El que suscribe, diputado Jorge Arana Arana, integrante del Grupo

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CON PUNTO DE ACUERDO, POR EL QUE SE EXHORTA A LOS TITULARES DE LA SAGARPA Y DE LA CONAPESCA A
FOMENTAR EL CONSUMO DE PRODUCTOS MARINOS Y LLEVARLOS CON CALIDAD Y A BAJOS PRECIOS A LA
POBLACIÓN, A CARGO DEL DIPUTADO JORGE ARANA ARANA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI
El que suscribe, diputado Jorge Arana Arana, integrante del Grupo Parlamentario del PRI de la Sexagésima
Primera Legislatura del honorable Congreso de la Unión, con fundamento en los artículos 42 de la Ley
Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, y 6, numeral 1, fracción I; 65 numeral 4; y
79, numeral 1, fracción II, y numeral 2, fracción I, del Reglamento de la Cámara de Diputados, presenta ante
esta asamblea proposición con punto de acuerdo a fin de que se exhorte a los titulares de la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y de la Comisión Nacional de Acuacultura y
Pesca a fomentar el consumo de productos marinos, así como llevar a la población productos de calidad a bajos
precios, al tenor de las siguientes
Consideraciones
La República Mexicana tiene 1 millón 964 mil 375 kilómetros cuadrados de superficie continental, de los
cuales, 1 millón 959 mil 248 son superficie continental y 5 mil 127 son insular, y 2 millones 946 mil 825
kilómetros cuadrados de espacio marítimo (4 millones 911 mil 200 kilómetros cuadrados en total). Tenemos 11
mil 122 kilómetros de litorales que no están lo suficientemente desarrollados. Más de la mitad del territorio
nacional es mar.
Somos el quinto país del continente americano y el decimocuarto lugar del mundo en extensión.
La zona económica exclusiva, también denominada mar patrimonial, es la franja marítima que se extiende
desde la línea externa del mar territorial (se encuentra adyacente a las costas y se prolonga en mar abierto hasta
12 millas náuticas) hasta una distancia de 200 millas marinas (370,4 kilómetros) mar adentro, la cual permite
tener el derecho de explotar sus recursos naturales o de expedir permisos, si le conviene, para que otros países
los aprovechen.
Nuestro territorio marino e insular tiene importantes recursos, como flora y fauna comestibles, petróleo, nódulos
polimetálicos, para ser utilizados en programas alimentarios, portuarios, de navegación, pesqueros, turísticos,
deportivos, industriales.
A pesar de contar con este significativo patrimonio marino, no hemos sabido dimensionar su verdadera riqueza.
El futuro en esta materia es muy prometedor, por lo que debemos definir una política que lo incorpore al
proyecto nacional.
El tema del mar en México no se ha considerado prioritario y ha dependido más de áreas y decisiones generales,
no obstante que representa el 60 por ciento del territorio nacional.
Basta hacer un recuento. La pesca en México ha tenido desde siempre un significado muy importante, debido a
sus grandes extensiones de mar, ríos, lagos, lagunas. Sin embargo, su desarrollo ha sido muy lento y no ha
tenido la atención debida, por lo que su explotación no ha sido la adecuada, ni ha existido una planeación que la
oriente hacia una buena administración de la riqueza.
Fue a partir de 1926, cuando se estableció una estación biológica marina en Veracruz, con la intención de
utilizar la ciencia y la tecnología en el desarrollo pesquero.
Con el propósito de asesorar a la naciente industria camaronera, en 1944 se conformó una comisión mexicanoestadounidense en Guaymas, Sonora, para construir un laboratorio financiado por industriales camaroneros de
la región. Este hecho fue el antecedente del Instituto de Pesca del Pacífico.
En apoyo a la Secretaría de Industria y Comercio y de la Dirección General de Pesca e Industrias Conexas, en
1961 se creó la Comisión Nacional Consultiva de Pesca (CNCP).
Un año más tarde, el Instituto Nacional de Investigaciones Biológico-Pesqueras (INIBP) se instauró como el
órgano del gobierno encargado de proporcionar asesoría científica y tecnológica al desarrollo pesquero y
acuícola del país.
En 1967, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO, por sus siglas en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se estableció
un programa de colaboración que contribuyó favorablemente en el desarrollo de la política de investigación
pesquera mexicana.
En 1971 el INIBP se transformó en el Instituto Nacional de la Pesca (INP), dependiente de la nueva
Subsecretaría de Pesca; los centros acuícolas se integraron al Fideicomiso para el Desarrollo y Fomento de la
Acuicultura y posteriormente se transfirieron a la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, donde
sirvieron de base a la Dirección General de Acuacultura.
Durante el gobierno de José López Portillo, la subsecretaría se convirtió en Departamento de Pesca, y en 1981
este departamento se convirtió en la nueva Secretaría de Pesca. En este periodo, el INP recibió un importante
apoyo gubernamental, lo que le permitió crecer y ampliar su cooperación con Estados Unidos.
En diciembre de 1994, el INP fue incorporado a la recién creada Secretaría de Medio Ambiente, Recursos
Naturales y Pesca (Semarnap), por lo que desapareció la Secretaría de Pesca.
El 30 de noviembre de 2000 se reformó la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal para crear la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), incorporándose a ésta
el Instituto Nacional de la Pesca como órgano desconcentrado. Es importante resaltar que este instituto es la
única institución mexicana de investigación pesquera que mantiene contacto permanente con el área pesquera,
su desarrollo y administración.
La pesca es una actividad económica muy rentable en el mundo. Datos de la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), institución de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU) encargada de las actividades internacionales para erradicar el hambre, señalaron en
2005 que China es el principal productor pesquero a nivel mundial con 30,676.42 miles de toneladas, lo que
representó una participación en la producción total pesquera del 27.92 por ciento. Por su parte, México registró
un volumen de captura de sólo 1,140.55 miles de toneladas, que significaron el 1.04 por ciento de la producción
pesquera mundial. Ocupamos el 17 lugar a nivel mundial en producción pesquera y contribuimos actualmente
con el 1.1 por ciento de la producción global.
En cuanto al promedio de consumo per cápita de pescado anual en el mundo, el mayor mercado de productos
pesqueros es Asia, encabezada por China con más de 1.2 mil millones de habitantes.
Nuestro país se encuentra entre las 20 principales naciones pesqueras del mundo que capturan en promedio, el
80 por ciento del volumen pesquero mundial anual (Sagarpa, 2003). En esta actividad participan los sectores
público y privado.
La mayor parte del litoral pesquero mexicano se encuentra en el litoral del Pacifico, siendo los estados de Baja
California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa quienes concentran la mayor capacidad de procesamiento.
En la zona del Pacífico se encuentra la mejor infraestructura para la producción pesquera. La nación cuenta con
97 puertos, de los cuales los 16 principales son administrados por la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes, además de existir dos operados por Fonatur, cinco de carácter estatal, y uno de carácter privado
(principales puertos mexicanos: Ensenada, Guaymas, Topolobampo, Mazatlán, Puerto Vallarta, Manzanillo,
Lázaro Cárdenas, Salina Cruz, Puerto Chiapas, Coatzacoalcos, Dos Bocas, Progreso, Veracruz, Tuxpan,
Tampico y Altamira). Los puertos operan a través de un sistema de concesiones del gobierno federal.
En cuestión de consumo, la producción pesquera mexicana tiene tres componentes: el humano directo, el
indirecto y el uso industrial. Datos estadísticos indican que en 1995, el consumo humano directo superó 1
millón 34 mil toneladas en peso vivo; en 1997 se registró su valor más alto, con 1 millón 173 mil 334 toneladas;
y en 2006 solo se consumió 1 millón 84 mil 159 toneladas.
El consumo por persona en el país en 1995, fue en promedio de 12.63 kilogramos. Para 2004, el consumo por
habitante fue de 12.87 kilogramos. En contraste, el consumo de productos marinos en Japón es de entre 68 y 71
kilogramos al año, en Europa de 38 kilogramos y en Estados Unidos de 23 kilogramos.
Cabe resaltar que el mayor consumo de pescados y mariscos se da en cuaresma y fin de año.
En 2011, mediante una encuesta nacional de ingreso y gastos de los hogares de México, la Sagarpa dio a
conocer que 5 millones 978 mil hogares consumen regularmente pescados y mariscos, con un gasto promedio
de 239 pesos al mes, es decir, que cada uno de cinco mexicanos consume pescado. Los estados de México,
Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Morelos y Distrito Federal consumen siete de cada diez productos que se
comercializan en la temporada de alto consumo. Asimismo, una cantidad considerable de los productos marinos
frescos se consume localmente.
La pesca, incluida la exportación, aporta el 0.8 por ciento del PIB. No obstante, esta actividad tiene una gran
importancia local en algunas zonas de México. Muchos pescadores que viven en pequeñas comunidades,
dependen en gran medida de la pesca, y ésta forma parte de la economía local.
Es preciso destacar que a pesar de la amplia variedad y bajo precio en muchas especies de pescados y mariscos,
estos productos son poco consumidos si se les compara con la carne de pollo, cerdo y res, ya que éstas
representan el 80 por ciento de alimento de las familias, y sólo 20 por ciento prefiere los productos marinos.
En el período de 2005 a 2009, el consumo per cápita de carne de pollo, cerdo y res mostró un crecimiento de 10
por ciento para la carne de pollo, dos para la de cerdo y decreció 11 para la de res.
En 2009, el consumo per cápita de carne de pollo, cerdo y res se ubicó en 29.6, 16.8 y 15.0 kilogramos,
respectivamente. En el mismo año, el consumo de pollo, cerdo y res fue de 3.29, 1.66 y 1.88 millones de
toneladas, de las cuales, se importó 15 por ciento de carne de pollo, 31 de cerdo y 13.5 de carne de res.
A pesar de que el consumo de los tipos de carne anteriormente descritos venía en aumento, debido a la sequía
que afecta a gran parte del territorio nacional, los costos de la producción de carne de res se han visto
fuertemente afectados, dañando el consumo nacional de dicho producto.
Por tanto, es importante aprovechar esta coyuntura para impulsar el consumo de especies marinas comestibles,
no solo por la difícil situación por la que atraviesa el campo, sino como consumo de alimentos permanente que
aportan energía, proteínas y muchos otros nutrientes importantes para el cuerpo, incluyendo ácidos grasos
Omega 3, que ayudan al buen desempeño del corazón y el cerebro.
El pescado es una solución importante al problema de obesidad en México y, sobre todo, si se consume al
menos dos veces a la semana.
Es ineludible que la demanda de productos pesqueros aumente, al menos, en la misma tasa que la población (1.8
por ciento/año), o se consuma por lo menos tres veces a la semana.
Por lo anteriormente expuesto, solicito a esta soberanía sea aprobado los siguientes
Puntos de Acuerdo
Primero. Que se exhorte a los titulares de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación y de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) a intensificar sus programas de
difusión, mediante campañas de publicidad en los medios masivos de comunicación y la edición y distribución
de recetarios, sobre todo durante la temporada de Cuaresma, para aumentar el consumo de productos marinos,
así como llevar a la población productos de calidad a bajos precios. Es importante que no se limiten únicamente
a las publicaciones diarias en sus páginas de Internet.
Segundo. Que se exhorte al titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación a establecer programas permanentes para fomentar el aumento en el consumo de productos
marinos de la población.
Tercero. Que se exhorte al titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación a elaborar políticas de seguridad alimentaria basada en productos marinos, realizando la
ordenación pesquera con normas sostenibles.
Cuarto. Que se exhorte al titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación a establecer convenios de colaboración con las universidades, institutos, centros de estudio
públicos nacionales y de los estados, así como con instituciones privadas, para fortalecer y elaborar programas
de formación en ciencias marinas y pesca.
Quinto. Que se exhorte a los titulares de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación y de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) a promover ampliamente la
acuacultura para mantener una producción al alza, sustentable y sin contratiempos.
Sexto. Que se exhorte a la autoridades competentes en materia de sanidad y de la Comisión Nacional de
Acuacultura y Pesca a realizar inspecciones a bodegas, andenes, depósitos y áreas destinadas a la
comercialización de productos marinos durante todo el año y de manera frecuente, para confirmar la legal
procedencia de la mercancía y evitar la venta de especies que se encuentran dentro de su período de veda o
prohibidos.
Séptimo. Que se exhorte a la Procuraduría Federal del Consumidor a atender de manera oportuna e inmediata
las quejas que se produzcan por abusos al consumidor de productos marinos, durante la próxima temporada de
cuaresma.
Se somete este punto de acuerdo a consideración del pleno de esta soberanía.
Dado en el salón de sesiones de la honorable Cámara de Diputados, a 15 de marzo de 2012.
Diputado Jorge Arana Arana (rúbrica)
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