de veinte hasta quarenra libras por quintal de materia , y el licor que queda se pone en vasijas á la sombra, con lo que se cristaliza el salitre como en París y otras partes. La gran cantidad de sal común que acompaña al n i t r o , segün se ve en todas las salitrerías, me hace sospechar que el ácido marino con su basa se convierten en nitro. La tierra que resta después de la operación de despojarla de sus sales se lleva y arroja en los mismos campos de donde se sacó , y quedando expuesta otra vez al sol, al a y r e , á la lluvia y al rocío, se impregna de nuevo del salitre en el discurso de un año, por algún trabajo invisible de la Naturaleza ; de suerte que no se puede considerar sin admiración una producción tan marabí llosa, pues las mismas tierras, de tiempo Inmemorial, producen todos los años la propia cantidad de salitre. Si el poder Divino aniquilase el salitre de las vasuras de Francia , y el de las paredes artificiales y plantíos Q") de Alemania, las tierras de España solas (i) En Alemania hacen con tierra, ceniza y estiércol unas paredes anchas por los c i m i e n t o s , de una construcción tal que las puede batir bien el ayre por dentro y por fuera, procurando estén & la s o m b r a , c e r ca de letrinas y caballerizas , y cubiertas c o n u n caballete de paja para qne el agua no las dañe. Las Mores nitrosas empiezan i aparecer en los agujeros interiores d é l a p a r e d , y secándose las pajas del e s t i é r c o l , añaden poros por donde el ayre circule mas libremente. Al cabo de un año se destruyen e s t a s p a r e d e s , y con su materia se pra&ican las manipii-