Huellas que no se pueden borrar.

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Huellas que no se pueden borrar.
H
ablar de don Elkin Suárez Mazo parecerá muy simple. Un
caballero de origen colombiano, nació el 22 de noviembre
de 1937 y que por gracia de Dios llegó a Costa Rica. Luego
de haber trabajado por muchos años en la compañía ATLAS
ELÉCTRICA se jubila y decide regalar gran parte de su tiempo a uno
de los grupos más desprotegidos en Costa Rica, las personas con
discapacidad.
Para los seres humanos que el escenario de la vida nos ha
llevado a condiciones disminuidas física o neuronalmente, sabemos
que conseguir oportunidades laborales dignas es una meta difícil
de alcanzar, indistintamente del país que se analice; a pesar de sus
políticas y leyes Costa Rica es incapaz de crear verdaderas
oportunidades y programas asertivos que logren generar e
involucrar a nuestra población en el ámbito laboral. Es en éste
punto donde la encrucijada social y el lento engranaje político
sucumben ante la determinación de un hombre insigne e
inquebrantable en su deseo de devolverle al país que lo acogió
parte de lo que recibió. Don Elkin Suárez Mazo, valiente
profesional, conociendo la problemática de nuestra población,
decide organizarnos y estructurar un bello sueño … La creación de
una cooperativa autogestionaria integrada solo por personas con
algún grado de discapacidad física permanente, en la cual sus
asociados sean los que conduzcan y tomen las decisiones que los
habiliten para un mejor futuro, pasando de ser individuos sociales
sin oportunidades a empresarios activos, solidarios, disciplinados y
con poder para cambiar la visión de muchos otros, tanto propios
como extraños, dígase con claridad, empresas que rehúyen de su
responsabilidad social y aún el mismo Estado, fue así que vio la luz
COOPESUPERACIÓN R.L., la empresa cooperativa que hoy levanta el
estandarte del trabajo-asociado para las personas con
discapacidad.
Don Elkin fijo un norte claro, consolidar a Coopesuperación
R.L. y luego extender los sueños de esperanza para convertirse en
realidad a lo largo del país, superando las barreras del miedo y el
pobrecito de nuestra misma población.
Este maravilloso ser humano en menos de un mes, tiempo
más que reducido, creó e inscribió lo que conocemos ahora como
COOPESUPERACIÓN R.L.; constituida por trece asociados
fundadores, ni nosotros mismos teníamos claro en lo que
estábamos metidos, pero allí estaba nuestro guía, don Elkin y por
eso lo nombramos como el Gerente General el 30 de marzo del
2008, puesto que él con mucho orgullo acepto, pero puso una
condición, lo ejercería Ad honorem, y así ocurrió hasta febrero del
año 2012. En esos cuatro años nunca nos cobró un solo cinco, ni
siquiera la gasolina para trasladarse en tantos trámites del puesto
de Gerencia, al contrario, en muchas ocasiones asumió de su propio
bolsillo algunos pagos menores, aun y cuando la cooperativa ya
generaba excedentes con facturas por cobrar de hasta 20 millones
de colones mensuales.
Ahora el sueño fue materializado gracias a la iniciativa de un
valiente y generoso hombre, el señor Elkin Suárez Mazo, hoy de 77
años, decidió hace 7 años hacer suya la responsabilidad de otros y
con ese gesto desinteresado cambio la vida y forma de pesar de
muchos, incluidos nosotros mimos, nos enseñó que todo es posible
siempre y cuando se trabaje arduamente de forma honesta, con
compromiso y sin olvidar los objetivos fijados, que … ¡el pobrecito!
no existe, es solo una etiqueta que debemos rasgar de nuestras
vestiduras y demostrar a la sociedad de lo que somos capaces de
lograr. Siempre estaremos agradecidos, existimos hoy en día
gracias a usted estimado señor, ¡si a usted! Don Elkin Suárez, padre
fundador de COOPESUPERACIÓN R.L
Don Elkin marca un antes y un ahora para nuestra población,
regalándonos esperanza, marcando una huella trascendental en
Costa Rica, lucharemos por preservar este legado que nos ha
regalado y asumiremos con valentía esta honorable
responsabilidad.
“El éxito no es para los que creen que lo pueden hacer, sino
para los que lo hacen”. Gracias Elkin Suarez, por hacer realidad
nuestro sueño.
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