por toda la geografía
británica y que se utilizará en otras actividades textiles y pronto en
otros sectores manufactureros. Es por tanto, la invención de una
maquinaria que precisa enormes cantidades de energía la que llevará
a la industria a concentrarse en grandes fábricas (factory system).
Barbecho: se trata de una antigua práctica agraria que consistía en
dejar una parte de las tierras de labor sin cultivar. El campesino
dividía su propiedad en varias hojas e iba rotando en ellas los
cultivos y el trozo que se dejaba sin sembrar ("en barbecho"). Es
típico de una agricultura poco productiva y que no disponía ni de
abonos orgánicos por la escasa cantidad de ganado disponible ni de
fertilizantes de otro tipo. En tierras profundas y fértiles la tierra solía
estar un año en descanso, en tierras menos fértiles el barbecho podía
durar dos o más años en la rotación. Su eliminación con la
utilización masiva de abonos es uno de los rasgos básicos de la
llamada revolución agraria.
La máquina de vapor supone el mayor logro tecnológico del siglo XVIII y es
la piedra angular del desarrollo de la revolución industrial en Gran Bretaña.
Ya en 1705 el inventor Thomas Newcomen patentó un modelo de máquina de
vapor para bombear el agua que se infiltraba en las explotaciones mineras. Se
trataba de un simple cilindro en el que se introducía vapor de agua que
impulsaba el pistón hacia arriba. Después el cilindro era rociado con agua fría
y la presión atmosférica impulsaba el pistón hacia abajo. El hecho de tener
que enfriar y calentar el cilindro para cada movimiento hacía que la máquina
de Newcomen fuese muy ineficiente y solo tuviese éxito para achicar agua en
las minas de carbón donde el combustible era casi gratis. A partir de 1763
James Watt, introducirá importantísimas mejoras como añadir un condensador
separado del cilindro que evitaba las enormes pérdidas de energía de la
máquina de Newcomen. En los años siguientes Watt introducirá numerosas
innovaciones en sus patentes destacando entre estas la adición de un cigüeñal
y una rueda para conseguir un movimiento rotatorio que posibilitará su
aplicación en las fábricas, el ferrocarril y la navegación en los últimos años
del siglo XVIII y los primeros del XIX. A mediados del siglo XIX la potencia
de trabajo instalada en forma de máquinas de vapor era ya, en Gran Bretaña,
superior a la fuerza humana de todos los obreros británicos. Se había entrado
de lleno en la era de la mecanización.
TEXTOS Y ACTIVIDADES
FACTORES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN BRITÁNICA
"Examinad nuestra situación, considerad la ventaja que Dios y la naturaleza
nos han dado, y el destino que se nos promete. Nos encontramos en los
confines de la Europa occidental, en el principal punto de unión entre el viejo
y el nuevo mundo. Los descubrimientos de la ciencia, los progresos de la
navegación, nos han colocado a menos de diez días de Nueva York. En
relación a nuestra población y a la superficie de nuestro país, tenemos una
extensión de costas superior a las de cualquier otra nación, lo cual nos asegura
la hegemonía y la superioridad en el mar. El hierro y el carbón, esos nervios
de la producción, nos proporcionan en la gran competición de la industria una
ventaja sobre nuestros rivales. Nuestro capital sobrepasa en mucho al que
ellos disponen (...) Nuestro carácter nacional, las instituciones libres que nos
administran, nuestra libertad de pensamiento y de acción, una prensa sin
cortapisas que difunde todos los descubrimientos y todos los avances de la
ciencia, se combinan con nuestras ventajas naturales y físicas para colocarnos
a la cabeza de las naciones que se benefician del libre intercambio de sus
productos. ¿Es entonces éste el país que se sustraerá de la competencia?"
Discurso de Sir Robert Peel al Parlamento, 16 de febrero de 1846.
Después de leer este texto puedes hacer el siguiente ejercicio.
LA MONARQUÍA ABSOLUTA
"Es sólo en mi persona donde reside el poder soberano, cuyo carácter propio
es el espíritu de consejo, de justicia y de razón; es a mí a quien deben mis
cortesanos su existencia y su autoridad; la plenitud de su autoridad que ellos
no ejercen más que en mi nombre reside siempre en mí y no puede volverse
nunca contra mí; sólo a mí pertenece el poder legislativo sin dependencia y sin
división; es por mi autoridad que los oficiales de mi Corte proceden no a la
formación, sino al registro, a la publicación y a la ejecución de la ley; el orden
público emana de mí, y los derechos y los intereses de la Nación, de los que se
suele hacer un cuerpo separado del Monarca, están unidos necesariamente al
mío y no descansan más que en mis manos"
Discurso de Luis XVI ante el Parlamento (marzo de 1766)
LA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA
"Lo que habitualmente se conoce como Revolución Agraria (o Revolución
Agrícola) es un fenómeno que se origina en Gran Bretaña en el siglo XVIII y
a partir de entonces se extenderá por otras zonas del mundo. Es una
revolución porque sucedió una transformación radical en casi todos los
ámbitos de las actividades agroganaderas. Desaparece el barbecho,
fundamentalmente a causa de las nuevas rotaciones de cultivo. De alguna
manera, la desaparición del barbecho implica que se dispone de más tierra lo
que se refleja en una aumento de la producción. La rotación de cultivos hace
crecer además la gama de productos disponibles, parte de los cuales serán
usados como alimento para una ganadería en expansión. Además se registra
una tendencia al aumento del tamaño medio de las explotaciones como
resultado de los cercamientos. Con esto se hará posible una gestión más eficaz
de la tierra alejándose de los condicionantes impuestos por la tradición en los
llamados campos abiertos. También es destacable la utilización de nueva
maquinaria, la selección de semillas y el surgimiento de nuevas variedades
ganaderas por medio de la cría selectiva. Con todas estas transformaciones la
agricultura supera su tradicional orientación hacia el autoconsumo, para
convertirse en una actividad que produce excedentes comercializables que
permitirán un crecimiento enorme de la población en general, y de la
población urbana en particular."
Fuente: Elaboración propia
LAS CRISIS DE SUBSISTENCIA
"Sabemos ciertamente que la miseria actual ha producido un número tan
grande de pobres que se cuentan tres mil en la ciudad y en sus alrededores.
Todas las calles resuenan con sus gritos lamentables. El trigo (...) todos los
días se encarece.
Los pobres del campo parecen esqueletos desenterrados; el pasto de los lobos
es hoy el alimento de los cristianos, porque cuando poseen caballos, asnos y
cualquier otro tipo de animales muertos o ahogados se alimentan de esta carne
corrompida que les hace morir más que vivir.
(...) De verdad, no hay ningún día en que no se encuentren pobres muertos de
hambre en sus casas, en las calles o en los campos; nuestro capellán acaba de
enterrar uno que ha encontrado en el camino."
Carta de la Superiora de las Carmelitas de Blois a una dama de París
(1662)
EL LIBERALISMO ECONÓMICO DE ADAM SMITH.
"Los padres del liberalismo son autores británicos y es Gran Bretaña el país
que se encargará de difundir por todo el mundo esta corriente de pensamiento
económico. Será Adam Smith, profesor de la Universidad de Glasgow, quien
con la publicación de su obra Ensayo sobre la Naturaleza y causa de la
Riqueza de las Naciones (1776) exponga una primera formulación completa
del liberalismo Económico. Smith acepta influencias de los fisiócratas, pero
pronto se separa de ellos al expresar su total desacuerdo con que los
industriales y los comerciantes sean grupos estériles de la sociedad, pues
Smith encontraba el origen de la riqueza en el trabajo de los seres humanos,
independientemente del sector en que se realizase.
Adam Smith propondrá además nuevos sistemas de explotación económica
como es el de la división del trabajo como medio de obtener mejores
rendimientos.
Con todo la idea fundamental del pensamiento Smithiano es su insistencia en
la necesidad de la libre circulación de productos y en la limitación del papel
del estado en la economía a mantener el orden interno, defender el territorio
nacional y encargarse de aquellas obras públicas que la iniciativa privada no
realice.
Adam Smith fue también uno de los primeros en advertir que el valor de un
producto no tiene mucho que ver con su utilidad real. Para Smith el valor de
un producto viene determinado por la cantidad de trabajo que conlleve
disponer de ese producto."
Fuente: Elaboración propia
.
RECHAZO DE LOS OBREROS A LAS MÁQUINAS
“La invención y el uso de la máquina de cardar lana, que tiene como
consecuencia reducir la mano de obra de la forma más inquietante produce (en
los artesanos) el temor serio y justificado de convertirse, ellos y sus familias,
en una pesada carga para el Estado. Constatan que una sola máquina,
manejada por un adulto y mantenida por cinco o seis niños realiza tanto
trabajo como treinta hombres trabajando a mano según el método antiguo (...).
La introducción de dicha máquina tendrá como efecto casi inmediato privar de
sus medios de vida a gran parte de los artesanos. Todos los negocios serán
acaparados por unos pocos empresarios poderosos y ricos (...). Las máquinas
cuyo uso los peticionarios lamentan se multiplican rápidamente por todo el
reino y hacen sentir ya con crueldad sus efectos: muchos de nosotros estamos
ya sin trabajo y sin pan.”
Extraído del Diario de la Cámara de los Comunes, 1794
EL ORIGEN DE LOS FERROCARRILES
"Al principio los ferrocarriles (nombre no muy adecuado pues en sus
comienzos los raíles no estaban hechos de hierro, sino de madera) como
también pasó con los canales estaban relacionados exclusivamente con la
minería del carbón. Cuando el carbón comenzó a ser usado en enormes
cantidades para el consumo doméstico e industrial, uno de sus inconvenientes
era como transportarlo de las minas hasta los ríos. Primero se pensó en raíles
de madera donde un caballo tirando de un vagón podía transportar tanto como
veinte caballos tirando de un carro sobre una carretera.
Un paso importante en la evolución de los ferrocarriles se dio cuando se
inauguró el ferrocarril entre Croydon y el río Támesis. Era un ferrocarril
público sin relación con las minas de carbón, y los usuarios eran los
encargados de aportar sus propias vagonetas que eran arrastradas por caballos,
mulos y burros. La compañía no era propietaria de las vagonetas, sino que este
ferrocarril tenía una concepción semejante a la de los canales, en los cuales la
compañía construía el canal y los usuarios tenían que poner su propia barcaza
y abonar una tarifa a la compañía propietaria del canal. Estos nuevos
ferrocarriles hicieron ver que las posibilidades de estos podían ir más allá del
transporte de carbón.
Después llegó la línea ferroviaria de Stockton a Darlington abierta en 1825:
estaba habilitada con vagones para mercancías y con coches para pasajeros. Al
principio se consideró utilizar caballos, pero la compañía fue convencida por
George Stephenson para utilizar locomotoras a vapor..."
EL TRABAJO INFANTIL
"Trabajo en el pozo de Gawber. No es muy cansado, pero trabajo sin luz y
paso miedo. Voy a las cuatro y a veces a las tres y media de la mañana, y
salgo a las cinco y media de la tarde. No me duermo nunca. A veces canto
cuando hay luz, pero no en la oscuridad, entonces no me atrevo a cantar. No
me gusta estar en el pozo. Estoy medio dormida a veces cuando voy por la
mañana. Voy a escuela los domingos y aprendo a leer. (...) Me enseñan a rezar
(...) He oído hablar de Jesucristo muchas veces. No sé por qué vino a la tierra
y no sé por qué murió, pero sé que descansaba su cabeza sobre piedras.
Prefiero, de lejos, ir a la escuela que estar en la mina."
Declaraciones de la niña Sarah Gooder, de ocho años de edad. Testimonio
recogido por la Comisión Ashley para el estudio de la situación en las
minas, 1842
LAS CONDICIONES SANITARIAS EN LAS FÁBRICAS
"Tuve frecuentes oportunidades de ver gente saliendo de las fábricas y
ocasionalmente atenderles como pacientes. El pasado verano visité tres
fábricas algodoneras con el Dr. Clough de Preston y con el Sr. Baker de
Manchester y no fuimos capaces de permanecer diez minutos en la fábrica sin
empezar a jadear por falta de aire. ¿Cómo es posible que quienes están
condenados a permanecer ahí doce o catorce horas lo soporten? Si tenemos en
cuenta la temperatura del aire y su contaminación no puedo llegar a concebir
como los trabajadores pueden soportar el confinamiento durante tan largo
periodo de tiempo."
Declaraciones efectuados por el Dr. Ward de Manchester en una
investigación sobre la salud en las fábricas textiles en marzo de 1.819
UNA DEFENSA DE LAS MÁQUINAS
"En las manufacturas de la lana, la máquina cardadora, la máquina hiladora y
la lanzadera volante han reducido el trabajo manual en un tercio, y cada una
de ellas en su primera introducción provocó la alarma de los trabajadores, a
pesar de que todas han contribuido a mejorar los salarios y a incrementar el
comercio, hasta el punto de que si se intentase hoy privarnos de su uso, no hay
duda que toda persona relacionada con este negocio debería defenderlas.
Partiendo de estas premisas los empresarios abajo firmantes, pensamos que es
un deber hacia nosotros mismos, a la ciudad de Leeds y en general al país
entero, declarar que protegeremos y apoyaremos el libre uso de cualquier
mejora propuesta para el sector textil por todos los medios legales a nuestro
alcance (...)"
Petición elevada por los empresarios textiles de Leeds en defensa de las
máquinas.
J. F. C. Harrison, Society and Politics in England, 1780-1960 (New York:
Harper & Row, 1965), pp. 72-74.
ACCIDENTE FERROVIARIO EN 1830
"El Sr. Huskinsson se había bajado de la carroza y estaba de pie al otro lado
de la carretera junto a la cual se veía surgir rápidamente la locomotora “The
Rocket”. En ese momento el Duque de Wellington, cuya amistad con el Sr.
Huskinsson se había enfriado un poco, hizo una señal de reconocimiento y le
tendió la mano. Se dieron un rápido pero amistoso saludo, y antes de que
hubiesen soltado sus manos se oyó un grito entre los transeúntes: “¡Apártese,
apártese!”. Agitado y confuso el Sr. Huskinsson intentó rodear la puerta
abierta de su carruaje (...), pero al hacerlo fue golpeado por “The Rocket”
cayendo con una pierna doblada sobre el raíl. La pierna resultó destrozada en
el acto. Sus primeras palabras al ser levantado fueron “voy a morir”, que
desgraciadamente resultaron ciertas, puesto que falleció esa misma tarde en la
casa parroquial de Eccles. En aquellos días se comentó como algo digno de
mención que la locomotora "Northumbrian", conducida en persona por
George Stephenson, transportó el cuerpo herido del desventurado caballero a
una distancia de unos 25 kilómetros en 25 minutos, esto es a la velocidad de
60 kilómetros por hora."
Samuel Smiles: George and Robert Stephenson.
LOS CERCAMIENTOS DE TIERRAS Y SUS CONSECUENCIAS
"La agricultura tradicional implicaba que los campesinos cultivaban varias
“tiras” en diferentes campos. Cultivos de trigo y cebada eran sembrados en
rotación anual con la tierra dejada en barbecho cada tres años para su
recuperación. Los campesinos compartían tras la cosecha las tierras en común
y tenían derecho a extraer turba, madera, forraje y a dejar pastar a sus
animales. El sistema era ineficiente. La tierra en barbecho y la siembra a voleo
suponían un despilfarro. La ausencia de cercas suponía la extensión del
número de enfermedades. Las epidemias y la falta de forraje en invierno se
traducían en una ganadería pobre. Las innovaciones se retrasaban porque
cualquier cambio necesitaba de aprobación unánime.
Varios factores contribuyeron a la revolución agraria: las guerras contra los
franceses (1793-1815) aceleraron la revolución al incrementar la demanda de
alimentos, hizo subir los costes, los arriendos y los salarios y produjo escasez
de mano de obra. La necesidad de ahorrar mano de obra condujo a numerosas
patentes de sembradoras, cosechadoras, trilladoras (...)
El crecimiento de las ciudades llevo a la especialización de cultivos. Resultaba
viable para un campesino concentrarse en exclusiva en la producción de leche
o de carne de vaca para el suministro de toda una ciudad (...)"
Leonora Ritter: Agricultural Changes.
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