TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA SALA TERCERA DE DECISIÓN MAGISTRADO PONENTE JUAN GUILLERMO ARBELÁEZ ARBELÁEZ Medellín, noviembre diecinueve (19) de dos mil catorce (2014) REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA DEMANDANTE: ROBINSÓN RODRIGO MARTÍNEZ IBARRA DEMANDADO: MINISTERIO DEL INTERIOR – DIRECTORA DE ETNIAS SEÑORA MARITZA DEL CARMEN MOSQUERA PALACIOS RADICADO: 05001-23-33-000-2014-01963-00 SENTENCIA S Nº 13 TEMA: Procedencia de la acción de tutela en asuntos relacionados con las comunidades afrocolombianas ANTECEDENTES. El señor Robinsón Rodrigo Martínez Ibarra, en ejercicio de la acción consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política, instaura tutela contra el Ministerio del Interior – Directora de Etnias, señora Maritza del Carmen Mosquera Palacios, solicitando se le tutelen sus derechos fundamentales al libre desarrollo de la personalidad de cuando una persona se asume o no como negro o Afrocolombiano y el derecho de asociación Hechos. Manifiesta el accionante, que de conformidad con la Ley 70 de 1993 y el Decreto 3770 de 2008, las comunidades negras son autónomas respecto de su organización. Aduce que desde hace algún tiempo se han celebrado convenios con diversas Universidades del país, con el propósito de asignar unos cupos, por programas, a las comunidades negras. Comenta que las Organizaciones Afrocolombianas, Consejos Comunitarios u Organizaciones Afro Urbanas, legalmente constituidas e inscritas en el Registro Único de Comunidades Negras del Ministerio del Interior, son las encargadas de avalar el aspirante que desee acceder a dichos cupos. Dice que el aval dado por las Organizaciones Afrocolombianas, Consejos Comunitarios u Organizaciones Afro Urbanas, ha venido siendo rechazados específicamente por la Escuela Superior de Administración Pública y la Universidad de Caldas, aduciendo el cobro por parte de éstas corporaciones a los aspirantes. Explica que dichas universidades, con el propósito de suplir el aval expedido por las organizaciones y consejos comunitarios, le requieren al aspirante que, a través del diligenciamiento de un formato, le solicite al Ministerio del Interior, Dirección de Etnias, un certificado en el que conste que es miembro de la población Afrocolombiana. Expone que el Ministerio del Interior, Dirección de Etnias, está usurpando las facultades de las Organizaciones Afrocolombianas, Consejos Comunitarios u Organizaciones Afro Urbanas, ya que realiza funciones que no le corresponden. Afirma que el Ministerio del Interior, Dirección de Etnias, se adjudicó dicha función teniendo como fundamento el numeral 7 del Decreto 2893 de 11 de agosto de 2011, situación que no es cierta. Petición. Solicita el accionante que se tutele su derecho de asociación y el libre desarrollo de la personalidad de cuando una persona se asume o no como negro u afro descendiente y se ordene a la entidad accionada rectificar su postura frente a los hechos y se le informe a las Instituciones Universitarias mencionadas que reciban los avales expedidos por los Concejos Comunitarios y Organizaciones Afrocolombiana con Resolución del Ministerio del Interior. CONTESTACIÓN DE LA ACCIONADA. La entidad accionada, mediante escrito presentado ante la Secretaría de éste Tribunal el 10 de noviembre de 2014, contestó la tutela de referencia, en ella aduce que: “…no estamos vulnerando los derechos fundamentales manifestados por el Accionante, ni mucho menos asumiendo funciones que considera el accionante son de los Consejos Comunitarios y Organizaciones de Base; ya que desde esta Dirección solo emitimos avales de cupos y/o descuentos a las personas que lo soliciten a través de este Ministerio, es importante resaltar que es autonomía de las universidades determinar que avales reciben…” (fls. 34 vlto) CONSIDERACIONES Competencia. Este Tribunal es competente para conocer de la presente tutela, en los términos del artículo 86 de la Constitución, en concordancia con el artículo 37 del Decreto 2591 de 1.991 y el artículo 1º del Decreto 1382 de 2.000. Planteamiento del problema. En el presente caso se determinará si el Ministerio del Interior ésta usurpando facultades que le pertenecen a las Organizaciones Afrocolombianas, Consejos Comunitarios u Organizaciones Afro Urbanas al expedir avales, los cuales, según las voces de la demanda, son de exclusiva emisión de dichas organizaciones. Es así que, se aduce que el Ministerio de Interior le está vulnerando al tutelante el derecho de asociación y el libre desarrollo de la personalidad de cuando una persona se asume o no como negro o afro descendiente. Con el propósito de dilucidar la presente acción, se entrarán a analizar los siguientes asuntos: i) la acción de tutela, procedencia o improcedencia; ii) los derechos de las Comunidades Afrocolombianas; iii) funciones del Ministerio del Interior y facultad de avalar comunidades negras; iv) resolución del caso concreto. La acción de tutela. El Constituyente del 91 consagró la acción de tutela para reclamar de las autoridades jurisdiccionales, en todo momento y lugar, la protección inmediata de los derechos fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o amenazados por la acción u omisión de las autoridades y de los particulares encargados de la prestación del servicio público o de quienes se halle en estado de subordinación o indefensión. Por lo demás, ésta acción tiene un carácter subsidiario, ya que está condicionada a que no exista otro medio de defensa judicial para evitar la trasgresión de los derechos fundamentales, a no ser de que se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. Procedencia o improcedencia de la Acción de Tutela. Debe recordarse que la acción de tutela es un mecanismo extraordinario, excepcional y residual, que no puede ser visto como una vía judicial adicional o paralela que pueda sustituir a las vías judiciales ordinarias. Sin embargo, será procedente, aún en presencia de otros medios judiciales de protección de los derechos fundamentales, cuando se promueva como mecanismo transitorio, pero solo para evitar un perjuicio irremediable. Para que la acción de tutela proceda como mecanismo transitorio, es necesario demostrar en primer lugar, (i) lo inminente de un perjuicio irremediable respecto de un derecho fundamental y, en segundo lugar, (ii) que en efecto no existe otro mecanismo de defensa judicial al que se puede acudir para decidir con carácter definitivo la controversia planteada en sede de tutela.1 Las comunidades afrocolombianas. En virtud del reconocimiento y protección de la diversidad étnica consagrada en la Constitución Política en su artículo 7º, así como el deber que asiste al Estado de promover medidas a favor de grupos discriminados o marginados, se expidió la Ley 70 de 1993, en la que la educación figura como un mecanismo de protección y desarrollo de los derechos de las comunidades negras. La Corte Constitución, respecto de la especial protección frente a las comunidades negras o Afrocolombianas, en sentencia T-375 de 2006, expuso: 1 Sentencia T-1062 de 2010. “2.2.2. El Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales, aprobado por la Ley 21 de 1991 -el cual hace parte del Bloque de constitucionalidad2- establece en su artículo 1º, numeral 1º: “Artículo 1 1. El presente Convenio se aplica: a) a los pueblos tribales en países independientes, cuyas condiciones sociales culturales y económicas les distingan de otros sectores de la colectividad nacional, y que estén regidos total o parcialmente por sus propias costumbres o tradiciones o por una legislación especial; b) a los pueblos en países independientes, considerados indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conserven todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas. (…) Con fundamento en lo definido en el Convenio 169 de la OIT, la Ley 70 de 1993, que desarrolla el artículo 55 transitorio constitucional -relativo a la especial protección cultural y reconocimiento territorial a las comunidades negras del pacífico3- indica en su artículo 5º: ‘5. Comunidad negra. Es el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana que poseen una cultura propia, comparten una historia y tienen sus propias tradiciones y costumbre dentro de la relación campopoblado, que revelan y conservan conciencia de identidad que las distinguen de otros grupos étnicos.’ Al tenor de lo dispuesto se observa que se hace un énfasis particular en el desarrollo de una cultura, el compartir de una historia, al igual que de tradiciones y costumbres y en la conciencia de la identidad como parte de esa comunidad. Tal relevancia en los factores culturales y la conciencia de pertenencia se hacen evidentes en los antecedentes de la Ley 70 de 1993. En tales antecedentes se hizo énfasis considerable en la importancia de la comunidad afrocolombiana no por su raza sino por su legado cultural e identidad digna de proteger… (…) Acto seguido, al hacer referencia al reconocimiento del carácter multiétnico y pluricultural de la Nación se indicó que los derechos señalados en la Constitución: ‘son para las comunidades que poseen identidad cultural, que tienen autoridades propias y poseen un territorio apropiado comunitariamente. Este es el caso de los palenques y de las comunidades negras rurales del Chocó y de algunas regiones del Pacífico.’4 2 Para corroborar esta afirmación, ver sentencias SU-039/97, T-652/98, C-795/00, C-169/01, T606/01, C-418/02, C-891/02, SU-383/03 y T-778/05 3 Protección que con la Ley se extendió a las comunidades negras en general. 4 Ibídem, pg. 3 Después se señaló que si bien el principal propósito de la Ley era generar los mecanismos de reconocimiento de la propiedad de las tierras baldías ocupadas por las comunidades negras, la nueva normatividad ampliaba su protección al reconocer que todas las comunidades negras de Colombia quedaban protegidas con el fin de ‘conocer la identidad cultural de un grupo étnico’5”6 De lo anterior se puede observar la importancia en nuestro país de las Comunidades Afrocolombianas y el sustento Constitucional y Legal de tal relevancia. Ahora, la misma Corte Constitucional ha establecido que las comunidades Afrocolombianas, como sujetos de principal protección de la Constitución y titulares de derechos fundamentales, pueden solicitar a través de la acción de tutela la protección de tales derechos. Dicha Corporación en la Sentencia T- 379 de 2011, dijo: “…la jurisprudencia constitucional ha establecido que sus dirigentes y miembros gozan de legitimidad para reclamar en sede de tutela la protección de los derechos fundamentales de los cuales goza su comunidad.” Es así que las organizaciones Afrocolombianas tienen una especial protección, de conformidad con la Constitución y la Ley y que, en el evento de resultar vulnerados sus derechos fundamentales, éstas podrán acudir a la Acción de Tutela como mecanismo de defensa. Se concluye entonces, que ésta acción es el mecanismo eficaz para la protección de los derechos fundamentales de las Comunidades Afrocolombianas o de las personas que hagan parte de ellas. Funciones del Ministerio del Interior y faculta de avalar comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras La Sala desea abordar un tema que fue expuesto en el escrito de tutela y que consiste en la supuesta usurpación de funciones por parte del Ministerio del Interior de avalar a alguien como Afrocolombiano o perteneciente a alguna Organización o Consejo comunitario. Según el Decreto 2893 de 2011, el Ministerio del Interior tiene como funciones las consagradas en la Constitución y las dispuestas en el artículo 59 de la Ley 489 de 1998. Así mismo, el artículo 2 del Decreto 2893, se consagran otras funciones del Ministerio del interior y en lo que respecta al tema objeto de debate, contempla: 5 6 Ibídem, pg. 4 Corte Constitucional, Sentencia T-375 de 2006. “ARTÍCULO 2. FUNCIONES. El Ministerio del Interior, además de las funciones determinadas en la Constitución Política y en el artículo 59 de la Ley 489 de 1998 cumplirá las siguientes: (…) 10. Formular y hacer seguimiento a la política de los grupos étnicos para la materialización de sus derechos, con un enfoque integral, diferencial y social, en coordinación con las demás entidades competentes del Estado. (…)” De conformidad con el artículo 5 del Decreto 2893 de 2011, la Dirección de Asuntos para Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras hacen parte de la estructura del Ministerio del Interior, dicha Dirección cumple con las siguientes funciones: “ARTÍCULO 14. FUNCIONES DE LA DIRECCIÓN DE ASUNTOS PARA COMUNIDADES NEGRAS, AFROCOLOMBIANAS, RAIZALES Y PALENQUERAS. Son funciones de la Dirección de Asuntos para Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras, las siguientes: 1. Asesorar en la formulación y apoyar el seguimiento de la política pública orientada al reconocimiento, protección y desarrollo de la diversidad étnica y cultural para las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, que vele por su integridad y promueva sus derechos. 2. Diseñar programas de asistencia técnica y social de apoyo a las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. 3. Coordinar interinstitucionalmente la realización de los espacios de participación para las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras previstos por la ley, y promover la participación de las organizaciones y autoridades que los representan. 4. Diseñar y ejecutar programas y proyectos de fortalecimiento de los procesos organizacionales de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. 5. Apoyar a la Dirección de Consulta Previa del Ministerio del Interior en la realización de los procesos que se realicen en terreno para proyectos de desarrollo que afecten a las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. 6. Coordinar y realizar los procesos de consulta previa para la adopción de medidas legislativas y administrativas del nivel nacional, de conformidad con los lineamientos acordados para el efecto. 7. Llevar el registro único nacional de los consejos comunitarios, organizaciones de base, y representantes de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. 8. Propender por la conservación de las costumbres y la protección de conocimientos tradicionales, en coordinación con las entidades y organismos competentes. 9. Promover con los diferentes niveles de Gobierno, la incorporación de un enfoque que reconozca positivamente las diferencias para las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras en políticas, planes, programas y proyectos especiales sectoriales. 10. Prestar asesoría a las gobernaciones y alcaldías para la debida atención a las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. 11. Promover la resolución de conflictos de conformidad con los usos y costumbres de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. 12. Promover en coordinación con el Sistema Nacional Ambiental la formulación de agendas ambientales conjuntas con las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. 13. Proponer proyectos de ley o de actos legislativos, así como efectuar el análisis normativo y jurisprudencial en coordinación con la Dirección de Asuntos Legislativos, en materia de su competencia. 14. Apoyar el desarrollo y sostenimiento del Sistema Integrado de Gestión Institucional y la observancia de sus recomendaciones en el ámbito de su competencia. 15. Atender las peticiones y consultas relacionadas con asuntos de su competencia. 16. Las demás funciones asignadas que correspondan a la naturaleza de la dependencia.” (Negrillas de la Sala) Ahora, en el Decreto 3770 de 2008, en su artículo 14, se establece que se llevará un Registro Único de los Consejos Comunitarios y Organizaciones de Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras, el cual estará a cargo de la Dirección de Asuntos para Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras entidad, como ya se dijo, hace parte de la estructura del Ministerio del Interior. En el artículo 15, parágrafo 1 del Decreto 3770 de 2008, se establece que la Dirección de asuntos para Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras será la única entidad competente para expedir la Resolución de Inscripción de los Consejos Comunitarios y Organizaciones de comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. Ahora, en lo que respecta al tema expuesto de que el Ministerio del Interior usurpó funciones, queda claro para la Sala que ello no es cierto, ya que, de acuerdo con la normatividad expuesta, tal entidad si está facultada para avalar. Es importante distinguir entre el aval y el auto reconocimiento de la identidad, el primero de los cuales se convierte en un documento expedido por la Dirección de Asuntos para las Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras del Ministerio del Interior, tal como se estableció en la normatividad antes citada y transcrita, en la que se establece, de acuerdo con la inscripción y el registrado dentro de la Base de Datos del Registro Único de Organizaciones de Base y Consejos Comunitarios, si una persona pertenece a una de estas, mientras que el segundo de los citados documentos, es decir, el auto reconocimiento de la identidad, se refiere al ejercicio efectivo del derecho de autodefinirse como perteneciente a un pueblo, al desarrollo de la conciencia individual de pertenencia y a la aceptación de la respectiva población étnica en ese sentido. Adicional a lo anterior, se solicitó que se ordene a las universidades que única y exclusivamente se tengan en cuenta los avales expedidos por los Consejos Comunitarios y Organizaciones de Comunidades Negras y Afrocolombianas, ya que, según el tutelante, ellos son los únicos autorizados legalmente, para expedir dichos avales. En este asunto, resulta pertinente hacer algunas consideraciones respecto de la autonomía universitaria y la facultad que tienen éstos de regular el acceso a los centros de educación superior. El ejercicio de la autonomía, que se reconoce en el artículo 69 de la Constitución, establece que las universidades están habilitadas para expedir reglamentos y “regirse por sus propios estatutos”, de acuerdo con lo establecido en la ley, señalando en ellos de manera razonable los requisitos que han de cumplir los aspirantes a los programas que ellas ofrecen. La H. Corte Constitucional, respecto de la autonomía universitaria ha dicho: “Según la jurisprudencia, esa atribución no significa “soberanía educativa”7, pues si bien la Carta les otorga a esas instituciones un margen amplio de discrecionalidad, “únicamente las actuaciones legítimas de los centros de educación superior se encuentran amparadas por la protección constitucional”8. En consecuencia, la discrecionalidad universitaria, propia de su autonomía, no es absoluta, como quiera que se encuentra limitada por el orden público, el interés general, el bien común9 y obviamente por los derechos fundamentales, entre ellos el derecho a la educación que, como bien lo ha precisado esta corporación, ampara al educando frente a la imposición de barreras injustificadas que impidan o entorpezcan el proceso educativo.10 (…) No ignora la Sala que las universidades cuentan con la atribución de exigir de los estudiantes el sometimiento a normas internas que regulan T-674 de 2000 (junio 9), M. P. Alejandro Martínez Caballero. T-180 de 1996 (abril 30), M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz. 9 T-492 de 1992 (agosto 12), M. P. José Gregorio Hernández Galindo y T-649 de 1998 (noviembre 10), M. P. Antonio Barrera Carbonell. 10 T-512 de 1995 (noviembre 14), M .P. Eduardo Cifuentes Muñoz. 7 8 las relaciones académicas y administrativas de la institución, las cuales son indispensables para garantizar el ingreso y permanencia en el sistema educativo11, pero tal facultad no valida la exigencia e imposición de actos arbitrarios o discriminatorios que conculquen derechos fundamentales de los aspirantes y de la comunidad educativa… (…) Es claro que la acción de tutela es mecanismo adecuado para obtener el restablecimiento de derechos fundamentales conculcados por actos arbitrarios y discriminatorios plasmados en reglamentos de las universidades. Sobre este particular la Corte ha manifestado12: ‘Pese a que la tutela no es el mecanismo idóneo para reformar los reglamentos y estatutos de una universidad, no cabe duda de que si tales normas se apartan por completo del orden constitucional vigente, y su aplicación afecta los derechos fundamentales de uno de los miembros de la comunidad docente, la acción procede, como mecanismo transitorio si existen otros recursos judiciales -, o definitivo en caso contrario. Si ello no fuera así se estaría frente a un compartimento estanco, ajeno al radio de acción de los derechos fundamentales, por el simple hecho de la existencia de un reglamento o estatuto interno, es decir, por la mera manifestación de voluntad de las directivas o fundadores de una Universidad.’”13 De lo anterior, se desprende que la las Universidades son autónomas a la hora de determinar los requisitos que se deben cumplir para que las personas pertenecientes a un Consejo Comunitario y Organizaciones de Comunidades Negras, Afrocolombianas accedan a los beneficios que por su calidad tienen, lo que se traduce en que ellos determinarán, en ejercicio de la Autonomía Universitaria, el aval correspondiente, estando en plena libertad, de conformidad con la jurisprudencia antes expuesta. El caso concreto. En el presente caso se exponen como vulnerados los derechos fundamentales al libre desarrollo de la personalidad de cuando alguien se asume o no como afro descendiente y el derecho de asociación. La H. Corte Constitucional ha denominado el libre desarrollo de la personalidad como: “El derecho al libre desarrollo de la personalidad, conocido también como derecho a la autonomía e identidad personal, busca proteger la T-544 de 2006 (junio 13), M. P. Álvaro Tafur Galvis. T-512 de 1995 (noviembre 14), M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz. 13 Corte Constitucional, sentencia T-586 de 2007. 11 12 potestad del individuo para autodeterminarse; esto es, la posibilidad de adoptar, sin intromisiones ni presiones de ninguna clase, un modelo de vida acorde con sus propios intereses, convicciones, inclinaciones y deseos, siempre, claro está, que se respeten los derechos ajenos y el orden constitucional. Así, puede afirmarse que este derecho de opción comporta la libertad e independencia del individuo para gobernar su propia existencia y para diseñar un modelo de personalidad conforme a los dictados de su conciencia, con la única limitante de no causar un perjuicio social. Se configura una vulneración del derecho al libre desarrollo de la personalidad cuando a la persona se le impide, de forma arbitraria, alcanzar o perseguir aspiraciones legítimas de vida o valorar y escoger libremente las circunstancias que dan sentido a su existencia. Así, para que una limitación al derecho individual al libre desarrollo de la personalidad sea legítima y, por lo mismo no arbitraria, se requiere que goce de un fundamento jurídico constitucional. No basta que el derecho de otras personas o la facultad de la autoridad se basen en normas jurídicas válidas, sino que en la necesaria ponderación valorativa se respete la jerarquía constitucional del derecho fundamental mencionado.”14 Así mismo, respecto del derecho de asociación ha expuesto: “Ha dicho la Corte Constitucional que el derecho fundamental de asociación (art. 38 C.P.), tiene dos dimensiones, a saber: una positiva que consiste en la facultad que tienen todas las personas para fundar o integrar libremente, en forma voluntaria, organizaciones reconocidas por el Estado y capacitadas para operar en el tráfico jurídico, comprometidas en la realización de diversos proyectos, ya sea de carácter social, cultural, económico, etc.; y, una dimensión o faceta de carácter negativo derivada en forma directa del derecho de libertad y, se expresa en la facultad que tiene toda persona para negarse o abstenerse de formar parte de determinada asociación y su derecho correlativo a no ser obligado ni directa ni indirectamente a ello.”15 Observa la Sala en el escrito de tutela, que el tutelante aduce se le están vulnerando los derechos fundamentales antes mencionados, toda vez que el Ministerio del Interior está usurpando las funciones de las organizaciones afro urbanas y consejos comunitarios de avalar la calidad de éstos ante las universidades. En primer lugar, observa la Sala que en ningún momento se están vulnerando los derechos invocados por el tutelante, ya que con la actuación del Ministerio del Interior no se ha cercenado la libertad e independencia del individuo, conceptos éstos que comportan el libre desarrollo de la personalidad y, tampoco se ha está prohibiendo la integración libre y voluntaria que contempla la libertad de asociación. Por lo anterior, se considera que la accionada no ha vulnerado derecho fundamental alguno, lo que conllevará a que la presente acción de tutela sea negada. 14 15 Corte Constitucional. Sentencia C-336 de 2008. Corte Constitucional. Sentencia T-336 de 2000. En mérito de lo expuesto, el TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIASALA TERCERA DE DECISIÓN -, Administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley. FALLA PRIMERO. NIÉGUESE la acción de tutela instaurada por ROBINSÓN RODRIGO MARTÍNEZ IBARRA contra el MINISTERIO DEL INTERIOR – DIRECTORA DE ETNIAS SEÑORA MARITZA DEL CARMEN MOSQUERA PALACIOS. SEGUNDO. Comuníquese mediante telegrama, FAX y telefónicamente al peticionario y a la parte accionada. TERCERO. Si esta providencia no fuere impugnada, envíese a la Corte Constitucional para su eventual revisión. CÓPIESE Y NOTIFÍQUESE Esta providencia se estudió y aprobó en Sala como consta en el Acta No.___. Los Magistrados. JUAN GUILLERMO ARBELÁEZ ARBELÁEZ JAIRO JIMÉNEZ ARISTIZABAL RAFAEL DARÍO RESTREPO QUIJANO